Revista 360 / 112

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4EDITORIAL

Editorial

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ue un podcast llamado ¿Por qué?, que produce Olallo Rubio en la plataforma Convoy Network para tabletas y celulares, que me hizo reflexionar sobre lo mal llamado “políticamente correcto”. De ahí surgió la idea para que el equipo de Revista 360º determinara que su portada se dedicara a hablar de lo incorrecto. ¿Qué es políticamente correcto? En otros tiempos, cualquiera hubiera pensado que es todo lo opuesto a cualquier actividad que dañe la libertad o directamente la integridad de otras personas. Es decir, lo políticamente correcto es estacionarse en los lugares permitidos y no en doble fila. Lo políticamente correcto es tratar bien a los demás y no golpearlas ni física ni verbalmente. Lo correcto es lo que nos hace convivir y lo incorrecto es lo que daña a otros. Actualmente, lo correcto y lo incorrecto quién sabe qué diablos sea. Miren ustedes, a raíz de las redes sociales se busca estar peleados con todos. Que si el aborto, que si el feminismo, que si los chairos, que si los millennials, que si la generación X, que si Andrés Manuel López Obrador, que si está gorda, que si las gordas o muy flacas no deben usar leggings, que si los que tienen títulos universitarios, que si los que carecen de ellos, que si el lenguaje incluyente, que no usarlo es ser parte del sistema patriarcal opresor, que si hay que usar condón, que si no hay que usarlo. Es hacer pleito por cualquier cosa. Se ha detectado, además, que las redes sociales son las causantes de depresiones, divorcios, estrés, baja autoestima, problemas laborales, conyugales (que no necesariamente es separación), pleitos entre amistades y familiares. Las redes sociales son espacios donde opinar de cualquier tema ya puede estar vetado, y a veces genera miedo opinar o disentir, ya que puede salir una horda de diletantes a atacar con o sin sustento. Es a través de Facebook y Twitter en donde vemos que cualquiera puede ser experto en todo. Son economistas, politólogos, escritores, curadores de arte, melómanos,

cinéfilos, sexólogos, terapeutas, lobistas, y cualquier actividad. De pronto, sin sustento y sin criterio, cualquiera puede opinar como si fueran doctos en algún área o tópico, desde un triste meme hasta lo que sucede en el país. Se trata de opinar sin leer, se trata solo de ver videos de gatitos en Facebook o de decir, porque así lo creen, que México será una nueva Venezuela, cuando no hay un argumento para sustentarlo, pero como lo escucharon decir por ahí, entonces, lo replican. Las redes sociales, actualmente, son un espacio para pelearse o para mostrar superioridad. Incluso, esas publicaciones que pretenden mostrar los hábitos de la gente altamente productiva y sus opuestos, solo tienen el fin de vender algún producto o hacerse pasar por perfectos. Las publicaciones de frases “célebres” solo tienen el ánimo de aparentar algo que no se es. Los yoguis de Facebook o de Instagram que presumen de sus supuestos estados de conciencia, a veces, resulta que son personas muy violentas en su intimidad. Las redes sociales entonces establecen sus nuevas normas morales en las que no se vale disentir, porque se puede ser atacado a través de indirectas o a través de cuentas falsas o troles con el fin de humillar a quien piense de manera distinta. No es persuadir a que cambien de punto de vista, es llevar a la persona a hacerlo sentir que está mal y que es una mala persona. Esa es nuestra realidad, una que está ligada al odio, al rencor, a las envidias, a los ataques por debajo de la mesa. El exhibir la vida privada en redes sociales solo es muestra de un vacío, en esto que ahora es políticamente correcto o incorrecto. ¿Qué es políticamente correcto? Sabrá Dios en estos tiempos que, esperemos, no se compliquen cada vez más, ya que es un enredijo. Así que este número de septiembre se lo dedicamos a cuestionar a quienes nos cuestionan solo por no pensar igual que ellos.

Zeus Munive Rivera editor



6CONTENIDO

Directorio Zeus Munive Rivera Director General Uriel Zuloaga Asesor de Recursos Humanos La Aldea. Edición y Diseño Edición, corrección y diseño editorial

Año 10, No. 112, septiembre de 2018. Revista 360° Instrucciones para vivir en Puebla es una publicación mensual editada y distribuida por Grupo Editorial Revolver S. de R.L. de C.V. Calle 9 Poniente 2519-2, colonia La Paz Puebla, Pue., C.P. 72160. Teléfono (222) 2303239 y (222) 7853800. Editor responsable: Zeus Munive Rivera. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2012-091814274100102 otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Número de Licitud de Título y Contenido 16759 expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa por Pincel Digital, Priv. 37 Norte, col. Amor, CP 72140, Puebla, Puebla. Revista 360° Instrucciones para vivir en Puebla es una marca registrada. Este ejemplar se terminó de imprimir el 30 de agosto de 2018 con un tiraje de 10 mil ejemplares. Las opiniones expresadas en la revista por los autores o columnistas no reflejan la postura del editor. Los listados y demás datos comerciales son solo de carácter informativo y el editor no asume ninguna responsabilidad respecto de la calidad, confiabilidad, veracidad o cualquiera otra característica de los productos o servicios anunciados. Todos los derechos reservados © 2018. Queda estrictamente prohibida la reproducción de los contenidos sin previa autorización del editor. Para quejas, sugerencias, comentarios y felicitaciones: @revista360 Revista360º Instrucciones para vivir en Puebla @revista360grados revista360grados@gmail.com

www.revista360grados.com.mx

En portada Los chinos llaman baizuo a la “izquierda obsesionada con la corrección política, que busca satisfacer su sentimiento de superioridad moral, motivada por su ignorante y arrogante eurocéntrica visión del mundo y que se piensa como su salvador”. Los gringos les dicen snowflakes por la frase de Tyler Durden: “You are not a beautiful or unique snowflake. You’re the same decaying organic matter as everything else”. Como ven, a esta ancianita tampoco le importan mucho las “causas”.


CONTENIDO7

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Más acción y menos discurso NO FICCIÓN

La historia de las selfies NO FICCIÓN

Aunque no te guste: lo políticamente incorrecto GUÍA

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Monólogo sobre crónicas negras NO FICCIÓN

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Attention seeking wh*res NO FICCIÓN

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¡Ódiame más! CRÓNICAS MARXIANAS

Juan Carlos Martín del Campo: lector-actor EN CORTO

Instrucciones para vivir en Puebla

40 Mariscos Calamar, Don Salmón, Porkoss PLACERES

46 Cuatro películas políticamente incorrectas CINE

48 Las redes sociales y el estrés SALUD


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Más acción y menos discurso Por Julieta Lomelí / @julietabalver


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NO FICCIÓN9

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n 1999, Coetzee escribía Desgracia (Disgrace), una novela que tiene como protagonista a David Lurie, un profesor de Literatura de una universidad sudafricana, especialista en lengua inglesa. El relato egoico del genio, el cincuentón demasiado intelectual para su propia universidad. La “excesiva” inteligencia para un montón de alumnos apáticos y obnubilados en la inmediatez de su estulticia, en el patetismo de su propia mediocridad como para entender sobre qué va la literatura de Byron. Ese ser sensible que es Lurie, vive en los episodios de los libros que lee, moldeando su existencia por una literatura sin adjetivos morales. Sin embargo, la realidad no es una novela, en la realidad hay víctimas y victimarios, hay jerarquías y formas que respetar, hay alumnos y profesores que deben servir a estos por muy ingenuos e ignorantes que sean, sin abusar del poder que tienen sobre sus mentes. Lurie habita en la ficción literaria, donde el incesto o la pederastia es el preludio del goce infinito y transgresor. Lurie seduce a una de sus alumnas… una vez más. Subestimando las consecuencias, se lanza a esta aventura inacabada del deseo. Melanie es la nueva sinfonía que se mueve bajo sus pantalones: “El vino, la música, un ritual al que suelen jugar los hombres y las mujeres, unos con otros. No hay nada de malo en los rituales, sin embargo la chica que se ha llevado a casa es treinta años menor que él: es una estudiante, es su alumna, está bajo su tutela”. Lurie es un hombre con destacada inteligencia, un conocedor del lenguaje, un ilustrado que sabe bien la diferencia entre abuso y docencia, entre alumna y profesor. O quizá no lo sabe, y a pesar de tener un doctorado, desconoce el matiz práctico entre acoso sexual y amor, entre la literatura y la realidad. Ningún grado académico parece garantizarle claridad en el deber o no deber ser de cierta manera. Ningún protocolo de ética o reglamento universitario parece importarle en el momento en que decide volverse un profesor violador, porque dentro de su imaginario, dentro de la cabeza de ese Lurie enciclopédico y romántico, él sigue siendo el ser sensible, enamorado de una musa virginal.

