SUPLEMENTO CULTURAL
NO. 430 /// 4 DE MAYO DE 2020 /// AÑO 9
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Lorena Huitrón Vázquez. Foto de Badir Jácome.
La obra de Lorena Huitrón Vázquez, reflexiona de forma persuasiva y muestra al poema como un cuerpo flexible, plural, palpable. Lo circunscribe en torno a la experiencia personal que no busca un significado, sino que, usando las palabras de Lorena: “complica provechosamente las verdades aparentemente sencillas”. Es importante seguir la obra de autoras contundentes y necesarias, que sin estar en las grandes ciudades, aportan, reconfiguran y escriben con honestidad.
[Una entrevista con ella, realizada por Armando Salgado, en páginas centrales]
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LA GUALDRA NO. 430 /// 4 DE MAYO DE 2020 /// AÑO 9
La Gualdra No. 430
Editorial Los días de confinamiento se alargan. Ayer fue el Día de la Santa Cruz, y en Zacatecas como en varias partes del país, este día suele ser de fiesta para los trabajadores de la construcción quienes encomiendan su vida a la cruz en que, de acuerdo con la tradición católica, Cristo fue crucificado. Este 3 de mayo fue diferente, porque no se pudo llevar a cabo la serie de fiestas que se tenían programadas en la región. No por lo menos como en años pasados. En este mismo espacio, en ediciones anteriores, hemos hablado de los Coloquios que se representan en Valparaíso, Zacatecas, durante el Día de la Santa Cruz. Una tradición muy bonita que se realiza desde por lo menos hace 100 años en las rancherías de ese municipio, una fiesta en la que participa la mayor parte de la población de las comunidades y que suele congregar no solo a quienes viven ahí de manera permanente, sino a los paisanos que viven en Estados Unidos y que generalmente vuelven en estas fechas para estar en su tierra. La participación de la comunidad de migrantes es de vital importancia porque ellos son quienes suelen patrocinar los gastos de la fiesta, los vestuarios, la escenografía, la comida, los danzantes y la música; pero sobre todo porque su presencia alegra... los reencuentros siempre son añorados. Este año tampoco pudo celebrarse, como tampoco fue posible que se llevara a cabo la fiesta del Sábado de Gloria en Jerez, debido a las medidas tomadas para evitar la propagación de este virus que nos tiene asolados. Sin embargo, por diversas razones, los migrantes están regresando a Zacatecas durante estas fechas; ya sea porque el viaje ya lo tenían programado, porque se quedaron sin trabajo debido a la pandemia o por esa necesidad de retornar a la tierra ocasionada cuando se está en crisis. Eso me hace recordar mi infancia; cuando vivía en Río Grande el hecho de que los familiares regresaran era motivo siempre de fiesta, era un reconciliarse con la vida que se celebraba casi siempre con comida, música, rezos y bebidas. Los migrantes llegaban en sus grandes camionetas, de llantas altas, rines plateados y placas que decían “Texas Truck”... sonrío ahora al recordar también que eran comunes traducciones
como esta: “Las placas dicen así porque la camioneta ‘la trujo de Texas’”, llegué a escuchar esta explicación muchas veces. Las camionetas traían de Texas a los familiares desperdigados y esa llegada propiciaba, sobre todo, la felicidad de volver a ver a los hijos ausentes. Nos sigue llenado de alegría volver a ver a quienes trabajan en “el otro lado”, constatar que están vivos y que están bien. Nuestros paisanos siempre serán bienvenidos; pero, debo decirlo, en esta época el miedo también viene con ellos. Estados Unidos tiene más de un millón de habitantes contagiados y sus índices de mortalidad son abrumadores. De ninguna manera estaremos a favor de que se les impida la entrada a su tierra, son momentos en los que la solidaridad y la empatía deben prevalecer más allá de cualquier tipo de temor; bastante han sufrido ya como para cerrarles el paso a su propia casa... sin embargo, ante la contingencia que estamos viviendo, resulta preocupante que quienes viven aquí y reciben de regreso a sus familiares pareciera que olvidan por momentos que la situación de emergencia prevalece y las medidas de sana distancia deben de implementarse incluso con las personas que más quieren en esta vida. Un verdadero de amor a la tierra y a la familia podría demostrarse en estos momentos quedándonos en casa, no haciendo fiesta porque el paisano está de regreso -me refiero sobre todo a las celebraciones multitudinarias en las que sigue incluso contratándose la tambora y el mariachi para festejar-. Ya habrá tiempo para todo, pero en estos momentos es responsabilidad de todos acatar las medidas implementadas por la Secretaría de Salud. Que las camionetotas se queden estacionadas unas semanas más, que los abrazos se dejen para después, que los regalos traídos se entreguen cuando todo esto pase, que la música y las comilonas se pospongan para poder seguir celebrando la vida muchos años más. En unos días más será también el Día de la Madre, por ellas, por todas nuestras madres, por la salud de todos y todas, por favor: Quédense en casa. Que disfrute su lectura.
