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Revista La Alcazaba

Año VIII Núm. 91 Enero 2018

Revista Sociocultural

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Página

Título

DIRECCIÓN:

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Fez, Marruecos

ALFREDO PASTOR UGENA

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Ruta Cervantinoquijotesca

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El Camino de Santiago IV

EDITA:

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Don Juan José deAustria

EL MENTIDERO LITERARIO

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El secreto mejor guardado de Aragón

ISSN 2173-2184 MADRID

46

Sergio Ramirez

Depósito Legal M-4639-2007

52

Definir la poesía ¡Pero qué dices!

WEB:

56

El Huapango de Moncayo

62

El camino de la música

oquendo1957@gmx.com

68

El Martín Fierro la otra Biblia

TELF.: (+34) 605434707

78

Homero Manci

84

Poesía

92

Imágenes y palabras

94

Dos pinturas de un pintor

96

Muerte de mujeres y derechos humanos

102

Atreverse

104

Arte

114

Castillo de Montearagón

118

Un lugar para visitar

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Libros y publicidad

LUIS MANUEL MOLL JUAN

http://www.elmentidero.org EMAIL:

FACEBOOK:

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Ernesto Vieco PUBICIDAD: Asociación de Arte i Cultura El Mentidero DIRECCIÓN POSTAL Revista LA ALCAZABA Av. De Elda, 75, 3º C 03610 Petrer (Alicante) España Telf.: (+34) 605.434.707

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Alfredo Villaverde

Natividad Cepeda

Alfredo Pastor

Enrique Gracia Gladys Mercedes Acevedo

Jesus Cañas

Xavier Eguiguren Luis Manuel Moll

Isidoro A. Montenegro

María Lara

Ernesto Vievo

Miguel Rubio

Washington Daniel Gorosito

Joselo Marinozzi

Maria Elena Rodriguez

Fernando Navalón

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La capital espiritual de Marruecos 4


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Fez es famosa por su antigua ciudad amurallada, que muchos comparan con la vieja ciudad de Jerusalén. Es la primera de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos junto a Marrakech, Mequinez y Rabat, ya que se remonta al siglo VIII. Es también pionera en el culto musulmán de Marruecos y posee una de las universidades más antiguas del mundo, la de El-Quarawiyyin, famosa por el estudio del árabe y la religión musulmana que la convierte en punto de paso de un gran número de estudiantes marroquíes Todas estas primicias hacen de Fez una ciudad particularmente atractiva con una cultura viva e influyente, particularmente conocida por ser la capital cultural y espiritual de Marruecos, y centro del arte y la ciencia. Se la considera la tercera ciudad deMarruecos,después Casablanca y Rabat , con una población de 1 968 150 habitantes según el censo de 2010 La ciudad de Fez es la capital del Islam en Marruecos. Es también famosa por ser el centro religioso y cultural del país.

Esta ciudad es uno de los destinos más interesantes y atractivos del país norteafricano. Quizás algo eclipsado por las grandes ciudades-imperiales señaladas. Parece obvio que Fez ha sabido adaptarse a la vida moderna y que también conserva sus tradiciones y estilos

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de vida más auténticos de Marruecos, cosa que se respira en cada una de sus calles. Deambular por sus callejuelas y perdernos por las increíbles maravillas arquitectónicas integradas en la vida diaria de la ciudad es una experiencia única. Se trata de un lugar con muros de adobe y ladrillos, patios de diferente altura, pilares revestidos de azulejos, etc. Podríamos tildar a su Medina como la maravilla humana de Fez, aunque no es la única. Un curioso atractivo de la ciudad es su color azul cobalto que se erige como símbolo de la alfarería de esta ciudad marroquí, donde se producen algunas de las piezas más hermosas de la cerámica del país. Sus laberínticas calles y su esplendor potencian su aire misterioso. En ruta hacia este portentoso espacio peatonal, que es la Medina, nos encontramos con el Barrio de los Andaluces , que muestra con señorío la Mezquita de los Andaluces caracterizada por su minarete verde y blanco, donde se asentaron aquellos musulmanes que huyeron de España. Fez en realidad son tres ciudades que se encuentran a orillas de los ríos Fez y Zitu. En ella destacamos: Fez el Bali: Ciudad Morisca del siglo IX que es una gran medina, extensa y laberíntica compuesta por más de 9.000 tiendas. Es la mejor conservada del mundo árabe y el mayor monumento vivo de todo Marruecos, caracterizada por la complejidad y la dificultad para orientarse incluso de las personas más experimentados en Marruecos; destaca por ser la zona urbana más grande del mundo sin tráfico de coches. El transporte de mercancías es proporcionada por burros, carruajes y motos, en un sinfín de callejuelas donde pare-

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El Bali

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Al-Qarawiyyin (Al-Karaouine). Universidad más antigua del Mundo con enseñanza

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ce haberse perdido el tiempo. Es patrimonio de la humanidad por la UNESCO desde 1981.

Murallas de Fez

Fez el Jedid (Yedid): Creada en el siglo XIII por los meriníes se convirtió rápidamente en la sede del poder real. Esta parte de la ciudad esconde una densa trama urbana donde se ubican el barrio judio (Mellah) y el Palacio Real además de animados zocos y tiendas de artesanía. Lo más destacado aquí es visitar el citado Palacio Real , sólo por fuera ya que está prohibido entrar en su interior. Se encuentra situado en la plaza des Alaouites y resalta por sus magestuosas puertas doradas. Esta construcción está formada por una madrasa meraní, jardines y plazas de armas. Merece la pena recorrer las callejuelas de la judería y deambular por ellas porque tiene un estilo arquitectónico diferente al resto de la ciudad. Es el barrio estructurado más antiguo de Marruecos, en nuestro recorrido por sus calles podemos visitar la Sinagoga IBN Dayan (Siglo XVII) recientemente restaurada, así como el cementerio judio con sus blancas tumbas, toneles de viñedos y bonitas vistas panorámicas de la ciudad. En el Mellah se puede apreciar la diferencia arquitectural de este barrio con sus características callejuelas, sus balcones y aperturas al exterior decoradas con elementos en madera. La Ville Nouvelle: o ciudad nueva fue fundada por los franceses en 1920. Esta parte de la ciudad mantiene un estilo arquitectonico europeo siendo el polo opuesto de la medina y da cobijo a los servicios administrativos así como a hoteles occidentalizados. También se encuentran aquí el banco de Marruecos así como la plaza de Florence. Las amplias avenidas están llenas de tiendas modernas y el tráfico es frenético y caótico. Al ser la zona moderna de la ciudad podemos pasear para ver sus bares, cafeterías y terrazas de estilo mo-

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Mezquita Sidi Hamed Tijani


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derno y de paso aprovechar para tomar un buen té a la menta. También destacamos, en esta descripción de la ciudad, las numerosas Medrasas (escuelas coránicas),como Chahrij Bouinania (con su reloj de pared con carrillón de 1357) construida en el 1300 y cuenta con bellos ejemplos de yeserías meriní y madera construidas entre los siglos XIII y XVII por tres dinastías diferentes. Ofrece fantásticas vistas de la ciudad vieja desde su azotea. La Mezquita Karaouine: Es la segunda mezquita más grande de Marruecos, después de la nueva mezquita de Hassan II en Casablanca. Es posiblemente el lugar más sagrado de Fez y de Marruecos. A su interior sólo pueden pasar los musulmanes, por lo que se nos restringe poder admirar la belleza del interior, pero así lo regula la religión islámica precisamente por su carácter sagrado. Su minarete data del año 956 y es el monumento islámico

Mezquita de los Andaluces

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más antiguo de Fez y además regula el calendario de todas las fiestas islámicas del país. Está escondida profundamente en el corazón de la medina, es enorme. Unas 20.000 personas pueden rezar aquí diariamente. También contiene una de las bibliotecas más antigua e importante del mundo.

Museo de armamento

Hay tres antiguos museos en Fez que merecen la pena visitar. Además ofrecen un buen lugar para desconectar del bullicio de las calles y la medina :El Museo de las Artes Nejarine y artesanías de madera, el museos de Arte Marroquí (Batha) y el de Armas (Bordj Nord). Dignas de visitar son también las Tumbas Merenides, que se encuentran fuera de los muros de la vieja Fez, el santuario de Moulay Idriss II, lugar santo y venerado por los habitantes de la ciudad y los peregrinos de diferentes regiones del país, y la mezquita- mausoleo de Moulay Idriss que alberga en el corazón de la ciudad la tumba del fundador de Fez y Santo Patrón.

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Museo de la Madera


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El Jardin Jnan Sbil, es famoso en Fez por su variedad de especies e infraestructura hidráuilica. Mención especial requiere la zona de los curtidores, donde en las tenerías se produce el curtido y se tiñen las pieles, experiencia artesana con más de cinco siglos de vigencia. Este conjunto de actividades originan un intenso hedor que se distingue desde lejos. Cuando te acercas a las tiendas y recintos artesanales, te obsequian unas hojas de hierbabuena para intentar paliar la mezcla de las pieles crudas,” que primero se tratan con cal viva para eliminar los restos de carne y grasa que puedan llevar adheridos, y los componentes esenciales que se usan para teñirlas de mil colores: heces de paloma y orina de vaca con ceniza. Aunque luego se añadan, siguiendo la tradición de sólo utilizar productos de origen natural, cromo, tanino, alumbre, índigo, azafrán y amapola para darles color, el aroma no cambia mucho”.

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Ciudad Nueva

Desde las terrazas de las tiendas de artículos de piel, se observa el duro trabajo que ha variado muy poco desde la época medieval, y las condiciones higiénicas y de seguridad que permanecen también prácticamente sin variaciones. Es una combinación multicolor que parece salida de un artista del cubismo. En la curtiduría Swara, la más grande de las cuatro que actualmente existen en la Medina, los curtidores, a veces niños o adolescentes, se sumergen hasta las rodillas en las tinajas de colores y pisotean las pieles de oveja, cabra, buey o camello hasta que se impregnan completamente, luego, con considerable esfuerzo porque han multiplicado su peso, las ponen a secar al sol, a un sol que en verano puede ser de 50 grados. Fez merece la pena visitarla. Se trata de una ciudad espiritual, acogedora, repleta de cultura y de pluralidad de entornos, todos ellos realmente dignos de ser visitados, donde el viajero se enriquece por lo que ve y observa en cualquier espacio de tiempo que dedica a este complejo mundo de fantasía y de leyendas, que recrean nuestra imaginación vislumbrando sus murallas, sus calles laberínticas, zocos, palacios, cúpulas, minaretes, madrasas, mezquitas, jardines y patios, que en esta ciudad intelectual y artesana, refinada y sensual, muestran su presencia altanera.

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Tumbas Merinies

El jardĂ­nJenan Sbil

Mausoleo Moulay Idriss

Palacio Real

La Mella cementerio

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II PARTE

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El paso y estancia de Don Quijote y Sancho y de algunos más de los personajes del libro cervantino por Sierra Morena confieren una importancia excepcional a la obra y hacen de ella uno de los libros con mayor y profundo sentido de la actualidad que puedan concebirse. Sierra Morena signific y entraña la idea de desierto y paisaje y soledad y silencio y libertad de pensamiento y de comportamiento y lejanía y cercanía a la vez y sobre todo naturaleza y plenitud, con la correspondiente dosis de sacrificio y desprendimiento de si para poder hallarse a sí mismo. “Sábete, Sancho, que no es hombre más que otro que si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto a deserenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque es posible que ni el mal ni el bien sean durables y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien esté ya cerca. Así que no debes congojarte por las desgracias que a mi me suceden, pues a ti no te cabe parte de ellas”.

Penitencia de don Quijote en Sierra Morena (I.25) Francis Englehart por dibujo de Robert Smirke.

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Con estos pensamientos Don Quijote decide aprovechar la convivencia y desea adentrarse en Sierra Morena para someterse a un proceso de catarsis y clasificar su actitud en relación con su vocación y trabajo. Sierra Morena es la cordillera que separa a Castilla-La Mancha de su vecina Andalucía. Los romanos la llamaron “Mons Marianus” Y hay una leyenda que refiere, después de la batalla de las Navas de Tolosa, a un soldado de Cabezarrubias del Puerto, que al bañarse en una de las charcas existentes en la villa de Fuencaliente se curó de una enfermedad sarnosa que había contraído, gracias a la mediación de una virgen que cerca de las charcas se le había aparecido y que habría de ser invocada como Nuestra Señora de los Baños.

Fuencaliente desde el mirador de La Cruz.

En las cercanías de Fuencaliente se encuentran los parajes de el Valle de Alcudia, con restos de pinturas ideográficas y prehistóricas de tipo esquemático. Algunos cervantistas situan el lugar del retiro que se impuso Don Quijote en Sierra Morena.

