SUPLEMENTO CULTURAL
No. 153 - 16 DE JUNIO DE 2014 - AÑO 4
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Hermann Gill
Hermann Gill (Culiacán Sinaloa, 1983), autor de los libros de cuentos Fuera de la memoria (IMCC, 2011), Sueños de los últimos días (Andraval Ediciones 2013) y No hay buen puerto (VozEd Editorial, 2013), que buscan una literatura que perturba, que trata los asuntos humanos tan acertadamente que convierte al lector en el huésped constante… “que no se quiere ir porque ha comprendido que no hay mejor lugar sobre la tierra o sobre el universo que estas páginas… porque nadie puede atracar en un buen puerto por sí mismo”, escribe Élmer Mendoza en el prólogo de su más reciente publicación: No hay buen puerto.
[Una entrevista con Hermann Gill realizada por Joel Flores, en páginas centrales]
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LA GUALDRA NO. 153 / 16 DE JUNIO DE 2014 / AÑO 4
“Es cuestión de tiempo, de que no se pierda la calma”… por un momento pensé que el comentario se refería a la situación del país, pero no, se trataba de futbol y la frase la dijeron los conductores de televisión al transmitir el primer partido de la Selección Mexicana en el Mundial del Brasil… Escucho el comentario desde mi ventana mientras trabajo, pues en el bar que está en frente de mi casa abrieron desde las diez de la mañana para que los “seguidores” del TRI –excúseme usted, Alejando Lora- pudieran ver la transmisión del partido ataviados, por supuesto, con la camiseta verde, sombrero de palma “grandote” y bigotes postizos. Dio inicio el Mundial del Futbol 2014 y México ganó su primer partido; en medio de tanta algarabía, vale la pena mencionar algunos datos interesantes: La revista Forbes publicó hace unos días la lista de los entrenadores mejor pagados durante el mundial, entre los que se encuentra el mexicano Miguel el Piojo Herrera, quien gana 2.7 millones de dólares anuales, por lo que ocupa el noveno puesto entre todos los directores técnicos que participan en esta contienda. 2.7 millones de dólares anuales equivalen a 225,000 dólares al mes y un promedio de 7,500 dólares diarios; o lo que es lo mismo: $97,575.00 pesos diarios. Otro dato, dentro de los jugadores mexicanos seleccionados mejor pagados está Javier el Chicharito Hernández, quien recibe, de acuerdo a esta misma revista, un pago diario de 20,571 dólares, más o menos $267,628.71 pesos mexicanos al día. Debo aclarar que el director de Selecciones Nacionales, Héctor González Iñárritu, afirmó para la agencia Reforma, que los seleccionados no cobrarán por su presencia en el Tricolor, dado que los clubes cubren sus salarios. Algo no me cuadra de todo… Mientras eso sucede, el líder del grupo de rock mexicano El Tri, pidió que deje se llamarse así a la Selección Nacional pues él tiene la marca registrada; por lo tanto está restringido el uso y explotación indirecta de la denominación de la cual es titular Alejandro Lora… Fíjese usted lo que son las cosas, y lo digo con dolor de mi corazón porque soy seguidora de esta agrupación: por lo menos durante los tres mundiales pasados se llamó así a la selección y no hubo protesta alguna por parte de quien por cierto, estuvo en Zacatecas hace algunos años para hacer un concierto a favor de Vicente Fox cuando éste andaba en campaña presidencial. El futbol, además de ser parte de nuestra
cultura, definitivamente es un asunto político, si no, entérese usted que en la Cámara del Senado los legisladores fueron citados el viernes pasado hasta las 14:00 Hrs., luego del juego de México, para continuar con las discusiones sobre las leyes secundarias de la Reforma Energética, que por cierto, se realizarán hasta el 23 de junio -día del muy mentado Centenario de la Toma de Zacatecas- mientras la mayor parte de la población mexicana estará pegada a la televisión viendo los juegos de futbol. Y mientras las secretarías de educación de algunos estados han autorizado que se transmitan en clases algunos partidos del mundial “con el fin de fomentar el deporte entre los alumnos”, no se ve el mínimo interés en transmitir el debate y la discusión para aprobar las leyes secundarias de la Reforma Energética; de acuerdo al titular de la SEGOB la petición del Senado de transmitir cápsulas de 10 minutos con información diaria relacionada, “sería una carga desproporcional para los concesionarios y permisionarios”. Todo sea por el bienestar de los concesionarios y permisionarios entonces. Seguramente pensará con todo esto que soy enemiga del futbol y no; debo reconocer que me gusta y que seguramente veré algunos partidos, me emocionaré y gritaré gooool cuando sea el caso. Si no se trata de que me guste o no me guste. Menciono todos esos datos porque considero necesario que a la par de estar viendo a la Selección Nacional y los demás juegos durante esta temporada, estemos atentos a lo que le sucede a nuestro país. La selección del Piojo Herrera seguramente no pasará a cuartos de final, nos quedaremos en el eterno “ya merito”… Y cuando México quede fuera, algunos jugadores, casi lo estoy viendo, caerán de rodillas en el pasto anegados en llanto –para la foto-; su director técnico vociferará, se golpeará el pecho, insultará al árbitro, se desgañitará –como suele hacerlo, también para la foto-; los aficionados, con todo y camisa verde, sombrero de paja grandote y bigotes postizos, arrastrando los pies estarán de vuelta a la realidad. La de este México en el que el 53.8% de sus niños viven en pobreza y 3 de cada 10 viven en condición de hambre; este México cuyo salario mínimo no alcanza los 70 pesos diarios y al que están a punto de meterle gol. Atentos, estemos atentos. Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Por donde saltan los chapulines Por Gonzalo Lizardo
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Seduce Orange is the New Black las pantallas de las computadoras. /La cárcel y los otros/ Por Esther Mariela Consuegra Dávila
Deporte y libros El balón está en la cancha Por Mauricio Flores*
No existe lugar donde los personajes encallen y salgan bien librados [entrevista a Hermann Gil] Por Joel Flores*
Diario de Mateo Por Mateo Estrada Gaviria El mundo hundido por un balón Por Eduardo Campech Miranda La muertecita de James Por Carlos Flores Cortés Desayuno en Tiffany’s, mon ku Por Carlos Belmonte Grey
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El Picaporte Por Simitrio Quezada Día 2 Por Edgar Khonde Todo el mundo sabe que no es cierto Por Alberto Huerta Azul Por Pilar Alba Pacto de memoria y amor perfecto Por Roberto Galaviz
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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Por donde saltan los chapulines* Por Gonzalo Lizardo
Un día me convertiré en chapulín, me mudaré de casa, saldré dando brinquitos, abandonando a mi marido y a mis hijos. Me iré a vagar por las milpas, soñaré bajo las cañas de maíz. Mis genitales se llenarán de tierra. Nunca más mis pechos serán nutricios ni de mi boca saldrán palabras. No necesitaré lenguaje alguno, sólo me dedicaré a sentir dentro de un cuerpo verde. Anclada en esa literatura femenina que surgió a mediados del siglo XX, promovida por autoras como Guadalupe Dueñas, Julieta Campos, Amparo Dávila o Diamela Eltit, entre muchas otras, Alma Rosa Fernández se preocupa por describir (más que narrar) y por aprehender (más que explicar) el universo de sus sensaciones, suspendida en ese estado del cuerpo, entre la percepción y la reflexión, que puede parecer tan extraño a los lectores modernos, que prefieren la rapidez, el suspenso, la aventura y el final contundente. Ante esos lectores, que por motivos históricos se han formado en las grandes ciudades, donde se concentra la cultura y el progreso, este libro expresa, además, una nostalgia muy postmoderna por el mundo rural, “con el aroma de la naturaleza excitada […] el ocote, la savia, los fogones, las ollas de frijoles, el queso, la leche, el sudor masculino”, pero sin olvidar las incurables penurias de esa sociedad que sólo conoce el trabajo y la carencia, desconfiando de la educación como se desconfía de todo aquello que distraiga de la lucha por el sustento diario. En ese contexto, la palabra (empezando por la palabra literaria) no proporciona una liberación sino, cuando mucho, un placebo inofensivo, que permite
