Narra una antigua leyenda sumergida en lo profundo, que cuando Dios hizo al mundo quer铆a crear la mejor prenda, para que en doquier se aprenda su amor y su gran poder. Cre贸 la tierra con placer y la cubri贸 con su cielo, que era como inmenso velo donde el sol pod铆a correr.
Hizo la luna radiante con su lรกmpara de plata brillando con su luz alta. Formรณ estrellas cual diamante para alumbrar su semblante. Al cielo cubriรณ de encanto con un esplendor tan santo que hoy se ve con emociรณn y se admira con pasiรณn capaz de inspirar un canto.
A la selva dio rumores y le entreg贸 alas al viento para eterno movimiento. A las flores sus colores para expresar mil amores. Al p谩jaro dulces trinos para alegrar los caminos. Cre贸 los mares con sus peces y la tierra con cipreses, envuelta en frutos divinos.
Pero Dios quería además culminar su obra maestra con un ser que fuera muestra de luz, belleza y demás, para expresar algo más. Que en toda la primavera lo más hermoso ella fuera. Y así comenzó a formar para darle envidia al mar lo más lindo de su esfera.
Creó la mejor escultura con su perfume de rosas entre sedas vaporosas. Le dio la dulce ternura a su sonrisa más pura… Y hoy todos pueden saber que Dios a ese lindo ser por su gracia y su belleza, su lozanía y su grandeza, le dio el nombre de MUJER. Autor: Orlando Castellanos
Día Internacional de la Mujer – 08 de Marzo Cátedra de Psicología Educativa – Escuela de Ciencias Sociales y Humanidades
Edición: Kimberly Vargas Morera Publicación 2015