Fuencaliente Iglesia de Santa María de los Baños

Cascada de la Batanera. Foto: Natura Indómita

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Brazalotas, está situado en el corazón del Valle de Alcudia y dicen que fue aquí por donde Cervantes plasmó la aventura de los Batanes narrada en el capítulo 20 de la I parte con el título: “de la jamás vista ni oida aventura que con más poco peligro fue acabada de famoso caballero en el mundo como la que acabó el valerso Don Quijote de La Mancha. Ermita en Fuencaliente

La coplilla popular se venga de la autoridad del alcalde y familia de esta manera: La mujer del alcalde De Brazatortas Tiene las manos negras

Iglesia parroquial de Brazatortas.

De asar bellotas.

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Con rumbo a Caracuel pasamos y dejando Almodovar del campo, se pasa por Villamayor de Calatrava hasta llegar a Caracuel, citado por Don Quijote, en donde se conserva vivo el recuerdo del poeta Garcilaso de la Vega. Más adelante nos topamos con Corral de Calatrava, que nos da la bienvenida con su iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. del siglo XV y XVI.

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Castillo y laguna de Caracuel y el puente de las Ovejas.


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Cruzamos por un puente, el de las Ovejas, que de seguro los cascos del caballo que llevase Cervantes tuvieron que cruzarlo.

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Iglesia de Corral de >Calatrava

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Santuario de Nuestra Señora de Alarcos

Nos vamos hacia el Santuario de Nuestra Señora de Alarcos antes de entrar en Ciudad Real. El santuario se asienta en una zona repleta de historia que contempló el escenario en el que los ejércitos de Alfonso VIII fueron derrotados el 19 de julio de 1195 por los almohades de Abū Ya'qūb Yūsuf al-Mansūr (Yusuf II), y que supuso el freno de la reconquista española hasta llegar la batalla de las Navas de Tolosa en el 1212.

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Villa Real, se fundó por Alfonso X el Sabio en 1255. Está asentada sobre en antiguo Pozuelo de Don Gil, como villa de realengo, con el fin de equilibrar el inmenso poderío de las Órdenes Militares de Calatrava, San Juan y Santiago. Fue dotada de muy señalados privilegios y Alfonso XI reunió Cortes en 1346 concediéndole el título de ciudad Juan II de Castilla en 1420. En el capítulo XIII de la Segunda Parte, “donde se prosigue la aventura del Caballero del Bosque, nuevo y suave coloquio que pasó entre los dos escuderos”, Sancho, pletórico de sabiduría vitivinícola, “empinando la bota, puesta en la boca, estuvo mirando las estrellas un cuarto de hora y en acabando de beber, dejó caer la cabeza a un lado y dando un gran suspiro dijo: “Dígame, señor, por el siglo de lo que más quiera, ¿esta vino es de Ciudad Real? ¡Bravo mojón! –respondió el del Bosque. En verdad que no es de otra parte, y que tiene algunos años de antigüedad”. Las murallas de Ciudad Real tuvieron 130torreones y 4,5 km. De perímetro. De Ciudad Real, partimos hacia Miguelturra, pueblo mencionado en el capítulo 47 de la Segunda Parte del Quijote:

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Puerta de Toledo. Ciudad Real.

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Catedral de Nuestra Señora del Prado. Ciudad Real

“Levantándose en pie el gobernadore, asió la silla en que estaba sentado y dijo: ¡Voto a tal, don patán rústico y mal mirado, que si no os apartáis y escondéis luego, de mi presencia, que con esta silla os rompa y abra la cabeza! ¡Hi de puta, bellaco, pintor del mismo demonio!. Y ¿a estas horas te vienes a pedirme seiscientos ducados? Y ¿dónde los tengo yo, hediondo? Y, ¿pr qué te los habría de dar aunque los tuviera, socarrón y mentecato? ¿qué se me da a mí de Miguelturra, ni del todo el linaje de los Perlerines? ¡Va de mi, digo, si no por vida del Duque, mi señor, que haga lo que tengo dicho! Tu no debes de ser de Miguelturra, sino algún socarrón que para tentarme te ha enviado Convento de las Concepcionistas aquí el infierno.

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Vulcanismo en el Campo de Calatrava.

Miguelturra nos muestra lo que Cervantes tuvo que ver con sus ojos y después se lo dio a ver a Don Quijote y Sancho. Esta villa intentó a través de la Órden de Calatrava anular a bienprotegida por los reyes “Villa Real” sin conseguirlo. Aquí podremos pasear por sus antiguas calles y visitar la iglesia parroquial antes de tomar el camino de Almagro pasando por Pozuelo de Calatrava y sus baños termales.

Iglesia parroquial de Miguelturra

Almagro muestra una gran riqueza a los peregrinos que pasan por sus tierras. Una de las procedencias etimológicas populares del topónimo cuenta con una que hace referencia a “milagro”, otros del árabe “al-Magra” o “arcilla roja” o de “al-Magrib” o “puesta del sol” con alusión a la oración musulmana que se efectúa a tal hora.

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Almagro fue sede de la Órden de Calatrava y hay una canción popular que dice: Soy de Almagro, soy de Almagro, soy de la tierra manchega, donde se fabrican encajes y guisan las berenjenas. Yo no se lo que tienen Esta de Almagro, que hasta el agua bendita toman con garbo. La reina Doña Juana, cuando pasó por Almagro a mediados del siglo XVI, enseñaron a las almagreñas el difícil y eximio arte de manejar los bolillos. En el capítulo XI de la Primera Parte del Quijote, cuando este alaba y magnifica las maravillas de la Edad de Oro, refiere que “la ley del encaje aún no se había asentado en el entendimiento del juez, porque entonces no había que juzgar ni ser juzgado”.

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Plaza Mayor y Corral de Comedias. Almagro.


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Es de suponer que Cervantes pensara en las labores de la artesanía almagreña, tan apreciada en la Corte de España. Almagro nos abre las puertas a aquel siglo de Oro a través de su teatro de Comedias, aunque no se sabe si Cervantes lo llegó a conocer ya que este teatro dicen, no se sabe bien, que data del 1626 y nuestro amigo cervantino murió en 1616, pero ahí está maravilloso y único en el mundo.

Almagro tiene una plaza mayor que reproduce el aire nórdico y marinero del espíritu de los Fucares, banqueros alemanes del emperador Carlos V. Está formada por 85 columnas de piedra. Y no hay que olvidarse del resto de conventos, iglesias como la de La Madre de Dios relacionada con los recuerdos de Diego de Almagro

Iglesia Parroquial de Almagro.

Antigua universidad de El Rosario. Almagro

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Xavier Eguiguren

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El sol peregrino y solitario, permite que la luminosidad camine sola, muda claridad perimetrada con cercas de madera. Complot entre Dios, el cielo y la tierra, por el cual se forman cuadrĂ­culas verdes, azules y amarillas, pastos infinitos cĂłncavos y convexos. La tercera etapa del camino primitivo, abarca el espacio que han de cubrir nuestros pies, desde Bodenaya hasta Campiello.

Bodenaya

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La Pereda. Capilla del Cristo de los afligidos

Pueblos grandes y pequeños, trazan un recorrido hermoso, La Espina, La Pereda, La Millariega, El Pedregal, son testigos desde el siglo IX, del caminar de los peregrinos. La villa de Tineo, y el palacio de Merás, construcción del año de nuestro señor de 1525, estructura antigua de paredes que hablan palabras “Ultreia et suseia”. Pasos que conducen las miradas, estas convencidas para otear sobre las altas copas de los robles y castaños. Pasos que sustentan los pensamientos que to-

Millariega

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El Pedregal

can esas montañas, aún lejanas y vestidas hoy de bruma. Niebla que mañana acariciará los contornos romos de los bastones improvisados, que se clavan sin hacer daño en un suelo cada vez más inclinado. Deambulan los sentidos por entre los túneles que forman la maraña de árboles. Detenerme en las cunetas curando las heridas del alma con betadine, que contento me pongo al ver que van cicatrizando.

Niebla en el Camino

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Ayuntamiento de Tieno

Un desvío en el camino, para escuchar el crujir del tiempo detenido, contar las horas que ya han muerto en el monasterio de Santa María la Real de Obona, desde el año 780. Verificar a través del tacto la inmensa cultura albergada, grita ese poder la capa de polvo que cubre unos arcos que trasladan a la eternidad. Paredes abandonadas de un templo que dibujan sombras, y obligan a imaginar mil vidas dedicadas al rezo, trabajo y muerte.

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Palacio Cabo de Riol de Tuña. Tineo

Palcio de Merás. Tineo

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Monasterio Santa María Real de Obona

Ya en Campiello, los cuerpos detenidos, ojos que miran al horizonte y transmiten impresiones que se disfrazan de cavilaciones en torno a que camino tomar. ¿Seguir la senda tradicional y transportar nuestra soledad amiga a las montañas, por el paso de Hospitales? o ¿tomar el camino hasta hasta Pola de Allande? A lo lejos diviso esas cumbres que aparecen con su capa de neblina y sombrero de hierba, tan verde este último como mi esperanza. Descansar, pensar.

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Campiello

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MarĂ­a Lara

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Uno de los personajes más olvidados de la Historia es don Juan José de Austria, quien figura ente los hijos bastardos de Felipe IV, pues se cuenta que en total, entre legítimos y no, el rey planeta tuvo más de 40 vástagos. El caso es que Juan José, que vino al mundo en la madrileña calle de Leganitos en la noche del 6 al 7 de abril de 1629, tuvo como padrino de bautismo a un caballero de la Orden de Calatrava, mas pasó la infancia en León, cuidado por una mujer de origen humilde llamada Magdalena. Y cuando la madre adoptiva falleció, fue trasladado a Ocaña (Toledo), donde recibió una esmerada educación, con preceptores como el matemático y cosmógrafo jesuita Jean-Charles de la Faille y el inquisidor y humanista Pedro de Llerena Bracamonte. Al parecer, el chico mostró siempre buena disposición y memoria para el aprendizaje, a lo que se unió una particular facilidad para la pluma, cuyo uso iba a resultar fundamental en su trayectoria política. Además, siguiendo la inclinación heredada de los Austrias, se mostró diestro en el manejo de las armas y fue un apasionado de la equitación y de la caza. Con 13 años de edad, recibió el

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reconocimiento oficial y público como miembro de la realeza sin intuir que, tras la adolescencia, su aspiración sería saltar al primer plano de la esfera política. Enviado por Felipe IV a los territorios donde se registraban los más levantiscos procesos, como al Nápoles que conoció la revuelta de Masaniello ante la política fiscal hispana, en 1648 entró como virrey de Sicilia, en Mesina, tomando posesión oficial del gobierno en su iglesia mayor, con el juramento y todo el ceremonial que la ocasión merecía. En lo sucesivo, don Juan gozaría de un sueldo de 2.406 escudos al mes. Además, y en virtud de una determinación personal, adoptada el 25 de septiembre de 1649, la ciudad colaboraría en los gastos virreinales con 60 000 escudos al año.

Don Juan José de Austria

No obstante, uno de los hechos más importantes de su estancia mesinesa fue el acuerdo suscrito con la ciudad en 1649, por el que se convertía en contrato público el privilegio de residencia otorgado por Felipe II. Este pacto implicaba la obligación por parte de los virreyes de morar en Mesina con el séquito y los efectivos de los tribunales durante 18 meses seguidos, es decir, la mitad del tiempo habitual de su gobierno (3 años). Pero las protestas de Palermo y la Diputación del Reino lograron que ni don Juan ni los virreyes posteriores hiciesen pública en Sicilia la confirmación real, requisito indispensable para la entrada en vigor del documento.