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Cuando se destapó la ola del feminismo, o mejor dicho, la marea de denuncias por acoso sexual derivadas en nombre del movimiento #MeToo, no solo se pusieron en la mira los abusos de muchos hombres de la industria cinematográfica, sino que se abrió la reflexión a demás ámbitos como el de la industria musical y cultural, el de la política y otros que suponen gozar de mayor seriedad, o al menos ser espacios donde se presume la equidad, el rigor teórico e institucional, como lo son la academia y las ciencias. El movimiento iniciado con el hashtag #MeToo se replicó en varios escenarios, algunas veces, por ejemplo, mutando en páginas web y cuentas en redes sociales en los cuales también nuestras mujeres mexicanas, desde el anonimato o firmando con su nombre, denunciaban su traumática experiencia de lo que puede significar un acoso sexual. En Hollywood, dicho movimiento parece haber tenido consecuencias prácticas y legales, como la creación de un fondo, liderado por actrices, para apoyar a mujeres de cualquier sector social que habían sido víctimas de acoso; o la denuncia masiva de los delitos sexuales cometidos por el famoso productor Harvey Weinstein, quien incluso podría ser condenado a cadena perpetua. Sin embargo, en un plano de realidades “más mortales”, como la marea de denuncias hechas por mujeres mexicanas más cercanas a nosotros: amigas, hermanas o familiares nuestras, no pasaron de ser un mero tuit o una llamada de atención, que, en términos legales, no tuvo mayor efervescencia más allá del señalamiento público. Sin obviar también que algunas acusaciones fueran lanzados desde el lugar común de la denuncia sin pruebas, de la ignota mano que lanza la piedra pero esconde la cara, desde un anonimato no carente de cierto grado de cobardía, que al final posibilitaba a cualquiera a levantar falsos testimonios sin asumir un compromiso ético al respecto; pero también impedía que alguna instancia legal pudiera tomar medidas serias frente a casos de abuso sexual reales. Aunque es válido pensar que debemos creer en las voces de las posibles víctimas, resulta también válido e importante preguntarnos: ¿qué nos falta para que la exigencia de inclusión y equidad de género pase, más allá de ser un mero tuit, o un eufemismo exigido por “todes y todxs”, a convertirse en una denuncia legal, en un protocolo de género, en una reforma o política institucional clara que implique también una serie de castigos reales?


10NO FICCIÓN

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Pero si hablamos de eufemismos, falta citar el paradójico ejemplo de aquellos años foxistas. ¿Quién no recuerda la insistencia en la diferenciación que Fox hacía de los sexos? No solo pasó de “chiquillas y chiquillos”, “empresarios y empresarias”, “secretarios y secretarias”, sino que, y como escribió en algún artículo Ángel Lara Platas, su uso del lenguaje inclusivo se volvió una caricaturización tan ridícula, que en algún momento al hacer uso de “la palabra camiones, inmediatamente incluyó la palabra camionetas, a fin de guardar el equilibrio” y no caer en esos excesos del discurso sexista en los que todo político incurre. Podríamos pensar que nuestro expresidente, el señor Vicente Fox Quezada, fue uno de esos pioneros en México del lenguaje inclusivo, sin embargo, sus intenciones inclusivas se fueron al traste cuando, por ejemplo, en un enunciado de rigurosa estadística mencionó que “el 75 % de los hogares de México tienen una lavadora, y no de dos patas o de dos piernas, una lavadora metálica”, refiriéndose a esas mujeres “máquinas” que son las amas de casa. Ningún todos, todas y todes podría finiquitar de una vez por tod@s el machismo de un presidente, de sus instituciones y de toda una cultura que lo ha hospedado cómodamente por siglos.

Mi crítica no es contra el lenguaje inclusivo, mi crítica es contra la corrección política que parece convertirse en una mera corrección en términos teóricos, pero no prácticos. En el último “Manual para el uso de lenguaje incluyente y con perspectiva de género”, redactado por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, se menciona lo siguiente: “Hay usos gramaticales que, con clara intención social y política, se han extendido en los países de habla hispana y que no tienen coherencia ni justificación razonable para su uso. Así, nos han hecho creer que al nombrar a un grupo mixto de personas en masculino estamos nombrando también a las mujeres que hay en ese grupo. Esto es absolutamente falso”. Por lo que el Manual deja claro que, a partir de ahora, al menos en lo tocante a discursos institucionales, es obligatorio o preferente leer o escribir los sustantivos siempre en masculino y femenino, para así evitar el uso excluyente… en el discurso. Lejos estamos de condenar la exclusión de las mujeres en la práctica y no solamente en las palabras. Es válido pensar que es un trabajo conjunto entre cambiar vicios lingüísticos y realidades; pero también, y, sobre todo, es más necesario cambiar nuestras realidades excluyentes: incrementando las cuotas de género, educando a nuestras mujeres para que no accedan a chantajes ni a posibles beneficios que ofrecen hombres que claramente tienen un poder sobre ellas, a cambio de favores sexuales; empoderándolas, para que en el momento de ser víctimas de una agresión sexual, levanten una denuncia legal y no solo una denuncia en Twitter; pensando en leyes y castigos duros que sancionen cualquier tipo de abuso o violencia de género. Pero si nos vamos a clavar en el uso del lenguaje, podríamos comenzar, por ejemplo, con reconocer un feminicidio como un feminicidio y no elucubrarlo con eufemismos como un “asesinato más”, en eso me parece más importante el uso adecuado de las palabras. También me parece más urgente activar la alerta de género en una ciudad como Puebla, en vez de tener discusiones bizantinas sobre el uso del masculino y del femenino en un discurso político. Más acción y menos sofismas, más realidad y menos retórica. La corrección política no salva vidas ni iguala los sueldos entre hombres y mujeres. Necesitamos más praxis y menos teoría.


Tony Gali se reúne con alcaldes electos Por Staff 360°

El gobernador Tony Gali se reunió con los presidentes municipales electos, emanados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a fin de establecer una agenda conjunta que permita mantener la gobernabilidad y el desarrollo de la entidad. El mandatario reiteró que seguirá ejecutando acciones con los tres órdenes de gobierno, sin distingos ideológicos ni partidistas, priorizando el bienestar de la población. Destacó que en esta mesa de trabajo, los alcaldes obtuvieron información sobre el proceso de entrega-recepción, planeación, recursos financieros y fiscalización, así como asuntos urgentes en materia de protección civil y seguridad pública. Añadió que se acordó la aplicación de exámenes de control de confianza a los próximos titulares de las Secretarías de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, para garantizar que los mejores perfiles ocupen este cargo. “Esto nos va a permitir tener mayor comunicación y mayor cercanía. Me congratulo de que ustedes sean el primer grupo y el primer partido que visita Casa Puebla, y que nos pongamos a trabajar, que sea un ejemplo para que los otros partidos también tengan esa confianza y podamos seguir trabajando de la mano para Puebla”, enfatizó. En este sentido, informó que próximamente se reunirá con los ediles con militancia en el Partido Acción Nacional (PAN) y en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), para fortalecer la colaboración institucional. El Presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Javier Casique Zárate, agradeció la apertura del gobernador Tony Gali para realizar este ejercicio y refrendó la disposición de los alcaldes electos de cooperar con la administración estatal. Resaltó que es fundamental que las autoridades electas comiencen a asumir sus responsabilidades mediante

un clima de entendimiento entre los distintos niveles gubernamentales e indicó que los une el deseo de generar mejores condiciones de desarrollo. “Manifestamos desde aquí nuestra voluntad porque ésta sea una de varias reuniones, mediante las cuales lleguemos a acuerdos de trabajo en beneficio de los poblanos. Cuente con los presidentes emanados de las filas del PRI y con el gran compromiso de la vitalidad de todos ellos”, expresó. El Secretario General de Gobierno, Diódoro Carrasco, dijo a las y los alcaldes electos que, para resolver cualquier duda o inquietud relacionada al proceso de transición, la SGG es el enlace entre las nuevas autoridades municipales y el gobierno del estado. El Secretario de Finanzas y Administración, Enrique Robledo, comentó que la dependencia puede dar acompañamiento a los ediles en la elaboración y solicitud de recursos del ámbito federal. El titular de la Secretaría de Infraestructura, Movilidad y Transportes, Xabier Albizuri, mencionó que se brindará asesoramiento para la elaboración de los proyectos de obra pública. Por su parte, el Secretario de Seguridad Pública, Jesús Morales, indicó que se presentó a los ediles el respectivo panorama de su municipio y detalló que se evaluarán las corporaciones policiacas para mejorar su operación. Subrayó que se explicarán los procedimientos para acceder a fondos económicos, equipamiento táctico, armamento y tecnología, además de los operativos y protocolos a seguir en determinadas situaciones. En el acto estuvieron presentes la Secretaria General del Comité Directivo Estatal del PRI, Isabel Merlo Talavera; la subsecretaria de Desarrollo Político de la Secretaría General de Gobierno, Ángeles Mendoza, entre otros.


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Aunque no te guste:

Por Staff 360° / Fotos esimagen.mx / Modelo camisa negra: Angelo Venegas

No es por ofender, pero cómo caga la gente que se ofende. Ya sea por un tema u otro, hoy las sociedades andan más sensibles que de costumbre. En Revista 360° Instrucciones para vivir en Puebla hicimos una lista de ciertos temas que vaya que se han prestado a polémicas en los últimos tiempos y no tienen para cuándo acabarse. Disfruten… y no hagan bilis.


Aborto

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Que si es para todos o que si no. De un lado están los que creen que es tan fácil como fornicar sin remordimientos y del otro los que defienden el bienestar de aquellas que desean ejercer el derecho de decidir sobre su cuerpo. Ni tan blanco ni tan negro, es cuestión de más salud y menos moralidad en un tema que concierne a todos, no solo a las mujeres.

Lenguaje inclusivo

No discriminar no tiene por qué ser sinónimo de deformar el lenguaje. Durante muchos años, la labor de la Real Academia ha sido limpiar y fijar el lenguaje y jamás ser discriminativos, aunque a veces la autoestima de aquellos que creen que hablar con puras “e” no está a la altura de las circunstancias.

Preferencias sexuales

Cada quién sabe qué es lo que le gusta y cómo quiere que le demuestren su cariño. El problema es que a veces eso se toma como objeto de burla y, por el otro, también están aquellos que defienden a ultranza su posición hasta el punto de también volverse grotescos u ofensivos.

