Piaget
CRISTINA Special Edition
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KOOSS Loading... Desde el 13 de Marzo de 2016
EDICIÓN ESPAÑA Judith Moreno Manuel Sánchez info@koossmagazine.com
EDICIÓN LONDRES Lluisa Fábregas Elisa García Leah Abraham london@koossmagazine.com
@koossmagazine
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Matching Couples White Feten Collage Buongiorno
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Laura Escanes
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Tatiana Boiko
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Daniella
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Cristina Piaget
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West Flowers
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Mara Saiz & Leila Amat
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Bloom
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Tuck
81 89
Sweet Power Lulú
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La Couleur de la Beauté
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KOOSS London
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Lluisa Fábregas
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Brixton Faces
109
Alex Maxwell
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El Color de la Música
Matching couples Fotografia Paula de Frutos Asistente Christian Clark Estilísmo Raquel Trejo Maquillaje y peluquería Carolina San José Modelo Joscha Orewi & Migle
MAN Camisa Mirto Pantalรณn Ermenegildo Zegna Foulard Loewe
WOMAN Abrigo Max Mara Camisa Ralph Laurent
Pantalรณn Mirto Collar Anton Heunis
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WOMAN Vestido Miguel Marinero Zapatos Steve Madden Pendientes Anton Heunis
MAN Camisa & Tirantes Brunello Cucinelli Pantalรณn & Zapatos Ermenegildo Zegna
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WOMAN Top & Camiseta Ralph Laurent Zapatos Steve Madden Pendientes Anton Heunis Collar Pomellato
MAN Camisa Mirto Chaqueta Cinturรณn & Zapatos Brunello Cucinelli Pajarita D&G Reloj Porsche Desing
Camisa & Chaqueta Brunello Cucenilli Pantalรณn Ermenegildo Zegna
Camisa & Pantalón Brunello Cucinelli Pendiente Agatha Paris Bracelete Rubz Gorra Bruna Collection
Modelo : Lucía Ly (ModelsDivision) Maquillaje : Noemí Casas Peluquería: Caramelo Fotografía: Judith Moreno Estilismos: Fede Pouso
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WHITE
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Fotografía Carlos Villarejo Estilísmo Raquel Costa Modelos Millie Waite & Victoria Karner (Casta models) Maquillaje & Peluquería Christelle Minbourg Vestidos Isabel Sanchis Joyería El Mito de Gea
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En este nuevo número de KOOSS Magazine, tan especial para nosotros, os traemos numerosas novedades, contamos con nuevas colaboraciones y formatos, y en el que ‘fetén collages’ vuelve a la carga, por primera vez, a doble página.
Hoy evocamos la memoria de un gran personaje que fuera figura indispensable de la moda de la alta costura, Alexander McQueen (1969-2010). La actitud polémica, irreverente y contestataria de este genio británico del diseño escondía un pasado dramático y una sensibilidad tal, que decidió quitarse la vida días después del fallecimiento de su madre. Nos dejó, por tanto, en pleno apogeo profesional y cuando contaba con tan sólo con cuarenta años de edad.
Para Alexander, la idea de la muerte fue una eterna constante plasmada en muchos de sus diseños, esos que aún siguen siendo venerados por multitud de seguidores que los han transformado en objetos de culto hoy día. Por este motivo, la protagonista central de nuestro collage no podía ser otra que la imagen de una calavera, ya que su simbología se identifica a la perfección con la obra artística de McQueen. Rodeando a la misma, nos encontramos repetidas veces, la silueta vaporosa deuna Lady Gaga vestida por el modisto, convertida en La dama de Bleue y simulando un enjambre de mariposas rojas. Esta es una referencia directa a un recurso que utilizó el creador en 2008 para homenajear a su querida ‘amante sin sexo’, Isabella Blow, tras su muerte. En la parte inferior derecha podemos ver un retrato del diseñador. Retrato que nos ha servido para entrelazar a dos personajes que, a priori, nada tienen que ver entre sí, pero que conseguimos conectarmediante el arte. En él aparece su cabeza sobre una bandeja de plata como si del mismísimo San Juan Bautista se tratara y ofrecida por una Salomé muy particular. Hemos dado un rostro real a la princesa idumea con uno de los más bellos y conocidos de la moda de todos los tiempos, rostro de la que fuera una de sus grandes amigas y principales musas del inglés, la supermodelo Kate Moss. El fondo presenta fragmentos de figuras naturales, reiterativas y doradas, extraídas de cuadros pertenecientes a la obra de Gustav Klimt. El resto de las enigmáticas figuras femeninas con las que contamos son creaciones del propio diseñador, que nos parecen fascinantemente atemporales y que conforman una pequeña muestra de su impecable trabajo . El conjunto en su totalidad crea un ambiente en el que se respira un aire algo tenebroso, muy acorde con el legado artístico que siempre conservaremos del mundo McQueen. Esperemos que disfrutéis de este nuevo periplo fetén por las entrañas de este enigmático y artista único.
Sofía Fernández
Buongiorno
Fotografía Judith Moreno Modelo Anna Sotomayor (Blow Models) Maquillaje & Peluquería Juliana Izidorio Agradecimientos Petit Palace Madrid & XXL Comunicación TOTAL LOOK Custo Barcelona
TOTAL LOOK Custo Barcelona
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TOTAL LOOK Custo Barcelona
TOTAL LOOK Custo Barcelona
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Laura
Escanes FotografĂa Julio Luque Estilismo Richard War La Alfombra roja
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Laura Escanes, catalana de 21 años. Su mayor pasión es escribir, compartir con la gente que quiere sus reflexiones, su manera de ver la vida, y gracias a Instagram y YouTube puede añadir su visión sobre la moda y su estilo de vida. En diciembre de 2015, estrenó su canal de Youtube: El sitio de Laura. En sus vídeos habla sobre sus viajes, los cuidados de su pelo, cómo se maquilla, y un sinfín de cosas más. Ya ha superado los 330 mil suscriptores gracias a los cerca de 450.000 seguidores que tiene en Instagram. Ha trabajado como Modelo a nivel nacional para varias marcas en el mundo de la moda, así como colaboraciones para las redes sociales con distintas marcas de moda, belleza, lifestyle y travel. También ha desfilado en la 080 de Barcelona y en la New York Fashion Week en la presentación de la firma Custo Barcelona.
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PantalĂłn piel Torras Top terciopelo Hw&M Zapatos Eva VS MarĂa
TATIANA BOIKO Soy ilustradora y profesora de arte, trabajo con niños de uno a tres años de edad, así como con músicos de rock brutales. Me gusta crear personajes con sus propias historias, viajar y conocer gente nueva me da mucha inspiración. El arte es la mejor manera de expresarme, la mejor terapia y la manera de encontrar las respuestas en tantas preguntas.
