LA LITERATURA LATINA LA ANTIGÜEDAD
La literatura latina nace bajo el influjo de la literatura griega y esta fue una fuente de inspiración para los escritores de épocas posteriores. El Renacimiento y el Barroco rescataron e hicieron renacer a todos estos grandes poetas latinos y sus temas.
EL TEATRO LATINO LA COMEDIA • PLAUTO (254-184 a. C.) Es el comediógrafo más importante en lengua latina con obras como Anfitrión, La olla, El gorgojo, Miles gloriosus. • TERENCIO (184-159 a. C.) La comedia latina, como la griega que fue su modelo, trata de lo que les sucedía a las personas corrientes, los conflictos que plantea no son importantes y tienen un final feliz. Llenas de humor y de juegos de palabras utilizan un lenguaje coloquial y también vulgar (léxico obsceno y grosero). La complicación, el enredo, de las tramas obligó a Plauto, en algunas de sus obras, a poner un prólogo declamado por un actor, cuya función era explicar el argumento. Anfitrión inspiró a Molière y Giraudoux, y es la única comedia mitológica de Plauto. Narra cómo Júpiter, para seducir a Alcmena, esposa del general Anfitrión, se hace pasar por éste adoptando mágicamente sus rasgos y acompañado de Mercurio, disfrazado como su criado Sosia, generando todo Ppo de confusiones y enredos contra los verdaderos y burlados personajes que suplantan. La comedia de la olla es una comedia de personaje, un viejo avaro, que inspiraría la famosa comedia de Molière. El gorgojo narra las aventuras de un parásito, autén5co precedente del pícaro, un hombre sin escrúpulos de imaginación fecunda, que vive de su astucia e ingenio.
LA HISTORIA • JULIO CÉSAR: Comentarios de la guerra de las Galias y Comentarios de la guerra civil • SALUSTIO: La conjuración de Catilina, La guerra de Yugurta. • TITO LIVIO: Ab urbe condita. • TÁCITO: Historias, Los Anales, Vida de Agrícola.
LA ORATORIA Recibe el nombre de oratoria el arte de hablar en público de manera persuasiva. Por su temá5ca y finalidad se dis5nguen tres 5pos de discursos: • Polí*cos, pronunciados en una asamblea polí5ca (senatus, comi5a, etc.) con la intención de influir en la toma de una decisión. • Judiciales, pronunciados ante un jurado en defensa o en contra del acusado. A los primeros se los llama "ora5ones pro", a los segundos "ora5ones in". • Funerarios, pronunciados con mo5vo de la muerte de algún personaje ilustre y en el curso de su sepelio. Reciben el nombre de "lauda5ones funebres". Una de las más famosas es la pronunciada por M. Antonio a la muerte de J. César.
• La oratoria comienza a desarrollarse en Roma en época muy temprana -‐ el primer discurso del que tenemos no5cia es el de Apio Claudio el Ciego contra la propuesta de paz ofrecida por Pirro (comienzos del III a.C.)-‐ Esta oratoria primi5va tendría un carácter improvisado, espontáneo, y se basaría sobre todo en la habilidad natural del orador. • A par5r del siglo II a.C. comienzan a aparecer en Roma escuelas de retórica, disciplina que pretende enseñar el arte de la oratoria. Estas escuelas, que cons5tuirán la úl5ma etapa en la formación de cualquier romano de clase media-‐ alta, determinarán el es5lo oratorio de los personajes más importantes de la vida pública romana.