Carlos II El Hechizado. Último Rey austriaco de España

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Don Juan José fue virrey de Cataluña (1653) por nombramiento paterno y también de Flandes (1656-1659), donde la pérdida de Dunquerque a manos de los franceses no favoreció su prestigio. En 1661 fue nombrado comandante en jefe de los ejércitos que combatían en Portugal, mas tampoco allí la suerte de las armas le fue propicia: la derrota de Amegial (1663) lo obligó a retirarse a Consuegra. Aunque al reconocerlo como hijo, Felipe IV le había concedido el título de Serenidad, durante toda su vida el más ferviente deseo de don Juan consistió en obtener el tiulo de infante. Las cualidades artísticas tampoco le eran ajenas, pues pintaba telas. De su destreza en el dibujo, a la vista de una miniatura suya aseveraría el pintor Juan Carreño que, de “no haber nacido príncipe, pudiera con su habilidad vivir como tal”. El 17 de septiembre de 1665 Felipe IV, el monarca de Las Meninas moría, cediendo el testigo a la regencia de su segunda esposa por la minoridad de Carlos II. El reinado de “El Hechizado” (1675-1700) constituyó el ocaso de la dinastía de los Habsburgo. Su etapa fue una lucha diplomática entre las potencias tratando de dirimir quién quedaría como heredero del todavía inmenso Imperio español. Durante los primeros 10 años, en su minoría de edad, gobernó su progenitora, Mariana de Austria, asesorada por el jesuita Nithard. A continuación, ejercería su influjo en la regente el primer caballerizo, Fernando de Valenzuela, mientras que el hermanastro Juan José, que gozaba del reconocimiento de Gran Prior de la Religión de San Juan en Castilla y que había sido desig-

Juan-Losé de Austria- Óleo de José de Ribera, Palacio Real, Madrid

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nado en 1647 como máximo responsable de las Armas marítimas, encabezaba la oposición a Mariana de Austria. Después de la caída de Valenzuela en 1676, Juan José dirigió el gobierno. Lo hizo por petición expresa de Carlos II, que observó pasmado su llegada en una marcha triunfal, pues cabalgaba rodeado de lo más granado de la nobleza castellana como si viniera a liberar Madrid del poder nocivo de la reina madre. Mientras, lejos de la frivolidad de la moda y de los cosméticos, en un convento benedictino de Guadalajara, en Valfermoso de las Monjas para más señas, quedaba recuerdo de La Calderona, pues de él había sido erigida devota abadesa aunque fenecería en la más lozana juventud, con 35 años. 2-Mariana de Austria , reina regente. Oleo de Juan Carreño Miranda

La historiografía ha expuesto que don Juan José fue una mala copia de don Juan de Austria, el vencedor de Lepanto. No obstante, supo aprovechar esos 3 años (aparte de para ajustar cuentas con Valenzuela, al que desterró a Filipinas) para cerrar con Francia un nuevo tratado, la Paz de Nimega, y para aligerar el mastodóntico aparato de administración de la corona. Además, Su enemiga acérrima, ya lo hemos expuesto, fue Mariana. Y, en un intervalo abierto en la trayectoria descrita, cuando el ambicioso “hijo de la tierra” fue enviado a su cuartel general de Consuegra para después ser detenido, un triángulo salta a la luz con el topónimo de Azuqueca inserto en la carta que la otrora regente enviara al marqués de las Salinas con la maniobra policíaca. El desencadenante del confinamiento fue la comunicación, por parte de don Juan a la reina, el 27 de junio de 1668, de que los médicos le ha-

Don Fernando Valenzuela. Óleo de Juan Carreño Miranda

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Fortaleza de Consuegra (Toledo)

bían recomendado no viajar a Flandes a causa de una destilación al pecho que ponía en peligro su vida. Ante esta renuncia, recibió instrucciones de Mariana de recluirse en Consuegra, su residencia oficial. Desde la Mancha, no cesó el pretendiente de fomentar la oposición al Padre Everardo Nithard, a quien responsabilizaba de los desastres de Flandes y la pérdida de Portugal. El 13 de octubre el capitán Pedro Pinilla declaró a la soberana que, durante la campaña de Portugal, Bernardo Patiño, hermano del secretario de don Juan, Mateo Patiño, le había propuesto conspirar contra el valido. Así las cosas, a los 6 días, la Junta de Gobierno dictó la detención de don Juan José de Austria.

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El marqués de Salinas, capitán de la Guardia Española, asumió el encargo de reunir 80 capitanes de caballos para la madrugada del 21 de octubre. El pliego con las órdenes secretas sólo podía ser abierto el domingo 21, de madrugada, en Azuqueca, villa de la campiña de Guadalajara que ejercía de cabeza del marquesado de Salinas del Río Pisuerga, cuyos titulares habían navegado allende los mares, desde la época de Felipe II, como titulares de los virreinatos de Perú y Nueva España. Ante el temor de que en cualquier mesón, entre mesas con jarras de vino y naipes, los espías se camuflaran, la madrastra debió de refrendar que Azuqueca fuera la localidad donde se debería destapar la trama. Pero en materia de servicios secretos don Juan José no se quedaba atrás y, por algún resquicio, debió de enterarse de que los esbirros de Mariana se acercaban, por lo que antes de que se le hiciera tarde para salvar la honra, huyó de Consuegra. Cuando el noble entró en la fortaleza de las tierras que pertenecieron a la Orden de San Juan, sólo pudo constatar que aquél que había de capturar y trasladar al alcázar de Segovia había huido, dejando una carta a Mariana de Austria, una epístola con muchos reproches aunque introducida por el solemne encabezamiento de “Señora”. A pesar de su éxito en las intrigas, Juan José no pudo prolongar la fuga de la guadaña, ya que fenecería en a los 50 años de unas fiebres tifoideas contraídas en oscuras circunstancias. Su fecha de óbito sería el 17 de septiembre de 1679, idénticos día y mes al desenlace de su padre. Felipe IV. Óleo de Velázquez

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Fue entonces cuando Carlos II reveló sus nulos sentimientos hacia don Juan, haciendo gala de la máxima indiferencia. El soberano de tez pálida y larga melena ni siquiera acudió a velar su cadáver, quizás por miedo al contagio. De hecho, los rumores en torno a su posible envenenamiento corrieron por toda la Península dado el carácter súbito de la enfermedad y azuzados por la circunstancia que Mariana no tardó ni una semana en regresar a la corte una vez desaparecido su rival. Pese a ello, don Juan José recibió los honores que a su rango le correspondían: fue enterrado en El Escorial y su corazón, cumpliendo con lo estipulado en sus últimas voluntades, mandado a la capilla del Pilar de Zaragoza.

Iglesia parroquial de Azuqueca de Henares. (Madrid)

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Washington Daniel Gorosito PĂŠrez

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El Jurado reunido en Madrid, del premio literario de mayor jerarquía en lengua española, decidió por mayoría, tras siete rondas de votaciones otorgar el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 2017 al escritor nicaragüense Sergio Ramírez (Masatepe 1942). Las razones de haber sido electo para el galardón: “por aunar en su obra la narración y la poesía y el rigor del observador y el actor, así como reflejar la viveza de la vida cotidiana convirtiendo la realidad en una obra de arte, todo ello con especial altura literaria y en pluralidad de géneros, como el cuento, la novela y el ejercicio periodístico”. El Premio Literario en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, “es el máximo reconocimiento a la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos cuya obra haya contribuido a enriquecer de forma notable el patrimonio literario en lengua española, explica el Ministerio de Cultura, que añade: “La relación de autores premiados desde su primera convocatoria en 1975 constituye una clara evidencia de la significación del Premio para la cultura en español”. El considerado “Nobel literario Hispanoamericano”, desembarcará por primera vez en Centroamérica, una de las regiones más convulsas del planeta. Desde su hogar en tierras “nicas”, quien ha dedicado dos tercios de sus 75 años al oficio de la escritura, incluyendo el periodo 1985 a 1990 que fue vicepresidente de su país, durante la primera etapa del Gobierno Sandinista que derrocara a la dictadura de Anastasio Somoza; externó: “Es un reconocimiento que me llena de mucha responsabilidad y me obliga a escribir mejor”. “Yo siempre he trabajado con la realidad, con lo que me rodea, tratando de interpretarlo a través de la expresión y el lenguaje”.

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Sobre los premios literarios dijo: “Yo con los premios literarios siempre tengo el cuidado de gozarlos cuando me los dan y no sufrir cuando no me los dan. Hoy me toca disfrutar. Es un día memorable para mí, ha cambiado mi rutina, yo debería estar escribiendo ahorita, en cerrado en ese estudio”. Recordemos que entre otros galardones ha obtenido el Premio Laure Bataillon, el José María Arguedas, el Premio Internacional de Novela Alfaguara, el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso y el Premio Carlos Fuentes a la Creación Literaria en Idioma Español.

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Ramírez deja la política, escribiendo la primer novela sobre la revolución sandinista, la tituló como unos de los tangos que hiciera inmortal Carlos Gardel, “Adiós muchachos”. Corría 1999 y veía la luz esta obra, sus memorias y vivencias, las de una generación que luchó por unos ideales de rebeldía comunes y que, si bien, no pudo ver cumplidos todos sus objetivos de justicia, riqueza y desarrollo, siente el orgullo de haber traído la democracia a Nicaragua. La novela constituye su más notorio punto de inflexión. Hoy es el mayor crítico moral de un régimen liderado por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo como presidente y vice que hace retroceder a los tiempos de la tiranía somocista. La obra literaria de Ramírez, mezcla con gran calidad la historia, la política y la memoria personal en una prosa poética con la que logra construir personajes en cuya psicología penetra profundamente y los ubica en sus mundos respectivos, en los que se encuentran con sus raíces.

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Esas raíces entre las que está la lengua. Comparto un pasaje del discurso inaugural que realizara Ramírez en el VI Congreso Internacional de la Lengua Española en octubre del 2013 realizado en la República de Panamá: “El gran lengua seguirá siendo el vocero de la tribu. El que tiene el don de la palabra y representa así a los que no tienen voz. El que alza la voz, es él mismo la lengua, la encarna, y se encarna en ella. Guarda y publica la memoria de las ocurrencias del pasado, inventa, imagina, interpreta, recrea, explica, y seduce con las palabras. ¿A qué otra cosa mejor puede aspirar un escritor, sino a ser lengua de una tribu tan variada y tan vasta? El premio se entrega el 23 de abril, día en que se conmemora el fallecimiento de Miguel de Cervantes, en un acto presidido por los Reyes en la Universidad Alcalá de Henares (Madrid), cuna del autor de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Por último me fascina como Sergio Ramírez le da a conocer al escritor Fernando Burgos, que posteriormente lo publicará en su obra “Los escritores y la creación en Hispanoamérica”, el proceso de generación o creación literaria comparándolo con la construcción artesanal de un mueble; por ejemplo una mesa. Hay que cortar el árbol, aserrarlo en piezas, ensamblar esas piezas, darles una forma, y, por fin, tallar, lijar, pulir y barnizar. La apropiación de la mesa, afirma Sergio Ramírez, es como el proceso de convertir la realidad en imaginación y la imaginación en lenguaje. No tengo dudas que lo que hizo el jurado del Premio en Literatura Castellana Miguel de Cervantes 2017 fue reconocer esa labor artesanal minuciosa que realiza con la palabra el escritor Sergio Ramírez.

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Enrique Gracia Trinidad

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La poesía, como la vida, hay que leerla entre líneas siempre. Aún más, diría que hay que leer las líneas y las entrelíneas, las palabras y los silencios, lo que dice, lo que podría decir pero calla, lo que explicita y lo que esconde, lo que suponemos que le dijo a su autor y lo que nos dice a nosotros, que no siempre coincide ni tiene por qué. Y es que la buena poesía siempre sugiere más de lo que dice —es una de sus condiciones básicas— y nunca la termina el poeta sino el lector, o el que la escucha, cuando se implica de verdad, cuando es un buen lector o un buen oyente. He hablado de la buena poesía, porque la otra, la que no nos interesa, la que nos deja fríos, la que aburre, la que nos suena a lo que ya hemos oído muchas veces, no diré que sea mala poesía —no quiero que se me enfaden los malos poetas, si es que hay alguno—, es que habría que inventar otro nombre para ella. Suele decirse que un poema es paisaje, emoción, sentimiento, expresión de lo inefable, volcado del corazón —¡qué manía con ese músculo!—, pero podríamos decir mucho más: imagen, testimonio, parábola, denuncia, sugerencia, provocación, ternura, ironía, dolor, alegría, complicidad, observación intensa de la vida,

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introspección, tanto gozo como tristeza, metáfora continua y ausencia de metáfora, alarde del lenguaje o parquedad, espejismo y anhelo, agitación de la mente y muestra de quietud, alquiler de sueño, venta de quimeras, estremecimiento ante el mundo, pero también impasividad, reflejo de lo real o fantasía, retrato fidedigno y deformación, verdad y falsedad, belleza y horror, memoria u olvido... Tanta poesía puede haber en un "te quiero" como en un "maldita sea tu estampa"; dependerá de donde se coloque y de la atmósfera que lo acompañe. Tanta poesía tiene una lata de conservas como un nenúfar, una dentadura postiza como el susurro de un bosque, un escarabajo pelotero como una mariposa, el bastón del abuelo como la pluma de un cisne. Puede ser más poético un zapato que una mejilla, un grito que un suspiro, un insulto que un beso, un tipo feo que una muchacha hermosa, una mirada feroz que un parpadeo. Todo es cuestión del ambiente, de la utilización, de la destreza del poeta.

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La rosa, la luna, los atardeceres, las olas del mar, el sueño de un niño y el amante que se fue, han perdido mucho de su tradicional condición poética, pero es porque los poetas los han desgastado de tanto repetirlo, han intoxicado los libros con tanta insistencia y nos cuesta muchísimo que alguna vez vuelvan a ser objeto poético. Todo eso y muchas cosas más que se le ocurran al lector configuran lo que llamamos poético. Por eso es prácticamente imposible definir la poesía, y ni falta que hace.

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Isidoro A. Gรณmez Montenegro

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El “Huapango” de Moncayo

La música es la voluptuosidad de la imaginación. E. Delacroix

José Pablo Moncayo murió en la ciudad de México el 16 de Junio de 1958, fue sepultado en el Panteón Español.

