La narración en verso: la épica. En la larga Edad Media la literatura se caracterizaba por su oralidad, fundamentalmente en lo que se refiere a la difusión de las composiciones; unas veces el juglar cantaba el texto, otras veces lo recitaba, formando con el poema y otras actuaciones todo un espectáculo. Reflexionad con vuestros compañeros sobre el papel que en la sociedad medieval tenía el juglar. Si lo necesitáis, documentaos recordando las no pocas películas que sobre tema medieval habéis visto en el cine o en la televisión, o consultando textos. El oficio del juglar ("Mester de juglaría") cumplía un papel social importante en la Edad Media. Hoy en día también existen personajes de características similares a los juglares de los que estamos hablando: esto es, desempeñan el mismo rol en nuestra sociedad que los juglares en la suya. ¿Tenéis idea de a quiénes nos podemos estar refiriendo? El texto que el juglar cantaba y recitaba no era, por tanto, para ser leído, sino para ser escuchado. Tendría que tener el poema características propias de la literatura oral. Señalad aquellas que recordéis del estudio de la lírica primitiva o tradicional. El Poema de Mío Cid cuenta las proezas de Rodrigo Díaz de Vivar, caballero castellano que vivió entre 1040 y 1099. El texto se elaboró sin lugar a dudas algún tiempo después. Es seguro que lo copió un tal Per Abad en 1307. ¿Qué tipo de razones creéis que hicieron que el personaje del que se cuenta la historia tuviera interés para los hombres de comienzos del siglo XIV?.
Según lo que acabamos de leer se cuenta parte de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar. Buscad datos sobre el personaje de nuestra historia. ¿Coincide lo relatado en el Cantar con su vida real? Por último antes de comenzar a leer fragmentos del Poema de Mío Cid: en la lírica tradicional el interés fundamental era transmitir un sentimiento. ¿Qué interés puede tener el "autor" de este poema al transmitir la historia del Cid si, como hemos visto, además éste no coincide con el verdadero caballero castellano? Al contestar esta pregunta tened muy en cuenta los sucesos históricos de esta época. Vamos a trabajar a continuación con una selección de textos de el Cantar del Cid. El primer fragmento corresponde a los versos iniciales del Poema y nos muestra a Rodrigo saliendo de Vivar y mirando hacia atrás para ver lo que dejaba: De los sos ojos tan fuertemientre llorando, tornaba la cabeça e estábalos catando. Vio puertas abiertas e uços sin cañados, alcándaras vazías sin pielles e sin mantos, e sin falcones e sin adtores mudados. Sospiró Mío Çid, ca mucho habié grandes cuidados. Mio FablóÇid bien e tan mensurado: "¡Grado a ti, Señor, Padre que estás en alto! Esto me han vuolto míos enemigos malos."
En el camino hacia el destierro, con los pocos hombres que le siguen, el Cid busca alojamiento en Burgos, pero el rey Alfonso VI lo ha prohibido. Llegan a una posada, llaman a la puerta, y sale una niña que le replica al Cid: Convidar le íen de grado, mas ninguno non osaba, el rrey don Alfonso tanto avié la grand saña; antes de la noche en Burgos d´él entró su carta
con gran recabdo e fuertemientre sellada: que a Mío Çid Ruy Díaz que nadi nol´diessen posada e aquel que ge la diesse sopiesse vera palabra que perderié los averes e más los oios de la cara a aun demás los cuerpos e las almas. Grande duelo avién las yentes christianas, ascóndense de Mío Çid, ca nol´ossan dezir nada. El Campeador adeliñó a su posada, assí como llegó a la puerta, fallóla bien çerrada por miedo del rrey Alfonso, que assí lo avién parado que si no la quebrantás por fuerça, que non ge la abriese nadi. Los de Mío Çid a altas vozes llaman, los de dentro non les querién tornar palabra. Aguiió Mío Çid, a la puerta se llegaba, sacó el pie del estribera; una feridal' daba; non se abre la puerta, ca bien era çerrada. Una niña de nuef años a oio se paraba : "¡Ya Campeador, en buen ora cinxiestes espada! El rrey lo ha vedado, anoch d' él entró su carta con gran recabdo e fuertemientre sellada. Non vos osariemos abrir nin ciger por nada; si non, perderiemos los averes e las casas, e demás los oios de las caras. Çid, en el nuestro mal vos non ganades nada, mas el Criador vos vala con todas sus vertudes sanctas." Esto la niña dixo e tornós' pora su casa. Ya lo vee el Çid que del rrey non avié graçia (...)