expresar nuestra condición humana, aunque poco pueda hacer para transformarla. Entre sus deseos y sus temores, entre el amor y el desamor, entre el mundo natural y el mundo cultural, los cuentos de Alma Rosa Fernández optan siempre por la solución pasiva, por la indecisión eterna, por la renuncia. Así lo muestra el texto “Llueve”, que narra un desencuentro: el noencuentro amoroso entre un hombre negro que fuma en la ventana y una mujer que espera por alguien bajo la lluvia, acompañada por su hijo. El contacto entre él y ella es mínimo, virtual casi: un gesto apenas, una
mirada tímida, como fruto de una simpatía que (acaso) hubiera podido germinar si cualquiera de los dos personajes se hubiera atrevido a tomar la iniciativa para romper ese muro invisible que los separa de su felicidad —o de su tragedia. Entre la posibilidad de que algo suceda y la posibilidad de que eso fracase, los personajes de Alma Rosa —como el mítico Bartleby de Melville— “preferirían no hacerlo”: preferirían quedarse con las ganas para no cargar luego con la culpa. ¿Qué pasaría, por ejemplo, si los dos hermanos
Él no se acercaba nunca a los niños, sólo a los animales y a las plantas. Eran ellas las que lo perseguían entre los matorrales queriendo descubrirle todas las pecas del cuerpo. Corrían durante la tarde tras de él hasta llegar a las casuchas construidas para guarecerse de la lluvia. Ahí lo acorralaban. Los adultos ignoran todas las correrías de la infancia. Y quien las ha vivido, de grande todo le parece borroso: una ilusión punzante y todavía peligrosa. “Una ilusión punzante y peligrosa”: esa definición describiría con fidelidad el mundo posible que Alma Rosa Fernández nos presenta en este, su primer libro; un libro habitado por personajes insatisfechos, desgarrados entre el deseo de escapar a sus ilusorias presiones y el miedo a no conseguirlo: el miedo a nunca conocer ese mundo feliz, a donde saltan los chapulines, “a donde corren las niñas” cuando quieren ser libres.
* Fernández, Alma Rosa, A donde corren las niñas, Pictographia, Zacatecas 2014.
Libros
que protagonizan el cuento “Hongos” imitaran las caricias de esos amantes que espían en la maleza? ¿Habría sido feliz Silvia, esa podófila mujer, enamorada de sus tacones, si hubiera acudido a la cita que concertó por internet? ¿Qué destino aguardaría a los esposos que cultivaban gladiolos en vez de amarse, si juntos hubieran procreado injertos en maceta, en vez de los hijos que nunca tuvieron? Cuentos del “hubiera”, del “acaso”, del “mejor no”, los textos que conforman este libro saben descubrir la cruel belleza de ciertos momentos claves: ésos que nos revelan nuestra soledad, nuestra parálisis. Estamos solos (acaso) porque somos incapaces de conectarnos con el mundo, ese lugar donde todo se complica, las matemáticas se vuelven demasiado enigmáticas, la geografía demasiado inútil y la literatura demasiado seria y llena de espíritu. Y entonces nos quedamos paralizados, como don Lázaro, ese hombre rico y emprendedor que jamás se atreve a adoptar ni a correr a ese huérfano que ronda por sus tierras, que actúa como espantapájaros y le evoca sus amores con una niña húngara: aquella que amó don Lázaro por unas semanas.
Debo declarar que este libro —opera prima de Alma Rosa Fernández— me ha inquietado por dos motivos: la intensidad de sus anhelos y la persistencia de sus miedos. Anhelo y miedo de libertad, anhelo y miedo de placer, anhelo y miedo de mundo. Así lo expresan —cada una en su contexto— las protagonistas de estos relatos, empezando por aquélla que ve en los chapulines una imagen de sus esperanzas y del terror implícito en ellas. El deseo de ser libre y el temor a dejar de ser:
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LA GUALDRA NO. 153
Televisión
Seduce Orange is the New Black las pantallas de las computadoras. /La cárcel y los otros/ Por Esther Mariela Consuegra Dávila “El infierno son los otros”, frase mítica de Jean Paul Sartre y que de la mano de Jenji Kohan, directora de la serie norteamericana Orange is the new Black (OITNB), cobra hoy más que nunca vigencia al mostrarnos en sus ya dos temporadas el descarado sistema penitenciario del vecino país. En la serie, sobre todo se invita a la reflexión sobre las historias que se entretejen en la prisión de Litchfield en Nueva York y la vida de las mujeres que pagan sus condenas ahí adentro, y que a su vez acompaña el análisis sobre la libertad y el invariable cuestionamiento sobre si en realidad el infierno es apenas ese pequeño reducto de los otros y las otras que pervive en el centro carcelario y en el mundo exterior. Con la irrupción de las nuevas tecnologías la forma de ver televisión cambia y para bien, ya que las plataformas de contenidos y sus productores ofrecen historias bien construidas que permiten como en este caso disfrutar en Netflix de esta serie que a lo largo de 13 capítulos nos muestra a Piper Chapman (Taylor Schilling) uno de sus personajes principales, como arquetipo de la blond girl norteamericana y la visión etnocentrista que los blancos tienen del mundo; acompañada por Laura Prepon, en el papel de Alex Vause, narcotraficante y ex amante de Piper, quienes a lo largo de sus dos temporadas convivirán con historias de segregación racial, abuso de drogas, sexo y los delitos que mantienen a todos sus personajes bajo un sistema carcelario hostil y sumamente inhumano en un país que por cierto se jacta en ser defensor de los derechos humanos; tan solo hay que recordar Guantánamo como referencia aparte. La historia está basada en el libro autobiográfico de Piper Kerman, Orange Is the new black: my year in a women’s prison; Taylor relata las memorias sobre su vida carcelaria y la convivencia con el poder de los guetos latinos y negros de las mujeres que bajo el hilo conductor de la historia de Chapman y mediante el uso de flashbacks, construye capítulo tras capítulo el rompecabezas de cada una de las reclusas para mostrarnos no sólo la consecuencia de los delitos que las llevaron al cautiverio, sino la vida interior y motivaciones de cada una de las convictas que sobre todo evidencian la profunda división social , de clase y de etnia que perviven en la Unión Americana. Así también, a través de sus personajes entrañables nos brinda tramas bien construidas y
contadas sobre la evolución de cada una de las historias que ahí se desarrollan y en cada momento se cruzan y rivalizan por la supervivencia en un mundo asfixiante y cautivador a su vez, con claroscuros y una dosis de comedia que se alejan del maniqueísmo habitual en las construcciones dramáticas de este género, pero sobre todo porque ponen en entredicho el sistema de valores éticos y morales dentro y fuera de la prisión así como su constante evolución tras su encierro. OITNB, reconocida por el American Film Institute como una de las 10 mejores series
del 2103, nos recuerda también la mexicana Capadocia, producida por Argos Televisión y original de HBO Latin America, serie igualmente perturbadora sobre un centro penitenciario de la Ciudad de México y en que de manera similar se muestran las cloacas del sistema carcelario, los abusos de poder y la manera casi estoica de las reclusas que ahí conviven; sin embargo, en su versión anglosajona, Orange es el vehículo perfecto para el melodrama de vidas tan crudas como las de sus protagonistas que de manera autobiográfica muestran una historia y muchas micro-
historias que no son contadas comúnmente en la televisión o en las novísimas plataformas del streaming. Así pues, Orange nos recuerda las celebres reflexiones del filosofo Michael Foucault sobre el control social y policiaco que se ejerce desde la prisión y otros sistemas de dominación institucionalizados encargados de doblegar almas, pervertirlas y deformarlas; y aunque la mirada sociológica no escapa de las reflexiones de lo que la serie nos muestra en sus adictivos capítulos, sí proporciona matices de análisis sobre las luchas que se traban entre mujeres víctimas y victimarias, pero sobre todo de mujeres que nos invitan a reflexionar desde nuestro plácido y cómodo lugar de observadores sobre si la cárcel es un infierno –aunque no el único–, y sobre la construcción del destino en relación con el otro, con la otra y en el que rara vez se visualizan los desenlaces y peripecias para la construcción del mismo. Por ello nada más refrescante para las cambiantes pantallas de TV en los ahora monitores de computadoras como OITNB, que se estrena en su segunda temporada como una opción entre las muy variadas series y el marasmo de la programación de la tv abierta y el enajenante juego del balompié.
