Muerte en Niza de Víctor Quezada

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Víctor Quezada

MUERTE EN NIZA


Muerte en Niza © Víctor Quezada © Marea Baja Ediciones Serrano Nº 415 of. 22, Santiago Derechos de edición reservados Texto compuesto con tipografía ‘Adobe Garamond Pro‘ Primera edición, 2010 Impreso en Chile


Muerte en Niza



Un caballo solo arrastrando



Muerte en Niza - 9

Reverente tú en mi presencia no llevó los pétalos quien deshizo flor que señalas la ventana. Y mira si pienso que serás más mía más que mi propia cabeza que imitas como caballero que sigue al sol lo mismo yo quisiera imitarte. Tal montas las hojas tuyas quisiera montar y embestir o siquiera tener tu cabeza flor que te tengo atrapada tan solo flor que atrapada quisieras huir.



Muerte en Niza - 11

Cómo se extraña el bruto ciego cómo se extraña el cuerpo horizonte no por desamparo aunque por desmedido y por ocioso cómo han de doler si no cómo si entre las manos no han si los dedos se extrañan en riendas. Ha caído el animal enfermo no más ver perfectas líneas.



Muerte en Niza - 13

Tras ti el cielo avanza se reĂşne en marcos blanco altitudes blancas celestes fugas cuartos que pĂĄjaros cruzan sin romper bordes que no han cielo moteado cuadros de luz donde te oscuras.



Muerte en Niza - 15

Nave serena, azul otro mar que el del sueño ribera dorada playa te imagino e invoco al dios propicio y prometo blancos muslos de blancos toros roja sangre al cielo blanca grasa entre la sangre por evadir tu nombre por querer el cuerpo allí curtido y visible más cuerpo que el reposo.



Muerte en Niza - 17

A saber, no negado es silencio no el recuerdo no la trampa. HarĂŠ de todo esto una cuadriga un alado carro de fuego.



Muerte en Niza - 19

Afuera de seguro algo cae

Llevado al aquĂ­ mismo de lo ausente desciende y rueda por caer su envergadura invocada tanta lejanĂ­a tanta distancia galopa perdido en mi lengua y desciende y rueda la crin inesperada entre los labios lo agrio del sudor que desborda el sitio tras los dientes el rigor de su musculatura el rigor mismo de quien muere carrusel indomado al que el miedo vuelve si lo nombro si lo hago parte de esta ausencia.



Muerte en Niza - 21

O de los dedos la añoranza el encuentro en las esquinas será del corazón arácnido sueño y de la luz su sombra uno que bailase eclipsado el sol de línea en línea buscando donde hacernos la grieta ¿Sabrán los niños confundir? plegue adiós a nosotros pero sabrán irse confundidos las puertas con salidas. Y acaba apenas ser tenue lucha no más llegar a puerto el sol un creérsenos ponto cuando ancla la luz y hambre. Es por esto que faltan los brazos.



Muerte en Niza - 23

Al bruto rompiendo mares imagina necesarias su memoria su imagen y de no hallarla si no hubo en mí para cuándo oprima el lomo pues dije: un caballo solo arrastrando y la posibilidad era ínfima. Qué hay en cada silla sin embargo.



Muerte en Niza



Muerte en Niza - 27

1 En el diámetro que la luz proyecta comienza a desaparecer un cuerpo su estela -preciosa disposición de la ausenciaengrana un movimiento presumiblemente constante infinito en posibilidad de lo que hay emergen las líneas de las sábanas un desorden que se va limando a medida que suben suscitadas por la luz. La cama retrocede entonces a polígono la almohada un diseño regulado y perfecto. El espacio inmóvil puedo cerrados los ojos reducido a espalda.



Muerte en Niza - 29

2 La progresión es la misma o sigue con absoluta fidelidad el ritmo del sol es más, la perspectiva o enfoque en principio más ajustado a lo real, llega a confundir los cuerpos en la abstracción del afuera. Habrá que encontrar el lustre de las armas en el ojo del testigo en la versión contraria a la soledad del caballero.



Muerte en Niza - 31

3 En cuencas donde hallo el mundo hoy y pequeño asiste todo no habrá ojos: la pechera rota celada pues vacía de esplendentes opacadas armas. Tal le vieron caballero sobre la mano estará el metal por ojos míos.



Muerte en Niza - 33

4 Toda vez que el sol en partes iguales delimita el campo y la trayectoria de los cuerpos halla un trazo único contrario me abalanzo sobre el espejo.

Afuera llueve sin embargo

entonces un trazo perpendicular multiplicado en la totalidad del campo entonces la contienda difusa figura mi propia ausencia ¿Diría acaso: hasta que aquella eterna noche oscura me cierre aquestos ojos que te vieron dejándome con otros que te vean pudiera? La luz es seccionada y pequeñísimos destellos malogran el espacio


34 - Muerte en Niza

el baño de luz al caer por el cuello sobre los hombros define el cuerpo desaparecido entonces el énfasis se desplaza hacia la cavidad entre cuello y hombro donde se posa el agua la memoria atrae entonces la presencia de una cabeza descansando allí. Pregunto: hasta dónde esta belleza interrumpe mi imagen.


Afuera



Muerte en Niza - 37

Una vez vuelto el mar caerá la ciudad en mi pecho florido se irá llenando mi corazón todo llevaré a mi corazón cuando se decida la lluvia a recuperar su sitio anudaré cada cosa cada lugar cada vida mi yo arcaico el arriba pendiente la flecha ubicua y el corazón inmóvil no habrá conjura tal mi río mi lugar ameno en amenaza un corazón linchado para mañana oscureceré el celeste de una sola vez todo mi azul cerrándose en el mar

el corazón es un músculo en declive.



Muerte en Niza - 39

La ciudad ha vengado una por una mis mentiras en su suelo contamos cada campiña desbañada todos los límites del jardín y el amor se disfraza de doncella ahora de carruaje luego y se transforma en un caballo desbocado en un pozo antiguo donde nos vemos acechando los cuerpos y el desastre.



Muerte en Niza - 41

Una sola flecha es una guerra si el mundo está sembrado de espejos amor mío una sola dirección ¿Hallaré en la noche entonces para traer la lengua mi palabra lo que cayó bajo esta mesa mi poema de amor? Pero participo de otros cuerpos no obstante como esas pequeñas flores desesperadas por abrirse paso hacia la luz.



Muerte en Niza - 43

La luz ausculta mi corazón por última vez el corazón como una lámina de agua la luz se adentra y rompe en sus ventrículos en el número dos en su transparencia en lo foráneo.



ÍNDICE

Un caballo solo arrastrando [Reverente tú en mi presencia] [Cómo se extraña el bruto ciego] [Tras ti el cielo avanza] [Nave serena, azul] [A saber, no negado es silencio] [Afuera de seguro algo cae] [O de los dedos la añoranza] [Al bruto rompiendo mares]

9 11 13 15 17 19 21 23

Muerte en Niza

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Afuera

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Muerte en Niza se imprimi贸 en Santiago de Chile durante el mes de julio de 2010, en los talleres de Reflexe, con un tiraje de 100 ejemplares.

edicion.mareabaja@yahoo.cl mareabajaediciones.blogspot.com





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