Finalmente el Cid se aloja a las afueras de la ciudad, junto al río; al día siguiente, antes de reemprender el viaje, vuelve la cara del caballo hacia la catedral: La cara del cavallo tornó a Santa María, alzó su mano diestra, la cara se santigua: "A ti lo gradesco, Dios, que cielo e tierra guías; válanme tus vertudes, gloriosa santa María! D'aquí quito Castiella, pues que el rey he en ira non sé si entraré y más en todos los mios días. Vuestra vertud me vala, Gloriosa, en mi exida e me ayude e me acorra de noch e de día! Si vos assí lo fiziéredes e la ventura me fore complida mando al vuestro altar buenas donas e ricas; esto he yo en debdo que faga i cantar mill missas."
Se dirige a continuación al monasterio de Cardeña, donde van a quedar alojadas su mujer y sus hijas; antes de salir al destierro quiere despedirse de ellas: Afevos doña Ximena con sus hijas do va llegando; sendas dueñas las traen e adúzenlas en los braços. Ant el Campeador doña Ximena fincó los inojos amos. Llorava de los ojos, quísol besar las manos: “¡Merçed, Campeador, en ora buena fostes nado!” Por malos mestureros de tierra sodes echado. Merçed, ya Cid, barba tan complida! Fem ante vos yo e vuestras fijas iffantes son e de días chicas, Con aquestas mis dueñas de quien so yo servida. Yo lo veo que estades vos en ida e nos de vos partir nos hemos en vida. ¡Dadnos consejo por amor de santa María! Enclinó las manos la barba vellida a las suas fijas en braço las prendía, llególas al coraçón, ca mucho las quería. Llora de los ojos, tan fuertemientre sospira: "Ya doña Ximena, la mi mugier tan complida commo a la mia alma yo tanto vos quería. Ya lo veedes que partir nos emos en vida, Yo iré y vos fincaredes remanida. Plega a Dios e a santa María, que aun con mis manos case estas mis fijas, e quede ventura y algunos días vida, e vos, mugier ondrada de mí seades servida!”
Desde que inicia el camino, el Cid comienza a batallar y a ganar tierras, riquezas y fama gracias a su valor y a sus victorias. Esto le permite, en muy poco tiempo, reunir un nutrido ejército con el que conquista Valencia. Gracias a los presentes que constantemente envía al rey Alfonso consigue que éste le permita que su familia se reúna con él en la ciudad recién conquistada; cuando llegan su mujer y sus hijas, sube con ellas al alcázar para mostrarles sus territorios: Se dirigió con ellas al alcázar, allá las subió al más alto lugar. Ojos hermosos miran a todas partes,
contemplando Valencia, cómo yace la ciudad. Del otro lado, tienen ante la vista el mar. Miran la huerta, que es muy densa y grande, y todas las otras cosas que daban solaz. Alzan las manos para gracias a Dios dar por esta ganancia, que es tan buena y grande. Mio Cid y su compañía con gran placer están. Ya el invierno ha cesado, pues marzo quiere entrar.
La paz familiar dura poco, porque el Cid se tiene que enfrentar con las tropas marroquíes que pretenden recobrar Valencia; una vez más, en la batalla, el Cid demuestra su valor: Mio Cid quebró la lanza, de la espada echó mano; tantos moros mata, que no son para contados; por el codo abajo, le corre la sangre destellando, Al rev Yusef, tres golpes le hubo dado [ ... ] Una enorme ganancia en su mano ha quedado Los cincuenta mil enemigos fueron bien contados: de todos, no escaparon más de ciento cuatro.
El rey Alfonso, ya casi totalmente reconciliado con el Cid, le ofrece a éste la posibilidad de casar a sus hijas con dos hermanos, los infantes de Carrión; el Cid, buen vasallo, obedece a su señor. De este modo se lo comunica a su familia: -Gracias al Creador, ya vengo, mujer honrada. Yernos os traigo que darán honra a esta casa; ¡agradecédmelo, hijas, pues seréis bien casadas! Besáronle las manos la mujer y las hijas, y todas las criadas de quienes son servidas. -¡Gracias al Creador, y a vos, barba vellida! Todo cuanto hacéis es de buena guisa. No serán menores en todos vuestros días. -Cuando vos nos caséis, seremos bien ricas. -Mujer doña Jimena, gracias al Creador. A vos digo, hijas mías, doña Elvira y doña Sol, que con este casamiento crecemos en honor. Mas sabed la verdad: no lo he concertado yo: os ha pedido y rogado mi señor don Alfonso tan firmemente y con tanto corazón, que yo a su ruego no supe decir que no. Os he puesto en sus manos, hijas, a las dos.