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Libros
Deporte y libros El balón está en la cancha Por Mauricio Flores* Es un juego. Sí. Un viejo divertimento donde se refleja buena parte de la existencia humana. Como las relaciones que rigen el mundo, siempre contradictorio. Unos ganan. Los menos. Otros pierden y hasta empatan. Lo importante, digo yo, es vivirlo como lo que es. Como la vida misma. Que es también un juego.
¿Ejemplos? En la apertura de un nuevo campeonato del mundo, apenas hace unas horas, las equivocaciones arbitrales marcan la diferencia en un marcador. Una jornada después, el hasta entonces campeón es “humillado” por el mismo equipo al que venció en la final de cuatro años atrás. Dos de los cinco goles con los que el “débil” triunfa, son verdaderos obras de arte. Holanda vence a España. Algunos dirán que el campeonato pasado el mismo equipo obtuvo el triunfo final empezando igual, con un descalabro ante Suiza. Al tiempo. Lo que permanece son las anotaciones de Robin Van Persie y Arjen Robben… México vence a Camerún, también ejemplo. Otros dirán no se ilusionen. En copas del mundo la selección mexicana ha sido derrotada por Brasil en tres ocasiones, selección con la que habrá de enfrentarse en
unas horas. La emoción se desborda. Y por fortuna también el análisis y en las mesas de novedades editoriales los libros sobre futbol se pelean espacio. ¿Ejemplos? Balón dividido, de Juan Villoro; La economía del futbol, de Ciro Murayama; y Los juegos del hombre, de Franco Bavoni Escobedo. Tres acercamientos, desde distintas perspectivas, a eso que se conoce como “el arte de las patadas”. O “entretenimiento masivo, distractor popular, fiesta colectiva”. También provocador de guerras y paz: “vehículo para cristalizar identidades”. Viejo conocedor del futbol, y autor de varios títulos sobre la experiencia, Villoro explica su nueva obra panbolera: “el futbol es un estupendo pretexto para el alarido. La misma persona a quien su esposa le reprocha: ´¿Por qué
no dices nada? ¿Acaso no me escuchas?´, toma las llaves y se va a rugir al estadio. El gol permite perder la compostura. En ese momento resulta no sólo lógico sino deseable que el prójimo gima de satisfacción. Para consumar la tarea hay que usar los pulmones, la garganta y la campanilla e incluso los pelos de la nuca. El grito sólo alcanza su condición celebratoria si la mente se da unas vacaciones y permite que el cuerpo haga lo demás”. Desde su condición académica de economista, Murayama distiende en su libro una mirada al futbol en tanto actividad económica y en los medios y los mercados laborales. En estos años, afirma Murayama, “la televisión depende del deporte [el que] le ofrece unos niveles de audiencia que con dificultad alcanzan otros contenidos, y a la vez las ligas profesionales están supeditadas a los ingresos que de manera directa les proporciona la televisión y a los recursos indirectos que ésta genera, por ejemplo, vía la difusión
de productos vinculados con las ligas o los clubes”. Al profundizar en otros objetos de estudio, Bavoni Escobedo recuerda el rol que el futbol ha jugado en la conformación de identidades, trastocadas por el devenir histórico del pasado siglo, específicamente de Yugoslavia, Israel e Irlanda del Norte. Considerados su “carácter liminal”, su “naturaleza antagónica” y su “gran densidad simbólica”, el futbol “puede ser un terreno particularmente fértil para catalizar un drama social”, subraya el autor. “El papel de los empresarios políticos es fundamental en este proceso, pues ellos son quienes pueden hacer relevante una fractura o poner en marcha mecanismos de reparación […]. Son ellos quienes hacen de la retórica de persuasión e influencia un arte; saben cómo y cuándo aplicar presión y fuerza; y son los más sensibles a los factores de legitimidad”. El balón sigue en la cancha.
* mauflos@gmail.com Juan Villoro, Balón dividido, Planeta, México, 2014, 228 pp. Ciro Murayama, La economía del futbol, Cal y Arena, México, 2014, 168 pp. Franco Bavoni Escobedo, Los juegos del hombre, Cal y Arena, México, 2014, 200 pp.
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No existe lugar donde los personajes
Literatura
encallen y salgan bien librados [entrevista a Hermann Gil] Por Joel Flores* Cada que suelo preguntarle a uno de los escritores nacidos durante la década del ochenta, si suelen leer a sus contemporáneos, tres discursos se abren: que sí pero prefieren aprender de los clásicos; que no se leen sino se vigilan como si fuera una competencia; que sí porque es un deber fundamental para saber qué se está creando y cómo se están formando los imaginarios y estilos de cada escritor joven. Hermann Gill (Culiacán Sinaloa, 1983) se une a la tercera respuesta y es uno de los jóvenes bondadosos que creen en la amistad entre escritores como se cree en la literatura. Lo conocí en Monterrey hace años. Entonces era un fiel lector de ciencia ficción y novela policíaca; géneros que más tarde se imbricarían en su narrativa para crear tres libros de cuento: Fuera de la memoria (IMCC, 2011), Sueños de los últimos días (Andraval Ediciones 2013) y No hay buen puerto (VozEd Editorial, 2013), que buscan una literatura que perturba, que trata los asuntos humanos tan acertadamente que convierte al lector en el huésped constante… “que no se quiere ir porque ha comprendido que no hay mejor lugar sobre la tierra o sobre el universo que estas páginas… porque nadie puede atracar en un buen puerto por sí mismo”, escribe Élmer Mendoza en el prólogo de No hay buen puerto. Hermann es narrador, periodista y ha sido becario del Centro de Escritores de Nuevo León durante el 2006 y del Programa de Residencias Artísticas Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) en 2013, Barcelona, España. Actualmente trabaja como arquitecto de la información para Periódicos Online y Diario Cultura.mx. En esta entrevista, nos habla de su e-book No hay buen puerto, de sus inicios en la literatura, cómo define el género cuento, las historias que deben escribir los nacidos durante el ochenta y las amistades literarias, como una red fundamental donde debe predominar la crítica. Joel Flores: Empecemos hablando de tu formación, Hermann, ¿por qué y cómo iniciaste en la escritura?, ¿qué escritores y amigos influyen en tu trabajo?, ¿y en qué lugares te has formado, universidad, residencia artística o talleres literarios?