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DANIE
FotografĂa K Maquillaje Eva Modelo Daniella at Isabel Na
IELLA
Kristen Wicce & Estela Sesma avarro Model Management
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Falda: Pinko Sudadera: Zara Chaqueta Plata: Zara Chaqueta: &Other Stories Zapatos: Fosco Calcetines: Oysho
CRISTINA
Piaget
Fotografía Judith Moreno Maquillaje Roberto Avellán Peluquería Pepe Sierra Estilismo Sonia Hernández Asistente estilismo Isabel Aguilera Modelo Cristina Piaget
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Vestido Roberto Verino Sandalias ร rsula Mascarรณ Joyas Daniel Espinosa
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Vestido Roberto Verino Stiletto ร rsula Mascarรณ Joyas Daniel Espinosa
¿Cómo empiezas en esto, siendo tan joven? A mí siempre me ha gustado hacer el show, y a mi profesora de tenis, que era familiar de Romero Marchent (el cual había hecho películas con mi padre), le llamé la atención para hacer un corto super bonito llamado El final del juego, con 11 o 12 años. Al darme cuenta de que me gustaba expresarme con la interpretación, comienzo en la moda por casualidad para la primera portada de Elle, con 16 años recién cumplidos. Primeras portadas y primeras sensaciones La inseguridad me ha hecho esconderme detrás de cada papel, de cada personaje. Y a través de la pasarela fue cuando más me reconocieron: Jean Paul Gaultier, Paco Rabanne, Yves Saint Laurent, Christian Dior. Confiaron en mí porque transmitía poderío y seguridad en la pasarela. Con todo esto, ¿qué has aprendido desde que empezaste hasta ahora? Que no hay que tomárselo tan en serio, realmente hay muchos factores que influyen para crear una imagen y al fin y al cabo te invita a evadirte de la realidad y creo que es muy sano, pero nunca hasta el punto de identificarse, porque no es real. Dicen que las carreras de modelo son cortas, que acaban pronto pero, ¿realmente terminan o digamos que te enlazan a otros mundos? Sí, pero el viaje de la moda te abre las puertas, te enseña mucho sobre las relaciones humanas: psicología, cultura, a proteger tu energía, que es muy importante… En realidad también es peligroso porque te abre las puertas a tantas cosas…
Top Dname Couture Culotte & Bralette Alma Bloom Medias Calzedonia Stilettos ร rsula Mascarรณ Joyas Daniel Espinosa
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Ya que hablas de la energía, ¿cómo entra el budismo en tu vida? Por casualidad, estando en Tailandia, me enfadé con un chico y entré a un templo a meditar. Entonces, ahí descubrí la Meditación Vipassana. Estuve 10 días en silencio y terminé siendo la representante española de aquel templo, el más grande de Tailandia. Haciendo meditaciones a nivel internacional, conectando con todos mis amigos desde España vía satélite, todos vestidos de blanco. MEDITACION MUNDIAL POR LA PAZ se llamaba. ¿Qué vida quieres disfrutar ahora? La vida que tengo, justo la que tengo: la cultura, el teatro, con Sancho Fisterra, teatros casi de física cuántica, donde se dan situaciones de psicomagia. Vivo en Lavapiés y puedo conectarme a todo, mi meta personal es hacer danza-teatro, que es lo que mejor se me da, y poder salir a demostrarlo aunque tenga que poner de mi bolsillo. ¿Qué diferencias encuentras en cuanto a la moda de los ‘90 hasta ahora? Modelos, pasarelas… Ahora la mujer tiene la posibilidad de identificarse con modelos distintos, antes se llevaban más los estándares de belleza, conceptos, looks, medidas. Sin embargo ahora la moda va más allá y busca la diferencia, por lo que mucha de la belleza de modelos actuales, radica en las características propias, en lo singular y diferente, así que me gusta más a nivel humano. Aunque soy más defensora de los ‘90, ya que era una época muy divertida, más femenina, con un aurea de más personalidad en cuanto a la mujer. Creo que en la generación de los ‘90 éramos muy guerreras, muy nobles, con más carisma. Te conocemos de varios cortos y pelis, ¿alguna novedad a la vista? Como proyecto que destacar ahora, me han enviado el guión para participar en la próxima película de Asia Argento. Están buscando españolas. Aunque aún no estoy confirmada, es el proyecto que más me apetece. Luego, en cuanto a producción, me gustaría realizar un tema basado en la danza-poema, producido por mí y seguir totalmente enfocada a mi carrera de actriz. El papel de la monja fue mío después de haber pasado el casting Mia Farrow y Geraldine Chaplin. Lo considero un gran mérito. Mi pasión por la interpretación me ha llevado incluso a raparme el pelo, para Disección de una tormenta. Del éste, el trabajo con Macarena ha sido también un trabajo con mucho nivel, tuvimos muchísima sinergia, nos complementamos bien. ¿Qué te gusta hacer? ¿Cómo sueles vestir? Yo no paro. Y en cuanto a mi estilo, súper sencilla, en plan minimal. ¿Puedes reafirmar que el éxito es lucha y constancia o es encontrarse la suerte en el camino? Suerte, hay que tener suerte, pero hay que trabajar mucho, hay que ser constante. Por muchas negativas que encuentres en tu camino. Por lo que es más satisfactorio merecérselo tras trabajarlo mucho.
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WEST
Flowers
Fotografía & Estilismo Diana Abdou Asistente Daniel García Maquillaje Alba Moreno Modelo Lydia Ushakova (Blow Models)
Vestido Nenette Pendientes Bershka
Vestido Atos Anillos Bershka
Vestido Atos Pendientes Sfera
Top Atos Pantalรณn Sfera
En estas líneas os hemos traído a dos jóvenes fotógrafas españolas consolidadas en el mundo de la fotografía y referentes de su generación: Leila Amat, con su fotografía construida y experimental, cargada siempre de un sentido poético; y Mara Saiz, retratista de mujeres, quien nos presenta una fotografía emocional y pictórica, donde el color y la composición adquiere un poder sanador. Ambas fotógrafas se caracterizan por una sensibilidad especial que, sin duda alguna, logran trasladar a sus obras. La mayoría de las veces leemos sobre fotógrafos, sus influencias, su trayectoria o su obra. ¿Pero qué les mueve a la hora de crear? ¿Qué experiencias y emociones construyen sus fotografías? ¿De dónde vienen? ¿Qué esconden sus composiciones y qué buscan expresar en sus ellas? ¿Cómo sienten? Ahí es donde realmente reside la verdad de cada uno de ellos.
