La alcazaba 97

Page 1

Revista La Alcazaba

Año IX Núm. 98 julio 2018

Revista Sociocultural

1


Revista La Alcazaba

Página

Título

DIRECCIÓN:

4

Waterloo, el final de la hegemonía...

ALFREDO PASTOR UGENA

14

El honor de la mujer en Fuenteovejuna

22

Ruta cervantinoquijotesca

40

Camino de Santiego

52

El apego

Depósito Legal M-4639-2007

60

El pincel de Picasso

WEB:

68

Génesis

http://www.mentideroliterario.es

80

El insulto voraz

EMAIL:

84

Adios al escritor Philip Roth

Info@mentideroliterario.es

90

La poesía mística de San Juan de la Cruz

TELF.: (+34) 605434707

102

Poesía

106

La Lluvia

114

Una imagen un fotógrafo

116

Dos pinturas de un pintor

118

El arte-La cueva del Soplao

134

La Isla de Orleans–Canadá

140

Un Castillo

144

Un Pueblo

158

La mujer y el matrimonio

168

CEATE

172

Libros y publicidad

LUIS MANUEL MOLL JUAN EDITA: EL MENTIDERO LITERARIO ISSN 2173-2184 MADRID

FACEBOOK: https://www.facebook.com/pages/LaAlcazaba/446791628677017?fref=ts

LINKEDIN https://www.linkedin.com/home? trk=nav_responsive_tab_home DIRECCIÓN FOTOGRAFÍA: Ernesto Vieco MAQUETACIÓN: Luis Manuel Moll Ernesto Vieco PUBICIDAD: Asociación de Arte i Cultura El Mentidero DIRECCIÓN POSTAL: Revista LA ALCAZABA Av. De Elda, 75, 3º C 03610 Petrer (Alicante) España Telf.: (+34) 605.434.707 IMAGEN PORTADA: El Peine de los vientos AMÉRICA Y LOS VASCOS

2


Revista La Alcazaba

Alfredo Villaverde Xavier Eguiguren

Alfredo Pastor

Enrique Gracia

Manuel López Espino Jesus Cañas

J osé M. Mójica Legarre

Luis Manuel Moll

Isidoro A. Montenegro

Irma Verolin

Isabel Rezmo

Victor Beltrán Washington Daniel Gorosito

Adan Echevarria

José Luis Jordán Ernesto Vieco

3


Revista La Alcazaba

Carga de CaballerĂ­a. De J. Ferrer Crauzel

Alfredo Pastor Ugena

4


Revista La Alcazaba

La Revolución Francesa y el imperialismo napoleónico cambiaron las estructuras socioeconómicas y políticas de Europa y gran parte del mundo. Hacia el final del proceso revolucionario francés, la burguesía apeló al ejército para evitar acudir al pueblo o promover la vuelta del Antiguo Régimen. El general Napoleón Bonaparte dio un golpe de Estado el 18 y 19 de Brumario (9 y 10 de diciembre de 1799) y se hizo con el poder. El imperio naposo el mantenimienla supremacía socioeconómica de la burguesía. El cambio de signo de las guerras (1812-1814) y las crisis económicas (1810-1815) motivaron la retirada de la confianza de la burguesía hacia Napoleón I. En efecto, tras la primera abdicación (6 de abril de 1814) su definitiva derrota en Waterloo (18 de junio d1 1815) selló la inevitable caída de su imperio, tras la efímera recuperación del poder durante los Cien Días: 20 de marzo a 28 de junio de 1815.

La batalla de Waterloo fue la última batalla de las guerras napoleónicas en la que se vio cómo las ambiciones del emperador francés eran aplasta-

5

leónico suputo de


Revista La Alcazaba

das de una vez para siempre. Las campañas de España y Rusia fueron los precedentes más significativos de este ocaso. A pesar de su antigua genialidad en la campaña, Napoleón fue incapaz de derrotar a los ejércitos aliados, y los prusianos acabaron de determinar su suerte al acudir en ayuda de Wellington el 18 de junio, en lugar de retroceder tras su revés en Ligny. Después de ser derrotado por el Duque de Wellington, fue desterrado a la remota isla de Santa Elena. Napoleón estaba librando ya demasiadas batallas y tenía muchos frentes abiertos y las fuerzas aliadas de Gran Bretaña, Prusia, los Países Bajos y Bélgica estaban haciendo todo lo posible por derrotarle El 4 de abril, Napoleón abdicó oficialmente de su cargo de Emperador de Francia. Las fuerzas aliadas

6

Batalla de Waterloo. Por William Sadler Wellington


Revista La Alcazaba

decidieron exiliarlo a la pequeña isla de Elba, en la costa toscana. En lugar de un imperio europeo, ahora Napoleón sólo gobernaba los 120 kilómetros cuadrados de aquel terreno áspero. Los aliados instauraron rápidamente la monarquía borbónica, proclamando a Luis XVIII, rey de Francia. Por tanto, el 1 de marzo de 1815, Napoleón se escapó de la isla de Elba, y desembarcó en el puerto de Cannes, en la costa mediterránea, con unos cuantos seguidores. Los soldados que fueron enviados por el rey Luis XVIII para detener a Napoleón, desertaron y se unieron al antiguo emperador. Bonaparte llegaba a París el 20 de marzo de 1815, y fue calurosamente recibido por los campesinos y

Coracero Francés. Dibujo de Dalmau.

7


Revista La Alcazaba

Es una pintura de 1881 de Lady Butler que representa el comienzo de la carga de caballería de los Royal Scots Grays que cargaron junto a la caballería pesada británica en la Batalla de Waterloo en 1815 durante las guerras napoleóni-

la clase media. Luis XVIII y los aliados declararon proscrito a Napoleón. La batalla de Waterloo (una población de la actual Bélgica situada a unos veinte kilómetros al sur de Bruselas), según últimas investigaciones, no se libró en concreto en esta ciudad sino más al sur , en concreto en las aldeas de Braine-l'Alleud y Plancenoit. Fue la última batalla de las guerras napoleónicas en la que se vio cómo las ambiciones del emperador francés eran aplastadas de una vez. A pesar de su antigua genialidad en la campaña, Napoleón fue incapaz de derrotar a los ejércitos aliados, y los prusianos, dirigidos por el Duque de Wellington, que estuvo al mando de una fuerza multinacional de irlandeses, ga-

8


Revista La Alcazaba

leses y escoceses, donde no faltaban tampoco los holandeses, los belgas, y el prusiano por Gebhard Lebercht von Blucher. Tras esta batalla se derrumbó el gobierno de los Cien Días El fracaso militar de Napoleón Bonaparte terminó con sus aspiraciones de retomar el sueño imperial. Seis días antes de la derrota, el Congreso de Viena firmó su acta final, donde las naciones vencedoras, Reino Unido, Austria, Rusia y Prusia, se unieron para sepultar las ideas revolucionarias extendidas por el francés y para restablecer las fronteras a su antojo “(…) Tras la Batalla de Waterloo, Napoleón trató de tomar un barco para huir a América, pero fue capturado por los británicos. Suplicó asilo en Gran Bretaña, pero los ingleses se negaron, y desterraron a Napoleón a Santa Elena, donde vivió seis años hasta fallecer, una isla remota a cientos de kilómetros de la costa de África. Napoleón no volvió jamás a pisar suelo frnacés. Los

“Wellington at Waterloo”. De Robert Alexander Hillingford

9


Revista La Alcazaba

últimos seis años de su vida los pasó en Santa Elena. A pesar de no tener un glorioso fin, el legado de Napoleón duró mucho más. Sus ideas, tanto políticas como militares, y otros principios de la Revolución Francesa, se llevaron a Europa occidental y otros puntos del planeta (…)”. Murió años después, en 1821, a los 52 años de edad. “El Primer Imperio Francés fue destruido tras la derrota de Waterloo. Francia perdió la hegemonía continental y los Borbones recuperaron el trono de París. La Corona recayó en Luis XVIII, hermano del último monarca, Luis XVI (el XVII se reservó para el hijo de éste que se suponía había reinado preso en la prisión del Temple tras la ejecución de su padre). Se promulgó la Charte, una nueva Constitución, aprobada por el Senado napoleónico, que confirmaba algunas conquistas revolucionarias (libertad de opinión, libertad de culto, gobierno representativo, etc.).” El sueño de Napoleón de edificar una "Unión Europea", una "Nación de Naciones", no pudo cumplirse: una unidad continental bajo hegemonía francesa. Un imperio con una moneda común, un mismo código jurídico y una misma lengua. La idea de Napoleón contemplaba la creación de una Gran Imperio compuesto por Francia y los territorios sometidos y presidido por él mismo. El Sistema Continental lo formaría el Gran Imperio y las naciones aliadas. Napoleón no sólo no consiguió su propósito sino que despertó los sentimientos nacionalistas a lo largo y ancho de Europa.

10


Revista La Alcazaba

Napoleon en el Bellerophon Por Sir William Quiller Orchardson 1880. El Bellerophon obtuvo aún más fama cuando el 15 de julio de 1815, Napoleón Bonaparte se rindió al capitán Frederick Maitland y fue llevado a Torbay en donde ancló en Brixham el 24 de julio.

En ese lugar, Maitland recibió órdenes del Almirante Lord Keith. Estas decían: con órdenes tajantes de evitar que cualquier persona, sin importar quien sea o de donde venga, aborde la nave bajo su mando, con la excepción de los miembros que conformen la tripulación. Como respuesta a dichas órdenes, el capitán Maitland prohibió las visitas ordinarias de los escandalosos comerciantes con las provisiones de comida fresca. En ese mismo año la tripulación presenció la captura de un tiburón. El 4 de agosto de 1815 Lord Keith ordenó que el Bellerophon levara anclas y esperase la llegada del HMS Northumberland, designado para llevar al exilio a Napoleón a la isla de Santa Helena. El 7 de agosto Napoleón abandonó el Bellerophon, donde había permanecido durante las últimas tres semanas sin desembarcar en Inglaterra, y abordó el Northumberland con rumbo a Santa Elena.

11


Revista La Alcazaba

Congreso de Viena

Las fuerzas aliadas se reunieron en el Congreso de Viena , en noviembre de 1814, para decidir la mejor manera de dividirse los territorios conquistados por Napoleón. Mientras que las potencias europeas se peleaban por estos territorios, Napoleón recibía constantes informes de que el pueblo francés estaba descontento con la nueva monarquía restaurada. Fue convocado por Gran Bretaña, Austria, Rusia y Prusia en 1814 terminó el 8 de junio de 1815, días antes de Waterloo. El objetivo era defender la tradición, la legalidad, la monarquía y el equilibrio real y duradero en Europa; en definitiva, el Antiguo Régimen. La gran beneficiada fue Gran Bretaña, que se había convertido en primera potencia marítima y extendió su influencia comercial y política por todo el mundo. En este Congreso , el 26 de septiembre de 1815, se creó la Santa Alianza por iniciativa del zar Alejandro I. El objetivo era avanzar hacia un régimen de paz y un gobierno cristiano en Europa

12


Revista La Alcazaba

y evitar cualquier alteración de la Restauración. En un principio estuvo formada por Rusia, Austria, Prusia y Gran Bretaña pero en 1818 se unió también Francia. Podía intervenir en cualquier país para detener los movimientos revolucionarios o liberales. Además, el Sistema de Congresos favoreció el uso de la diplomacia en política internacional. En España intervino la santa Alianza bajo la enseña de los Cien Mil Hijos de San Luis , “un contingente francés con voluntarios españoles que combatió en España en 1823 en defensa del Antiguo régimen, por el que abogaba Fernando VII de España, poniendo fin a la Guerra Realista y al Trienio Liberal”. Con la llegada de los Cien Mil Hijos de San Luis, España volvía a ser lo que fuera años atrás: un país sumido en el absolutismo y anclado en el pasado, situación que se prolongaría durante toda una década, hasta la muerte del «Deseado» en 1833. Durante todos estos años, se dilapidaron todos los derechos y libertades que tanta sangre y sudor habían costado, y se volvió a hacer cada vez más palpable el enfrentamiento entre las dos grandes corrientes políticas, una desde la clandestinidad y la otra desde el poder.

Liberación del rey Fernando VII, “El Deseado” en el Puerto de Santa María por las tropas del duque de Angulema en 1923

13


Revista La Alcazaba

14


Revista La Alcazaba

El honor es un tema que se puede encontrar en muchas obras del Siglo de Oro. Fuenteovejuna de Lope de Vega no es una excepción. En esta obra, podemos ver el honor del pueblo, después de la muerte del Comendador. La diferencia entre Fuenteovejuna y muchas de otras es que también aparece el sentido del honor de las mujeres, especialmente el de Laurencia. En la obra hay partes que muestran claramente que las mujeres mantienen una posición de honor más alta que la de los hombres. Por ejemplo, el ejército de las mujeres y las voces y palabras de las mujeres son símbolos fuertes del poder y del honor. Normalmente, encontramos los hombres con el poder en sus manos, especialmente los hombres de las clases altas. Pero al honor no siempre acompaña el poder. En algunas obras como La Numancia y Fuenteovejuna, es fácil ver que las personas de las clases bajas tienen el honor (lo más importante), mientras que las personas de las clases altas intentan mantener solo la posición del poder. Las mujeres mantienen su honor durante la obra, y ganan más honor hacia el final de la obra. Con su poder, intentan animar a los hombres del pueblo a luchar por su honor. El pueblo entero recupera el honor al final como resultado de las acciones de las mujeres. Se puede ver una mujer independiente y poderosa en el personaje de Laurencia. Ella apoya la idea del honor, en relación con las mujeres y también con los campesinos. Desde el principio de Fuenteovejuna el Comendador, un hombre con mucho poder, está enamorado de Laurencia. Ella no quiere tener nada con él. Laurencia habla con su amiga, Pascuala, y le dice que ella nunca querrá verlo, que los hombres están llenos de trucos. Sigue Laurencia: "Porque todo su cuidado,/ después de darnos disgusto,/ es anochecer con gusto/ y amanecer con enfado" (Lope de Vega 82, v.245-248). La primera conversación entre las dos mujeres termina cuando Laurencia dice: "No fiarse de ninguno" (Lope de Vega 82, v.273). Ya se puede ver que estas muje-

15


Revista La Alcazaba

res de Fuenteovejuna tienen un papel y carácter independiente. No se fían de los hombres, y por eso sienten que no les necesitan. No tienen aspiraciones de estar con hombres, especialmente con hombres de poder, como las mujeres típicas de las obras del Siglo de Oro. Esta actitud hacia los hombres sigue en el final del acto primero cuando el Comendador habla con Laurencia y Pascuala. El Comendador pregunta: "¿Mías no sois?" Pascuala contesta: "Sí, señor; mas no para casos tales" (Lope de Vega 91, v.603-604). Pascuala reconoce que ella es inferior a él en cuanto a la clase social. Él es un noble y ella es una campesina. Sin embargo, ella le dice que no es un objeto sexual sobre el que él puede tener control. El Comendador no puede tomar decisiones sobre las relaciones con esas mujeres, algo extraño porque está acostumbrado a tener control sobre todos los aspectos de la vida de la gente. La conversación termina cuando Laurencia dice (en referencia al Comendador): "Reviente de mal dolor" (Lope de Vega, 91). Estos sentimientos no son sólo hacia el Comendador, sino hacia los hombres en general, incluyendo a Frondoso. Everett Hesse, autor de The Comedia and Points of View escribe: "At first Laurencia disdains all men, not only the bothersome Comendador who foists his unwanted villanas, but also Frondoso, thepeasant who is courting her with intentions of marriage" (29). Otra vez se puede ver que las mujeres no son típicas, tienen sus propias ideas y ponen a todos los hombres en la misma categoría. Ellas ven a un hombre como a todos los demás y creen que no son necesarios en sus vidas. Sin embargo, Laurencia tiene un cambio de mentalidad cuando Frondoso le ayuda a escapar del Comendador y dice:

16


Revista La Alcazaba

"Los hombres aborrecía,/ Mengo; mas desde aquel día/ los miro con otra cara" (Lope de Vega 105, v.11561157). Hesse dice: "It is obvious that Laurencia has learned in this violent and dramatic episode to differentiate between the Comendador's lust and Frondoso's love" (29). Laurencia aprende que el Comendador no le quiere de la misma manera que Frondoso. El Comendador solo quiere demostrar que tiene suficiente poder, que puede tener cualquier cosa o mujer. Cuando Frondoso asiste a Laurencia a escapar del Comendador, es obvio que la quiere y la está ayudando, porque está preocupado por su vida. Lo opuesto es el Comendador, que sólo quiere estar con ella para demostrar su posición de poder. Aunque Laurencia y Pascuala pueden hablar con libertad de su enojo hacia algunos de los hombres, al mismo tiempo les temen. Cuando otra mujer, Jacinta, necesita asistencia para escapar del Comendador, Pascuala dice: "Yo no soy hombre/ que te pueda defender" (Lope de Vega 107, v.1198-1199). Antes, Laurencia dice: "Pues Jacinta, Dios te libre;/ que cuando contigo es libre,/ conmigo será cruel" (Lope de Vega 106, v.11951197). Hesse explica: "Laurencia and the village women are reluctant to venture forth alone in thevillage by fear of being molested and harassed sexually by the Comendador" (Hesse 79). Pueden hablar de sus sentimientos hacia los hombres, pero son realistas también porque saben que en la sociedad, los hombres, especialmente los que tienen poder, pueden tener control físicamente de las mujeres, y ellas no quieren ponerse en situaciones peligrosas.