Pianista, percusionista, maestro de música, compositor y director de orquesta mexicano. Su capacidad para interpretar partituras a primera vista en piano lo llevo a ser admitido en el curso de composición en el Conservatorio Nacional. El Huapango de Moncayo, su mayor aporte a la música mexicana, su trayectoria como director fue importante, duró menos de diez años (1944 - 1954). Fue Director de orquesta, su

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prominente carrera fue obstaculizada por el ambiente cultural complicado, las situaciones políticas adversas y su muerte prematura. Su obra no ha tenido la investigación académica debida. De acuerdo con Torres Chibrás, la carrera de Moncayo como director no ha sido estudiada a fondo, ni por investigadores nacionales, ni extranjeros.[] José Antonio Alcaraz, musicólogo, reconocido crítico mexicano asegura: “El nacionalismo mexicano comprende un período cuyos límites cronológicos pueden, para efectos de estudio, ser trazados con precisión de 1928: el año de la fundación de la Orquesta Sinfónica de México, terminando tres décadas después, en 1958, con la muerte de José Pablo Moncayo García. Su muerte concuerda con el declive del movimiento nacionalista mexicano; resultado de la caída de los ideales de la Revolución mexicana. Yolanda Moreno Rivas concluye: “La muerte de Moncayo en 1958 marcó el fin de la escuela de composición nacionalista. De la misma manera en que su obra sin seguidores sobrepasó y abolió el inocente uso del tema mexicanista, su muerte terminó con la preponderancia de un estilo de composición,

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cuya huella marcó la creación musical en México por más de tres décadas; a principio de los 60’s fue posible hablar del abandono definitivo del gran Fresco mexicano, del olvido del tono épico y de la búsqueda de nuevos factores estructurales en la composición”. La obra más famosa de Moncayo es su colorida pieza para orquesta, Huapango, su producción también incluye piezas menos conocidas, pero de alta calidad. Dentro de ellas se pueden considerar Amatzinac, para flauta y cuarteto de cuerdas (1935); su Sinfonía (1944); Sinfonietta (1945); Homenaje a Cervantes para dos oboes y orquesta de cuerdas (1947); su ópera La Mulata de Córdoba (1948) obra representativa en la cual las voces están manejadas con gran seguridad y corrección; Tierra de Temporal (1949); Muros Verdes para piano (1951); Bosques (1954) y el ballet Tierra (1958). José Pablo Moncayo García, nació el 29 de junio de 1912, en Guadalajara, Jalisco. El Huapango de Moncayo está formado por sones veracruzanos: Siqui sirí, Balajú y Gavilancito, no es un solo tema sino un popurrí, que su autor llamó Huapango en homenaje geográfico del lugar en donde recogió el material Fue hijo de Francisco Moncayo Casillas y Juana García López. Sus primeros estudios musicales los realizó bajo la tutela del maestro Hernández Moncada. Posteriormente ingresó al Conservatorio Nacional de

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Música donde estudio composición con los maestros Candelario Huizar y Carlos Chávez. Para sostener sus estudios y ayudar al gasto familiar trabajó como pianista en cafés y estaciones de radio hasta que en 1931 se le presentó la oportunidad de trabajar como pianista y percusionista en la Orquesta Sinfónica de México que dirigía Carlos Chávez. Contrajo matrimonio con Clara Elena Rodríguez del Campo con la cual procreó dos hijas: Claudia y Clara Elena. Continua con su sendero musical, Moncayo, en 1935 el conjunto de cámara llamado Grupo de los Cuatros, al lado de Daniel Ayala, Salvador Contreras y Blas Galindo, los Cuatro tenían la intención de dar a conocer sus obras en conciertos que organizaban periódicamente. La primera presentación del grupo se llevó a cabo el 25 de noviembre de 1935 en el Teatro Orientación de la Secretaria de Educación Pública. En 1942 fue becado por el Instituto Berkshire para estudiar con Aoron Copland. Durante su estancia en el Instituto escribió su obra "Llano Grande". Dos años más tarde con la "Sinfonía No.1", ganó el concurso

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convocado por la Orquesta Sinfónica de México. En 1949 obtuvo el "Premio Chopin" con la Sinfonía "Tierra de Temporal", obras con un marcado arraigo a la naturaleza. Se dedicó a la docencia impartiendo cátedras de armonía, composición, dirección de coros y dirección de orquesta en el Conservatorio Nacional. En 1944 se inició como director de orquestas, un año más tarde obtuvo la subdirección de la Orquesta Sinfónica de México de la cual fue director de 1946 a 1947. De 1949 a 1954 dirigió la Orquesta Sinfónica del Conservatorio, y de 1955 hasta su deceso. Familiarizado con las tendencias musicales de vanguardia, desarrolló un estilo musical que, partiendo de un lenguaje caracterizado por el acento en la mexicanidad, evoluciona hacía un estilo libre, personal y subjetivo. Destaca su facilidad para componer y desenvolver su capacidad creativa en géneros musicales tan dispares como Ballets, Música de Cámara, Ópera y piezas Sinfónicas.

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Johana Roldรกn

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Este es un relato particular en el que la música, la filosofía y la poesía juegan juntas y ella, la Música, quiere encontrar la manera de hacerse visible, pero no hemos de culparla de querer caminar en el mundo tangible en el que ha sido creada.

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Decía el filósofo chino Lu Chi en el s.III que el hombre solo podía profundizar en la filosofía, en el estudio del ser, y llegar al conocimiento de lo que este ser era a través de la música y definió al ser como “un sonido que llega del más profundo silencio”. Tal vez, del más profundo pensamiento, puesto que todo pensamiento e idea surgen del silencio. Torres blancas casi se ven flotar entre la bruma y ella camina a paso lento, algo fatigada hacia ellas, buscando la respuesta. Piensa que allí la encontrará. La respuesta sonora que le de un sentido a su ser invisible desde que el tiempo la hizo nacer. Porque ella es la Música, y no se conoce a sí misma pero ama a los hombres con emoción rítmica, de armonías traídas desde el silencio. Tienen sus formas las de los pensamientos, las de las ideas, y son por tanto, bellas curvas armoniosas, pero invisibles a la vista, al igual que cuando la filosofía encuentra la pregunta fundamental en medio del más enorme y ate-

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rrador silencio del pensamiento. Lo invisible, aquello que no vemos, no es sino el sustrato creativo. En lo invisible se abrazan raíces que beben de ideas fecundas inaudibles, en lo invisible está el origen de toda creación. Por eso ella, la Música, no consigue verse a sí misma, viviendo entre los hombres en tiempos medidos. Enamorada del músico que la llama y la hace sonar alto, o de los hombres que la escuchan. Enamorada del ser, tanto que desea cobrar forma visible, para encarnar su emoción. Y cree que allá en las torres blancas lejanas, podrá encontrar la respuesta. Quiere encarnar la emoción que tanto da a los demás con solo ser escuchada. Ser con forma física es la idea que le ha surgido mientras pensaba caprichosa entre los silencios de las notas. El silencio, ese lugar donde ella encuentra su espacio para meditar y que tan solo los músicos y algunos otros entienden, por eso, en ese momento ha escogido para sonar y existir en la composición de Gymnopedie de Satie, que permite los silencios para dar espacio a su pensamiento. Desea entenderse, pues antes nunca le había resultado necesario, ¡pero ahora sí! quiere entenderse y para ello piensa que quiere ser visible. Cada nota escuchada sería un todo que cobraría forma a los ojos y ella sería tan hermosa como la llaman. En esta dulce idea y deseo, hace sonar sonriente, el vals de la Bella Durmiente de Tchai-

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kovski y sigue hacia las torres con este sonido durante un rato. Las Torres blancas aún están lejos, puesto que el viento que la transporta es caprichoso y se entretiene en su camino, dando giros, idas y vueltas, aunque ella ya casi siente que camina, de tanto que lo desea. Así que comienza a sentirse cansada y pensar en reposar; si alguien la oyera en ese momento percibiría sus sonidos opacos y densos.

Por fin, ha caído en un jardín. En él, las libélulas ululan mentiras descubiertas, pasando al ras por charcos embarrados y nenúfares flotantes, sobrevivientes de los naufragios de una lluvia estacional. El jardín aparece algo agreste, pero vivo, con los verdes brillantes, un par de narajos adornados con sus frutas, las hierbas altas con jaramagos espontáneos de amarillos chillones y margaritas sobresaltadas por el asalto de los insectos. El agua brilla aquí y allá donde se ha acumulado. Los sonidos del jardín enterrado en dudas le interesan y escucha a la primavera preguntar por lo que ha perdido, o a las larvas abriendo paso en la tierra buscando el oxígeno. Así, decide que es un buen lugar para sonar, y escoge a Vivaldi y su Primavera y sigue, efusiva, tomando el sonido de La Consagración de la Primavera de Stravinsky. Y Música queda encantada. Pero no satisfecha. Sabemos que la creatividad y el silencio son muy exigentes de nuevas ideas. Al rato, continúa camino a lomos de unos vientos alisios que la transportan ahora más ligera, sin perder de vista las torres blancas a las que quiere llegar para hacer su pregunta fundamental: si puede ser visible. Allá ve un paseante y se dirige hacia él. Va murmurando sólo y ella con su naturaleza sonora, le escucha. ¿Quién eres?, pregunta

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Friedrich, Friedrich Nietzsche, es mi nombre. Qué murmuras sobre mi? Nietzsche que ya se sabe un poco entre la persona más cuerda que existe pero algo loco, si es que eso es posible, le contesta: Pensaba en que la vida sin música es un exilio, un error, una fatiga. El lenguaje nos limita. Gracias, señor Nietzsche, yo solo quiero alcanzar las torres blancas y hacerme visible.

Visible, tú? Eso es un deseo inútil. Nietzsche se queda meditando un momento y decide callarse. Pues lo apolíneo surge del deseo, y lo dionisíaco de la vuelta a la madre, la naturaleza, y ella, es ambas cosas. La Música se queda un momento junto a él, deleitándole con algo de su admirado Wagner hasta que de nuevo, marcha. Y el paseante le desea suerte en su empresa. Siempre medida por su padre El Tiempo, ella es con su voz, entre los segundos y las notas, rebelde de mundo y explicaciones, de entendimientos completos, ella, alimenta la emoción. Si algo produce en aquel que la escucha con detenimiento es esa emoción sin poder explicar del todo. Pero no se queda en lo irracional, vive en los dos mundos opuestos y no puede evitar su matemática implícita, su sujeción pero al fin y al cabo, lo más íntimo y callado, la forma de su voz, los genes del Tiempo. Las Torres blancas la esperan, ellas son la pregunta, el deseo, inalcanzables cuanto más puras en su naturaleza, más imposibles cuanto más deseo son. Pero sus pies imaginados siguen su camino hacia lo visible, la forma, para poder bailar, cantar, vivir y sentir lo que ella proporciona. Allá sigue caminando durante un tiempo, trágica, con la sexta sinfonía de Mahler sonando en su voz. Hasta que se da cuenta de que el horizonte, todo horizonte, siempre se aleja, es un engaño.

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GLadys Mercedes Acevedo

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En el mundo literario, la otra Biblia, la de los gauchos, estuvo gestándose y liberándose de las brumas del silencio mucho tiempo antes de su creación. Surgía a lomo de caballo con las vivencias propias del autor, bajo las sombras de una incipiente poesía gauchesca que crecía a pasos agigantados y que comenzaba a emerger desde la época de las colonias. Las coplas, los romances y las obras teatrales fueron el fuego fundacional que precedió el mundo de este particular gaucho, El Martín Fierro. Esta obra, este poema épico, contundente e indiscutible en su género, maduró lo suficiente como para abrirse camino coronando un siglo de poesía gauchesca. A tal punto que llegó a denominarse a la obra como la “Biblia gaucha”. Así en el año 1872 aparece este gaucho, de manera tímida y sin demasiadas pretensiones con una tirada de pocos ejemplares, tal como lo confesara su propio autor, José Hernández. Pero, pese a la timidez inicial con que fuera presentada esta obra cumbre, el Martín Fierro no estaba dispuesto a no dejarse oír. Venía muy firme a plantar las cimientes de la civilización. Esos versos que rebelaban una cruda protesta social subyacían debajo de las grietas de las injusticias de las leyes arbitrarias, gritaban codo a codo el dolor de los hombres buenos al ser arrancados de sus hogares para la Conquista del Desierto y arremetían con una fuerza huracanada las voces que debían ser escuchadas en los cuatro puntos cardinales. “Soy gaucho, y entiéndanlo Como mi lengua lo explica, Para mí la tierra es chica Y pudiera ser mayor, Ni la víbora me pica Ni quema mi frente el sol.”