Contenido Las artesanías zacatecanas en tiempos de Covid-19 Por Rosa Elvira Campos Álvarez
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La palabra no salva: Lorena Huitrón Vázquez Por Armando Salgado
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Beastie Boys Story, de Spike Jonze Por Adolfo Nuñez J. Y el poeta dijo Por Adán Echeverría
Desayuno en Tiffany’s, mon ku Competencia documental en el festival Cinélatino de Toulouse Por Sergi Ramos
Lista de objetos encontrados 2 Por Edgar Khonde Terco Por Pilar Alba
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Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Directorio
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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6 Por Rosa Elvira Campos
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a pandemia que estamos viviendo por el COVID 19 ha sido la causa por la que varios sectores económicos se vean seriamente dañados; entre ellos, el turístico y cultural han sido dos de los más afectados y sin lugar a dudas también el sector artesanal, parte de vital importancia del patrimonio cultural inmaterial. El sector de las artesanías usualmente espera ciertas fechas y eventos ya posicionados para poder realizar las ventas que le permitirán sostenerse durante meses posteriores, siendo el periodo de Semana Santa uno de los más importantes ya que es la época en la que se recibe un mayor número de turistas que visitan nuestro Estado y buscan adquirir algunas piezas identitarias de la región, todas ellas realizadas por los creadores en Zacatecas, quienes transforman la materia prima en excelentes piezas artesanales; entre ellos, los cartoneros y pirotécnicos, para los cuales el evento de la “Quema de Judas” representa la más significativa labor de promoción y venta de su trabajo, pero este año no pudo llevarse a cabo. Atendiendo esta necesidad la Subsecretaría de Desarrollo Artesanal ha implementado algunas acciones para aminorar el daño ocasionado por la contingencia de salud que estamos viviendo, a continuación presento algunas de ellas: Se desarrolló e implementó el programa de apoyo emergente para el sector artesanal, el cual busca que los artesanos tengan el recurso necesario para seguir produciendo durante estas semanas de “Sana Distancia”, garantizándoles la adquisición de esta producción una vez terminada la contingencia; a este programa se le ha destinado un fondo por 1.5 millones de pesos, con apoyos individuales que van desde los 10 hasta los 25 mil pesos, dependiendo de la rama artesanal que se trabaje. Tomando en cuenta que el uso de las redes sociales se ha detonado, se desarrolló el programa “Conoce a tu artesano”, en el cual los artesanos que deseen participar, elaboran un breve video casero en el que presentan su trabajo; estos videos son publicados en la página
de la Subsecretaría de Desarrollo Artesanal, y en algunas otras páginas que se han interesado por este programa y que están apoyando a difundir la riqueza del patrimonio cultural inmaterial de Zacatecas. El empleo de buenas estrategias de administración y mercadotecnia así como el uso de herramientas digitales para la promoción y venta de productos son importantes para el éxito de los negocios, por lo que la subsecretaría ha apoyado desde hace poco más de tres años al sector artesanal para que sus integrantes conozcan y puedan desarrollar y aplicar estos procesos, ofreciendo capacitación y
asesoría en temas como la importancia de la imagen corporativa, el uso de dispositivos para aceptar pagos digitales, el uso y manejo de redes sociales y la calidad en el servicio, entre otros. Como resultado de estos programas hoy en día contamos con más de veinte marcas registradas, quince talleres artesanales con el distintivo “M” (distinción de empresa Turística Modelo) en los municipios de Teúl y Jerez y varias páginas en redes sociales de artesanos; hay que mencionar que además ya son aceptados pagos por compras de manera digital. Esta situación generada por la pandemia
vino a potencializar el uso de estas nuevas herramientas, por lo que es muy necesario que el sector artesanal adopte estos cambios, de ahí que se creara también el programa “Charlando con los artesanos. Preparándonos a distancia”, el cual consiste en ofrecer webinars o capacitaciones en línea con personas expertas en el tema de la tecnología y que conocen también el tema artesanal; estas actividades se estarán llevando a cabo los martes y jueves a las 19:00 Hrs., a partir del 5 de mayo. Esta primera semana, por ejemplo, tendremos como invitado a Yojan Montoya, un joven talabartero de Monte Escobedo, quien fue reconocido como caso de éxito de Facebook -por la misma compañía- y que participó de manera exitosa en el programa Shark Tank. Otras acciones que se están realizando desde la subsecretaría, son la vinculación y gestión para seguir posicionando y promocionando, a nivel nacional e internacional, la marca Zacatecas Artesanal, que integra el trabajo de los canteros y plateros, reconocidos por el slogan de Zacatecas rostro de Cantera y corazón de plata; así como el trabajo en piedra volcánica (Fresnillo), las diversas técnicas de alfarería y cerámica (Zacatecas, Monte Escobedo, Jerez), los tejidos elaborados con fibras vegetales (Jiménez del Teul, Jerez, Ojocaliente, Teúl de González Ortega, Guadalupe), el colorido del arte wixárika (Enrique Estrada, Fresnillo, Zacatecas, Tlaltenango), la tradicional talla en madera (Sain Alto, Teúl, Guadalupe), las piezas de textil de lana (Villa García), el reconocido trabajo en piel de los talabarteros (Jerez, Tlaltenango, Guadalupe), el trabajo de tejido y deshilado (Huanusco, Tabasco), así como el de miniatura (Jalpa, Guadalupe, Zacatecas) y productos de cartonería (Guadalupe, Zacatecas, Jerez); incluyendo aquellas ramas que se trabajan en menor proporción, pero no con menos belleza y tradición, como la metalistería, el juguete tradicional, el trabajo en cuerno y el arte plumario. Los invito a conocer, apreciar, adquirir y difundir la riqueza artesanal, patrimonio cultural inmaterial del Estado; los mejores promotores siempre seremos los zacatecanos. *Subsecretaria de Desarrollo Artesanal del Estado de Zacatecas.