17


Revista La Alcazaba

Poco después, Laurencia y Frondoso deciden casarse. Durante la boda, Laurencia es capturada por los criados del Comendador y nadie intenta salvarla. El discurso más famoso en Fuenteovejuna ocurre después de que Laurencia escapa y explica qué pasó cuando el Comendador la capturó y cómo su padre no hizo nada para ayudarle. Este es el momento más importante para ver la fuerza y el poder de la mujer. Vemos el fracaso de los hombres al intentar proteger a las mujeres, y por eso ellos pierden su posición de "hombres." Escribe Yvonne YarbroBejarano en su libro Feminism and the Honor Plays of Lope de Vega: "The men of Fuenteovejuna have lost male status because they have failed in the performance of masculine gender attributes: to protect their women and avenge their unauthorized sexual use" (219). En el discurso de Laurencia, ella dice que Esteban no es su padre, él ha perdido su papel como padre porque no intentó salvarla. Ella dice: "No me nombres tu hija.../por muchas razones,/ y sean las principales:/ porque dejas que me roben/ tiranos sin que me vengues,/ traidores sin que me cobres" (Lope de Vega 121, v.1724; 17251729). Si los hombres no pueden comportarse de una manera responsable, las mujeres, especialmente Laurencia, sienten que deben separarse de ellos. El discurso está lleno de insultos hacia los hombres y los pone en una posición baja. Las mujeres ganan honor y Laurencia dice a los hombres que han perdido su honor y piensa que comenzarán a intentar ganarlo otra vez. Alix Ingber, en un ensayo, "Courtesy, Altruism, and Honor: A New Reading of Lope de Vega's Fuenteovejuna" explica: "She

18


Revista La Alcazaba

directs her attack toward each elder as an individual who must protect and defend his own honor as a man. She chooses just those insults which threaten their hombría, their claim to honor within their social group, their ability to protect their women..." (2). Cuando los hombres pierden su posición de "hombre", al mismo tiempo, pierden su honor, mientras las mujeres ganan ese honor. Son campesinos, entonces no tienen el honor a causa de la riqueza o el poder, tienen que ganárselo con su papel de "hombres fuertes." Laurencia muestra el poder que tiene cuando escapa del Comendador. A lo largo de toda la obra, el Comendador quiere estar con ella, y Laurencia nunca quiere estar con él. Henryk Ziomek, en su libro A History of Spanish Golden Age Drama comenta: "Lope de Vega also portrayed virtuous women, who, with the characteristics of Roman matrons, are capable of resisting the advances of a king" (Ziomek 45). Aunque es típico que una mujer pobre quería estar con un hombre rico y poderoso, Laurencia no tiene interés en el Comendador. Además, tiene fuerza para explicar claramente a la gente sus sentimientos contra este fenómeno. Después de escapar, Laurencia aparece "desmelenada" y dice a los hombres: "Dejadme entrar, que bien puedo,/ en consejo de los hombres;/ que bien puede una mujer,/ si no a dar voto, a dar voces./ ¿Conocéisme?" (Lope de Vega 120, v.1714-1718). Ella sabe que una mujer no tiene voto, pero cree que los hombres deben escucharla al menos. Laurencia cree que deben escucharla, porque sabe que tiene que prote-

19


Revista La Alcazaba

ger el honor de la mujer y el honor de los campesinos. Quiere explicar a los hombres que es su culpa que ella haya perdido su honor. Sigue defendiendo los derechos de las mujeres, explicando que tienen que luchar sin los hombres y dice: "¡Vive Dios, que he de trazar/ que solas mujeres cobren/ la honra de estos tiranos,/ la sangre de estos traidores..." (Lope de Vega 122, v.1776-1778). Si los hombres no pueden ayudar, las mujeres tienen que ser independientes y fuertes y luchar solas. En vez de ser como una mujer "tradicional" que quiere estar con un hombre de mucho poder y autoridad, Laurencia reúne un ejército de mujeres para luchar contra el poder de los nobles. Piensa que si los hombres no van a luchar por el honor, las mujeres necesitan llevar la iniciativa. Ella toma el control de las acciones de los campesinos. Ingber dice al respecto: "Laurencia, seeing her own honor threatened, incites the leaders of Fuenteovejuna into an open rebellion against its rightful figure of authority" (3). Después del discurso de Laurencia, los hombres sienten que su posición está amenazada. Han perdido su honor y necesitan recuperarlo otra vez. Sienten vergüenza de que las mujeres tengan el poder y el control de los campesinos. Los hombres necesitan sentir que están en una posición más alta que la de las mujeres para defender a los campesinos. Laurencia y las mujeres quieren luchar contra los nobles que amenazan su honor. Julio Matas escribe en un en-

20


Revista La Alcazaba

sayo, "El honor en Fuenteovejuna y la tragedia del Comendador": "Laurencia jugará al final, muy a tono con su particular posición y <calidad>, el papel de agitadora, y de capitana del escuadrón de mujeres que asalta el castillo del Comendador" (385). Cuando los hombres ven que las mujeres están intentando recuperar su honor, otra vez deciden luchar también. Al mismo tiempo, Laurencia está preparando su ejército de mujeres. Dice: "¡Ah mujeres de la villa! ¡Acudid, por que se cobre/ vuestro honor, acudid todas! (Lope de Vega 123, v. 1818-1820). Los hombres buscan al Comendador. Cuando los hombres salen, las mujeres entran y encuentran al Comendador. Otra vez, muestran que son diferentes de las mujeres típicas y se comportan en una manera salvaje, normalmente una acción típica de los hombres. Las mujeres le matan a Comendador, un trabajo que los hombres normalmente hacen. Laurencia sigue hablando de la fuerza de la mujer, y dice que no son mujeres sino soldados. Dice: "Parad en este puesto de esperanzas,/ soldados atrevidos, no mujeres." Pascuala responde: "¿Los que mujeres son en las venganzas,/ en él beban su sangre, es bien que esperes?" Sigue hablando Jacinta: "Su cuerpo recojamos en las lanzas" (Lope de Vega 125, v.1890-1894). Después de todos los insultos que las mujeres dijeron a los hombres, tienen la oportunidad de castigar físicamente al hombre que es la causa de muchos de sus problemas. Al final, las mujeres muestran que tienen la capacidad de mantener el honor, sin la asistencia de los hombres. Los hombres dependen de las mujeres para recuperar el honor del pueblo. Al contrario de muchas obras de este tiempo, las mujeres muestran su poder, tienen un papel que es pertinente a la obra, y durante una gran parte de la obra están en un nivel más alto que el hombre. Prueban que los hombres no siempre pueden tener control de la situación. Las mujeres no sólo muestran su fuerza, sino que recuperan lo más importante: el honor perdido. Es la fuerza de la mujer la que es la causa de que se recupere el honor, no sólo de las mujeres sino del pueblo y los campesinos.

21


Revista La Alcazaba

II PARTE

22


Revista La Alcazaba

Según refiere el Quijote, después de tan atrevida, absurda, pero apasionante y peligrosa aventura, “asaz melancólicos y de mal talante llegaron a sus animales, caballero y escudero, (…) y finalmente sin hablarse palabra, se pusieron a caballo y se aparataron el famoso río, Don Quijote sepultado en los pensamientos de sus amores y Sancho en los de su acrecentamiento que por entonces le parecía que estaba lejos de tenerle, y buscaba ocasión de que, sin entrar en cuentas ni en desprendimientos con su señor, un día se desgarrase y se fuese a su casa; pero la fortuna ordenó al revés de lo que él temía…

23


Revista La Alcazaba

Pedrola. Palacio Duques de Villahermosa. Foto Rafael Palacios

El año 1568 es decisivo para nuestro Cervantes: Ha mantenido un duelo a espada, en las proximidades del Palacio de Oriente, con el pintor de la corte Antonio de Sigura, por defender el honor de su hermana Andrea. Abandonara sus estudios con López de Hoyos. Prepara los versos en honor de la reina. Posiblemente recibe una sentencia condenatoria por el duelo a espada, y sabiendo que el nuncio papal tiene pasaporte y licencia para abandonar España y regresar a Italia (Documentación otorgada por el rey y fechada en Aranjuez 20/12/1568), consigue formar parte del séquito del nuncio para salir de Madrid, y pasando por Pedrola, dirigirse a Roma. Según el pasaporte regio, disponen de 60 días para abandonar suelo del Reino de Aragón.

24


Revista La Alcazaba

Pedrola

Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles

El edificio actual es el resultado de dos ampliaciones, en el siglo XVI y XVIII, sobre un edificio del siglo XIV. Alfonso Felipe de Gurrea y Aragón, inició la ampliación del edificio y la concluyó su hijo Martín de Gurrea y Aragón, cuarto duque de Villahermosa, en el siglo XVI. En ésta época, su primera mujer, Luisa de Borja y Aragón, mandó realizar un pasadizo desde el Palacio a la iglesia parroquial para poder acceder de su casa a la iglesia directamente.

Cervantes anduvo por Pedrola en torno al 30 de diciembre de 1568. Fue acompañando al nuncio Julio Aguaviva y Aragón (Giulio Acquaviva), que por encargo del papa Pio V, había salido de Italia el 19 de septiembre, y que desde el 13 de octubre se encontraba en Madrid. Se alojó en el Palacio que Martín de Aragón, IV Duque de Villahermosa, acababa de embellecer. Conoció entonces a la duquesa, segunda esposa de D. Martin, desde 1566, María Pérez de Pomar, (puesto que la primera esposa Luisa de Borja y Aragón, la santa Duquesa, había fallecido en 1560.

25


Revista La Alcazaba

Alcalá del Ebro

Son varios los capítulos de la Segunda Parte del Quijote dedicados a narar las aventuras vividas por sus protagonistas a las orillas del río Ebro. El pueblo de la Ínsula Barataria, Alcalá del Ebro, pertenecía a los dominios de Don Fernando de Guirrea y Aragón, Duque de Villahermosa que estaba esposado a Doña Juana de Pernestán. Cervantes narra que este lugar contaba con murallas y con algunas simas, circunstancias que aprovechó el autor en la narración de tan fantásticos hechos. El sobrenombre de Barataria, responde al dato, según Antonio Aradillas, de que tal lugar podía haber sido conocido como “Baratario”, o por el “Barato” –“dar de barato”- que le habían hecho al escudero de Don Quijote al habérselo entregado sin merecimiento alguno. La explicación la aporta Don Miguel de Cervantes en el

26


Revista La Alcazaba

capítulo XLV de la Parte Segunda titulado “De como el gran Sancho Panza tomó posesión de la ínsula y del modo que la comenzó a gobernar”. Sancho panza escribió a su mujer Teresa una carta que da testimonio de la estancia como Gobernador de la ·Ínsula Barataria”: Si buenos azotes me daban, bien caballero me iba: si buen gobierno me tengo, buenos azotes me cuesta. Esto no lo entenderás tú, Teresa mía, por ahora: otra vez lo sabrás. Has de saber, Teresa, que tengo determinado que andes en coche, que es lo que hace al caso, porque todo otro andar es andar a gatas. Mujer de un gobernador eres: ¡mira si te roerá nadie los zancajos! Ahí te envío un vestido verde de cazador que me dio mi señora la duquesa; acomódale en modo que sirva de saya y cuerpos a nuestra hija. Don Quijote mi amo, según he oído decir en esta tierra, es un loco

Sancho en su Ínsula Barataria

27


Revista La Alcazaba

Alcalá del Ebro. Iglesia Parroquial

gobierno, adonde voy con grandísimo deseo de hacer dineros, porque me han dicho que todos los gobernadores nuevos van con este mesmo deseo; tomaréle el pulso, y avisaréte si has de venir a estar conmigo o no. El rucio está bueno y se te encomienda mucho, y no le pienso dejar aunque me llevaran a ser Gran Turco. La duquesa mi señora te besa mil veces las manos: vuélvele el retorno con dos mil, que no hay cosa que menos cueste ni valga más barata, según dice mi amo, que los buenos comedimientos. No ha sido Dios servido de depararme otra maleta con otros cien escudos como la de marras, pero no te dé pena, Teresa mía, que en salvo está el que repica, y todo saldrá en la colada del gobierno; sino que me ha dado gran pena que me dicen que si una vez le pruebo, que me tengo de comer las manos tras él, y si así fuese, no me costaría muy barato, aunque los estropeados y mancos ya se tienen su calonjía en la limosna que piden: así que por una vía o por otra tú has de ser rica y de buena ventura. Dios te la dé, como puede, y a mí me guarde para servirte. Deste castillo, a veinte de julio 1614.

cuerdo y un mentecato gracioso, y que yo no le voy en zaga. Hemos estado en la cueva de Montesinos, y el sabio Merlín ha echado mano de mí para el desencanto de Dulcinea del Toboso, que por allá se llama Aldonza Lorenzo: con tres mil y trecientos azotes, menos cinco, que me he de dar, quedará desencantada como la madre que la parió. No dirás desto nada a nadie, porque pon lo tuyo en concejo, y unos dirán que es blanco y otros que es negro. De aquí a pocos días me partiré al

Tu marido el gobernador

28


Revista La Alcazaba

Todos aquellos lectores del Quijote, habrán leído que en estos capítulos donde se narran las venturas de Sancho como gobernador de la Ínsula Barataria, configuran un tratado de filosofía cívica y de comportamiento humano muy meritorio. De entre ellos destaca la lección ejemplar para Sancho y para los aspirantes a ser y ejercer de gobernadores en sus propios marcos sociales o familiares por reducidos que sean de haber descubierto quien realmente se es y para que se sirve en la vida…

Alcalá del Ebro. Monumento a Sancho

“-Pues advertid hermano –dijo Sancho-, que yo no tengo “don”, ni en todo mi linaje le ha habido: Sancho Panza me llaman a secas, y Sancho se llamó mi padre y Sancho mi agüelo, y todos fueron Panzas, sin añadidura de “dones” y “donas” que piedras; pero basta: Dios me entiende, y podrá ser que si el gobierno me dura cuatro días, yo escardaré estos dones, que, por la muchedumbre deben de enfadar como los mosquitos”.

29


Revista La Alcazaba

Meandros e ínsulas del Ebro

Alcalá del Ebro se ha identificación con la famosa Ínsula Barataria, por un tiempo gobernada por Sancho Panza, el conocido escudero de la más famosa figura literaria española, Don Quijote. Es de todos conocida, la estancia en la villa de Pedrola de Miguel de Cervantes Saavedra, en el invierno de 1568 como paje del Cardenal Julio Aguaviva y Aragón, hospedándose en la casa del duque de Villahermosa, en aquel tiempo Martín de Aragón y Gurrea, gran amigo de letras y cultivado aragonés en su época.

30


Revista La Alcazaba

El conocimiento que de las localidades cercanas, y en particular de Alcalá de Ebro, obtuvo Miguel de Cervantes durante la citada estancia en Pedrola, le sirvieron para reflejar en su obra la localidad de Alcalá de Ebro, que durante las crecidas del río Ebro casi se convertía en una isla, al identificarla con la Ínsula Barataria, y a los señores de la ínsula con los duques de Villahermosa El río Ebro, que antes de llegar a Zaragoza realizaba una serie de curvas y meandros que, con las crecidas del mismo, dan origen a verdaderas "ínsulas" y con unos márgenes con frondoso arbolado, constituían, en la Edad Media, una zona boscosa de abundante caza.

Don Quijote y Sancho por el Ebro.en la aventura del barco encantado

Sobre una de las curvas del Ebro, los árabes construyeron un castillo [Alcaba] en una elevación de unos 10 m. sobre el nivel del río, que quedaba transformado en una isla en las crecidas. A su alrededor, nació un caserío y un pequeño poblado que, en 1606, en que Cervantes escribió la segunda parte del Quijote, dice en él que tenía mil fuegos. Hoy sólo quedan las ruinas y una casona que utilizaban los Duques en sus monterías y que hoy en ruinas, es aún propiedad, del Ducado de Villahermosa. Esta casona fue el Palacio de Sancho Panza.

31


Revista La Alcazaba

“…Mirad amigo Sancho, respondió el Duque, lo que puedo dar os doy, que es una Ínsula hecha y derecha, redonda y bien proporcionada y sobremanera fértil y abundosa, donde si vos os sabéis dar maña, podréis con las riquezas de la tierra granjear las del cielo”. Y en el capítulo 25 de la 2ª parte, dice Cervantes por boca de D. Quijote "Digo pues, que con todo su acompañamiento, llegó Sancho a un lugar de hasta 1.000 vecinos, que era de los mejores que el Duque tenía. Diéronle a entender que se llamaba la Ínsula Barataria, por lo barato con que se le había dado el gobierno". Desde la ilusionaría “Ínsula Barataria” salieron Sancho y Don Quijote hacia Zaragoza. Si Avellaneda no se hubiese adelantado a la narración, estos capítulos no hubieran existido. Eso explica la causa de que no entrasen en la capital maña. No obstante, Zaragoza, es repetidamente citada por Cervantes en su obra quijotesca con el nombre de ·Sansueña”, como acontece en el capítulo 26 de la Parte Primera del libro. Y en la Parte Segunda, en su capítulo 58, que es cuando Don Quijote se percata de la existencia del falso Quijote, invención del “licenciado Alonso Fernández de Avellaneda, natural de la villa de Tordesillas” con el título de “Segundo Tomo del ingenioso hidalgo Son Quijote de la Mancha”, publicado en Tarragona en el 1614. En este referido capítulo 58, el auténtico Don Quijote, pronunció uno de los más elocuentes discursos de toda la obra. El capítulo “trata de cómo menudearon sobre Don Quijote aventuras tontas, que no se daban vagar unas a otras”. El tema es la libertad.

32

Sancho Panza pintado por Lino Casimiro


Revista La Alcazaba

Y llegamos a Zaragoza, “la reina del Ebro”. Recuerdo una estrofa popular que dice: Una vez que disputaban El Ebro le dijo al mar; Yo he “pasao” por Zaragoza Y tú nunca pasarás. Pies de imagines

4- Cuadro de Martínez del Mazo, discípulo de Velázquez, que muestra el puente de piedra de Zaragoza roto por una riada en Febrero de 1643

33


Revista La Alcazaba

La Zaragoza de los siglos XVI y XVII

La Aljafería es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de Al-Muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta. Este palacio de recreo (llamado entonces «Qasr al-Surur» o Palacio de la Alegría) refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural.

Grabado siglo XVII

34


Revista La Alcazaba

Puente de Piedra

San Juan de los Panetes

35


Revista La Alcazaba

Catedral La Seo

36


Revista La Alcazaba

Convento Capuchinas

Torre de San Pablo

Rincones de Zaragoza y murallas romanas

37


Revista La Alcazaba

Dibujo de Zaragoza. Siglo XVI. Por Anton Van den Wyngaerde, conocido en España como Antonio de las Viñas o Antón de Bruselas

38


Revista La Alcazaba

Palacio Sástago. La construcción del palacio se llevó a cabo entre 1570 y 1574. Fue un encargo de Artal de Alagón, Conde de Sástago y Virrey de Aragón. Fue en épocas posteriores residencia temporal del rey Felipe II a su paso por Zaragoza. 4-palacio de la lonja. El arquitecto o maestro de obras de La Lonja fue Juan de Sariñena, encargado de ello por iniciativa del Concejo de la ciudad y patrocinado por el arzobispo de la ciudad, Hernando de Aragón. Se trata del edificio plenamente renacentista más importante de Aragón. También fue el primero en adoptar este estilo, con influencia del palacio florentino del quattrocento italiano, aunque con los matices del mudéjar aragonés que podemos observar en la decoración de r na banda epigráfica de caligrafía gótica escrita ya en castellano, aunque con presencia de abundantes aragonesismos en sus grafías. La inscripción reza: SE ACABO ESTA LONJA, LA CUAL Y CIUDAD TENGA DIOS DE SU MANO PARA QUE SIEMPRE SE EMPLEEN EN JUSTICIA, PAZ Y BUEN GOBIERNO DE ELLA. ANYO DEL NASCIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO DE 1551. CORREGNANTES DOÑA JUANA Y DON CARLOS SU HIJO, REYES Y EMPERADORES NUESTROS SEÑORES, Y JURADO DON FELIPE, HIJO DEL DICHO EMPERADOR, POR REY EN ESTE NUESTRO REINO Y REINOS DE HISPANIA, SIENDO JURADOS DE ESTA CIUDAD CARLOS TORRELLAS, JERONIMO ÇAPATA, JUAN BUCLE METELIN, JUAN CAMPI Y JUAN DE ROBRES.