Feminicidios Es un grave problema de seguridad que sin duda debe atenderse. Se trata también de educación, sin embargo, nunca faltan los que acusan a las propias mujeres de ser las “provocadoras” de sus agresores. Incluso connotados periodistas han sido parte de ese clan.


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Fantoches del lenguaje

Qué tal que ya nada más esperamos el siguiente escandalito viral para saber quién es el siguiente lord o lady. Ya resulta fastidioso y hasta aburrido enterarse de los borrachos y broncudos que buscan sus cinco minutos de fama pero, en fin, ese es el pan de cada día en las benditas redes.

Las “bendiciones” son cada vez más difíciles de educar y no es para menos. La tecnología y la falta de atención de los padres ha hecho una legión de escuincles voluntariosos que solo buscan su beneficio y satisfacción. En una sociedad donde abunda la información, parece que cada vez es más difícil educar a las nuevas generaciones.

Educación de los hijos

Lords y ladies

Nunca falta aquel que siempre quiere corregirte y hasta enseñarte el origen de una palabra. A veces se toman muy en serio el papel de “correctores humanos” y hasta donde no los llaman meten su cuchara. Aunque expresarse bien debe ser parte de la vida, tampoco se trata de ser unos inquisidores de la lengua.


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Enrique Peña Nieto

Chairos

Hablar de nuestro aún presidente ha sido un tema que, más allá de levantar polémicas, se ha situado como una forma de tirar la bilis por cualquier problema nacional. Aunque ya hay presidente electo (y de otro partido), aún no hay que cantar victoria, pues seguro también tendrá sus defectos.

Los arietes del Peje han sido protagonistas de la opinocracia en los últimos años y a partir de ahora con más razón. Siempre de “contreras” y defendiendo lo indefendible, se han vuelto un punto de referencia cuando de levantar polémicas se trata.

Derechairos

Una variante del punto anterior son los que defienden a ultranza los preceptos que la “derecha” (cualquier cosa que eso signifique) ha impuesto en el país. En el próximo sexenio serán sin duda el dolor de cabeza y, para más señas, tendrán mucha tela de dónde cortar, pues desde ahora lo están demostrando.


No se puede estar con AMLO sin hablar en contra del Prian. Ese ente oscuro que se ha aliado para no perder el poder y que, de tanto pensar cómo conservarlo, lo acabaron perdiendo. Tendrán tiempo para reorganizarse y, mientras tanto, no perderán la oportunidad de señalar todas las pifias del flamante presidente electo.

Que si socialistas, que si su “dictador” no iba a tener nunca el poder y qué tal que ya llegaron donde querían. Ahora no todo es cantar victoria, pues les falta saber qué hacer con el poder que adquirieron. Opositores seguirán teniendo, ¿podrán con la crítica en su nueva posición?

Luis Miguel Barbosa Desde su designación como el mero-mero para la gubernatura por Morena fue una rotunda sorpresa... y luego un rotundo fracaso. Sí, hay alegatos de fraude, pero su forma de pedir respeto a la democracia no fue precisamente civilizada. Habrá que ver cuál termina siendo el premio de consolación del inocente experredista.

Morena

El PRIAN

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18GUÍA

AMLO

Aunque a muchos les duela, en los próximos años será el Señor Presidente. Ni más ni menos. La realidad es que su discurso sedujo a más de la mitad del electorado y ahora está donde está. Con todo y su pasado, sus contradicciones y manías, México será, en el próximo sexenio, territorio peje. Ni hablar.

Pueblo bueno/ Pueblo malo

Resulta que en este país tener dinero es sinónimo de vileza de corazón y traer un hoyo en los bolsillos es señal de pura bondad. Pues ni lo uno ni lo otro, porque ca...nijos hay en los dos bandos y bonachones también. Dicen que todo es cuestión de educación y así parece ser.


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Clasismo

¡Aguas con ponerle a algo la etiqueta de “popular”, porque resulta que ya eres clasista! No vayas a hacer un reportaje de color sobre cierta playa urbana, porque resulta que también vas a caer en esa categoría. A veces es mejor mirar las cosas como son y dejarnos de etiquetas.

Troles de Twitter

Son efectivos para quien los contrata y divertidos para quien los ve y no los sufre. Estos seres del inframundo cibernético son hoy por hoy los perros más fieles de quienes hacen de la difamación una forma de vida. Lo malo (para ellos) es que el desprestigio les llega pronto y... bueno, luego ya ni en su casa los aguantan.

Xenofobia No nada más a los extranjeros, resulta que hasta a nuestros vecinos de Tlaxcala nos da por verlos a veces con ojos de desconfianza. Como decía Ángeles Mastretta en Arráncame la vida: “los poblanos sentimos que tenemos la ciudad escriturada a nuestro nombre”... y no le falta razón.


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Generación X

Millennials

Ah qué con estos jóvenes que de todo se ofenden, caray. Las nuevas generaciones tienen una forma distinta de ver la vida y esta choca con sus predecesoras y con los millennials no ha sido la excepción. Las redes sociales son la forma de vida de una pléyade de jóvenes cuya herencia aún está por verse.

Entre los baby boomers y los millennials se encuentra esta generación que ahora está “chavorruqueando” su presente en un mundo que cojea de todos lados. Su visión desencantada de la vida sigue aún muy vigente en los estilos y la moda que vemos todos los días.

Piropos

Por muy respetuosos que sean, ya están prohibidos en toda modalidad. Es cierto que hay muchos que rayan en el insulto, pero ahora ni con palabras bonitas se le puede halagar a nadie. Hasta dónde habrá llegado esta dictadura que incluso hasta el bote puede uno ir a dar, ¡caray!


GUÍA21

Feminismo

El RUTA

De ser una expresión que designaba un regionalismo en el México prehispánico, se volvió una sonada ofensa. En las más amplias tonalidades, cualquiera que saca de contexto un comentario o actitud es un naco y los ejemplos abundan. En este país, históricamente lo traemos en la sangre, aunque no nos guste.

La palabra naco

Si bien es cierto que pregonan una lucha por igualdad de derechos, lo cierto es que en varios sentidos esto se ha convertido en una dictadura hasta de la conciencia. Las luchas son necesarias y bienvenidas siempre que no atropellen los derechos de los demás y... bueno, ya hemos visto lo que pasa cuando se cae en los extremos.

Hablemos un poco a nivel más local con nuestra versión poblana del chilanguísimo Metrobús. No ha servido para facilitar el transporte ni disminuir el tráfico, pero ahí estamos usándolo todos los días. ¿No será tiempo de pensar dos veces antes de hacer más líneas?


22NO FICCIÓN

La historia de las selfies Por Linda Romero Orduña, doctora en Sociología y profesora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.


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oy en día es muy común escuchar y referirnos al término selfie o selfies. Este se ha incorporado a nuestras vidas cotidianas no solo como una palabra más de nuestro vocabulario dentro y fuera de las social media, sino también como una práctica social que todos hemos realizado en algún momento. Incluso, podría asegurar que hasta el momento, cada vez son menos las personas que nunca se han tomado una selfie o participado en alguna. Si bien, muchos de nosotros nos hemos vuelto casi expertos en tomarnos selfies, desde el manejo de la cámara, de la pose y de los filtros, hasta en la aplicación de efectos y animaciones especiales, y no nos representa ninguna dificultad postearlas o asignarlas como fotos de perfil en nuestras redes sociales (aunque a veces sí nos cuesta trabajo elegir la mejor selfie entre todas las que nos tomamos en un mismo instante), muy pocos sabemos cuál es la historia de las selfies. ¿Cómo surgieron? ¿Cúando se utilizó por primera vez el término selfie? ¿Existe algún antecedente histórico de alguien que haya querido tomarse una selfie —o algo parecido— en alguna época anterior a la nuestra? Comencemos a explorar las respuestas a estas interrogantes. Recordemos que el término en inglés selfie se refiere a una fotografía tomada a uno mismo y actualmente producimos con mayor frecuencia a través de nuestros smartphones o teléfonos inteligentes. Si buscamos este término en la versión en línea del Diccionario Oxford encontraremos que, además de indicarnos que dicho término se refiere a un autorretrato fotográfico o autofoto que se comparte en redes sociales, agrega una muy curiosa anotación que dice que las selfies ocasionales son aceptables, pero que la publicación diaria de nuevas selfies es completamente innecesaria. ¡Ups! ¿Cuántos de nosotros acostumbramos bombardear diariamente las redes sociales con nuestras selfies? ¿Sabías que incluso han habido quienes aseguran que existe una enfermedad mental llamada selfitis, que padecen quienes acostumbran tomarse y publicar varias selfies al día y diariamente? Quizá muchos estaremos o no de acuerdo con que tomarse demasiadas selfies no implica como tal un padecimiento, trastorno o enfermedad mental que deba ser tratado médicamente, pero creo que todos coincidimos que hay quienes caen en los excesos y que estos necesariamente tienen efectos negativos tanto en la salud física, mental y emocional de quienes incurren en ellos. Incluso, como socióloga les puedo decir que esto no solamente es un problema que deba ser visto como algo meramente individual; se trata de un fenómeno social cuyas causas y consecuencias son también sociales y habría que pensar sobre lo que estamos haciendo como sociedad. Como tal, la palabra selfie fue utilizada por primera vez el 13 de septiembre de 2002 en un post de un joven australiano donde describía la foto que se había tomado al caer y lastimarse la boca en una borrachera de cumpleaños. Este