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Este particular personaje gauchesco ya formaba parte del equipo de los menesterosos, de los parias arrastrados por la inercia de las injusticias sociales, de los silencios y del yugo devastador de los poderosos que dictaron la famosa “Ley de Vagos”, esta permitía a los jueces exigirle la papeleta a los hombres, quienes debían demostrar que estaban conchabados o en caso contrario los mandaban a la frontera a enfrentar al indio. José Hernández lo manifiesta de manera clara en una estrofa: “Tuve en mi pago en un tiempo Hijos, hacienda y mujer,

Pero empecé a padecer Me echaron a la frontera ¡Y qué iba á hallar al volver! Tan sólo hallé la tapera.” El Martín Fierro cae a merced de las desgracias y para poder sobrevivir, apela a su instinto de héroe para enfrentarse al indio en la Conquista del Desierto. Sus miserias y penurias en la frontera hacen que se aferre a la esperanza del regreso. Pero al llegar, el gaucho se desmorona al no encontrar ni una migaja del mundo que había dejado a sus espaldas: su rancho, la china y sus hijos. Dibujo Juan Carlos Castagnino

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“Como hijitos de la cuna Andarán por ay sin madre Ya se quedaron sin padre Y ansí la suerte los deja,

Sin naides que los proteja Y sin perro que los ladre.” Desde su aparición hasta nuestros días, mucho se ha hablado de este magistral poema gauchesco, que ha tenido que luchar contra otras plumas no menos destacadas y personajes no menos corajudos o picarescos de la llamada literatura gauchesca como fue el caso de Hilario Ascasubi (1807- 1875) con su poema Santos Vega o Los mellizos de la flor; ataca a Rosas con su obra bajo el seudónimo de Paulino Lucero y luego a Urquiza con el de Aniceto el Gallo; Esteban Echeverría (18051851) nos hablaría en su obra del sufrimiento de La Cautiva, un poema donde narra la impotencia del blanco frente al salvajismo y crueldad de los indios al robarse a sus mujeres. Otro podio de honor lo ocupó Estanislao del Campo (1834-1880) con su prosa picaresca,El Fausto, un relato humorístico donde relata las vivencias de un gaucho que había presenciado la representación de la ópera Fausto, de Gounod, en el Teatro Colón de Buenos Aires. José Hernández al hablar sobre nuestro héroe máximo de la literatura gauchesca pinta el folclore argentino en su máxima expresión. El paisaje, el idioma, las costumbres o vivencias del hombre de campo. El autor realizaba junto Dibujos Juan Carlos Castagnino 71


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a su padre trabajos de campo y él mismo fue testigo privilegiado e incluso vivenció muchas de las peripecias que narra en su poema épico. Las guerras internas eran moneda corriente en la época en que vivió el autor, a tal punto que él participó en numerosas batallas: la del Rincón de San Gregorio contra el General Gregorio Paz; interviene en la acción bélica de los campos del Tala; de Cepeda; Pavón; Cañada de Gómez. La última batalla en la que interviene es la de Ñaembéen Corrientes, al mando del entrerriano Ricardo López Jordán (26 de enero 1871) donde salva su vida y huye hacia el Brasil. Es en Santa Ana do Livramento donde comienza a escribir su obra cumbre que terminaría un año después en un hotel de Buenos Aires. En 1872 publica la primera edición de El Gaucho Martín Fierro, la cual se agota inmediatamente y comienza un largo periplo de reediciones. Tal fenómeno, que se da por primera vez en nuestro país en el campo de lo literario, tal vez se ha debido a que la gente de clase humilde se identifica con las peripecias que debe vivir ese gaucho. El hombre bueno que ha sido arrancado del seno de su rancho y su familia y cuyas penosas circunstancias lo transforman en bandido. En esa época, la segunda mitad del siglo pasado, eran muchos los Martín Fierro que vagaban por la pampa. José Hernández los rescata y embandera con su obra, el estandarte del dolor y las injusticias sociales. De todos los poemas épicos, esta obra es la más completa de todas y cierra el ciclo de lo gauchesco

Dibujo Roberto Cachete

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“Y sepan cuantos escuchan De mis penas el relato Que nunca peleo ni mato Sino por necesidad, Y que a tanta adversidá Sólo me arrojó el mal trato.” El mundo folclórico del Martín Fierro:

Ámbito Espacial: Al entrar en la obra vemos que el escenario natural donde se desarrolla la historia es la pampa. “El gaucho más infeliz Tenía tropilla de un pelo, No le faltaba un consuelo Y andaba la gente lista… Tendiendo al campo la vista,

Sólo veía hacienda y cielo.” Ámbito Temporal: En la primera parte del Martín Fierro queda bien delineado el pasado del gaucho que narra a través de sus recuerdos las peripecias vividas junto a su amigo Cruz. “Yo he conocido esta tierra

En que el paisano vivía, Y su ranchito tenía Y sus hijos y mujer… Era una delicia el ver Cómo pasaba los días.”

Dibujos de Roberto Cachete

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En La Vuelta de Martín Fierro (1879) regresa junto a su amigo Cruz de las Tolderías al mundo de los cristianos. Allí se reencontrará con sus hijos y el hijo de Cruz, al que llaman Picardía. “Viene uno como dormido Cuando viene del desierto; Veré si a esplicarme acierto Entre gente tan bizarra

Y si al sentir la guitarra De mi sueño me despierto.” La religión: los versos del Martín Fierro tienen un marcado tinte religioso que se atribuye a las íntimas convicciones o creencias del autor. Ya en el primer verso recurre a la asistencia del creador.

“Pido a los santos del cielo Que ayuden mi pensamiento Les pido en este momento Que voy a contar mi historia Me refresquen la memoria Y aclaren mi entendimiento.” En LaVuelta de Martín Fierro sus hijos heredarán, no sólo las desgracias, sino también la arraigada fe cristiana de su desventurado padre. “Me saqué el escapulario Se lo colgué al pecador; Y como hay en el Señor Misericordia infinita, Rogué por la alma bendita Del que antes jue mi tutor.” Dibujo de Juan Carlos Costagnino 74


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Personajes principales y secundarios: El personaje central de la obra es el gaucho Martín Fierro y podemos identificar como personajes secundarios: a sus hijos; la china (su mujer); Cruz (su amigo); Picardía (el hijo de Cruz); El Viejo Vizcacha y los indios. Lenguaje: La obra está colmada de un fuerte lenguaje regional. En la obra el autor recurre al habla de la época que va recogiendo en el continuo alternar con gauchos e indios. Es la primera vez que en la literatura gauchesca el personaje habla con un lenguaje propio y no académico. Para ello recurre a muchos dichos o modismos. También cabe destacar que se manifiesta el cinismo en la obra con los consejos que da el viejo Vizcacha al hijo menor de Fierro. “A naides tengas envidia Es muy triste el envidiar Cuando veas a otro ganar A estorbarlo no te metas Cada lechón en su teta Es el modo de mamar.” El gaucho derrotado Martín Fierro

El autor recurre, una vez más, al simbolismo para darle un augurio brillante a su obra.Antes de finalizar Martín Fierro se despide de sus hijos para rumbear hacia los cuatro puntos cardinales.

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“Y si la vida me falta, Ténganlo todos por cierto, Que el gaucho, hasta en el desierto

Sentirá en tal ocasión, Tristeza en el corazón Al saber que yo estoy muerto. Pues son mis dichas desdichadas Las de todos mis hermanos; Ellos guardarán ufanos En su corazón mi historia; Me tendrán en su memoria Para siempre mis paisanos.” Esta obra épica es importante porque se elige al Martín Fierro como símbolo de identidad nacional. Es el gaucho o todos los gauchos domesticados que a fuerza de añorar el campo y a su familia regresan para abrazar a la civilización. Regresan para contarnos su historia y así poder desparramar por el mundo, algo que nos caracteriza: “la argentinidad” como verdadera construcción cultural.

José Hernández. Autor de Martín Fierro

El autor: José Hernández nace el 10 de noviembre 1834,en la chacra de Pueyrredón. Fallece a los 52 años, el 21 de octubre 1886.

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Eduardo PĂŠrsico

Homero Manzi, del gran poeta tanguero al militante polĂ­tico.

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El día en que se apaguen tus tangos quejumbrosos, tendrá crespones de humo la luz del bodegón... (Viejo Ciego, 1926). Homero Manzi, nacido Homero Nicolás Manzione Prestera (Añatuya, Argentina, 17 de noviembre de 1907 – Buenos Aires, 3 de mayo de 1951), por siempre un lector de ilustración infrecuente, fue letrista de tangos, político, director de cine y autor teatral de repercusión. Y con su alto bagaje creador revitalizó el sesgo ‘del buen decir poético’ en la canción de los argentinos a un elenco de notorios como Enrique Cadícamo, José María Contursi, Homero Expósito, Cátulo Castillo y muchos más. Y entre su propia producción perviven en la memoria colectiva ‘Barrio de Tango’ y ‘Malena’, con música de Lucio Demare, ‘Milonga Sentimental’ con Sebastián Piana, y ‘Romance de Barrio’ y ‘Sur’, ambos con Anibal Troilo; forzando un magro recuento enriquecedor de nuestra cultura popular.

Homero abraza a Hugo Carril a la salida del hospital después de su primera operación

Vecino de Nueva Pompeya, un barrio que le nutriera la temática de sus tangos, en el terreno político Homero Manzi adhirió muy joven al Radicalismo de la línea Irigoyenista y sería destacable su entusiasta pertenencia a ‘FORJA, Fuerza Organizada Radical de las Joven Argentina’, entidad formada por intelectuales que aportaron su persistente defensa de los valores del campo cultural al paisaje político de entonces. Una muy recordable intención de obrar en la vida institucional y democrática de los años cuarenta, precursora de sustanciales debates de interés nacional y que acaso

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muy atinadamente, se disolviera como grupo orgánico al llegar el peronismo en 1945. Llegado a Buenos Aires Homero Manzi viviría en la calle Juan de Garay al 3500, estudió en el colegio Abrahman Luppi de la zona y por vecindad barrial fue amigo de Cátulo Castillo, de su padre el escritor José González Castillo y del pianista Sebastián Piana. Y además de pergeñar sus inicciales letras tangueras, también muy joven incursionaría en el teatro y la cinematografía. Su tango ‘Malena’, quizá el tema más difundido, fue cantado por el actor Osvaldo Miranda en ‘El viejo Hucha’, película con guión suyo y dirigida por Lucas Demare, con los actores más reconocidos entonces como Enrique Muiño y Franciso Petrone. Su renombre como letrista comenzó por 1924 cuando el entonces exitoso cantor Ignacio Corsini le estrenara un olvidado tema, pero su éxito lo instituyó ‘Viejo Ciego’, escrito por 1926 y él con dieciocho años, lo presentara al concurso de la revista ‘El alma que canta’. Pronto a eso Manzi sería profesor de literatura en los colegios nacionales Mariano Moreno y Domingo Faustino Sarmiento hasta 1930, afiliado a la fuerza Irigoyenista de la Unión Civica Radical y ‘jugado’ activista de la Reforma Universitaria. Durante el gobierno del autoritario general Uriburu a partir de 1930 en Argentina, fue preso un breve tiempo y echado de su cátedra de enseñanza, que lo obligaría a integrar una compañía teatral que actuara dentro del país además de Perú y Chile. Durante la campaña presidencial de 1946 que ganara Juan Domingo Perón, Homero Manzi aquí muy contradictorio se mostró con lo más derechoso de la UCR, el Unionismo, hasta unirse al peronismo definitivamente. Y tanto fue así que el 16 de diciembre de 1947 dijera desde Radio Belgrano, la emisora de mayor difusión entonces, ‘Perón ya significa el continuador de la tendencia inconclusa de Yrigoyen. Y nosotros seremos solidarios

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con la causa de su revolución que es nuestra propia causa. Porque no oficialistas ni opositores: somos revolucionarios’ Esta concepción inmodificable lo haría el Homero Manzi político, nada convencional pero siempre figura respetada por el peso de su gran cultura y trayectoria. En 1948 ya elegido presidente de SADAIC, dirigió la película ‘Pobre mi madre querida’ sobre su propio guión y en 1950 con igual método filmaría ‘El Ultimo Payador’. Por entonces aunó a música de Anibal Troilo la letra de su memorable ‘Sur’, y antes de su muerte en 1951 escribiiría dos milongas dedicadas al peronismo y grabadas por Hugo del Carril. Y para final escribiría la letra de ‘Discepolín’ en homenaje y despedida a Enrique Santos Discépolo, su visceral amigo ya gravemente enfermo. Aunque por alguna irónica y secreta disposición, Homero Manzi moriría a inicios de 1951 y Discépolo ocho meses más tarde. Pero según correspondía, ambos en Buenos Aires.

Ulises Petit de Mura y Manzi

Canaro, Evita y Manzi

Enrique Santos Discépolo

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Arrabal Arrabales porteños de casitas rosadas donde acuna los sueños el rasguear de las guitarras. Donde asoma la higuera sobre las tapias, adornando los muros con sus fantasmas. Sombra, telón azul del suburbio donde se juega el disturbio cuando un amor se envenena y al dolor de la traición, se hace rencor, rencor y pena.

Sombra, donde los labios se juran mientras la noche murmura con su voz de bandoneón. Arrabales porteños, en tus patios abiertos las estrellas se asoman y te bañan de silencio.

Y la luna amarilla siembra misterios caminando en puntillas sobre tus techos.

