Contribución de la ciencia y tecnología a la conformación socio-política y económica del país Contribución de la ciencia y tecnología a la conformación socio-política y económica en el Período Colonial En el inicio del siglo XXI la sociedad de hoy se encuentra en una nueva etapa como consecución del desarrollo industrial del siglo pasado, las exigencias que demanda este nuevo orden mundial, donde el conocimiento y la información son el motor de los avances científicos y tecnológicos, social y económico que requiere de una base fundamental para la adopción global de dicho orden. a través de los años en la incidencia de la tecnología en nuestro país. En la época colonial se debe recordar que Venezuela era una provincia netamente basada en la producción agrícola como principal actividad económica; luego de una serie de sucesos la provincia se ve escasa de recursos, razón por la que se descuido la educación de la población y se limita al mismo tiempo a ciertos grupos étnicos como los mulatos, solo algunas de las poblaciones más importantes recibían educación. en 1727 se crea la primera universidad en venezuela. por esta misma razón venezuela se ve en la necesidad de importara todo los productos que no era posible de fabricar en su territorio como pararrayos y demás artefactos, con esto el país se empezó ha convertir en un país dependiente de otros países desarrollados que a su vez contribuyo al desarrollo del sector de la salud de venezuela, como es el caso del proyecto para la inmunización de la viruela. con lo antes mencionado se observa como los avances tecnológicos influyen en el sector social al proveer los beneficios que aportaban el desarrollo de proyectos, además de contribuir con la educación de la misma. económicamente venezuela no estaba en sus mejores condiciones, ya que dependía principalmente de la importación de productos. Desde 1721 la Provincia de Venezuela contó con la Real y Pontificia Universidad de Caracas en la cual se instruía en Teología, Derecho Canónico, Derecho y luego tardíamente en Medicina (1763), la cual no contaba con muchos egresados, al contrario de la Teología y el Derecho. También en la universidad se cursaba el trienio filosófico que permitía optar al título de bachiller antes de pasar a las carreras propiamente universitarias. Fue en este nivel que el maestro venezolano Baltasar de los Reyes Marrero (1752-1809), tomó la iniciativa en 1788 de explicar las primeras ideas de ciencia en el campo de la física y la matemática, lo cual desató una controversia al interior de la institución. Este hecho daría lugar a que con el tiempo en la universidad caraqueña convivieran las ideas de la tradición con las modernas representadas por la ciencia, aunque para ese entonces el asunto fuera sólo discusiones y no se realizaran experimentos o prácticas de laboratorio, situación que era igual en las
universidades avanzadas del mundo. La medicina constaba de una sola cátedra; el primero que la regentó y quien puede considerarse el fundador de los estudios médicos en Venezuela, fue el médico de origen mallorquín (Isla de Mallorca, España) Lorenzo Campins y Ballester (1726-1785), quien había pensado que una forma de combatir el auge la práctica de curanderos en la sociedad colonial, era con la creación de los estudios médicos en la Universidad. Sin embargo, al cabo del tiempo, pocos jóvenes estaban dispuestos a adiestrarse como médicos y, por tanto, los curanderos seguían predominando. A fin de regularizar el ejercicios de la medicina por parte de médicos extranjeros sin licencia como de los curandero, el mismo Campins y Ballester impulsó la creación del Protomedicato (1780), una institución típicamente española, la cual era un tribunal que examinaba las credenciales y daba el visto bueno a no a todos aquellos individuos, titulados o no en el país, que deseaban ejercer la medicina o alguna actividad relacionada con la salud, tales como los obstetras, parteros o comadronas, farmaceutas, boticarios o herbolarios (que usaban de yerbas con fines terapéuticos), barberos-sangradores o flebotomistas, barberoscirujanos, así como curanderos de ambos sexos. Pero dado que la acción del Protomedicato se circunscribía a la ciudad de Caracas, su acción tuvo poca influencia en mejorar el ejercicio médico. Un evento a favor de erradicar la viruela fue el esfuerzo que la Corona Española realizó al organizar la Expedición de la Vacuna que deambuló por tres años, llevándola a todas las colonias españolas de