Aquí y ahora
Siempre alertas ante la problemática
de la violencia patriarcal
En
los últimos tres años se registra un retroceso significativo en las acciones de prevención de la violencia contra las mujeres. Instituciones como la Secretaria Presidencial de la Mujer (SEPREM) ha truncado procesos y desdibujado el origen patriarcal que tienen estas agresiones, opinó Marta Godínez, quien forma parte de la red Mujeres y Feministas. Explicó que es necesario el impulso de campañas de concientización y procesos de formación feministas en las instituciones educativas como parte de un plan de prevención nacional; debe implementarse un sistema de alerta temprana, ya que el Estado invierte mucho dinero en los planes de respuesta más que en los de prevención. La ejecución de políticas públicas que prevengan la violencia contra las mujeres es importante, sin perder de vista la promoción de cambios culturales que eliminen la misoginia y otras formas de violencia patriarcal, puntualizó. En opinión de la abogada Carmen Bejarano, las políticas públicas no son construidas con participación de mujeres, por lo tanto no responden a sus necesidades. La Política Sectorial de Coordinación Interinstitucional para Mejorar el Tratamiento de los Casos de Violencia contra la Mujer en el Sistema de Justicia tiene en sus lineamientos impulsar una campaña para fomento de denuncias y prevención, que incluya materiales con información para las víctimas en el ámbito familiar y comunitario. Carmen Bejarano argumenta que dentro del sistema de justicia no existen salas de atención especializada en todo el país que respondan realmente a las necesidades de las mujeres afectadas, tras resaltar que la impunidad en estos delitos se convierte en un mensaje claro para los agresores, puesto que creen que no serán juzgados ni sentenciados por esos delitos cometidos.
Un ejemplo de acompañamiento
Mujeres Transformando el Mundo (MTM) es una organización de mujeres que atiende casos de violencia patriarcal. Una de sus integrantes, la abogada Paula Barrios recuerda que el primer proceso en el que lograron una sentencia condenatoria fue contra un sujeto que abusaba sexualmente de sus dos hijas, mientras la madre salía a trabajar todo el día fuera de casa. El agresor recibió la pena de 39 años por agredir a las pequeñas durante seis años. El tipo de procesos que acompaña MTM motivó a su integrantes a conformar un grupo de auto-apoyo para adolescentes víctimas de violencia sexual, en el que siguen una metodología diseñada por la especialista costarricense Gioconda Batres para que jóvenes superen el daño sufrido. Además cuenta con una escuela de estudios feministas para adolescentes en la que imparten varios módulos para promover el análisis crítico, formas de relacionamiento en diferentes espacios, en la toma de decisiones y participación política. Paula Barrios resalta que actualmente una de las jóvenes de ese primer caso siguió el proceso terapéutico, las reflexiones de la escuela feminista y ahora estudia para convertirse en técnica electrónica. Ella junto con su hermana y su mamá participa en la defensa de los derechos de las mujeres. Un caso complicado para MTM es lograr una sentencia contra el agresor de Mariana (seudónimo), quien fue violada en varias oportunidades cuando tenía 17 años en Nebaj, Quiché. Resultado de tales abusos, nació una niña que ahora tiene tres años. Esta joven denunció el hecho en ese municipio, la prueba de ADN demostró que el violador era el padre de la pequeña. En la primera audiencia lo dejaron en libertad, y esto ocurrió porque el padre de Mariana la obligó a desistir de
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Guatemala julio 2015. No 180
la denuncia con el argumento que recibiría una pensión mensual por parte del abusador. MTM apeló tal resolución y se giró orden de captura contra el violador, en estos momentos aguarda que el caso se abra a juicio a pesar de que la agraviada retiró la denuncia, tomando en cuenta que la violación sexual es un delito de acción pública, eso significa que el Estado de Guatemala está obligado a promover la persecución penal sin que nadie lo solicite. Es difícil lograr una sentencia condenatoria sin que la agraviada declare. En opinión de la socióloga feminista Lily Muñoz, este caso representa una muerte simbólica de la vida de una mujer, ya que hombres deciden en su nombre: su padre y el agresor negocian los montos de una supuesta ayuda económica; un abogado, un fiscal y un juez exoneran al inculpado por falta de méritos, mientras Mariana está obligada a vivir sin derecho a opinar qué quiere para ella y su hija, está totalmente anulada, concluye Paula Barrios.
¿Por qué se nombra violencia patriarcal?
En el ensayo Feminismo Género y Patriarcado, la feminista costarricense Alda Facio, describe al patriarcado como un sistema que justifica la dominación sobre la base de una supuesta inferioridad biológica de las mujeres. Tiene su origen histórico en la familia, cuya jefatura ejerce el padre y se proyecta a todo el orden social. Existe también un conjunto de instituciones de la sociedad política y civil que se articulan para mantener y reforzar el consenso expresado en un orden social, económico, cultural, religioso y político, que determina que las mujeres como categoría social siempre estarán subordinadas a los hombres. Alejandra Nieva, en un artículo publicado en la revista electrónica Voltairenet.org afirma que en un mundo atravesado por el capitalismo las mujeres representan una mercancía más. En esta sociedad patriarcal y machista las mujeres son consideradas objetos que pueden ser comercializados, utilizados… para ser consumidas por los hombres. Al visualizar a las mujeres como objetos y no sujetos, agrega, se les despoja de sus derechos, convirtiéndose en blanco fácil de dominación y violencia, por parte de los hombres; este sometimiento se sostiene gracias al patriarcado.