4 minute read

C. TURISMO EN AMERICA LATINA

§ América del Norte, que abarca las dos terceras partes de las llegadas internacionales y de los ingresos en la región, registra un crecimento positivo en llegadas pero más lento en ingresos.

§ En El Caribe, los resultados fueron más bien variados, con un sólido crecimiento en algunos destinos como la República Dominicana y Jamaica, mientras que en otros se produjo un declive, debido a los huracanes que afectaron a varias islas desde mediados de agosto hasta septiembre del 2017.

Advertisement

§ América Central obtuvo resultados positivos en cuanto a llegadas casi en todos los destinos, con Nicaragua al frente, gracias también a la fuerte demanda de mercados regionales. Es importante mencionar, durante el año 2017, periodo donde la actividad turística tuvo el mayor crecimiento a nivel internacional de su historia, américa central tuvo un crecimiento del 7.3%, activandose como región de importancia turísita en el continente.

§ En América del Sur el impulso al alza continuó en 2017. Un robusto turismo emisor en Argentina, junto con el repunte de Brasil, propiciaron el crecimiento en destinos vecinos. Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Uruguay registraron un crecimiento de dos cifras en llegadas.

Una de las modalidades del turismo que mayor fuerza ha cobrado, además de tener una mayor presencia en la región de américa, específicamente en la denominada como “América latina” o “Latinoamérica”, es el definido como “Turismo rural”; el cúal se enfoca en las localidades de dicho sector que a finales del siglo pasado e inicios de este han sido objeto del fenomeno de la globalización, es decir, que han adoptado modelos económicos, políticos y comerciales impuestos por grandes potencias de desarrollo procedentes de Europa y Estados Unidos, con la creencia de que un día se parecerían sustantivamente a los núcleos urbanos de dichas zonas industriales. Hoy en día, se indentificó que su singularidad las hacen de fuerte atractivo a los mercados extranjeros, especialmente a los de Europa y Estados Unidos; segmentos que tienen el interes de vivir experiencias culturales y ancestrales que solo el turismo rural correspondiente de Latinoamérica puede brindarles.

Esto da lugar a una amplía discusión, Latinoamérica es un abánico de naciones que apenas inician a adaptar esquemas de comercialización turística, esto debido a que el siglo pasado represento para ellos cambios cosmológicos, desde revoluciones políticas hasta perdida de su identidad cultural, todo por culpa de la imposición de los esquemas globales.

Al considerar el turismo, en su esencia, como una actividad completa que involucra relaciones socio espaciales, situación política y que son sostenidas por la administración pública e inversión privada, se puede considerar el turismo de latinoamérica como nueva, sujeta todavía a cambios todavía. Sin embargo, el histórico incremento del índice de derrama económica arrojada por el turismo en el 2017 de +3.8% es producto del aprovechamiento y posicionamiento de dicha región turística. En la figura no. 06, compartida por la OMT (2019), se puede observar los crecimientos de la actividad turística generados desde el 2012 al 2019 en principales regiones del mundo, demostrando dicho que el crecimiento de latinoamérica en la última decada ha sido de enorme aprovechamiento.

Figura No.06. Índices de crecimiento de la actividad turística en regiones de importancia en el mundo (OMT, 2019).

Como se menciono con anterioridad, el espacio rural ha dejado de ser un escenario de cambio, para convertirse en motivo de fortalecimiento para las naciones pertenecientes a la región de latinoamérica. Es decir, dejamos de ser un sistema económico y político homógeneo para transformanos en un heterogeneo que aprovecha sus recursos y talentos por el mismo beneficio económico.

La necesidad de reestructurar indutrias rurales, a lo largo y ancho de la geografía del planeta, especialmente en américa latina ha creado un nuevo fenomeno social, cultural y movimiento económico, objeto de estudio en prestigiosas universidades del mundo, lo que se le conoce hoy como “Nueva Ruralidad”. Dicha transición se caracteriza por un reordenamiento de los recursos simbólicos y materiales del mundo rural, donde nuevos productos y servicios buscan satisfacer las demandas de la sociedad en materia de desarrollo mutuo. De forma que el sector rural se convierte en generador de productos y servicios únicos relacionadas al sector turístico con un valor diferenciador, objeto de ínteres comercial hoy en día.

De acuerdo a lo anterior es posible asegurar que el turismo rural supone una acción que además de atraer divisas en matería de turismo, también dignifica y reduce los efectos negativos que ha ido dejando las políticas y módelos de globalización impuestos por países desarrollados. De acuerdo a Thomé & Ortiz (2006), es de alegría para el campesino no generar ningún esfuerzo que transgreda su cosmología y cultura, eso le brinda la oportunidad de enfocarse a su trabajo, en beneficio propio, de su familia, municipio, estado y de su nación.

Para finalizar el tema de turismo rural, Manzanal (2006), explica que la Nueva Ruralidad es la clave para reducir los conflictos económicos, sociales, políticos y culturales de una nación en vías de desarrollo como las presentes en latinoamérica, también introduce el término de regionalismo, que implica empoderar las regiones rurales a ser propias de sus propios interes en temas de desarrollo. Esto permitirá en matería de turismo no pasar por encima de los propios intereses de dichas localidades y a generar un escenario futuro en materia de crecimiento, desarrollo social y humano. Como pudo ser observado en el año 2017.

Figura No.07. Ilustración del turismo rural en Latinoamérica, específicamente el perteneciente a Oaxaca, México.

This article is from: