SUPLEMENTO CULTURAL
NO. 440 /// 13 DE JULIO DE 2020 /// AÑO 10
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Ramón Iván Suárez Caamal. Foto de Jair Cortés.
“La Casa Internacional del Escritor brinda, mediante un proyecto personal, el alojamiento en sus instalaciones a los artistas (no solo escritores) que pretendan concluir en el tiempo que dure su estancia alguna producción artística. A cambio se le pide que dé charlas, talleres, presente sus libros, exponga sus pinturas, haga un montaje teatral, done libros a la biblioteca de la Casa, etc. Generalmente se le pide también que vaya a las escuelas del poblado o municipio o trabaje con niños, adolescentes o jóvenes de las regiones depauperadas de Bacalar”. Ramón Iván Suárez Caamal
[Una entrevista con Ramón Iván Suárez Caamal, por Armando Salgado, en páginas centrales]
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LA GUALDRA NO. 440 /// 13 DE JULIO DE 2020 /// AÑO 10
La Gualdra No. 440
Editorial Zacatecas es una ciudad hermosa, su centro histórico más. Siempre. Sin embargo, su belleza, sus ricos acervos culturales y los muchos atractivos que tiene no han sido suficientes para evitar el desplome de la economía de muchas personas que se dedican a ofrecer servicios y productos culturales y turísticos: la pandemia del Covid-19 en nuestro Estado como en el resto del país no ha terminado por mostrarnos su coletazo letal -en todos los sentidos-. La situación en nuestra ciudad, dado que dos de los sectores que más han resultado afectados son el turismo y la cultura, es preocupante porque no vemos todavía cómo es que han de abordarse los nuevos métodos de operación en esta realidad diferente que implica cambiar las formas de convivencia, y porque pareciera que dentro de esta comprensible desesperación estamos más enfocados por encontrar culpables que posibles soluciones. Una gran parte de las actividades económicas, esenciales y no esenciales, se reactivaron a partir de junio cuando terminó la Jornada Nacional de Sana Distancia; y pese a que las disposiciones federales han estado siempre estipuladas semanalmente, duele reconocer que aquí lo que ha prevalecido es el desorden desde el principio; no ha habido un control hasta la fecha que se ciña al 100% a las recomendaciones de la Secretaría de Salud, ni de espacios que pueden abrirse, ni de aforos permitidos en espacios cerrados, ni de medidas higiénicas básicas en la mayoría de ellos; aunque también hay aquellos negocios que son un ejemplo por los protocolos implementados desde su reapertura, de poco sirven esos esfuerzos si las personas que acuden siguen las reglas solo cuando están ahí, pero al salir desestiman las medidas de sana distancia. Las noticias de aumento de contagios las recibimos todos los días y todos los días también vemos cómo más personas salen a la calle sin cubrebocas, por ejemplo. Pero para qué ponérmelo, han de pensar, si de cualquier forma la mayoría no se lo pone... para qué me espero afuera de las tiendas para no generar aglomeraciones, si de todas maneras muchas de las personas que las atienden no ponen orden ni el ejemplo en medidas básicas de protección. Insisto, no son todos, pero con algunos que caigan en el descuido basta para que la propagación de este virus no ceda. En ese sentido somos corresponsables de lo que pasa; no
podemos “culpar” de nuestra conducta a quienes no han dejado de decirnos que si no es estrictamente necesario -como en el caso de quienes salen por razones laborales- no debemos salir de casa. Porque seguimos saliendo, incluso sin que sea indispensable; y continuamos contraponiendo dos temas como si uno fuera más importante que el otro: la salud y la economía... y el problema de la pandemia es transversal. En días pasados se ha incrementado la demanda de que los espacios culturales y los atractivos turísticos se abran ya. Es comprensible que la urgencia de que así sea provenga de quienes tienen como actividad económica principal lo relacionado con atender al turismo -que por cierto, poco a poco empieza a llegar-, pues no han dejado de pagar salarios, impuestos, rentas, etc., y es poco el apoyo que han recibido; lo que no me parece comprensible es que quienes nunca -viviendo aquí- se han interesado por ser visitantes de estos espacios o consumidores de estos servicios sean ahora los que insistan en encontrar en quién depositar sus agravios. Qué bueno fuera que una vez reactivados todos los negocios y espacios que permanecen cerrados, las personas acudieran dispuestas a seguir los protocolos de esta “nueva normalidad” que llegó para quedarse y puedan disfrutar de lo mucho que Zacatecas tiene por ofrecernos a todos. Fantástico resultaría también que cada vez más los habitantes de Zacatecas, y no solo quienes nos visitan, conozcan los museos, librerías y galerías de nuestra ciudad; y que conforme la situación que vivimos vaya mejorando, seamos primordialmente consumidores de lo local para poder reactivar nuestra golpeada economía. Mientras eso pasa y los trabajadores de esos espacios que usualmente reciben grupos de visitantes se capacitan en nuevas medidas de operación -porque ya lo están haciendo-, sería magnífico que hagamos un esfuerzo por capacitarnos también, más y mejor, para enfrentar esta nueva forma de vida. ¿Implica un esfuerzo? Sí, muy grande. El que podamos frenar los contagios es responsabilidad de todos, el que puedan abrir y permanecer abiertos los espacios que actualmente siguen cerrados también. Que disfrute su lectura.
Contenido Limosnas y demandas itinerantes de la cofradía de indios Nuestra Señora de la Asunción de Tlacuitlapan S.XVIII Por Mario Alberto Reyna Barajas
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Los árboles que dan nidos: Ramón Iván Suárez Caamal Por Armando Salgado
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Congregarnos alrededor de lo que nos importa Por Maliyel Beverido Víctor Ruiz Pazos. El silencio del sonido de la última nota Por Pascual Borzelli Iglesias
La muerte de una camelia Por René Solís Nevarez Shirley, de Josephine Decker: la casa de los horrores Por Adolfo Nuñez J.
Desayuno en Tiffany’s, mon ku Lupita y la memoria de Acteal Monica Wise Por Carlos Belmonte Grey Crecer Por Adán Echeverría
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Parece Por Pilar Alba
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Directorio
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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/// José María Narváez, Carta cartográfica de Jalisco, Zacatecas y Colima 1824. Mapoteca Manuel Orozco y Berra No. 262-OYB-723-A.
Limosnas y demandas itinerantes de la cofradía de indios Nuestra Señora de la Asunción de Tlacuitlapan S.XVIII 6 Por Mario Alberto Reyna
Vizcaya de lo que fuera la Nueva España.
Barajas*
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esde la temprana Edad Media, a decir de varios autores, la acción social fue uno de los procederes para hacer frente a las adversidades. La economía eclesiástica se había fundamentado en la generosidad de los fieles y muchos sacerdotes vivían de dádivas.1 Situándonos en el contexto de lo que fuera la Nueva España precisamente en el establecimiento del nuevo orden social. Las limosnas y demandas son una práctica que se origina en el siglo XVI por impulso de las órdenes mendicantes principalmente (religiosos de la orden de San Francisco), a través de las cofradías.2 Al tiempo que se iniciaba un lento proceso de donaciones y limosnas por parte de los devotos. Estas instituciones tuvieron un vínculo muy especial con las demandas de limosnas que fueron muy difundidas a lo largo del siglo XVII y XVIII según lo hemos corroborado en los libros de cargo y data de las cofradías. Lo que recolectaban, que podía ser dinero y donativos en especie, representaba una parte considerable para la cofradía, que debía destinarse para sufragar los emolumentos, hacer frente al gasto corriente, incluyendo festividades y celebraciones diversas, así como para la compra de ornamentos sagrados como alhajas, lámparas, candeleros, tallas, muebles objetos varios, bienes materiales que nos permiten acceder a claves para entender el universo material y simbólico compartido por indígenas en un determinado tiempo y espacio. Con la fundación de la cofradía se instituye legalmente bajo ordenanzas la obligación de
/// Plano de la Ciudad de Zacatecas, Bernardo de Portugal 1799, Mapoteca Manuel Orozco y Berra No. 888-OYB-7241-A.
Los viajes de los demandantes Uno de los rasgos principales de las giras de los demandantes es la amplitud de su movilidad. Veamos rápidamente el caso de los demandantes de la cofradía de Nuestra Señora de la Asunción. La amplitud de las giras merece ser subrayada porque una vez obtenida la licencia para recolectar, el mayordomo la entregaba a las personas que iban a tomar el camino. Acompañados por mozos, y a veces por mujeres, los demandantes efectuaban giras que podían durar varios meses. Para inducir a la gente a dar la limosna, transportaban la imagen de la “peregrina” o “demandita” (una pequeña reproducción de la imagen “original” por la cual se recolectaba) al interior de un altar portátil. * C.INAH Zacatecas.
los mayordomos “de pedir limosna el primer domingo de cada mes por las calles y casas de los indios”.3 Por lo general las cantidades eran pequeñas pero constantes, en algunos casos como por ejemplo la cofradía de indios Nuestra Señora de la Asunción del pueblo de Tlacuitlapan, el ingreso constituyó la principal entrada para el año de 1568, que consistía en cuatro pesos de tepuzque4 los hombres; y las mujeres, tres. Derivado de la problemática que se podía originar por parte de los demandantes que podrían transitar por este lugar, solicitaban la autorización para colectar limosnas en diferentes localidades. En esta ocasión fray Francisco de Rivera, obispo de la Nueva Galicia y Nueva Vizcaya, les concedió licencia para que “los
mayordomos que de presente son de dicha cofradía y adelante fueren, puedan pedir limosna en cualquier parte y pueblos de este obispado para la dicha cofradía, sin que ninguna persona eclesiástica ni seglar se lo impidan, so pena de excomunión mayor, y la limosna que así recogieren la escriban con cuenta y razón para que la den cada que se les pida”.5 La elección de las localidades es influenciada por factores que parten de la hipótesis que tiene que ver con enviar a los demandantes a comunidades lejanas a fin de mantener contacto con los cofrades foráneos o bien por el fervor que se le tenía al santo patrón de la cofradía. En este sentido progresivamente, la lista de donantes se fue ampliando a otras localidades vecinas de la Nueva Galicia y Nueva
1 P. Amado Inchausti, “Origenes del poder económico de la iglesia”, citado por Gisela Von Webeser en “El crédito eclesiástico en la Nueva España s. XVIII”, p.18. 2 Instituciones que congregaban a hombres y mujeres en torno a un conjunto de reglas, valores, principios y redes sociales y con la finalidad de proporcionar ayuda espiritual y material a sus miembros a través de las prácticas piadosas. 3 Libro cofradía, f. 2. 4 Quiere decir en lengua de indios cobre (Bernal Díaz del Castillo). La razón del nombre se debe a que estos pedazos o tejos de oro con su marca de peso fueron falseados con frecuencia añadiéndoles
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excesiva liga de cobre. Libro de la cofradía, f. 143 r.
Ollin: Memoria en Movimiento
/// Detalle del barrio de Tlacuitlapan. Plano de la Ciudad de Zacatecas, Bernardo de Portugal 1799, Mapoteca Manuel Orozco y Berra No. 888-OYB-7241-A.
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Poesía
Los árboles que dan nidos: Ramón Iván Suárez Caamal 6 Por Armando Salgado Ramón Iván Suárez Caamal, (Calkiní, Campeche, 1950). Radica en Bacalar, Quintana Roo desde hace más de 40 años. Poeta, estudió Lengua y Literatura españolas en la Escuela Normal Superior de México. La obra de Ramón Iván Suárez Caamal es integral, dinamiza el objeto poético y lo enmarca desde la pintura hasta el poema, además de fomentar la escritura y lectura en sus talleres literarios, su formación y gran trayectoria lo convierten en uno de los escritores más importantes del sureste de México. Armando Salgado: Ha incursionado en la escritura de poemas para todos los públicos: ¿cómo se inició en la poesía? Ramón Iván Suárez Caamal: Dato curioso, los primeros contactos, si no con la poesía sí con el verso los tuve en mi infancia con los textos de cancionero Picot e igual con las composiciones versificadas de carácter popular de un comerciante de alimentos que en el mercado del pueblo, en una pizarra anotaba sus críticas y versos burlescos que escribía para comentar los hechos chuscos que sucedían a ciertos personajes relevantes del lugar. Pero el descubrimiento de la poesía lo tuve en un libro de lectura de educación primaria en donde aparecían estos versos mágicos (cito de memoria): Los árboles que no dan flores / dan nidos. Y un nido es una flor / con pétalos de pluma / cuyo perfume entra por los oídos. En el caso de la escritura de poesía, esta se inició en un taller escolar de periodismo que había organizado en la Normal Rural “Justo Sierra Méndez” de Hecelchakán, Campeche, el profesor de literatura Eolo Durán Castillo. En esa revista, que tenía por nombre Rutas Futuras, varios alumnos de todos los grados participábamos con textos de toda índole: literarios y periodísticos. Allí fue donde publiqué mis primeros poemas y de ellos conservo uno que ganó un segundo lugar nacional. Se titula “Noche de luna en el Mayab” y es al estilo de José Asunción Silva. Transcribo los primeros versos: Media noche / tras el biombo de las ramas / una luna pudorosa / se quitaba su huipil de casquivanas mariposas / y cien ojos disfrutaban la desnuda porcelana. Es un poema que ha corrido con suerte en el ámbito musical pues es la letra de una composición sinfónica en Quintana Roo para el primer Festival de Cultura del Caribe y posteriormente de una composición para piano. Ya como profesor de educación primaria seguí escribiendo. En estas circunstancias fue valiosa la pertenencia a un grupo literario en Calkiní, Campeche. Se llamó GÉNALI (género narrativo y literario) y fue el nombre de una revista que publicamos mensualmente en los lejanos años setenta. Las lecturas que me influyeron en un principio fueron varias: Rubén Darío, Amado Nervo, Pablo Neruda, César Vallejo, Rosario Castellanos, Efraín Huerta, entre otros. AS: ¿Cómo fue su niñez?, ¿qué significa escribir para niñas y niños?, ¿qué poemarios de su autoría nos recomendaría y dónde se consiguen?, ¿qué otros autores de literatura infantil y juvenil
/// Ramón Iván Suárez Caamal. Foto de Jair Cortés
nos recomendaría? RISC: Fui un niño tímido, retraído al que le gustaba leer. Viví en Calkiní, Campeche, hasta los doce años. Luego fui al internado de la Normal Rural en otra población del estado de Campeche. Antes de este hecho, estudié mi educación primaria en la escuela “Mateo Reyes”. La biblioteca escolar era un sitio al mismo tiempo un lugar atractivo y extraño. En enormes estantes estaban los polvosos libros que nos daban para leer y sobre estos muebles (y esta una visión imborrable) infinidad de frascos con forros en los que flotaban serpientes, iguanas y no sé que otros animales. Había además animales disecados que supongo fueron el resultado de las clases de biología: conejos, zorros, ardillas. En realidad, no sé si era así realmente o la memoria recuerda, reconstruye, agrega y suprime escenarios. Recuerdo de mi niñez los paseos a un huerto de la familia de un amigo en las afueras del pueblo. Era una delicia de frutos: mangos, zaramullos, zapotes y, sobre todo ciruelas verdes, amarillas, rojas de un jugo dulce que se deshacía entre los dientes al morder la fruta. Mis hermanos menores (Miguel y Pilar) y yo ayudábamos a la economía familiar vendiendo
en las calles, en las funciones de cine y en los partidos de béisbol antojitos y frutas. Todas estas vivencias las he tocado en los poemas que escribí a lo largo de los años, especialmente en el libro Casa distante. La tranquilidad de mi niñez termina abruptamente cuando ingreso al internado, especialmente durante los meses iniciales del primer año de estudios al sufrir las novatadas a cargo de los alumnos de los grados superiores. En estas circunstancias se aprende a sobrevivir y a templar el carácter. Afortunadamente solo fue en los primeros meses. Después la vida en el internado se tornó más llevadera y hasta de camaradería y responsabilidad. Escribir para niños y niñas considero que es un campo interesante y además necesario para formar lectores, no por el hecho de que lean, sino para que descubran que hay otras maneras de interpretar la vida y que el contacto con los libros es placentero. La escuela muchas veces en vez de acercar a la lectura la vuelve tediosa, una pesada tarea y ello aleja a los niños de la lectura. Otra cosa son las acciones de los mediadores de lectura que desinteresadamente promueven el acercamiento a los libros a través de juegos y otras estrategias que resultan inte-
resantes para los niños. Pero, además, escribir para el público infantil es escribir para uno mismo, disfrutarlo ese hecho, vivenciar la infancia propia y la de los demás. El escritor —y en este caso el poeta— que enfoca sus textos al lector infantil debe crear una obra que tenga estas características: la imaginación, el humor, el juego, la musicalidad y un lenguaje claro, no pueril, para que sus libros atraigan, diviertan y hagan sentir y pensar a los pequeños. Ya escribí un poco más de veinte libros para el público infantil. Nunca había pensado en cuáles libros recomendar. Posiblemente Huellas de pájaros, Palabras para armar tu canto, Te canto un cuento, Pregúntale al sol y te dirá la luna, Zigzag Zoo, Cuan la media luna, Donde se explica el amor con estampas de animales, Historias del niño invisible y la antología que hicieron en Cuba de buena parte de mis libros: Razones para armar un puente. Muchos están agotados. Varios se venden en librerías Educal y estoy promocionando los ya agotados en Amazon como libros digitales. Autores de poesía para niños que recomiendo: José Martí, Nicolás Guillén, Mirta Aguirre, Aramís Quintero, Roald Dahl, Edward Gorey, Shel Silverstein, Federico García Lorca, Beatriz Gi-
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ménez de Ory, Mar Benegas, María Elena Walsh, Mercedes Calvo, María José Ferrada, Juan Lima, Cecilia Pisos, Jorge Luján, María García Esperón, María Baranda.
AS: Recientemente se incorporó al Sistema Nacional de Creadores: ¿qué opinión tiene respecto a los programas culturales?, ¿qué papel ha desempeñado la Casa del Escritor en Bacalar? RISC: Como asientas, mi ingreso es reciente al Sistema Nacional de Creadores, luego de varios intentos. Los programas culturales son positivos cuando apoyan la producción artística y la difusión de los contenidos culturales. El artista, el escritor realiza sus creaciones con o sin los estímulos de las instancias de la cultura gubernamental. Esos programas, dan un respiro al artista, le permiten avanzar sin preocupaciones de índole económica, aun sea por el tiempo que dura el apoyo. Además, y en mi caso, esto me permite publicar y difundir la obra propia y de otras personas mediante la publicación de antologías. La Casa Internacional del Escritor de Bacalar se inauguró ya hace varias décadas. Ha tenido sus altibajos, pero sigue su camino. No sé qué pasará luego de que concluya el problema del COVID. Tal vez implementar nuevos mecanismos de difusión y apoyo a los artistas. La Casa Internacional del Escritor brinda, mediante un proyecto personal, el alojamiento en sus instalaciones a los artistas (no solo escritores) que pretendan concluir en el tiempo que dure su estancia alguna producción artística. A cambio se le pide que dé charlas, talleres, presente sus libros, exponga sus pinturas, haga un montaje teatral, done libros a la biblioteca de la Casa, etc. Generalmente se le pide que vaya a las escuelas del poblado o municipio o trabaje con niños, adolescentes o jóvenes de las regiones depauperadas de Bacalar. AS: A partir de su experiencia: ¿qué recomendaciones compartiría a quien se inicia en la escritura de poemas? RISC: Participar en un taller literario puede ser benéfico para quien se inicia en algún arte. Se va con ánimo de aprender, especialmente los mecanismos y procedimientos en el entrama-
AS: ¿Qué hace Ramón Iván Suárez Caamal para ser feliz? RISC: Escribir y pintar. Antes de la pandemia, disfrutaba de la laguna de los siete colores a la orilla del poblado de Bacalar e igual convivir con la familia y escribirle nanas y rimas a mi nieta Malaika. No necesito más. Una vida tranquila que me dé tiempo para crear.