Mara Saiz Estudios: “Fotográficamente hablando, muy pocos. Curso de fotografía en WSE (nivel I) y el resto talleres monográficos online y offline con Rebeca Saray, Omar Josef, Brooke Shaden, Anka Zhuravleva y Gosia Janik”. Comenzó en la fotografía… “Siento que la fotografía empezó en mí, no yo en ella. Desde pequeñita mi vocación fueron las personas (en concreto las mujeres) y para sanar mi baja autoestima, lo que más me ayudaba, era hacer sentir bien a los demás. En el momento que tuve mi primera reflex la utilicé para fotografiar los "antes y después" de mis amigas cuando las ayudaba con su imagen. En una de estas "sesiones express", una amiga lloró al verse en la pantalla y algo hizo click en mi cabeza. Fui consciente del poder transmutador de la imagen y a partir de entonces comencé a profundizar en la fotografía, siendo siempre consciente de que no es más que la herramienta con la que logro ayudar a la mujer a través del arte, la imagen y el color”. Tipo de fotografía que realiza…“Describiría mi fotografía como sanadora o emocional, rescatadora de mujeres. Visualmente mi trabajo es puro color y lo siento cada vez más pictórico”. Proyectos actuales… “En la actualidad, por falta de tiempo, no estoy llevando a cabo ningún proyecto personal ¡Pero me muero de ganas!”. Próximos proyectos… “A raíz de la reciente muerte de una tía a la que adoraba, tengo en mente realizar un proyecto fotográfico sobre las mujeres de mi familia. Aún está sin definir. Sólo sé que quiero que ellas sean las protagonistas”.
Leila Amat Estudios: “Licenciada en filología hispánica y autodidacta en Fotografía”. Comenzó en la fotografía… “Comencé la fotografía durante mi carrera universitaria, sin pretensión alguna, era mi hobbie. No fue hasta mi caída en una gran depresión y los innumerables paseos por los psiquiátricos (esos extraños infiernos patrocinados por la industria farmacéutica, que diría James Rhodes), cuando decidí dedicarme, no sé si profesionalmente a ella, pero sí con toda la profesionalidad que me era posible, a la fotografía”. Tipo de fotografía que realiza... Fotografía construida. Proyectos actuales y próximos proyectos…. “No trabajo con proyectos, de hecho, a pesar de que he iniciado series, no he conseguido cerrar ninguna. Sí tengo dos fotolibros, “Gran Hado”, junto a Irene Cruz y “Corneilles”. Concibo la fotografía como pequeños cuadros que a veces guardan conexión entre sí, pues son un reflejo de mi sentir y mi vida, pero no encajo en la metodología de trabajo tradicional de las escuelas fotográficas. Mi trabajo, así en general, la fotografía, es mi proyecto de vida”.
FotografĂa: Leila Amat
Entramos en el Salón des Fleurs, un encantador salón de té situado en el centro de Madrid, decorado con tal gusto y sensibilidad que parece salido de un cuento de hadas… Tan lleno de magia como las fotógrafas que hoy nos acompañaban. “Ambas concebís la fotografía en una forma terapéutica. Leila, en más de una entrevista has explicado que la fotografía para ti es un método de supervivencia, de comprender un mundo que no terminas de encajar y Mara hablas de una fotografía emocional que utilizas como técnica de sanación para mujeres que requieren recuperar su valor y su autoestima”. ¿Qué aspectos de la fotografía creéis que son los que contribuyen a tener esa visión terapéutica?” Leila - Es verdad que trabajo el arte como terapia a través de la fotografía, pero pienso que tiene más que ver con la funcionalidad del arte en general, que con la metodología que trabajo. Es decir, por qué necesitamos arte o por qué el ser humano lo necesita. Creo que el arte es, a través de diversos instrumentos como una cámara, un cincel o una máquina de rodar, una herramienta que nos permite interpretar el mundo exterior o nuestro propio universo personal. A veces no es que nos resuelva problemas, sino que responde preguntas o las formula. Cuando he trabajado el dolor, no sé de dónde procedía y, a través de una fotografía, he conseguido responderme a mí misma. Creo que es una forma de conseguir comprender la realidad o de interpretar ciertas realidades que no comprendo. Más adelante he conseguido homenajear la realidad o, incluso, otorgarle dignidad. Creo que esa es una de las virtudes que tiene el arte; cómo potenciar la realidad a través de la belleza o la poesía. Mara - Estoy de acuerdo con Leila. En mi caso, cuando trabajo con mujeres, pienso que lo que realmente les hace “click” a ellas en su mente y en su alma es el verse a través de otros ojos que no son los suyos. Cuando, como mujeres, nos miramos a un espejo, el 99,9% de las veces nos vemos de una manera “tóxica” y pocas veces nos reconocemos bellas, pocas veces vemos lo bonito que nos conforma. De alguna forma tenemos la mente envenenada por complejos que arrastramos desde la infancia o la adolescencia y que en la mayoría de los casos se acrecentan con la edad y el paso y peso del tiempo sobre nuestros cuerpos… Creo que no nos atrevemos a enfrentarnos de verdad con nuestra imagen frente al espejo y si lo hacemos es para machacarnos y recordarnos cuánto nos falta para ser “perfectas”. Así, mi misión como retratista femenina es transmitir que TODAS LAS MUJERES SON FOTOGÉNICAS PORQUE TODAS TIENEN UNA HISTORIA QUE CONTAR. Mi mirada irá mucho más allá de las imperfecciones y complejos, sólo veo belleza en el ser humano que se desnuda ante mí en cuerpo y alma. La magia de mi trabajo no es otra que redescubrir día a día el poder transmutador de la imagen. Cuando una mujer se ve a través de unos ojos que la miran bella, que la miran de verdad, poco a poco ella comienza a verse de esta forma. Es poder verse a través de unos ojos que la miran con luz. Leila - Una de las cosas que interpreto del trabajo de Mara es que creo que se proyecta en sus modelos, es decir, que si la fotógrafa es bonita por dentro, sus modelos terminan siéndolo, es como una especia de proyección. Mara - Me lo han dicho y es algo muy curioso porque yo no tengo esa visión de mí misma. A pesar de esa luz que emano y que veis yo
no acabo de sentirla por dentro. Es curioso, pero por eso me hago poco autorretrato, porque todavía no consigo ver mi propia luz. Me encanta que digas eso Leila, gracias amiga. A raíz de esta pregunta, dentro de vuestro proceso creativo, ¿Qué lugar ocupa el dolor? Porque es cierto que a la felicidad cuesta un poco más llevarla al proceso creativo y darle forma… Leila - La raíz de mi trabajo es dolor, aunque luego haya conseguido darle otras facetas a mi fotografía. Yo siempre digo bromeando que soy muy dramas, muy “miss tragedia”, pero no sé qué puede ser exactamente, no sé si es una conducta que imito a través de mi familia incluso, no lo tengo claro pero, a pesar de estar a veces inmensamente feliz, siempre he tendido hacia la melancolía. Mara - Todos mis autorretratos están enraizados de alguna forma con el dolor, la melancolía, la nostalgia o el miedo… No sé realmente por qué, la verdad; sé que vengo de una familia de muertes jóvenes y he crecido con el miedo muy presente en mi día a día; creo que todo eso forma parte de mí (a pesar de que quiero que se vaya). De hecho y de una forma inconsciente, en mi trabajo con mujeres, curiosamente las fotos que realmente tienen magia o son importantes para ellas son en las que se ven tristes, en las que hemos conseguido dar con su dolor y lo hemos sacado a la luz. Hablando de este carácter terapéutico de la fotografía, no sé si habéis oído hablar de la niña interior, me consta que Mara sí. Es un concepto que se usa en psicología que hace referencia a la parte que todos llevamos dentro desde la infancia y que sale a relucir en determinados momentos de nuestra vida adulta. Haciendo un ejercicio introspectivo y mirando vuestras obras ¿Cómo diríais que es vuestra niña interior y sobre qué habla? Leila - Esto lo me lo he planteado en el taller de princesas de Mara, cuando nos propuso imaginarnos como niñas y recordé el patio interior de una casa que mis tíos tenían en Doñana, que era increíble. Además nos mandaban a recoger almendras, azahar y jazmín para quitarnos de en medio y, por primera vez, no me vi con asco. Yo en clase era una “mataílla”. En Sevilla los “mataos” son los “pringaos” de la clase. Tenía mucha hipermetropía y los cristales de mis gafas me aumentaban mucho los ojos y, además, tenía un parche en el ojo por estrabismo. Encima no era muy bonita y me despreciaban muchísimo y yo también aprendí a despreciarme y siempre odiaba a la Leila de pequeña.