Creédmelo bien: él os casa, no yo.
Los maridos de sus hijas resultan ser unos cobardes que, avergonzados por su comportamiento, deciden vengarse de sus esposas, razón por la que, con la excusa de un viaje, las abandonan en el robledal de Corpes, después de haberlas desvestido y azotado. El Cid pide justicia al Rey, y sus hombres se baten con los cobardes infantes, que son derrotados: Abrazan los escudos ante los corazones, bajan las lanzas rematadas en pendones, inclinaban las caras por sobre los arzones batían los caballos con fuertes espolones, Pedro Bermúdez, el que antes retó, con Fernando el infante de cara se juntó; hiérense en los escudos sin ningún pavor. Fernando González a Pedro el escudo traspasó, pero entró en vacío, en la carne no le dio, aunque por dos lugares el astil le quebró. Firme estuvo Pedro Bermúdez, y no se ladeó; si un golpe recibiera, con otro más fuerte hirió; le quebrantó el escudo y a un lado se lo echó, traspasóselo todo, de nada le valió. Metióle la lanza por e1 pecho, cerca del corazón por la boca afuera, la sangre le salió; las cinchas se partieron, ninguna resistió, por la cola el caballo a tierra lo derribó.
Para resarcirle, el Rey le propone dos nuevos maridos para sus hijas, los herederos de los tronos de Navarra y Aragón, con lo que la gloria del Cid sube aún más. Cuestionario de trabajo. a.-Antes hemos hablado del interés del juglar al transmitir el texto. ¿De qué funciones del lenguaje se sirve para alcanzar su fin? Teniendo en cuenta los elementos que intervienen en un acto de comunicación literaria señalad las diferencias entre la Lírica y la Épica. ¿Podemos decir que las composiciones Líricas y Épicas obedecen a características
distintas desde este punto de vista? A ese conjunto de características le vamos a llamar Género. b.-Volviendo a la oralidad del texto observaremos que, como la lírica tradicional, la épica se fundamenta en procedimientos de repetición. Señaladlos en los textos. c.-Si nos fijamos bien podremos también analizar el poema desde otro punto de vista: el métrico. Fijaos el número de versos de cada uno de los textos que os hemos ofrecido. ¿Coincide? ¿Cada uno de los versos tiene el mismo número de sílabas que los que le acompañan (para hacer la medición ayudaos de los textos en castellano medieval)? Fijaos también en la terminación de los versos. ¿Es asonante o consonante? d.-Releeremos ahora el texto que inicia el poema conservado: si hacemos una lectura cuidada nos daremos cuenta de que en el verso hacemos siempre una pausa en la mitad. ¿Tienen siempre la misma medida los hemistiquios de cada verso? e.-¿Cuál es la actitud del Cid cuando es desterrado? ¿Y cuando se despide de su familia? ¿Se siente furioso o decepcionado por el comportamiento de su señor? ¿Creéis que este es un comportamiento natural? f.-¿Por qué creéis que insiste tanto en que es el rey el que ha dispuesto las bodas? g.-¿Es un hombre religioso el Cid? ¿En qué pasajes de los textos anteriores se puede ver esta característica? h.-¿Cómo se comporta en la batalla? i.-Para terminar, caracterizad al protagonista teniendo en cuenta vuestras respuestas anteriores. ¿Podríais relacionar al Cid con algún personaje de nuestros días?
De este análisis podemos sacar las siguientes conclusiones sobre la métrica de los cantares de gesta:
1.- Los versos se agrupan en estrofas o tiradas de extensión variable. 2.- La rima es sólo de las vocales; esto es, asonante. 3.- La pausa que hacemos a mitad de verso se llama cesura y divide el verso en dos hemistiquios. La cesura suele corresponder con la conclusión de un grupo fónico o de un sintagma.