fue publicado dentro de un foro en línea de la Australian Broadcasting Corporation (ABC) y decía al final del post: “lo siento por el enfoque, fue una selfie”. En el 2004 reaparece el término selfie en Flickr, pero se popularizará en redes sociales hasta el 2012, y en 2013 se considerará como la palabra del año por el Diccionario Oxford. Así fue como el término selfie pasó de ser una palabra usada esporádicamente en redes sociales a convertirse en tendencia de moda a través de los hashtags y luego a ser la denominación mundial para un autorretrato fotográfico, independientemente del idioma que se hable en cada país. Día con día se incorporan nuevas variantes de este tipo de fotografías que se vuelven populares en internet y se diseminan por las redes sociales de manera viral. Por ejemplo, las de alguien poniendo cara de pato (duckface) o posando frente al espejo de manera sexy, mostrando en primer plano su cabello (helfie) o su trasero (belfie); las de famosos en grupo; las de políticos, deportistas y empresarios; las de una actividad en particular —welfie (entrenamiento) y drelfie (borracho)—; de elementos de mobiliario —shelfie y bookshelfie—; las artísticas o creativas, grotescas, aventuradas, etcétera. Históricamente, tanto el retrato como el autorretrato fueron ejercidos por importantes artistas de la escultura, pero sobre todo de la pintura a petición de los ricos y poderosos de su época que deseaban inmortalizar su imagen, y donde los artistas aprovechaban para incluir su imagen en alguna parte de su obra, por ejemplo, en Las Meninas (1656) de Diego Velázquez, él se autorretrata trabajando en dicho lienzo. No obstante, fue hasta 1839 que Robert Cornelius produjo el primer autorretrato fotográfico llamado daguerrotipo. Posteriormente, se sabe que fue Anastasia Nikoláyevna Románova —la Gran Duquesa de Rusia de 13 años, hija menor del Zar Nicolás II y Alejandra Fiódorovna—, la primera joven en realizarse un autorretrato fotográfico con la ayuda de un espejo. Esto sucedió el 28 de octubre de 1914 y en la carta de ese día que le escribió a su padre, Anastasia le contó lo difícil que fue tomarse la foto porque le temblaban las manos. Finalmente, con la aparición de la cámara de cajón portátil de Kodak Brownie bajo el eslogan: “you push the button, we do the rest”, la práctica del autorretrato se popularizaría durante la década de 1950. Pero sería hasta el siglo XXI con la introducción de los smartphones y el mejoramiento de sus cámaras frontales cuando las selfies se volverían completamente conocidas y parte importante en nuestras actividades cotidianas. Aún queda mucho más por descubrir sobre las selfies, pero mientras tanto preguntémonos: ¿qué más quisiéramos conocer sobre ellas? Y ¿qué será lo que ellas nos están diciendo sobre nosotros mismos, como individuos y como sociedad?


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NO FICCIÓN25

Attention seeking wh*res T Por Betzabé Vancini Romero, Psicoterapeuta

ienen razón si piensan que el título de este artículo es políticamente incorrecto, así que de manera extraoficial lo cambiaremos a “personas que necesitan mucha atención y la buscan a través de redes sociales”, para que suene menos feo. El ritmo acelerado de vida en el que vivimos ha hecho de las redes sociales y de las aplicaciones de mensajería instantánea una de las pocas opciones para socializar y mantener contacto con personas que no solemos ver frecuentemente. Sin embargo, hay personas que usan las redes para buscar la validación que no obtienen en su vida cotidiana. Es fácil distinguir a estas personas en cualquiera de sus redes: múltiples publicaciones diarias, siempre con algún tipo de contenido sentimental, fotos reveladoras o imágenes con frases “reflexivas” que publican en búsqueda de afirmación. El problema de fondo de esta búsqueda de aprobación constante en las redes sociales es la baja autoestima o la soledad. Es decir, cuando una persona siente que su entorno social, familiar o su pareja no le dan la validación que requiere, va a buscarla a través de las redes sociales. Desde que mi querido Marco me pidió escribir este artículo, hice una suerte de investigación a través de las redes sociales; busqué primero en Instagram y encontré en mis contactos un gran número de usuarias que comparten fotografías de su cuerpo semidesnudo, con escotes profundos, en posiciones eróticas o sugerentes que tienen como objetivo recibir likes de usuarios masculinos para confirmar su “sensualidad”. La mayoría de estas mujeres que observé en mis redes son mujeres solas, evidentemente en busca de pareja, o bien, mujeres cuyas relaciones están fracturadas y no reciben de su pareja los halagos o cumplidos que desean, así que los buscan a través de las redes. Muchas de ellas, por ejemplo, no tienen agregadas a sus parejas en sus cuentas o sus parejas no tienen cuenta en Instagram. Un fenómeno muy similar sucede con las cuentas de los hombres que parecen decir “mírenme, qué divertido, ingenioso e interesante soy”. El otro fenómeno tiene que ver con la expresión de sentimientos negativos en redes. Twitter y Facebook son las plataformas punteras en cuanto a frustración de sus usuarios se refiere. La gente acude a este tipo de redes sociales para manifestar sus experiencias desagradables, desacuerdos, decepciones amorosas y hasta sus más profundos sentimientos de depresión y tristeza. Pero ¿por qué querría alguien expresar algo que le hace sentir vulnerable a un cúmulo de personas a las que pudiera no importarles en lugar de ir a terapia? Precisamente porque hacerlo de esta manera les hace menos responsables de encargarse de sus emociones y no les obliga a aprender a manejarlas como lo harían en la terapia. Además, al expresar estas experiencias tendrán al menos algunos contactos que les respondan de manera empática, que complementen la queja o que intenten averiguar qué sucede y esto es precisamente lo que estas personas necesitadas de atención están buscando: que les pregunten, que les comenten, que les validen a través de un like.


26NO FICCIÓN

Sin embargo, el fenómeno que me parece más interesante es el de las indirectas. Cuando una persona carece de la capacidad de confrontación recurre a la publicación de frases en sus redes o de comentarios que van dirigidos a una persona en específico —misma que está en sus contactos— y deja el post abierto para que todos sus contactos lo lean, a veces incluso recurren a la configuración de privacidad que permite que cualquier persona dentro y fuera de Facebook lea sus contenidos. Podríamos profundizar en la falta de madurez y los pocos elementos para dialogar o negociar que tiene una persona que hace este tipo de publicaciones, sin embargo, me parece más importante hablar de que el éxito de las indirectas se debe a que solemos tomarnos de manera muy personal los contenidos que vemos en redes sociales. Durante una semana hice un pequeño experimento: publiqué diario y a manera de indirecta una historia ficticia sobre una amiga que me dejó de hablar pero veía mis historias en las redes. Cada día fui alimentando el mito de la existencia de esta persona para ver la reacción de mis otros contactos y obtuve un poco de todo. Gente que pulsaba el botón de “me divierte” manifestando complicidad con mis ironías, preguntas sobre quién era el oscuro personaje que yo describía, comentarios con anécdotas muy similares a la que yo estaba contando, y por supuesto, lo que yo más esperaba, mensajes privados de “amigas” reclamándome por haberlas exhibido en Facebook con esa historia. Es decir, se pusieron un saco que les quedaba, pero que no estaba confeccionado para ellas, sino para una persona inexistente. Interesante. También pude notar contactos que se alimentaban cotidianamente de la telenovela que yo publicaba en frases muy generales como “Pues mi amiga la que no me habla ya volvió a ver todas mis historias” y hasta me preguntaban

o sugerían algún tipo de acción como bloquearla o dejar de seguirla en redes. Pero volviendo al punto importante, cada vez que recibía un mensaje con un reclamo por la publicación pensaba en qué mundo tan narcisista las personas se sienten referenciadas en frases genéricas, incluso en las que uno no escribe sino únicamente comparte. Y eso sucede con las parejas, los amigos, los familiares, los compañeros de trabajo. Con todos. Es decir, si entre las publicaciones de mis contactos veo algo que pudiera parecerme familiar o que podría parecer que se refiere a mí, primero me detendría a pensar ¿por qué esta persona decidiría hacerme tan importante en su vida como para dedicarme un post? Y después, ¿por qué si tenemos una cierta relación interpersonal decidiría publicarlo en lugar de hablarlo directamente conmigo? Eso, no hay razón alguna. Podría resultar un poco contradictorio que al inicio de este texto les hablé sobre la baja autoestima y ahora estoy acusando de narcisistas a las personas que se toman todo personal, pero en el fondo es la misma cosa: los narcisistas son personas con muy baja autoestima que buscan reafirmarse a través de la opinión de otros en lugar de regular su autoconcepto de manera interna; viven de las apariencias y no hay mayor festín que nos proporcionen las redes sociales que ese juego de personajes que todos hacemos. Al final, habría que preguntarse qué tan grande es la herida en el ego que hace que las personas busquen sanarla a través de la exhibición de una personalidad conveniente y fragmentada que solo pueden mostrar a través de las redes sociales porque en persona se les cae el teatro. La moraleja es: tomémonos las redes como un juego, porque si nos compramos los personajes que nosotros mismos vendemos estaríamos cayendo casi en la esquizofrenia. Tú eres libre de publicar lo que quieras, pero de ahí a que te lo creas, bueno, esa ya es otra historia.



28CRÓNICASMARXIANAS

¡Ódiame más!