Gestión Cultural en Tiempos de COVID-19
Las artesanías zacatecanas en tiempos de Covid-19
Poesía
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La palabra no salva: Lorena Huitrón Vázquez 6 Por Armando Salgado
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orena Huitrón Vázquez (Xalapa, 1982). Estudió Lengua y Literatura Hispánicas. Ha publicado: Parábola del desconocido (FETA, Colección la Ceibita, 2012); Erigir una Fortaleza (Instituto Literario de Veracruz, 2013); Una violencia sencilla (Sedeculta, Instituto literario de Veracruz, 2017), libro ganador del Premio Nacional de Poesía Experimental Raúl Renán 2015; Wintu (digital, Stomias Boa, 2017); y El oficio del escarabajo (Ediciones el Humo, 2019). La obra de Lorena Huitrón Vázquez, reflexiona de forma persuasiva y muestra al poema como un cuerpo flexible, plural, palpable. Lo circunscribe en torno a la experiencia personal que no busca un significado, sino que, usando las palabras de Lorena: “complica provechosamente las verdades aparentemente sencillas”. Es importante seguir la obra de autoras contundentes y necesarias, que sin estar en las “grandes ciudades” aportan, reconfiguran y escriben con honestidad. Armando Salgado: Este ciclo de acercamientos nos ha permitido comparar distintos puntos de vista de personas que viven en todo el país. ¿Para ti, qué significa vivir en Xalapa?, ¿cómo ha sido escribir desde Veracruz? Lorena Huitrón Vázquez: Me gusta vivir aquí por la naturaleza, la gastronomía, por la actividad cultural, pero a la vez es doloroso por los feminicidios, por la persecución y muerte a periodistas, las desapariciones forzadas, las fosas, la corrupción, el crimen organizado, los malos gobiernos (el de Javier Duarte dejó muchas cicatrices de las que aún no nos reponemos) y otras malas gestiones (el PAN y sus juniors robaron a destajo). En Xalapa hay pocas oportunidades para tener un sueldo decoroso. O trabajas en la administración pública o para empresas privadas que pagan mal, los contratos son de palabra o son por un periodo corto, estás a expensas de la explotación. Trabajar en la Universidad Veracruzana es un videojuego en el que tienes que recorrer no sé cuántos mundos para ver si te dan una materia como profesor porque las plazas parecen sempiternas. En lo cultural es activa, hay exposiciones, muchas funciones de teatro, danza y música. Residen ilustradores, fotógrafos, pintores. También hay teatro infantil. Eso me gusta mucho. Aquí vive José Luis Rivas, uno de los poetas y traductores que más admiro y respeto no solo por su trabajo sino
/// Lorena Huitrón Vázquez. Fotografía de Badir Jácome
por el apoyo y amistad que desde hace diez años me ha brindado (es muy alivianado, divertido). Se diferencia del resto de los señoros (no podría haber un término mejor) que abundan por acá, son una suerte de hacendades (hombres y mujeres por igual), defienden a la mala un espacio cultural que para ellos es un latifundio. Me dan risa porque piensan que deben ser los únicos “escritores” de Xalapa. Son recelosos. Se caracterizan por una escritura grandilocuente y por tener una visión rancia de la literatura y de la vida. Sin embargo y por fortuna hay varios chavos que están traduciendo, tienen propuestas editoriales muy finas, hacen festivales, organizan lecturas. Me gusta lo que hacen, me gusta cómo escriben. Te diré algo. Pese a que Veracruz cuenta con buenos artistas hay una displicencia, a veces explícita, a veces velada, por esta región. He experimentado el trato de “poeta de provincia”, como si fuésemos exóticos, como si no pudiéramos proponer. Eso es una tontería. No todo es Ciudad de México o Guadalajara. Si no hay visibilidad de lo que hacemos no es porque no haya talento, es justo por esa displicencia.