El jinete sin cabeza 1 Generalmente me describen sobre un potro, a galope por caminos de niebla. Desnudo de palabras, odio los sombreros; en cambio, amo cuchillos y tijeras para violar a las niñas de los ojos. Soy un maniquí entre los espejos de las vitrinas, lo sé por las moscas que lamen las comisuras de mi cuello. ¿Puede sonreír un decapitado? 2 Vigilaré mis miedos —dijo el hombre sin cabeza mientras sopesaba sus expectativas desde su corazón que jamás tuvo cordura. La perdió con la primera manzana cuando un gusano desgajó la inocencia del jinete. No fue el fruto prohibido el que rodó sino su testa. Él no puede aspirar el velo de las flores, atar a sus orejas los zumbidos, pasar la lengua, ay, ese gusano húmedo, por la comisura de sus labios. 3 Ya que no sé quién soy ni cómo fue mi crimen, toma en tus manos mi cabeza de ojos abiertos, llévala como ofrenda al altar donde oficia la noche; abre el libro de mis decapitados versos, lee por mí la letanía de los angustiados; después abandona en la maleza mi cráneo para que negree de hormigas y moscas.
Poesía
AS: ¿Qué experiencias ha tenido al coordinar talleres literarios? RISC: Cuando estudiamos para profesores, en mi caso, la enseñanza es una prioridad. Esto se aplica también al conocimiento teórico y práctico del quehacer literario y de la poesía. Los talleres literarios son un semillero que brinda algunas condiciones para aquellas personas con cierta motivación, en principio por la lectura y después por la escritura. Durante muchos años impartí esos conocimientos y destrezas a los adolescentes de la Escuela Secundaria “Vicente Guerrero” de Bacalar. Allá se pusieron en contacto con libros de distintos poetas. Luego extendí estos procedimientos de creatividad a jóvenes y adultos de la Península de Yucatán y de otras partes de nuestro país. De esta labor y de esta metodología aparece el libro “Poesía en acción” publicado por Bellas Artes y después por Alfaguara. De igual manera y más reciente, es el Manual “Una resortera para las palabras” inédito, cuyo objetivo es acercar a los escritores o a los talleristas a los elementos de la poesía que se escribe para el lector infantil. Las experiencias al coordinar talleres literarios y dar charlas ha sido gratificante puesto que muchos de los que acercaron al taller hoy escriben poesía y fundaron sus propios talleres.
do de la obra artística. En el caso de la poesía, leer mucho para disfrutar de lo que otros hacen, pero igualmente para entrar a sus procedimientos, a la estructura que sostiene su texto, practicarlos, asimilarlos, tener un abanico amplio de autores y, poco a poco, ir encontrando tu camino. Aprender nunca termina. Se debe tener bien claro que cada libro, cada poema, cada verso que se escriba es una aventura nueva. Todo aprendizaje es por ensayo-error. Se avanza, se evalúa lo que uno produce, se pide ayuda crítica a otros artistas, se corrige una y otra vez, se deja descansar el producto artístico, se relee y se corrige nuevamente, se publica lo rescatable y se sigue escribiendo.
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Literatura
Congregarnos alrededor de lo que nos importa 6 Por Maliyel Beverido
E
l 9 de junio periódicos y noticieros de México y el mundo anunciaban que los ganadores del prestigiado Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2020 eran la FIL Guadalajara y el Hay Festival of Literature & Arts. Este premio reconoce, desde 1981, a quienes (personas, grupo de personas o instituciones) aportan de manera relevante a la cultura universal mediante su labor creadora o de investigación, por lo que ha sido concedido a tan variados sujetos como Les Luthiers, la National Geographic Society, Umberto Eco y Vaclav Havel. La revista Vuelta, el Fondo de Cultura Económica, la UNAM y la periodista Alma Guillermoprieto son los mexicanos que habían, hasta ahora, recibido el galardón de la fundación Príncipe de Asturias en el rubro Comunicación y Humanidades. En cuanto a su edición 2020, el presidente del jurado, Víctor García de la Concha, dijo que la FIL Guadalajara se había “convertido en un fenómeno literario universal con una enorme resonancia popular y una participación masiva”. Sin duda el regocijo ha sido grande, porque reconoce a una de nuestras ferias del libro como un acontecimiento editorial y literario de talla internacional.
