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SABÍAS QUE? | DID YOU KNOW? LA MUSICA - UNA PROFESIÓN SONORA | MUSIC - A SOUND PROFESSION

LA MÚSICA

UNA PROFESIÓN SONORA

POR: OMAR EDUARDO BELTRÁN

Cuando se piensa en música, generalmente relacionamos esta palabra con diversión, reunión, carnavales, fiestas, conciertos, cantantes, entre otros. Muchos de nosotros acudimos a la música para relajarnos, divertirnos o hacer de ella nuestra compañía mientras pasamos algún momento en particular, sin embargo, pocos saben los que implica asumir la música como profesión.

Empecemos entonces por saber que la música como profesión, hace parte de la formación universitaria hace mas de dos siglos, sin sumar a ello los procesos de formación que tuvieron los grandes músicos referentes para quienes asumimos la música como profesión) Bach, Beethoven, Mozart, Liszt, Schuman, entre muchos), para ese tiempo los procesos de formación eran personalizados y se asumían como “discípulos”, de otros grandes mentores. La música entonces como profesión, aparece en el contexto universitario a comienzos del siglo XX, con denominaciones como Escuela Superior de Música, Escuela de Música, programa superior de música entre otros, desplazando poco a poco los nombres de “conservatorio de música”. Independientemente del nombre de la institución en donde se estudia, deben saber que para ser musico profesional se deben empezar los estudios desde una edad temprana, ello por un asunto de aprestamiento motor con el instrumento seleccionado. Con ello quiero decir que no existe un instrumento más difícil que otro, quizá esto se podría contradecir, sin embargo, lo que sí importa es que para ser un musico profesional, se debe asumir con mucha responsabilidad y disciplina el estudio del instrumento seleccionado.

Es común escuchar entre la gente preguntas como: ¿tú eres musico? y ante la respuesta afirmativa a esta pregunta, seguidamente preguntan, ¿y cuántos instrumentos sabes tocar? Y con algún nivel de decepción escuchan esta respuesta, “uno, yo soy violinista”, y algunas veces la conversación continua así: “a mi tío también le gusta la música y toca varios instrumentos”. esto que suena gracioso quizá, desconoce una realidad de la vida universitaria del musico.

Para el ingreso a los estudios universitarios de un musico, debe demostrar conocimientos previos en el instrumento que va a profesionalizar, como es temas de gramática musical, armonía, solfeo e historia de la música, esto sin contar que, en algunas universidades para llegar a este examen, se debe aprobar previamente un examen de conocimientos generales en literatura, matemáticas, ciencias, y otras áreas del conocimiento. Desde aquí ya existe un primer filtro grande para iniciar los estudios. Ahora bien, una vez se es admitido a la carrera universitaria, se deben inscribir al menos 5 asignaturas por semestre: teoría música, historia de la música, armonía, Orquesta y por supuesto el Instrumento, para nuestro caso, Violín I.

Se debe estudiar como mínimo 6 horas diarias el instrumento, independientemente de las otras clases incluyendo la hora semanal de instrumento con el maestro de violín. En estas 6 horas diarias se debe preparar el repertorio que le asigna el maestro, generalmente este repertorio incluye estudios de técnica que le mejoran el rendimiento en el instrumento, y una obra de cada uno de los periodos de la música, es decir: una obra del periodo barroco siglo XVII, una obra del periodo clásico S. XVIII, una obra del periodo romántico S. XIX, una obra contemporánea S. XX. Esto es lo mínimo que debe tocar en el recital de fin de semestre cada estudiante de música y a ello se suma, el repertorio que se interpreta en la Orquesta, y la literatura y los ejercicios que debe cumplir o leer para aprobar las demás asignaturas.

Ser musico realmente es una profesión que implica un alto sacrificio, es por eso que cuando se logra ser un musico destacado, como YO-YO MA en el violonchelo, Itzhak Perlman en el violín, Arthur Rubinstein en el Piano, entre muchos, se debe reconocer su esfuerzo, han dedicado su vida misma al instrumento, así que, debemos valorar mucho mas a estos profesionales y entender por qué esta profesión es tan compleja y al mismo tiempo subvalorada en términos económicos, sociales y culturales.

MUSIC

A SOUND PROFESSION

BY: OMAR EDUARDO BELTRÁN

When you think of music, we generally associate this word with fun, gatherings, carnivals, parties, concerts, singers, among others. Many of us turn to music to relax, to have fun or make it our company while we spend some time alone, however, few know what it means to disembark into music as a profession.

Let's start then by acknowledging that music as a profession has been part of university education for more than two centuries, without adding to it the training processes that the great musicians had, for whom we recognize as music professionals (Bach, Beethoven, Mozart, Liszt, Schuman, among many), at that time the training processes were personalized and they were trained as "disciples" of other great mentors.

During that time, music as a profession, appears in the university context at the beginning of the 20th century, with names such as Escuela Superior de Música, Escuela de Música, Programa Superior de Música among others, gradually displacing the names of “Music Conservatory”. Regardless of the name of the institution where one studies, you should know that to be a professional musician you must start your studies from an early age, this for a matter of motor preparation with the selected instrument. By this I mean that there is no instrument that is more difficult than another, perhaps this could be contradicted, however, what does matter is that to be a professional musician, the study of the selected instrument must be assumed with great responsibility and discipline. It is common to hear questions like: Are you a musician? and given the affirmative answer to this question, they then ask,

How many instruments do you know how to play? And with some level of disappointment they hear this answer, “One, I am a violinist”, and sometimes the conversation continues like this: “My uncle also likes music and plays several instruments”. This sounds funny perhaps, but ignores the reality of the musician's university life.

For a musician to enter university studies, he must demonstrate previous knowledge in the instrument that he is going to professionalize, such as musical grammar, harmony, solfeggio and music history, not to mention that, in some universities to get to this exam, you must first pass a general knowledge exam in literature, mathematics, science, and other areas of knowledge. From here there is already a first large filter to even start to study. However, once you are admitted to the university, you must register for at least 5 subjects per semester: music theory, history of music, harmony, orchestra and of course the instrument, in our case, Violin I.

You must study At least 6 hours a day on the instrument, regardless of the other classes, including the weekly hour on the instrument with the violin teacher. In these 6 hours a day, the repertoire assigned by the teacher must be prepared, generally this repertoire includes technical studies that improve performance on the instrument, and a work from each of the periods of music, that is: a work from the baroque period of the 17th century, a work from the classical period of the 18th century, a work from the romantic period of the 19th century, a contemporary work from the 20th century. This is the minimum that each music student must play in the end-ofsemester recital, and this is added to the repertoire performed by the Orchestra, not to mention the literature and exercises that must be completed or read to pass the other subjects.

Being a musician is really a profession that implies a high sacrifice, that is why when you manage to be an outstanding musician, like YO-YO MA on the cello, Itzhak Perlman on the violin, Arthur Rubinstein on the Piano, among many, you must recognize the effort they put forth in their preparation, like many more professional musicians, who have dedicated their lives to the instrument, so we must value these professionals much more and understand why this profession is so complex and at the same time undervalued in economic, social terms and cultural.

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