MARCO TULIO CICERÓN Marco Tulio Cicerón nació en el año 106 a.C. en Arpino, ciudad del Lacio. Su familia, que pertenecía al orden ecuestre, lo envió a Roma para que recibiera la mejor educación posible. Pronto destacó entre la juventud romana por sus habilidades oratorias. La popularidad ganada le permi5ó lanzarse con garanXas a la vida polí5ca, a pesar de ser un "homo novus”, un hombre que pertenecía a una familia que no había destacado hasta entonces en polí5ca. En el año 63 a.C. Cicerón alcanzó el consulado, magistratura en cuyo desempeño descubrió y sofocó la conjuración de Ca5lina. Por su actuación como cónsul el senado le otorgó el Xtulo de "pater patriae". Cuando en el 49 a.C. estalló la guerra entre César y Pompeyo, Cicerón, republicano convencido, se unió a los pompeyanos, que fueron derrotados en Farsalia. Y aunque César, vencedor y nombrado dictador, lo tenía en alta consideración y supo comprender y excusar su postura, él prefirió re5rarse de la vida pública. Tras el asesinato de César, Cicerón creyó erróneamente que era posible la plena restauración de la república, sinónimo en Roma de libertad. Así pues, volvió a la palestra polí5ca, pronunciando sus Filípicas contra Marco Antonio, que había recogido la herencia de César. Esto le costó la vida a manos de los sicarios de aquél, que, tras darle muerte, clavaron su cabeza en una pica y la pasearon por el foro. Corría el año 43 a.C. La obra de Cicerón es muy extensa. Abarca desde el ensayo filosófico hasta el tratado de retórica, pasando por la poesía épica. Pero ante todo Cicerón debe su fama a los discursos que pronunció. De entre ellos cabe mencionar las Ca*linarias.
LA ÉPICA: LA ENEIDA DE VIRGILIO • Es la epopeya del pueblo romano, ya que Virgilio vincula a los romanos con el heroico pueblo troyano. Relata el viaje de Eneas desde una Troya incendiada a Roma. • Escrita en verso consta de 12 cantos. Los seis primeros, al modo de la Odisea, relatan el viaje de Eneas hasta las costas de Italia. Los otros seis cantos, como la Ilíada, relatan la lucha de Eneas contra los pueblos latinos, a los que derrota y su casamiento con la reina latina Lavinia.
CANTO I Canto las armas y a ese hombre que de las costas de Troya llegó el primero a Italia prófugo por el hado y a las playas lavinias, sacudido por mar y por tierra por la violencia de los dioses a causa de la ira obstinada de la cruel Juno, tras mucho sufrir también en la guerra, hasta que fundó la ciudad y trajo sus dioses al Lacio; de ahí el pueblo latino y los padres albanos y de la alta Roma las murallas. Cuéntame, Musa, las causas; ofendido qué numen o dolida por qué la reina de los dioses a sufrir tantas penas empujó a un hombre de insigne piedad, a hacer frente a tanta fatiga. ¿Tan grande es la ira del corazón de los dioses? Hubo una antigua ciudad que habitaron colonos de Tiro, Cartago, frente a Italia y lejos de las bocas del Tiber, rica en recursos y violenta de afición a la guerra; de ella se dice que Juno la cuidó por encima de todas las tierras, más incluso que a Samos. Aquí estuvieron sus armas, aquí su carro; que ella sea la reina de los pueblos, si los hados consienten, la diosa pretende e intenta.
Arma virumque cano, Troiae qui primus ab oris Italiam, fato profugus, Laviniaque venit litora, multum ille et terris iactatus et alto vi superum saevae memorem Iunonis ob iram; multa quoque et bello passus, dum conderet urbem, inferretque deos Latio, genus unde Latinum, Albanique patres, atque altae moenia Romae. Musa, mihi causas memora, quo numine laeso, quidve dolens, regina deum tot volvere casus insignem pietate virum, tot adire labores impulerit. Tantaene animis caelestibus irae? Urbs antiqua fuit, Tyrii tenuere coloni, Karthago, Italiam contra Tiberinaque longe ostia, dives opum studiisque asperrima belli; quam Iuno fertur terris magis omnibus unam posthabita coluisse Samo; hic illius arma, hic currus fuit; hoc regnum dea gentibus esse, si qua fata sinant, iam tum tenditque fovetque.
La poesía de Virgilio Las Bucólicas son diez églogas que cantan la vida sencilla del campo en un ambiente idílico y pastoril. • Las Geórgicas cantan la vida en el campo y anima a sus diferentes labores. • Égloga: (Del lat. eclŏga, y este del gr. ἐκλογή, extracto, pieza escogida). •
1. f. Composición poéPca del género bucólico, caracterizada generalmente por una visión idealizada del campo, y en la que suelen aparecer pastores que dialogan acerca de sus afectos y de la vida campestre.
CATULO
EL TEMA DEL AMOR Nació en Verona, la ciudad de Romeo y Julieta muchos siglos después, en el año 87 a. C. y murió en el 54 a. C. El poeta laPno Catulo escribió este poema a su amada Lesbia: Odi et amo. Quare id faciam, fortasse requiris.