Fotografía: Mara Saiz
¿Ahora también? Leila - Hasta hace muy poco. Hace un tiempo me dijo una amiga “mira lo que he encontrado” y me enseñó un diario en el que me describía. Ponía “Leila es una estúpida, es una gorda (aunque era superdelgada), me gustaría que saliera del grupo”. Decía unas palabras muy feas de mí. Yo tenía 7 años. Despertaba cierto rechazo y terminé creyéndomelo y aplicándomelo a mí misma. No era una niña bonita, no era inteligente, no destacaba por nada y me lo terminé creyendo. Entonces, cuando me imaginé ese patio en el taller de Mara y la ví, me dije “Dios mío, pero es que, si no te quiero yo, quién te va a querer. Si no eras mala, ni perversa”. Y la quise. Es una relación extraña que tengo con mi infancia. Tengo que analizarme y quizás un hijo ahora pueda reconciliarme con ella. De hecho, recientemente se ha muerto mi abuela y tengo un proyecto (a medias). Uno de ellos es fotografiar todas las cosas tal como las dejó (las zapatillas, su crema Nivea, su limonada) que ya está hecho y otra parte es fotografiarme con su ropa, como si fuera ella, y con mi niña, como si fuera yo. Es una especia de mini-teatrillo que puede ayudarme un poco a reconciliarme con mi infancia. En tu obra crees que esa niña sale y sobre qué habla. Leila - No sé si esa niña sale. Supongo que somos todos fruto de nuestra infancia pero tendría que psicoanalizarlo muchísimo. Dalí decía “no sé qué significado tienen muchas de mis obras, pero eso no significa que no signifiquen algo”. Eso me pasa mucho que, a veces, no sé qué es todo lo que puedo volcar. Mara - Mi niña no está en mis obras ¡Ojalá! La recuerdo mucho, y confieso que la echo de menos… De hecho, se me está poniendo un nudo en la garganta sólo de nombrarla… La recuerdo como el ser más especial, más feliz, más luminoso del mundo. Yo creo que mi niña es el reflejo que la gente ve en mí ahora, pero yo no consigo llegar a ella, me cuesta mucho. Cada vez que sueño con ella está al otro lado de la carretera y me llama, pero, en el momento que estamos más cerca, me despierto y sé que falta esa conexión. Een mis obras no habla porque no consigo sacarla.
Fotografía: Leila Amat
Mi madre dice que la tengo más presente de lo que pienso, pero yo creo que me he vuelto un poco rancia. Creo que la necesito para que me de, sobre todo, la capacidad para ser feliz. Leila - ¿Volverías a tu infancia?? Mara - Pues creo que sí. Yo vivía en un pueblo de Toledo manchego al 100%, y teníamos una casa muy bonita con jardín en medio del campo. Desde mi ventana veía un campo de girasoles, trigo, tierra, las ovejitas… Y recuerdo que con 7 años estaba jugando al escondite con mi hermano en los campos de trigo y estando tumbada escondida tras las espigas, fui realmente consciente por primera vez de lo afortunada que era y con sólo 7-8 años me dije “QUÉ FELIZ SOY”. A día de hoy mi vida consiste en acercarme cada día un poco más a la sensación tan inmensa de ese instante de mi infancia. Porque ahora soy feliz, lo afirmo y doy las gracias cada día, pero lo vivo desde el adulto y el “esto no es posible, no va a durar para siempre y seguro que pasa algo malo muy pronto”. Así que no vivo mi propia felicidad como siento que debería hacerlo; siento que la oscurezco con sombras de cosas que ni siquiera tienen por qué suceder. Sin duda, quiero que mi niña interior comience a aparecer en mis fotografías. Cuando lo haga, os aviso! Prometido. Se dice que la obra de un autor termina adquiriendo un alma, una personalidad propia. ¿Estáis de acuerdo? ¿Cuál diríais que es la esencia, esa personalidad en vuestras obras? Mara - Yo creo que la mía es la esencia femenina, la mujer y todos los arquetipos que la forman. Leila - Yo creo que el amor y el drama. Dentro de esa personalidad que otorgáis a vuestra obra ¿Existe alguna característica que no os defina, incluso que se contraponga a lo que sois? Leila - En la mía es tan transparente como la propia realidad, es decir, si no me vuelco al 100% no tendría sentido el arte aunque, hace nada, hice una reflexión a través de una fotografía de Paula R. Feito que publicó junto a una calabaza, en la que se ve cómo las líneas de la calabaza, abultaditas, hacen juego con los pliegues de su propio cuerpo. Entonces me dije “aquí Paula ha sido más sincera con su propio cuerpo que nosotras en muchos años”. Yo acabo de publicar una foto en la que estoy en el cráter de un volcán y, como estaba muy plegada sobre mí misma, se me veían todos los michelines y no me convencía, hasta que me dijo Guille (mi marido) “suelta el brazo y ponlo delante” y, aunque quedó muy bien, lo he pensado y quizás debería ser un poco más sincera con mi propio físico, por mi propio bien, porque esto va a ir de mal en peor… Actualmente estoy dando un taller de desnudos en el que estoy poniendo fotógrafos muy potentes y mujeres muy potentes que sí son sinceros con su propio cuerpo y me apetecía algo así, más grotesco, para redondear esa sinceridad. Hacer de tus propios defectos tu propia arma, ergo ya nadie puede atacarte con ellos. Mara - Y yo cuando trabajo con otras mujeres igual. Necesito sinceridad plena por ambas partes. De hecho, si voy a fotografiar a una mujer con la que no conecto, no puedo hacer el trabajo y la recomiendo a otra compañera de profesión porque, para mí, la foto de una mujer es 50% ella y 50% yo, y si no conectamos energéticamente, directamente no puedo fotografiarla. En la mayor parte de vuestras fotografías están muy presentes la mujer y la naturaleza. Me gustaría que me contaseis un poco vuestro sentir acerca de estos conceptos y la relación que establecéis entre ellos. Leila - Yo, al contrario de Mara, la cuestión del género no la trabajo de manera consciente. Ahora que me estoy metiendo mucho en feminismo, me he planteado qué es el género, si es un fenómeno cultural y cuánto hay de estereotipo en nosotras, cuántas cosas nos dicen que tienen que ser femeninas y cuáles no. Cuáles son las cualidades de mí como mujer que se proyectan a la naturaleza no lo tengo claro, no lo trabajo. Sí me gusta hablar de que me presento a la naturaleza tan desnuda, salvaje y primitiva como la naturaleza se presenta a mí. No me gusta otorgarle género porque la naturaleza es femineidad y masculinidad, tiene su propio mecanismo de reproducción y de expansión, tiene pureza y, en ese sentido, hermano mucho con ella, me gusta verme reflejada en ella. (También porque durante mucho tiempo también simbolizó la apertura tras el psiquiátrico a la sanación). Mara - En mi caso sí que he elegido la mujer como el centro absoluto de mi trabajo, básicamente porque yo soy mujer. A lo largo del tiempo he sido consciente de que ayudar a otras mujeres me ayuda a mí. He sufrido problemas de autoestima desde mi adolescencia. Empecé a crecer y a descubrir en el espejo que no me estaba convirtiendo en la mujer que me hubiese gustado. Desde entonces