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Desde el Alma Alma, si tanto te han herido, ¿por qué te niegas al olvido? ¿Por qué prefieres llorar lo que has perdido, buscar lo que has querido, llamar lo que murió? Vives inútilmente triste y sé que nunca mereciste pagar con penas la culpa de ser buena, tan buena como fuiste por amor. Fue lo que empezó una vez, lo que después dejó de ser. Lo que al final por culpa de un error fue noche amarga del corazón. ¡Deja esas cartas! ¡Vuelve a tu antigua ilusión! Junto al dolor que abre una herida llega la vida trayendo otro amor. Alma, no entornes tu ventana al sol feliz de la mañana. No desesperes, que el sueño más querido es el que más nos hiere, es el que duele más. Vives inútilmente triste y sé que nunca mereciste pagar con penas la culpa de ser buena, tan buena como fuiste por amor.

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Levante las letras déjelas caer sobre el papel que formen palabras frases, versos

Dígalo hoy o calle para siempre ¿Escribir o morir? En cada suspiro al ver el vacío sobre la línea.

No encuentro el amor ni la palabra que engrandezca ¿El poema o la vida? Sólo los niños con sus juegos hacen que camines sobre la tierra ardiente sin lastimar.

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Prisionera Telaraña en tu memoria Donde sólo como herida Persevero.

MARCO ANTONIO CAMPOS Cómo podemos ser tan empecinados Si el azul no brilla, no volteas Si es negro, te das la media vuelta Y ahí está el diamante en medio del carbón En la esquina doblada de la luna En el rincón oscuro del cajón tienta, huele, te salpica si la encuentras y nada te volverá a sonar igual Ni el pájaro, ni el verso ni el silencio,

nada

volverás a ver igual

ni al mar, ni a las palomas ni al espejo,

poesía

Se descifrará en tu cuerpo Sentirás.

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Jesús Mellado Valle

DE ESPALDAS AL MUNDO

Toda la tarde pensé en la extraña orfandad del alba tendida sobre el verano y sobre los atardeceres de caña que dibujan la niñez. Y el antifaz recuperado de la noche, y si me apuras, te diré que el secreto de la infancia

eran los tebeos y las colecciones de cromos. El Cid Campeador era una de las que empecé y no sé si llegué a terminar, pero es de la que más me acuerdo. Quizá entre los espejismos de la niñez brilla con entusiasmo el espejo donde quedan atrás los hilos de coser con los que pescaba; hebras de color blanco y alfileres retorcidos, los anzuelos. De estudiar poco, nada.

Pero de carpas sabía más que nadie y nadaba, creo recordar, como ellas, de espaldas al mundo.

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DONDE EMPIEZA LA POESÍA

PERPLEJIDAD

He pensado que la filosofía es una

Llovía y bajaba el agua a gran

herramienta útil y necesaria para

velocidad

el alma. Como la caña lo es para

junto al bordillo de la acera.

pescar. He seguido la estela de la

El niño improvisó una ramita como

espuma con la esperanza de saber

si fuera un barco y la siguió corriendo

donde termina, y sé que lo hace allí,

calle abajo.

donde quizá empiece la poesía.

Hasta que una cloaca profunda y negra se la trago de golpe. Se quedó mirando, perplejo. Y cuando se dio la vuelta, ya había dejado de llover y era viejo.

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EL PROTECTORADO

La isla era hermosa, de fuentes naturales y rica vegetación Pero un día llegaron tres hombres extraños que se dijeron náufragos Los indígenas confiados los albergaron Y los curaron y se hicieron amigos. Le pidieron al cacique que les regalara plantas y animales Para mostrarlos a su gente…allá muy lejos…. Y se llevaron los cocos y la madera Regresaron al mes con espejitos Todos los indígenas maravillados y hasta temerosos. Trajeron dos botánicos para ayudarlos en la siembra Los ancianos de la tribu estaban remolosos Dijeron al jefe que los expulsara porque Parecían peligrosos, según vaticinio de los espíritus sagrados El jefe los sacó Al mes siguiente un barco y una veintena de hombres armados Sitiaron la isla y le exigieron al jefe una indemnización. Los ancianos y ningún indígena sabían que era eso. Si no pagan la deuda los atacamos, dijo un hombre lleno de medallas en el pecho El jefe asustado consultó a los ancianos. Debían pagar cuarenta y cinco mil libras Los ancianos nunca habían escuchado esas palabras.

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Temerosos acordaron pagarlas con productos.

Después de dos meses más, el hombre armado les dijo que no era suficiente. Que debían pagar el doble. El hombre de las medallas le exigió un pedazo de la isla. Vinieron los expertos, estudiaron la “inversión” y secaron las fuentes y tumbaron los arboles Propusieron un acuerdo, los hombres blancos. Que les entregara la isla a cambio de protegerlos ¿Protegerlos de quién?, preguntó el anciano mayor Pues de ellos mismos será, dijo el cacique. Los indígenas no sabían de convenios, ni de cláusulas, ni de intereses. Presionados aceptaron firmando con sangre un papel en un idioma que no conocían Con letras que no sabían leer. Un tutor nombrado por los blancos fingió como fiador. Los indígenas pasaron a ser esclavos y los protectores se llevaron de su isla, hasta El agua cristalina de sus ríos. Ayer un tsunami la arrasó con las escasas matas que dejó el protectorado Hay una mancha desolada sobre el mar

La isla desapareció tragada por misiles extraños cuando la usaron Como lugar de pruebas nucleares. Los indígenas son de la Antártida…la historia continua mintiendo Asegurando que se hundió “misteriosamente” El protectorado es un fantasma que anda suelto, devorando, indigesto, Sediento de islas y pueblos para “protegerlos”….y para hundirlos….

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Amistad Traigo la voz mas austral de América A ritmo de tango y folklore de mi tierra Rica en decires genuinos a puro sentir Para enarbolar la Amistad como Hermandad Y hacer de ella un culto verdadero y pacificador Entre las gentes de todas las gentes de lares Todos que al compás del ritmo sinuoso de vida Quieran en sentimiento aunarse en compromiso De Amistad sagrada más allá de frontera alguna, Creando así una inmaculada cadena soldada Por el fuego del amor que sin cesar arde Y en llamas se eleva a todos los cielos de todos, Para clamar a viva voz y a todos los espacio La unión en amor y paz en Amistad!!!! Que celebre la humanidad toda tal Y sostengamos la esencia pura para que florezca En la faz de la tierra y sea sosiego de sosiegos Para todas las gentes de saberse acariciados Por brisas frescas y vitales de una nueva nueva La hermandad en Amistad en la faz de la tierra!

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Paz La paz es libertad de pueblos ejerciendo soberanía y democracia participativa uniendo las banderas. La paz es un derecho fundamental de etnias, razas y pueblos ejerciendo la libre comunicación. La paz es un derecho universal, donde los humanos son libres ejerciendo la cultura y ética moral. La paz es un verbo que une países conjugando equilibrio de los derechos universales. La paz es ondear la bandera en alto, cuando se respetan los derechos en igualdad social de los humanos. La paz es un verbo participativo uniendo países, sin conflictos en masacres de guerras y despotismo. La paz es un derecho mundial ¡Únete a la paz! No quebrantes los derechos. La paz es unión de gloria,sabiduría, valentía,y comunicación global en la bendita tierra humana.

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Un fotógrafo dos fotografías

D’Frias Fhotograp 92


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Dos pinturas para un pintor

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Natividad Cepeda

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La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mundialmente conocida como FAO, dice que siete de cada 10 pobres en el mundo son mujeres y, más del 60% de quienes pasan hambre en el mundo, son mujeres. Además, una de cada tres mujeres, es agredida física y sexualmente en su vida. Y únicamente dos tercios de los países tienen leyes contra la violencia física. En 31 estados no se juzga a los violadores. Y todavía mueren mujeres lapidadas igual que hacen miles de años. Los datos conocidos aseguran que la tercera parte de las mujeres del mundo son asesinadas por sus parejas, así lo recoge la Organización Mundial de la Salud. Faltan las que mueren y no aparecen sus datos. ¿Por qué siguen multiplicándose los asesinatos de mujeres? Las mujeres intentan que avance el tiempo grabando su derrota en las sombras, entre los campos sin nombres enredados en labios callados. Su llanto se esparce por el ombligo de la noche y entre la floración de semillas no deseadas. No hay sobre los cuerpos heridos, besos al fondo de los ojos. Mordió la muerte el agrio sabor del arrebato y de la terrible ruta del exterminio igual que hace mil años, dos mil, tres mil, cuatro mil, cinco mil años por entre desiertos y montañas, playas y poblados: igual que ayer por celosías y castillos sigue masacrando por cabañas y áticos, entre campos sembrados de trigo y palmerales y zocos. No es nuevo a las mujeres los hombres las han matado desde la noche oscura y tenebrosa de los tiempos. Siguen teniendo la espalda lacerada, la boca rota, la sangre manchando las baldosas, la cama, el baño, los prados, el bosque, las sábanas, el jergón, la salita, la mazmorra, el enlosado, la seda y la sarga… Hasta el abismo está manchado de sangre de mujeres. Todos los suspiros se enterraron. Todos los sollozos se olvidan. Todos los asesinos son perdonados. ¿Por qué la piel se rasga, se acuchilla, se golpea, se tira por ventanas y acantilados, se trocea, se entierra, se quema, se esconde en basureros y terraplenes… ¿Por qué?

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Yo no quiero más símbolos inútiles inventados para acallar a las masas y hacer que se sientan importantes portando lazos que de nada sirven ni valen. No quiero lazos morados en mi ropa, en mi pueblo, en mi ciudad, en mi ordenador, en mi periódico, en mi vida. No, no los quiero porque de nada sirven. Para qué tanta parafernalia cuando se siguen desgarrando vidas, cuando mueren niñas y viejas mujeres, violadas, maltratadas, olvidadas, vejadas, sentenciadas por esta sociedad mediocre y pusilánime tan metida en su total buenísmo de móviles y pantallas de necedad absoluta. Siento el bramido de la muerte en mi génesis de mujer. Viene desde el sonido lúgubre de tambores manchados de sangre entre danzas macabras. Sobre mí llevo esa música, ese dolor inacabado, ese morir sin pausa a través de miles y miles de años. Muere una mujer y el mundo calla. Hay silencio de lazos morados que taponan el grito civilizado de la débil sociedad que se los pone elevada hasta un altar de estupideces. Me estremezco cuando leo y escucho que una mujer ha sido asesinada. Y presiento que hay muchas mujeres que son asesinadas y nadie las reclama ni nombra. Tan, tan, tan, tan, tan, tan anuncian los tambores otras muertes: doblan las campanas y anuncian funerales. No me quedan esperanzas en esta sociedad amortajada de liviana sonrisa porque si yo no grito, ni sollozo, por tanta ignominia entonces, de poco valen los símbolos colgados que nos manipulan para que nos callemos ante esas muertes de mujeres ¿Derechos Humanos? Si para conocer los derechos humanos de nuestra sociedad tengo que cerrar mis ojos, mis oídos, mi boca y mi momento histórico y, unirme en la celebración de tales derechos; entonces mi problema, y el problema de otros muchos miles de miles de personas es que esa declaración universal, no es universal.

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No lo es, cuando ahora, en este mismo momento están muriendo de inanición seres humanos habitantes de mi mundo conocido. No lo es, cuando se lapida a una mujer en nombre de una religión. No lo es, cuando la infancia es agredida sexualmente. No lo es, cuando los niños carecen de protección y trabajan sin derechos, siendo esclavos en éste siglo XXI. No. No hay derechos humanos cuando las epidemias matan a las personas en zonas de la tierra por carecer de medicinas y protección del estado. Y cuando por ganar dinero, gracias a la fabricación de armamento, las guerras se suceden beneficiando a los países ricos en detrimento de los habitantes pobres, masacrados por ambiciones personales de los que dicen y proclaman protectores de los pueblos. Ni tampoco hay derechos humanos para los personas que llegando a la vejez carecen de los medios necesarios para subsistir dignamente. ¿Derechos Humanos? Y ¿dónde queda esa declaración llamada universal para las niñas vendidas, las mujeres maltratadas, los crímenes justificados en nombre de Dios, Patria o ideología de extrema izquierda, o de extrema derecha, por movimientos populistas e irreverentes con los derechos de las personas? Una ideología saca y airea cínicamente lo funesto de la otra, al tiempo que esconde sus propias aberraciones. Y seguimos cantando a la libertad, al amor, a la paz, envueltos en disfraces divulgados por medios electrónicos que nos vigilan, nos entretienen y engañan para que sigamos siendo marionetas