Hermann Gil: Comencé hace mucho tiempo, tenía 14,15 años. Me inicié porque quería contar historias. Eso ya estaba decidido. Sin embargo no sabía por qué medio las quería contar. Así que Edgar Allan Poe, Lovecraft y Quiroga cayeron en mis manos. “De aquí soy”, me dije. Y una noche, en la Olivetti portátil que usaba para la clase de mecanografía, me agarré escribiendo. Un día mi padre una vez me preguntó “te gusta escribir” (ya se había dado cuenta del tecleo nocturno y de los libros extraviados en su estante) y le respondí “sí, es lo mío y no hay vuelta atrás”. Entonces me entregó un volante: en el Centro de Inte-
gración Juvenil Diez Mil Amigos, donde él trabajaba, se daría un taller de literatura, poesía, ensayo y narrativa. “Bien”, me dije, “escribiré con ex convictos y amantes de alucinógenos”. No podía estar más errado: en el salón refrigerado por el aire acondicionado del centro nos encontrábamos unos doce jóvenes, todos asustados y con la idea clara de que no sabíamos qué carajos hacíamos allí. Entonces llegó el poeta Jesús Ramón Ibarra y dijo “Veamos, ¿por dónde empezar?”. Seguramente le inquietaba ver tantos rostros jóvenes e inexpertos. De ese taller salió Antes de los veinte, una antología de nuevas voces. No sé si era
el más chico de todos, pero al menos me sentía el más principiante. Terminado el curso, decidí atacar con la Olivetti por mi cuenta y me sentí perdido. No encontraba a nadie que contara historias. Busqué en mi escuela y nada; en el trabajo de mis padres y tampoco; en las universidades y menos. Entonces fui a dar al Instituto de Cultura de Sinaloa, antes llamado Difocur. Allí me dieron unas palmadas en la espalda, me sonrieron, me dijeron que me faltaba mucho, que el camino era largo, espinoso, sangriento, lúgubre: justo lo que necesitaba para mis historias de terror. Y entré al taller de narrativa con el Élmer Mendoza. Del primer periodo fueron Anselmo León, Elizabeth Rodríguez y Sergio Ramos. Todos con cuento y con un terror real en la novela. En la segunda generación fueron Aless Gatti y otra veintena que desaparecieron a los quince días de iniciado el taller. Aún no encontraba nadie de mi edad. Migré a Monterrey, comencé la universidad y, en un retorno a casa, Élmer había juntado más alumnos, ahora de la camada: Eduardo Ruiz y Susana Espinoza, no éramos muchos, pero hacíamos ruido, o por lo menos lo intentábamos. Susana dejó de escribir al año de iniciar ese taller, a Eduardo lo sigo viendo, fue uno de los pilares en mi estancia en Barcelona. JF: En tu libro se explora el cuento como un mecanismo donde se unen elementos de la realidad social con elementos extraños o sobrenaturales, al estilo del género fantástico y apocalíptico para crear un hecho cotidiano que se ve trastocado o alterado por algo extraordinario. Dime, ¿cómo definirías las piezas que conforman No hay buen puerto? HG: No hay buen puerto se refiere a que no existe un lugar donde los personajes encallen y salgan bien librados, porque cada uno lleva la tormenta hasta las últimas consecuencias. Todas las historias son de un engranaje parecido a la ciencia ficción que raya en el terror, en la locura, en el olvido de una utopía. Las fechas de creación de los textos son muy diferentes. Sin embargo, intenté decir que la distopía es el engranaje que mueve a la sociedad, a la anti utopía en que vimos. Vista, claro,
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Sinaloa: un cliché que siempre acierta. Un lugar de ríos, donde, por alguna extraña razón, acechan las mujeres más hermosas del planeta.
desde los hechos más comunes, de aquéllos que podemos encontrar al despertar, al partir al trabajo, al regresar a casa. Todo converge. Y las piezas más pequeñas son las que trazamos día a día.
JF: Uno de los objetivos de estas entrevistas es saber si se están leyendo entre sí los escritores nacidos durante la década del ochenta, ¿tú lees a tus contemporáneos, conoces sus obras y mantienes algún diálogo al menos con los de tu ciudad de origen o prefieres la enseñanza de los clásicos o a escritores más consolidados? HG: Es fundamental leer a nuestros contemporáneos. Se trata de hacer cadena. Es como un deber. Tienes que estar enterado de lo que está sucediendo alrededor. Tenemos a Eduardo Ruiz, que acaba de sacar Anatomía de la Memoria en Candaya editorial; a Joel Flores, con Rojo Semidesierto en el Fondo Editorial del Estado de México; a Isadora Montelongo con Las Chicas sólo quieren plástico en Plaza & Janés; a Nazul Aramayo con Eros Díler, publicada en Jus; a Criseida Santos, que acaba de lanzar La reinita pop no ha muerto; a Luis Valdez con Mascotas muertas; a Óscar David López, Josué Barrera, Mariel Iribe, JJ Aboytia, Karla Uribe, Luis Zamora, entre muchos otros. Con todos se han hecho enlaces, con todos existe amistad, camaradería, profesionalismo en el trabajo. Creo que todos tenemos un acuerdo silencioso, porque escribir, lo aconseja Paula San Juan, “es un acto de llevar las intenciones hasta las últimas consecuencias”. meses ya teníamos el e-book listo y lo presentamos oficialmente en la FIL de Monterrey en 2013. JF: Cambiemos de dinámica, diré un par de palabras y tú me respondes lo primero que se te venga a la mente. México: un país tan inverosímil que la mejor pluma lo podría retratar. Cuento: magia en pocas páginas. Historias de impacto, que nos hacen reír, llorar, nos genera nostalgia, tristeza, alegría, angustia, terror, miedo, enamoramiento, belleza, todo en un sólo disparo. Monterrey: ciudad a la que he vuelto miles de veces. Literatura: lo que nos hace diferentes de los animales. Norte: un lugar árido pero lleno de vida. Escritura: con el tiempo nos damos cuenta que será imposible vivir sin ella, porque allí radican las vidas, los personajes, las mujeres y hombres que habitan en las páginas son seres tan tangibles como los colegas con quienes platicamos a diario, como la familia, los amigos.
JF: ¿Qué temas, qué historias crees que debamos escribir los escritores jóvenes? HG: Las que nos contamos nosotros mismos. En las que deseemos participar. Las que explotan en la memoria. La que quieren salir. La que siempre estuvieron allí y desean ver la luz. Las que salen del tintero. Las que no queremos. Las que deben ser contadas. Las que dejamos atrás. Las que no deseamos olvidar. Pero sobre todo, las que nos plazcan. JF: ¿En qué proyecto te encuentras trabajando? HG: En La ciudad del olvido, que es el resultado de la estancia en Barcelona por parte de la residencia que me otorgó el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA). Trata sobre Dreamhost, una empresa que comienzo a dibujar en el libro Fuera de la Memoria. Aquí la empresa se mantiene y su último producto es una droga que emula las obras de artistas como Poe, Quiroga, Wolf, entre otros. La está a punto de salir al mercado, pero tiene una falla excepcional: todo aquél que la usa, termina suicidándose.