39


Revista La Alcazaba

Desde Lugo a San Romao da Retorta, 40


Revista La Alcazaba

Me abrazo a la almohada, la noche se acuesta, las piedras del camino corren más que el peregrino. Paso tras paso, sueño que me aferro al crujir de los árboles, estos se mecen con la intención de seguir durmiendo. Me asomo al marco de un cuadro. Un Dios que pinta una luna que viste de mimo. Catalina, celestina que propone el amor a las eternas murallas. Altura empedernida, empedrado perímetro de tantas respiraciones como pedacitos de humanidad.

41


Revista La Alcazaba

El puente romano de Lugo o puente viejo, es un puente de origen romano que ha sufrido numerosas reconstrucciones durante los siglos xii, xiv y xviii. Está construido en sillería y esquisto, y presenta vigas metálicas. Cuenta con 104 m de longitud y 4 m de ancho,1 cruza el río Miño a su paso por el suroeste de la ciudad de Lugo, uniendo la Calzada da Ponte con la carretera vieja de Santiago, vertebrando esta última el barrio lucense de San Lázaro. Está situado muy cerca del balneario de aguas termales, que data asimismo de la época romana.

Desde Lugo a San Romao da Retorta, en la Galicia perenne habita el caminante, ahora en la novena etapa del camino de Santiago primitivo. Son las conchas de bronce del casco viejo lucense, las que de manera tímida muestran la ruta a seguir, formalizan encuentros con la Iglesia de Santiago, a Nova, la Plaza Mayor, sus árboles frondosos y fuentes.

Termas romanas en el balneario de Lugo

42


Revista La Alcazaba

Retales de historia, la vía romana XIX, que unía Lugo con Astorga, la catedral de estilo románico consagrado a Santa María, la medieval y recoleta Praza do Campo, la puerta del Carmen y la infinita muralla romana, estructuras que contarán a otros peregrinos ese camino estático, suspendido en el tiempo, segundo tras segundo y siglo tras siglo.

43


Revista La Alcazaba

Cruzar A Ponte Vella, puente de origen romano, balcón ancestral al río testigo del paso continuo de la vida, el Miño. Transitar y sentir la aldea de San Lázaro, con sus casas de piedra e iglesia del siglo XVIII. Calle e iglesia de San Lázaro

44


Revista La Alcazaba

45


Revista La Alcazaba

Pazo Carrigueiros

San Bartolomé do Burgo es un lugar de culto ancestral. La construcción de la capilla cristiana se hizo mostrando mucho respeto hacia las primitivas creencias que se tenían a una diosa antigua conocida como Nabia (Cailleach), la madre de la naturaleza, que se manifestaba a través de fuentes y ríos, en corrientes de agua, como la que emerge de la cueva subterránea sobre la cual fue construida la iglesia y donde antes debió existir un santuario. Sorprendentemente a pocos kilómetros de este lugar se conserva un hermoso templo a Cibeles, la Magna Mater romana, Santa Eulalia de Bóveda. 46


Revista La Alcazaba

Iglesia Parroquial O Burgo

47


Revista La Alcazaba

Merece la pena desviarse cuando llegamos al cruce camino con Boveda. Antes de llegar a Bacurin. Alli nos encontraremos con uno de esos lugares misteriosos de nuestra geografía, el que vamos a tratar esta vez ocupa un espacio singular. A tan sólo dos kilómetros del Camino Primitivo y a no más de catorce de las impresionantes murallas de Lugo, Santa Eulalia de Bóveda del siglo III, fiel a su origen mistérico, sigue desafiando cualquier interpretación desde más allá de las fronteras de nuestro conocimiento. El templo enterrado de Cibeles Se cuenta que cuando el nuevo párroco llegó a su destino asignado en Bóveda de Mera, algunos paisanos ya le habían advertido: ‘José, vas a un sitio donde hay algo enterrado‘. Fue un tiempo después, en 1914, cuando durante unas obras en el suelo de la iglesia encontraron el pasadizo que descendía hacia el templo subterráneo. Oculto durante más de diez siglos, el templo soterrado de Santa Eulalia de Bóveda ha sido desde entonces un auténtico desafío para los estudiosos que llegan al lugar. Su entrada tenebrosa, escaleras abajo, recibe al visitante como un descenso a las profundidades de la Tierra o, quizás deberíamos decir, de la Magna Mater. El conjunto contiene un maravilloso mural, que es el más importante de los que persisten en toda Hispania. La representación pictórica hace referencia directa a la relación que las aves y sus cantos tenían con el santuario y su funcionamiento como oráculo.

Cántame, Musa de voz clara, hija del gran Zeus, a la Madre de todos los dioses y de todos los hombres, a la que le agrada el estruendo de los crótalos y tambores, así como el rumor de las flautas, el aullido de los lobos y el rugir de los leones de feroz mirada, los montes fragosos y los torrentes cubiertos de vegetación. Así te saludo a ti también con mi canto, y a una, a las diosas todas. Himno Homérico a la Diosa Madre.

48


Revista La Alcazaba

49


Revista La Alcazaba

Hospital. Iglesia de San Pedro Fiz, románico y construido en mármol de las canteras de la zona, lo que convierte a esta iglesia la única en España en su estilo. FOTOS: unpaseounafoto.blogspot.com

De bruces con un núcleo llamado Hospital, San Pedro de Baixo, y Taboeiro, todos ellos pequeños mundos que recuerdan que no existe una soledad absoluta.

50


Revista La Alcazaba

San Romao da Retorta, el destino y el descanso se hallan próximos. Nos saludan las palabras grabadas sobre un miliario romano. Hablan de un camino, la calzada XIX Lucus ab Iria Flavia, de un cesar, de otro tiempo.

A unos 100 metros de la Iglesia de San Román da Retorta encontramos una réplica de un miliario romano de la vía XIX encontrado en una zona próxima al trazado del Camino Primitivo de Santiago. El miliario original se encuentra ahora en el museo de los Caminos de Astorga.

“Caio César Augusto, bisnieto de Augusto, Pontífice Máximo, tercero en el poder tribunicio, cónsul por tercera vez, Padre de la Patria”.

Ubicada en pleno Camino Primitivo de Santiago se encuentra la pequeña iglesia románica de San Román da Retorta, construida a finales del siglo XII, a la que se le añade la sacristía en la cabecera en el siglo XVII.

51


Revista La Alcazaba

Manuel Lรณpez Espino PSICOLOGร A PARA TODOS

52


Revista La Alcazaba

El apego se entiende, como un vínculo con un lazo emocional muy fuerte que determinará el desarrollo posterior de la personalidad del niño, el cómo se verá y se relacionará con los demás y con todo lo que le rodea, le ayudará a evolucionar de forma sana y creará una estructura estable, siempre y cuando sea bueno y bien entendido. Según Shantideva, (monje budista) “el apego carece de piernas, brazos y demás miembros, y no tiene coraje ni habilidad. ¿Cómo, entonces, ha conseguido convertirme en su esclavo?” Bowlby fue el primer psicólogo en estudiar el apego en los niños al nacer (1958). Considera fundamental una figura estable que les de cariño, seguridad y confianza, más importante aún que la comida o el descanso, (como comprobó Barlow en su experimento con crías de chimpancé que vio como prefieren una madre de felpa que no alimenta a una de metal que si alimenta) para un correcto desarrollo cognitivo y emocional posterior.

53


Revista La Alcazaba

Desde el punto de vista emocional, el apego surge cuando se está seguro de que la otra persona estará ahí incondicionalmente, esto es sano y correcto cuando nacemos y hasta los dos años de edad, luego tenemos que tener cuidado, porque se produce una actividad mental, que aumenta el atractivo del objeto o de la persona, quedando atrapados por el deseo de poseerlo y hacerlo nuestro. Por lo que en la primera fase, hasta los dos años que empezamos a socializarnos, el apego puede ser egoísta, creando dolor cuando nos separan del ser o del objeto al que estamos unidos, bien sea la madre, el muñeco, el chupete …. pero según vamos creando nuestra personalidad, según vamos viendo la diferencia entre el “yo” y la realidad, vamos aceptando que los otros se pueden ir, y yo no tener que sufrir por ello. la pérdida es parte fundamental de la vida, del proceso de madurez y la mayor parte de las pérdidas son temporales. Esto que parece tan básico y fundamental en el desarrollo

54


Revista La Alcazaba

de los seres humanos, está viéndose de forma patológica en muchas personas de nuestra sociedad, sobre todo en los niños y los adolescentes. Cuando no dejo que mi pareja salga con su grupo de amigos, por el sufrimiento que me produce, por los celos que me genera, por los pensamientos que me vienen a la cabeza, por la desconfianza que me acarrea, estoy ante un problema de apego mal evolucionado, estoy ante el mismo caso del niño que llora cuando su madre se va a comprar, o cuando el muñeco se le ha caído y no lo ve. La forma de resolverlo puede ser lo que alarme o no a nuestra sociedad, si el infante tan solo llora hasta quedarse dormido, lo vemos como normal, pero si empieza a gritar y quedarse sin respiración, o tirarse de la cuna como si quisiera matarse antes de quedarse sin su relación de apego, empezamos a preocuparnos. En los adolescentes ocurre lo mismo, si solo sufre sin hacer nada, lo vemos normal, pero si persigue y acosa a su pareja e incluso la pega o le prohibe pueda salir, empezamos a verlo como un acto de celos patológico y una agresividad desproporcionada, por no hablar de los casos que prefieren ma-

55


Revista La Alcazaba

tarla antes de permitir que se vaya con otras personas y tener que soportar el vacío que ello provoca. En las relaciones paterno filiales, está pasando igual, no dejo que mis hijos vayan o se casen con quienes les hacen felices si considero que esa relación los va a alejar de mí. Cuidado, que ahí estamos también ante un caso de apego mal resuelto por parte de los padres, que no dejan madure o sea feliz su hijo sin la presencia de ellos. Debemos aceptar la ruptura, (porque nunca se acaba), de una relación sin pensar que se desmoronó nuestra vida. Hablamos claramente de apego, nunca de amor, no confundamos estos dos conceptos que por desgracia la sociedad los confunde. El apego mal entendido, nos lleva al deseo, y este hace que nos centremos tanto en el objeto que nos hace egoístas, deja a la razón en un simple ruido de fondo. No vemos dónde está el límite entre lo que anhelamos y lo que es imposible tener. En ocasiones pasamos la vida persiguiendo deseos que no son nuestros mientras desaparecen nuestras propias vidas. Es bueno dejar de rellenar el curriculum que nos gustaría tener y vivir lo que tengo llenando esa vida con realidades.

56


Revista La Alcazaba

¿Recuerdas al principio cuando te enamorabas? Cuando su llamada te estremecía para todo el día, cuando tan solo con tocarle la mano tu ser se llenaba de sentido. Verla sonreír te iluminaba el alma, hacerla feliz era tu ilusión. Su felicidad estaba ligada a la tuya, lo sabías, aunque no querías darte cuenta. Eso es amar, eso si pertenece a tu vida, a lo que realmente quieres y te hace feliz desde una personalidad sana. Ahí sí cabe que tu pareja se vaya con sus amigos, porque sabes que va a estar feliz con ellos, y eso es lo que tú realmente quieres. La lección de la vida se produce después, nunca antes para evitarnos el dolor, ¿o será para que aprendamos y valoremos lo que hemos perdido? Cuidado porque en la vida solemos fastidiar a los buenos, y los buitres y gentuza están esperando esos momentos de debilidad para intentar sacar su trocito de dignidad ante sus vidas de serpientes, mentiras y falsas, pero no podemos dejar que esa gente nos empujen hacia los sentimientos erróneos como son el apego, la culpa, el odio o el resentimiento. No podemos dejarnos influir por esas personas que aparecen con falsedades o ideas dañinas ante el dolor ajeno. La vida de los adultos es dura, pero aún así, merece la pena vivirla como adultos y no con el apego infantil. Es bueno dejar que el destino llame a la puerta y volver a soñar, recuerda que los sueños, sueños son. En ocasiones podemos confundir el amor, con la atracción, confundir el saber con la pesimista desesperación de la vida de alguien que se cree un genio por hablar todo el tiempo sobre ello. A veces hay que

57


Revista La Alcazaba

aferrarse a alguien por el sufrimiento que conlleva la soledad, hay que admirar a alguien para no sentirte superior, o para no pararte midiéndote con gente que te estimula el saber, para escapar del pesimismo y la depresión a la que conduce esta vida monótona sin rumbo. Cuando se saca la pasta de dientes del tubo, no se puede volver a meter. ¿Debemos dejar todo en manos del azar? Al fin y al cabo ¿nuestra existencia no es fruto del azar? De un espermatozoide con suerte entre millones. ¿No es el azar quien nos pone a nuestra pareja en nuestra vida? ¿Y no es él quien nos la quita? Para crecer necesitamos salir de nuestra zona de confort, enfrentarnos a situaciones nuevas, a conflictos, incertidumbres y riesgos. Solo con el sufrimiento evolucionamos. Cuando una mariposa está dentro de su capullo, en forma de crisálida, si queremos evitar su sufrimiento rompiendo el capullo, y lo hacemos nosotros con un bisturí, sacando a la mariposa con delicadeza y poniéndola a volar. Nunca volará; curiosamente, la mariposa necesita el esfuerzo de romper el capullo, para que su corazón bombee la sangre que llenara sus alas para más tarde poder volar . Demasiado amor, aniquila la pareja, el desequilibrio entre la admiración y el querer sería lo que hace que

58


Revista La Alcazaba

aumente o desaparezca el deseo, la perduración de una relación. ¿Por qué creemos enamorarnos de la primera persona que al conocerla nos hace caso? ¿Acaso tenemos un filtro demasiado grueso para jugar al amor? No queremos ser un suplemento, ni un concepto para nadie. No queremos sentirnos atrapados en una relación por la seguridad que esta nos da, ni por la rutina o la monotonía. Queremos estar con alguien a quien admirar por lo que hace y piensa, a quien amar por lo que me da y me hace sentir, a quien amar por como es y como actúa estando a mi lado. Porque junto a esa persona, el día tiene sentido, porque me enriquezco como ser humano. Porque la echo de menos, tan solo con que vaya al baño. Es bueno saber lo que queremos como adultos y lo que no queremos. Los recuerdos dolorosos tienen una base emocional, cuando disminuyen las emociones, se van disipando los recuerdos.

59


Revista La Alcazaba

Isidoro A. Gรณmez Montenegro

60


Revista La Alcazaba

El pincel de Picasso Por. Isidoro A. Gómez Montenegro. La paloma de Picasso que yo guardaba como una reliquia en un viejo cartapacio ha desaparecido León Felipe

En la obra de Picasso se amalgaman el presente, el pretérito y el futuro, con esto quiero decir que su presencia es eterna y absoluta. A pesar de haber nacido en el Siglo XIX, su pintura se considera vigente en este Siglo XXI. La variedad de su vasta obra nos habla de la búsqueda esencial; la búsqueda ininterrumpida del enriquecimiento de su vida interior y la agudeza de su capacidad perceptiva de la naturaleza humana, su integridad perceptible; la de la emoción. Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso nació en Málaga, España el 25 de octubre de 1881. Picasso estableció una relación entre la vida y la observación; de grandeza a grandeza.

61


Revista La Alcazaba

David Douglas Duncan. Picasso en su estudio

Artista de personalidad cambiante. Lo mismo hacía un dibujo, un óleo, una cerámica o una escultura. Tratándose de arte nada le era ajeno. A raíz del suicidio de su amigo Carlos Cagemas, entra en un período de tristeza que se refleja en su pintura, plasma personajes pensativos otros rostros borrosos, utilizó colores sombríos, Ese fue el inicio de una época conocida como: “Azul”. Llegó a Paris en 1907 una muestra de arte africano, Picasso la vio, se impresionó de la grotesca belleza de las esculturas negras de ahí nació “Señoritas de Avignon”, uno de los

El Gallo de >Picasso

62


Revista La Alcazaba

cuadros más polémicos. Cuando vino la guerra, se conoció la posición antifranquista de Picasso, que culminó con su famosísimo “Guernica”. Por 1958 pinta uno de los pocos cuadros en donde mezcla su ideología con el arte: Un sol rojo detrás de unos barrotes negros, como parte de una naturaleza muerta. En los últimos tiempos de su vida, se convirtió en ermitaño; rehuía todo trato social.

Su última exposición en vida fue en enero de 1973, en la Galería Louise Leiris de Paris. En la que se presentaron 156 grabados realizados entre 1970 y 1972, Picasso no asistió a la inauguración por encontrarse indispuesto. El 18 de abril de ese mismo año muere. Dejó inconclusa la etapa de su pintura llamada “Verde”, Jaqueline la mujer que compartió el último tramo de la vida del pintor, como amiga, compañera, amante, se suicidó en 1987.

Paíl vestido de arlequin

63


Revista La Alcazaba

64


Revista La Alcazaba

La Familia de Saltimbanquis-1905-

Algunos dicen que tomó tal decisión porque jamás pudo sobreponerse a la muerte de su “monseñor como llamaba a Picasso. Las palabras de Picasso son contundentes: "A diferencia de la música, no hay niños prodigios en la pintura. Lo que la gente percibe como genio prematuro es el genio de la infancia. No desaparece gradualmente a medida que envejece. Es posible que ese niño se convierta en un verdadero pintor un día, quizás incluso un gran pintor. Pero tendría que empezar desde el principio. Por lo tanto, por lo que a mí respecta, yo no era un genio. Mis primeros dibujos nunca se han mostrado en una exposición de dibujos infantiles. Me faltaba la torpeza de un niño, su ingenuidad. He hecho dibujos académicos a la edad de siete años, con una precisión de la que me asusto'".