6 Por Pascual Borzelli
Iglesias
Música
M
uere en las horas del Jazz. Temprano, el amanecer, pero temprano. Sobre todo, para quien disfruta del tiempo donde la mayoría intenta descansar y los otros, los del encuentro, los del clan, los del grupo, los diferentes se reúnen para ser, para entregarse a sí y a los otros, momento difícil para ocultar y ocultarse. A esas horas, en la soledad, en su soledad, Vitillo tocó su última nota. Estaba en la casa, la de ella, desde hace poco tiempo también era suya; casa de su niña, la que provocaba el brillo de sus ojos; ella, que heredó el talento y toque musical en su voz que expresan las notas que tanto le escuchó decir a su papi. Ejecutó con maestría y perfección, su sello, la última nota de su existencia; su vida desde esa madrugada permanecerá con ella y con todos los que tuvieron el privilegio de estar cerca de Vitillo. Víctor Ruiz Pazos era conocido como Vitillo. Nació en Veracruz en los albores del siglo XX, ciudad de la que salió en su segunda década a conquistar un lugar en la música; esta lo llevó a recorrer el mundo y en México, con maestría, creación y sonidos con el contrabajo en la música popular y el jazz moderno, tuvo un destacado y bien ganado lugar. Durante casi 4 años, los domingos, participamos en el programa Picadillo Jam, de Andrés
Sin embargo, en tiempos de Covid-19 resulta un gesto particularmente significativo porque distingue no solo a uno sino a dos eventos que se caracterizan por su convocatoria, por mover a los públicos, por ser momentos de reunión, de concordia, de humanidad. La FIL y el Hay son instituciones, claro, dado que implican un equipo que los prepara y ejecuta, pero también se trata de
acontecimientos que son ofrecidos en el espacio y tiempo para que en ellos coincidan las personas. En este umbral de nuevos comportamientos, en el que se apela a una normalidad tan nueva que todavía no es normal, ese tipo de eventos parece condenado a la desaparición, o por lo menos a una metamorfosis severa. El premio es como un llamado de
atención, como un recordatorio de la necesidad de los seres humanos de congregarnos alrededor de aquello que nos importa. Ignoro si los jurados fueron conscientes de esto, si lo hicieron deliberadamente, pero yo espero que otros como yo hayan escuchado ese llamado. Sí, todo con el tiempo se transforma, pero el virus ha orillado brutal y repentinamente al sector cultural a conformarse con webinars, ciber-teatro, conciertos en streaming y tertulias literarias por zoom, todos ellos (y otros más) sin duda valiosos ejercicios, alternativas que hay que conocer, aprovechar y explorar como herramientas, pero que no deben suplantar de manera definitiva la reunión, el intercambio vivo, la comunión. Se desconoce incluso de qué manera se va a llevar a cabo la entrega del premio. Hasta ahora se ha otorgado en una solemne ceremonia que se realiza anualmente en el Teatro Campoamor de la ciudad de Oviedo, es decir en un acto social. ¿Se va a imponer la infame distancia? ¿Los laureados se van a conectar por internet? ¿Van a brindar su discurso a una pantalla? Desde tiempos inmemoriales los seres humanos se congregaron alrededor del fuego. Luego fue el libro un fuego metafórico que nos reunió. Salvemos ahora ese fuego que nos une.
Víctor Ruiz Pazos. El silencio del sonido de la última nota Rosales, al que llegaba con la puntualidad de la música, nunca antes ni después, siempre en el momento. Compartimos tiempos y charlas sobre sus dos pasiones: la música y las mujeres; de igual intensidad los otros: la comida y las bebidas. Dice Andrés, su más entrañable amigo de los últimos años, al recordarlo: “sus palabras parecían cursos, enseñanzas de los diferentes tipos musicales, de la historia de su desarrollo en nuestro país; las anécdotas contadas, como se dice en términos culinarios, eran con mucho sabor y sazón. En el programa de radio convivimos -solo por mencionar a algunos personajes- con Ricardo Benítez, flautista de origen cubano; Roberto Arballo, Betuco, arreglista, director musical y guitarrista; y con Héctor Infanzón, pianista, quien afirmó el día que Vitillo murió: “… es un día muy triste... ha partido un grande de la música en México. Nos deja un enorme vacío en el medio musical y en nuestro corazón”. Para el periodista Víctor Manuel Torres, es el músico que tocó con Pablo Beltrán Ruiz y Luis Arcaraz y con otras orquestas, fue lla-
/// Víctor Ruiz Pazos. Foto de Pascual Borzelli Iglesias
mado el mejor contrabajista de México en su momento, y participó, como músico de estudio, acompañando a María Medina y José José. Enrique Gil, programador de la estación de radio Horizonte, con quien compartió grandes
momentos, comenta que sus pasiones eran la charla, las anécdotas con estudiantes y de su labor en el sindicato de músicos, su defensa permanente; además en su interés no solo estaba la música, la mujer, la vida... allí la comida y la bebida ocupaban un lugar preponderante: salir a comer con Vitillo, fuera a un restaurante o puesto de antojitos, era un agasajo por las anécdotas que relataba. En el ámbito internacional destacan sus actuaciones con figuras del jazz, como Chilo Morán, Louis Armstrong, Henry Mancini y Wynton Marsalis. En el 2013 realizó un disco con temas de su autoría y con el acompañamiento de amigos y profesionales del jazz titulado Víctor Ruiz Pazos. Mención especial merece Paloma Ruiz, su hija, me la presentó en abril del año 2017. Percibí desde ese momento en la mirada de Vitillo el cambio en sus ojos; al solo mencionar su nombre, Paloma, brillaban con más intensidad. Para ella, Vitillo, su padre, fue su “razón de ser, de estar, de vivir...”. Descansa en paz, Vitillo. Ciudad de México, 9 de julio de 2020
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6 Por René Solís Nevarez*