Por otro lado, parece que en el poema se nos trata de presentar al Cid como un héroe, es decir, un hombre que se manifiesta superior a sus prójimos. Tratad de señalar en los distintos textos aquellos rasgos que convierten al personaje en héroe. Fijaos en lo que Jimena elogia de Rodrigo Díaz de Vivar. Pero daos cuenta que las virtudes del personaje no sólo son militares, sino que también lo son físicas, religiosas, familiares, de vasallaje, de generosidad de cortesía, de audacia, de discreción. ¿Os parece lógico este tipo de personaje en la época que está viviendo Castilla? Recordad cómo se produce la expansión castellana. Si os fijáis bien, personajes similares nos los encontramos también en las narraciones sobre la conquista de América o sobre los pioneros de Oeste norteamericano. Seguro que muchas veces habéis deseado pareceros a esa clase de héroes que tanto os han impactado. ¿Creéis que los oyentes de los Poemas épicos en la Edad Media, al oír la grandeza del Cid, querían emularle? ¿Esto beneficiaría la causa expansiva castellana? ¿Pudo haber sido empleado el Poema para alistar reclutas durante la Reconquista? ¿Tiene, entonces, la épica en la Edad Media un sentido sólo estético o las pretensiones eran diversas? Pensad sobre estas cuestiones y reunid luego todas vuestras conclusiones.
La narración en verso: el Romancero. Como ya sabéis por el apartado anterior de la Unidad Didáctica, el medio natural de difusión de la poesía épica fue el oral, y sus transmisores los juglares, quienes poseían un repertorio no muy extenso de cantares de gesta con los que entretener a su auditorio (es lógico que no supieran muchos de memoria, dada su gran longitud; el Cantar del Cid, por ejemplo, posee más de tres mil versos). Con el tiempo, el público, que ya conocía bastante bien la historia narrada en los poemas épicos, comenzó a pedir a los juglares que recitasen solamente los fragmentos más entretenidos e interesantes. Desaparecieron de este modo muchos cantares de gesta, de los que sólo se han conservado estos fragmentos interesantes para el público de la época. Parece que este fenómeno se produjo en torno al siglo XIV. Al principio, estos nuevos poemas conservaron la forma métrica propia de los cantares de gesta; es decir, versos largos, divididos en dos hemistiquios por una cesura central, y todos ellos con una misma rima asonante. Sin embargo, la gente del pueblo pronto los memorizó y los recitó por su cuenta; para hacerlo con mayor facilidad, realizaban una pausa larga en la cesura (como si fuera el final del verso, o pausa versal), con lo cual cada hemistiquio se convirtió en un verso: los impares quedaron sin rima y los pares conservaron la rima asonante y así nacieron las composiciones que llamamos romances:
Cantar de Gesta
Romance
-------------------- ------------------------- A
-----------------------
------------------------ --------------------- A
------------------------- a
--------------------- ------------------------ A
----------------------
-------------------------- ------------------- A
------------------------- a
Al principio, los versos de los romances eran irregulares, como los hemistiquios de los poemas épicos, pero luego se regularizaron en torno a las ocho sílabas. Estas nuevas composiciones de carácter épico tuvieron tal éxito que, imitándolas, se compusieron otras -siempre anónimas- en las que se hablaba de sentimientos (romances líricos), se contaban historias no épicas (romances novelescos o de aventuras), acontecimientos más o menos verídicos ocurridos entre cristianos y musulmanes (romances fronterizos) o se narraban hechos reales de la historia (romances históricos); todos ellos se solían transmitir oralmente, de padres a hijos, de vecino a vecino, lo que ha provocado versiones diferentes de un mismo texto. A este conjunto de obras de origen popular, de autor anónimo y de transmisión oral lo llamamos Romancero Viejo. Desde finales del siglo XVI, y hasta la actualidad, numerosos autores cultos se han sentido atraídos por estas composiciones y han escrito poemas utilizando su esquema métrico y su tono popular. Ejemplos de esta utilización los tenemos desde Lope de Vega hasta Antonio Machado o Federico García Lorca. Estas obras forman el Romancero Nuevo.