65


Revista La Alcazaba

“El hombre tiene que volver al hombre concebido en toda su grandeza, sin mutilaciones.” El arte abstracto no es más que pintura y drama. No hay arte abstracto, es necesario siempre comenzar por alguna cosa; se puede suprimir toda apariencia de realidad, no hay peligro porque la idea del objeto ha dejado huella imborrable; es lo que ha provocado al artista, ha excitado sus ideas y puesto en movimiento sus emociones. Ideas y emociones serán definitivamente prisioneras de su obra; hagan lo que hagan no podrán escapar del cuadro, formar parte integrante de él, aun cuando su presencia no será discernible. A 136 años de su nacimiento vive en el imaginario colectivo trasmitiendo lo que sintió y miró, de toda la luz del mundo que percibió.

El encuentro entre Zhang Daqian y Picass

66


Revista La Alcazaba

Pocasso y la cerรกmica

El vaso de absenta-1914-

67


Revista La Alcazaba

José Manuel Mójica Legarre

El anciano cerró con cuidado la sobada Biblia que tenía entre las manos y la depositó a su lado, con afectada suavidad, sobre el asiento rudimentario hecho de gruesas cañas de bambú que, tan apenas unas horas antes, él mismo había fabricado frente a la tumba de quien hasta hacía unos pocos días había sido su esposa. Desde que aquellos despistados predicadores evangélicos, cruelmente comidos por los jejenes, habían pasado por su casa dejándole ese libro como recuerdo, había adquirido la costumbre de leerlo a menudo. Le gustaba sobre todo repasar aquel pasaje del jardín del Edén y, en más de una ocasión, había soñado que él y su compañera eran los últimos seres humanos vivos sobre la tierra, en resumen, una especie de punto final a la sociedad moderna que cerraría el ciclo iniciado por Adán y Eva. Pero después de la reciente muerte de su esposa, el hermoso paisaje

68


Revista La Alcazaba

Plantas de Conuco

en que se asentaba su rancho, su conuco, que antes le parecía un jardín paradisíaco, para él se había convertido en un bosque tenebroso, umbrío, y aquellos pensamientos sobre el Paraíso, aquellas zarandajas que leía en la Biblia, habían pasado a un segundo plano para centrarse en otra obsesión. Después de algunas horas le había nacido en un rincón del cerebro el impulso de abandonar aquel paisaje que, desde el momento en que la última palada de tierra cayó sobre el cadáver de su mujer, había dejado de ser su hogar.

elevaban con parsimonia las volutas de humo acre en el fresco ambiente. La luz incierta del amanecer trataba con mucho esfuerzo de abrirse paso entre las espesas copas de los árboles, cuando el anciano entró en la choza que había sido testigo de más de cincuenta años de convivencia razonablemente feliz. Con movimientos pausados colocó en el interior del petate un saquete de harina de maíz, luego añadió café, azúcar y sal completando la exigua carga con algunas ropas, concluyó el parco equipaje con la mosquitera envuelta por una hamaca ligera, lo colgó del hombro, se tocó con un ajado sombrero de color indefinible y volvió a la tumba ante la que se descubrió

Tras una noche de insomnio inquieto el hombre fumaba a las puertas de la cabaña, ensimismado en sus pensamientos, mientras contemplaba cómo se

69


Revista La Alcazaba

respetuosamente para despedirse de aquella que fue su fiel compañera durante tantos años.

za que les brindara cierta comodidad y, sobre todo, que elevara a la categoría de hogar aquel remoto terreno.

Después de garabatear en el aire un signo de la cruz, a imitación de los dos palos cruzados que adornaban la pobre sepultura, se cubrió de nuevo con el sombrero y, tras dar algunos pasos vacilantes, se volvió para recoger la Biblia, que había quedado abandonada sobre el asiento de bambú, y la colocó en uno de los bolsillos de la ajada mochila.

Poco después de la construcción de la cabaña, el hombre tuvo un golpe de suerte al encontrar unos penetros de diamante mientras trabajaba en el conuco. Sin perder tiempo inició la marcha con intención de venderlos en Ikabarú. Volvió a los pocos días cargado de pollitos, galli-

Al poco de internarse en la pica de la selva, ya caminaba con la sorprendente habilidad de quien conoce la situación exacta de cada raíz traicionera, de cada matorral enano, sin esfuerzo aparente, con una extraña agilidad que no se correspondía con su avanzada edad. El anciano había llegado a esa intrincada parte de la selva amazónica cuando contaba escasamente veinte años, huyendo de las alevosas reclutas que el ejército venezolano perpetraba de vez en cuando. Al principio de su estancia en aquellos parajes vivió como los animales silvestres, cazando, sobreviviendo sin un lugar fijo en el que descansar sus huesos al atardecer. Una tarde cualquiera, hacía muchos años de eso, apareció ella junto a su hamaca, huyendo de un cacique yanomami que pretendía venderla a otra tribu, y, a los pocos días, dormían juntos. A partir de aquel día él se ocupó en quemar una extensión de terreno para hacer su conuco y, después de un viaje a un pueblo que distaba cinco días de marcha para ir en busca de algunas cosas que les eran indispensables, plantó yuca, plátanos y algunas otras cosas que les ayudaran a sostenerse sin demasiadas penurias. Más tarde vino la construcción de la cho-

India Yanomami

70


Revista La Alcazaba

Ikaburú

nas, semillas y arrastrando tras de sí a una pareja de chivos que, con el pasar del tiempo, hicieron el milagro de mantenerlos sin padecer hambre ni estrecheces; pero Dios no les había concedido hijos y, aquello, les dolió en el fondo del alma hasta que, echando mano de una resignación que a veces no terminaban de sentir sinceramente, pudieron asumir que deberían vivir en su sola compañía, lo que era como decir solos el resto, de su vida.

más se adentraba en la selva, comenzaba a ser desconocido. En realidad, pensó, habían tenido una buena vida y habían sido razonablemente felices. Nunca les había faltado comida que llevarse a la boca y la india sabía tejer con gran habilidad; de hecho, la última ropa ya confeccionada que había llegado a su poder, fue la que recibieron de manos de aquellos misioneros evangélicos que se habían perdido en su periplo adoctrinador a través de la selva.

Los recuerdos se amontonaban en la cabeza del anciano mientras caminaba sin darle la mínima tregua a su cerebro; parecían oscilar al compás de sus pasos y, a semejanza de una carga mal puesta, le dificultaban un camino que, conforme

Lo malo de no haber tenido hijos, pensó el viejo, era que la choza y el conuco se perderían para siempre por falta de cuidadores; en ese momento una especie de dolor sordo cruzó su pecho cuando se

71


Revista La Alcazaba

imaginó la cabaña en ruinas y el huerto invadido por la maleza. Sacudió la cabeza con gesto negativo para ahuyentar aquellos pensamientos funestos y siguió caminando internándose más en la tupida vegetación. Cuando el sol llegó a su cénit, preparó una pequeña hoguera y se hizo un café sin azúcar para engañar al hambre. El agradable olor de la infusión le trajo un montón de recuerdos haciéndole soñar despierto, con tal realismo que, entre la hojarasca, creyó distinguir la silueta de su compañera muerta haciéndole señas de que siguiera caminando en la dirección que indicaba su brazo extendido. El anciano conocía demasiado bien la capacidad mágica de la selva como para desatender aquella señal imperiosa que le hacía la sombra de su esposa difunta. Por eso, sin pensarlo mucho, apagó el fuego echando, con los pies, tierra encima de las brasas, apuró el café, cargó de nuevo el petate y comenzó a caminar en la dirección que había creído adivinar en el gesto de la inexistente sombra de su mujer muerta. La jornada se le hacía dura, pero trató de apurar sus fuerzas antes de acampar para el merecido reposo nocturno. Tumbado en la hamaca ligera, bien protegido por la tupida mosquitera, el anciano trató de dormir envuelto en la negrura cómplice de la noche recién nacida; pero sus esfuerzos se revelaron imposibles porque su arrugada piel, con los años, había terminado por adquirir el mismo olor de su compañera y, en el agitado duermevela, estiraba a veces inconscientemente un brazo esperando encontrar a su mujer en la punta de los dedos arrugados, sarmentosos. Cuando después de tantear a ciegas no la hallaba, se despertaba sobresaltado, comprobando que la humedad de sus mejillas no era a causa del rocío sino de unas lágrimas, salobres y amargas, que corrían por su rostro buscando descolgarse hacia el suelo salvaje de la selva; a su alrededor, en la jungla, la vida y la muerte jugaban su eterna partida. Cazadores y presas, asesinos y víctimas apostaban su vida en el juego de la supervivencia del más fuerte, ajenos al terrible do-

72

La mágica selva


Revista La Alcazaba

lor que anidaba en el alma del anciano; el amanecer le sorprendió tomando café sin que hubiera podido dormir. Tras acomodar su magro equipaje, se puso en marcha. A media mañana el hombre tuvo que vadear un arroyo y, ya en la otra orilla, pensó que lo mejor sería volver a su choza y morir, en soledad, pero en paz, olvidando aquel loco impulso de escapar hacia ninguna parte; sin embargo, una nueva aparición de su compañera bajo la protección de una ceiba, le insufló fuerzas para seguir caminando a pesar de que, frente a él, la sombra gigantesca de un tepuy auguraba un camino ascendente lleno de dificultades y fatiga. Las jornadas se iban sucediendo monótonas e insensibles. Un día se le acabó el café, al siguiente el azúcar y, más tarde, el anciano, se quedó sin provisiones; tenía la penosa impresión de que todo había terminado para él. Estaba perdiendo la noción del tiempo cuando encontró una pequeña oquedad bajo una piedra y, ahíto de fatiga, con el hambre royéndole las entrañas, se acostó justo cuando oscurecía; antes de dormirse pensó con la fría indiferencia de quien no tiene futuro, y es consciente de ello, que aquel era un lugar para morir tan bueno como otro cualquiera de la selva. A medianoche, abrió los ojos. Desde el fondo del hueco en el que estaba, le llegaba una extraña luminosidad, débil pero perceptible, cuyo origen se prometió descubrir al día siguiente. Cuando empezó a rayar el alba el anciano se puso a buscar en el fondo de la cueva y dio con una especie de pequeño túnel que parecía trepar por el vientre de la montaña. Decidió cargar con sus enseres apenas despuntaba el sol y, después de algunas horas de arduo esfuerzo, tras doblar un recodo del túnel, la luz del sol le deslumbró. Una vez que sus ojos se acostumbraron a la cegadora luminosidad y pudo ver bien el paisaje, cayó sentado: Ante él se desplegaba una pradera verde tapizada de césped, rodeada de tupidos árboles y dividida por un arroyo de aguas cristalinas; en el centro de la pradera crecía un árbol

73


Revista La Alcazaba

frondoso cargado de frutos multicolores parecidos a los higos y la temperatura era suave, como si el húmedo calorón que reinaba en la selva se hubiese quedado a la entrada del túnel. Su primer impulso fue beber agua del riachuelo. La frescura del líquido pareció vivificarle por un momento; pero a los pocos minutos el hambre le anudaba el estómago con una violencia que no había imaginado que pudiese existir. De pronto un cachicamo, criatura no demasiado frecuente por aquellos parajes, se puso a beber indolentemente al lado del anciano. Con un movimiento rápido, el hombre, hizo presa en el animal y, con un veloz tajo de su cuchillo, lo degolló; pero cuando metió el cachicamo dentro del agua del arroyo con intenciones de lavarlo y prepararlo para asar su carne, la herida del animal se cerró instantáneamente y el animal aprovechó el pasmo del hombre para huir sorprendiendo aún más al anciano.

Cachimamo

anciano, aparecía una extremidad recubierta de piel firme, con los músculos latiendo llenos de vida que proclamaban una fuerza y una vitalidad, tan sólo comparable a la que había tenido hacía cincuenta años. La sospecha que iba tomando fuerza en su mente asaltó al hombre metiéndole la inquietud en el cuerpo; cuando reunió el valor suficiente para asomarse al tranquilo espejo del remanso, lo hizo cuidadosamente, temeroso de que el agua le devolviera la imagen que temía

Aunque estaba completamente seguro de lo que había visto, en su interior, se negaba a creerlo. Pensó que, si era verdad lo que sus ojos habían percibido, él mismo podría herirse y la lesión se cerraría de inmediato cesando la hemorragia al contacto con el agua. Desenfundó el cuchillo y cuando expuso su antebrazo ante los ojos para herirlo, pudo apreciar que en lugar del pellejo arrugado y la carne fláccida que tenía el

74


Revista La Alcazaba

bién el cadáver de su compañera podría sufrir el mismo cambio. Como no tenía completa seguridad de que el efecto del agua fuese el mismo con un cadáver putrefacto, se emboscó, mató un capibara y lo dejó que se pudriera al sol, durante algunos días, alimentándose mientras tanto de los frutos del árbol que estaba en el centro de la pradera; durante ese tiempo observó que, cuantos más frutos del árbol comía, mejor iba conociendo el comportamiento de los animales. Un día, cuando el cadáver del capibara apestaba, lo arrastró hasta que logró meterlo por completo en el agua. No había transcurrido ni siquiera un minuto desde que había sumergido el cuerpo muerto en el arroyo cuando el animal saltaba fuera del agua y se ponía fuera del alcance del hombre. Con una sonrisa en los labios se dijo que no tenía tiempo que perder. Llenó su totuma con agua del arroyo, cargó algunos frutos del árbol en el petate y, sin más dilación, se puso en marcha hacia su choza.

ver. El rostro reflejado en el agua era el suyo, sí, pero con un lustro menos. La rala barba de color moreno había sustituido a la canosa que, hasta hacía muy poco tiempo, ornaba la cara del anciano. Poco a poco una idea se fue abriendo paso en su aturdido cerebro. Era muy posible que, sin quererlo, hubiese hallado la fuente de la eterna juventud; pero, pasado el primer momento de alegría, al contemplar la idea de una soledad eterna, pensó que la felicidad sólo sería completa si viviera su esposa. Claro que, si el cachicamo muerto había vuelto a la vida, tam-

Las renovadas piernas del hombre no parecían andar sino volar a ras del suelo selvático; a la experiencia acumulada en caminar sobre aquel terreno durante años, se le añadía ahora una fuerza, una agilidad y una agudeza de percepción que nunca antes había sentido. La distancia

75


Revista La Alcazaba

El hedor que salía por entre las toscas tablas de lo que hubiera querido ser un ataúd era realmente insoportable. Cuando el hombre puso al descubierto los restos de su compañera, los gusanos hervían alborotadamente sobre el cadáver. Entró en la choza, se hizo con dos mantas y, superando el asco que le producía manipular aquel cuerpo putrefacto, colocó el cadáver sobre ellas, hizo un hato y, con ayuda de unas cuerdas se lo ató a la cintura. Después de cargar cuidadosamente su petate en el hombro, tras beber un poco de agua y comer un fruto, se internó en la selva dejando tras de sí un reguero de gusanos que se descolgaban de las mantas. El hombre no quiso darse tregua en su camino porque tenía prisa y, sobre todo, ganas de comprobar que todo cuanto había supuesto era cierto. Las fieras de la selva, excitadas por el olor a carroña que pasaba al alcance de sus fauces, aullaban y, algunas de entre ellas, trataron de disputar su presa al hombre; pero la enorme fuerza que tenía en esos momentos, el conocimiento del comportamiento animal que había adquirido y

Karen Hargis. Mujer muerta

que lo separaba de la tumba de la que había sido su compañera parecía desaparecer bajo sus pies, devorada a una velocidad que él hubiera considerado inconcebible aún en la flor de su juventud. Cuando días después avistó la choza, se desprendió de su carga, buscó una herramienta a propósito para su tarea y se dispuso a cavar en la tumba de su compañera sin tardanza.

76


Revista La Alcazaba

El manantial de la resurrección

una astucia desconocida por él hasta entonces, le permitieron salir indemne de aquellos violentos ataques.

El anciano ya no era capaz de distinguir si lo que causaba el escozor en sus ojos era el sudor producido por el esfuerzo, el hedor que se desprendía del cadáver o las lágrimas dolorosas que vertía al ver tan lejana la meta de su ilusión. Durante horas luchó contra sí mismo, contra la fatiga y la tierra hasta que, por fin, llegó a la pradera casi al caer de la tarde. Con un último esfuerzo, arrastró la carga, irresistible ya en esos momentos, logró sumergir el cadáver en las aguas al tiempo que él se lanzaba al arroyo.

Justo antes de llegar a las piedras que marcaban la entrada del túnel, el hombre se dio cuenta de que ni le quedaba agua para beber en la rústica totuma, ni tenía ya frutos para seguir alimentándose; momentáneamente abatido, decidió quedarse aquella noche bajo las piedras, velando los despojos de su compañera. Las primeras luces del amanecer iluminaron la arrugada piel del anciano que se encontraba totalmente agotado, sin rastro de aquella fuerza a la que ya se estaba acostumbrando. El arroyo quedaba a media jornada, tan cerca y tan lejos, que sintió una angustia sobrenatural ante el duro esfuerzo que tenía por delante. Apretando los dientes con determinación, llorando de rabia, comenzó la colosal tarea de arrastrar a través del túnel las mantas con su macabra carga.

Cuando los gusanos desaparecieron arrastrados por la fuerte corriente, ante los ojos del anciano, el cadáver, fue tomando color, se creaba tejido sobre las partes descarnadas de los huesos y, al cabo de unos minutos, su compañera, con treinta años de edad, salía viva del agua. No hicieron falta palabras para transmitirse la felicidad que les producía aquel reencuentro; tras una noche eterna

77


Revista La Alcazaba

de intenso contacto corporal entre dos seres jóvenes y muy enamorados, después de un sueño reparador, el tibio sol iluminó dos cuerpos perfectos tendidos sobre la hierba. Los días comenzaron a pasar iguales, dulces, con la suave placidez de lo hermoso. A cada amanecer que nacía bajo un sol cada vez más agradable, crecía el conocimiento que ambos tenían sobre el comportamiento de los animales y, como la pareja se alimentaba siempre de los frutos del árbol, las fieras comenzaron a llegar a las orillas del arroyo sin ningún temor. Al cabo de algún tiempo, tomaron consciencia de que podían entender lo que éstos expresaban y que ellos, de alguna manera, también podían entenderles.

El E$dén

El hombre era íntimamente feliz en aquel ambiente porque se estaban cumpliendo sus sueños más deseados, más íntimos: Ya estaban viviendo los dos en el jardín del Edén, ya se cerraba el ciclo en el que ellos eran los últimos seres humanos eternos e inmortales, el último Adán, junto a la última Eva, para marcar un nuevo comienzo de la humanidad en el que no habría reclutas del ejército venezolano, ni caciques “coño’e madres” que vendieran indias vírgenes a otras tribus.

Poco a poco, casi sin que lo notaran, la vida en aquel magnífico paisaje se fue haciendo muelle. La mujer pasaba la mayor parte del tiempo paseando, haciendo el amor con el hombre o comunicándose con los animales que llegaban al arroyo. Éste, por su parte, además de compartir el día con su compañera, lo ocupaba en tejer cuerdas, tallar madera y pasar largo tiempo leyendo su sobada Biblia.