N

Por Zeus Munive @eljovenzeus

o vamos a hablar del América ni de los injustamente acusados Patriotas de Nueva Inglaterra con ese extraordinario dúo llamado Belichick-Brady. No, hay algo peor que le está ocurriendo a la mayor parte de los seres humanos y tiene que ver con el odio. Hay odio por todos lados. Todo nos molesta. Todo nos caga. To-do. Hay que hacerla de pedo por todo, ningún chile nos acomoda. Todo nos irrita, pareciera que traemos un ardor del recto peor que el que produce comerse medio kilo de chiles habaneros, porque no estamos de acuerdo con nada. Estamos inconformes con todo, pero, ¿qué es “con todo”? Según Gerardo, el de los tacos de la 31 Poniente, casi esquina con 23 Sur (Chucho’s Special), “con todo” es con cebollita picada, salsa de la que pica o de la que no pica, guacamole, chilitos y cilantro. Las redes sociales, así como tienen la virtud de conectar con mucha gente, también se están convirtiendo en un ring para hacerla de pedo, son una especie de policía del pensamiento o de dictadura moral; pero si quiere uno ver qué es el odio, no hay más que abrir Twitter, Facebook o WhatsApp para darse cuenta de que todo lo que se opina sin ningún criterio es solo con el afán de regresar a la ley del más fuerte, de la soberbia intelectual, de ver quién tiene la razón y, para terminar, con un bullying creado por políticos y

periodistas a través de cuentas falsas o troles que sirven para ridiculizar a quien disiente. Cuánta razón tenía Umberto Eco, quien calificó como “legión de idiotas” a los opinadores de redes sociales, y cuánta razón tenía Vargas Llosa cuando señaló que parecían charlas de cantina las que se ejercen en redes sociales: la nueva “sociedad del espectáculo” o caricatura de la lengua. En México y aquí en Puebla, un día sí y otro igual, hay pleitos por todos lados. Periodistas contra gobierno, gobierno contra periodistas, periodistas contra periodistas, troles contra periodistas, troles contra troles… y es una lucha de nunca acabar porque no llega a nada. Veamos un caso: hace más de un mes que fueron las elecciones y ahora en redes sociales no hay nada más que descalificaciones entre los llamados “chairos” (fanáticos de Morena y AMLO) y sus opuestos, los “derechairos” (fanáticos del PAN y del PRI). En temas nacionales, un día sí y otro también, los derechairos quieren endilgarle todos los problemas del país a López Obrador: Elba Esther, Javidú. No obstante, los chairos justifican todo echándole la culpa de todo lo que nos aqueja a los que nos gobernaron, ya sean del PRI o del PAN. A nivel local, mientras algunos solo esperamos el resultado de las autoridades electorales, todos los días vemos a los barbosistas atacando al morenovallismo y viceversa.


CRÓNICASMARXIANAS29

No se trata de entrar a la polémica de quién tiene la razón o no. Es un hecho que ese es un tema jurídico y político. El hecho es acusarse, burlarse, humillarse, ver quién es más fuerte en redes, porque así lo dice. ¿En qué momento llegamos a este grado de aburrimiento donde nuestros problemas solo se encasillan en eso y no queremos ver más allá? Otro caso: los guerrilleros de internet. Todos los días, a casi todas horas, tratan de culpar de todos sus males a Rafael Moreno Valle, hasta porque se les tapó el escusado del baño. Son ellos mismos quienes le dan poder. No se trata tampoco de defenderlo, pero se pierde la objetividad cuando se habla de él. Y es como si trataran de arreglar sus odios, rencores, miedos y envidias en su figura. Son guerrilleros de internet porque solo están sentados frente a una laptop o agachados leyendo su smartphone y haciéndola de pedo. Y ahí aparecen políticos de poca monta, periodistas traumados por sus bajos salarios creando troles o cuentas falsas para sacar sus frustraciones. Otro caso: leí a unos panistas poblanos muy indignados con el tema de legalizar el aborto. No faltó quien dijera que es un tema de educación sexual que empieza desde la casa. O quien acusara a las jóvenes de “no cerrar las piernas a tiempo” (cita textual). Como si eso fuera la solución. En redes sociales hemos visto que ante los casos de feminicidio, hay personas que culpan a las chicas asesinadas o violadas de ser culpables por andar provocando o por estar en ambientes que incitan a ese tipo de delitos o sugiriendo con o sin razón que la chica muerta trabajaba en alguna red de prostitución. Ni muertas las dejan en paz.

También están las que confunden el feminismo con radicalismo por su “lenguaje incluyente”. Veamos: tomen un libro, el que sea, de preferencia de poemas y léanlo como si todo que terminara con la letra “e”. Muchos que nos dedicamos a esto, sufrimos por cada día mejorar nuestra ortografía y sintaxis, llevamos años tratando de corregir nuestros errores gramaticales para que ahora nos vengan a cambiar todo. No obstante, el hecho es que todo el tiempo hay que hacerla de pedo. ¿Por qué?, por lo que sea. Hay gente que no lee las publicaciones en redes, pero sí opina. Olvídense que lean periódicos completos, revistas o libros, solo se van con portadas y opinan como si fueran grandes analistas, especialistas, técnicos, doctos, conocedores y expertos. No, lamentablemente no es así de simple. Esas redes sociales, que han logrado lo impensable: Trump presidente de Estados Unidos, Brexit, AMLO presidente de México, anulación de la paz entre las FARC y el gobierno colombiano, rotundo no a la legalización del aborto y un largo etcétera, son ahora una nueva especie de dictadura en donde no se vale disentir, y los troles, cuentas falsas, chairos y derechairos, feministas radicales, machistas y todo lo que termine en ismos o istas, son los custodios de estos espacios en donde los ciudadanos comunes y corrientes son rehenes. Es la nueva policía del pensamiento. Es la ley del más fuerte y se trata de vivir solo de la aprobación social. Entre más odio se muestre, más aceptación se tendrá. Y esto nos recuerda el final de la película Apocalipsis Now de Coppola: The horror, the horror.


30NO FICCIÓN

Por Diego Leonardo González Rodríguez


NO FICCIÓN31

Nena, no te pongas pesada / no me apagues el televisor Es la hora de las noticias / quiero saber de los muertos de hoy. Háblame de horror, 1280 Almas

“T

e puedo hablar de policías a los que he entrevistado y que me confiesan que han asesinado pandilleros, policías que han vapuleado gente, policías que han torturado gente”, dice. Daniel Valencia no ha presenciado el inicio de un desastre, pero siempre ha llegado puntual a ver a los heridos, los muertos, las cenizas de las casas en llamas o la sangre en el pavimento. Ha hablado con pandilleros, reos, criminales de todas las calañas, políticos de todas las cloacas. Ha conversado con las madres de las víctimas y de los victimarios. Ha cubierto historias perturbadoras y dolorosas, historias de impunidad, corrupción, indolencia. Su trabajo es reportear, escribir, investigar, echar el cuento, meter los pies dentro del barro, pisar la sangre fresca para tomar la fotografía de la muerte recién ensabanada. Es parte del equipo del diario digital Elfaro.net, edita y escribe artículos policiales, notas rojas, crónicas negras. Valencia hace periodismo en San Salvador, uno de los países más violentos del mundo, donde criminales y policías le han hablado al oído de lo inconfesable. La muerte se convierte en un espectáculo público, estamos tan acostumbrados que para nosotros es un espectáculo público más. Es como ir a un partido de futbol. Es como ir a escuchar el concierto. Ver al artista. A falta de acceso lúdico de divertimento para nuestras sociedades, la escena del crimen es un acontecimiento social, después de la escena del crimen en las comunidades todo mundo va a medir tu relación con la comunidad sobre la base de: ¿fuiste a la escena del crimen? ¿Viste al muerto? ¿Viste quién era? ¿Te acordás quién era él? Y a comentar: ¿por qué lo habrán matado? Sabemos que lo mataron por esto. Es decir, es un evento social, es la normalización de la violencia en nuestra región.

La cosa es que no fue que los policías incendiaron la cárcel, sino que a la hora del incendio, los policías penitenciarios, lejos de auxiliar a los reos que estaban atrapados y que estaban quemándose, dejaron las puertas cerradas y no les dieron chance de salir. Los policías no dieron oportunidad de nada, ni de abrir los portones de la cárcel para que ingresara el camión de bomberos. Los policías no querían que se les escapara ningún reo. Entonces, decidieron comenzar a dispararles a los prisioneros que rompieron los techos en búsqueda de algo de aire. La quema de la cárcel de Comayagua (Honduras) fue algo increíble de verdad, es decir, ahí murieron más de 300 personas calcinadas. La escena, el olor de la escena, el tratamiento de las autoridades hacia los cadáveres, hacia las familias que llegaban a preguntar por ellos. Creo que hay una imagen que yo nunca voy a olvidar, es después de que han recogido todos los cadáveres y se los llevan en furgones hacia Tegucigalpa, la capital de Honduras. Está el millar de familias esperando saber si alguno de los muertos es su hijo o su primo, su padre, su hermano. La cosa es que los furgones se arruinaron porque eran demasiados cadáveres, entonces se arruinaron y la morgue de Tegucigalpa tampoco tenía espacio para 300 cadáveres, entonces estos furgones, que en teoría tienen que tener temperatura helada para mantener los cuerpos, se arruinaron y lo que tenían era la imagen de un millar de personas en una pendiente, una calle un poco empinada, el furgón estaba hasta arriba en el extremo superior de la calle, toda la gente estaba abajo, entonces lo que tenías era el furgón con las puertas abiertas. Las abrieron porque prefirieron tenerlas abiertas con el olor que eso destilaba, porque cerradas hacía que se deterioraran aún más los cuerpos. Entonces tenías la escena de cadáveres allá apilados en esos furgones con las puertas abiertas y de ahí bajaban unas correntillas —fluidos corporales— que cruzaban por los pies de todos los familiares y se escurrían en una alcantarilla.