No hay que irse a vivir a huevo a Ciudad de México. Si la resistencia tiene que ser desde acá que así sea. Otros datos importantes de mi ciudad: chelas baratas y artesanales, buenísimas. Se puede beber un buen café todas las mañanas. AS: Cuéntanos, ¿cómo empezaste a escribir poemas?, ¿cuáles lecturas consideras fundamentales para ampliar las nociones de lo poético?, ¿cómo diste el salto para ver a la poesía más allá de un género? LHV: Tuve dos experiencias que me cambiaron el modo de escribir. Antes de eso estaba influida por lo grandilocuente y por personas que no me daba cuenta en ese momento eran machirulos y su visión de la poesía era así, cuando eres insegura es fácil rodearse de esos chacales. Primero me operaron del ojo izquierdo por tener queratocono y la cirugía fue un viaje total. Meses después nació mi hija y fue por cesárea. En ese tiempo (2013 y 2014) escribía algo sobre las cicatrices –lo que dio origen a Una violencia sencilla– y empecé a documentarme, a leer textos no literarios, de medicina. Encontré cosas increíbles. Muchos médicos
describen mejor el mundo que algunos escritores, en especial los de los siglos XVIII y XIX. Me quedé clavada con funcionamientos, con asociaciones. Eso me llevó a leer otras cosas. Creo que también me ha ayudado tener amigos con otras profesiones. Mi abuelo fue médico y uno de mis mejores amigos también. Me encanta cuando me muestra fotos de trasplantes. No me gusta hablar de “lecturas fundamentales” porque estoy en desacuerdo con la idea del escritor como guía o líder de opinión, como alguien que viene a adoctrinar. Es tramposo y atiende a posiciones de poder que a mí no me interesan. Lo que a mí me acompaña no será lo mismo que a alguien más. Se trata de compartir. Si a alguien le da curiosidad esto será fenomenal. Mis preferencias de ayer y hoy son Las olas, de Virginia Woolf; La muerte y la primavera, de Mercé Rodoreda; la poesía de Mario Montalbetti; el texto “Projective verse”, de Charles Olson; Introducción a una poética de lo diverso, de Édouard Glissant; Muerte en la Rúa Augusta, de Tedi López Mills; Se llaman nebulosas, de Maricela Guerrero; Mi vida, de Lyn Hejinian; textos médicos franceses del XIX, Antonio Ga-
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Poesía
moneda, Jocelyn Saidenberg, Sharon Olds, Pierre Michon, John Thompson, René Char. Una termina insatisfecha al contestar esto por la falta de espacio, hay muchos más escritores, es injusto, ja, ja. AS: ¿Qué opinión tienes sobre las universidades, los planes de estudio de educación básica y otros espacios donde se sigue compartiendo la idea de que lo poético es unilateral, estrecho y ceremonioso? LHV: Es un problema piramidal. Si a los padres no les gusta leer y no fomentan desde pequeños el gusto a los hijos es el error número uno. Después están los maestros de primaria, secundaria y prepa. Si nunca les gustó leer y son de los que se conforman con su plaza y su sueldo pagado bien puntual no buscarán estrategias de lectura, sus clases serán abúlicas y los chicos van a bostezar. En el caso de varias escuelas particulares –al menos en Xalapa– son lugares que promueven el racismo y el clasismo, lo último que interesa es que los chicos lean, se cuestionen, son objetos de consumo y los maestros se someten a sus caprichos. En las universidades, qué te puedo decir. No basta un doctorado en el Colegio de México y llegar a adoctrinar con soberbia a los chicos. En los programas de literatura siguen faltando las escritoras, el debate, cuestionar a los señoros canon de la literatura mexicana que también escribieron verdaderas plastas. Hay varias grietas que trabajar. AS: Has publicado obra inédita en varios sitios electrónicos, asimismo has publicado distintos poemarios y una novela: ¿qué tópicos consideras recurrentes en tu escritura?, ¿cómo logras no repetirte en cada libro que publicas?; Una violencia sencilla (ILV, 2017; Premio Nacional de Poesía Experimental Raúl Renán 2015), ¿tiene algún trazo distinto en tu obra?, ¿qué representa para ti incidir en varios gé-
