El poder de la economía financiera y especulativa está sirviendo para cambiar nuestro modelo social y educativo a gran velocidad. La educación musical está sufriendo graves recortes y retrocesos a todos los niveles: en las enseñanzas generales y superiores, pasando por los conservatorios y las escuelas elementales de música y danza. Ante esta ofensiva, hay que recordar constantemente para qué sirve la música, porque la educación musical no sólo es una actividad cultural, una profesión o una vocación, es una militancia que exige a sus seguidores estar en constante lucha reivindicativa. Pero, ¿por qué esta reivindicación?, ¿para qué sirve estudiar música?