las Américas y las Filipinas. La Expedición estaba a cargo del médico Francisco Javier Balmis (1753-1819), quien antes de esta comisión real se había desempeñado como médico en el Oriente de Venezuela. Balmis, de nuevo arribo a Venezuela, esta vez con la vacuna en 1804. En Mérida a se organiza a instancias del obispo el Colegio Seminario de San Buenaventura (1785) que permitió a los jóvenes de la zona acceder a la educación superior, sin tener que trasladarse a Caracas. En tanto en Cumaná los vecinos lograron que el Rey les permitiera organizar unas cátedras en donde se instruía en Gramática Latina, Teología y Filosofía Moral. Otra institución colonial el Real Consulado (1793) integrada por comerciantes y terratenientes criollos estuvo interesada en la construcción de caminos, se preocupó por conocer las formas de mejorar los cultivos como la caña de azúcar, el cacao, café, así como de procesar algunos de sus productos. En sus tareas de construcción utilizó las destrezas de los ingenieros reales existentes y tuvo conciencia de la necesidad que la Provincia debía contar con una capacidad técnica propia. De su seno surgió la idea de crear una Academia de Matemáticas que tuviera dos cátedras de Química y Matemáticas aplicadas a las necesidades de las actividades productivas de la sociedad de ese entonces.
Contribución de la ciencia y tecnología a la conformación socio-política y económica en el Período Republicano En el periodo de la independencia algunos venezolanos que tuvieron que migrar por razones de sus ideas republicanas, para estudiar y ganar experiencia en el exterior; entre ellos se destacaron el caraqueño Andrés Bello (1781-1865), el médico, oriundo de la Guaira, José María Vargas (1786-1854) quien después de hacer estudios complementarios en la Universidad de Edimburgo regresó a Venezuela (1825), y empezó a enseñar anatomía y química médica, conocimientos ausentes en la medicina que se enseñaba en la Universidad de Caracas. Al igual que Vargas, Juan Manuel Cajigal (1803-1856), nacido en Barcelona (Anzoátegui), tomó aprovechó de ir a España e ingresar en la Academia de Alcalá de Henares donde obtuvo su formación matemática, regresando al país en 1828; él organizara la primera escuela de ingeniería que tuvo el país. En 1827 Simón Bolívar le otorgó nuevos estatutos a la Real y Pontificia Universidad de Caracas, convirtiéndola en la actual Universidad Central de Venezuela (UCV); esta reforma dio lugar a la introducción de las cátedras de matemáticas, filosofía y física experimental, y de química como parte de los estudios del trienio filosófico o bachillerato que entonces formaba parte de los estudios superiores. Al otorgar igualdad de oportunidades a los catedráticos de medicina para ser elegidos como rectores permitió que esta disciplina junto con las tradicionales de teología, cánones y derecho tuviera similar prestigio, ayudando a su desarrollo posterior. a ser concebido como la carrera usual para la formación de los gobernantes del país. Contribución de la ciencia y tecnología a la conformación socio-política y económica en el Período Contemporáneo Para los primeros años de la existencia de la República, a partir de 1830, la situación escolar era bastante deficiente; los núcleos educativos dinámicos estaban centrados en las Universidades de Caracas y de Mérida. En las provincias funcionaban varios Colegios Nacionales fundados por el gobierno colombiano. El Dr. José María Vargas y don Juan Manuel Cajigal fueron los soportes en el empeño de lograr la creación de nuevos centros de enseñanza. El Congreso de 1830 dispuso que la enseñanza primaria fuera desarrollada por cada Entidad Provincial. Los gobiernos regionales lograron crear algunas escuelas para la enseñanza elemental en algunas importantes poblaciones. Con el devenir del tiempo, algunos de estos colegios se les dio autorización para la creación de los estudios de derecho y medicina, pero salvo algunos de ellos, pudieron mantener la continuidad de dichos estudios. En el de Cumaná, enseñó el médico de origen francés Luis Daniel Beauperthuy (1807-1871), quien fue al primero que se le