* Zacatecas, 1984. Autor de los libros de relato El amor nos dio cocodrilos (Editorial Vozed) y Rojo semidesierto (Premio Internacional de Literatura Sor Juan Inés de la Cruz 2012). Seleccionado internacional en 2008 por la Fundación Antonio Gala para escribir durante nueve meses un proyecto literario en el Convento de Corpus Christi de Córdoba, España. Actualmente vive en Tijuana, donde termina la patria y comienzan los sueños. http://bunker84.blogspot.mx/
Literatura
JF: Detrás de todo libro hay una historia, ¿cómo se gestó el tuyo y cuánto tiempo te llevó escribirlo?, ¿hubo momentos en que pensaste en abandonarlo o por el contrario, se escribió de manera natural? HG: No hay buen puerto es un libro urdido por dos libros. Los primeros cuentos formaron parte de un plaquette que auto publicamos un grupo denominado Harakiri. Los dos últimos, los escribí en el 2012 como parte de Fuera de la Memoria. Sin embargo, por cuestiones de tiempo, no alcanzaron a entrar. Los pulí y allí tenemos el resultado. La historia de ese texto es larga. En aquel entonces, digamos 2005, ya estaba en Monterrey y me había integrado a un nuevo crew de narradores liderados por Patricia Laurent Kullick. Estaba Gabriela Torres, Oscar David López, Obed Cancino, entre otros. No sabíamos qué hacer con lo que escribíamos. Entrar a una editorial era tan intangible como la felicidad y usamos el recurso de la autopublicación. El mecanismo era fácil: seleccionamos a diez, con las ganancias de cada plaquette se financiaría el otro. La impresión, el empastado, el corte, todo era casero. Habíamos aprendido las técnicas de Gabriela, quien entonces trabajaba en una imprenta. Y los lanzamos. Les fue bien a los libros. Veo con alegría que aún muchos del grupo los colocan en su trayectoria. Harakiri no se olvida. Permanecerá en el colectivo de ese crew. El plaquette se empolvó. Vinieron otras cosas: premios, becas y residencias. Terminé una temporada en Barcelona donde Eduardo Ruiz planeaba sacar La Junta de Carter, una revista literaria en línea, ahora van en el segundo número y al parecer todo marcha sobre ruedas. Me comentó que Joel Flores había lanzado un e-book y que le interesaba hacer una reseña, Me la aviento, le dije sin pensar dos veces. A Joel lo había conocido en un encuentro de Escritores Jóvenes que habíamos organizado hace años en Monterrey. Desde entonces, formo parte de este crew internacional que se van del país, para escribir desde afuera del país, y luego regresan. Redacté la reseña, se publicó y al poco tiempo me contactó Humberto Bedolla, editor de Vozed. Me dijo que le había gustado el comentario a la obra y que si estaba escribiendo algo. Allí se fraguó todo: los engranes, la maquinaria, los hechos y las palabras se engrasaron. No podía permitir que esos cuentos cayeran en el olvido, que dejaran de existir, tenía que tener al menos alguna referencia. Fue un rescate. Un buque de guerra le estiró la mano a la panga mal viajada que era el libro. Bedolla llegó con bríos y todo funcionó. En menos de dos
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Diario de Mateo
Por Mateo Estrada Gaviria Lunes Escucho sobre Diabólica [1], hombres y mujeres hablan sobre ella. Otros temas son el fin del semestre, el tráfico en el bulevar y el Piojo como director técnico del Tri. Vivo en el mundo de la clase media… En la Fundación todo bien. Don Antonio me felicitó por el trabajo. Con Antonio no todo va bien. Lo percibo extraño desde el encuentro con Sujetín. Estos días ha ido al depa. No levanta su taza o vaso, menos los lava. Su violencia es más evidente. Las visitas ya no incluyen una invitación para ir por Una. Sujetín escribe todo el día. Labora en zona wi-fi. Miércoles Merced a M. conocí el mural de Marco. Toda la ciudad aparece. Marco ha tomado el trabajo como la obra. Lo miro contento. Stalkeé una tarde a Marco. Es tan distante al de Sujetín. Desde el corte de pelo hasta los programas de televisión. S. no lucha, pero sabe resistir para sobrevivir... Marco sabe que en las redes tradicionales todo es cuestión de tiempo.
Marco me recuerda el adolescente de Luis Cernuda “Como en una intuición, más que en una percepción, por primera vez en su vida adivinó la hermosura de todo aquello que sus ojos contemplaban. Y con la visión de esa hermosura oculta se deslizaba agudamente en su alma, clavándose en ella, un sentimiento de soledad hasta entonces para él desconocido” [2]. Platiqué con M. sobre Ocnos y Marco. Sonrió y dijo: -Ten cuidado, es un demonio demasiado joven. Agregó: “Si le dices, posará. Fijará su mirada en un punto. Pondrá sus labios sobre las encías, enseñará los dientes blancos y dirá su respuesta afirmativa –Orales. Va… Lo dirá moviendo la cabeza”. Jueves He decidido compartir el depa. Puse el aviso en Facebook. Necesito ahorrar si viajo a España en invierno. No quiero estar en Agüitas, menos ahora que la Señora vive allí. Sujetín no tiene días de descanso fijos… Sin Sujetín ya no tengo hojas de ruta para los fines. Aprovecharé que medio mundo estará en el fútbol, irá a Aguas y asistirá a la toma. Estaré libre hasta el jueves. Andaré un par de días. Tengo libre hasta el miércoles.
[1] Es Maléfica: Dir. Robert Stromberg y protagonizada por Angelina Jolie, Elle Fanning y Brenton Thwaites, USA-KU, 2014. [2]. Luis Cernuda, “Belleza oculta”, pp. 53-54. En Ocnos, Universidad Veracruzana, 2007.
Promoción de la lectura El mundo hundido por un balón Por Eduardo Campech Miranda En 1986 contaba yo con catorce fabulosos años. Mi padre y mis tíos me contaban de la fiesta que fue la edición de 1970 de la Copa Mundial de Futbol. En esa edad poco me importaban los problemas nacionales, y menos aún los libros. La vida era cumplir en la secundaria y jugar futbol. Todo el tiempo, todo el día, a todas horas. Jugaba en las fuerzas básicas de los Coyotes del Neza. Ahí tuve como compañeros a dos chicos que serían jugadores profesionales años después: Joaquín Moreno (campeón con Cruz Azul) y Armando Polanco (quien militó en las filas del Argenta zacatecano). El resto no pasamos del sector amateur. Como integrantes del club, cada quince días ingresábamos al estadio y realizábamos la labor de baloneros (esos chicos que están al pendiente de entregar el esférico lo más pronto posible), y en el medio tiempo éramos protagonistas de un minipartido. El estadio, que entonces tomó el nombre de Neza 86 y dejó el de José López Portillo, sería sede del Mundial de México. Ingenuos, pensamos que nuestra labor en los partidos disputados en el inmueble seguiría intacta. No contábamos con que los hijos de los directivos tenían reservación. Decía que el estadio estaba en una zona muy marginal. Las casas estaban construidas de láminas, cartones, madera. En muchas de ellas se podían ver criaderos de cerdos en los patios. Hacia mediados de mayo de ese año, como por arte de magia, el escenario cambió: calles pavimentadas, todas (sí, dije todas) las casas aledañas contaban con una fachada colorida, construida con tabiques y cemento. No idénticas, pero sí con
un diseño en común. El dios FIFA había pasado por Neza. Eduardo Galeano, en su libro El futbol a sol y sombra, describe cómo era el mundo en ese entonces: Duvalier escapaba de Haití, lo mismo hacía Ferdinand Marcos en Filipinas; nuestro planeta recibía la visita del Halley; en Japón se suicidaban veintitrés jóvenes emulando a una cantante; un terremoto sacudía a El Salvador; Chernobyl quemaba su cielo (Sabina dixit). Felipe González asumía la cabeza de la OTAN; morían Olof Palme, Henry Moore, Simone de Beauvoir, Jean Genet, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges y Mauricio Magdaleno. Decían que el mundo estaba unido por un balón. No, el mundo es un balón cuyos dueños no nos dejan jugar a una gran mayoría. Sólo somos espectadores de los encuentros (en las canchas, en los estadios, en los congresos). Al pasar el tiempo, y previo inventario, como aficionado (no fanático) me doy cuenta que el lema del mundial 86, sigue teniendo vigencia, sólo es cuestión de cambiar un verbo: El mundo hundido por un balón.