Para realizar esta actividad debéis leer atentamente los romances que aparecen a continuación: Romance del moro que perdió Alhama
Paseábase el rey moro por la ciudad de Granada, cartas le fueron venidas cómo Alhama era ganada; las cartas echó al fuego y al mensajero matara. Echó mano a sus cabellos, y las sus barbas mesaba; apeóse de una mula, y en un caballo cabalga. Mandó tocar sus trompetas, sus añafiles de plata, porque lo oyesen los moros que andaban por el arada. Cuatro a cuatro, cinco a cinco, juntado se ha gran batalla. Allí habló un moro viejo, que era alguacil de Granada: -¿A qué nos llamaste,rey a qué fue nuestra llamada? -Para que sepáis, amigos la gran pérdida de Alhama. -Bien se te emplea, señor, señor, bien se te empleaba, por matar los Bencerrajes que eran la flor de Granada;
acogiste a los judíos, de Córdoba la nombrada; degollaste un caballero, persona muy estimada; muchos se te despidieron por tu condición trocada. -¡Ay, si os pluguiese, mis moros, que fuésemos a cobralla! -Mas, si rey, a Alhama has de ir deja buen cobro a Granada, y para Alhama cobrar menester es grande armada, que caballero está en ella que sabrá muy bien guardalla. -¿Quién es este caballero que tanta honra ganara? -Don Rodrigo es de León, marqués de Cádiz se llama; otro es Martín Galindo, que primero echó la escala. Luego se van para Alhama que de ellos no se da nada; combátenla prestamente, ella está bien defensada. De que el rey no pudo más, triste se volvió a Granada.
Romance del enamorado y la muerte Yo me estaba reposando anoche, como solía; soñaba con mis amores que en mis brazos se dormían. Vi entrar señora tan blanca muy más que la nieve fría.
-¿Por dónde has entrado,amor, por dónde has entrado, vida? Las puertas están cerradas, ventanas y celosías. -No soy el amor, amante; la muerte que Dios te envía.
-¡Oh, muerte tan rigurosa! Déjame vivir un día. -Un día no puedo darte, una hora tienes de vida. Muy deprisa se levanta más deprisa se vestía, ya se va para la calle en donde su amor vivía. -Ábreme la puerta, blanca, ábreme la puerta, niña. -¿La puerta, cómo he de abrirte,
-Si no me abres esta noche ya nunca más me abrirías. La muerte me anda buscando; ¡junto a ti vida sería! -Vete bajo la ventana donde bordaba y cosía. Te echaré cordón de seda para que subas arriba; si la seda no alcanzare mis trenzas añadiría. La fina seda se rompe;
si la hora no es convenida? Mi padre no fue a palacio mi madre no está dormida.
la muerte que allí venía: -¡Vamos, el enamorado, la hora ya está cumplida!
La ermita de San Simón. En Sevilla está una ermita cual dicen de San Simón, adonde todas las damas, iban a hacer oración. Allá va la mi señora, sobre todas la mejor; saya lleva sobre saya, mantillo de un tornasol, en la su boca muy linda lleva un poco de dulzor, en la su cara muy blanca
lleva un poco de color, y en los sus ojuelos garzos lleva un poco de alcohol , a la entrada de la ermita relumbrando como el sol. El abad que dice la misa no la puede decir, non, monacillos que le ayudan no aciertan responer, non, por decir: amén, amén, decían: amor, amor.
Romance de Blanca Niña, o la esposa infiel - Blanca sois, señora mía, más que el rayo del sol: ¿si la dormiré esta noche desarmado y sin pavor? Que siete años había, siete, que no me desarmo, no. Más negras tengo mis carnes que un tiznado carbón. - Dormilda, señor, dormilda, desarmado sin temor, - Señor, peino mis cabellos, péinolos con gran dolor, que me dejáis a mí sola y a los montes os vais vos. - Esa palabra, la niña, no era sino traición: ¿cúyo es aquel caballo que allá bajo relinchó? - Señor, era de mi padre, y envióoslo para vos.
que el conde es ido a la caza a los montes de León. - Rabia le mate los perros, y águilas el su halcón, y del monte hasta casa a él arrastre el morón. Ellos en aquesto estando su marido que llegó: -¿Qué hacéis, la Blanca niña, hija de padre traidor? - ¿Cúyas son aquellas armas que están en el corredor? - Señor, eran de mi hermano, y hoy os las envió. - ¿Cúya es aquella lanza, desde aquí la veo yo? - Tomalda, conde, tomalda, matadme con ella vos, que aquesta muerte, buen conde, bien os la merezco yo.
