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POEMAS DEL INICIO (del poemario Sorte de principiante)
MARGARIDA FERRA
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Margarida Ferra tiene 35 años y dos hijos. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidade Nova de Lisboa. Ha trabajado en una pizzería, en un periódico, en una galería de arte contemporáneo, en dos librerías y en el Palacio da Ajuda. Publicó en 2010, en la editorial &etc el libro de poemas Curso Intensivo de Jardinagem, finalista, al año siguiente, del Premio Casino da Póvoa. Los poemas aquí recogidos pertenecen al poemario inédito en castellano Sorte de principante (Editorial &etc). La traducción es de Mario Grande.
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I
Nas noites de Maio, se correr uma aragem, um casaco de malha. Caminharei, como se soubesse o destino de todas as cartas enviadas por correio postal. Sei escolher a melhor soleira de porta par apoiar um pé ou ombro. Farei a melho escolha, baseada ápenas nos critérios rigorosos da minha intuição. Verificarei regularmente se recebi mensagens curtas ou telepáticas. É provavel que entre numa igreja e procure a minha senha, pensando que estou na repartição de finanças. «Escolhas seguras, com a idade que tem», disse-me o médico. Usava sobretudo frases sem predicados e prescreveu-me o mesmo tratamento, preventivo, seguindo a teoria mais divulgada de Maeshall MacLuhan.
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I
En las noches de mayo, si corre brisa, una chaqueta de punto. Caminaré, como si supiera el destino de todas las cartas enviadas por correo postal. Sé escoger el mejor umbral para apoyar un pie u hombro. Haré la mejor elección, basada nada más que en los criterios rigurosos de mi intuición. Comprobaré regularmente si he recibido mensajes cortos o telepáticos. Es probable que entre en una iglesia y busque mi recibo, pensando que estoy en la delegación de hacienda. «Elecciones seguras, con la edad que tiene», Me dice el médico. Usaba sobre todo frases sin predicados y me recetó el mismo tratamiento, preventivo, siguiendo la teoría más divulgada de Marshall MacLuhan.
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II
Não venhas, ainda, esta estação: mando-te postais todos os dias, prometo, envio-te caixas de fruta de várias épocas, mesmo se não há pomares nos bairros o em agosto. Não venhas por terra e nunca debaixo dela. A luz é também no verão o que nos redime, e o céu sempre o melhor caminho. Todas as vias estão certas se não tivermos os pés no chão (dez centímetros, o que precisamos) e trouxermos ao colo os cães que recolhermos nas ruas de outras cidades: mendigam connosco, oferecem-se vistas largas, olhos mais do que amáveis, instruções para ajudar com precisão. Não tragas máquina fotográfica, escreve num cartão velho e usa as caixas altas, indicadores de necesidades e ironias. Um marcador preto é suficiente para tudo o que é urgente nos dias longos.
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Não voltes antes do equinóccio, amanhece cedo e pendura o coração. Ao alto somos mais, imensos, submersos entre os visitantes, ninguém é daqui há mais de sete décadas. Usa o rio para as tuas necesidades poéticas, usa asas de madeira se precisares de vir antes. Um banco de pedra: tudo o que tenho para te acolher, se suportares ainda esta luz e o sol demasiado evidente. Se entretanto já tiveres chegado, Não vás. Somos prisioneiros das pedras da calçada sempre que pisamos o basalto. A cidade ata-nos os pés um ao outro, os nossos dedos vão tocar-se de dia, dúvidas podem levar-nos aos dedos de outros, e não vamos evitá-lo porque Lisboa vai outra vez prender-nos com paredes de ar forradas a azulejo barato ou antigo. Entre julio e setembro não há regras que nos ajudem ou impeçam de levitar.
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II
No vengas, todavía, a esta estación: te mando postales todos los días, lo prometo, te envío cajas de fruta de distintas temporadas, aun cuando no haya frutales en los barrios o en agosto. No vengas por tierra y nunca por debajo de ella. La luz es también en verano lo que nos redime y el cielo siempre el mejor camino. Todas las direcciones están claras si no tuviéramos los pies en el suelo (diez centímetros, lo que necesitamos) y trajéramos en brazos a los perros que recogemos en las calles de otras ciudades: mendigan con nosotros, se ofrecen vistas amplias, ojos más que amables, instrucciones para ayudar con precisión. No traigas máquina fotográfica, escribe en un cartón viejo y usa las cajas altas, indicadores de necesidades e ironías. Un marcador negro es suficiente para todo lo que es urgente en los días largos.
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No vuelvas antes del equinoccio, amanece temprano y cuelga el corazón. En alto somos más, inmensos, sumergidos entre los visitantes, nadie es de aquí hace más de siete décadas. Usa el río para tus necesidades poéticas, usa alas de madera si necesitas venir antes. Un banco de piedra: todo lo que tengo para acogerte, si aún soportas esta luz y el sol demasiado evidente. Si entre tanto ya hubieras llegado, no te vayas. Somos prisioneros de las piedras de la calzada siempre que pisamos el basalto. La ciudad nos ata los pies uno a otro, nuestros dedos van a tocarse de día, dudas pueden llevarnos a los dedos de otros y no vamos a evitarlos porque Lisboa va otra vez a atraparnos con paredes de aire forradas de azulejo barato o antiguo. Entre julio y setiembre No hay reglas que ayuden a levitar o nos lo impidan.