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La muertecita de James Por Carlos Flores Cortés
Le petit morte de James
mini álbumes The day after y The night before, regresan al estudio para traernos otra rara propuesta que nos recuerda su trabaja en Laid, por lo melancólico y triste de su sonido. Le petit morte, nace de los sentimientos más profundos de la banda, luego de dos bajas en el frente relacionadas con Tim Booth, el vocalista, quien recién acaba de perder a su madre y su mejor amigo de manera repentina, por lo que pareciera que su obra es una reflexión sobre la muerte. Abre el disco con Walk like you, una excelente canción que nos recuerda que estamos hechos de polvo de estrellas, y que papá y mamá no nos enseñaron bien a conocer el mundo, con un inquietante violín
y gemidos de fondo. Entre otros 9 temas, sobresalen Moving on que nos habla del tránsito de la vida a la muerte en una reflexión de lo que significaría dar ese paso, por cierto, cuenta con un novedoso y creativo video que no tiene desperdicio; así como Frozen Britain, su primer sencillo y que da el nombre al álbum, que nos invita a acostarnos con Emilie en un beso que transforma lo vivo en muerto con un amor que mata. En realidad es un trabajo emotivo, que vale la pena escuchar, con el ya clásico sonido agridulce de James, que puede sacar de lo doloroso e irreparable un buen suspiro que nos dirá que, pese a todo, estamos vivos, con esperanza y con algo nuevo por delante.
Música
James es una banda más nacida en el semillero de las buenas bandas, Manchester, que nace hacia 1982 como una fusión entre blues y folclore céltico, que grabaría su primer álbum Sttuter hacia 1986 y que, extrañamente, no estuvo a la par de grupos como U2 o Simple Minds, pero que sí se movió en las capas underground junto con The Smiths. No obstante, algunos sencillos como Come Home se colaron en la radio y el video antes de su primer gran disco en 1992, Seven. En su larga carrera, más de 30 años, han dejado un legado de 12 discos en estudio, un tercio de conciertos, tres recopilaciones y un tremendo y espectacular lado b. Después de 4 años, después de los
Desayuno en Tiffany’s, mon ku Por Carlos Belmonte Grey
Cine
Mr. Tuner, una pintura en el cine En la recién finalizada 67 Edición del Festival de Cine de Cannes, el actor británico Timothy Spall se llevó el premio a la Mejor Interpretación Masculina por su papel en el largometraje Mr. Turner, dirigido por Mike Leigh. Spall dio vida al pintor británico J.M.W. Turner (1775-1851), considerado uno de los precursores del movimiento impresionista aunque su figura ha quedado relegada en los reconocimientos de la historia mundial e inglesa. Leigh, quien ya ha ganado en dos ocasiones la Palma de Oro por sus cintas Naked (1993) y Secrets and lies (1996), ha recibido otras tantas nominaciones por All or nothing (2002), Another year (2010), y la actual Mr. Turner (2014); se había mantenido siempre en el circuito temático de los conflictos de las clases proletarias londinenses elaborando representaciones crudas de la vida en el barrio pero con un toque optimista sobre las personas. Sin embargo, en esta ocasión, como ya lo había hecho con el energético Happy-Go-Lucky (2008) nominado en la Berlinale al Oso de Oro, dio un giro de 180 grados a su ojo de director y se centró en un biopic artístico. La pintura y otras artes plásticas suelen utilizarse de varias maneras en el
cine: para crear atmósferas históricas; para dar toques artísticos con aires de petulancia; para contar acontecimientos históricos que ayudan a situar las temporalidades; o bien, para narrar biografías. Éstas, cuando se trata de artistas se construyen generalmente de dos formas, con referencias implícitas a las obras del genio pero sin hacer mención evidente de ellas; o, como fue el caso de Mr. Turner, con reelaboraciones toma-portoma de algunas pinturas que el director jerarquiza como las más representati-
vas de la vida personal y artística del homenajeado. Turner vivió cercano a la tutela de su padre, en medio de la aristocracia, protegido por la regente de su casa, metido en los burdeles y en los institutos de arte, y constantemente de viaje para observar paisajes que inspiraran a su pintura. Leigh se ha esforzado por reconstruir este mundo del pintor haciendo durar sus tomas, casi estáticas, limitadas a la gestualidad de los diálogos y a la mímica nerviosa de Turner, para permitir al espectador pasear su mirada en
el óleo. Sin embargo, el lienzo se sigue moviendo al ritmo del cinematógrafo, el director puede conseguir imitar los tonos, las luces, los movimientos, por unos segundos, quizás por una toma –se pueden ver las películas Elvira Madigan, 1967, de Bo Widerberg y Lust for life, 1956, de Vincente Minnelli- pero no podrá mantener ese ritmo entre escena y escena, porque al final de cuentas, hay islotes de representación que quedan a merced de la elección del director para rellenarlos y reinventan el contexto de la obra. Seguramente esta cinta llegará a las salas de cine mexicanas.
10 PROGRAMA CINETECA ZACATECAS FESTIVAL DEL CORRIDO, HOMENAJE ANTONIO AGUILAR
LA GUALDRA NO. 153
Jueves 19 18:00 hrs. TRISTES RECUERDOS Dir. Mario Hernández México/ 1990/ 82 min.
Viernes 20 18:00 hrs. EL ALAZAN Y EL ROSILLO Dir. René Cardona México/1966/ 92 min.
Sábado 21 20:00 hrs. LA MUERTE DE UN GALLERO Dir. Mario Hernández México/ 1977/ 115 min.
Miércoles 25 20:00 hrs. VOLVER, VOLVER, VOLVER Dir. Mario Hernández México/ 1977/ 92 min.
XVII JORNADAS LOPEZVELARDEANAS 2014 Del 8 al 20 Junio Premio Iberoamericano “Ramón López Velarde” a: Guillermo Sheridan
18:00 horas
Litoteca del Antiguo Templo de San Agustín 18:00 horas
PROGRAMA ZACATECAS Lunes 16 Ofrenda floral en el Conjunto escultórico “A Ramón López Velarde” Alocución: Yamilet Fajardo Veyna Mensaje del Gobernador Miguel Alonso Reyes 9:00 horas Presentación de libro / Poesía Ruinas de Babel de Miriam Fabiola Perales Moreno Presenta: Yamilet Fajardo Veyna Modera: Claudia Liliana González Patio central del Museo Zacatecano 18:00 horas Recordando a Emmanuel Carballo Participan: Armando Adame, Sigifredo Esquivel Marín Patio central del Museo Zacatecano 20:00 horas Martes 17 Presentación de libro Estancia de ánimas de Armando Salgado Fondo Editorial Tierra Adentro Presenta: Javier Acosta Patio Central del Museo Zacatecano Primer Festival del Corrido Zacatecano a don Antonio Aguilar Del 17 al 19 de junio de 2014.