Cuestionario de trabajo
a.-Realizad un breve resumen, de no más de cinco líneas, de cada uno de los textos. Indicad si los romances de la página anterior son épicos, líricos, históricos o novelescos. Razonad vuestras respuestas. b.-Los romances sufrían, en el proceso de transmisión, algunas alteraciones. Las más importantes consistían en la eliminación de fragmentos enteros (casi siempre introductorios) para llegar lo antes posible al clímax argumental. Es lo que conocemos como comienzo in media res. Señalad en cuáles de los romances que habéis leído se produce este fenómeno e indicad los hechos que, en vuestra opinión, ha sido suprimidos. c.-Tanto en la lírica temprana como en la épica vimos algunos recursos que favorecían la memorización (repeticiones, paralelismos, exclamaciones, ...) y que servían para intensificar la expresión de ciertos sentimientos. Elegid uno de los romances que tenéis en la página anterior y analizad qué recursos de repetición aparecen en él y qué función poseen. d.-Otro rasgo estilístico muy propio de los romances es el uso del diálogo, a veces abundantísimo. Fijaos, por ejemplo, en el Romance del enamorado y la muerte: ¿Qué predomina en él, la narración o el diálogo? ¿Cómo se introduce éste, de forma directa (es decir, con palabras literales del personaje) o indirecta? ¿Creéis que tiene que ver esta abundancia del diálogo con la transmisión oral y con la proximidad de los hechos narrados al oyente? ¿Por qué? e.-Comentad varios ejemplos de este mismo texto en los que se utilicen significados connotativos. f.-Seguro que os ha llamado la atención el uso tan particular de los tiempos verbales que aparece en los romances. ¿A qué creéis que se debe? ¿A la época en la que fueron compuestos? Comparadlos con otros textos del mismo período para comprobar si es así. ¿Podría haber alguna otra razón?
g.-Un romance es un texto narrativo, no un poema lírico. Componed cada uno de vosotros un romance en el que relatéis algún hecho de la clase o de vuestro pueblo o ciudad. Recordad: -Debéis intentar imitar el lenguaje, por ejemplo, incluyendo algún arcaísmo. -Es un poema de transmisión oral; por lo tanto, destinado a ser escuchado: dirigíos al público que os escucha. -Utilizad los recursos de los romances que ya conocéis: repeticiones, paralelismos, comienzo in media res, diálogos, detallismo descriptivo, etc. -Emplead el esquema métrico característico de los romances.
El Arcipreste de Hita y el Mester de Clerecía. El Libro de Buen Amor. Vamos a fijarnos en las siguientes coplas del Libro de Aleixandre y a intentar aclarar tanto su significado como su sentido que nos parezcan adecuadas a cada una: Quiero fer una prosa en román paladino en el cual suele el pueblo fablar a su veçino... Quiero fer la passión del sennor Sant Laurent en romanz que la pueda saber toda la gent... Mester trago fermoso, non es de ioglaría, mester es sen pecado, ca es de clerezía, fablar curso rimado por la quaderna vía a sílabas cuntadas, ca es gran maestría.
Antes que nada, recordad que un clérigo en la Edad Media era un hombre letrado y de estudios escolásticos, aunque no tuviese orden alguna. La formación latino eclesiástica era fundamental para estos hombres. Pero en sus composiciones se muestra un claro empeño por la hermosura. Así se nos avisa en el primer verso que el poeta trae un oficio, un ministero, un deber que todos los hombres tenían, cada uno según su condición, de dominar su "ciencia" y ponerla al servicio de algo, hacer de su vida un trabajo o menester. Y parece que de este mester se quiere hacer algo hermoso, fermoso: ¿Quiere esto decir que hay en el clérigo una voluntad estética? Además de la voluntad de hacer una obra hermosa el poeta ha de ser conocedor de la técnica: ¿Cómo puede obtener la técnica el clérigo? Después se dice que es mester sin pecado. ¿Por qué es sin pecado, sin falta? ¿Es el clérigo un hombre que no puede cometer faltas? ¿Qué es lo
que le priva de ellas? Buscad información sobre los saberes que desde la escuela recibía el clérigo. Como veis, el poeta está contraponiendo el oficio del juglar al del clérigo. Elaborad un cuadro en el que comparéis las cualidades del clérigo y las del juglar. El clérigo también era buen conocedor de la métrica; en las coplas se nos señalan las características de la nueva métrica: buscadlas y definidlas. Conocemos también el mester de juglaría; si lo comparamos con el de clerecía observaremos algunas similitudes importantes. Igual que había clérigos que no conocían bien su oficio había juglares que eran personas cultas: Gonzalo de Berceo se refiere a un clérigo que sólo sabía una misa y la tenía que repetir todo el año. El propio Berceo llegó a llamarse a sí mismo juglar de Santo Domingo y trovador de la Virgen, incluso al explicar las razones del mester que cultiva pide a sus oyentes una recompensa por su trabajo, como el más modesto juglar: ...bien valdrá, como creo, un vaso de bon vino. Pero las diferencias entre unos y otros -clérigos y juglares- son grandes. El Tetrástrofo Monorrimo o Cuaderna Vía es una de esas diferencias más acusadas. Distinguid
la métrica de los juglares de la
empleada por los autores del Mester de Clerecía en los textos anteriores. El Mester de Clerecía utiliza, ya se ha dicho, el romance; es decir, la lengua castellana recién nacida. Tratad de diferenciar el lenguaje de los juglares del de los clérigos. Otra diferencia muy importante radica en el tema. ¿Tratan, por lo que hasta ahora sabemos de estos dos mesteres, temas similares los juglares y los clérigos?.