Nescio, sed fieri sentio et excrucior.
Catulo, Carmen 85
(Odio y amo. Quizás te preguntes por qué hago esto. No sé, pero siento qué es así y sufro”)
En este poema invita a Lesbia a vivir y a sen-r con él el amor sin complejos y sin ataduras, ya que la vida es muy corta. Estuvo enamorado de Clodia, una mujer casada con Quinto Cecilio Metelo, con la que tuvo unos amores apasionados y atormentados. Viuamus, mea Lesbia, atque amemus, rumoresque senum seueriorum omnes unius aestimemus assis. Soles occidere et redire possunt: nobis, cum semel occidit breuis lux, nox est perpetua una dormienda. Da mi basia mille, deinde centum, dein mille altera, dein secunda centum, deinde usque altera mille, deinde centum. Dein, cum milia multa fecerimus, conturbabimus illa, ne sciamus, aut nequis malus inuidere possit, cum tantum sciat esse basiorum.
Vivamos, Lesbia mía, ¡amémonos! Y démosles el valor de un as[1] A los rumores de los ancianos severos. Los soles seguirán muriendo y volviendo a nacer; Pero, una vez que nuestra breve luz se apague, Sólo nos quedará una noche eterna Que habremos de dormir. Dame mil besos, y después cien, Y después otros mil y otros segundos cien, Y, sin parar, hasta llegar a mil más, y después cien. Finalmente, cuando nos hayamos dado tantos miles, Los dejaremos en el olvido, para no recordarlos, Y para que nadie sienta envidia Al saber que entre nosotros hubo tantos besos. • [1] As: (de as, assis): moneda romana de escaso valor, que se dividía en doce onzas.
HORACIO Quinto Horacio Flaco (en laqn Quintus Hora5us Flaccus) (Venusia, hoy Venosa, Basilicata, 8 de diciembre del 65 a. C. – Roma, 27 de noviembre del 8 a. C.), fue el principal poeta lírico y saqrico en lengua laPna. Épodos, Odas y Sá*ras. Los principales temas que trata en su poesía son el elogio de una vida rePrada («beatus ille») y la invitación de gozar de la juventud («carpe diem»), temas retomados posteriormente por poetas españoles como Garcilaso de la Vega y Fray Luis León. Escribió, además, epístolas (cartas), la úlPmas de las cuales, dirigida «A los Pisones», es conocida como Arte poé5ca. epodo s. m. 1 Combinación métrica de la poesía griega y laPna formada por un verso largo y uno corto. 2 Poema compuesto por esta combinación métrica.
BEATUS ILLE. Horacio, Epodo II 'Beatus ille qui procul negotiis, ut prisca gens mortalium, paterna rura bubus exercet suis solutus omni faenore neque excitatur classico miles truci neque horret iratum mare forumque vitat et superba civium potentiorum limina. (Dichoso aquél que lejos de los negocios,
como la antigua raza de los hombres, dedica su tiempo a trabajar los campos paternos con los bueyes, libre de toda deuda, y no se despierta como los soldados con el toque de diana amenazador, ni tiene miedo a los ataques del mar, que evita el foro y los soberbios palacios de los ciudadanos poderosos. )
LOS TÓPICOS LITERARIOS • CARPE DIEM /COLLIGE, VIRGO, ROSAS • • carpe diem ("aprovecha el día"). Se trata de un tópico que incita a vivir el momento. Procede de Horacio y lo podemos observar en poetas como, por ejemplo, Garcilaso de la Vega, especialmente en el Soneto XXIII, que en otra ocasión comentaremos. • • collige, virgo, rosas ("coge, doncella, las rosas"). Es una derivación del tema anterior que parte de un verso de Ausonio, poeta laPno: "Coge, virgen, la rosa" y que es también una incitación a gozar del día, pero aplicado a una mujer. Góngora es otro de los poetas de lo ha manejado en aquel célebre soneto que se inicia con el verso "Mientras por compePr con tu cabello...". • Estos dos poetas laPnos han influido en la literatura renacenPsta. • Horacio en una de sus ODAS escribió estos versos que tanta trascendencia han tenido.