Miércoles 18 19:00 h Homenaje a Doña Flor Silvestre
TEATRO FERNANDO CALDERÓN
PLAZA BICENTENARIO
Martes 17 19:00 h I N AUGURACIÓN 19:30 h Teatro en atril Macario, el ahijado de la muerte Ignacio López Tarso 21:00 h Homenaje a Ignacio López Tarso
Martes 17 17:00 h Finalistas del Concurso de Intérpretes Aficionados del Corrido Zacatecano: Categoría Jóvenes Aficionados 19:00 h Intérpretes y compositores zacatecanos Grupo Rencor de Trancoso Bernardo Gallegos Julio Sierra
20:30 h Los Cardencheros de Sapioriz – México Miércoles 18 17:00 h Finalistas del Concurso de Intérpretes Aficionados del Corrido Zacatecano: Categoría Adultos Aficionados 19:00 h Intérpretes y compositores zacatecanos Grupo Gemelo de Villa González Ortega Martha Elena Tovar Gilberto Ávalos, El charro de corazón zacatecano 20:30 h Héctor Saucedo, Recuerdos de la Revolución -
Presentación de libro Abrir el silencio de Rubén Alfonso Dávila. Novedad del Fondo Editorial del IZC, 2014 Presenta: Veremundo Carrillo y Benjamín Morquecho Modera: María del Carmen Reveles Patio central del Museo Zacatecano 20:00 horas Miércoles 18 Presentación de libro Cantar del Forastero de Raúl Bañuelos Presenta: Vladimir Reyna Litoteca del Antiguo Templo de San Agustín 18:00 horas Presentación del Libro Luces sobre la poesía de Ramón López Velarde. Recursos, procedimientos literarios, estilísticos y retóricos de Miguel Ángel Argüelles Mier Presenta: Socorro Noemí de Luna Litoteca del Antiguo Templo de San Agustín 20:00 horas Jueves 19 Mesa de lectura Velarde – Del Hoyo Glosas a la Suave Patria Comenta: Juan Antonio Caldera Rodríguez Participan: Alumnos del Colegio del Centro Modera: Selene Salas Zacatecas Jueves 19 18:00 h Los Macorinos – México 19:00 h Homenaje al Maestro Ernesto Juárez Frías 20:30 h Eric del Castillo, Rosy Arango y Grupo Musical Zacatecas de Rubén Esparza – México 21:30 h CLAUSURA.
Una charla hacía Ramón López Velarde Participan: Guillermo Sheridan, Maritza M. Buendía y Enrique Salinas Modera: María del Carmen Férez Kuri Litoteca del Antiguo Templo de San Agustín 20:00 horas Viernes 20 Presentación de libro El pez no teme ahogarse. Lecturas de poesía mexicana Presentan: Luis Vicente de Aguinaga y Javier Acosta UniversidadAutónoma de Durango 13:00 horas Presentación de libro Crápula deEvodio Escalante Presenta: José Ángel Leyva Patio central del Museo Zacatecano 18:00 horas Presentación de libro Manual del extravío de Javier Acosta Presentan: Citlaly Aguilar y Sigifredo Esquivel Modera: Karen Salazar Patio central del Museo Zacatecano 20:00 horas PROGRAMA JEREZ Lunes 16 PROGRAMA ACADÉMICO Foyer del Teatro Fernando Calderón Lunes 16 / 18:00 horas Conferencia El corrido zacatecano contemporáneo De Valentín de la Sierra a La Fuga de los 53 Imparte: Maestro Luis Rubio Martes 17 / 13:00 horas
Presentación del libro Luces sobre la poesía de Ramón López Velarde Recursos, procedimientos literarios, estilísticos y retóricos. Glosario Autor: Dr. Miguel Ángel Argüelles Mier Comenta: Socorro Noemí Díaz de Luna, Maestra en Literatura, Historia del Arte y Ética, Miembro de la Corresponsalía del Seminario de Cultura en Aguascalientes Intervención musical: Ensamble Aramara Teatro Hinojosa 19:00 horas Martes 17 Presentación del libro Un viaje al pasado con el Doctor Pedro de Alba de Sebastián Preciado Ramírez Responsable de la edición: Lic. Edmundo Derbez García, Director del Centro de Documentación y Archivo Histórico de la Universidad Autónoma de Nuevo León Presenta: Héctor Manuel Rodríguez Nava, Cronista Adjunto de Jerez Museo Interactivo Casa Ramón López Velarde, Foro Zozobra 18:00 horas Miércoles 18 Presentación del libro El charro Juárez de José Antonio Humberto Vargas Alonso Museo Interactivo Casa Ramón López Velarde, Foro Zozobra 17:00 horas
Museo Interactivo Casa Ramón López Velarde, Foro Zozobra 18:00 horas Premiación de los ganadores de los VII Juegos Florales Ramón López Velarde a cargo del C. José Manuel de Jesús Viramontes Rodarte, Presidente Municipal Intervención musical: Darenka Chávez, soprano Jonathan Falcón, barítono Fernando Arellano, tenor Sergio Guillermo, pianista Teatro Hinojosa 19:00 horas Jueves 19 Conferencia magistral Imparte: Miguel Ángel Flores Museo Interactivo Casa Museo Ramón López Velarde, Foro Zozobra 11:00 horas Ceremonia de entrega del Premio Iberoamericano Ramón López Velarde Sala Principal del Teatro Hinojosa 13:00 horas Presentación de la novela histórica Impetus Vinci Omnia de Héctor Sánchez Tagle Museo Interactivo Casa Museo Ramón López Velarde, Foro Zozobra 17:00 horas Misa in memoriam Parroquia de la Inmaculada Concepción 20:00 horas
Presentación del libro Zacatecas y sus construcciones del siglo XVIII y XIX delProfr. Guillermo Alvino Juárez
Ofrenda de las 33 Rosas y clausura de los VII Juegos Florales Ramón López Velarde Jardín Principal “Rafael Páez” 20:30 horas
Conferencia Canciones y corridos revolucionarios Imparte: Mtra. Sonia Medrano Foyer del Teatro Fernando Calderón
Miguel Ángel García y Luis Rubio Foyer del Teatro Fernando Calderón
Miércoles 18 / 13:00 horas Presentación del libro Corridos históricos de la tradición del Bajío, Tomo I y II De Diego Razo Oliva Comentan: Verónica Dávila,
Jueves 19 / 13:00 horas Conferencia Los corridos del narcotráfico y su recepción social Imparte: Mtro. Luis Díaz Santana Foyer del Teatro Fernando Calderón
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El Picaporte Por Simitrio Quezada “¿Adecue o adecúe? ¿Licue o licúe?”
“Zacatecas, más que una catedral. Definiendo el rumbo de una Nación” JUNIO 2014 Lunes 16 19:30 horas Inauguración Itinerario Cultural Exposición fotográfica colectiva: “A cien años de la Toma. Una nueva historia fotográfica” Casa Municipal de Cultura
* Envíe comentarios y demás inquietudes a: siquezada@hotmail.com
Martes 17 19:00 horas Festival de la Ciudad “Morelos y Zacatecas a 100 años de la Toma” Barrio de San José de la Montaña Dr. Florencio Torres Mtro. Carlos Flores Mtro. Edgar J. Ávila Presentación de Libro Digital “La Toma de Zacatecas: una mirada historiográfica” Alumnos de la Licenciatura en Historia de la Universidad Autónoma de Zacatecas
Por Edgar Khonde No veo a nadie en la calle, no hay sonidos durante el día. No tengo alimentos más que dulces y chocolates. El agua del retrete y de su depósito está por acabarse. No hay árboles en pie. No hay roedores ni insectos. No hay pájaros cruzando el cielo. No hay gente apurada dirigiéndose a sus oficinas. No hay policías de tránsito. No hay violadores al acecho. No hay carriolas sobre las aceras. No hay adolescentes sudorosas en los asientos traseros. No hay gendarmes silbando en las madrugadas. No hay putas ni travestis en la esquina de Miramón y Hierro. No hay filas en los bancos. No hay televidentes asistiendo a las ejecuciones en directo. No hay comensales ni parroquianos en los restaurantes. No hay sacerdotes ni niños bajo sus sotanas.
la Universidad Autónoma de Zacatecas Plazuela del Refugio 19:00 horas Inauguración Itinerario Cultural Exposición fotográfica colectiva: “A cien años de la Toma. Una nueva historia fotográfica” Presentación de la novela Impetus vincit omnia del Dr. Héctor Sánchez Tagle.