siempre he trabajado con las mujeres (empezando por mis propias amigas) y el verlas a ellas felices a mí me ayudaba, ME SANABA SANAR. La naturaleza para mí es importante porque es lo único que siento sagrado, en cuanto a que no ha sido maltratado, mancillado, contaminado. Para mí conectar con la naturaleza es conectar con el instinto animal, con mujer salvaje y primigenia. Leila, desde 2013 hasta ahora tratas de forma reiterada el tema de la muerte. Es un tema sobre el que has hablado en varias de tus entrevistas como una forma de evasión al dolor. ¿Cuál es tu visión sobre la muerte? ¿Qué sentido adquiere el desnudo para ti en ese contexto? Leila - Es un tema filosófico muy bonito. A mí la muerte me encanta. Para mí no es algo que sea tabú, no le tengo miedo, no me produce rechazo, no me importa ver muertos. Lo que sí me choca es la muerte en situaciones que no son normales ni naturales, por ejemplo, un atentado o una situación de violencia, eso me golpea muy fuerte. La muerte de forma natural nunca me ha perturbado y no temo morir de forma natural, considero que forma parte del ciclo. No creo en el más allá, pero sí creo que tenemos una especie de energía interior (esto es lo más místico que me vas a escuchar). Mi tío es astrónomo y dice que somos polvo de estrellas. Pertenecemos a una estrella que en origen explotó, surgieron los planetas y germinaron las energías que crearon la materia. Entonces creo que la energía no se destruye, sino que se transforma. El otro día escuché en la radio que hay un porcentaje de agua en nosotros que ya ha habitado en otras personas. Da qué pensar. En torno a esta idea gira mucho mi idea del amor. En cuanto a al desnudo y su vinculación con la muerte, hace nada estuve leyendo sobre el desnudo en el medievo y tienen hasta 5 tipos de desnudo y el último de todos es la representación de los muertos, que siempre están desnudos como una forma de despojarlos de todo lo que tuvieran en vida, me parece una interpretación bonita para aplicarla en mi trabajo. Mara, en un visionado de todas tus obras, el rojo es el color protagonista en la mayoría de ellas. Precisamente porque para ti el color tiene un poder especial, ¿Qué tienes significado tiene para ti este color? Mara - Aprovechando la respuesta de Leila ¡Yo tengo con la muerte un trauma horrible! Y para mí el rojo es el color de la VIDA, de la sangre; así que trabajo exactamente lo opuesto a la muerte, porque no soy capaz de enfrentarme a ella. El rojo para mi es la vida en su máximo potencial. Mara, si la obra de Leila fuese un olor, un color y un sabor, cuáles serían. Mara - Para mí la obra de Leila olería a cuento, con un puntito a jengibre. Me encanta el jengibre, su dulzor, su picor y esa sensación casi mágica que te deja en la garganta. El saber, sería a fresa amarga. No me gusta la fresa pero visualmente es mi fruta favorita. Cuando pego un bocado a una fresa, esperaría un sabor dulce e intenso, sin embargo siempre me da pena que sea ácida. La obra de Leila me apasiona visualmente, pero a la vez me da pena y me amarga saber que su raíz es habitualmente su propio sufrimiento. Y color, el rojo. Leila - Yo uno mucho el olor y el sabor. Están íntimamente relacionados, así es que es posible que junte el sabor a tierra, a raíces y agua, todo junto o ese olor de la tierra cuando cae la lluvia es lo que me recuerda la obra de Mara. Hace nada aprendí una palabra que, además es andaluza, que me apasiona, se llama PETRICOR. Es un olor que desprenden las piedras cuando les cae la lluvia al activarse un mineral. Es el famoso olor a lluvia. Y
Fotografía: Mara Saiz
color, todos los naranjas, amarillos, rojos, los colores cálidos Soledad: amada y buscada u odiada y esquiva. Mara - Amada y buscada sin duda. Me encanta la soledad y la busco, pero a la vez es lo que más me aterra en el mundo si pienso en su significado absoluto. Busco la soledad de una manera “egoísta” en mi día a día, en los paseos con mi perra, en tardes en casa. Y simplemente para estar conmigo, para conectar con mis propios silencios. Leila - La soledad tiene una dicotomía, somos seres gregarios, necesitamos vivir en manada. Yo noté eso en Islandia. Islandia es enorme y tiene muy poca población y nos podíamos pasar horas, incluso días, sin ver a nadie y recuerdo que me produjo cierto desasosiego el no tener contacto con ningún ser vivo y sí recuerdo esa especie de miedo a la soledad. También es verdad que si me gusta estar sola, es una soledad relativa porque yo quiero estar con Guille y con mis perros. Si despojo de mi vida a mi familia, mis amigos, mis seres queridos, mis perritos, mi hija, creo que estaría en la porca miseria. ¿Cómo os imagináis que será la última fotografía que hagáis? Mara - No sé si será la última, pero sí me gustaría llegar a hacer un desnudo sincero y crudo escenificando mi muerte, porque eso significaría que por fin he tenido el valor de aceptarla, integrarla y enfrentarme a ella. Leila - En realidad es mucha presión, no sé cuál quiero que sea mi última foto. En realidad, todos deberíamos trabajar o vivir como si fuera la última vez. Es muchísima presión y no puedes vivir así de manera constante. Pero sí es verdad que tanto Mara como yo cuando nos has hecho esa pregunta hemos pensado: “tenemos que esforzarnos mucho en esa obra porque como es la última, tenemos que hacerla bien”. No sabría visualizar qué fotografía es pero sí todos los componentes que deberías tener: conflicto, belleza y poesía, todo junto.