Vamos a leer ahora atentamente la Introducción que Juan Ruiz realiza en prosa y que coloca tras Esta es la oración que el Arcipreste hizo a Dios cuando comenzó este libro suyo.
Prólogo (fragmento) Onde yo, de mi poquilla çiençia e de mucha e gran rudeza, entendiendo quántos bienes faze perder el alma e al cuerpo los males muchos que les apareja e trae el amor loco del pecado del mundo, escogiendo e amando con buena voluntad salvaçión e gloria del paraíso para mi ánima, fiz esta chica escriptura en memoria de bien e compuse este nuevo libro en que son escriptas algunas maneras e maestrías e sotilezas engañosas del loco amor del mundo, que usan algunos para pecar. Las quales, leyéndolas e oyéndolas omne o mujer de buen entendimiento que se quiera salvar, descogerá e obrarlo ha. Otrosí, los de poco entendimiento non se perderán (...). Empero, porque es umanal cosa el pecar, si algunos, lo que non los consejo, quisieren usar del loco amor, aquí fallarán algunas maneras para ello. E ansí este mi libro a todo omne o mujer, al cuerdo e al no cuerdo, al que entendiere el bien e escogiere salvaçión e obrare bien amando a Dios; otrosí, al que quisiere el amor loco en la carrera que anduviere, puede cada uno bien dezir: Intellectum tibi dabo et cetera (...). E Dios sabe que la mi intención no fue de lo fazer por dar mal manera de pecar ni por maldecir, mas fue por reduçir a toda persona a memoria buena de bien obrar e dar ensiemplo de buenas costumbres e castigos de salvación; e porque sean todos apercibidos e se puedan mejor guardar de tantas maestrías como algunos usan por el loco amor.
Cuestionario de trabajo a.-Parece que el didactismo es la característica fundamental del Libro de Buen Amor. Buscad ejemplos en el prólogo en los que veamos con claridad sus fines. b.-El autor deja también libertad a los que lean su libro para interpretar el texto. ¿Dónde localizamos esa libertad? Leed en el Libro La disputa de griegos y romanos. ¿Qué historia se cuenta en ella? ¿Qué quiere decir con ella el Arcipreste? ¿Se parece en algo al Prólogo? ¿En qué se diferencian?
c.-Desde el primer momento aparece un yo. Localizadlo en el texto. No estábamos acostumbrados a que el yo apareciera en los textos: recordad que el procedimiento habitual de la lírica tradicional era el desdoblamiento, por lo que el autor se escondía entre las palabras de la amiga o de la madre. También en la épica, como fórmula narrativa, veíamos que era una tercera persona la que nos narraba la historia que se nos contaba. ¿Qué razón creéis que hace que el protagonista de la historia que se cuenta sea un yo? ¿Ha cambiado algo en la sociedad medieval? ¿Puede tener algo que ver con la finalidad didáctica del Libro? Explicadlo. d.-Al final del prólogo J. Ruiz se refiere a la posible actitud con que el lector reciba su obra. ¿Qué quiere decir el clérigo? e.-¿Sólo guía al Arcipreste un propósito moral? ¿Qué impresión, además de la posiblemente didáctica, os han causado? Releed ahora la Historia de Pitas Payas, la Disputa de Griegos y Romanos, De cómo el hombre se debe alegrar, etc. ¿Qué conclusión sacáis?
Actividad de evaluación. A diario acontece a los tuyos contigo lo que aconteció al topo que quiso ser amigo de la rana pintada que lo llevó consigo, Entiende bien mi cuento y el porqué te lo digo.