EL TÓPICO LITERARIO DEL BEATUS ILLE EN FRAY LUIS DE LEÓN
El poema esta escrito en la VIDA RETIRADA descansada vida 1ª época de producción de ¡Qué la del que huye del mundanal ruïdo, Fray Luis de León. UPliza la y sigue la escondida lira, estrofa introducida por senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido; Garcilaso. E s t r o f a e n l a q u e s e combinan versos de arte mayor (11) con menor (7). Con una estructura ABabB En cada lira se expresa una i d e a . E s t a o d a e s t á consPtuida por por 17 liras.
Horacio, Carmina, Libro I, Oda XI. Tu ne quaesieris (scire nefas) quem mihi, quem tibi finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios temptaris numeros. Vt melius, quidquid erit, pati! seu pluris hiemes, seu tribuit Iuppiter ultimam, quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare Tyrrhenum: sapias, uina liques et spatio breui spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit inuida aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.
No preguntes (sacrilegio es saberlo), Leucónoe, qué fin a tí, qué fin a mí nos concedieron los dioses, ni sondees los cálculos babilonios. ¡Cuánto mejor soportar lo que haya de ser, tanto si Júpiter nos ha concedido muchos inviernos, como si es el último el que ahora quiebra las olas del mar Tirreno contra los escollos que se nos pone por delante! Sé sabia, filtra el vino y, breve como es la vida, corta la esperanza larga. Mientras hablamos, habrá huido celosa la edad: aprovecha el momento, confiada lo más mínimo en el mañana. (Traducción: Lola Jiménez Jiménez)
El tema del CARPE DIEM atraviesa toda la literatura desde entonces.
En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, enciende el corazón y lo refrena; y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto, por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena; coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto, antes que el 5empo airado cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará la rosa el viento helado, todo lo mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre. Garcilaso de la Vega (1501?-‐1536)
SONETO A HELENA Cuando seas muy vieja, a la luz de una vela y al amor de la lumbre, devanando e hilando cantarás estos versos y dirás deslumbrada: "me los hizo Ronsard cuando yo era más bella". No habrá entonces sirvienta que, al oír tus palabras, aunque ya doblegada por el peso del sueño, cuando suene mi nombre la cabeza no yerga y bendiga tu nombre, inmortal por la gloria. Yo seré bajo Perra descarnado fantasma y a la sombra de mirtos tendré ya mi reposo; para entonces serás una vieja encorvada añorando mi amor, tus desdenes llorando. Vive ahora, no aguardes a que llegue el mañana, coge hoy mismo las rosas que te ofrece la vida. PIERRE DE RONSARD
EL Barroco conPnúa con el Carpe diem Ilustre y hermosísima María, mientras se dejan ver a cualquier hora en tus mejillas la rosada aurora, Febo en tus ojos, y en tu frente el día, y mientras con gen5l descortesía mueve el viento la hebra voladora que la Arabia en sus venas atesora y el rico Tajo en sus arenas cría; antes que de la edad Febo eclipsado, y el claro día vuelto en noche oscura, huya la aurora del mortal nublado; antes que lo que hoy es rubio tesoro venza a la blanca nieve su blancura, goza, goza el color, la luz, el oro. Luis de Góngora.
A su esquiva señora Por eso ahora, mientras colores juveniles afloran a tu piel como al alba el rocío y tu alma deseosa por cada poro transpira fuegos instantáneos, pasémonoslo bien mientras podamos y, como aves de presa entregadas a amarse, antes devoremos nuestro -empo con prisa en vez de languidecer ante su lenta caza. Echemos a rodar toda nuestra fuerza y toda la dulzura en una misma bola y con áspera lucha rasguemos los placeres por todas las puertas de hierro de la vida. Así, aunque no podamos hacer que nuestro sol se detenga, sí al menos podremos gobernar su carrera. Andrew Marwell en Antología Esencial de la Poesía Inglesa, Ángel Rupérez (ed.), Madrid, Espasa, 2000, p. 13.
