La aldaba Año 1; nº 1 noviembre 2011
iempre me he preguntado qué hay que hacer para ser santo. Mira que lo intento, pero nunca lo consigo. Buscando y buscando, dando vueltas de allá para acá. Investigando, preguntando, leyendo, observando, analizando, experimentando,... Hay que ser bueno, hay que ayudar a los demás, hay que darlo todo, hay que quedarse sin nada, hay que...; hay que... Todo. Y nada queda al final. Vamos, toda una locura si lo pensamos despacio. Una auténtica locura.
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Aburrido de dar vueltas y no encontrar respuesta decidí hacer lo último que me quedaba por hacer: orar. Y encontré la solución. La santidad es un don, un regalo, algo que da Alguien que la posee a raudales. Santidad es característica de Dios. Yo no puedo ser santo si Dios no me capacita para ello. Entonces ¿es que Dios no me quiere puesto que no soy santo? Resulta que también soy responsable de esta situación. Al-
Noticias pastorales
de la Asunción canzar la santidad se puede para alguien que deposita toda su confianza, todos sus anhelos, dolores, alegrías, sufrimientos, todo su ser en Dios. Alguien que se abandona, cobija, anida, plenamente en Dios llega a ser santo. En este proceso de búsqueda de la santidad, de confianza absoluta en Cristo, sentí una llamada especial. El propio Cristo me quería para su Iglesia, me llamaba para ser servidor y pastor de sus hermanos, quería que entrara al Seminario y me formara para ser sacerdote suyo. Esto son palabras mayores. Significa entregarme plenamente a Él, a su Iglesia, a los hombres. Significa cambiar mi camino, salir de mi tierra, mi hogar y buscar un lugar nuevo donde mi comodidad ya no importa. Quiero ser santo. Pues nada, Señor, si tú lo quieres, aquí me tienes. Me abandono a tu voluntad. Obtuve respuesta: Sigue pidiéndome la santidad, te la daré, será difícil, costoso, no verás fruto pero no estarás solo. Mi Padre te ama, te entrega a María, mi Madre, Madre de la Iglesia, Madre tuya y te llena de su Santo Espíritu. Sé fiel, constante, no tengas miedo, yo siempre estaré a tu lado. El próximo 5 de noviembre seré ordenado diácono en vistas a una próxima ordenación presbiteral o de cura. Las palabras de Isaías resuenan en mi cabeza: “En ese pondré mis ojos: en el humilde y el abatido que se estremece ante mis palabras.” Os hago una súplica, ayudadme a ser santo para que vosotros también podáis serlo.
LUNES: 17:00 Catequesis de 6º EP LUN-3º. 20:30 Grupo de lectores MARTES: 17:00 Catequesis de 5º EP 18:00—20:00 Despacho Parroquial 20:00 Clase de Guitarra con práctica 20:30 Escucha de la Palabra y Escuela bíblica MIÉRCOLES: 17:00 Catequesis de 4º EP MIER. 1º-3º. 17:30 Pastoral de la Salud 18:30 Escuela bíblica con San Marcos JUEVES: 11:00—14:00 Despacho Parroquial 17:00 Catequesis de 2º EP 18:00 Vida Ascendente 19:00 Exposición del Santísimo JUEV. 2º. 20:30 Catequistas de Asambleas Domésticas VIERNES: 16:00 Clase de Guitarra sin práctica 17:00 Catequesis de 3º EP y 2ºESO 18:30 Cateq. 1º ESO y adolescentes 22:00 Grupo parroquial de jóvenes SÁBADO: 11:00—14:00 Despacho Parroquial SÁB. 1º 17:30 Encuentros con matrimonios 18:30 Grupo de Oración DOMINGO: Día del Señor. DOM. 2º 10:00 Bautizos.