78


Revista La Alcazaba

La remuerte de una mujer

Un día en el que el hombre, exudando felicidad por todos sus poros, venía de leer los primeros capítulos del Génesis a la sombra del árbol, pudo ver a su pareja charlar animadamente con una descomunal anaconda que permanecía enrollada a los pies de la mujer; ambos parecían muy divertidos mientras la serpiente parecía señalar con su lengua bífida en dirección a un árbol de cuyos frutos todavía no habían comido.

fruto se pudiera imaginar. De repente, en el cerebro del hombre, se materializó la imagen bíblica de Eva y la serpiente. Sin mediar palabra, agarró a su compañera y, con ayuda de una cuerda, la ató al tronco de un árbol a pesar de sus protestas. Durante días, soportó impasible la agonía de la mujer hasta que, una mañana, en el lugar que ocupaba su compañera en el árbol, amaneció una masa informe llena de gusanos. Con lágrimas en los ojos, el hombre, abandonó la pradera por el túnel, sin haber cogido agua del arroyo, con rumbo a una muerte segura; pero el camino hacia su final le sería mucho más leve acompañado por el convencimiento de que, por su culpa, no nacería de nuevo una humanidad condenada a morir asfixiada en sus propios errores.

Cuando el hombre se fijó bien en aquel árbol, se dio cuenta de que, en las mismas ramas, crecían mezcladas manzanas, piñas, naranjas, guayabas y cuanto

79


Revista La Alcazaba

Enrique Gracia Trinidad

El insulto deshonra a quien lo infiere, No a quien lo recibe. DiĂłgenes de SĂ­nope

80


Revista La Alcazaba

En esta España de nuestros quebrantos hacemos muchas cosas bien, qué duda cabe, pero cuando nos ponemos a hacerlas mal somos los cabeza de lista y nos subimos al podio en cuanto los otros países se despistan un poco. No voy a hablar de los problemas tradicionales, la educación camaleónica, la cultura desprotegida, la investigación exiliada, la industria a trancas y barrancas, la corrupción en vena. No, de eso ya se habla mucho. Hoy voy a hablar de los insultos. Veréis, últimamente, hasta en esto de los insultos nos hemos puesto a hacer las cosas mal y hemos perdido gran parte de nuestra riqueza nacional. Tal vez se deba a la falta de vocabulario de gran parte del personal, otro mal endémico en nuestra tierra que se empeña en darme la razón cuando afirmé hace tiempo

81


Revista La Alcazaba

que somos un país lleno de cultura pero repleto de incultos. Es sintomático de la pobreza idiomática que sufrimos que hasta los insultos se estén perdiendo. Cada vez se reduce más este campo otrora tan diverso. Ahora los hay sonoros y explosivos, pero repetidos hasta el aburrimiento. Se lleva la palma gilipollas, aunque cabrón, puta e hijo de puta le van a la zaga. Idiota, imbécil y tonto han disminuido su uso; alguna vez se escucha bocazas o chulo o gilipuertas —que es como gilipollas pero dicho en un colegio de pago— y cerdo o guarro, burro o asno, que ya me diréis qué culpa tienen los pobres animales para que los comparen con nosotros. Pero hay cantidad de insultos sonoros, con tronío, incluso con enjundia literaria que se están perdiendo y rara vez se utilizan —sigo hablando de insultos, no de expresiones groseras o frases

82


Revista La Alcazaba

descalificadoras—. Veamos algunos ejemplos, casi todos referidos a la poca inteligencia, simpleza o necedad: Mequetrefe o mostrenco, sonoras donde las haya; soplagaitas, de aire tan castizo, mameluco, que siempre nos recuerda aquellos soldados egipcios; gilí, sin añadidos es más clásico; papanatas y sus hermanastros zampatortas, mamacallos, cagalindes o pelagatos, de tan sonoras etimologías; sansirolé, que nos trae a la lengua el sancirolé (por San Cirilo); majadero, con ese regusto a oficios de mortero o yunque; fantoche, pazguato, estólido, sandio, piojoso, ceporro... y los tan explosivos mastuerzo o mentecato.

payasos son gente extraordinaria y usarlos como insulto una bajeza moral. También han caído muy en desuso fantoche, pendón, bujarrón, berzotas, pelma, abanto, pazguato, merluzo, cenutrio y otras muchas. Hay algunos de moderna factura y origen compuesto que tienen su momento y que tal vez duren como pagafantas, bocachancla o tocapelotas, pero se han perdido casi por completo sus hermanastros culopollo, cuerpoescombro, tuercebotas o zampabollos. En fin, que es una pena que el idioma se pierda. Menos mal que en la América hispanoparlante tienen también una montonera de palabras arrojadizas; ojalá no las pierdan. No seguiré, no quisiera resultar un plomo y ya hay suficientes palabrejas para que nadie venga a llamarme gandul.

Hay otras con diferente motivo, como cochino, que también es cerdo, pero casi ha perdido el significado real; asqueroso, que más que insulto suele ser definición; payaso, que es de las que duele porque los

83


Revista La Alcazaba

Washington Daniel Gorosito PĂŠrez

84


Revista La Alcazaba

Los Premis Príncipe de Asturas .Su principal actividad es la concesión anual de los Premios Príncipe de Asturias, que se realiza desde desde 1981, para distinguir la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada por personas, equipos de trabajo o instituciones en el ámbito internacional. En este edición serán distinguidos: Rafael Moneo, Premio Príncipe de Asturias de las Artes; Martha Nussbaum, Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales; Shigeru Miyamoto, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades; Gregory Winter y Richard A. Lerner, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica; Philip Roth, Premio Príncipe de Asturias de las Letras (Lo recogió el Embajador de Estados Unidos en España) Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional; Iker Casillas y Xavi Hernández, Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, y Federación Española de Bancos de Alimentos, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

El escritor estadounidense Philip Roth falleció a los 85 años en la ciudad de Nueva York; quien fuera una de las figuras claves de la literatura contemporánea de la Unión Americana. En su trayectoria encontramos 30 obras, en las que retrató algunas de las ansiedades y problemas de su país, así como la identidad judía en Estados Unidos, comunidad a la que pertenecía. Lo suyo era la novela, aunque también escribió cuentos y ensayos. Una de sus amigas, Judith Thurman dijo de Roth: “era una persona increíblemente generosa. Siempre muy exigente, respetuoso y muy respetado por muchos autores jóvenes y muchos de sus contemporáneos. Era, en mi opinión, un gran escritor y un gran hombre, y su pérdida es incalculable”.

85


Revista La Alcazaba

Sin lugar a dudas, como lo dice su amiga fue un gran escritor y multipremiado. Obtuvo entre otros galardones el Premio Pulitzer y fue candidato al Nobel de Literatura; también recibió el Premio Nacional de Libros el Man Booker International y el Príncipe de Asturias de las Letras. Pastoral Americana en 1997 fue la novela que le dio el Pulitzer, y que el año 2016 fue llevada al cine, siendo Ewan Mc Gregor y Jennifer Connelly los actores principales. La obra pertenece a la serie de Nathan Zuckerman, aunque en este caso el escritor cuenta la historia de un amigo, Seymour “el Sueco”. Levov, un empresario y ciudadano que lleva una vida modelo, la que se viene abajo cuando su hija se mete en un grupo terrorista, en la agitada década de los 60 del siglo pasado como escenario. Recordemos que Nathan Zuckerman es su personaje más celebre que debutó en la obra, “La visita al maestro”, de 1979. Zuckerman será revisitado a lo largo de su recorrido literario, conformó una especia de alter- ego con el autor, o alter- brain, diría el propio Philip Roth. En la “Visita al maestro”, Zuckerman se encuentra con una mujer que dice ser Ana Frank, con la que comenzará un sesudo análisis sobre la identidad judía y estadounidense posterior a la Segunda Guerra Mundial. El Comité Pulitzer cuando le otorgó el premio por “Pastoral Americana” en 1979, dijo: “Desde el comienzo de su larga y famosa carrera, la ficción de Philip Roth ha explorado la necesidad humana de demoler, desafiar, oponerse, separarse”.

86


Revista La Alcazaba

En el

2010 publicó “Némesis”; dos años después anunciaría que sería su última novela, decisión que tomó posterior a volver a leer todas sus obras. Sus palabras fueron: “Decidí que he terminado con la ficción”, dijo con voz entrecortada. “No quiero leer más, escribir más y ya no quiero hablar más del tema. Ya no siento esa dedicación para escribir que había experimentado toda mi vida”. En su retiro se dedicó a leer, nadar y reunirse con amigos. Su obra más controvertida fue “El lamento de Portnoy”, la que le daría en 1959 el Premio Nacional del Libro; creando una gran sensación debido a su descripción explícita de la sexualidad de un joven, sus relaciones con mujeres no judías y su masturbación para liberarse de una estricta madre y educación judía. Casi medio siglo después, escribió un ensayo para The New York Times, en el que realiza una descripción de sus impresiones después de volver a leerla. “Luego de leer “El lamento de Portnoy”, 45 años después, estoy impresionado y satisfecho: impresionado de haber sido tan imprudente, contento de haber sido tan imprudente”, escribió. “Ciertamente, mientras escribía, no entendí que no me libraría de este paciente psicoanalítico al que llamé Alexander Portnoy. De hecho, estaba a punto de cambiar mi identidad por la suya”. En su ensayo Roth describió al protagonista como un “hombre poseído por sensaciones peligrosas, opiniones desagradables, agravios salvajes, sentimientos siniestros y… acosado por la implacable presencia de la lujuria”.

87


Revista La Alcazaba

En el 2012 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Roth dijo que recibir este premio fue “muy conmovedor” por haber sido un galardón que su amigo el mexicano Carlos Fuentes recibió 18 años atrás. “Quisiera que estuviese vivo para que pudiera oír su voz melodiosa al otro lado del teléfono dándome la felicitación con su cortesía habitual”, lo que estampó en la página oficial de la Fundación Príncipe de Asturias. El dictamen del jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Letras explicaba que: “Por la calidad literaria de su obra que se muestra en una escritura fluida e incisiva, en la que aparecen personajes, hechos y tramas que conforman una compleja visión de la realidad contemporánea que se debate entre la razón y los sentimientos, como el signo de los tiempos y el desasosiego del presente”. Para el principal traductor de Roth al español, el escritor, crítico literario y catedrático Ramón Buenaventura, el escritor estadouni-

88


Revista La Alcazaba

dense es uno de los hombres con mayor sensibilidad lingüística que ha conocido. “Su estilo está marcado por la eficacia de la comunicación, una capacidad tremenda para elegir las palabras más convenientes y colocarlas en el sitio más pertinente. Es un gran escritor, un maestro de la pluma y, sin duda, uno de los grandes escritores del siglo XX”. En su última entrevista concedida en enero de este año a The New York Times, el escritor expuso: “Todos los talentos tienen sus límites: su naturaleza, su alcance, su fuerza; y también su final, un periodo, su ciclo de vida”. Su último pensamiento externado en la entrevista fue: “Al irme a la cama por la noche, sonrío y pienso: “he vivido un día más”, y otra vez es sorprendente despertar y ver que es la mañana del día siguiente y que sigo estando aquí. “Sobreviví otra noche”, lo cual me hace sonreír una vez más”.

89


Revista La Alcazaba

Isabel Rezmo

90


Revista La Alcazaba

CLAVES EN LA POESÍA SAN JUANISTA Hablar de San Juan de la Cruz es hablar de uno de los mejores poetas de lengua española y universal de todos los tiempos. Su influencia ha sido muy importante en diferentes doctrinas y teorías del mundo. La espiritualidad que emana de sus escritos ha sido objeto de estudio y de consideración, y no es raro que salga una nueva tesis o ensayo, o trabajo que pueda tocar algún aspecto de su obra. Pero San Juan de la Cruz es ante todo poeta. Su poesía está enriquecida por la confluencia de tres influjos: por un lado, el bíblico del Cantar de los Cantares, y, por otro, la tradición de la poesía culta italianizante y la tradición de la poesía popular y de cancioneros del Renacimiento español. El influjo de la Biblia es fundamental en su poesía, en tanto actúa como molde y catalizador del resto de lecturas que conforman el bagaje cultural de San Juan de la Cruz. Combinando la antigua simbología del Cantar de los cantares con las fórmulas propias del petrarquismo, produjo una rica literatura mística, que hunde sus raíces en la teología tomista y en los místicos medievales alemanes y flamencos. Su producción refleja una amplia formación religiosa, aunque deja traslucir el influjo del Cancionero tradicional del siglo XVI, sobre todo en el uso del amor profano (las figuras del amante y de la amada) para simbolizar y representar el sentimiento místico del amor divino. Úbeda, en los meses de noviembre y diciembre se viste de misticismo. Se organizan toda una seria de actividades, char-

91


Revista La Alcazaba

las, conferencias entorno a la figura de San Juan de la Cruz, de su presencia en estas tierras, por lo que es un gran aliciente para poder comprender a este gran representante de la mística. San Juan de la Cruz vive en uno de los periodos más ilustres para España, no solo en cuanto al poder político y económico del imperio español en esos momentos, sino además, porque en la literatura, también coincide con uno de los periodos más fecundos de la historia de España y de la literatura universal: EL SIGLO DE ORO. EL RENACIMIENTO Y EL SIGLO DE ORO Renacimiento significa resurgimiento de algo. En este caso significa un nuevo resurgir de la cultura grecolatina que se había olvidado tras la caída del imperio romano. Este movimiento social, artístico y literario surgió en Italia pero se extendió por toda Europa. A esta época se le ha llamado Siglo de Oro; pero parece más apropiado el nombre de Edad de Oro ya que ocupa casi dos siglos: el XVI y el XVII. El Renacimiento supuso un importante cambio social y cultural respecto a la Edad Media. Durante el reinado del emperador Carlos V que comenzó en 1517, llega a España la influencia italiana a través de escritores españoles que habían vivido en la corte napolitana, atraídos por su fama y esplendor. Aportaron a la lírica española nuevos versos y estrofas: soneto, lira, silva, terceto. El poeta renacentista se preocupa por encontrar nuevas formas para expresar la belleza, y por renovar los temas de sus obras. El poeta desea crear un mundo de belleza mediante un estilo sencillo.

92


Revista La Alcazaba

Los temas más frecuente son: El amor. Se idealiza a la mujer de tal modo que llega a considerarse como un reflejo de la belleza divina. Este amor idealizado se conoce con el nombre de amor platónico. La naturaleza. Se concibe como un símbolo de la perfección divina. Se describe como un remanso de paz, sosiego y armonía donde se desarrolla la acción amorosa. La mitología. Se utilizan los mitos y leyendas de los dioses grecolatinos como fuente de inspiración poética; sirviendo a la vez para dar belleza a la obra desconocidas hasta entonces. Destacamos a Garcilaso de la Vega: SONETO I Cuando me paro a contemplar mi estado y a ver los pasos por dó me ha traído, hallo, según por do anduve perdido, que a mayor mal pudiera haber llegado; mas cuando del camino estoy olvidado, a tanto mal no sé por dó he venido: sé que me acabo, y mas he yo sentido ver acabar conmigo mi cuidado. Yo acabaré, que me entregué sin arte a quien sabrá perderme y acabarme, si quisiere, y aun sabrá querello: que pues mi voluntad puede matarme, la suya, que no es tanto de mi parte, pudiendo, ¿qué hará sino hacello?

93


Revista La Alcazaba

LA LÍRICA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI La lírica de esta época coincide con el reinado de Felipe II y refleja las preocupaciones religiosas generadas por la reforma protestante. Aparece entonces la literatura llamada ascética y mística. Ascética: Describe las actividades que debe realizar la mente humana para llegar a ser perfecto y salvarse. Mística: Después de la etapa ascética, Dios concede a algunas almas el don del amor en su más alto grado. Se da la unión con Dios y se alcanza la perfección. Utilización de un lenguaje sencillo, sin demasiados adornos literarios; pero de forma muy cuidada. Los temas son religiosos, morales y filosóficos.

94


Revista La Alcazaba

La mitología sirve de base para poner ejemplos sobre algún tema religioso, moral o teológico. Destacamos a Fray Luis de León: AGORA CON LA AURORA Agora con la aurora se levanta mi Luz; agora coge en rico nudo el hermoso cabello; agora el crudo pecho ciñe con oro, y la garganta; agora vuelta al cielo, pura y santa, las manos y ojos bellos alza, y pudo dolerse agora de mi mal agudo; agora incomparable tañe y canta. Ansí digo y, del dulce error llevado, presente ante mis ojos la imagino, y lleno de humildad y amor la adoro; mas luego vuelve en sí el engañado ánimo, y conociendo el desatino, la rienda suelta largamente al lloro LA POESÍA EN SAN JUAN DE LA CRUZ San Juan de la Cruz explota un sentir religioso que vuelva al origen, al contacto con el Creador en una actitud humilde pero a la vez resplandeciente. Su mística es una mística del estaxis, del amor a lo creado, de acercar al hombre a la divinidad sin olvidar su condición de humano, un humanismo existencialista, volcado en el hombre que llega a Dios a través del éxtasis y de un estado perfecto de armonioso encuentro para él y por él.

95


Revista La Alcazaba

ENTRÉME DONDE NO SUPE Los versos que siguen han sido escritos después de un éxtasis. Su fecha y lugar de composición son inciertos. Aunque no teniendo el lirismo de los grandes poemas de la Noche, delCántico y de la Llama, y pocas imágenes, desarrolla un tema caro a Juan de la Cruz: el de la superación, en la experiencia mística, de toda ciencia y saber humanos. Eso, para dar lugar aun conocimiento supremo y a un "sentir sublime" de la divinidad. Entréme donde no supe, y quedéme no sabiendo, toda sciencia trascendiendo. 1. Yo no supe dónde entraba, pero cuando allí me vi, sin saber dónde me estaba,

grandes cosas entendí. no diré lo que sentí, que me quedé no sabiendo, toda sciencia trascendiendo. 2. De paz y de piedad era la sciencia perfecta, en profunda soledad, entendida vía recta ; era cosa tan secreta, que me quedé balbuciendo, toda sciencia trascendiendo

96


Revista La Alcazaba

Sobriedad, elegancia, reestructuración y detalles sin adornos sobrios y pobres....el alma tiene que encontrarse con Dios en un estado de desapego, de oclusión, de austeridad..: “Cuando hablamos de unión del alma con Dios, no hablamos de esta unión sustancial que siempre está hecha, sino de la unión y transformación por amor del alma con Dios, que no está siempre hecha, sino sólo cuando viene a haber semejanza de amor. Y por tanto, esta se llamará unión de semejanza... la cual es cuando las dos voluntades, conviene a saber, la del alma y la de Dios, están en uno conformes, no habiendo en la una cosa que repugne ala otra. Renacer en el Espíritu Santo en esta vida es tener un alma semejante a Dios en pureza, sin tener en sí alguna mezcla de imperfección; y así se puede hacer pura transformación por participación de unión, aunque no esencialmente” Subida al Monte Carmelo- San Juan de la Cruz El poeta intenta explicar (ya que él sabe perfectamente que es imposible reflejar en un escrito todo su sentimiento místico) cómo se manifiesta el amor de Dios en él, cómo lo siente en su pecho y suspira con anhelo por el momento en que su amor pueda consumarse:

97


Revista La Alcazaba

¡ Oh llama de amor viva, que tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro ! Pues ya no eres esquiva, acaba ya, si quieres ; rompe la tela de este dulce encuentro. 2 ¡ Oh cauterio suave !