EN EL RENACIMIENTO Está-‐se a Primavera trasladando em vossa vista deleitosa e honesta; nas lindas faces, olhos, boca e testa, boninas, lirios, rosas debuxando. De sorte vosso gesto maPzando, Natura quanto pode manifiesta que o monte, o campo, o rio e a floresta se estão de vós, Senhora, namorando. Se agora não quereis que quem vos ama possa colher o fruito destas flores perderão toda a graça vossos olhos, porque pouco aproveita, linda Dama, que semeasse Amor en vós amores, se vossa condição produze abrolhos. L. CAMÕES, poeta renacenPsta portugués
Mentre che laureo crin v’ondeggia intorno a l’amplia fronte con leggiadro errore; mentre che di vermiglio e bel colore vi fa la primavera il volto adorno; mentre che v’apre il del più chiaro il giorno, cogliete ô giovene‰e il vago flore de vostri più dolci anni; e con amore state sovente in lieto e bel soggiorno. Verrà poi’l verno, che di bianca neve suol i poggi vesPr, coprir la rosa, e le piagge tomar aride e meste. Cogliete ah stolte il flor; ah siate preste, ché fugaci son l’hore, e’l tempo lieve, e veloce a la fin corre ogni cosa. BERNARDO TASSO
Y EN EL SIGLO XX Y XXI Ten sueños altos ahora que eres joven, Pues el tiempo feroz segará pronto Tus manos, y tus ojos, y tus labios. Gozarás hasta entonces de lo eterno Que cabe en el trascurso de tus días. Hoy tu hermosura es casi divina. Mañana esas perlas que protegen la madrugada joven de tu pecho se abrirán al dolor o a la locura, no ahuyentarán la sombra de la muerte. A. Colinas
LUIS ALBERTO DE CUENCA (Por fuertes y fronteras, 1996)
Collige, virgo, rosas Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana. Córtalas a destajo, desaforadamente, sin pararte a pensar si son malas o buenas. Que no quede ni una. Púlele los rosales que encuentres a tu paso y deja las espinas para tus compañeras de colegio. Disfruta de la luz y del oro mientras puedas y rinde tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico que va por los jardines instilando veneno. Goza labios y lengua, machácate de gusto con quien se deje y no permitas que el otoño te pille con la piel reseca y sin un hombre (por lo menos) comiéndote las hechuras del alma. Y que la negra muerte te quite lo bailado.
INVITACIÓN A LA DICHA Ricardo Molina Ámame ahora que tengo los cabellos negros y una corona de junco y el perfume del agua y de la jara en los brazos desnudos. Ámame ahora que tengo en los ojos la suave llama de la tarde y la gracia de la sonrisa y la leve frescura de los mananPales. Ámame ahora que tengo en los labios el fuego deslumbrante del Mediodía y la serenidad del cielo en las mejillas. Ámame ahora que tengo en el cuello el resplandor de los lirios quemados. Ámame ahora que corre por mis hombros el torrente divino del deseo. Ámame ahora que tengo el pecho ebrio como una flor de vino. Ahora y no luego, ahora y no mañana, ahora que besa mi alma todo tu cuerpo confundiendo su aliento al de mis labios. Bésame ahora que es primavera y el chamariz canta y vuela en un árbol, ahora, amor mío, que estamos en mayo
y zumban en el aire las abejas, ahora que todo es hermoso y feliz, ahora y no mañana, ahora y no luego. Bésame los labios, el cabello, los hombros ahora que en los huertos florecidos es tan dulce la flor primera del granado. Dame todo tu amor ahora, amor mío, ¿no ves que soy en la Perra dichosa, dulce como el árbol del paraíso? Ahora que soy un mananPal virgen donde cada onda es una caricia, una colina verde donde cada florecilla es un labio encendido, un valle misterioso donde cada viento es un suspiro, un río de amores cuya música frágil es tu nombre. ¿No son nuestros estos días tan bellos? ¿No es hermosa la Perra bajo el sol y la luna? ¿No habla todo de amor desde el alba a la tarde? ¡Ámame! ¡Ahora y no mañana; ahora y no luego!
Y EN LA POESÍA HISPANOAMERICANA JUANA DE IBARBOUROU Tómame ahora, que aun es temprano Y que llevo dalias nuevas en la mano. Tómame ahora, que aún es sombría Esta taciturna cabellera mía. Ahora, que tengo carne olorosa, Y los ojos limpios, y la piel de rosa. Ahora, que calza mi planta ligera La sandalia viva de la primavera. Ahora que en mis labios repica la risa Como una campana sacudida a prisa. Después... ¡Ah, yo sé Que ya nada de esto más tarde tendré! Que entonces inúPl será tu deseo Como ofrenda puesta sobre un mausoleo. Tómame ahora, que aún es temprano Y que tengo rica de nardos la mano! Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca Y se vuelva musPa la corola fresca. Hoy, y no mañana. Oh, amante, no ves Que la enredadera crecerá ciprés?
