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Contrarrevolución
from El anarquismo en América Latina (1921-1959. Los casos de Argentina, Cuba y México
by Kclibertaria
Contrarrevolución
La primera semana de mayo de 1937 en la ciudad condal, fuerzas del Partido Comunista Catalán, estalinista, junto a elementos de la derecha catalana se lanzaron contra los anarquistas y otras fuerzas de izquierda no alineadas a la política impuesta desde Moscú. Esta acción para los ácratas de todo el orbe representó el inicio del fin, momento en que las fuerzas apoyadas por la ‘patria del proletariado’ atacaron sin miramiento las conquistas de la revolución, desbaratando la socialización y colectivización emprendida por los anarquistas, devolviendo fábricas y campos a sus antiguo dueños. Para entender ese proceder es necesario puntualizar que el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) fue un partido que, a falta de legitimidad y de bases obrero-campesina, se abocó a ‘organizar’ a las clases mediaspropietarias y era inexistente hasta antes de la guerra, su finalidad, era la misma que la del Partido Comunista de España (PCE): controlar a la república, para ello era imperioso eliminar a quienes ostentaban el ascendiente en las masas populares: los anarquistas.
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Los hechos de mayo, retratados en la prensa anarquista argentina estaba en total sintonía con la confederal, porque los argentinos tenían en Barcelona a por lo menos diez delegados (además de los faquistas, días antes de las trágicas jornadas, llegaron Badaracco y González Pacheco), testigos de las acciones emprendidas contra sus hermanos de ideas.468
En un momento en que la CNT-FAI pudo tomar el control de la situación e imponerse, tal como lo expuso Spartacus, el mítico miembro de Los Solidarios, García Oliver, llamó a ceder. Las declaraciones del alto al fuego fueron acatadas a pie de juntillas por los anarquistas, las otras fuerzas lo desoyeron. El miércoles cinco por la mañana se re-iniciaron las hostilidades. Ese día vino lo peor, fue “el día de horrores inconcebibles, asesinatos de hombres desarmados, fusilamiento de prisioneros, secuestros, rotura de carnets confederales, se quería a toda costa que la lucha se agravara, no obstante, los esfuerzos titánicos que hacían los hombres de las organizaciones proletarias, ese mismo día cayeron conocidos militantes como Domingo Ascaso”, aún se desconocía la ejecución de Camillo Berneri. 469
468 “La Unión de Chauffeurs da a publicidad…”, junio de 1937, BPJI. 469 “Manifiesto núm. 1 del CADA”, mayo de 1937, BPJI.
La noche del cinco de mayo la CNT-UGT ordenaron la vuelta al trabajo, en una actitud contradictoria e incluso sumisa la CNT-FAI solicitó a sus adheridos evitar dentro de los
lugares de producción motivos de perturbación o rozamiento con trabajadores de otras fuerzas políticas. A pesar de acordarse una vuelta al trabajo y el alto al fuego, el seis de mayo las fuerzas del PSUC, de la Esquerra y de los Rabassaires proseguía con la detención y asesinato de militantes de la CNT y del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). Se continuó con esa lógica hasta el viernes siete, cuando pararon las hostilidades. Las cifras de las bajas ascendieron a quinientos fallecidos y un millar de heridos.
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Finalizadas las trágicas jornadas el clima en España era de tensión. Los comunistas implementaron un sistema de terror a través de checas con el fin de aniquilar a los anarquistas. El cuartel Carlos Marx quedó como símbolo de la barbarie estalinista-comunista. La Obra manifestó que la contrarrevolución avanzaba paralela al trabajo fecundo y transformador. Ubicó, como confabuladores de la misma, a una ‘Unión Sagrada’ integrada por el gobierno de Valencia, la Generalitat y los burós de los partidos con el fin de dar fin a los logros de la revolución y a sus principales animadores: los anarquistas.
Para los obristas dentro del desarrollo de una verdadera insurrección social era una cuestión
inevitable, natural y hasta necesaria los choques armados entre tendencias, fracciones y grupos, España no podía ser una excepción a la regla. Lo que les tomó por sorpresa fue lo prematuro de los eventos de Cataluña, pero de ninguna manera debían tenerse por ajenos al proceso revolucionario. Que el inicio de la contrarrevolución hubiera tenido como escenario Cataluña obedeció a que en la ciudad condal gravitaba poderosamente tanto la acción destructiva como la reconstrucción social, era, en sí, el foco de la transformación.
Tal como lo arguyó Spartacus, para La Obra el anarquismo catalán pudo haber arrasado con todo vestigio político y burgués y no lo hizo, en ello radicó su grandísimo error, en atención a la necesidad de aniquilar la intentona fascista en el resto de España el movimiento confederal cedió más que ninguno, pagándoseles con la traición y el ataque. Los anarquistas
470 “Manifiesto núm. 1 del CADA”, mayo de 1937, BPJI.
resistieron al boicot económico a sus industrias, al sabotaje en los frentes, a la calumnia y al acto de fuerza perpetrado. Mas, La Obra apreció que ni la causa antifascista ni la revolución social se colocaron en peligro por los hechos de Cataluña.471
Los hechos de mayo fueron ampliamente difundidos por los medios anarquistas platenses para que la opinión pública les conociera. El documento de mayor circulación fue el folleto de Souchy: Retaguardia leal. Del cual se imprimieron 20 mil ejemplares con tapa a colores. Sus editores, los faquistas, destacaron que ningún otro trabajo, de un anarquista, había adquirido tanta repercusión fuera del ambiente libertario como lo fue la obra de Souchy.472
Spartacus bautizó lo acontecido en Barcelona como la korniloviada de mayo. Afirmando que la CNT no deseaba coronarse con la victoria pues estaba bien pronta a todos los abandonos, a todas las renuncias y a todas las derrotas con tal de no conseguir la victoria. ¿Por qué decía esto? En perspectiva de Spartacus la CNT pudo someter militarmente al bloque estalinianoburgués, a razón de haberse impuesto en la lucha callejera y hacerse del poder político, reiteró su juicio sobre la impericia de los anarquistas catalanes al no querer estar abiertamente en el poder y desde ahí ejercer el control de toda España, mas, a decir de los espartaquistas, esto no se hacía porque los ácratas tenían “temor de que la burguesía abandonará el poder”. La razón de ello estribó, a decir de Spartacus, por lo menos la razón oficial dada por los ministros García Oliver y Federica Montseny, a que “en el puerto de Barcelona habían entrado naves de guerra inglesas y francesas y si nosotros nos hacemos dueños de la ciudad, si Barcelona cae en manos de los anarquistas, esas naves bombardearían Barcelona”.473
Para Spartacus eso era un burdo pretexto para impresionar, inventado para llenar una necesidad del momento. Según Spartacus en razón de su bastante pueril razonamiento, la llegada de fuerzas inglesas y francesas no tenía nada de extraordinario y se limitarían a embarcar a sus compatriotas que así lo desearan o, cuanto más, a desembarcar algún batallón
471 “Ante los sucesos de Cataluña”, La Obra, núm. 12, Buenos Aires, junio de 1937. 472 “Carta de la FACA a la CNT-FAI”, 26 de junio de 1937, AAS/BPJI. 473 “Porqué fue dada la voz…”, Spartacus, núm. 10, Buenos Aires, septiembre de 1937.