uién al contemplar la figura de una camelia no es seducido por su forma, gracia y, quizá, por su tenue aroma a libertad? En el siglo XIX, Francia fue seducida. La obra La dama de las camelias (Alejandro Dumas) se planta en una sociedad con añoranza de voz propia; surge en 1848, justo en el meollo de la guerra de clases sociales e ideologías políticas francesas. Su aparición en esta década no es casualidad, sino causalidad. En el siglo XIX ocurren separaciones entre la burguesía alta y baja,1 lo cual fragua la revolución de 1830 que derroca a Carlos X. Luis Felipe es el mesías para la clase burguesa, puesto que hace retomar su antiguo sueño: “el sueño de un rey-ciudadano, un rey burgués”.2 Esta desigualdad entre clases sociales ya no solo excluye a los proletarios, sino a una parte de la burguesía, indica Marx: “La que dominó bajo Luis Felipe no fue la burguesía francesa, sino una fracción de ella”.3 Los burgueses bajos no tenían cabida en esta voraz hambre de poder gestada por el pleno dominio de los burgueses altos. Dos personajes en La dama de las camelias tienen raíz en este panorama: Marguerite Gautier y Armand. Marguerite Gautier, una joven de veinte años, proveniente de una familia proletaria. ¿Qué se suponía que debía hacer al no tener voz en aquella sociedad burguesa? Al ser bella y joven, tuvo una posibilidad, ser una entretenida (mujer que vive a expensas de sus amantes). Armand, un burgués bajo, se enamora de ella, quien en un primer encuentro lo cataloga como anticuado y aburrido, cosa que ocasiona que se alejen por tres años. Al cabo de este tiempo vuelven a encontrarse y llegan a ser amantes. Así germina la fábula trágica de este amor desinteresado, sincero e inmoral. Armand se presenta como un revolucionario, pues se enamora de Marguerite. Esto lo
puedo prometerle nada padre, [...] Marguerite no es la chica que usted cree, [...] su amor es capaz de desarrollar en mí los más honorables sentimientos”.4 Esta querella no muestra solo el deseo de un burgués enamorado dispuesto a derrochar su herencia por obedecer sus sentimientos, sino esa pasión del ser humano por romper lo establecido. Allí se encuentra su peor virtud, su voluntad. Dumas profirió un fuerte grito de autonomía redactando esta historia “digna de ser contada”, pues a pesar de “no ser apóstol del vicio, se hará eco de la desgracia donde quiera que la oiga implorar”.5 Y así fue: narró un fallecimiento amnésico y un amor sufriente arraigado al silencio. Marguerite muere… sola y enferma, en cama, mientras espera su fatídico destino marchitándose cual camelia extraída de su hábitat, pues Gautier dejó su vida de entretenida para morir en el olvido. El amor no triunfó. ¿O sí? Esta muerte debía ser proclamada, no pudo ser sigilosa, tuvo que existir otra forma de no ser olvidada; esa forma fue Armand, el burgués que dio todo por la chica que odiaba e idolatraba. Murió... y con ella muere también la Francia burguesa. Sin embargo, como las camelias, floreció, de allí, de la noche, de la nada, más frondosa y bella que nunca; Marguerite permanece en el recuerdo de Armand y Francia en la nueva revolución, donde surge la II República. * Alumno de la escuela de Letras, UAZ. 1
/// Portada de la edición de La dama de las camelias. 1885. Autoría de Albert Lynch.
condena social y emocionalmente, porque un burgués solo podía obtener favores carnales y sociales de una entretenida, mas no amarla. El amor que profesó fue correspondido, llevándolo a oídos del señor Duval, su padre.
Dumas imprime en el señor Duval la voz de autoridad de la sociedad y la esencia de lo que significa lo burgués en Francia. El choque ideológico sucede cuando conversan Armand y su padre sobre el futuro de la relación: “No
Shirley, de Josephine Decker: la casa de los horrores 6 Por Adolfo Nuñez J.
empezar a escribir una nueva novela que narra la historia de una joven universitaria desaparecida. Shirley (2020), cinta dirigida por Josephine Decker, es, a primera vista, un análisis sobre el proceso creativo de un artista, pero también se trata de un inquietante y perturbador relato sobre la represión y los abusos en el matrimonio. En el filme, ambas protagonistas viven bajo la sombra de sus maridos y solo pueden obrar de acuerdo con lo que ellos decidan. En ese sentido la amistad entre las dos mujeres es resultado de la soledad y el deseo de liberación que ambas poseen, al vivir en un mundo que en palabras de la escritora “es demasiado cruel para las chicas”. De manera singular, el estilo de Decker rompe con el típico molde del cine biográfico, y logra sumergir al espectador en un ambiente hogareño repleto de horror e inestabilidad.
Términos acuñados por Marx en Las luchas de clases
en Francia de 1848 a 1850 al designar a los burgueses más importantes (dueños de ferrocarriles, minas, etc.) como altos y a los demás (dueños de almacenes menores, etc.) como bajos. 2 Escarpit, Robert, Historia de la literatura francesa, FCE, México, 1948. 3 Ídem. 4 Dumas, Alexandre, La dama de las camelias, Cangrejo, Bogotá, 2007. 5 Ídem.
Haciendo uso de un diseño de sonido estremecedor y de un manejo de cámara enérgico, la directora consigue representar el caos en el mundo de Shirley, así como la afligida mente de la afamada autora, cuya contención, tanto física como psicológica, la ha vuelto cada vez menos segura de sí misma y de lo que escribe. Este conflicto entre represión constante y búsqueda de liberación logra funcionar gracias a la actuación estelar de Elisabeth Moss, al igual que a la de su coprotagonista, Odessa Young. La dinámica entre ambas actrices y sus personajes busca romper con los roles de género que conforman el sistema opresor del que les ha tocado formar parte. En contraste, la novela que escribe Shirley cobra un sentido metatextual en la vida de ambas protagonistas, cuyo demoledor discurso plantea que en una realidad tan poco comprensiva e injusta para las mujeres la única alternativa es desaparecer. Como respuesta a esto, Decker hace de Shirley un filme atípico y cautivador, que otorga una importancia discursiva a la individualidad y crecimiento personal de la mujer, que está representado en el genio y la obra literaria de Shirley Jackson, una autora que escribió para jamás perecer.