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III
Apaixonei-me todas as vezes e ainda assim foram insuficientes para a idade e dedos que tenho. Conduzo a alta velocidade, ignorante dos radares. Foram pelo menos quinze, os túneis até hoje. Escapei ilesa. Frases mal pronunciadas, suspiros demasiado presentes, uma t-shirt usada em excesso em dias de sono longe, memórias inesperadas, longas páginas de prosa, poesia, jornalismo e catálogos de venda postal têm-me salvo com frequência do abismo. Ensinavas-me a viver longe e podia acreditar em ti, se me chamasses assim e outros termos vulgares, entre dois vídeos. Só que ninguém enfrenta a câmara antes do próximo semáforo.
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III
Me enamoré todas las veces y aún así fueron insuficientes para la edad y los dedos que tengo. Conduzco a gran velocidad, sin hacer caso de los radares. Han sido por lo menos quince los túneles hasta hoy. He escapado ilesa. Frases mal pronunciadas, suspiros demasiado presentes, una camiseta usada en exceso en días de sueño largo, memorias inesperadas, largas páginas de prosa, poesía, periodismo y catálogos de venta por correo me ponen a salvo con frecuencia del abismo. Me enseñabas a vivir lejos y podía creer n ti, si me llamaras así y otros términos vulgares, entre dos videos. Solo que nadie mira a la cámara antes del próximo semáforo.
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IV
Vemos ao espelho linhas cruzadas, os dedos são nossos e iguais, transparentes, a rede azul e vermelha que os sustenta, o peso dos sacos de plástico tatuados na circulação interrumpida. As nossas palmas podiam ser de outros, impossíveis de reconhecer, raras em sinais, linhas igualmente convergentes, sem genética ou singularidade que nos distinga além da espécie, contemporâneos, nada mais. Conhecermo-nos como a palma da nossa mão: outra mentira, impossível de distinguir no lote antigo, actualizado todos os dias.
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IV
Vemos en el espejo líneas cruzadas, los dedos son nuestros e iguales, transparentes, la red azul y roja que los sostiene, el peso de las bolsas de plástico tatuadas en la circulación interrumpida. Nuestras palmas podían ser de otros, imposibles de reconocer, raras en señales, líneas igualmente convergentes, sin genética o singularidad que nos distinga fuera de la especie, contemporáneos, nada más. Conocernos como la palma de nuestra mano: otra mentira, imposible de distinguir en el lote antiguo, actualizado todos los días.
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V
Saber sempre onde est達o as costas e o norte Deixar de repetir a palabra ainda como se pudesse salvar-me da chuva inesperada.
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V
Saber siempre dĂłnde estĂĄn las costas y el norte. Deja de repetir la palabra todavĂa como si pudiera salvarme de la lluvia inesperada.
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VI
Tantos homens como casas, esta fica junto ao largo onde contaste automóveis a meio de século passado. Deixei de ter qualquer subsídio Quando saíste de cena, ias gostar de saber que me deixei de atalhos. Lembro-me de muitas inutilidades a teu respeito, como o facto de teres lado a lado na secretária baixa dois rádios sintonizados em postos diferentes para não procurares demasiado. Liguei-te para o telefone preto quando uma espiral me levou anos bons e cabelo, quando fiquei descalça sobre calcário escorregadio, quando morreu o poeta no Porto e esse foi o título que lhe deu uma revista cor-de-rosa. Não há agora quem me explique o mundo ou no colo de quem me desdobre.
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Deixa-me usar o teu crédito no táxi para casa, moro hoje onde nasceste. Não creio na justiça poética, em números em tabelas, na inocência da Maria Luísa, ou em boletins meteorológicos. Visito-nos no Alto de São João semanalmente, e nunca nos días santos.
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VI
Tantos hombres como casas, esta queda junto a la plaza donde contaste automóviles a mediados del siglo pasado. Dejé de tener ningún apoyo cuando saliste de escena, te gustaría saber que me dejé de atajos. Recuerdo muchas inutilidades con respecto a ti, como el hecho de que tienes a ambos lados del escritorio bajo dos radios sintonizadas en sitios distintos para no buscarlos demasiado. Te llamé al teléfono negro cuando una espiral me llevó años buenos y cabello, cuando quedé descalza sobre caliza resbaladiza, cuando murió el poeta en Porto y ese fue el título que le dio una revista del corazón. Ahora no hay quien me explique el mundo o en cuyo regazo me extienda.
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Déjame usar tu tarjeta en el taxi a casa, vivo hoy donde naciste. No creo en la justicia poética, en números en tablas, en la inocencia de Maria Luisa o en boletines meteorológicos. Nos visitó en el Alto de São João semanalmente y nunca en las fiestas de guardar.
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VII
Alimentar animais estender a mão aos pássaros, passar incólume pelas pessoas ainda alguém que pouse para o nosso cuidado gratuito sem alergias, nojo ou lágimas.
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VII
Alimentar animales: extender la mano a los pรกjaros, pasar incรณlume por las personas incluso alguien que se ponga a nuestro cuidado gratuito sin alergias, enfado o lรกgrimas.
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