PABLO NERUDA Cuando estés vieja, niña (Ronsard ya te lo dijo), te acordarás de aquellos versos que yo decía. Tendrás los senos tristes de amamantar tus hijos, los úlPmos retoños de tu vida vacía... Yo estaré tan lejano que tus manos de cera ararán el recuerdo de mis ruinas desnudas. Comprenderás que puede nevar en primavera y que en la primavera las nieves son más crudas. Yo estaré tan lejano que el amor y la pena que antes vacié en tu vida como un ánfora plena estarán condenados a morir en mis manos... Y será tarde porque se fue mi adolescencia, tarde porque las flores una vez dan esencia y porque aunque me llames yo estaré tan lejano...
Y EN POETAS JÓVENES Poemas de la India en Equipaje de manos Entrégate a todo amor, hermosa joven, pues huye día a día la juventud. ¿Quieres pagar mayor tributo a la muerte que el que ella misma se cobrará cuando te desnude? Poemas de la India en Equipaje de mano, Marqn López-‐Vega, Madrid, Acuarela,
LA MITOLOGÍA Un tema muy frecuente es la recreación de los mitos clásicos, tomando el modelo, entre otros, de Las Metamorfosis de Ovidio. Esta difusión de los mitos está relacionada con el tema del Humanismo. Fue muy frecuente en el Renacimiento y en el Barroco. "El amor no mira con los ojos, sino con el espíritu: por eso pintan ciego al alado Cupido". Shakespeare
OVIDIO
(43ª. C.-‐18 d. C.) Es otro de los grandes poetas romanos cuya poesía ha tenido una enorme trascendencia e influencia a través de los tiempos. Destacamos El arte de amar y Las Metamorfosis.
A pesar de tratarse de una obra de contenido didácPco el espíritu y la forma son las de la elegía.1 El metro elegido no es el hexámetro, habitual en los poemas didácPcos, sino el dísPco elegiaco, más propio de la elegía. Los dos primeros libros o cantos se dirigen a los hombres y sus temas son, respecPvamente «Sobre cómo y dónde conseguir el amor de una mujer» y «Sobre cómo mantener el amor ya conseguido». Se publicaron conjuntamente no antes del año 2 a. C. ni después del 1 d. C.2 El éxito de los dos primeros libros le mueven a escribir el Libro III,3 dedicado esta vez a las mujeres bajo el epígrafe «Consejos para que las mujeres puedan seducir a un varón». A pesar de tratarse de una obra de contenido didácPco el espíritu y la forma son las de la elegía.1 El metro elegido no es el hexámetro, habitual en los poemas didácPcos, sino el dísPco elegiaco, más propio de la elegía. Los dos primeros libros o cantos se dirigen a los hombres y sus temas son, respecPvamente «Sobre cómo y dónde conseguir el amor de una mujer» y «Sobre cómo mantener el amor ya conseguido». Se publicaron conjuntamente no antes del año 2 a. C. ni después del 1 d. C.2 El éxito de los dos primeros libros le mueven a escribir el Libro III,3 dedicado esta vez a las mujeres bajo el epígrafe «Consejos para que las mujeres puedan seducir a un varón». El Libro del buen amor del Arcipreste de Hita sigue el arte de amar.