ocurrió la idea que en la transmisión de la fiebre amarilla estaba de por medio un vector, el mosquito; si bien el artículo en que exponía su posición fue publicado en la revista de la Academia de Ciencias de París, Comptes Rendus (1856), este punto de vista no fue entendido en su época, y se adelantó a la misma propuesta que luego expusiera (1881 y 1890) el cubano Carlos Finlay. Al mismo tiempo Surgen varias sociedades científicas y culturales, destacándose la Sociedad Médica de Caracas y la Sociedad Económica Amigos del País, una herencia de la España Ilustrada. Esta sociedad congregó a las individualidades más conspicuas de ese entonces y de hecho asesoraba al Ejecutivo en diversas materias que iban desde las finanzas públicas, agricultura o educación; en esta última tuvo diversas actividades tendientes a incrementar los saberesartesanales dentro de la sociedad de entonces. En 1870, bajo la presidencia del general Antonio Guzmán Blanco, se promulgó el 27 de junioel decreto de Instrucción primaria obligatoria y gratuita. El resultado cuantitativo del decreto se puede apreciar por los datos del siguiente cuadro. AÑOS
POBLACION TOTAL
INSCRIPCION ESCOLAR EN PRIMARIA
1873
1.784.194
6.359
1880
1.966.099
56.377
1890
2.296.213
64.610
Otras disposiciones de Guzmán Blanco establecieron la reglamentación de imprimir libros de texto para primaria, la división de los colegios públicos o nacionales en dos categorías: federales y seccionales. El presidente Guzmán reorganizó la Universidad Central y estimuló el estudio de las ciencias; creó el Instituto de Bellas Artes y un Museo de Historia Natural y fundó la Academia Venezolana de la Literatura. la iniciativa de Guzmán Blanco la creación de entes como la Dirección Nacional de Estadísticas (1871), la Biblioteca Nacional (1874), el Museo Nacional de Ciencias (1874), el Archivo General de la Nación (1877), así como la participación de Venezuela en las Exposiciones Internacionales (Viena, Bremen, Chile, Filadelfia, París, Boston, Nueva Orleáns y Chicago) a través de las cuales se promocionaba las riquezas naturales del país y los adelantos que en ese entonces experimentaba bajo las políticas de modernización de Guzmán y sus seguidores, como elementos para atraer las inversiones extranjeras. Científicos como el propio Ernst y el químico Vicente Marcano (1848-1892) contribuyeron a ello, al ser responsables de organizar parte del material natural expuesto, así como de la redacción de los
Catálogos donde se reseñaba las condiciones económicas y sociales atractivas del país.
Asimismo, dispuso la creación de las primeras Escuelas Normales en diversas ciudades del país y el envío al exterior de los jóvenes más preparados, con el fin de que se capacitaran y perfeccionaran para que regresasen al país a desarrollar actividades formativas en la población estudiantil, para quienes quisiesen dedicar al magisterio. Las incongruencias políticas de la Venezuela del siglo XIX no permitieron el avance y hubo claramente desaceleración del proceso educativo. Para esos años ya funcionaban en el país seis Escuelas Normales y 1014 Escuelas federales. La ascensión al poder del general Juan Vicente Gómez fue muy beneficiosa para la instrucción pues por razones política de acuerdo a los programas aplicados para la realizacion de acueductos y viviendas rurales; y, luego, con la creación del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS) (1943) que empezó a dotar a las ciudades venezolanas de redes de cloacas y de un suministro constante de agua potable mediante la construcción de acueductos y embalses. Organismos como el Instituto Nacional de Higiene (1938), el de Nutrición (1949) contribuyeron dotando de conocimientos al Ministerio acerca de las enfermedades como de las alternativas de alimentación de la población. Estas medidas, entre otras, permitieron que Venezuela bajase sus altas tazas de mortalidad, su población creciese y llegara a alcanzar, a finales del siglo XX, a una esperanza de vida de 70 años o más. La construcción de una infraestructura, esto es, carreteras, caminos, aeropuertos, puentes, puertos, así como las variadas edificaciones públicas necesarias para alojar las unidades de sanidad y de educación como de las nuevas unidades del Estado. Ello impulsó una expansión de las obras públicas, ahora destinadas satisfacer las necesidades de una sociedad más diversa y extendida en los diversos paisajes naturales del país, razón por la cual se recurrió a los saberes de la cartografía, a fin de alojar una población que rápidamente fue migrando del campo a la ciudad. Las carreteras que se habían iniciado en la época de Gómez dieron lugar a la actual red de caminos, carreteras y autopistas, que han permitido conectar al país y derrumbar las barreras geográficas que habían obstaculizado la movilidad geográfica entre regiones y la mayor