UBICACIÓN SALON DES FLEURS (C/ Guzman el Bueno, 106) www.salondesfleurs.es LEILA AMAT www.leilaamat.com MARA SAIZ www.marasaizphoto.com REDACCIÓN Y FOTOS ENTREVISTA ÁGATA PEREIRA www.agatapereira.com
BLOOM Fotografía Judith Bender-Jura Maquillaje & Peluquéria Sophie Ebner Modelo Alessia Lyon
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Cuento Eduardo Gutiérrez Ilustración Bran Solo
TUCK Entre las hojas de una mañana de sudor tibio, arrastraba los pies descalzos el distraído Tuck. Una noche más había acariciado las estrellas entre los suspiros de las nubes. Nunca fue demasiado frío para su corazón, ni demasiados vacíos para sus ojos. Unas mariposas dibujaron recuerdos en la oscuridad de la noche, arrastrando el fulgor de guiños no descubiertos, de palabras perdidas debajo de mares de olas bienquistas. Y así, noche tras noche, se empeñaba en encontrar nuevos vuelos de águilas desplumadas y cadenciosos maullidos de gatos sin uñas. Ponía su sonrisa en la corteza de un árbol inclinado hacia el infinito, que hundía sus raíces para alimentar la tierra con su savia, llevando la contraría a la misma natura. Allí no había reglas; los peces cantaban su aria de besos secos, las comadrejas se entretenían en tejer mantos de espigas para el viento, los arroyos se detenían asomados al infinito desde las rocas del manantial y los pájaros fabricaban ramos de destellos con las colas de los cometas. Tuck abrirá los brazos y llenará sus pulmones de los aromas de la mañana antes de volver a su nido hecho de pétalos de horas azules donde se hundiría en otro profundo sueño a la espera de un nuevo atardecer. Y entonces, volverá a saludar al fuego de la tarde, mientras hunde sus ojos bajo su sombrero de hojas. Dará la bienvenida a la luna que juega al escondite y acunará, como cada anochecer, a los grillos.
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sweet
Power
Fotografía Judith Moreno Maquillaje & Peluquería Roberto Avellán Modelo Paula Rejón
TOTAL LOOK Pimkie
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TOTAL LOOK Pimkie
TOTAL LOOK Pimkie
TOTAL LOOK Stradivarius
El espíritu flúor invade las calles en esta nueva temporada, un mix de colores en los ojos que llega para quedarse. El concepto glam se reinventa para dar fuerza al maquillaje, los labios naturales o a todo color, que contrastan o conjuntan con la nueva tendencia renovada en la que maquillarás tus pestañas con colores que nunca habías pensado. Lápices flúor, sombras atrevidas a todo color, labiales intensos completan la paleta de maquillaje para dar la bienvenida al buen tiempo.
TOTAL LOOK Rosalita MC Gee
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lulú Fotografía & Estilísmo Ágata Pereira Díaz Asistente de Fotografía José Luis Pereira Avilleira Maquillaje & Peluquería Teresa Hernández Cárdenas Modelo Pilar Magro at Noticed Model
Chaqueta & Pantalรณn Zara Body Oysho
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Vestido Zara Sandalias Sfera
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Vestido Mango Jersey Zara
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la couleur de la beauté
Fotografía Judith Moreno Modelo Janire Stark Maquillaje & Peluquería Pepe Sierra
Alegre, osado y glamuroso, para una mujer atrevida y segura de sí misma. Esta primavera déjate seducir por el explendor del rojo, la calided del coral y la vibración del rosa con Dolce & Gabbana Beauty. Face: -The Primer Sheer Radiance -Perfect Luminous Foundation nº80 Creamy -Blush Tropical Pink 37 Eyes: -The eyeshadow Tropical Coral 135 -The eye-liner Gold 3 -Máscara Passioneyes Nero Lips: -Dolce matte Rosa excelsa 512 -Passion duo Satin 100 -Tropical coral 145 Nails: -Beach Sand 817 -Amethyst 330
London
Lluisa Fábregas “Todo pasa por algo y mi proyecto soy yo”
De entre los cientos de rincones preciosos que alberga Londres, Lluisa Fábregas escogió Covent Garden: en concreto una pequeña cafetería con paredes interiores de ladrillo marrón. Abrió de par en par su corazón como lo hace cada vez que activa el objetivo de su cámara y, en el salón subterráneo del local, que hacía las veces de una bodega que perfectamente podría ser española, explicó sus miles de experiencias como fotógrafa, como cazadora de momentos. Hace unos meses dejó Barcelona para relanzar su carrera profesional en una de las cunas de la moda y el street style: Londres. Ahora trabaja para esta revista desde Inglaterra y captura instantes para Believe, la marca deportiva de la modelo Aida Artiles. Sobre la mesa, junto a un sempiterno café americano, su portfolio, que lleva por título “Moments”, irradiaba luz en tan íntimo ambiente con su portada blanca y su diseño minimalista. Surgió a modo de revista explicativa para mostrar al mundo quién es Lluisa Fábregas y a qué se dedica. “Mi inspiración es el momento”, dice. “Mi labor es hacer arte y los momentos son la base de la fotografía. El ejemplo lo tenemos en los fotógrafos de guerra”, afirma. Con un extenso currículo a sus espaldas en el que pesan firmas tan prestigiosas como Mango, Fábregas define su trabajo como su “pasión”. “Aunque la luz y el estudio no sean los mejores, saco de mí todo lo que tengo para conseguir un buen resultado”. Por estas razones se puede afirmar que Lluisa Fábregas es el smoothie que obtenemos si en una coctelera mezclamos retos, señales y momentos. Lluisa es modestia, positividad, energía y humanidad. Pero, por encima de todo, ella está hecha de sensibilidad. Cada una de sus imágenes cuenta una historia, y eso era ya innegable desde el instante primero en que cogió una analógica. Lluisa es, y no lo sabía antes de que esta entrevista tuviese lugar, la gran inventora del selfie. Con sus manos minúsculas sujetaba de niña una cámara para hacerse auto fotografías. ¿Quién iba a decirle entonces que el futuro y sus tropiezos en el instituto la llevarían a estudiar en la escuela de Sabadell? Se emociona al recordar a su profesora y la voz se le quiebra al echar la vista atrás. “Tengo tanto que agradecerle”. Lluisa tiene un profundo conocimiento de sí misma y es eso precisamente lo que da a sus fotografías el soporte que necesitan. “Soy anti trípode”, asegura. Sus sesiones de fotos son un fluir. Un dejarse llevar. Sus trabajos son poemas de rima asonante. Cada cual es el resultado de un momento. Sus proyectos son vida. Amor y circunstancia. De ahí que pueda asegurar que “la fotografía con personas depende de la conexión que haya entre el modelo y el fotógrafo”. En este sentido rememora una sesión al atardecer con Bo Develius. No iba a llover, pero llovió. “Y la sesión resultó ser mucho mejor de lo que se esperaba”. A pesar de esa naturalidad, Lluisa planifica y tiene la “manía” (así la llama) de acudir a cada escenario con horas de antelación. Solo para sentarse a observar. A imaginar. Por eso compara la concentración previa a un partido de fútbol con el momento que antecede a un shooting o a una sesión de fotos. Aunque hoy vive “el día a día por inercia” y se define “bohemia”, dice ser consciente de que Londres es fuente de inspiración y comenta emocionada que cree “estar viviendo un sueño”. “Barcelona y las borracheras al sol ya no me decían nada. Me quedaba en España porque estaba cómoda pero al final la vida te aprieta y te pone delante un tren que no puedes dejar pasar”. De esta reflexión se deriva su máxima: “todo pasa por algo”. Concluye aseverando que Kooss es para ella una enorme oportunidad de expandir su creatividad. “Mi proyecto soy yo. Yo soy Moments y Moments es Lluisa”.