Pandora Irritado en su corazón porque el sagaz Prometeo le había engañado, Zeus, que amontona las nubes, dijo indignado: «¡Yape5ónida1! Más sagaz que ninguno, te alegras de haber hurtado el fuego y engañado a mi espíritu, pero eso cons5tuirá una gran desdicha para 5, así como para los hombres futuros. A causa de ese fuego, les enviaré un mal del que quedarán encantados y abrazarán su propio azote». Habló así y rio el Padre de los hombres y los dioses, y ordenó al ilustre Hefesto que mezclara en seguida la 5erra con el agua y de la pasta formara una bella virgen semejante a las diosas inmortales, y a la cual daría voz humana y fuerza. Zeus llamó a esta mujer Pandora, porque todos los dioses de las moradas olímpicas le dieron algún don que se convir5era en daño de los hombres que se alimentan de pan. Tras acabar esta obra perniciosa e inevitable, el padre Zeus envió a Epimeteo2 al ilustre matador de Argos, veloz mensajero de los dioses, con este presente; y Epimeteo no pensó en que Prometeo le había recomendado que no aceptara nada de Zeus Olímpico y le devolviera sus presentes, para que no trajesen desgracia a los mortales. Y aceptó el obsequio y no sin5ó el mal hasta después de haberlo recibido. Antes de aquel día, las generaciones de hombres vivían sobre la 5erra exentas de males, y del rudo trabajo, y de las enfermedades crueles que acarrean la muerte a los hombres. Porque ahora los mortales envejecen entre miserias. Y aquella mujer, levantando la tapa de un gran vaso que tenía en sus manos, esparció sobre los hombres las miserias horribles. Únicamente la Esperanza quedó en el vaso, detenida en los bordes, y no echó a volar porque Pandora había vuelto a cerrar la tapa por orden de Zeus tempestuoso, que amontona las nubes. Hesiodo, Los trabajos y los días, Biblioteca Virtual Universal 1YapePónida: Prometeo, que era hijo del Ptán Yápeto. 2Epimeteo: hermano de Prometeo. a. Realice un resumen del mito de Pandora. b. ¿Qué significado Pene “abrir la caja de Pandora”?
LA MITOLOGÍA EN EL RENACIMIENTO Y EL BARROCO Soneto XIII A Dafne ya los brazos le crecían y en luengos ramos vueltos se mostraban; en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos qu'el oro escurecían; de áspera corteza se cubrían los tiernos miembros que aun bullendo 'staban; los blancos pies en Perra se hincaban y en torcidas raíces se volvían. Aquel que fue la causa de tal daño, a fuerza de llorar, crecer hacía este árbol, que con lágrimas regaba. ¡Oh miserable estado, oh mal tamaño, que con llorar crezca cada día la causa y la razón por que lloraba! Garcilaso
A Dafne huyendo de Apolo Tras vos, un alquimista va corriendo, Dafne, que llaman Sol, ¿y vos, tan cruda? Vos os volvéis murciélago sin duda, pues vais del Sol y de la luz huyendo. Él os quiere gozar, a lo que enPendo, si os coge en esta selva tosca y ruda: su aljaba suena, está su bolsa muda; el perro, pues no ladra, está muriendo. Buhonero de signos y planetas, viene haciendo ademanes y figuras, cargado de bochornos y cometas. Esta la dije; y en cortezas duras de laurel si ingirió contra sus tretas, y, en escabeche, el Sol se quedó a escuras. Quevedo
EN OCTAVAS ÉGLOGA III DE GARCILASO Dafne con el cabello suelto al viento, sin perdonar al blanco pie corría por áspero camino, tan sin Pento que Apolo en la pintura parecía que, porque ella templase el movimiento, con menos ligereza la segura. El va siguiendo, y ella huye como quien siente al pecho el odioso plomo. Mas a la fin los brazos le crecían, y en sendos ramos vueltos se mostraban. Y los cabellos. que vencer solían al oro fino, en hojas se tornaban; en torcidas raíces se extendían los blancos pies, y en Perra se hincaban; llora el amante, y busca el ser primero, besando y abrazando aquel madero.
FÁBULA DE POLIFEMO Y GALATEA (Góngora) Donde espumoso el mar sicilïano El pie argenta de plata al Lilibeo, Bóveda o de las fraguas de Vulcano O tumba de los huesos de Tifeo, Pálidas señas cenizoso un llano, Cuando no del sacrílego deseo, Del duro oficio da. Allí una alta roca Mordaza es a una gruta de su boca. Guarnición tosca de este escollo duro Troncos robustos son, a cuya greña Menos luz debe, menos aire puro La caverna profunda, que a la peña; Caliginoso lecho, el seno obscuro Ser de la negra noche nos lo enseña Infame turba de nocturnas aves, Gimiendo tristes y volando graves.