Francisco José García Francés
E st e me s. . . s pe rt a r re lig ios o 3 0 de o c t u bre: 1 7: 3 0 D e de do m i n g o D í a 1 : H o rari o de m i s as n t e rio a l as 1 1 , 0 0 D í a 2 : M i s a en el ce m e con o de F ran D í a 5 : Orde n a ción de diá c és en D ai m i el c i s c o J o s é G arc í a F ran 0 ( S an t a M arí a) a l as 1 0 : 3 t rim on ios a m n 1 7: 3 0 En cu e n t ro co on ia l C ris rim t a D í a 1 1 - 1 3 : En cu e n t ro M t as de D ai m i el . t ia n o. En l o s P as i o n i s D i o c es an a. L a D í a 1 3 : D í a de l a I g l es i a os . P a rt icipa . I g le s ia con t ig o, con t od a u t is m a l. D í a 2 0 : P ro p ag an da b l P l an D i o c es aD í a 2 6 : 1 7: 3 0 D i ál o g o de ilia C ris t ia n a n o de P as t o ral . L a F a m o de A dv ie n t o D í a 2 7: P rim e r dom in g o 1 7: 3 0 D e s pe rt a r R e lig ios
De interés...
Las prioridades que inquietan a la Diócesis y del que se ha hecho eco este Plan son la FAMILIA y los JÓVENES. En nuestra parroquia queremos acoger toda la fuerza y novedad que este Plan Diocesano de Pastoral contiene. El Consejo Parroquial de Pastoral ha recibido ya el Plan. Todos los que lo queráis lo podéis pedir en la sacristía. En “www.diocesisciudadreal.es” lo puedes bajar. Te resultará interesante. El día 26 de este mes de noviembre a las 17:30 tendremos un encuentro para tratar los objetivos y las acciones que tienen que ver con la Familia cristiana. Es el momento de que cada miembro de nuestra familia se ponga en disposición de conversión, escucha y acción. Dios te pide ponerte en pie y evangelizar en tu familia y desde tu familia al mundo. Tenemos muchas ideas. El Espíritu Santo es creativo. Sintámonos convocados a participar. El día 17 de diciembre otro encuentro parroquial para dialogar sobre los objetivos y las acciones con los Jóvenes. Una parroquia que no vibra por la vida de fe de sus jóvenes está adelantando lentamente su propia muerte.
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ay un nuevo Plan Diocesano de Pastoral. El marco es profundamente actual. Su principal objetivo es transmitir la fe en el mundo actual, con las dificultades actuales de la evangelización. Parece que en nuestra cultura actual nuestros corazones se han vuelto insensibles a la llamada que Dios hace en el hombre. Por eso es necesario promover el encuentro con Cristo como único camino para renovar la Iglesia y construir la civilización del amor desde el diálogo y la llamada sincera a la conversión.
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on las lámparas
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icen, que había una madre que tanto quería a su hijo único que sólo vivía para él: mil detalles de amor sacrificado. El hijo, ya acostumbrado, sólo le respondí con muchas frases rutinarias. Un día este hijo se enamoró de una bella joven que, celosa del amor de su madre llegó a pedirle como prueba: - Si tanto me quieres, demuéstramelo: tráeme el corazón de tu madre”. Y cuentan que aquél hijo llegó a asesinar a su madre, y arrancándole el corazón corrió alocado a ofrecérselo, aún sangrante, a su celosa novia. Tanto corría y tan nervioso que tropezó y cayó al suelo con su botín. Entonces, desde el
encendidas suelo escuchó la voz de su abnegada madre desde el corazón: - ¿Te has hecho daño, hijo mío? No sé el final de la historia, pero me recuerda al corazón de Jesús. Intento imaginar el rostro de Jesús en su reencuentro con Pedro junto al lago de Tiberíades. Cuando después de tanto haberlo querido y preferido, había sido capaz de negarlo tres veces a las puertas del Sanedrín judío en esa hora tan definitiva de su pasión. Ningún reproche, sólo por tres veces: - Pedro, ¿me amas…?”. Sólo eso. No son nuestras palabras, sino nuestro corazón lo que espera Dios. ¿Le amamos?
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