integración geográfica, económica y cultural de las diversas poblaciones venezolanas; a lo cual también contribuyó a el crecimiento los medios de comunicación como el telégrafo, la radio, la aviación. Dado la magnitud de las obras, se pusieron en práctica diversas políticas destinadas a incrementar la producción vegetal y animal. Centros de investigación agrícola, agrupados luego en el Fondo Nacional de Investigaciones Agrícolas y Agropecuarias (FONAIAP) han venido dotando al MAC de ejemplares híbridos para acrecentar la producción y de medios para combatir las diversas plagas de las cosechas del país. De igual manera el Instituto de Investigaciones Veterinarias
(1940), organizado por Vladimir Kubes, ha dedicado esfuerzos al despistaje de enfermedades que aquejan al rebaño nacional como otros rubros de proteína animal, especialmente a través de la creación de vacunas específicas en el país; lo cual le permitió en los años cincuenta, por ejemplo, eliminar en un período rápido el primer brote de aftosa en el país. En cuanto al movimiento cultural de los años finales de la época que se estudia, resalta en él las creaciones de algunas importantes instituciones como: la Academia Venezolana de la Lengua correspondiente a la Academia Española; la Academia Nacional de la Historia, la Academia de bellas Artes, la Academia de Medicina, la Academia de Ciencias Políticas y Sociales; la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales. Estas instituciones se sumaron a la amplia actividad cultural que desplegaban el Museo de Bellas Artes, la Biblioteca Pública y el Conservatorio de Música. Contribución de la ciencia y tecnología a la conformación socio-política y económica en el Período Democrático Luego del transcurso de los periodos mencionado el período la ciencia, concretamente la información y las capacidades procedente de la ciencia, pasa a convertirse en una parte de las ejecutorias del Estado, el cual expande su infraestructura de planeación y acción, motorizando un desarrollo social que pondría al país en la senda de lograr una población sana, mas educada y menos dependiente de una economía agrícola, la cual es sustituida por una de servicios, y una incipiente industrialización. Fue durante este período que se desarrolló una nueva estructura de la ciencia que gira también sobre las dependencias ministeriales, pero a la par nacen las semillas de la necesidad de crear otros ámbitos distintos para el desarrollo del conocimiento en el país. Si bien, para algunos estas ideas proceden del exterior y desde esta perspectiva el proceso venezolano se nutre de las tendencias internacionales. Parte de la ideología universitaria se debe a las directrices llevadas a cabo por sociedades científicas que empiezan a surgir desde los años 1936, aprovechando el nuevo ambiente de libertad y distensión que se abría. Hasta ese entonces las sociedades científicas que tenían relevancia y a través de la cual los científicos podían canalizar sus inquietudes habían sido las Academias Nacionales, parte de la estructura de la Ciencia Nacional que el gomecismo había conformado; pero en las nuevas circunstancias varias de ellas se revelaban como inoperantes
La caída de la dictadura en 1958 y la instalación de una junta cívico militar trajo varios asuntos relacionados al devenir de la ciencia en el país; por una parte, se decreta a finales de ese año la Ley de Universidades que devuelve la autonomía universitaria y declara que la Universidad es la casa de la educación, cultura y la ciencia. Y por la otra, la utilización racional de la infraestructura a medio construir del IVNIC, al transformarlo en febrero de 1959, en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), un instituto estatal, autónomo, académico y multidisciplinario, adscrito por viejas razones al Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS). Ambas decisiones pondrán al país en el camino de incentivar un desarrollo científico cuyo espinazo organizacional es la universidad venezolana, sin que por ello, las oficinas técnicas de los ministerios desapareciesen; por el contrario, el Estado venezolano de 1958 en adelante, expande su infraestructura de conocimientos científicos lo cual es coherente con la sociedad compleja diversa, expandida y en pleno crecimiento poblacional sobre el territorio de la antigua Capitanía General de Venezuela. La creación en 1967 del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT), a través de una Ley sancionada por el