neros a la vez? LHV: Sí tengo varios textos con temas recurrentes porque, lo dije antes, me clavé en textos médicos, de psiquiatría, matemáticas, biología, mi experiencia como madre (tema que el machirulismo literario mexicano desestimó durante años y me encanta leer que ahora hay varias poetas que están escribiendo sobre eso). Me gusta ver hasta dónde puede llegar el discurso, echar mano de la investigación y del trabajo interior pero sin sacralizar nada. Hay que desacralizar la palabra. A veces un poema no quiere decir nada y está bien. Un poema no es un texto que debe tener múltiples significados. Quien piensa que la poesía es la revelación y la palabra es sagrada es alguien que bebe el té con galletas a espaldas de una ventana cuya vista da a un mundo que caga y arde. No somos superiores a nadie. AS: ¿Qué opinas de los premios literarios, las becas de escritura y los encuentros de escritores?, ¿apostarías por otros caminos para difundir y fomentar la literatura en escuelas y en la sociedad en general? LHV: En un país con tanta desigualdad social los premios y becas son un aliciente y un apoyo económico. Ahora hay incertidumbre por la anulación de fideicomisos. Cada vez se cierran más las puertas. Los escritores no somos holgazanes. Las oportunidades laborales son pocas y los sueldos son bajos, las becas a veces son un segundo trabajo para pagar las cuentas, para mantener familias, para salir a flote. Esta anulación también nos somete al Estado, y de manera más autoritaria: te lo quito de tajo, te aguantas y no propongo algo más que pueda ayudarte o compensarlo. Eso también es abuso de poder, no es antineoliberalista. No se ataca un sistema, se le cambia de color y de forma. Para desmontar el neoliberalismo se requiere cambiar jerarquías y estructuras de pensa-
miento que no a todos en el poder les conviene desarmar. Los encuentros de escritores son lugares para crear afinidades, redes de trabajo y apoyo, pero también están los desencuentros. Hasta el momento tengo buenos recuerdos. He conocido a personas maravillosas, incluso hice nuevos amigos a quienes quiero muchísimo y les escribo con regularidad (como Eva Castañeda). Siempre habrá alguien con quien te lleves bien y con quien te lleves mal. No pasa nada. Me gusta ir porque me divierto cuando conozco a escritores impostados. El año pasado conocí a una chilena, mamonsísima, grosera, pero cuando le tocaba su turno para hablar usaba camisetas con mensaje político y lloraba amargamente. Son del grupo de chavas falsas activistas y falsas sororas. Como ella hay un montón. Sobre otras propuestas para difundir las hay, pero a veces no son efectivas. No es error del escritor o de los organizadores. A la gente no le interesa. Una vez leímos en un mercado. El resultado no fue muy alentador. AS: ¿En esta realidad compleja donde existen contingencias y donde es evidente la crisis ambiental, ¿qué sentido tiene la literatura?, ¿qué cosas hace Lorena Huitrón para no perderse entre el caos moderno y lograr respirar con tranquilidad? LHV: La literatura puede ayudar al confinamiento pero no salva. La palabra no salva. A mí no. Forma parte del método para sobrellevar esta crisis pero no lo es todo. Hago mi revisión diaria en Instagram de Memelas de Orizaba, limpio la casa con rolas de J Balvin, bebo a veces un vasito de cerveza bien frío, juego con mi hija, hago acuerdos con mi esposo, añado canciones a mi playlist de Spotify, echo el chisme por whatsapp o videollamada con mi familia y amigos, hago mis clases virtuales de flamenco. Voy a la azotea.
Responsables, fragmentos de El oficio del escarabajo (Ediciones el Humo, 2019) Del siglo XIII al XVIII, el testamento fue el medio que todo el mundo tenía para expresar, a menudo de forma muy personal, su apego a la gente amada. No todos los moribundos confiesan o piden perdón. No fue su voluntad. O no pudieron. Como aquellos que van camino a otro país incierto. O quienes van por dulces o al mandado y días después aparecen en un terreno baldío. A ellos les quitaron su derecho a confesar. Morimos por cerebro corazón pulmones Pero cuando se está sola ante la muerte, el alma (según) entrega arrepentimiento afecto historia rencor * ¿En qué momento podemos decir con seguridad que somos herederos de lo material que nos dejan los difuntos? René Char es quien mejor responde a mi pregunta: a nuestra herencia no le antecede ningún testamento.
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Río de Palabras
Cine
Beastie Boys Story, de Spike Jonze 6 Por Adolfo Nuñez J.