32NO FICCIÓN

El primer tema que se me ocurrió cubrir era tratar de responder a esta pregunta: ¿por qué en la guerra de las pandillas los jóvenes son tan violentos y capaces de matarse, unos tan chicos, y hacerse cosas tan bestiales tipo película Saw, o de cortarse partes del cuerpo, o arrancarse piel de cara, desfacelarse? Tratar de responder esa pregunta sobre la base de las concepciones generales que se tienen sobre ellos: “es que son malos”, “es que hacen pacto con el diablo”. Hace como dos años incluso hacíamos la broma en el equipo de la Sala Negra que aquellos casos que nosotros llegamos a conocer como historias de éxito como la de Little Scrappy, la de Jovel Miranda, nos los fueron matando, uno por uno; es decir, creo que tenemos alrededor de ocho fuentes, expandilleros que se salieron por la libre, que digamos, se salieron del mundo de las pandillas, ya no estuvieron delinquiendo, que al final por una u otra razón terminaron asesinados. Es casi que una tara o la necesidad de pagar sus propios clavos. Conozco uno en Guatemala, él está vivo, él es de las primeras generaciones, tendrá 45 años, él está vivo, pero siempre está obligado a tener un pie dentro, un pie fuera de la pandilla. Otro caso que conozco, aquí en San Salvador, uno de los primeros pandilleros retirados, tiene como 40 años, se fue a Estados Unidos, estaba viviendo allá, ya se había calmado, en Estados Unidos lo deportan por alcohólico, se peleó en una calle, lo agarran y lo deportan. Ha regresado al Salvador. No se mete con la pandilla, que ahora son unos niños que él les lleva una distancia como de 20 o 25 años. Más si son jovencitos. Él no se quiere meter; pero la orden que tiene es de no salir del territorio porque si sale del territorio, la pandilla contraria, que está arriba de su colonia, lo va a matar y eso para su clika es una ofensa. Estando dentro del territorio tiene que cumplir ciertas reglas. Una de estas es no pelear, si pelea lo castigan porque está rompiendo las reglas del barrio y como no aporta nada para el barrio, es decir, prácticamente este tipo vive preso en su casa, pero está vivo. No sé si eso es una historia de éxito, creo que no, está jodido vivir en tu propia colonia y ser una persona casi que presa en tu propia colonia. Éxito en cuanto a que viven, que su vida sea con un final menos trágico así como este, si no conozco. La verdad no conozco.

He llegado a entender la posición de un pandillero, entiendo su furia y su resentimiento y hasta cierto punto hasta lo comparto, es decir, imagínate que eres un joven de escasos recursos que no tiene ningún futuro, que vives en una comunidad en la que sabes que no vas a tener ningún futuro. Uno, porque tu escuela es muy mala y tu acceso inmediato para una mejor educación no existe; tu entorno familiar no te va a seguir sosteniendo cuando ya cumplas la mayoría de edad; porque tu mamá es muy pobre, tu abuela es muy pobre, tu papá no está; las expectativas de futuro y de vida para un joven de escasos recursos en El Salvador son bien jodidas y, sin duda vivir, en ese entorno y encontrarte con la oferta de las pandillas por un lado es algo más inmediato y algo que te puede solucionar en el corto plazo la vida, a sabiendas que la estás arriesgando por un futuro que es a corto plazo. Su furia y su resentimiento a la sociedad es entendible pero a leguas. Ahora, yo no comparto y no estoy de acuerdo con ellos en su guerra, en su cultura y en la gran lavada de coco que les dan los pandilleros más viejos a los más jóvenes para que se metan a eso. Es un sinsentido que existan para eliminarse. Que la 18 (la pandilla del Barrio 18) exista para matar a la MS (Mara Salvatrucha) y viceversa.

Ves tanto, ves tanta cosa podrida que lo más que te queda es seguir denunciando esas cosas podridas, porque si no se hace, casi que eres parte de lo podrido


NO FICCIÓN33

De las cosas que yo más agradezco en estos años de reporteo ha sido tener la certeza de que estas no son historias de buenos y malos, de que en el mundo de la violencia ni el policía es tan bueno, ni el pandillero es tan malo. Hay una gran escala de grises en las que se mueven todos, desde el pandillero, el policía, el fiscal, el médico forense. La adrenalina es un arma de doble filo, porque a veces uno se deja de llevar y si no tienes bien planificadas las cosas o al menos los colchones que te permitan sortear eventos que pueden ser bien riesgosos, la adrenalina te puede jugar en contra. La adrenalina te puede jugar malas pasadas, lo importante son las lecciones que nos han quedado de esta cobertura: no dejarnos ir sin tener garantías o salvavidas. Si vamos a entrar en una zona de conflicto tenemos que ir con gente que conozca la zona, que conozca el terreno, con contactos dentro de la zona de uno o del otro bando. Se te rompe algo de la sensibilidad. Ya no te afecta tanto ver al muerto, oler al muerto, que eso también puede ser un riesgo, porque muchas veces cuando te curtes tanto de algo, probablemente pierdes ese olfato que te puede llevar a nuevas aproximaciones o a nuevas preguntas que hacer en el reporteo. Se te van rompiendo algunas fibras y es como que ya hay cosas que ya no te afectan, que ya no te quitan el sueño o que probablemente sí lo hacen, pero vienen a manifestarse mucho tiempo después.

Es un sinsentido que existan para eliminarse. Que la 18 (la pandilla del Barrio 18) exista para matar a la MS (Mara Salvatrucha) y viceversa En el equipo —Sala Negra del Faro.net– a la mayoría nos ha afectado en menor o mayor rango, yo creo que he sido de los más afectados por ese tema, porque creo que se mezclaron una serie de cosas en un momento determinado entre 2012 y 2013, que desembocaron en mi conducta y en mi forma de conducirme, unas cosas bien raras, como apatía, falta de ganas de ir al trabajo, especies de miedo o paranoias sobre lo que le podía pasar a mi círculo familiar más cercano. Yo creo que era como resultado de estar tan expuesto a esta espiral de violencia. Hay cierto punto en que dices ¡puchica, esto ya no tiene arreglo! Pero que sigamos haciéndolo creo que es casi que una rebeldía o un acto masoquista, por decirlo de alguna manera, de creer que las cosas sí pueden cambiar. Está como esa dualidad. Ves tanto, ves tanta cosa podrida que lo más que te queda es seguir denunciando esas cosas podridas, porque si no se hace, casi que eres parte de lo podrido.


34EN CORTO

Juan Carlos

Martín del Campo: lector–actor Por Gilberto Brenis @GilbertoBrenis / Fotos Raúl Bravo @raulbravocid Agradecemos al hotel Holiday Inn México - Coyoacán (Calzada de Tlalpan 1507 colonia Portales, Ciudad de México) por las facilidades otorgadas para la realización de esta sesión fotográfica.

El penúltimo de nueve hermanos, Juan Carlos Martín del Campo veía de pequeño poco probable el realizarse como actor. Era lo que lo movía, lo que le llenaba… pero no había cosa más distante a su entorno familiar. De niño jugaba en soledad en el rancho de su madre en Michoacán, con los árboles y el viento como testigos de su verdadera vocación. El proceso de decidir dedicarse a esto fue una aventura que vivió y defendió en soledad. Hoy por hoy es la profesión que lo sostiene y que le brinda a él y a su familia un sinnúmero de satisfacciones.


EN CORTO35

Gilberto Brenis: Cuéntame, ¿cómo inicias en la actuación? Juan Carlos Martín del Campo: La verdad es que yo acepté mi condición de artista desde muy

chiquito. A mí siempre me gustó todo lo que estaba relacionado con el arte, desde la actuación hasta la escultura. Yo soñaba mucho, aunque tenía muchos amigos y tengo una familia grande, yo necesitaba estar solo para poder imaginar y soñar.

¿Tu familia te apoyaba?

Pues no era, digamos, algo común en mi familia. Mi familia es muy conservadora, así que no había muchas posibilidades de que me dedicara a esto. Lo fui reprimiendo, pero sentía la necesidad de actuar.

¿Qué estudiaste?

Decidí estudiar Letras, de alguna manera tenía algo que ver. Yo quería ser actor y pues decidí estudiar eso.

De todas formas la carrera de Letras tampoco es precisamente como que algo que normalmente las familias apoyen…

Exacto, tampoco fue algo que aplaudieran. Mi mamá había estudiado lo mismo. Yo sabía que lo que aprendiera me iba a servir para ser actor. No puedes ser un buen actor si no eres un buen lector. Debes entender qué historia quieres contar y qué es lo que tu personaje está diciendo entrelíneas.

¿Y eso no te genera conflicto con los escritores?

Definitivamente. Soy muy crítico de mis personajes, pero también entiendo que te contratan para actuar y adaptarte a cualquier tipo de personajes tengan o no sentido. Puedes sugerir o mencionar algo, pero no es algo que dependa al 100 % de ti. Hay diálogos que pueden ser muy cliché que tienes que decir y el reto es hacerlo de una manera interesante, que atrape a la gente.

Tú has hecho teatro, cine y televisión, ¿qué es lo que te gusta y lo que no te gusta de cada uno?

A mí lo que me gusta es trabajar. Los tres me gustan. El cine te da la oportunidad de hacerte eterno, aunque sea una mala película va a ser eterna. La televisión va y viene, es algo que te mantiene, pero es efímero. El teatro es un instante en el tiempo, es el que te da más tablas, pero es completamente efímero.