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movidas por los tiranos de este mundo endiosado, en su propia ceguera de egos siniestros ¿Por qué la tragedia de las mujeres en tiempos de guerra y en tiempos de paz? Las cifras pueden llegar a parecer exageradas y quizá por esa causa son desconocidas. Cifras de escalofrió y de vértigo proclaman que es un genocidio en cualquier país del mundo. No basta para cortar esa lacra vergonzosa un día que nos lo recuerde: 25 de noviembre “Día Internacional contra la Violencia de las mujeres” ¿Un día? Poca cosa es. Recordemos a esas 140 millones de mujeres que han sufrido la mutilación genital. Recordemos que se nos informa que, cada dos segundos, una niña es obligada a casarse; dicen las fuentes informativas que son 14 millones cada año. Desigualdad y pobreza y ausencia de la protección a la infancia. A los débiles. A los que carecen de poder y educación. Hoy 61 millones de niños en edad escolar no aprenderán a leer y la mitad son niñas. Por lo que las mujeres que serán mañana, no podrán optar a un buen trabajo. Si a esto añadimos que las mujeres ganan de media la mitad que los hombres y es bien visto por todos, se comprende que en los puestos de responsabilidad y de poder a nivel global, les resulte difícil acceder a las mujeres. El éxodo de migraciones humanas a causa de guerras y hambrunas es actualmente de 65 millones de desplazados. De ellos, un 85% son mujeres y niños, lo asegura, María Jesús Vega, de ACNUR. Lograr la igualdad entre mujeres y hombres sigue siendo un reto casi inalcanzable. Tan imposible como que se deje de asesinar a las mujeres porque en la cultura humana se la sigue considerando, en un alto porcentaje de países, menores de edad y de escasa inteligencia. La economía y el desarrollo de todos los pueblos es la única que dará prioridad a una educación que no lastre ni impida que las mujeres puedan

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elegir su forma de vida El ocaso de nuestra sociedad es el ocaso de caminar de espaldas a nuestra propia realidad. Porque cuando ignoramos lo que sucede a nuestro alrededor y miramos a otro lado se traduce en una cobardía colectiva. Las muertes violentas de las mujeres están dejando al descubierto las lagunas legales de nuestras leyes. Vemos al Estado que nos gobierna con estupor y miedo. La muerte es un grito en contra de la vida, un abrazo de hielo sobre el hermoso río de la sangre, un fondo de lodo que enturbia al sol del corazón… Pero a la que nada, ni nadie la detiene en esta sociedad nuestra, tan vanidosa de sus logros y tan henchida de malsano orgullo e ignorancia. Hay muchas otras violaciones humanas que se pueden enumerar por hoy, con las expuestas vamos bien servidos de vileza y ceguera. Para tantas mujeres masacradas mi poema y mi impotencia por tanta inequidad continua. Mujer de arena Te contemplo en lo nublado del cielo

donde tu figura se ve rota cada mañana y te envuelves con tu niebla y fatiga en el crisol del desamor que se hizo opaco. Del pasado no queda ni un resquicio tampoco del cristal rosa de una promesa. No hay ni el soplo salino de la marea en la barca que a la deriva huye del puerto. ¿Dónde arribaras mañana sin faro ni gaviotas, con tu nombre en su vuelo cuando las redes regresen sin su carga? ¿Por qué te hirieron a ti, dulce sirena, coral de amor entre la arena blanca? Mujer de espuma eres junto a la mar herida.

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Joselo Marinozzi

Me desperté radiante, sentía que hoy iba a ser mi día, emocionada como si hubiese alcanzado la vida que estaba esperando por mí desde hacía tanto. Me vestí como para matar, me maquillé como siempre había soñado y no me animaba. Bajé las escaleras a tomar definitivamente el control de mi vida. Camino al garaje me cruzo con mi suegra, que con su habitual cara de traste, me recuerda que pague la factura del agua “antes que venza” – me aclaró junto con ese “nena” que tanto odio- aunque recién la habían repartido. Con mi mejor sonrisa me acerqué a ella y le pegué un empujón que la dio contra la mesada, creo que se quebró la cadera, a juzgar por los alaridos que profería. Abrí la puerta del garaje y saqué el auto. Después de cerrar el portón, salí con el mismo, pero no como habitualmente, giré a la izquierda y le pasé arando por el césped, ficus y rosal de la vecina que tanto cuidaba y al mirar por el espejo vi que ya no estaban, en cambió le había dejado dos hermosos surcos que cruzaban en diagonal. Casi en la esquina le hice clavar las guampas al que manejaba un flamante auto importado, cuando alcance a escuchar al conductor que me mandó a lavar los platos y otros improperios, frené de golpe y di marcha atrás con todo lo que tenía. El impacto fue tan fuerte que el auto importado quedó como con labio leporino, le hice una seña yanqui al conductor, le grité que “ésta” iba a lavar los platos y me fui a las risotadas. El paragolpes de mi auto creo que se soltó unas cua-

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dras después. Ya en el estacionamiento de mi trabajo comprobé, como casi todos los días, que mi lugar estaba ocupado por el auto del último empleado tomado por la empresa. Puse mi auto en reversa y se lo fui empujando de costado en varias fases, como para que los abollones estuvieran de punta a punta, pero consideré que no era suficiente, así que me saqué un zapato, con el taco le estallé el vidrio de la puerta del volante y justo en ese momento recordé que tenía ganas de orinar. Abrí la puerta, me senté en su cómoda butaca de pana y sacié sobre ella mi necesidad. Mas calma y liviana subí los cuatro pisos por la escalera hasta la oficina, un poco de ejercicio a esa hora me hizo sentir mejor. Ya en mi box u oficina abrí la ventana lateral y lo primero que la atravesó fue la montaña de casi un metro de carpetas que tenía que revisar antes de irme y vi con agrado la lluvia de papeles que mojaba a los transeúntes que curiosos miraban hacia arriba. Por simple consideración grité: “¡Cuidado!” segundos antes de que la computadora, la impresora, la caja con sellos y la silla copiaran la trayectoria de las carpetas. Libre y entusiasmada saqué de mi cartera una generosa porción de Lemon Pie y sentada en el piso me dispuse a saborearla, cuando ya en el horizonte comencé a sentir las sirenas que me buscaban. Era hora de planear una maniobra evasiva ante la mirada atónita de mis compañeros de oficina que nada se atrevían a hacer. Cerré los ojos, inspiré profundamente y percibía como el sonido de la sirena iba acercándose más y más. Abrí los ojos, miré a mi izquierda y con un certero golpe apagué el despertador que taladraba mis oídos. Me desperté radiante, sentía que hoy iba a ser mi día, emocionada como si hubiese alcanzado la vida que estaba esperando por mí desde hacía tanto. Me vestí como para matar, me maquillé como siempre y baje las escaleras. Camino al garaje me cruzo con mi suegra, que con su habitual cara, me recuerda que pague la factura del agua “antes que venza” – me aclaró- aunque recién la habían repartido. Con mi mejor sonrisa me acerqué a ella, le di un beso y le aseguré que al mediodía sin falta la pagaría.

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PASEOS POR LA HISTORIA DEL ARTE: ARQUITECTUR

A.P.U.

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RA

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“(…) A lo largo de más de dos milenios, los faraones embellecieron el principal centro de culto de Egipto, dedicado a Amón, el gran dios del imperio nuevo. El templo de Karnak, en Tebas, dedicado a Amón, fue el principal recinto de culto de Egipto desde el Imperio Nuevo. Los sucesivos faraones compitieron en erigir edificios y obeliscos en Karnak para honrar a Amón, dios principal del panteón egipcio Fue el núcleo a partir del cual, durante los siguientes dos mil años, decenas de faraones fueron creando y remodelando uno de los lugares de culto más ricos y espectaculares de la Antigüedad, en el que los arqueólogos han catalogado más de doscientas estructuras. Como cualquier templo egipcio, el santuario de Amón en Karnak empezó a construirse después de una larga serie de rituales con los que se pretendía purificar el espacio que iba a ser consagrado. Hay que tener en cuenta que un templo egipcio no era un lugar al que el pueblo acudiera a rezar, sino que constituía la residencia del dios (era su hut, su «mansión»). Por ello, a los sacerdotes se les llama en egipcio hemu-netjer, «los sirvientes del dios (…)” El templo egipcio tenía como función principal la de servir de lugar de culto a los dioses, en su entorno se celebraban procesiones y deposición de ofrendas. Pero como todo el Arte Egipcio tiene un significado intrínseco y es el de simbolizar el poder faraón en su faceta política como religiosa considerado casi como una divinidad. Hoy en día, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el templo de Karnak es uno de los mayores reclamos turísticos de Egipto.

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Sin duda es uno de los edificios que mejor representa el carácter monumental y la concepción imperecedera y eterna de la arquitectura egipcia. El templo, a pesar de sus características excepcionales y las numerosas reformas y añadidos que se realizaron a lo largo de siglos, mantiene la distribución canónica del templo egipcio, con la sala hipóstila más grande construida jamás lo que la convierte en una obra excepcional dentro de la Historia del Arte. El dios que iba a habitar el templo de Karnak era Amón, también llamado “el oculto”. En su origen, Amón era el dios local de la ciudad de Tebas, pero con el tiempo se convirtió en el dios principal del panteón egipcio, asociado al dios solar Ra. Este templo está situado a cuatro kilómetros al norte de Luxor y constituye el ejemplo más grandioso y complejo de la arquitectura religiosa del antiguo Egipto. Su gran impulso constructivo llegó durante el Imperio Nuevo bajo el mandato de diferentes faraones como Tutmosis I, Tutmosis II, Tutmosis III y Ramsés I.

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El templo de Amón-Ra en Karnak aun siguiendo una disposición en planta similar a la tipología utilizada en la mayoría de templos, tiene algunas diferencias que conviene comentar. podemos señalar, que sigue el esquema siguiente típico del templo egipcio: avenida de las esfinges, sala hípetra o patio porticado, sala hipóstila y santuario. Sin embargo, cada uno de estos espacios aparecen separados nuevamente por pilonos, con un pasillo central creando una transición de un espacio a otro. Otra particularidad, son las reformas y sucesivas adiciones que sufrió el templo a lo largo de siglos, lo que hizo que se destruyeran algunos elementos, a veces reutilizándolos para construir otros nuevos, y otras veces simplemente añadiendo nuevos edificios o dependencias como el Templo de Ramsés III, el Templo de Taharka o la sala hipóstila para fiestas del faraón Tutmosis III. Como en todos los templos egipcios, la iluminación cobra un papel fundamental, ilumi-

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nándose con la luz del sol en el patio porticado, pasando a una luz tamizada con la utilización de celosías en la sala hipóstila, hasta un espacio en penumbra como el Santuario, que invitan al recogimiento de la fe y al temor de Dios, dotando al edificio de un significado religioso. Este ejemplo de arquitectura religiosa egipcia se encuentra ubicado entre el embarcadero del Nilo y el templo de Luxor, ocupando veintiuna hectáreas y media. El edificio es un templo egipcio que sufrió toda una serie de modificaciones durante más de mil años. Cada faraón que subía al trono remodelaba o añadía alguna parte. El material constructivo por excelencia es la piedra, que se utiliza en forma de sillares que se hallan sobrepuestos sin argamasa. Sin embargo, los muros exteriores que rodean el perímetro del templo son de adobe cóncavos y convexos. El hecho de que Egipto es un país con una gran parte del territorio formado por desiertos motiva que la solución constructiva de los techos no sea la bóveda (que habría que construir sobre vigas de madera) sino los techos planos soportados por columnas. El recinto se compone del gran templo de Amón, algunos templos menores, capillas y el lago sagrado. La entrada, entre dos inmensos pilonos, está precedido por un dromos ("camino del dios") o avenida de esfinges, con cabeza de carnero, símbolos del dios Amón 40 esfinges construidas por orden de Ramsés II que unen el templo de Karnak con el de Luxor y el embarcadero que comunica el templo con el canal que llega del Nilo. Se empleaba como acceso al Nilo de las barcas sagradas durante las fiestas religiosas).

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Se accede posteriormente a un gran patio porticado donde se encuentra, a la izquierda, un templete del faraón Seti II, una de las columnas de Taharqo y la monumental estatua de Pinedyem I, a la derecha el templo de Ramsés III, al frente, la sala hipóstila, y un poco más al fondo, los obeliscos de Thutmose I y Hatshepsut; después hay una serie de estancias, con patios menores, y el santuario, a los que sólo tenían acceso el faraón y los sacerdotes. La sala hipóstila de Karnak es una de las partes más singulares del conjunto religioso. Fue construida en varias fases y es la parte más impresionante de todo el recinto, con unas dimensiones de 102×53 metros. La sensación es la de estar admirando un bosque de piedra. El techo, actualmente desaparecido, reposaba sobre 134 columnas en forma de papiro, de las cuales 12, pertenecientes al pasillo central, son mayores (15 metros de circunferencia) y con capiteles de distintas formas. Fueron construidas por Amenhotep III. Estas 12 columnas elevan el techo en esta zona hasta los 23 metros de altura. El resto de columnas, unidas por los cimientos, son obra de Horemheb y tienen una altura mucho menor. Constan de capiteles papiriformes cerrados y la decoración se debe a Ramsés I, Sethy I, Ramsés II y Ramsés IV. Los relieves decorativos de la sala son obra de Sethy I y Ramsés II. El exterior está decorado con escenas de la batalla de Qadesh y campañas militares de Sethy I en Palestina y Siria y contra los libios y los hititas.