Walt Whitman CARPE DIEM Carpe Diem! Aprovecha el día, No dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido un poco mas feliz, sin haber alimentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte que es casi un deber. No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario… No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía sí pueden cambiar el mundo… Somos seres, humanos, llenos de pasión. La vida es desierto y también es oasis. Nos derriba, nos las5ma, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia… Pero no dejes nunca de soñar, porque sólo a través de sus sueños puede ser libre el hombre. No caigas en el peor error, el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes… No traiciones tus creencias. Todos necesitamos aceptación, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante… Vívela intensamente, sin mediocridades. Piensa que en 5 está el futuro y en enfrentar tu tarea con orgullo, impulso y sin miedo. Aprende de quienes pueden enseñarte… No permitas que la vida te pase por encima sin que la vivas…
LAS BUCÓLICAS La égloga es una composición en la que el poeta, encarnado en uno o varios pastores, expresa su amor en un marco idealizado, lleno de belleza y amor. Las primeras églogas fueron los Idilios (en griego, "poemitas" o "pequeños cantos") de Teócrito. El escritor laPno Virgilio (siglo I a. C.) con sus Églogas (en griego, "selecciones") o Bucólicas añadió elementos autobiográficos, haciendo de cada pastor un personaje imaginario que encubría a un personaje real. A través de Giovanni Boccaccio y con el Renacimiento y la Arcadia de Jacopo Sannazaro el género se volvió a recuperar mezclándose las composiciones en verso en un marco narraPvo en prosa, y se difundió por todo el mundo occidental, bien en verso, bien como églogas intercaladas en una novela pastoril cualquiera. En la literatura castellana, escribieron églogas Juan del Encina, Lucas Fernández, Garcilaso de la Vega, Juan Boscán, Lope de Vega, Pedro Soto de Rojas y Juan Meléndez Valdés.
LOCUS AMOENUS
LOCUS AMOENUS Virgilio en esta obra culPvó la poesía bucólica (del griego βουκολική ἀοιδή, «canto de pastores»). Son diez poemas, églogas, de entre 63 y 111 versos en hexámetros dacqlicos. El décimo se considera un epílogo. Diálogos entre pastores cultos y refinados y no rúsPcos. El paisaje que sirve de fondo es un paisaje idílico, la supuesta Arcadia. La mitología se entrecruza en las historias. Un tópico recurrente en la literatura es el del locus amoenus (lugar agradable). Deriva de Teócrito y de Virgilio y tuvo un gran desarrollo en nuestra poesía bucólica de la Edad de Oro. La descripción del paisaje Pene las mismas caracterísPcas: prados verdes, riachuelos cristalinos, pájaros cantando, árboles con deleitosa sombra. No importa la precisión geográfica, sólo que sea el marco ideal para el amor. Garcilaso y Jorge de Montemayor son buenos exponentes en el uso magistral de este tópico.
ÉGLOGA I El dulce lamentar de dos pastores, Salicio juntamente y Nemoroso, he de cantar, sus quejas imitando; cuyas ovejas al cantar sabroso estaban muy atentas, los amores, de pacer olvidadas, escuchando. (…) NEMOROSO Corrientes aguas puras, cristalinas, árboles que os estáis mirando en ellas, verde prado de fresca sombra lleno, aves que aquí sembráis vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas, torciendo el paso por su verde seno: yo me vi tan ajeno del grave mal que siento, que de puro contento con vuestra soledad me recreaba, donde con dulce sueño reposaba, o con el pensamiento discurría por donde no hallaba sino memorias llenas d’alegría. Y en este mismo valle, donde agora me entristezco y me canso en el reposo, estuve ya contento y descansado, ¡Oh bien caduco, vano y presuroso!
ÉGLOGA III Cerca del Tajo en soledad amena de verdes sauces hay una espesura, toda de yedra revesPda y llena, que por el tronco va hasta la altura, y así la teje arriba y encadena, que el sol no halla paso a la verdura; el agua baña el prado con sonido alegrando la vista y el oído. Con tanta mansedumbre el cristalino Tajo en aquella parte caminaba, que pudieran los ojos el camino determinar apenas que llevaba. Peinando sus cabellos de oro fino, una ninfa del agua do moraba la cabeza sacó, y el prado ameno vido de flores y de sombra lleno.
SONETO XI (Garcilaso) Hermosas ninfas, que, en el río mePdas, contentas habitáis en las moradas de relucientes piedras fabricadas y en columnas de vidrio sostenidas; agora estéis labrando embebecidas o tejiendo las telas delicadas, agora unas con otras apartadas contándoos los amores y las vidas: dejad un rato la labor, alzando vuestras rubias cabezas a mirarme, y no os detendréis mucho según ando, que o no podréis de lásPma escucharme, o converPdo en agua aquí llorando, podréis allá despacio consolarme.