¡ Oh regalada llaga ! ¡ Oh mano blanda ! ¡ Oh toque delicado ! Que a vida eterna sabe y toda deuda paga ; matando, muerte en vida la has trocado. 3 ! Oh lámparas de fuego, en cuyos resplandores las profundas cavernas del sentido, que estaba oscuro y ciego, con estraños primores calor y luz dan junto a su querido ! 4 ! Cuán manso y amoroso recuerdas en mi seno donde secretamente solo moras, y en tu aspirar sabroso de bien y gloria lleno cuán delicadamente me enamoras!

98


Revista La Alcazaba

LA MADRUGADA DEL 13 AL 14 DE DICIEMBRE La noche del 13 al 14 de diciembre del 1591, cuando las campanas de la SacraCapilla del Salvador de Úbeda daban las doce, Un fraile salió de la celda en la que se encontraba fray Juan de la Cruz, para tocar a maitines. Al oír las primeras campanadas el fraile enfermo preguntó: “¿A qué tañen?”. Tras escuchar la respuesta, exclamó: “Gloria a Dios, que al Cielo los iré a decir”. Acto seguido, puso sus débiles labios en un crucifijo que sostenía entre sus manos y musitó: “Señor, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Inclinó su cabeza y al momento expiró. Su frágil cuerpo repleto de llagas, maloliente, comienza en ese momento a despedir un olor a rosas. El santo ha cruzado su noche más larga, su noche más oscura, un camino que avanza por la puerta estrecha y le conduce al encuentro con Dios, el cenit sublime hacia los brazos del Amado como él escribió...Su alma se ha purificado de las miserias humanas, de las tinieblas más profundas se ha desnudado de todo vestigio humano, de dolor, sufrimiento, soledad y abandono para caminar hacia la luz que irradia morir en Cristo, sufrir por Cristo y llegar a Cristo…

99


Revista La Alcazaba

LA NOCHE OSCURA. La noche oscura Canciones del alma que se goza de haber llegado al alto estado de la perfección, que es la unión con Dios, por el camino de la negación espiritual. En una noche oscura, con ansias en amores inflamada,

(¡oh dichosa ventura!) salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada. 5 A oscuras y segura, por la secreta escala disfrazada, (¡oh dichosa ventura!) a oscuras y en celada, estando ya mi casa sosegada. 10 En la noche dichosa, en secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz ni guía sino la que en el corazón ardía. 15 Aquésta me guïaba más cierta que la luz del mediodía, adonde me esperaba quien yo bien me sabía, en parte donde nadie parecía. 20 ¡Oh noche que me guiaste!, ¡oh noche amable más que el alborada!, ¡oh noche que juntaste amado con amada, amada en el amado transformada! 25

100


Revista La Alcazaba

No podemos imaginar cómo fue ese día a día puesto que San Juan de la Cruz le sobrevino la muerte. Podemos en cambio desglosar su biografía, entender la época que le toco vivir para entender su propia visión del hombre y de Dios. Su vida está marcada por la reforma del Carmelo y una necesidad forzada casi, diría obsesiva, por encontrar el amor de su Amado (Dios) de llegar a esa plenitud en la unión con Cristo y con El.

Dibujos de Luis Caballero Olguin

101


Revista La Alcazaba

Poesía Daniel Cubas Romero (PERÚ)

Como un tremedal de huella palmar roto /donde descansan sombras de quienes fueron hombres y restañaban sus voces en el aire. De palabras suplicantes redentores / se dejan escuchar en la hoyada lejana de mi pueblo, donde viven las cruces, Donde han quedado bostezando los padrenuestro /Todas las noches de plenilunio y los gallos no cantan la madrugada siguiente. Como un tremedal luego de la borrasca de un día feriado han venido a rezarme / han venido a sacudir unas lágrimas secas cambiar el agua estancada de mis flores / entre errabunda va mi llanto sin saber quién me limpia la lápida borroneada de mi nombre. Veo que inclina su pena / y yo sin saber quién es entre todos sus rezos me ha llamado Amor. Y noto que exhala un aroma de pétalos arrancados de margarita y entre la bruma del horizonte / ella ha encontrado una de mis huellas y enterada recién, que salí de este mundo / un martes cualquiera entre el silbido de un ave que busca su nido y una frase olvidada para concluir el poema / que pintaría con el color que me tocó vestir en esta vida florida en medio de arenas.

102


Revista La Alcazaba

Irma Verolín LAS PATAS DE LA MESA Mi abuela observa a sus pequeños hijos, no quiere que crezcan no quiere verlos de pantalones largos

y bigotes finos. Si crecen se volverán hombres y ya se sabe: los hombres le hacen mal al mundo, lo forjan con sangre. Para que sus hijos no cambien de tamaño mi abuela los sujeta desde los tobillos a las patas de la mesa. El tiempo correteó rápido entre nosotros. Y aquí estamos, somos una familia con gente de baja estatura que se sienta a comer en mesas de una medida descomunal.

103

(Argentina)


Revista La Alcazaba

Silvino Gerardo Becerra Gamboa (Venezuela) Ausencia 3. *** (1) Por ti solloza mi alma cual campana que redobla bien fuerte a la distancia, porque fragua el viento en la sabana, ese volcán que deja su fragancia . Testigos son las nubes pasajeras que desde su carruaje oyen mi llanto, ellas serán las ninfas mensajeras que te lleven las notas de mi canto. El viento las arrastra en fiel cortejo, que no te halla perdiéndose a lo lejos, quedándose arropado de tristeza.

Sumiendo tanta escoria en un ahogo al irse el petulante amor que abrogo malvado, con que el alma se embelesa. (2) Presto vuela la nube pasajera movida por el viento alborozado pues tu regreso anuncia la agorera liando este corazón desesperado. Al venirse las nimbas blanquecinas traen de vuelta lúcida sonrisa y al sol radiante esbelto que iluminas bajando la erupción ya más sumisa . Van las nimbos y el viento en su tropel y el efluvio tornase en oropel al regresar la reina de mis cuitas. Las nubes comadronas van contentas pues ya tu barriguita ahí revientas, la luz que traerá las mañanitas.

104

.


Revista La Alcazaba

José Guterres Guterres (Brasil) Belo És o sol, que nasce radiante Com um brilho sem igual És a cotovia, és o pardal Que cantam a melodia És a noite de luar A coruja que te espia És a cobra que rasteja A madrugada sinfonia Belo mais belo não há Num raiar do sol nascer Para a tardinha no mar ires morrer Os rios nascem Correm e morrem Na tua imensidão sem igual Os campos de flores São seres, no mundo natural Num mundo existencial Belo é seres paradoxal Belo é víveres e morrer Num mundo espiritual Belo!

105


Revista La Alcazaba

Irma Verolin

| Viene la lluvia y cae, a los baldazos limpios, sobre ropas tendidas en las terrazas. Vidrios, fachadas, calles de esta ciudad relucen y las antenas de televisiĂłn parecen esqueletos de pescado que flotan en un mar en retroceso. Brillan las trompas de los automĂłviles y las cĂşspides de los paraguas negros. Mientras tanto la lluvia vuelve oscuro el empedrado y opaca el aire. Crece un solo color, que desde el centro, avanza hacia los bordes

106


Revista La Alcazaba

una y otra vez. Es un gris de huesos de muertos, que ya hace mucho han muerto. En las macetitas del balcón de abajo unos cuantos helechos raquíticos se dejan estremecer, hasta quebrarse. Muy alertas, bajo la sombra de la lluvia, las amas de casa miran cómo sus sábanas colgadas lanzan lengüetazos, miran cómo las gotas salpican, arañan, se resbalan por los vidrios empeñados. Yo me dejo encandilar por las grandes flores de sus batones de entrecasa que se agigantan y se agigantan. Ahora la lluvia es un rumor: conversa de bueyes perdidos. Cualquiera puede escucharla: “ Vea usted quién iba a decirnos, se nos inundará la calle ¿ha visto? Nos quedaremos sin teléfono y, lo que es peor, se suspenderán las clases, se cerra-

107


Revista La Alcazaba

rán los bancos y nos cobrarán por adelantado los impuestos.” Yo escucho, estoy aquí, miro desde este lado una película muda que ha sido pasada en demasiados cines. Allá lejos, millones de remolinos balbucean o estallan. Se apaga, se apaga, se apaga el rojo de los techos del hospital. Y otros colores aún más apagados se prolongan hacia el espejo negro. Quisiera creer que esta lluvia ha venido sólo para rebotar en los techos del hospital. Llueve escandalosamente. Se asustan en las terrazas las amas de casa con sus batones floreados, mueven los brazos acuciantes, para agarrar sus sábanas, sus trapos, sus pedazos de tela, que echan lengüetazos y lengüetazos cada vez más pesados. Qué lluvia esta. El vidrio apenas me separa de ella, apenas divide lo que hay que dividir. Yo podría, si quisiera, tocar los esqueletos de pescado, grises, húmedos y también el fondo del espejo

108


Revista La Alcazaba

negro. Sobre mi cabeza un sinfín de mujeres va y viene. Taconean, las oigo deslizarse por las terrazas chapotear, resbalarse. Pero son ellas las que oyen cómo raspa, cómo se quiebra el aire y se resquebraja en finísimas hendiduras; debieron intuirlo antes de que sucediera cuando lavaban algún pocillo en la cocina, cuando ojeaban el “Para Ti” o se emocionaban con la tele. De pronto, en un gesto de arrojo, se vieron obligadas a subir las escaleras para rescatar de la intemperie sus trapos, sus sábanas, sus pedazos de tela lengüeteantes, amenazadores. ¿Son ellas mismas las que bajan ahora las escaleras? ¿Es de ellas el rumor? ¿Cuál rumor? ¿Cuál? “Hay que cerrar bien las ventanas, la puerta cancel y mire qué desbarajuste que hay afuera, mire qué es-

109


Revista La Alcazaba

candalete, quién lo hubiera esperado ¿no?” Voy hacia el vidrio que enseguida se empaña un poco más con mi respiración. Todo se parece a una película del treinta. “Señora no se olvide de guardar la jaula del canario. Habría que poner palanganas en el centro del patio. Se inundarán las calles, seguro. ¡Esta maldita lluvia!” Acerco mi mano al vidrio. Veo que el agua abre grietas más anchas en el aire compacto. Hace un instante los colores estallaron detrás del espejo negro. Los techos del hospital son sólo sombras de un rojo. “Vea señora cómo borbotean las alcantarillas”. Pilotos, caparazones, sombreros de goma, brazos y piernas que se arriman al eje de cada cuerpo, manos que buscan sus propios hombros. Todo se estira hacia el aire vertical, todo se adelgaza. Las palabras aumentan la delgadez, se estiran hasta que se desbordan. Sin embargo las grietas en el aire cavan túneles muy anchos. Extiendo mi mano; sí, allá voy con mi mano que traspasa el vidrio, que roza los techos del hospital y señala, en el fondo de todo, una habitación pequeña donde yo estoy naciendo. Poco falta para que entre en el mundo mientras sigue llo-

110


Revista La Alcazaba

viendo y el agua borbotea en las alcantarillas, mientras mi madre lanza gemidos que asustan a las enfermeras, al director del hospital, a medio país. Oigo gritos, rezongos, palabras pronunciadas por la mitad, frases mutiladas. Oigo un sonido de ruedas frágiles: la camilla avanza por un pasillo largo. Es liviana y va ligera por el pasillo, pero antes, lo sé muy bien, hubo un cuerpo sobre ella. Fue el cuerpo de una mujer a la que tal vez le dieron el alta. O de un hombre que está convaleciente en su habitación. O de alguien que ha muerto. Las rueditas llegan al final del pasillo y un viejo, íntegramente vestido de blanco, abre la puerta de un cuartucho para descansar de los gemidos de los enfermos o comer galletitas o manotear en la oscuridad. Y sigue lloviendo. Esta gastada película del treinta muestra un panorama que borra las desigualdades. Aunque eso no importa: mi madre y yo estamos metidas en un asunto muy serio. Ella va a darme a luz y sabe que en las terrazas las mujeres de batón floreado se enfrentan con un ir y venir de telas mojadas, un golpeteo contra

111


Revista La Alcazaba

el aire compacto que terminará agrietándolo, sabe que los techos del hospital alguna vez fueron rojos, sabe de los esqueletos de pescado, sabe de las alcantarillas, de las figuras adelgazadas, sabe. Quizá por eso se lleva de repente las manos a los oídos. Mamá no quiere oír el modo en que la lluvia cae sobre el césped. La tierra mastica lluvia y deja suelto un sonido crocante. Entonces yo nazco. Ahora roza el borde de las terrazas un pesado ondular, no son sábanas mojadas, son los lengüetazos de un dragón que en cualquier momento se transformará en princesa. Las mujeres de batón floreado están allí para domesticarlos, han subido primero las escaleras con decisión, han puesto un pie bajo la lluvia, pero los esqueletos de pescado las apabullan y salen corriendo detrás y alrededor las lenguas del dragón las persiguen. Oigo el correr de la lluvia, el de las mujeres, el respirar de mi madre que duerme con las piernas abiertas y el vientre desinflado y sólo Dios sabe qué sueños tiene. Mi llanto no la despierta, ni la lluvia, esta dichosa película muda, viejísima, que ha sido pasada en demasiados cines, ni las rueditas que solas comienzan a andar otra vez por el pasillo. ¿Mamá? ¿mamá? He nacido. Veo rodar una camilla sobre ruedas de lata por las grietas del aire y a los batones de las amas de casa disolverse y a las lenguas del dragón colgar de los espinazos de pescado mientras mi madre duerme un sueño largo, excesivamente largo. Me acerco un poco más al vidrio que no divide nada, que de nada me separa y pienso: “Son muy veloces los acontecimientos en las películas mudas”. Las lenguas del dragón quedan colgadas de los esqueletos pulidos por el viento, blanqueadas por la lluvia. Llueve, sí, llueve. Percibo el ir y venir de las mujeres en las terrazas, se resbalan, murmuran, discuten. Y sigue lloviendo. Desprendidos de las sogas, trapos, sábanas, telas, cuelgan de cualquier parte o quedan suspendidos en el aire como fantasmas.

112


Revista La Alcazaba

113


Una foto para unFotografía, fotógrafopintura

Revista La Alcazaba

Jesús Cañas, “El Fotero”

114


Revista La Alcazaba

115


Revista La Alcazaba

Dos pinturas para un pintor

116


Revista La Alcazaba

117


Revista La Alcazaba

A.P.U.

PASEOS POR LA HISTORIA DEL ARTE:

NATURALEZA

118


Revista La Alcazaba

La cueva El Soplao, descubierta a principios del siglo XX con motivo de la explotación de las minas de La Florida, está considerada una de las grandes maravillas de la geología, atesorando un auténtico paraíso de espeleotemas (excéntricas, estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas, perlas de las cavernas, dientes de perro, y muchas más maravillas naturales. La historia de la Cueva El Soplao está íntimamente ligada a la actividad minera que se desarrolló en la Sierra de Arnero, aprovechando las mineralizaciones de zinc y plomo de la zona. Desde mediados del siglo XIX, en que la reina Isabel II realizó la concesión de la explotación, hasta su conclusión a finales de 1978” "El soplao" es un término minero alusivo al aire que se percibe al calar una galería desde otra con menos oxigeno, de ahí el nombre de la cavidad. Fue descubierta por los mineros que, hacia 1908, perforaron la galería denominada "La Isidra".

119


Revista La Alcazaba

La cueva de El Soplao tiene 20 Km. De longitud

Además de su valor geológico, la cueva y su entorno albergan un excepcional patrimonio de arqueología industrial minera, con más de 30 km de galerías. Se trata de una cavidad única y es un deleite para todo visitante por su riqueza interior. La Cueva y Territorio Soplao se localizan en la zona occidental de Cantabria, en la Comarca Saja-Nansa, entre los municipios de Herrerías, Valdáliga y Rionansa, en lo alto de la Sierra de Arnero – Minas de La Florida, a una altitud de 540 m . Esta

120


Revista La Alcazaba

sierra se desarrolla de forma paralela a la costa, limitando al Este con el valle del río Bustriguado y al Oeste con el valle del río Nansa. Una recreación de un tren minero movido por cabestrantes nos traslada a través de una galería minera más actual hasta el interior de la cueva, conocida como La isidra. Posteriormente comienza la visita a través de un circuito de galerías y salas, donde la iluminación, los colores, los efectos sonoros y la atmósfera que se respira, hacen del recorrido una experiencia

121


Revista La Alcazaba

122


Revista La Alcazaba

123


Revista La Alcazaba

inolvidable. Una vez allí, se realiza un circuito a pie a través de las galerías y salas de La Gorda, Los Fantasmas, Mirador de Lacuerre, Centinelas y Ópera. Las diversas formaciones, muchas de ellas portadoras de un blanco imaculado, que contrastan con un rojizo esencialmente en las paredes(óxido de hierro), nos permiten presuponer que pocos se podrían imaginar que el interior de la tierra existiera tanta belleza a través de esta conexión entre galerías y cuevas. Es el resultado de la acción del agua que se infiltra en las calizas dolomitas y las meteoriza. Los estomatolitos “que se pueden observar” son rocas biológicas que se producen por quimiosíntesis: las rocas oxidan el manganeso y se producen los moldes de las bacterias. La cueva se asienta sobre arcillas inestables que producen los levantamientos a través de miles de años, dando lugar a las formaciones que se vislumbran.

