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ALGUNOS MITOS
EN INTERNET SE HABLA MUCHO DE LAS VITAMINAS, TANTO DE SUS FUNCIONES COMO DE LAS FORMAS DE OBTENERLAS, PERO, ¿QUÉ HAY DE CIERTO EN TODO AQUELLO QUE SE DICE?
FALSO. Varios estudios demostraron que estas no tenían ningún efecto en la probabilidad de desarrollar estos trastornos.
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“Protegen contra el cáncer”
FALSO. Ningún estudio ha demostrado que un alto aporte de vitaminas antioxidantes reduzca el riesgo de desarrollar cáncer.
“No hacen daño”
FALSO. Se comprobó que tomar demasiados suplementos vitamínicos aumenta el riesgo de sufrir cáncer de pulmón.
“La vitamina B12 previene la resaca”
FALSO. Lo que sí puede darnos alergias son los alimentos que llevan vitaminas o los suplementos “artificiales”, pues llevan además otras sustancias. Las vitaminas por sí solas no nos producen alergias.
“Engordan”
FALSO. Las vitaminas no tienen calorías. Sin dar aporte calórico, es imposible que algo nos engorde.
FALSO. Las vitaminas de los suplementos son absorbidas mejor si se consumen con las comidas.
FALSO. Las vitaminas no se “escapan” del jugo de naranja si no se bebe rápidamente. De hecho, el jugo mantiene sus vitaminas por más de 12 horas.
“Te rejuvenecen”
FALSO. No hay ningún estudio que lo demuestre. Lo único que puede tener efectos similares es llevar una dieta equilibrada, y eso te hará sentir rejuvenecido.
FALSO. La congelación es uno de los métodos de conservación más seguros y, además, es de los que mantiene mejor las propiedades de los alimentos.
FALSO. Este mito se debe a que cuando alguien alcoholizado ingresa al hospital, recibe un aporte de vitamina B1 y B6. Pero esto es para prevenir daño neurológico y muscular. No previene la resaca.
“Ya las produce el cuerpo humano”
FALSO. Los suplementos vitamínicos no son en ningún caso un sustitutivo de la dieta. Estos solo ayudan a que haya un aporte extra, pero debemos priorizar recibir las vitaminas de forma más natural.
FALSO. Eso sería igual a automedicarse, además que no hay manera de saber en casa qué vitaminas te faltan. De hecho, hay muchas veces en las que no es necesario un aporte extra de vitaminas. La única manera de saberlo es realizando una analítica de sangre, y dependiendo de los resultados, el médico recomendará tomar suplementos o no.
FALSO. Ningún estudio científico ha conseguido demostrar la validez de esta afirmación. La vitamina C no protege contra los resfriados. Sí es cierto que ayuda a suavizar los síntomas, pero no nos previene de que el virus del resfriado nos infecte.
FALSO. El cuerpo produce algunas vitaminas, pero hay algunas que solo pueden ser obtenidas a través de la dieta. Y todas las vitaminas son igual de importantes.
“Los mayores necesitan ingerir más vitaminas”
FALSO. Sentirse más cansados es propio de la edad, las vitaminas no solucionarán ese problema.
“Los cítricos son la única fuente de vitamina C”
FALSO. Pese a que está muy relacionada con ellos, los cítricos no son la única fuente de vitamina C. De hecho, el pimiento rojo ofrece más vitamina C que una naranja.
FALSO. Las frutas y las hortalizas son una genial fuente de vitaminas, pero la vitamina B12 solo puede obtenerse de la carne y es igual de importante que las otras, por lo que deben compensar con suplementos vitamínicos.
“Si tomas sol, no necesitas comer alimentos que tengan vitamina D”
FALSO. Tomar el sol no es suficiente para cubrir las necesidades mínimas de esta vitamina. Por ello, es importante consumir pescados grasos como el atún y el salmón.
FALSO. Intervienen en muchos procesos metabólicos, pero no hay ningún estudio que demuestre que te aumenten la vitalidad. •