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esde que Adam Yauch -también conocido con el nombre artístico de MCA- falleció a causa del cáncer en mayo de 2012, los Beastie Boys dejaron de existir como banda. De cualquier manera, este suceso jamás evitó que el legado de la agrupación se mantuviera al correr de los años, y a través de varias generaciones se terminaría volviendo un enorme referente en la música contemporánea. Beastie Boys Story (2020) es un documental dirigido por Spike Jonze (Her, Adaptation), que narra de manera cronológica el viaje entre tres amigos que decidieron unirse para hacer música juntos, y que en el proceso lograron encontrar su propia voz, una que sonaría siempre única e irrepetible. El documental está construido a partir de la presentación de Michael Diamond y Adam Horovitz en el Kings Theatre en Brooklyn, en la cual ambos integrantes cuentan por medio de segmentos la historia de su vida como miembros del legendario trío musical. Con ayuda de un teleprompter e imágenes de archivo que incluyen actuaciones en vivo, sesiones de fotos, retratos personales, home movies, y fragmentos de entrevistas en televisión, Diamond y Horovitz cuentan con gran honestidad cada uno de los eventos que definieron a los Beastie Boys como grupo, y a ellos como personas. En una interesante fusión entre obra de teatro, stand up, dia-
/// Beastie Boys Story, de Spike Jonze
rio íntimo y memorial, el documental pasa de reconstruir el antes y después de una agrupación artística a volverse una intensa y emocional elegía de los dos amigos sobrevivientes hacia un tercero que ya no está. Así mientras los dos integrantes se quiebran frente al público al momento de recordar a Adam Yauch, se entienden a profundidad las razones de ambos de no continuar con el grupo, al volverse evidente que Yauch fue un engranaje esencial dentro del mismo, una parte irremplazable de un todo, así como un inspirador y enigmático amigo. Parte autoparodia y autocrítica, el
documental es una reflexión honesta y nada complaciente sobre la madurez y el paso del tiempo, partiendo de una banda cuya filosofía inicial estuvo motivada por los excesos, la rebeldía, y en cuyas experiencias y golpes de la vida devendría una perspectiva más consciente, sabia y experimentada. Entre los orígenes punk del grupo y su transición al hip hop, el éxito inusitado del tema Fight for your right (to party), pasando por el crecimiento musical con el ahora reivindicado Paul’s boutique, el documental también es un análisis crítico sobre la industria musical y el manejo de artistas por grandes casas productoras, cu-
Y el poeta dijo 6 Por Adán Echeverría
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l poeta dijo: ¡Pero qué mierda escriben estos idiotas!, y se puso a escribir un texto brillantísimo sobre la mala poesía de sus contemporáneos; escribió tres reseñas durísimas para demostrar su tesis, diseñó de inmediato una propuesta poética a la que denominó: “Poesía del retrofuturismo iniciador”, trazando versos enigmáticos que ejemplificaran su postura, y cuando al fin lo tuvo todo listo, se miró en el espejo y descansó sonriente. Y el poeta dijo: Esperen, esperen, aún no llamen al médico, quiero ver cómo se van apagando sus ojos, esperen un momento por favor... Los otros hijos no se contuvieron y lo sacaron a golpes. Uno de ellos corrió a llamar a la ambulancia. Su
/// Henry Wallis. La muerte de Chatterton (1856). Birmingham Museum and Art Gallery
yos intereses en la mayoría de los casos son motivados por intereses monetarios y no creativos. Entre la resignación por una historia musical llena de errores, pero valorando la madurez adquirida por los mismos, Beastie Boys Story es una melancólica carta de agradecimiento hacia los fans y hacia Yauch, así como un nostálgico vistazo al pasado de una historia de más de treinta años de duración. Es también una celebración a una hermandad impulsada por el talento, la creatividad y el desenfreno juvenil, y de la cual surgiría una de las agrupaciones más importantes de la historia.
madre se debatía con la muerte. Y el poeta dijo: A ver, no seas ansiosa, deja que termine este texto antes de que pierda la idea... la mujer resignada dejó de acariciarlo. Caminó, con toda su desnudez, hacia la cama, se sentó en ella. Miró su teléfono móvil, lo cogió, y mientras escuchaba el teclear de su amante al otro lado de la habitación, miró los más de diez mensajes que todo el día le enviaba ese contador del trabajo que insistía en ligársela. Uno a otro los fue leyendo risueña, y se apuró a contestar que sí lo vería al día siguiente. Y el poeta dijo: ¿De qué me perdí? Las mujeres, el rosto sucio, el cabello empolvado, sosteniendo en brazos, unas a sus críos, otras el cuerpo inerte de sus compañeros, lo miraron con lentitud de arriba a abajo, mientras enarcaban las cejas... El poeta continuó, Bien, si ya cesaron los disparos y todo el ruido, quiero que escuchen este texto que acabo de escribir sobre la guerra... Y el poeta dijo: ¿A qué hora van a servir el alcohol?, y los organizadores del festival de escritores se le quedaron mirando con recelo.