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Los citados 23 metros de altura configuran un espacio arquitectónico cuya cubierta está sustentada por 122 gigantescas columnas que son más altas en las dos filas centrales, conformando un gran pasillo, cuya disposición posibilita iluminar desde el eje de la sala. Después de las pirámides de Guiza, es el segundo lugar más visitado de Egipto, ya que además la importancia de la zona reside

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en los templos allí construidos. Es uno de los mejores ejemplos, de templo egipcio. Su estado de conservación potencia también el ser muy visitado. La estructura alargada longitudinal es similar a la de otros templos egipcios del Imperio Nuevo: una larga avenida (dromos) delimitada longitudinalmente por dos filas, una a cada lado, de animales sagrados (avenida de las esfinges con cabeza de carnero símbolo del dios Amón) que termina en una plaza frente al pilono, que no es más que una alta pared maciza dispuesta en talud y en la que se colocaban dos grandes estandartes. En el Templo de Amón este pilono tiene cuarenta y dos metros y sesenta centímetros de altura, y hacía las veces de pórtico del templo propiamente dicho. Antes del pilono se ubican los obeliscos cubiertos con grabados en escritura jeroglífica que tenían como fin alabar al faraón. El pilono actuaba como puerta de entrada a un patio abierto en el que había una gran cantidad de columnas y que era llamado sala hípetra. En esta sala del Templo de Amón se encuentra el templete o pabellón de Taharka, que hacía de límite para el acceso del público general.

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En la entrada de cada sala hay un pilono diferente. En la parte norte del segundo pilono del templo se encuentra una representación de la barca sagrada de Amón. Siguiendo hacia delante había una puerta camufl hipóstilaada por la que sólo la familia real y los sacerdotes podían entrar, esta puerta daba acceso a la sala hipóstila, que tiene ciento dos metros de largo por cincuenta y tres de ancho. Esta habitación era aún más oscura que la sala hípetra gracias al techo plano soportado por ciento veintidós columnas y a la existencia de unos bloques de piedra calcárea en forma de celosía que cerraban los espacios entre columnas bajas y filtraban la luz del sol. Las doce columnas que delimitan el pasillo central tienen una altura de veintitrés metros y un diámetro de tres metros y sesenta centímetros. A los dos lados hay siete filas de nueve columnas cada una. Adentrándonos más en el templo encontramos el santuario o náos, donde sólo el faraón y el gran sacerdote podían permanecer. En esta sala, prácticamente a oscuras, se encontraba la estatua del dios Amón, a la que se bañaba y perfumaba periódicamente. Además, en este templo se produjeron ampliaciones laterales para construir más salas en las que realizar otros rituales. Hay varias capillas-nicho y los patios laterales están ocupados por santuarios dedicados a otros dioses.

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Como curiosidad podemos citar que el primer pilono no está terminado, y se puede ver la rampa por la que se subían los bloques en la parte posterior derecha del mismo. Iconografía. La historia de las imágenes del Templo de Amón En el Templo de Amón, como en el arte egipcio en general, las imágenes están cargadas de simbolismo. Desde antes de entrar al templo ya se nos está indicando a quién está dedicado éste, pues las efigies de carnero son el símbolo del dios Amón. Además, los obeliscos están tallados con alabanzas al faraón en escritura jeroglífica. En el centro del pilono exterior encontramos una abertura que se convierte en puerta y simboliza la unión entre el Alto y el Bajo Egipto, las montañas por las que sale el sol y la fortaleza que protege al dios contra las fuerzas maléficas. Si seguimos adentrándonos en el templo podremos ver en la parte norte de segundo pilono un altorrelieve que representa la barca sagrada en la que Amón va en procesión hasta Luxor en la festividad de año nuevo, mientras en la parte sur hay un bajorrelieve de la misma barca haciendo el camino de regreso. Los matices en la intensidad de la luz de las diferentes salas son también dignos de mención en este punto, pues también contribuyen al simbolismo del templo, pero por considerarlas más culturales vamos a centrarnos en ello en el punto Iconología. Tanto las columnas (con capiteles en forma de papiro y de loto cerrado o abierto) como los muros de la sala hipóstila están decorados con relieves en los que podemos ver escenas de la vida cotidiana, recordatorios de victorias de las distintas dinastías y de ceremonias religiosas.

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Monasterios y Castillos

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Se localiza en el municipio de Quicena, en la provincia de Huesca. Fue declarado Monumento Nacional en 1931. Actualmente aún se observa su silueta visible desde gran parte de la comarca, distinguiéndose en ella la torre albarrana, la torre del homenaje y parte del recinto amurallado. El antaño sobrio pero majestuoso castillo continúa siendo un mirador privilegiado de toda la Hoya de Huesca, de la sierra de Guara y del imponente Salto de Roldán, todo esto enmarcado por el telón de fondo de los Pirineos. En este castillo monacal fueron enterrados varios reyes aragoneses, como el fundador del castillo Sancho Ramírez de Aragón muerto por una saeta a 4 de junio de 1094 durante el sitio de Huesca. En 1095 fue trasladado a San Juan de la Peña. La Iglesia de San Pedro el Viejo alberga desde hace siglo y medio el sepulcro de Alfonso I de Aragón el Batallador,1 rey de Aragón y de Navarra, muerto en septiembre de 1134 durante la batalla de Fraga, quien fue enterrado inicialmente el mismo año en el monasterio de Jesús Nazareno de Montearagón. Los restos del Batallador no fueron conducidos hasta el panteón real del Monasterio de San Juan de la Peña donde reposaban los restos de su hermano Pedro I de Aragón, su padre Sancho Ramírez de Aragón y su abuelo Ramiro I de Aragón, el fundador de la dinastía, hijo natural del rey navarro Sancho III el Mayor. A resultas de las leyes desamortizadoras de los regímenes del siglo XIX y el subsiguiente abandono de Montearagón, los restos del rey fueron trasladados a Huesca en 1843. El tercer sepulcro real fue del infante Fernando, hijo del rey Alfonso II de Aragón y de Sancha de Castilla que había sido abad de Montearagón y falleció hacia 1250. Junto a este, el de una infanta de pocos años.

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Un lugar para visitar

Montfalcó Murallat es una entidad de población del municipio de Olujas en la comarca de la Segarra (provincia de Lérida, España), situado sobre la confluencia del Sió y de su afluente por la izquierda, la riera de Vergós.

Las quince casas del núcleo, construidas de forma compacta alrededor de una plaza donde confluyen las vertientes de los tejados, y la iglesia parroquial de San Pedro, es uno de los mejores ejemplos en Cataluña de villa amurallada, es decir, de población protegida por murallas, sin edificaciones extramuros. Es un tipo de población típica de la época antigua y de la edad medieval.

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Era de la jurisdicción del duque de Cardona.

l núcleo de Montfalcó Murallat se halla situado en el municipio de Les Oluges, en la comarca de la Segarra (la Plana), encaramado en lo alto de una colina. Este lugar es el mejor ejemplo de villa amurallada medieval que hay en Cataluña. Conserva en buen estado el muro perimetral con las casas adosadas en el interior y sin ninguna edificación fuera de sus muros. Las murallas de piedra se erigen encima de la colina. ¡Una propuesta histórica para no dejarse perder! Al recinto de Montfalcó Murallat se accede por una entrada situada en el lado sur, formada por una doble puerta de arcos adovelados que da a una plaza central donde hay la cisterna que, aún hoy, almacena el agua de la población. De la plaza parten dos calles, una a la derecha, que conduce a la iglesia, y la otra que da la vuelta a la muralla. Dentro del conjunto también hay

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edificaciones de época más moderna (ss. XVII y XVIII). En una primera etapa constructiva, el recinto estaba constituido por un núcleo amurallado con una torre circular al este y una torre cuadrada en el centro de la fortificación que actualmente forma parte del edificio central de la plaza. Una segunda etapa constructiva incorporó una torre cuadrada delante del primer portal de entrada formando un doble portal en ángulo recto. La tercera ampliación dotó la villa de una segunda muralla por el lado sur. La parte exterior de las murallas, en época medieval y moderna, estaba rodeada por tierras de cultivo. Las tierras más próximas a la población se destinaban a la huerta y a los forrajes para alimentar a los animales. En una segunda línea se encontraban las tierras de cultivo dedicadas al cereal y la vid. Constituían las tierras más alejadas de la población los bosques y los pastos. Las primeras referencias de Montfalcó Murallat (la Segarra-la Plana) datan del siglo XI, cuando durante el reinado del conde de Berga, Bernat I, se repobló esta

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franja del territorio, anteriormente en poder de los sarracenos. Estos terrenos repoblados y situados en una zona fronteriza con los musulmanes eran conocidos como la Marca de la Segarra. Es posible, pues, que en esta colina hubiera una fortificación islámica, aunque no queda ningún rastro de ella. El castillo feudal de Montfalcó se menciona en el año 1043 con el nombre de Monte Falconi; en ese momento la fortaleza propiamente dicha y la villa amurallada ya debían de constituir el mismo conjunto. En la baja Edad Media, Montfalcó pasó a Isabel de Tarroja, esposa de Ramon Folc VIII de Cardona, y por eso Montfalcó pasó a formar parte del condado de Cardona en el año 1375. Es por este motivo que el pueblo se conoce también con el nombre de Montfalcó del Duc. Más tarde la casa de los Cardona se unió a la de Medinaceli y Montfalcó formó parte de las posesiones de esta familia hasta la desamortización del siglo XIX. En 1301, el castillo de Montfalcó, en poder de Ramon Folc VI, fue asediado durante cinco semanas por las fuerzas de Jaime II. Las causas de este conflicto fueron la lucha entre el rey y las oligarquías feudales por cuestiones económicas. Durante la guerra civil catalana entre el rey Juan II y la Generalitat de Catalunya (1462-1472), Montfalcó es una de las fortalezas más importantes de la ribera del Sió, inexpugnable por la calidad de sus murallas. En otra guerra, la de los Segadores (1640-1659), este lugar sirvió de refugio a las

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fuerzas catalanas y francesas que se retiraban de Cervera.Iglesia de Sant Pere de MontfalcóLa fundación de la iglesia de Montfalcó se llevó a cabo a mediados del siglo XI por el conde Bernat de Berga. La primitiva iglesia románica se construyó en el extremo este de la fortificación, aprovechando una torre circular de defensa para la construcción del ábside. El edificio ha sido reformado y reconstruido a lo largo de la historia. La transformación más importante se realizó entre los siglos XVII y XVII, cuando se construyeron las capillas laterales en las paredes de la muralla, el coro, a los pies de la iglesia, y la torre del campanario. Además, en el interior se instaló un retablo barroco del que sólo queda una tabla pintada. De la iglesia actual sólo el ábside y la puerta de entrada son del primitivo templo románico. Cuenta la leyenda que en la Edad Media, época turbulenta y de frecuentes disputas entre nobles rivales y entre la nobleza y el rey, en una de estas peleas uno de los bandos atacó Montfalcó, lugar donde vivían o se habían refugiado muchos partidarios del bando contrario. Después de muchas y cruentas batallas, los de Montfalcó se batieron en retirada, buscando resguardo dentro de las murallas de la población. Una vez dentro, se encarnizaron en la defensa de Montfalcó de tal manera que los contrarios, que los habían batido en campo abierto, no pudieron poner ni un pie dentro del recinto. Toda vez que los sucesivos ataques a la fortaleza no hacían más que aumentar el número de bajas del pelotón atacante y Montfalcó seguía inexpugnable, el jefe del bando asaltante determinó rendirlos por el hambre estableciendo un riguroso sitio. Como el tiempo pasaba y Montfalcó no se rendía; los sitia-

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dores decidieron probar una nueva táctica: que los sitiados se pelearan entre sí como había hecho el Cid Campeador en Valencia con éxito. A tal efecto, y copiando la táctica, las catapultas de los sitiadores comenzaron a lanzar mensajes incitando a la gente a rebelarse contra sus jefes, y como había hecho el Cid, los mensajes iban atados a panes, con la idea de que si los sitiados pasaban hambre, la vista del pan recién hecho los incitaría a rendirse. La respuesta de los defensores de Montfalcó no se hizo esperar y las catapultas de la fortaleza empezaron a lanzar sobre el campamento enemigo mensajes desafiantes, ¡atados a pescados frescos! Con lo cual los que perdieron el ánimo fueron los sitiadores, que muy pronto levantaron el cerco. Y es que, según dice la leyenda, parece ser que hay un túnel (la gente de Montfalcó y de Les Oluges lo llaman "mina") que va desde Montfalcó hasta Les Oluges y desde allí hasta la talaya que hay a poniente del pueblo y que se denomina el "Molino de Viento", pasadizo por el que los sitiados de Montfalcó se aprovisionaban de víveres. Información facilitada por el Sr. Mateu Solé

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DEBEMOS FELICITARNOS POR LLEGAR AL Nº 91 CON UN AUMENTO CONSTANTE DE LA TIRADA. Esta revista llega a más de 241.000 correos electrónicos La Alcazaba no se hace responsable de los escritos de sus colaboradores

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