BRIXTON FACES Fotografía Lluisa Fábregas Redacción Leah Abraham Traducción Elisa García
“Mi casa está en Battersea” “Me gusta comprar en Brixton porque todo son productos frescos” “No me gustan las multitudes” “Solo hago lo que tengo que hacer” “Los niños se han ido al colegio” Una madre desconocida “Tuve un muy buen amigo escocés, era un perfecto espécimen” “Vivo esta vida, que para mi es monótona, rutinaria…” “Ser sabio solo significa que eres algo más mayor que el resto de la gente” “Valoro mi privacidad” El hombre que no quiso darnos su nombre “Me gusta Brixton, no tiene nada que ver con Kingston en términos de buenas vibraciones” “Me gusta Brixton por sus continuos cambios, por la energía que transmite” “A nadie le gustan los cambios, pueden ser muy hostiles” “Tenemos que disfrutar siempre de lo que nos es dado” “Brixton es un sitio agradable, puedes disfrutarlo solo por lo que ofrece” “A veces luchamos contra los cambios, pero eso está bien…” “Según Bob Marley la revolución siempre es dura” “Nunca me iré de Brixton” Adisa, dueña de un puesto de comida en el mercado de Brixton. Ha vivido en el barrio seis años
“Stockwell es tranquilo, la gente es amigable…” “Me caí un día en el mercado, había sangre por todos lados y todo el mundo me ayudó” A cerca de Ghana (su ciudad de origen): “visito Ghana cada año o cada dos” A cerca de sonreír: “me esfuerzo todo lo que puedo” Una sonriente Alexandra, tiene 70 años, vive en Stockwell y es originaria de Ghana Sobre el aburguesamiento: “En aquellos tiempos no había ayudas económicas” “La gente se tiraba a la primera alternativa” “Lo que hay que hacer es trabajar duro” “Las cosas han cambiado mucho. Todo ha cambiado a peor” “Hoy los ricos se hacen más ricos” Roy y Daisy de 75 años, sorprendidos comprando en Brixton “Brixton no esta mal, depende de cómo quieras cuidar a tus hijos” “Me siento a salvo cuando estoy en Brixton “Sea lo que sea lo que hagas en la vida, lucha, se honesto, consigue una educación…” “Se sincero, trabaja duro” “No importa lo que hagas, trabaja siempre duramente” “Cuida de tu familia” “Soy la reina de Brixton” Bola, cuatro hijos, la encontramos haciendo la compra en Brixton Village. Lleva viviendo en Brixton 30 años
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alex
Maxwell Alex Maxwell: del coro del colegio al estudio de los Beatles Escondida tras la multitud, disfrutaba de uno de esos espectáculos callejeros tan típicos de Londres. Un saludo caluroso y nos dirigimos al Starbucks de Oxford Street. Ella pidió un matcha late, algo así como un té verde con leche, y dio las pertinentes indicaciones al camarero en un perfecto inglés. Daba a entender de esta manera que había regresado a sus raíces. Pese a haber vivido en Madrid su adolescencia, la cantante Alex Maxwell, de origen inglés, dice haber encontrado la auténtica inspiración en esta ciudad tan cambiante. Triste y gris, sí, pero al mismo tiempo repleta de oportunidades. Ataviada con un jersey oversize color grisáceo y unos pantalones que dejaban ver sus calcetines, se sentó con pose relajada y su sonrisa perpetua. Alex Maxwell, de 24 años, puede presumir (aunque no lo hace) de una carrera musical, fruto de su esfuerzo, que ha dado vida a dos EP (Extended Play, una grabación muy larga para considerarse sencillo pero muy corta para considerarse un single) y a múltiples conciertos. ¿Desde cuándo cantas? “Llevo cantando toda la vida, pero en el cole la que cantaba era mi hermana mayor. Me acuerdo de que mi madre me dijo que acompañase a mi hermana a las audiciones del colegio y que a lo mejor tenía suerte y me cogían de bailarina. Estaban haciendo las pruebas para el play de Chicago. Las dos nos presentamos y… me dieron el papel protagonista” – dice riendo incrédula-. “Mis padres fliparon y ahí es cuando me empezó a gustar la música de otra manera. Tenía trece años y un piano en casa. No sabia leer música, pero empecé a componer canciones. Mis padres me propusieron dar clases de música y poco después empecé con mi hermana en una escuela”. ¿Siempre has cantado en inglés? Sí. Me encantaría cantar en español también porque me gusta el idioma, pero cuando empecé a componer, lo que me surgió naturalmente fue cantar en inglés… A lo mejor porque me he criado aquí. Nunca se me ocurrió cantar en español, pero no descarto hacerlo en un futuro”. ¿Por qué decidiste venir a Londres? “Todo fue muy rápido. Un amigo ruló mi maqueta y fue a parar a mi actual discográfica. Me ofrecieron un contrato y cuatro meses más tarde estaba viviendo aquí. Mi plan era estudiar la carrera y después intentar salir adelante gracias a un estudio en el que trabajaba en Madrid. Hacía conciertos benéficos y participaba en otros que organizaba la escuela de jazz en la que tomaba clases. La educación me parece muy importante pero, en la música, si te surge una oportunidad como la que a mi me surgió, tienes que saber que es un tren que pasa una vez. Por eso dejé la universidad y me mudé”.
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¿En qué punto te encuentras ahora? “Acabo de sacar mi primer EP y en abril o mayo saldrá el segundo. Estoy produciendo mis canciones y escribiendo ya para el tercero. Todo se vende online. Al principio, hicimos un par de formatos físicos pero solo a modo de promoción”. Con una cultura musical que debe a su padre y al tiempo que pasaban juntos, Maxwell revela que es ella quien compone todos sus temas. Su pasión por las letras se evidencia por la forma en la que habla de la cantante americana Patti Smith y la define como “poeta”. Otra de sus referencias es U2. Aunque no atribuye a sus canciones un género concreto, confiesa que su favorito es el rock. ¿Se puede vivir de la música? “Sí” –contundente-. “Se puede vivir de la música. Mucha gente se queja de que ya no hay riqueza en esta industria. No se dan cuenta de que, aunque las discográficas hayan perdido algo de poder, hay muchos artistas independientes. Ellos mismos producen sus discos. Se puede decir que ha surgido otro tipo de industria de la que sí se puede vivir. Los conciertos y las redes sociales son muy importantes hoy en día. Antes contaba más el álbum y los ingresos venían de las ventas. Ya no. Yo tengo la suerte de que a mí lo que más (lo que más, más, más) me divierte es hacer un concierto y me da igual si la sala esta llena o vacía”. Hablando de salas vacías… ¿qué canta Maxwell en la ducha? (Risas). “Como suelo ducharme por las mañanas (esto es súper raro y no creo que lo haga mucha gente) me he metido en la rutina de calentar mi voz en la ducha. Entonces, a veces canto notas sueltas… jazz, La Oreja de Van Gogh, Los Rolling…” ¿Qué tiene Londres que no tenga Madrid? Londres es una ciudad que tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Hay días que la amo y días que la odio. Hay días que estoy harta de la lluvia y del cielo gris, pero cuando estoy aquí siento que nunca paro. Por eso me parece una ciudad muy inspiradora, porque me hace tocar partes de mí que nunca hubiera descubierto en Madrid”.