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Desayuno en Tiffany’s, mon ku
6 Por Sergi Ramos
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no de los principales festivales de cine latinoamericano en Francia sigue mostrando la creatividad del documental realizado en el continente. A pesar del confinamiento, que tiene físicamente encerrados a los europeos en sus casas y que va provocando la cancelación de buen número de los festivales programados en estas fechas, otros buscan otras vías para la difusión de su programación. Es el caso de Cinélatino de Toulouse, que históricamente ha venido seleccionado en Francia lo mejor de la producción latinoamericana de ficción y documental, y que decidió mantener la competencia con una edición digital. Pudimos ver cinco largometrajes de la sección documental, entre ellos el ganador Mapa de sueños latinoamericanos. Diarios de fotografía Mapa de sueños latinoamericanos es un documental del artista argentino Martín Weber, que tiene como punto de partida un proyecto fotográfico que realizó entre 1992 y 2013, cuando recorrió los países de América Latina para realizar una serie de retratos de alguna de la gente que iba encontrando. En esas fotos en blanco y negro, cada uno de los retratados había escrito su sueño en una pizarra negra que sostenía en sus manos. La película reanuda con ese proyecto algunos años después al volver sobre sus pasos para intentar encontrar a las mismas personas y comprobar en qué medida esos sueños llegaron a realizarse. Estos reencuentros (y desencuentros), consiguen transmitir emociones al espectador, marcadas a menudo por el paso del tiempo y el sello de la nostalgia. Sin embargo, la voluntad de recoger sistemáticamente el mayor número de testimonios acaba lastrando el filme con una cierta irregularidad, cuando no irrelevancia, de algunos de ellos, frente a otros personajes que sí logran emerger con fuerza, como el caso de Christian, cuya búsqueda atraviesa la película, un colombiano de Medellín caído en la marginalidad, las drogas y la locura, y que escribió en la pizarra “mi sueño es morirme”. El principal problema de la cinta radica, sin embargo, en querer superar estos destinos individuales para ilustrar los problemas que asolan cada uno de los países: el final de las utopías políticas, el desarraigo, las migraciones, la violencia… en el caso de México, el EZLN y la ilusoria migración económica hacia el norte. Reducidas necesariamente a un breve apun-
/// Fotograma de Baracoa, del argentino Pablo Briones
te, estas consideraciones no consiguen casi nunca ir más allá del estereotipo, sin tiempo para ahondar en su complejidad. Reflexiones sobre la vida, la muerte y las apariencias Al contrario, los dos documentales colombianos programados, Pirotecnia, de Federico Atehortúa Arteaga, y Lapü, de Juan Pablo Polanco y César Jaimes consiguen elaborar una representación compleja de los problemas que plantean. En el primero, el director aúna su propia historia familiar con la historia del cine colombiano y el conflicto armado entre la guerrilla y el ejército. Así, destaca la importancia, desde el nacimiento de la cinematografía cine colombiana, de dos fenómenos inseparables, la representación de la violencia y la manipulación de las imágenes, desde la ejecución de los presuntos culpables de un intento de asesinato del presidente de la República en 1906 hasta los casos de “falsos positivos”, los civiles asesinados por el ejército cuya identidad se manipuló presentándolos como guerrilleros ante la opinión pública. Esta reflexión sobre la imagen se cruza con la historia de la madre del realizador, una antigua maestra simpatizante de la guerrilla que un buen día perdió el habla. El director consigue cruzar hábilmente estos hilos para aportar una reflexión compleja sobre la imagen, la realidad y sus apariencias. El segundo documental colombiano, Lapü, nos introduce en las tradiciones ancestrales de los Wayuu, en la Guajira colombiana. Doris, una joven Wayuu, participa en la ceremonia de exhumación del
cadáver de su prima. El acierto de la película consiste en mostrar la espiritualidad (lo que desde el exterior llamaríamos lo sobrenatural) como algo cotidiano. Al inicio, en unas secuencias nocturnas llenas de serenidad, la joven Doris mantiene conversaciones tanto con su anciana abuela como con su prima, ya muerta. Filmar a los fantasmas como a los vivos. Frente a la intimidad de estas secuencias iniciales, casi oníricas, la posterior ceremonia de la exhumación del cadáver reviste toda la crudeza y de un cierto documental antropológico. Ahí radica el gran acierto de esta película: contar una historia de formación, un rito de pasaje de la adolescencia hacia la edad adulta, respetando la mirada de su protagonista. Otro documental, el brasileño Sete anos em maio, multiplica al contrario las miradas, dividiéndolo en cuatro actos, para contar la historia de marginalidad y represión de las víctimas de la violencia policial, en particular, y sistémica, en general, en Belo Horizonte. En el primer acto, el realizador Affonso Uchôa nos introduce en la historia a través de una reconstrucción de la detención de un joven en un descampado nocturno, reinterpretada por las propias víctimas. En la segunda y la tercera, dos de esas víctimas conversan en ese mismo espacio, contando su recorrido, marcado por la pobreza, la marginalidad, la exclusión y el acoso. La película termina con una performance que remite a la aleatoriedad de la represión policial. Tres dispositivos que ofrecen tres puntos de vista distintos sobre una misma situación, que manifiesta la segregación que sufren los jóvenes ex-
cluidos de la sociedad brasileña. Los fantasmas de una infancia cubana Sin embargo, si tuviéramos que destacar uno de los largometrajes, nos inclinaríamos por la excepcional Baracoa, del argentino Pablo Briones. La película propone el retrato de dos niños, Leonel y Antuán, que están de vacaciones en su pueblo rural de Cuba. Ambos niños, uno mayor que otro, juegan con toda la inocencia, complicidad y crueldad propias de la infancia, en un paisaje marcado por el abandono y la degradación provocados por las condiciones económicas de la isla, una zona intermedia situada entre complejos industriales abandonados, dignos de una ficción apocalíptica, y una naturaleza tropical anormalmente amenazadora. La cámara consigue volverse invisible para retratar desde una proximidad exacerbada las esperanzas y los miedos de los jóvenes. Como en un juego recurrente en el que el mayor intenta asustar al pequeño, invocando fantasmas que suenan como la actualización de los espectros del castrismo, al mismo tiempo que aparece también como una figura protectora frente a las mofas de sus compañeros. En la última parte, el mayor vuelve a La Habana para reunirse con su padre, e invita a su amigo a que se venga con él. Otra vez aquí, cuando hemos pasado de la desierta selva a la agitada ciudad, en la animada zona del malecón, la cámara se cierra alrededor de los pequeños, aislándolos del mundo de los adultos, en la extrañeza autárquica del imaginario de la infancia.