Los necios y las necias, cuando tú los enlazas de tal modo los trabas con tus fuertes mordazas que de Dios no han temor, ni de sus amenazas, el diablo los lleva presos en sus tenazas.
Tenía el ratón topo su cueva en la ribera; el río creció tanto que maravilla era, rodeóle la entrada, le impidió salir fuera. Vino hasta él cantando la rana cantadera.
Para unos y otros eres destruidor, para el que es engañado, para el engañador; como el topo y la rana perecen, o peor. Eres mal enemigo, te finges amador.
-»Señor enamorado -dijo al ratón la rana, yo quiero ser tu amiga, tu mujer, tu cercana; a salvo he de sacarte ahora, de mañana. Te pondré en el otero, cosa para ti sana.
Toda maldad del mundo y todo pestilencia está en la falsa lengua de engañosa apariencia: decir palabras dulces que fingen avenencia y hacer obras malvadas, conservar malquerencia.
-»Yo sé nadar muy bien, ya lo ves por tu ojo, ata el pie con el mío, apóyate en mi hinojo, a salvo te pondré, no te causaré enojo, te llevaré al otero, o a ese buen rastrojo.
Quien mucho lisonjea y, a sabiendas, desdora tiene corazón falso y lengua engañadora. ¡Confunda Dios el cuerpo donde tal alma mora! ¡Arranque Dios del mundo lengua tan destructora!
Bien cantaba la rana, con hermosa razón, mas pensaba otra cosa dentro del corazón,, todo lo creyó el topo, juntos atados son. Sus pies están unidos, sus voluntades no.
No es digno de prudentes fiarse de ligero; todo lo que se escucha medítese primero. Tampoco es conveniente el ser muy lisonjero, quien alaba, sea firme y sea verdadero.
No se quedó la rana en aquella postura: en el agua saltó y sumióse en la hondura, cuanto podía el topo tiraba hacia la altura: él, subir; bajar, ella; la cuestión era dura.
Bajo piel ovejuna tienes dientes de lobo, aquel a quien atrapas te lo llevas en robo, matas al que más quieres, del bien eres encovo; pones en flaca espalda gran peso y gran agobio.
Un milano volaba, iba de hambre transido en busca de comida; el caso percibido, descendió sobre ellos lanzando su graznido; al topo y a la rana llevólos a su nido.
Bien me alegro, te digo, de que nada te debo; eres de cada día logrero de renuevo, cazas la gran ballena con tu pequeño cebo. Mucho más te diría, pero ya no me atrevo
»Sin perder apetito, a los dos engulló. A los locos así tu falsía trató; aquellos que cazaste, los que tu red ató, en enjambre perecen, tu maldad los mató.
»porque de muchas damas malquerído sería y mucho joven loco de mí mal hablaría, así, digo muy poco aunque mucho podría. ¡Cállate, pues, callemos ¡Amor, sigue tu vía!
El anterior texto está incluido como ejemplificación en la Pelea que el Arcipreste tuvo con don Amor (estrofa 388 y siguientes del Libro de
Buen Amor); leed este fragmento antes de contestar a las siguientes preguntas. a.-Tratad de comprender la idea clave del texto. ¿Se entiende la relación entre la primera y la última estrofa? Parece evidente que este texto no tiene sentido si no es con relación a otro. ¿Qué es lo que ha sucedido con anterioridad a la aparición de este fragmento? ¿Cobra así sentido el exemplum? ¿Fortalece con este ejemplo la idea que se había planteado con anterioridad? b.-El Texto anterior tiene dos partes claramente diferenciadas. ¿Cuáles son? ¿Existe alguna relación entre ellas? ¿La relación la establece el autor, o tiene que hacerlo el oyente o lector? c.-Una vez que hayáis leído la historia de Lo que sucedió a un mozo que casó con una muchacha de muy mal carácter del Libro del Conde Lucanor del Infante don Juan Manuel, contestad: ¿Existe algún parecido entre esta composición y la nuestra del Libro de Buen Amor? ¿Este parecido es sólo en lo que se refiere a la finalidad o también en la estructura, lengua, etc.? d.-Recordad ahora qué es una fábula. ¿Obedece el texto de Juan Ruiz a lo que habéis dicho? e.-Explicad por qué una fábula es una transposición del mundo humano al mundo animal.