Cuanto te tomaban las fotos para esta entrevista te preguntaba si te gusta esto de posar para la cámara, hay algunos actores a los que eso no se les da…

No me molesta, tampoco es que me encante. Hay otras cosas de ser actor que no me gustan, como las injusticias. Hay ocasiones en que los actores se ven envueltos en repetir y repetir los mismos personajes porque los directores de casting no tienen la visión de tenerlos en otros papeles. A veces son los mismos actores, haciendo los mismos personajes, eso me molesta, me cansa. El actor necesita ser sorprendido y el público necesita ser sorprendido. Incluso cuando hay un actor que hace un personaje muy bien, llega el momento que cansa.


36EN CORTO

¿Te gusta verte?

No, soy demasiado crítico conmigo mismo. La verdad es que me gusta mucho actuar, pero no checo lo que hago, confío en el director o en la gente de producción. Me queda claro que no puedo limitarme a mi propio juicio, lo que quizá sirve para un personaje quizá no funcione para otro. Lo único que sí sé es que cada escena que hago es con todo el corazón.

¿Te ha llamado la atención escribir o dirigir tus propios proyectos?

En este momento no, quizá más adelante. Cuando llegue a una madurez artística que me permita ser hábil con ellas para entenderlas y aceptarlas para poder entonces dirigir a alguien más. Creo que soy un actor que sigue buscando muchos caminos psicológicos y emocionales que les sirvan a mis personajes. Sí escribo, pero por el momento soy más crítico con lo que actúo que con lo que escribo.

¿Recuerdas cuál fue el primer trabajo que te pagaron?

Claro, ahí es donde me di cuenta de que iba a vivir de esto. Fue en la película El tigre de Santa Julia. Yo hice el casting porque estaba narizón, pero era demasiado joven entonces para hacerlo. Finalmente lo hizo Miguel Rodarte, pero me pagaron por el personaje que hice. La verdad es que fue una fantasía. En otro tiempo, en otro lugar. Vencí todos mis miedos y era la primera vez que me enfrentaba a muchas cosas, mi personaje fue clave porque me di cuenta de que estaba en el camino correcto.

¿Y ahora qué te dice tu familia?

Ahora sí están muy felices, me apoyan mucho. Me presumen y les gusta. Fue un camino difícil que viví solo.

Recientemente la situación para los actores ha cambiado mucho, yo digo que para bien. El hecho de que ya no haya exclusividades y que en un momento dado tú puedas trabajar en el proyecto que quieras te abre un abanico interesante de posibilidades…

Realmente yo siempre he hecho muchas series para todos lados. He estado en Televisa, en el Canal 11, recientemente en Azteca. Yo personalmente no he notado mucho el cambio, pero creo es una decisión de negocios que a ellos como empresas les sirve.

Una de esas series fue Los Minondo, muy bien realizada…

Esa serie fue un agasajo. Trabajar con Carlos Bolado, el director, ha sido un privilegio. Para mí es uno de los directores más importantes e icónicos que hay. Muy pocos te dirigen como él, es un director en orden de la historia y los personajes.

¿Qué has aprendido de directores que no te gusten?

He tenido solamente dos malas experiencia,s pero fue porque en sí ellos eran malas personas. Ambos fueron extranjeros y la verdad hacían mal su trabajo. Muy soberbios, faltando al respeto a los actores y miembros del staff. Pero aprendí a sacar mi trabajo a pesar de todo.


EN CORTO37

¿Qué tal la experiencia de hacer Señora Acero?

Pues el personaje estaba bien escrito, había mucha carnita de dónde hacerlo. Fue muy divertido. Disfruté mucho hacerlo. Algo diferente que me dio muchas satisfacciones. Era la primera vez que hacía una narconovela y la verdad es que creo que ya fue suficiente, pero fue muy divertido.

¿Qué tal fue la experiencia en Tres familias?

Una experiencia increíble. Hacer una comedia familiar fue algo nuevo para mí. El hecho de hacer algo completamente blanco, con personajes muy lineales, puros y que son dirigidos a toda la familia. Fíjate que al iniciar pensé que iba a ser muy fácil, pero es todo lo contrario. Mantener un personaje así tan lineal requiere mucha energía, mucha atención para no pasarte. También era un elenco muy grande, en realidad a todos los personajes les pasaban cosas todo el tiempo y tuvo tan buena aceptación que nos extendieron por varios meses. Después de dedicarle varios meses a su proyecto más reciente, ahora busca nuevas oportunidades con la intención de volver nuevamente al drama, que es lo que conoce y domina. Con la firme intención de seguir destacando y seguir dándole a cada personaje un sello distintivo que lo haga diferente a lo que el público ha visto, pero que deje una marca de calidad de él como actor, lo veremos próximamente en una nueva aventura de la actuación.


38TENDEDERO

Creemos lo que queremos creer

U

Por Gilberto Brenis @GilbertoBrenis

na vez que ya han pasado las elecciones, con las sorpresas que las mismas nos trajeron y que las aguas están un poco más calmadas, la verdad es que sigo reflexionando sobre las redes sociales. Me queda claro que entre ellas Twitter es la que más se utiliza para ofender, hay cualquier cantidad de haters con cara de huevo que escriben con terrible ortografía, que tienen quizá una decena de seguidores y que amenzan con matarte y a tu familia a la menor provocación. En Facebook, la cosa es tranquila. Por algo son tus amigos, pero sí puede llegarse a dar la discusión, la ofensa y el subsecuente bloqueo. Instagram es el paraíso, rara vez la gente te jode en esta red social. Todo es amor y paz y fotografías de exquisitos manjares de diferentes restaurantes. Aun así, las propias redes sociales (entre las que hemos de incluir WhatsApp) ahora se han convertido en el medio de información de la gran mayoría de las personas. Creemos a pie juntillas lo que nos dicen a través de estas redes, ni siquiera dudamos en compartirlo. La consecuencia es que existen cantidad de historias falsas en lo que a veces se revela y lo que empieza siendo una broma, termina siendo una crisis en algún lugar. De esta forma se han hecho de todo conocimiento nuevas formas de asalto (algunas

verdaderas), amenzas, chantajes, chismes y, en el más ligero de los casos, chistes. La responsabilidad de compartir esta información es de todos y cada uno. Debemos checar y volver a checar de dónde proviene la información, quién la emite, por qué canal nos está llegando. Debemos ser usuarios responsables en todos los sentidos. Esta situación yo la viví en carne propia al circular en WhatsApp un audio refiriéndose a un caso delictivo que sufrió una de mis hermanas. Si bien la intención del mensaje era la de advertir que la gente tuviera cuidado, lo cierto es que volvían a victimizar a mi hermana mencionando su nombre y dirección, al igual que a mi otra hermana y los datos de su negocio. Para no hacerles el cuento largo, lo que debió quedar en familia se hizo público gracias a una persona que decidió hablar de más y “prevenir” al resto de la población. La cautela debe de ser una de las principales ideas que tengamos en la mente cuando decidimos compartir alguna de estas historias. Los afectados no siempre lo agradecen y las autoridades tampoco, pues se entorpecen las investigaciones. Y la responsabilidad nos debe servir de guía para saber que no todo en las redes es verdad y que no podemos esparcir rumores pensando que “nada va a pasar”. Después ya nada vuelve a ser lo mismo.


INSTRUCCIONES PARA VIVIR EN PUEBLA 40. Mariscos Calamar, Don Salmón, Porkoss PLACERES 46. Cuatro películas políticamente incorrectas CINE 48. Las redes sociales y el estrés SALUD


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Fotos Jafet Moz / esimagen.mx

Mariscos Calamar Por Staff 360°

También conocidos como “el carrito de Santa Bárbara”, están ubicados en la esquina de Juan de Palafox y 32 Norte, en la colonia Santa Bárbara. En este carrito, por más de 45 años la familia Contreras ha atendido los siete días de la semana, sin descanso alguno, de 8 a 17 horas. Ellos los esperan con los brazos abiertos para consentirlos en esos días tan golpeados por los estragos del alcohol; pero si solo quieres degustar unos buenos mariscos en compañía de tu familia, no puedes perderte sus tradicionales tortas de pulpo, atún, salmón, y hasta hueva de pescado. Pasadas las nueve de la mañana se ven llegar por igual carros de

lujo Mercedes Benz, Audi, BMW y también vochitos, caribes y hasta microbuses. Solo se escucha el saludo “¿cómo estás?”, “¿lo mismo de siempre?”, “patrón, ¡qué milagro!”, y muy, muy a lo lejos un “¿otra vez crudo?”, y los meseros ya apurados colocando bancos sobre la banqueta a manera de mesas para atenderte con gusto y con una alegría que a muy pocos se les da como a ellos. Los primos y hermanos Contreras y uno que otro sobrino se desviven por atenderte como si estuvieras en casa, sirviendo lo que los señores Armando y Eduardo Contreras, con

ayuda de sus hijos, preparan desde las cuatro de la mañana, siguiendo las recetas heredadas de sus padres fundadores de la caseta, ahí por la colonia Santa María, según nos cuentan. Un lugar muy recomendable para esos días que no aguantas la cruda, o solo quieres lucirte con tu crush o, mejor aún, olvidarte de las formalidades y degustar unos buenos mariscos. No te puedes perder las empanadas, o si les dices que vas de parte de Revista 360º Instrucciones para vivir en Puebla, pide una medusa que seguro te sorprenderá.