No hay mujeres ejecutadas y enterradas. No hay gritos ni murmullos ni gemidos. No hay azafatas. No hay cantineros que escuchen mi llanto. No hay nadie. No hay nadie. No hay nadie. ¿Cómo comenzó todo? Lo ignoro. Para mí empezó el día que salí retrasado hacia mi trabajo. Tuve que tomar un taxi y dos cuadras antes de llegar a la oficina un hombre de unos cincuenta años se arrojó sobre el cofre, rompió el parabrisas y le mordió la cara al chofer. Contemplaba atónito la escena. Sin recuperarme de la impresión salí bajé del auto y corrí. Corrí. Corrí. Despavorido subí entré a mi departamento y me metí bajo la cama hasta quedarme dormido. En cuanto desperté telefoneé a mi madre, pero la línea estaba caída. Miré por la ventana: había gente corriendo detrás de la gente y gente arrojándose sobre la gente. Sangré, fuego y lágrimas. Cerré las persianas y regresé debajo de la cama.
Plaza Principal del municipio de Morelos Jueves 19 19:00 horas Festival de la Ciudad “Morelos y Zacatecas a 100 años de la Toma” Barrio La Pinta Mtra. Carmen Reyes Dra. Lorena Salas Mtro. Luis Cabrera
Río de Palabras
Duda pertinaz es la de adecue o adecúe, licue o licúe. Lo mejor es la respuesta: puede ser cualquiera de las dos formas en aparente disputa. ¿Por qué? Porque el lenguaje es dinámico y bien puede pronunciarse el verbo “adecue” como uno de tres sílabas y “licue” como uno de dos sílabas. A-de-cue, donde la “e” es vocal fuerte y la “u” es débil. Lo mismo sucede con “li-cue”. Por otro lado, podemos aplicar un
hiato, encuentro de dos vocales que se pronuncian en sílabas distintas, en ambos verbos. Esto es: “a-de-cú-e” y “li-cú-e”, donde para romper el diptongo imputamos acento a la “u”. Estos fenómenos aplican no sólo para el modo subjuntivo, sino también para el indicativo. Entonces podemos considerarlos semejantes en “adecua” y “adecúa”, “licua” y “licúa”.
Día 2
Miércoles 18 19:00 horas Festival de la Ciudad “Morelos y Zacatecas a 100 años de la Toma” Documental “La Toma de Zacatecas una memoria viva”. Alumnos de la Licenciatura en Historia de
Historia
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LA GUALDRA NO. 153 / 16 DE JUNIO 2014
Todo el mundo sabe que no es cierto
Río de Palabras
Por Alberto Huerta “Las jóvenes desnudas son como torrentes de vida no es cierto todo el mundo sabe que no es cierto”. Camilo José Cela Para Alfonso López Monreal y José Ignacio Betancourt
La mirada del poeta no tiene freno, desconoce fronteras y límites. La mirada del poeta es similar a la del chamán, a la del vidente, a la del profeta, a la del brahman, a la del condenado
a muerte. Tiene algo de felina y misteriosa. Es incansable viajera y como los alquimistas es proclive a transmutarlo todo. Bajo la mirada del poeta la aburrida y sosa cotidianidad se transforma en orgía visual y sonora que estalla una y otra vez en explosiones de cohetería. La mirada del poeta se vuelve palabra, y la palabra en lenguaje. La palabra del poeta es un tigre que lo mismo dormita apacible, ronroneando sueños y quimeras, que temible, fiera, certera, precisa, violenta. Sirve de igual manera para acariciar con la ardorosa ternura del amante que, paciente e incansable, reinventa la caricia con la que toca la deseada geogra-
fía de la mujer amada, entonces, ese cuerpo desnudo, bajo esa mirada, es un perfumado vergel, un oasis, un océano enfurecido o del ojo cíclope del huracán, o simplemente eso: un cuerpo desnudo que tiembla bajo la mano que la acaricia. O el fragor de una batalla naval. O un tiro de fusil. Ambas miradas aspiran construir su torre de Babel La mirada del pintor es similar a la mirada del poeta. En la mirada del pintor se percibe el brillo de lo imposible imposible. El poeta y el pintor son constructores in-
satisfechos, obcecados, tercos, de esa Babel en donde todo y nada cabe, donde la infinidad de lenguas se vuelven una y muchas. Ambas miradas buscan la polifonía. Una lengua universal. El pintor y el poeta aprovechan lo oscuro de la noche para crear la luz y la sombra. La calma y la furia. Así, el marrón de la tierra y el óxido de la piedra conforman un paisaje, una visión de la sierra, de las retorcidas calles de la ciudad, de las insólitas plazas y plazuelas y esto sucede en la mirada del poeta y del pintor. Yo digo: ¡Babel! ¡Babel!
Azul Por Pilar Alba Para José Cruz Azul como el cielo, dice mi mamá que por eso así me llamo, porque ella cuando era niña se la pasaba volteando hacia arriba mirando cómo pasaban las nubes como forman miles y miles de figuras, hasta que el sol le calaba en los ojos y prefería ya no seguir viendo. Azul, dice mi papá que me llamo, porque a él siempre le ha gustado el mar, aunque nosotros vivamos casi en el desierto, dice que él ni siquiera lo conoce, pero que algún día cuando tengamos un poco de dinero nos va a llevar a todos; y entonces jugaremos entre las olas y veremos cómo el azul del mar se come al sol y vomita a la luna cuando está llena. Azul, dice mi abuela que les dijo a mis papás que así me nombraran, porque es su color favorito, que cuando era joven tenía un vestido de terciopelo de ese color, con él iba a la plaza y ahí fue en donde conoció a mi abuelo. Azul, oí decir a mi abuelo ayer antes de que se lo llevaran al hospital: te llamas Azul, aunque yo no quería que así te pusieran, por una canción, una canción triste, llena de melancolía… yo no quería que te llamaran así. No quisiera que te llegue nunca la tristeza. Hoy por la mañana nos dieron la noticia, mi abuelo ya no regresa, iremos por la tarde a la funeraria. No me puedo escapar de mi nombre, ya sé por qué me llamo Azul; no por el cielo, el mar o el vestido de mi abuela, sino porque ahora sé lo que es sentir esta inmensa tristeza.
Alfonso López Monreal
Pacto de memoria y amor perfecto Por Roberto Galaviz No te prometo quedarme contigo para siempre te ofrezco, eso sí, un pacto de memoria, un amor perfecto no pondré razones de más para que te quedes, trampas para que nunca te vayas o palabras dulces que extravíen tu destino y pienses por error que es conmigo prometo ser honesto en la despedida como en el primer beso prometo mirarte como si nunca más
o si quieres puedo mirarte también como si siempre juntos;
una caricia con las coordenadas a propósito equivocadas en tu cuerpo
te garantizo que día a día podrás elegir cómo quieres que te quiera
despertaré a medianoche, a tu lado, un día y te diré mientras duermes que todo esto fue una pesadilla
no te convenceré de que soy el hombre de tu vida -aunque sabes que puedo hacerloa poco y sin que puedas notarlo fingiré perfecta y aleatoriamente uno que otro error,
a la mañana siguiente volveremos a ser extraños con una memoria de nosotros para siempre, y será un amor perfecto eso sí te lo prometo.