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HISTORIA
TEMPLARIOS Los banqueros de Europa
La orden del Temple no solo fue famosa por su devoción y el arrojo de sus caballeros en la defensa de Tierra Santa en diversas partes del mundo. Sus finanzas la convirtieron en el mayor poder financiero de la Cristiandad, controlando grandes sumas de capital gracias a donaciones y conquistas.
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Uno de los primeros y más graves problemas al que tuvieron que enfrentarse los peregrinos guerreros que conquistaron Jerusalén en julio de 1099 fue la defensa de sus conquistas. En realidad, quienes participaron en la Primera Cruzada no habían tenido en cuenta la posibilidad de asentarse de forma estable en Tierra Santa. Así pues, el día siguiente a la conquista de la Ciudad Santa muchos cruzados se consideraron libres de sus votos y se dispusieron a volver a casa tras haber rezado en el Santo Sepulcro.
Entonces nacieron las órdenes religiosas militares, formadas por laicos que usaban las armas en defensa de los cristianos. De todas ellas, la del Temple fue la que adquirió mayor fama. Nació en 1119, cuando un oscuro caballero francés, Hugo de Payns, consiguió que el rey Balduino II de Jerusalén le cediera un ala de la mezquita de al-Aqsa para alojar en ella a los miembros de un nuevo grupo, cuya finalidad principal era mantener limpio de bandidos el camino que conducía de la costa a Jerusalén.
Así nació la Orden, que fue llamada del Temple porque su residencia, la mezquita de al-Aqsa, se levantaba en la explanada del antiguo templo de Salomón.
Básicos, rudimentarios e incluso en ocasiones fraudulentos. Así eran los primeros bancos de la historia, que comenzaron a desarrollarse a medida que la confianza en colectivos de referencia para custodiar monedas y especias fue aumentando. Pese a poseer unas finanzas reducidas y un intercambio de divisas básico, estas organizaciones ya contaban con el concepto de interés. La banca moderna, tal y como la conocemos hoy en día, no llegó hasta el siglo XX, gracias al desarrollo tecnológico, pero por el camino hubo varios sectores que se convirtieron en particulares banqueros durante breves periodos de tiempo.
Según publica Luis A.Murillo Rojas en «Banca y desarrollo económico», durante la edad antigua hubo los primeros atisbos de actividad bancaria. En los imperios asirio-babilónico y hebreo, los bienes y depósitos que los súbditos otorgaban al Rey tenían una propiedad «divina» y eran custodiados por el sacerdote de los principales templos.
Con la sustitución del trueque por la moneda, los romanos y los griegos incluyeron la figura del «cambista», un mercader de confianza que se encargaba de gestionar estos recursos. Además, también se avanzó con distintos decretos que hacían referencia a la riqueza y las finanzas. Sin embargo, por mandato de distintas órdenes religiosas, la aplicación de intereses todavía se mantenía prohibido. Todo ello cambió con la llegada de los templarios.
Con el apoyo de la Iglesia Católica, formalizado en 1129 durante el Concilio de Troyes, los templarios consiguieron un crecimiento exponencial, tanto en tamaño como en poder.
Los banqueros de las Cruzadas
Una parte de la organización se dedicó a otras tareas ajenas a la estructura militar. Ante la necesidad de gestionar los recursos enviados de Europa a Jerusalén para mantener las Cruzadas, los Caballeros templarios desarrolló de manera eficiente el primer sistema bancario de la historia, en que el depositaban su confianza tanto Reyes como miembros de la nobleza de Europa. Su desarrollo económico encontró un especial refugio en Francia. Dada su fortaleza y la inseguridad que aportaban los caminos entre Europa y Oriente Medio, las «cuentas» de los templarios se convirtieron en uno de los lugares más fiable para depositar las finanzas.
Además, la Orden comerciaba con otras culturas, eran capaces de gestionar fondos ajenos y otorgar préstamos. Murillo Rojas, en su obra, consideró a los templarios como la «más vasta organización financiera» que se había desarrollado hasta la época. Tras la caída de los Caballeros templarios , la mayor parte de documentos y escritos relacionados con los su actividad fueron destruidos. Pese a ello, todavía existen distintos escritos que atestiguan su faceta de banqueros.
Durante los años posteriores, la banca fue impulsada por figuras como la de los orfebres judíos, que en las grandes ciudades se encargaban de gestionar y especular con los metales preciosos y las divisas de la población. Sin embargo, antes que ellos, una orden militar fue la encargada de fundar el primer sistema bancario de la historia. •
Por Marina Montesano. Profesora de historia medieval en la Universidad de Mesina, Italia