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el gran chapultepec
Susana Bianconi
el gran chapultepec
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the great chapultepec
La incorporación de una cuarta sección al vasto Bosque de Chapultepec ha erizado la piel de los arquitectos paisajistas, básicamente porque el proyecto no está en manos de ninguno de nosotros sino en las de un audaz artista conceptual. Gabriel Orozco no revela quiénes integran su equipo de trabajo, cosa insólita dada la variedad de disciplinas que deben cooperar para el juicioso desarrollo del proyecto.
Cuando Diego Rivera pintó el cárcamo de las aguas provenientes del río Lerma, en Chapultepec, lo hizo con alegría, con fe en la tecnología que hacía posible ese prodigio de pasar el agua de una cuenca a la otra… sin sospechar que esa proeza de ingeniería civil era el principio del fin del equilibrio hídrico del Valle de Toluca. Tendremos ahora la posibilidad de contárselo a los pies de su tumba, ya que el Panteón de Dolores será puesto en valor como parte del Gran Chapultepec, lo que permitirá realizar recorridos entre las tumbas de los grandes de México ahí enterrados.
Poco antes de morir, Rufino Tamayo condicionó la donación de su obra y la de su gran colección de arte del siglo XX a que se le construyera un museo en Chapultepec. El genio del arquitecto Teodoro González de León hizo posible que el inmueble no fuera agresivo, gracias a los taludes verdes que lo mimetizan con el bosque. Y por ahí, más o menos, viene la postura de Orozco de querer sambutir un pabellón de arte conceptual donde está el Jardín botánico… ¡Tierra a la vista! Debe haber pensado al ver tantas plantitas… Se ve que no le importan y que no entiende que desenraizarlas para trasladarlas The addition of a fourth section to the vast Bosque de Chapultepec has raised the skin of landscape architects, basically because the project is not in the hands of any of us but in the hands of a bold conceptual artist. Gabriel Orozco does not reveal who is part of his work team, which is unusual given the variety of disciplines that must cooperate for the judicious development of the project.
When Diego Rivera painted the gully of the waters coming from the Lerma River, in Chapultepec, he did it with joy, with faith in the technology that made possible this prodigy of passing water from one basin to the other ... without suspecting that this feat of engineering civil was the beginning of the end of the water balance of the Toluca Valley. We will now have the possibility to tell you at the foot of his tomb, since the Panteón de Dolores will be valued as part of the Greater Chapultepec, which will allow tours between the tombs of the greats of Mexico buried there.
Shortly before his death, Rufino Tamayo made the donation of his work and that of his great collection of 20th century art conditional on the construction of a museum in Chapultepec. The genius of the architect Teodoro González de León made it possible for the building not to be aggressive, thanks to the green slopes that blend it with the forest. And that’s where, more or less, Orozco’s position comes from wanting to sambutir a conceptual art pavilion where the Botanical Garden is located… Earth in sight! He must have thought when he saw so many little plants ... You see that he doesn’t care about them and that he doesn’t understand that uprooting them to move
a otra locación no es tan fácil como mover piezas artísticas; ni es sensato ni se justifica habiendo tanto qué hacer en el resto del Bosque.
La cuarta sección, de abrirse en varios puntos a la gente del antiguo pueblo de Santa Fe, será una dicha para quienes siempre han visto la barda perimetral de las Industrias Militares de la SEDENA y que ahora tendrán la posibilidad de cruzar por sobre esa gran cicatriz urbana que es Constituyentes para llegar hasta la colonia Roma en bicicleta. El aire de los tiempos.
Y luego, eriza la piel de los paisajistas, la disparidad de infraestructura verde que existe entre los municipios mexiquenses que rodean la capital y la propia CDMX. Lo vimos en la película ROMA de Cuarón, cómo se urbanizó ese patio trasero donde hoy viven 11 millones de habitantes carentes de espacios públicos. Pasan los años y el contraste no se supera, seguimos divididos entre naturales y gente de razón. Los cuadros de castas que atesora el Museo de Historia en el Castillo de Chapultepec, lo ilustran.
La presión popular por visitar las amenidades del Bosque de Chapultepec puede poner en riesgo la calidad de los servicios ambientales que brindan sus 800 hectáreas. Entonces los mexiquenses deberemos voltear a ver las 4 mil hectáreas que se habilitarán en el vaso de Texcoco y que al ser mayormente lacustres devolverán su esencia al valle de la gran Tenochtitlán. ¡Agua a la vista! them to another location is not as easy as moving artistic pieces; it is neither sensible nor justified having so much to do in the rest of the Forest.
The fourth section, opening at various points to the people of the old town of Santa Fe, will be a joy for those who have always seen the perimeter fence of the SEDENA Military Industries and who will now have the possibility of crossing over that great scar that is constituents to get to the Roma neighborhood by bicycle. The air of the times.
And then, the landscape bristles, the disparity of green infrastructure that exists between the Mexican municipalities that surround the capital and CDMX itself. We saw it in the film ROMA by Cuarón, how that backyard was urbanized, where today 11 million inhabitants live without public spaces. Years go by and the contrast is not overcome, we are still divided between naturals and people of reason. The caste paintings housed in the History Museum at Chapultepec Castle illustrate this.
Popular pressure to visit the amenities of the Chapultepec Forest can put at risk the quality of environmental services provided by its 800 hectares. Then we Mexicans will have to turn to see the 4 thousand hectares that will be enabled in the Texcoco basin and that, as they are mostly lacustrine, will return its essence to the valley of the great Tenochtitlán. Water in sight!