Cine
Competencia documental en el festival Cinélatino de Toulouse
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LA GUALDRA NO. 430 // 4 DE MAYO DE 2020
Lista de objetos encontrados 2
6 Por Edgar Khonde
La taza alemana Llevo mucho queriéndote escribir para decirte que te extraño, ¿sabes? Por eso me detengo en cada relato que narraste. Recuerdo cuando me contaste sobre aquella taza alemana que te encontraste o que te encontró o que coincidió contigo y te cogió de la mano. Podría escuchar esa historia todas las mañanas mientras el café y el pan acompañan las palabras que articulas primero en alguna parte de tu cabeza y segundo, es decir luego, que en forma de sonidos recorren tu aparato fonador para asirse a un significado en el sistema de un lenguaje que nos dota de sentido y nos hace sabernos reales dentro de la fantasmagórica ironía del mundo. Recuerdo que caminabas en Munich. Puedo verte caminando, puedo saber cómo eran tus pasos y qué sonrisa llevabas en ese instante: la sonrisa de inquieta orquesta la más bella de todas las batallas. Puedo saber cómo olías. E incluso podría atreverme a describir cómo era tu mirada cuando encontraste la taza. La miraste y te causó un efecto no de sorpresa sino de simpatía. De repente la taza no era un objeto, era un guiño, un signo, una vivencia, por eso la tomaste; era como si te hubiera estado esperando desde siempre y tú lo entendiste. Lo entendiste porque entiendes los fragmentos que componen una escena. ¿Te acuerdas cuando te dije que soy tu hincha? Que todos los días asisto a mirarte y escudriñar qué advierten tus ojos. Miro la forma de tu cabello enmarañado y la tierra en tus manos cuando te conviertes en jardinera y cuidadora de plantas. Miro la estela que dejas tras de ti cuando te subes a la bicla y parece que nada te va a alcanzar porque corres más rápido que la luz. Podría establecerme como un monolito que atestiguara tu paso por la Tierra para contarle a la humanidad del futuro que yo te vi y que por eso quiero contar tu historia. Lo
que quiero decir con esto es que también me encontraste como a la taza por un simple motivo: porque somos contadores de historias. Tú a tu modo y yo al mío. Y la gente que tiene
algo que contar termina coincidiendo en un bar, en una calle, en una tremolina. Quizá no era inevitable, pero ha sido una suerte. Nos la hemos jugado a cara o cruz y hemos atina-
do. Ahora la taza alemana te acompaña en el café cotidiano, yo escribo desde no tan lejos de ti, con todas las ganas de abrazarte y morderte. Yo muerdo, soy un perro.
Terco
6 Por Pilar Alba
T
erco, dice usted que soy terco… en verdad sí lo soy, demasiado. No puedo negárselo, pero quiero que sepa que si soy así no es porque yo me lo haya propuesto, así como por voluntad propia. No, así nací: terco. Mi madre, si no estuviera en el cielo podría comprobar lo que le digo, desde que estaba en su vientre soy un terco. Muchas veces pensó que ya estaba muerto pues en mi terque-
/// Julio Ruelas. La princesa cautiva. Aguafuerte en cobre. 29.3x22.1. 1906. Colección Blaisten. 2020 Año de Julio Ruelas.
dad, ya desde ese tiempo, me negaba a moverme. Cuando nací, y pensaron qué nombre ponerme, tuvo el padre que echarme agua tres veces, pues cuando querían asignarme un nombre chillaba y pataleaba como endemoniado, hasta que me pusieron el nombre correcto. También me contaba ella que nun-
ca quería salir de la escuela hasta que no me salieran las planas de letras parejitas y sin tachones. La pobre pensó que por mi terquedad llegaría muy lejos y véame aquí detrás de este escritorio, poniendo sellos, por terco. Ya ve, usted mismo me lo ha dicho: Maldito viejo terco. Efectivamente, pero debo aclararle que
desde mi punto de vista su insulto no tiene efecto; para mí la terquedad no es un defecto, porque soy terco, pero no necio. Así que a pesar de lo que piense y a pesar de lo que diga, aquí lo espero mañana con sus papeles completos, recuerde, si no los trae todos no le pondrá su sello este viejo terco.