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Don Salmón Uno de los lugares que más gusta recomendar está ubicado en la 27 Poniente 2124 colonia Volcanes. Se trata de Don Salmón, un restaurante de mariscos de muy alta calidad. No puedes dejar de probar las carnitas de atún, que seguro se convertirán en tus favoritas, o una codorniz de mar acompañada con salsita de chiltepín; pero si te gusta el picante al extremo, sus aguachiles son para ti o, mejor aún, los chiles toreados rellenos de atún, que están para chuparse los dedos. Ah, pero también se preocupan por los peques de la familia, por lo que tienen

Fotos Archivo 360°

una hamburguesa de atún o camarón. Pero la genialidad no termina ahí, ya que cuenta con área de niños visible de cualquier punto del lugar, y qué mejor que meter un barco para que los consentidos de la familia se diviertan mientras pasan un rato agradable y familiar, atendidos con la mayor dedicación desde el valet parking, pasando por su amable hostess, y rematar con el servicio de sus meseros, quienes traerán a su mesa las maravillas que el chef prepara y logra que el lugar hoy por hoy sea unos de los mejores en Puebla. Horario de 11 a 19 horas. Teléfono: 2226 397 287.


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Fotos Jafet Moz / esimagen.mx

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Porkoss

Y pues con la noticia de que unos bajacalifornianos muy entrones se dejaron caer a Cholulita la Bella para deleitar cuanto paladar se deje, ¡sí, señor! En Porkoss van a encontrar el verdadero sabor de la península más sabrosa de todo el hemisferio norte. Las burgers y las costillas son un par de imperdibles en su menú, pero lo que preparan salido directamente del mar es poco menos que un manjar, y hasta con rima salió. Con camarón y sierra de la mayor frescura, se lucen con taquitos, ceviche, un tiradito y hasta tuétano, que combinado con estas noblezas marinas y unas buenas tortillas y salsas adquiere un sabor que no se compara al de ningún otro lado. Si quieren caerles, los encuentran ahí en la 14 Oriente, número 613, local “A”, en San Andrés Cholula. Su teléfono es el 2223 630 086 y abren de una a una, o lo que es lo mismo: pasadito del mediodía a pasadita la medianoche.



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Cuatro películas políticamente incorrectas Por Zeus Munive / @eljovenzeus

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ay una serie de cintas que para muchos no deberían existir. Son aquellas que visualmente pueden ser muy desagradables y no necesariamente hablamos del cine gore que consiste en tripas, heces fecales y muchísima sangre bañando nuestra pantalla. Hay historias que nos impactan tanto que muchos moralistas de plano no están dispuestos a soportar y que nos miran con un dejo de repulsión a aquellos que se nos ocurre recomendar. Por ello, en este ejemplar de la Revista 360º Instrucciones para vivir en Puebla aceptamos que Salò o los 120 días de Sodoma Pierre Paolo Pasolini 1975 A pesar de tener 43 años, esta cinta del italiano sigue generando problemas mentales y estomacales. La historia no deja de sorprendernos: “Cuatro hombres poderosos, llamados el Presidente, el Duque, el Obispo y el Magistrado, acuerdan casar a sus hijas en un ritual libertino. Con la ayuda de varios colaboradores, secuestran a 18 jóvenes (nueve hombres y nueve mujeres) y los conducen a un palacio cerca de Marzabotto. Los acompañan cuatro exprostitutas, también colaboradoras, cuya función será la de contar historias que exciten a los hombres poderosos, quienes entonces explotarán sexual y sádicamente a sus víctimas”. Debido a su fuerte contenido, incluso escatológico, está prohibida en varias partes del mundo.

a lo mejor nos odiarán más de lo que creemos, pero aquellos arriesgados que quieren salir de su zona de comodidad les sugerimos que hagan de tripas corazón y vean estas cintas. La peor película es aquella que no hemos visto, dice el viejo dicho, así que bien vale la pena arriesgarse. Un favor, no nos miren mal, estas cintas no son polémicas por el hecho de ser polémicas, son películas que tienen un por qué ser así. Son contestatarias para el momento, tienden a confrontar al statu quo y, bueno, ya es mucho decir.


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Oldboy: Cinco días para vengarse Pak Chan Uk 2003 Una película surcoreana que el final eriza los pelos a propios y extraños. La historia trata sobre la desaparición del protagonista y su cautiverio por 15 años, sin que nadie sepa de él. Cuando logra escapar del cuarto en el que vive, alejado de todo tipo de personas y solo con una televisión, debe encontrar en cinco días quien lo secuestró y vengarse de él. No podemos adelantar el final de la historia ya que es sorprendente, para aquellos que no la han visto. La película fue ganadora de la Palma de Oro en Cannes. Hay un remake gringo muy malo que pedimos a los lectores no lo vean, ya que no tiene la misma calidad que la original coreana.

Irreversible Gaspar Noé 2003 Cinta francesa en la que participan entre los protagonistas Vincent Cassel y su entonces esposa Mónica Bellucci. La película fue muy polémica por dos escenas que veremos y sabremos desde el inicio, el asesinato de un presunto violador y la violación de Bellucci en un metro de París. Al día de hoy la cinta sigue generando demasiada polémica y opiniones divididas. El crítico de cine Roger Ebert ha sostenido que la estructura del film es inherentemente moral, porque al presentar la venganza antes de los actos que la inspiran, los espectadores están forzados a asimilarla primero y luego a pensar más profundamente acerca de sus implicaciones.

Nymphomaniac Lars von Trier 2013 Aquí hagamos una pausa. Sabemos que este director danés es políticamente incorrecto y que tiene películas como El gran festín en la que habla de incestos, Bailando en la oscuridad en la que presenta la traición y el abuso contra una mujer ciega, y no puede faltar Dogville, en la que presenta la doble moral de una sociedad aparentemente feliz y moralista. Está Anticristo y otras tantas historias que aborda de manera inteligente. Nymphomaniac aborda el sexo, el amor, la desesperación por el sexo y más sexo. Hay un apartado para ver penes de todos colores y tamaños. La historia trata de un soltero que encuentra a una chica en un callejón, él se ofrece a llevarla a su casa mientras ella comienza a relatar su vida sexual. La película está dividida en dos volúmenes y ocho capítulos.


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Las redes sociales y el estrés Por Psicólogo clínico Juan Romero

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as nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) nos brindan la capacidad para comunicarnos con personas en todas partes del mundo, así como también realizar pagos con un clic, comprar, encontrar información valiosa, libros y hasta realizar estudios por este medio. Por otra parte, estudios realizados en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido han relacionado el uso de las redes sociales con altos niveles de ansiedad y depresión. Con lo mencionado anteriormente, observamos que las nuevas tecnologías de la información TIC y en específico las redes sociales (RS) pueden influir positivamente como también negativamente en nuestra salud tanto física como mental. A su vez, las RS pueden actuar como un estímulo estresor más. Aproximadamente 80 % de las personas de 18 a 29 años están en alguna red social y el tiempo de uso es en promedio de dos horas al día. Las redes sociales se han vuelto parte de nuestra vida y algunos de los estresores más comunes son: • El querer destacar los mejores momentos y más brillantes de nosotros. Las comparaciones se repiten una y otra vez a lo largo del día, día tras día. • Las redes se han convertido en una “moneda social”, esto funciona como una economía de atención, entre más likes o más reacciones tiene alguna publicación, impacta directamente en el ego, poniendo grandes expectativas en ellas, y si no hay una respuesta adecuada, puede a provocar cierto grado de frustración. • Miedo a estar desconectado (Fear Of Missing OutFOMO). Esto es algo muy común, una forma moderna de ansiedad que el cerebro interpreta como una situación de vida o muerte. • Acoso online. Estamos expuestos todos los días a ser agredidos por personas que no conocemos, peleas sin sentido y discusiones que se repiten vez tras vez hasta convertirse en un problema serio. El abuso de las TIC y en específico de las redes sociales está asociado a efectos psicosociales negativos, como cambios en el estado de ánimo, una sobreactivación del organismo, ansiedad y fatiga mental, aislamiento de la sociedad, temores, irritabilidad y un alto riesgo de desarrollar dependencia (sí, como si se tratara de cualquier droga).

¿Cómo puedo saber si estoy generando una dependencia a las redes sociales? Hazte estas preguntas: • ¿Cuánto tiempo pasas en las redes sociales? • ¿Cómo es tu comportamiento cuando no tienes acceso a internet? • ¿Las redes sociales le aportan algún valor a tu vida? Respondiendo esas preguntas te podrás dar cuenta si las redes sociales son positivas o negativas en tu vida, y si son así, no te caería mal empezar a distraerte, aprender cosas nuevas, estar en contacto con la naturaleza, no pasa nada si desapareces un momento del mundo virtual. Fuentes consultadas Bailey P. (2017). Is social media hurting your mental health? RTA School of Media. Canadá. Jiwei L. & Claire C. (2014). Timeline generation: Tracking individuals on twitter. In Proceedings of International Conference on World Wide Web, pages 643–652. ACM. Salanova M. (2003). Trabajando con tecnologías y afrontando el tecnoestrés: el rol de las creencias de eficacia. Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, vol. 19, núm. 3, pp. 225-246 Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. Madrid. UNAM. (2017). Tecnoestrés, mal que avanza. Efecto del uso excesivo de las tecnologías de la información y la comunicación. Gaceta UNAM, vol. 4874, pp. 10. UNAM. CDMX.

Para más información acerca de este tema, puedes escribir al correo juarmsn@gmail.com o llamar al teléfono 2226 719 435 - Psicólogo clínico Juan Romero.




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