Congreso de la República constituyó el primer esfuerzo del Estado venezolano, ya no sólo por fomentar la actividad de investigación sino también por encauzarla mediante mecanismos financieros como las becas de postgrado, las subvenciones para proyectos básicos y aplicados, que eran adjudicados luego de la evaluación por comisiones de expertos. También, CONICIT inicio la práctica de planificación de la ciencia y la tecnología mediante la formulación de Planes de Ciencia y Tecnología. El CONICIT estimuló una política de regionalización de la ciencia creándose para ello las Fundaciones para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (FUNDACITE) en los distintos estados del país. Para reconocer la trayectoria de los científicos del país por su contribución al desarrollo de la investigación, creo el Premio Nacional de Ciencias, en las distintas áreas (Biología y Medicina, Física Química, Matemáticas, Ciencias Sociales y Humanística y el Tecnología); y para destacar aquellos trabajos anuales de investigación publicados, estableció el Premio Anual en cada de las distintas áreas disciplinarias. Organizó, a instancias de la comunidad científica, el Sistema de Promoción al Investigador (SPI) (1990), a fin de estimular la productividad de los investigadores del país al otorgarles aquellos que fueron evaluados positivamente un estipendio o beca equivalente a un varios salarios básicos. Desde la perspectiva de la democracia la elite científica ha asumido la responsabilidad por la promoción, gestión y administración de las instituciones científicas del Estado, proporcionando a cambio saber y formación de capacidades científico y técnicas para el Estado y la sociedad, en base a un amplio reclutamiento de ciudadanos con talento. Hace aproximadamente seis décadas que la ciencia entró a formar parte del sistema universitario venezolano, y pudiera parecer que eso es mucho tiempo, pero no en términos del proceso de institucionalización de la ciencia en el país.
Con la llegada al gobierno de Hugo Chávez Frías en 1999, se crea el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT) pasando a ser el CONICIT, ahora FONACIT (Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación) una de las instituciones adscritas a este despacho así como otras organizaciones como el IVIC, CIEPE, FII, CIDA, FUNVISES, Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) y el Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias (FONAIAP), ahora Centro de Investigaciones Agrícolas (CIA). El Ministerio dio importancia la búsqueda de recursos financieros como la promulgación de varios instrumentos jurídicos, entre los que se destacan la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación (2000), lo cual permitía honrar al artículo 110 de la Constitución sancionada en el 1999, en la cual se establecía que el Estado reconocería “el interés público de la ciencia, la tecnología, el conocimiento, la innovación y los servicios de información necesarios”, considerándolos como instrumentos fundamentales para el desarrollo económico del país, "así como para asegurar la seguridad y defensa nacional". De igual manera, indicaba que el Estado destinaria los fondos necesarios y crearía elsistema nacional de ciencia y tecnología de acuerdo a una ley. La Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación aprobada en agosto del 2001, es un intento de convocar a los sectores ligados directamente o aquellos potenciales de serlo a la ciencia y la tecnología, tanto públicos como privado, a fin de integrarlos en un sistema. También se puso en marcha la idea de crear una red de centro de computación a fin de que la población tuviera acceso a la Internet, los llamados Infocentros. Este impulso hacia la informática es parte de una acción más amplia, que consiste en que el Estado automatice una serie de tareas. En esta perspectiva se encuentra la Ley de firma electrónica aprobada para facilitar la confección de documentos oficiales y su divulgación electrónica; se ha intensificado la existencia de páginas electrónicas o WEB de los ministerios y otros entes del Estado, sumándose así, el Ejecutivo a los esfuerzos existentes en la red académica, los medios de comunicación social y otras organizaciones no gubernamentales (ONG).
http://www.ivic.gob.ve/memoria/ensayos/cien_tec/ciencia_tecnologia.htm http://html.rincondelvago.com/historia-contemporanea-de-venezuela.html http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/18344/1/articulo0-1.pdf