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¿Podrías dejar la música? “Sería incapaz de dejar la música. Porque además… ¿dejarlo qué significa? ¿Dejar de dedicarte a la música profesionalmente? Sí... pero puedes hacer muchas más cosas con la música, no hace falta ser una súper estrella del pop. La música forma parte de mí y, aunque no fuese mi profesión, seguiría ligada a ella. Por ahora estoy muy orgullosa de todas las canciones que he hecho y me encanta cantarlas. De mi primer EP mi preferida es “No Flight”. Creo que me gusta por el momento en el que la escribí. Llevaba un par de semanas frustrada porque no conseguía crear nada pero una noche de insomnio me puse al piano y salió la canción. Se la mandé a mi equipo con miedo de que no le gustase por ser muy experimental. Les dije “dejadme saber si os mola”. Al día siguiente me mandaron un mail diciendo temón”.
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Alex Maxwell, que se considera una chica introvertida, asegura que el mejor consejo que puede darle a una persona que empieza en la música es: que se fie de su instinto. “Nunca sabes lo que está a la vuelta de la esquina, pero si confías en ti mismo y crees en lo que haces, va a salir algo. Seguro”. A pesar de su fuerza y vitalidad, no es ajena a los amuletos. Un pendiente de la mano de Fátima cuelga siempre de su lóbulo derecho. Lo compró en Camden y no le falta en un concierto. Sorprende que ninguna anécdota que tenga que ver con sus actuaciones constituye para ella “su momento mágico”. Preguntada por esto, la cantante rememora su llegada a Londres y el día que su discográfica le brindó la oportunidad de pasar un día completo en los estudios de Los Beatles en AbbeyRoad para cantar las canciones que hasta entonces había escrito. Compone mejor triste porque la música es para ella un refugio. Desahogo. Le da las claves para comprender qué le hace sentirse como se siente. Así lo ha transmitido y lo seguirá haciendo.
Fotografía Lluisa Fábregas Modelo Alex Maxwell Estilismo Tinashe Dennis Immanuel Maquillaje y peluquería Andrew Denton Redacción Elisa García
EL COLOR DE LA Música Fotografía Lluisa Fábregas Redacción María José García
Aeropuerto de La Habana. Cruzar la puerta del hall de llegadas, hacia una abigarrada multitud de gente buscando a sus seres queridos o a los viajeros que han contratado una recogida. Haber entrado en el avión desde los últimos coletazos del frío invernal de Londres y salir al calor húmedo de la isla. Y la magia. Porque desde el primer momento me doy cuenta de que todo en Cuba es mágico: la música alimenta, los colores invaden y redefinen los sentidos, la cadencia de las palabras transporta el ánimo hacia vidas quizá soñadas a través de una pantalla de cine. Llegar a la ciudad de La Habana supone un choque visual y conceptual. Las calles están atestadas de coches antiguos, como si de pronto nos hubiéramos transportado a otra época, un tiempo que en nuestro imaginario fue dorado y glamoroso, pero del que sólo quedan como recuerdo coches medio en ruinas, lo que no resta encanto a la imagen. La suciedad reina todas partes, las casas parecen caras viejas y ajadas a las que se les ha caído poco a poco el maquillaje y aun así el ojo no se engaña: el esplendor del que gozaron tiempo atrás se deja adivinar en su porte. Si tuviera que definir esta ciudad sería justamente así, la elegancia innata que no ha de perderse por mucho que el tiempo castigue la superficie, porque esa elegancia es la que nace de dentro, la que no pueden derrotar los años, el salitre ni la contaminación.
Todavía no ha amanecido y ya cantan los gallos por toda la ciudad, haciendo imposible conciliar el sueño en una urbe donde la mayoría de edificios carece de cristales. No queda, pues, otra salida que rendirse y meterse de lleno en el ritmo que se nos impone. Los paseos por los distintos barrios, las miradas ávidas de los hombres, que no esconden lo que sienten cuando ven a las mujeres caminar por la calle, el ruido incesante de los coches, los gritos de la gente (porque casi todo el mundo habla a gritos, para hacerse oír por encima del estruendo general), ser testigo de todo el comercio sumergido y del gran negocio que nosotros, los turistas, resultamos para la economía de un país confusamente comunista pero que abraza los regalos que el capitalismo le trae desde el otro lado del charco. Y mucho más, La Habana es tanto que intentar definirla podría incluso dejarnos sin palabras.
Pero no lo es todo. Al dejar la capital y viajar hacia las zonas rurales del país se descubre otra realidad, que guarda similitudes, como ha de ser, pero que nos abre el concepto de lo que podríamos esperar de este país. Llegar a Viñales supone sentir que dejamos de ser turistas, que en realidad llegamos a casa y nos acogen como a un pariente que se fue hace mucho y que ahora regresa para retomar el contacto. La cordialidad de la gente de campo es comparable a pocas cosas. Y la sencillez con la que se hace todo nos viste y nos convierte en parte de su estilo de vida. Si tenemos que llevarnos un recuerdo de Viñales, nos llevamos unos ojos azules en una carita anciana y amable, un arco iris circular en medio de un cielo límpido y claro, un buey cortándonos el camino mientras nos observa con curiosa indiferencia, noches interminables bailando en brazos de hombres que con el baile intentan seducirte y enredarte en un amor repentino y fugaz que dura mientras suena una canción. Y mucho más hacia el sur, tras interminables horas rodando por carreteras maltrechas, llegamos por fin al lugar donde la música no sólo tiene sonido, también tiene el color de un cielo incansablemente azul, de la variedad cromática de las casas coloniales, del turquesa que tiñe las aguas de un mar tranquilo y el verde que se destila de los montes que cobijan el pueblo. El color terracota de las esculturas hechas en un taller en el que vive un artista tímido y talentoso, que intenta transmitir sentimientos en vez de sensaciones puramente plásticas. El otro color de la música, el que no puede verse, sino sentirse, es el que nos cambia la piel y nos convierte en parte del ritmo, del verano interminable al son de percusiones y melodías por cada rincón que pisamos, de las ganas de no despertar nunca del sueño Trinitario. Al final del viaje no queda otra opción que volver a la realidad, pero sabemos sin lugar a dudas que el hechizo de Cuba durará para siempre y nos hará volver a su regazo una y otra vez para sentir de nuevo el sabor de la alegría, el olor de la pasión por la vida, el latido de nuestro corazón al ritmo de una canción de Polo Montañés.