124


Revista La Alcazaba

Es una preciosidad observar cómo en algunos lugares de la cueva el lago que la recorre refleja las maravillas del techo. Las formaciones excéntricas (existen unas 4000), que cubren todos los techos y paredes, le dan a la cueva su gran valor geológico. Sobresale, por ejemplo, “la sala de los centinelas”. Hay algunas que son horizontales. La base de todo es la porosidad. En el fondo es un laberinto de cristales que producen esta especie de “Capilla Sixtina” en el interior de la naturaleza. La Cueva El Soplao desarrolla una importante vertiente investigadora tanto en el interior de la cavidad como en su entorno. Fruto de estos trabajos de investigación ha sido el hallazgo, durante el invierno de 2008, de un excepcional yacimiento de ámbar del Cretácico Inferior en sus proximidades y en el pueblo de Rábago.

125


Revista La Alcazaba

126


Revista La Alcazaba

En la cueva de El Soplao, se encontrรณ la garrapata mรกs antigua del mundo

127


Revista La Alcazaba

Los científicos confirman que se trata de uno de los yacimientos de edad cretácica más importantes de Europa. Las razones de su especial significado son sus dimensiones, la aparición de ámbar de color azulpúrpura con una luminiscencia sin parangón en el mundo y la inusual abundancia, variedad y calidad de las piezas de ámbar que contienen bioinclusiones (insectos, artrópodos, telas de araña, hojas o pólenes).

128


Revista La Alcazaba

129


Revista La Alcazaba

130


Revista La Alcazaba

El ámbar es resultado de la fosilización de la resina de los árboles. En esta resina pegajosa quedaban atrapados insectos y artrópodos. Determinados procesos, llamados polimerización, convirtieron la resina en ámbar. Finalmente, la resina quedó enterrada por arenas o arcillas donde se produjo la fosilización. En el caso de El Soplao, el origen del yacimiento fue un paleoincendio de hace 110 millones de años. Para los más intrépidos El Soplao ofrece una fantástica manera de conocer en profundidad el mundo subterráneo. Una ruta de 2,5 horas en la que los visitantes recorrerán las galerías de Campamento, El Órgano y El Bosque, entre otras, pasando por el suelo original y zonas menos accesibles de la cavidad. El visitante que-

131


Revista La Alcazaba

dará sobrecogido por la variedad de formaciones y por la diversidad de espacios. La organización proporciona el equipamiento adecuado para la visita: casco con luz, buzo y botas de agua. La Cueva El Soplao ofrece la infraestructura necesaria para que el visitante se sienta cómodo en todo momento. Un espectacular edificio de recepción de visitantes, que combina los modos constructivos mineros con técnicas vanguardistas, alberga todos los servicios demandados: hall de llegada y taquillas, tienda de recuerdos, cafería y self-service, terraza, torre mirador, aseos, etc.

132


Revista La Alcazaba

133


Revista La Alcazaba

Alfredo Villaverde Gil LOS TESOROS DEL VIAJERO

134


Revista La Alcazaba

Sin duda, la ciudad de Québec, capital de su región, es la ciudad más hermosa y atractiva para el viajero europeo que visita el este de Canadá. Su puerto viejo, sus calles animadas donde encontrar el recuerdo de la Nueva Francia, la maciza presencia del famoso hotel Frontenac, son algunos de sus atractivos, pero sin duda es la isla de Orleáns, un auténtico paraíso en el río San Lorenzo a penas a cinco kilómetros al este, donde el viajero descubre uno de esos tesoros escondidos que hacen únicos sus viajes. Se accede con facilidad a ella por el puente de San Pedro situado en la autovía que lleva a la famosa catarata de Montmorency y que es el único acceso terrestre que tiene esta peculiar isla que conserva en toda su pureza la tradición agrícola, artesana y hospitalaria de los primeros moradores franceses que llegaron a ella en el siglo XVII, esas trescientas familias cuyos nombres encontramos inscritos en el parque de los Ancestros de la mano de Guy Bel, artesano del metal, que se alza en uno de los miradores de la isla, o en el testimonio erigido por los propios descendientes como este referido a Jean Hoymet, que llegó a la isla en 1662 falleciendo 25 años después a la edad de 33 años. Allí también conocemos las tremendas odiseas para llegar desde la isla a la orilla de Beaupré con las pequeñas chalupas y los naufragios mortales hasta la aparición de vapor Montmorency en 1870 y la construcción del primer puente en 1905.

135


Revista La Alcazaba

Iglesia de Sainte Famille, en la isla de Orléans, a 6 km de la Ciudad de Quebec. . Foto: Alfredo Villaverde

Llegamos a la isla en una espléndida mañana de domingo a las puertas del verano. Sus 200 km. cuadrados con 33 km.de recorrido que circunvalan la isla por la ruta del antiguo camino del Rey convertida hoy en la carretera 368 , nos llevan a través de municipios cuyos nombres evocan el sentimiento religioso de los fundadores: Santa Petronila, San Lorenzo, San Juan, San Francisco, Sagrada Familia y San Pedro. Y vamos descubriendo poco a poco algunos de sus tesoros entre granjas, viñedos, campos de fresas y frutos del bosque, albergues y productos agrícolas y artesanos que por la simplicidad de sus instalaciones y el acogimiento de sus dueños, nos hacen pensar que nos encontramos en una

136


Revista La Alcazaba

Arcadia donde todavía es posible recobrar ese espíritu de vida plena y complaciente, alejado del mundanal ruido al que aludía nuestro Fray Luis de León. En Santa Petronila, Julien Lafille es el perfecto anfitrión que nos hace degustar sus aromáticos y excelentes vinos producidos de manera orgánica y que presentan una singular alternancia entre los secos y dulces, blancos, rosados y rojos., destacando el que lleva por nombre “Velo de la novia” en semejanza a la cascada lateral de Montmorency Un poco más adelante, en la zona de la Sagrada Familia, la sidrería Verger donde nos recibe el gran Jules , nos sorprende con su sidra a base de manzanas congeladas, similar al vino de hielo elaborado con las últimas uvas maduras del pre invirno, además de otros productos como la mostaza y la gelatina de sidra, muy originales. A lo largo de la ruta se nos abren de continuo caminos vecinales donde podemos encontrar granjas y cultivos. En uno de ellos, nos ofrecen la posibilidad de recolectar nosotros mismos las fresas y arándanos que podemos comprar. En otro, nos ofrecen espárragos verdes de altísima calidad junto a mermeladas ,conservas y jarabes Monumento a la vid en Santa Petronila

Sidreria Verger

137


Revista La Alcazaba

Salto de Montmorency

como el típico de arce que agitan el deseo de nuestros estómagos. Toda la isla es un prodigio. En sus miradores encontramos una torre vigía de madera desde la que contemplar la costa o u parque en el que encontrar los vestigios históricos de sus primeros moradores, con sus fotografías evocadoras de su vida hace ya más de dos siglos. Todo es un prodigio de tranquilidad, roto a veces por los rugidos poderosos de las Harley Davidson de las que descienden en bares y restaurantes viejos y aguerridos moteros que encuentran aquí una ruta apropiada a su espíritu aventurero. Además, sin tenemos espíritu descubridor y nos internamos por el interior podemos descubrir un lago artificial donde prac-

138


Revista La Alcazaba

ticar la pesca de la trucha o cerca de San Juan preparar una nueva visita en invierno con una expedición de trineos tirados por perros lobos. La gastronomía local se nos muestra en los pequeños restaurantes que junto a cartas con productos naturales, panes y pasteles artesanos, nos ofertan el clásico “poutin”compuesto por patatas fritas con tomate, queso y salsa de carne, amén de algunas variantes como jamón que lo enriquecen aunque aumentan su valor calórico acorde con el clima extremadamente frío que alcanza más de 30 grados bajo cero en invierno. Nuestros estómagos lo asumen con entereza en este día de temperatura agradable mientras lo degustamos bajo los rayos cálidos de un sol benéfico teniendo a la vista la isla de Madame.. Otra buena manera de disfrutar del tema, es adquirir algunos de los productos naturales que nos venden en las granajs y hacer un picnic en cualquiera de los muchos lugares de descanso que se abren a lo largo de todo el recorrido que circunvala la isla. Y si queremos pasar unos días de relax, meditación o disfrute de la naturaleza, podemos acudir a bed and breakfast o albergues con nombres tan adecuados como “El sueño de Morfeo” ya que esta singular isla acoge tantos tesoros que nos sorprenderá día a día dejándonos llevar por sus rutas de calma y belleza.

139


Revista La Alcazaba

Toledo

140


Revista La Alcazaba

141


Revista La Alcazaba

142


Revista La Alcazaba

En ssta fortaleza estuvieron diversos personajes de la historia de España: El Matrimonio de Felipe el Hermoso y Juana la Loca, el cardenal Cisneros, el emperador Carlos V, y, como prisionera, la princesa de Éboli, encerrada aquí por orden de Felipe II. Es un ejemplo, bien conservado, de los castillos residenciales del siglo XV propios de la provincia de Toledo. Habitado en la actualidad, podemos recorrer su exterior, apreciando el estético resultado de las influencias del arte italiano en su arquitectura. Dos recintos amurallados y un foso, con matacán sobre la puerta, dos cubillos, y el desaparecido puente levadizo protegen las dependencias interiores. Adosados a los ángulos y paños de la muralla aparecen baluartes y defensas cilíndricas, con mayor altura las interiores que las exteriores. Las defensas están concebidas para la artillería, aunque aún podemos observar aspilleras medievales. Las labores de perlas y pirámides que lo adornan, y los escudos del fundador, hablan del gusto estético desarrollado en el siglo XV, de influencia italiana. El interior alberga una interesante colección de armaduras, tapices, cuadros y muebles de época. Su constructor fue Don Pedro López de Ayala, conde de Fuensalida, que lo erigió sobre una fortaleza musulmana. Fue usado por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia, e incendiado. Rehabilitado, fue vuelto a incendiar durante las guerras carlistas.

143


Revista La Alcazaba

Victor Beltrán

Foto D'frias photography

PETRER

Nunca podré saberlo, Pero mi alma acecha

Bajo las laderas

en una certeza viable:

de la Sierra del Caballo,

¡Es mi Petrer!

mi Petrer.

de cemento y alquitrán,

cuando por tu ser yo inquiero,

firme e enhiesto,

un dilema me exalta:

antiguo y eterno

¿Cuál fue tu nombre y tu leyenda?

perdurante en la memoria

¿Cuál tu origen, tu primitiva esencia?.

de las piedras y los libros, el que se lleva en el alma, el que se siente y se sueña. Luis M. Moll

144


Revista La Alcazaba Foto D'frias photography

LA PLAZA RAMÓN Y CAJAL

Al abrigo del sempiterno castillo de Petrel, se despliega el casco antiguo de esta amable localidad. En las faldas de la fortaleza, las callejuelas serpentean ajenas al paso del tiempo y extrañas al cambio. Perderse en ellas bajo la luna estival es encontrarnos con nosotros mismos; ya sea descubriendo el placer de la abstracción o recordando una vida pasada, en la que todo parecía más sencillo. La brisa veraniega nos acompaña mientras comprobamos como los gatos merodean sin pudor ni

En siglos pasados cementerio fuiste. Me viste nacer Pero ningún poeta, ha colmado de versos el temple de tus paredes mi querida aprendiz de plaza. Luis M. Moll

145


Revista La Alcazaba

temor, los jóvenes se agrupan ociosamente o en una calle cualquiera un proyector dibuja imágenes sobre un desnudo muro para deleite del espontáneo espectador. Podemos subir Casas del Castillo, donde nuestros mayores reposan y conversan en un tranquilo rincón, para encontrar unas rústicas escaleras de madera que nos invitan a usarlas para descender a la calle La Virgen. Caminamos mientras rutas a distintas alturas nos acompañan a lo largo

CALLES DEL CASCO ANTIGUO

Viejas paredes acomopañan entre los estrechos pasillos,

Foto: D'frias photography

a los viajeros y paseantes que en los duros calores del estío, o del invierno crudo de poniente, se acurrucan sin dejar de ser peregrinos. Luis M. Moll

146


Revista La Alcazaba

147


Revista La Alcazaba

Foto: D'frias photography

148


Revista La Alcazaba

EL ARCO

de la travesía. Arcos, escaleras y cuidadas fachadas se suceden mientras la céntrica Calle Mayor nos guía hasta la iglesia de San Bartolomé, patrón de este amable pueblo, que se halla frente al ayuntamiento en la Plaza de Baix vestida de ganchillo, ofreciéndonos arte y vida. Calles tranquilas, impermeables al desasosiego al que la vida nos arrastra y que se llenan de alma cuando las fiestas de Moros y Cristianos las transforman en color, música y alegría para honrar a San Bonifacio.

Asi son las cosas, como esta calle donde la sombra jalona el arco de blanco y oro,

enmarcador de un perdido laberinto temporal. Las cosas son así, como esa puerta abierta sibilina de mirada incierta. Luis M. Moll

Foto: D'frias photography

149


Revista La Alcazaba

Foto: Ernesto Vieco

150


Revista La Alcazaba

En un dĂ­a como hoy me aproximo a tu iglesia rumiando mi pena amarga, aprieto fuerte los dientes y me trago las palabras. Luis M. Moll

151


Revista La Alcazaba

Azorín citaba el Cid en uno de sus artículos: "Conforme descendemos, por el pino declive, a nuestra izquierda la ingente mole de la Peña del Cid; una a modo de barbacana inmensa, maciza, allá en lo alto, en el azul"; y es inevitable lanzar , ocasionalmente, furtivas miradas a la soberbia montaña desde cualquier punto en que se haga visible. Ascender hasta el castillo para poder contemplar El Cid, el valle y todo lo que alberga es obtener una grata recompensa a la que ningún visitante –u oriundo– debería renunciar.

Foto Ernesto Vieco

152

El Cid


Revista La Alcazaba

Foto: D'frias photography

VIAJE Llegando a la total ausencia mía, mirando ya sin ver peñas y pinos, como llama hacia Dios me diluía. Yo no sé qué recónditos caminos en lo ignoto del espíritu andaría que mi ignorancia se pobló de trinos, la angustia de mi noche en alegría y miel inmensurable mis espinos… …No supe del regreso; ni sé nada de la región por mi «otro» visitada, mas se me duerme como un niño el viento… El mundo es ya un espejo oscurecido donde va el corazón -de un ansia heridoentre un espiritual deslumbramiento.

Paco Mollá

153


Revista La Alcazaba

Foto Ernesto Vieco

154


Revista La Alcazaba

EL CASTELL Yergue su desdentada crestería deshecha ya su audaz mampostería,

donde soldados, moros y cristianos, un día, trazaron la soberbia gallardía de estas huecas almenas desguazadas. El tiempo los redujo a un sueño vano. Luis M. Moll

Foto Valle de Elda

155


Revista La Alcazaba

Foto Ernesto Vieco

156


Revista La Alcazaba

POEMA AL ARTE DE BITRIR Me rio y a la vez pienso en voz alta para mí mismo, estoy mirando a mi alrededor encercado por la cultura; obras de arte, todo es arte y voy por las calles, que en mi Petrer, repletas están de ellas, y pienso de nuevo: Estoy colmado de ecos entre amigos músicos, pintores y poetas. Y todos ellos son “nuestros”. Mi admiración para ellos. Luis M. Moll

Foto Diario El Carrer

LA CULTURA EN PETRER

Foto: D'frias photography

157


Revista La Alcazaba

Adán Echeverría.

La migala discurre libremente por la casa pero mi capacidad de horror no disminuye.

Juan José Arreola.

¿Qué cosa es la migala que presenta Arreola? ¿Es acaso la misma migala de que nos habla Julio Cortázar? Desentrañar la semejanza podría parecernos imposible. Desarrollar una idea respecto de este ser, mitad artrópodo, mitad estecia, es algo que apenas se ha podido dibujar dentro del ámbito de la literatura, del entresueño, del esoterismo incluso, como esos seres extraños de la zoología fantástica a los que ni siquiera Borges y Margarita Guerrero le siguen el paso en su ‘Manual de zoología fantástica’ donde existen basiliscos, aves fénix y roc, entre muchas otras, pero no migalas.

158


Revista La Alcazaba

La migala es esa forma en que Arreola habla del matrimonio, pero no el matrimonio que ya Nietzsche asume como sin sentido en la época moderna, arguyendo a que se ha perdido su funcionabilidad social, que representaba la unión de poderío económico. En un país acendradamente machista y católico como México, el juego del matrimonio no es más que una apuesta para conseguir el dominio de la hembra. Todo cambia cuando el acta de matrimonio es firmado, todo cambia cuando la bendición es dictada dentro del rito religioso. La mujer no pasa a formar un equipo, una sociedad con el hombre que desposa, sino que –así lo interpreta el vulgo- la mujer pasa a formar parte de la decoración de la casa del marido, o para las más liberales, pasan a ser el grillete para el desarrollo del hombre. Juan José Arreola

Arreola asume esa vulgarización para retratarnos la voz multitudinaria en que los hombres hacen burla de otros hombres cuando dicen: ‘Ya tienes dueña, ya no te dejarán salir con tus amigos’; y lo dicen en ese afán tan mexicano de hacer menos al otro, como para picar el lomo del machismo-toro del hombre casado. Arreola con el ingenio que siempre ha caracterizado sus textos, crea a la migala para desarrollar el cambio que ocurre en la relación romántica antes del matrimonio, o el antes de irse a vivir juntos. Y nos ofrece pistas para ello. Beatriz es la mujer que se nombra. Un texto narrado en primera persona, pone al personaje recordando el día cuando junto a Beatriz entraron en “aquella barraca inmunda de la feria callejera”. Primero hay que reconocer quien es Beatriz en la literatura, cuál es justamente el personaje que sostiene ese nombre dentro de nuestro bagaje literario, y no es otro que Beatriz la de la ‘Vida nueva’, Beatriz la de la ‘Divina Comedia’, Beatriz la de Dante: “la gloriosa dama de mis pensamientos, a

159


Revista La Alcazaba

quien muchos llamaban Beatriz, en la ignorancia de cuál era su nombre.” No es por demás claro señalar que Beatriz es el nombre del amor, el nombre del amor romántico, el amor de la inocencia, del enamoramiento infantil que el poeta italiano enaltece para sobrevolar el tiempo. Y esta Beatriz, la que el narrador del cuento menciona lo acompaña a la barraca inmunda de la feria callejera. La feria callejera no es más que los juegos y bromas de los enamorados, las tradiciones de familia, la feria es la sociedad entera y sus exigencias de merolicos. El personaje se resiste ante la idea del matrimonio: ‘la repulsiva alimaña era lo más atroz que podía depararme el destino”. El narrador reconoce que no tenía el deseo de consumar el matrimonio, no importa lo que los de la feria dijeran, no importaba las presiones familiares, ni lo que la propia Beatriz exigiera para sostener la relación y dar un paso más adelante. Se siente decidido a mantener su soltería. Pero días más tarde, no puede con la idea de la separación, y esto se asocia cuando el personaje arrepentido –y curioso- comenta: “volví para comprar la migala”. No encuentra más resistencia. Se hace de la migala, se hace de la alimaña, es decir cede ante el matrimonio, ante el deseo de Beatriz para vivir juntos: “el sorprendido saltimbanqui me dio algunos informes acerca de sus costumbres y su alimentación extraña”. Es sabido que todos en la “feria” que es la sociedad opinan sobre las relaciones de los demás, cómo llevártela bien, qué hacer, cómo desarrollar una vida en pareja. Todos parecen tener una idea de cómo debe funcionar. Existe una industria editorial que todos los años impulsa obras para decirles a las personas cómo deben

160

llevarse mejor. Con todo lo estúpido que significa que otros te digan cómo llevarte con tu pareja, haciendo a un lado el simple hecho de que si dos no logran entenderse, lo mejor es no estar juntos. “Comprendí que tenía en las manos, de una vez por todas, la amenaza total, la máxima dosis de terror que mi espíritu podía


Revista La Alcazaba

se, el adecuarse el uno al otro, para formar una propia familia. Y es que es un absurdo seguir pensando que el núcleo de la sociedad sea la familia. El núcleo tiene que ser el individuo, lo indivisible. Reconocernos como el otro para los demás. Saber que en eso debe convertirse la aceptación de los otros, solo aceptándolos podemos cambiar nuestro entorno, adaptarnos a esta nueva vida en pareja. Arreola escribe: “Dentro de aquella caja iba el infierno personal que instalaría en mi casa para destruir, para anular al otro, el descomunal infierno de los hombres”. La casa ha sido tomada, ha sido entregada la llave del hogar en la fundación de la pareja.

soportar”. De amenaza total, de dosis de terror llama el personaje a la idea de ya no estar solo en casa. El hecho de que dos mundos diferentes, la educación de dos diferentes familias que forman a la mujer y al hombre (o cualquier pareja que decide compartir vivienda), chocan en un encuentro dentro de la casa. Todo cambia. Las cosas que ahora tienen que compartir-

161

“Todas las noches tiemblo en espera de la picadura mortal”. El autor, en la voz del personaje habla del amor. El temblor que es tenerse completos para cada instante, compartir no solo el hogar, sino la cama, el cetro, el cuerpo, el reinado que ha caído, que ha sido conquistado. Ya Julio Cortázar nos da de nuevo una idea del monstruo: “Si ellas pudieran imaginarnos no les gustaría; no es que las espiemos pero ellas seguramente nos verían como dos migalas en la oscuridad.” Describiéndolas dentro del cuento “Historia con migalas” en su cuentario ‘Queremos tanto a Glenda’. Se encuentran en un ala de aquella cabaña, y comparten la pared con, al parecer dos mujeres, al otro lado, y las escuchan, o creen escucharlas, voces de mujeres, apenas una voz de hombre, que apenas creen descubrir. Y se retrotraen sin dejar de observarlos a distancia. La mujer-migala, el matrimonio-migala que se presiente, el terror del cambio: “Sin embargo, siempre amanece. Estoy vivo y mi alma inútilmente se apresta y se perfecciona.” Y he acá como el monstruo que


Revista La Alcazaba

al parecer causa pánico, terror, termina perfeccionándolo. Este es el asunto del cuento, el darnos cuenta de las intenciones del autor; lo que nos infiere miedo, y nos debería parecer destructivo, es aceptado por el personaje que se siente cada día mejor, cada día se perfecciona. El hombre ha sorteado al fin, la maledicencia de la sociedad. Todo el miedo que aquella sociedad, la burda feria, ha dicho respecto del amor, respecto del vivir en pareja. El personaje de Arreola acaba amando a su temible monstruo, acaba aceptándolo, termina reconociéndose cercano a él. “Hay días en que pienso que la migala ha desaparecido, que se ha extraviado o ha muerto. Pero no hago nada para comprobarlo”. ¿Por qué? Podríamos preguntar. Y la respuesta es que ya no siente el espanto del principio: “Dejo siempre que el azar vuelva a ponerme frente a ella al salir del baño, o mientras me desvisto para echarme en la cama”. La ducha, la cama, sitios

162

para reconocer la intimidad del personaje y su pareja. Ahí donde se descubren y se acercan cada vez más en la construcción de su viaje experiencial sobre el matrimonio, sobre vivir juntos. Tan compenetrados que puede uno verlos compartir el alimento, no saber quién lo ha devorado, si la migala-mujer, o alguno de los huéspedes de la casa. Porque como “inocente huésped” señala el personaje las otras presencias que habitan ahora su hogar. Y qué cosa más inocente que la presencia de un infante. Ya no sólo es nuestro personaje, y su migala, sino que ahí se encuentra algún inocente huésped para la convivencia, para alimentarse del amor que se produce como impulso vital. El miedo por el matrimonio-migala ha claudicado al grado de preguntarse si no ha sido engañado por el “saltimbanqui” y no le habrán vendido una falsa migala. Porque contrario a lo que decían, la migala no terminó por devorarlo. El matrimonio no ha sido un enfrentamiento, no ha sido un grillete, como todos le habían, dicho prendados del machismo con el que se construyen los otros en sociedad. El personaje incluso se sabe tan cómodamente tranquilo que alcanza a decir: “he consagrado a la migala con la certeza de mi muerte aplazada”. La autodestrucción de la soledad ha sido sorteada, ahora la vida en pareja le parece necesaria, al grado de utilizar el verbo “consagrar”. Luego el personaje se reconoce preso de sus reflexiones, y las comparte diciendo: “En las horas más agudas del insomnio cuando me pierdo en conjeturas y na-


Revista La Alcazaba

da me tranquiliza, suele visitarme la migala”. He acá como ha sido transformado el tema, como aquello que le daba miedo, terror, ahora le procura tranquilidad. Y se reconoce desde los ojos de la migala como: “el compañero”. Rematando el texto de nuevo con la presencia del amor romántico como la herramienta con la que ha logrado salir adelante: “estremecido en mi soledad, acorralado por el pequeño monstruo, recuerdo que en otro tiempo yo soñaba con Beatriz y en su compañía imposible”. Y termina de darnos luz el autor, al poner de nuevo la presencia de la mujer amada, aquella que parecía un imposible, y que ahora apenas es una detrás de la presencia de aquel monstruo, un monstruo que no era tal, como lo dictaban los de la feria, que no es otra cosa que la posibilidad de ser compañero, pareja, amado y amador, conviviendo juntos en las habitaciones, al través de los años. Una forma muy bella para quitarnos el vendaje de la tradición, de todo aquello que en muchas ocasiones nos aleja de lo que nos haría bien. Aprender que la mujer no es el monstruo, que el matrimonio o la convivencia en pareja no es el monstruo que todos dicen, sino que cada quien puede atreverse a vivirlo en su propia experiencia, y a encontrar la tranquilidad en aquello que más se desea. Ya Thomas Mann, dentro de su ‘Doctor Faustus’ nos narra una historia de amor terri-

163


Revista La Alcazaba

164


Revista La Alcazaba

ble por la superchería religiosa de tanto saltimbanqui que impulsan el machismo de Heinz a incidir en la muerte de la joven Bärbel. Ellos se aman, el padre de la chica desprecia a Heinz, y este y ella deciden contradecir al padre y comienzan a tener relaciones. Sin embargo los amigos de Heinz lo invitan a departir en un burdel. Heinz se niega al inicio, y los amigos lo tildan de imbécil, de tener un grillete con la chica Bärbel. Heinz entonces, picado en el orgullo, asiste al burdel y al estar frente a una de las prostitutas, sufre de impotencia. Sabiéndose una persona sana, no entiende lo que ha pasado. Al día siguiente corre al lecho de Bärbel, y la ama como siempre ha podido amarla, entrando en ella sin problemas. Entonces la esposa de uno de sus clientes se le insinúa a Heinz, él la rechaza, pero siente en la humillación de darle sexo a otra mujer que algo hay de malo en su comportamiento. En por qué no puede tener deseo sexual con otras mujeres que no fueran Bärbel, al grado de tenerse por víctima del diablo. Por lo cual acude a confesarse con un religioso –la historia ocurre en la época de la Inquisición- quien se conduele de él, y afirma que seguramente está hechizado por Bärbel, quien es detenida confesando que por temor a la infidelidad de su Heinz, había recurrido a una hechicera que le preparó una pomada con grasa de un niño muerto sin bautizar. La inquisición coge a la he-

165

chicera, y las dos mujeres ardieron en la hoguera, todo porque en aquellos días ni Heinz ni nadie, podían reconocer que “el amor es, sin duda, una especie de selección refinada del sexo”. Esta pequeña historia narrada por Thomas Mann, viene a reforzar la historia de la migala-mujer, migala-matrimonio narrada por Juan José Arreola. O tal como Luis Alberto de Cuenca lo describe en el poema ‘Mi monstruo favorito’: “Qué va a pasar cuando mi novia sepa /que no puedo vivir sin tus pseudópodos, /sin tu horrible humedad en mi bolsillo. // Qué va a pasar cuando descubra un día /las huellas de tu baba entre mis dedos, /y empiece a hacer preguntas, y la rabia /y los celos se agolpen en sus ojos, /y yo confiese al fin que la he engañado contigo, /y que no puede comparársete, /y te enseñe orgulloso el agua sucia /donde se reproducen nuestros hijos.”

El amor por la mujer como ese monstruo que han querido construir en el paso de los años. El miedo a la mujer que han querido construir desde la institución. El terror al amor romántico que ahora quieren inculcar en la mujer, en espera de que pueda clausurarlo en pro de su soledad y en busca de que el monstruo ahora sea el hombre (acaso siempre lo ha sido, al construir instituciones para doblegar a la mujer).


Revista La Alcazaba

En esa batalla de egos, de sexos, en que muchos quieren tomar partido, como integrantes de aquella feria que son las sociedades humanas, sin reconocer el verdadero lugar que tiene la mujer en el desarrollo de los textos religiosos. El cual podemos constatar desde el inicio del Pentateuco: “Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y comí.” El cobarde hombre acusa a la mujer y al mismo Dios (tú me la diste, así que es tu culpa), y como traiciona a la mujer también traiciona la intimidad de lo que entre ellos había ocurrido, porque ambos habían comido del fruto, y sólo Adán acusa. Ahora veamos cómo responde la mujer: “Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.” Acá vemos que la mujer reconoce que fue engañada, y acepta de frente lo que ha hecho, sin titubear.” Y aquel texto sagrado para al menos tres de las grandes religiones monoteístas (judíos, cristianos, musulmanes) va más allá e indica: “pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Por lo cual nos queda claro el poder de la mujer, como aquella capaz de herir a la serpiente, y con ello todo lo que la serpiente pueda re-

166


Revista La Alcazaba

conocerse en el transcurso de la historia y la literatura. Es la mujer, y no el hombre, el cobarde hombre que acusa a dios y a la mujer, quien tendrá el poder de herir a lo que es capaz de engañar, de sacarnos del paraíso. La mujer se vuelve el instrumento para alcanzar el equilibrio. He acá de nuevo el sentimiento de parte del personaje que Arreola identifica en el inicio de su cuento. El hombre temeroso del grillete matrimonial, el hombre que tiene miedo al monstruo que representa la

167

fidelidad, la vida en pareja, la voluntad de vivir con la mujer, porque los cientos, miles de saltimbanquis, hombres, mujeres, instituciones, construyen ese temor en la sociedad: No te cases, para qué. Solo acabará tu libertad. Para qué juntarte con alguien, solo has venido al mundo, solo puedes irte de este mundo. Y el personaje de nuestra historia, coge valor y decide volver por la migala.


Revista La Alcazaba

José Luis Jordana

CEATE 40 AÑOS AL SERVICIO DE LOS MAYORES, LA CULTURA Y LA FORMACIÓN PERMANENTE A LO LARGO DE LA VIDA

En 1978, hace 40 años, el primer Ministerio de Cultura de la democracia, presidido a la sazón por Pio Cabanillas,puso en marcha por toda la geografía española las primeras 22 “Aulas de Tercera Edad”, un programa novedoso dirigido a las personas mayores, jubiladas o no, donde la cultura, como herencia y como progreso, como saber y como motivación, se convertía en el eje vertebrador de un modo de seguir realizándosea través de la forma-

168


Revista La Alcazaba

ción permanente a lo largo de la vida, de un envejecimiento activo y saludable, y, especialmente, de la participación y el compromiso de los mayores en la dinámica social. En 1983, ante la creación de la España de las Autonomías, se constituyó CEATE con el noble fin de elevar los niveles educativos y culturales de las personas mayores para que sigan activas, participativas y útiles a sus familias y a la sociedad. Y desde la gerontología se demuestra que vivir así es la mejor forma de mejorar la salud integral y el bienestar personal y de promover la calidad de vida de los mayores. Con esta filosofía, con esta misión y valores, CEATE lleva cuarenta años trabajando para que los mayores aumenten su saber, cultiven los sentidos, encuentre el significado de lo nuevo, fomenten la creatividad, manifiesten su vitalidad y sigan siendo protagonistas en la construcción de una sociedad más justa, más libre, más solidaria y más humana. CEATE, Confederación Española de Aulas de tercera Edad, integra como miembros de pleno derecho a diferentes Federaciones Autonómicas (Ategal, Fevated, Afopa, Unate, Acatema,etc), Aulas Culturales de Mayores, Fundaciones, Asociaciones diversas, Centros,

169


Revista La Alcazaba

etc.que acogen a cerca de cien mil personas mayores que se benefician de sus actividades formativas, de dinámica ocupacional, culturales, de convivencia, etc. bajo dos máximas: “Se comienza a envejecer cuando se deja de aprender” y “la persona mayor mejor formada y más informada, participa mejor”. Hace 25 años, CEATE puso en marcha el programa más innovador y ambicioso de voluntariado cultural bajo el título “Voluntarios Culturales Mayores para enseñar los Museos de España a niños, jóvenes y jubilados” que comenzó su andadura con siete importante museos de Madrid y que, en la actualidad, los 550 voluntarios de la Comunidad de Madrid enseñan 33 museos (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Arqueológico Nacional, Sorolla, Romanticismo, América, Lázaro Galdiano, Antropológico, Bellas Artes de San Fernando, Naval, Ferrocarril, Ciencias Naturales, etc.) y 30 espacios culturales diversos tan emblemáticos como el Real Jardín Botánico, el Real Observatorio Astronómico, la Real Fábrica de Tapices, el Banco de España, el Círculo de Bellas Artes, la Ermita de San Antonio de la Florida, el Templo de Debod, la Residencia de Estudiantes y un sinfín de iglesias, palacios, conventos, jardines, rutas culturales, etc. Más de 120 museos de toda la geografía española y 1.300 voluntarios culturales mayores participan en este programa. Cuatro millones de niños y jóvenes escolares y muchos miles de adultos y jubilados se han beneficiado hasta la fecha de las enseñanzas de los mayores, que les han transmitido todo el arte, la historia, la cultura y la ciencia que se encierra entre las paredes de los museos. Los mayores de CEATE, creadores y consumidores de cultura, se han convertido gracias a este ambicioso programa en difusores y promotores culturales. Otros programas complementarios como “Acercamos los Museos y la Cultura a las Residencias de Mayores y Centros de Día”, “Acercamos las Residencias de Mayores y Centros de Día a visitar los Mu-

170


Revista La Alcazaba

seos”, “¡Vamos al Museo!” dirigido a los Menores Tutelados de la Comunidad de Madrid, “Acercamos los Museos a personas con discapacidad”, “Voluntarios Culturales para enseñar las Exposiciones Itinerantes” por 80 municipios de la Comunidad de Madrid (Red Itiner) y otros similares hablan a las claras de la trayectoria y funcionamiento de CEATE en estos 40 años. Resultan decisivos para llevar adelante estos y otros novedosos proyectos que desarrolla CEATE tales como “Energía Mayor”, “Mayores Seguros”, “Encuentros Formativos sobre Voluntariado Cultural y Mayores”, “La Mayor Aventura: Mayores por el Mundo”, “Turismo Senior”, etc. los apoyos económicos de la Fundación Repsol, del BNP Paribas, de la Comunidad de Madrid y, especialmente, la subvención del IMSERSO para el “Mantenimiento, Funcionamiento de la Entidad”. CEATE piensa, al igual que la UNESCO, que “solo la Cultura salvará a la humanidad” y, en consecuencia, que solo la Cultura salvará a los hombres y mujeres que, como nosotros, nos vamos haciendo mayores.

171


Revista La Alcazaba

DUCLEA llegará al Centro Cultural de España Lima-Perú el jueves 16 de Agosto a las 7.30p.m. Con la fragancia de vocablos que Daniel Cubas Romero presentará con el vestuario de versos de amor, con la sonoridad de todos los ecos que despierten bañados en la luz de la Poesía. Se dice que la Poesía es el respirar del alma y encabalgamiento de un suspiro indomable cuando se deja abrazar de la inspiración, montado sobre un alazán silvestre que suele volar en el mundo imaginario. De una ambladura tan similar al perfil de sombra de la vida, cuando ríe, cuando llora y se deja acariciar por un viento intrépido que sin tener manos logra robarle muchos gemidos de amor. Porque Duclea es sinónimo de Mujer plena, cautivadora del encanto, esbelta en su mirar y respira Amor tan igual como la más cercana o alejada estrella del Universo con luz propia. Son 62 Poemas como 62 los años que el autor ha sabido recorrer en todo este tiempo, los caminos que los días al despertar en cada amanecer.

172


Revista La Alcazaba

173


Revista La Alcazaba

174


Revista La Alcazaba

175


Revista La Alcazaba

176


Revista La Alcazaba

177


Revista La Alcazaba

178


Revista La Alcazaba

179


Revista La Alcazaba

180


Revista La Alcazaba

181


Revista La Alcazaba

182


Revista La Alcazaba

183


Revista La Alcazaba

184


Revista La Alcazaba

185


Revista La Alcazaba

186


Revista La Alcazaba

187


Revista La Alcazaba

Para contratar publicidad, lo puede hacer

a través del correo: Info@mentideroliterario.es O bien al telf.: (34)605.434.707 Entes colaboradoras: Academia Iberoamericana de Escritores y Periodistas (AIDEP) Restaurante Olive

Bolsos Pepe Moll Calzados CX Soluciones Innovadoras para la Empresa Actual

DEBEMOS FELICITARNOS POR LLEGAR AL Nº 97 CON UN AUMENTO CONSTANTE DE LA TIRADA.

Esta revista llega a más de 244.000 correos electrónicos La Alcazaba no se hace responsable de los escritos de sus colaboradores

188


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.