Cine
L
a falta de inspiración y de buenas ideas han obligado a la escritora de horror Shirley Jackson (Elisabeth Moss) a volverse una ermitaña, que vive todo el tiempo recluida en su casa. Postrada en su cama como una enferma se niega a convivir con extraños, a recibir visitas, y en ocasiones ni siquiera sale de su habitación para comer. Todo esto cambia cuando su esposo Stanley (Michael Stuhlbarg) invita a Rose (Odessa Young) y Fred (Logan Lerman), dos universitarios, a hospedarse temporalmente en su casa mientras ambos se aclimatan a su nuevo estilo de vida. Al pasar de los días, Shirley y Rose forjan un profundo vínculo, de una confidencia que es impulsada por la infelicidad en la vida de ambas mujeres. En medio de esta relación, la autora encuentra la inspiración suficiente para
Literatura
La muerte de una camelia ¿Q
8
Cine
LA GUALDRA NO. 440 // 13 DE JULIO DE 2020
/// Cartel de la película Lupita / Lupita que retiemble la tierra, de Monica Wise Robles
Desayuno en Tiffany’s, mon ku
Lupita y la memoria de Acteal Monica Wise 6 Por Carlos Belmonte
Grey
S Río de Palabras
eguimos con el tour virtual de festivales de cine, esta vez se trata del Sheffield Doc/Fest. Es un joven festival británico que hace una curaduría de varios miles de documentales en formatos de largo y cortometraje venidos de varios países. El común de la curaduría es la denuncia política y social a través de una propuesta audiovisual pulida. El festival está cargado para su visionaje online hasta finales del mes de agosto.
Dentro del mundo de filmes propuestos nos hemos topado con el cortometraje de Monica Wise Robles, Lupita / Lupita que retiemble la tierra. Lupita es el testimonio de Lupita, una mujer maya tsostil, sobreviviente de la masacre de Acteal. Ella es la líder de un movimiento de mujeres indígenas que buscan mantener la memoria del asesinato y mantener el vigor de la denuncia. El documental muestra el confrontamiento del grupo de Lupita contra los militares corruptos y la urgencia de la movilización popular indígena de los pueblos en resistencia contra el desplazamiento y
Crecer
6 Por Adán Echeverría
H
ubo una vez una niña que con el paso de los años seguía siendo infantil. Pensó: ¿Qué se sentirá jugar a ser adulta? Y caminó hacia el cuarto de su madre para hablar con ella. Su madre era solo una muñeca, que caminaba con su cuerpo de muñeca, y se subía y bajaba de la cama, una y otra vez, absorta en sus cavilaciones. La niña de nuestra historia la atrapó y se la acercó al rostro. La muñeca se quejó: ¿Cómo te atreves a molestarme, mocosa?, gruñó enojada y fea. La niña le dijo: Ya no puedes
molestarme más, mamá. Pero la muñeca le mordió los dedos. La niña la soltó, y la muñeca cayó sobre la cama. Antes que la niña reaccionara, la muñeca había descendido y se había ocultado debajo del colchón. “Voy a decirle a tu padre y a todos que eres una ingrata. Que no tienes conciencia de las cosas, niña mala”. No lo harás. Papá no es más que otro muñeco igual a ti. Se han convertido en plástico con el paso de los años. Y créelo, madre, te voy a encontrar, y te lanzaré al fuego para que termines derretida, junto con todos esos pensamientos que metiste en mi cabeza.
robo de sus tierras. Uno de los problemas más graves de México contemporáneo. Wise se encontró con Lupita durante la comitiva que acompañaba a María de Jesús Patricio Martínez, conocida como Marichuy, líder activista por los derechos humanos e indígenas en México en octubre 2017. Lupita era la vocera de su comunidad en el Congreso Indígena Nacional e inmediatamente se mostró como una gran oradora para manifestar los 500 años de resistencia en México. De ahí inició un proceso para convencer a Lupita de la importancia de documentar su trabajo y de que permitiera a Wise acercarse a ella. El objetivo de la directora al realizar este documental es jalar la atención mundial del caso de
Acteal, del Congreso Indígena Nacional y apoyar en inspiración a otras mujeres e indígenas activistas. La premier del documental fue en diciembre del 2019 en San Cristóbal de las Casas durante el 27 aniversario de la organización Abejas de Acteal. Este 2020 estaba previsto acompañar el trabajo en varios festivales internacionales siempre en presencia de Lupita y de Lalo (el productor local), sin embargo, las presentaciones han sido anuladas por la pandemia. Ahora se prevé crear un DVD que estará puesto a la venta por las Abejas de Acteal y los beneficios serán para ellos mismos. Quizás, pronto lo podremos tener en plataformas online para México.
Parece
6 Por Pilar Alba
E
sto parece que ya se acaba, pero no se acaba. Cuando ya estoy a punto de dar todo por concluido, resulta que al final el punto es solo un punto y seguido. Entonces vienen más capítulos, más peripecias como telenovela turca en la cual parece que ya todos son felices, que el drama ha concluido y sale un falso a padre a reclamar la paternidad de un hijo que ni siquiera quiere. Así,
igualito está todo esto. Suceden un montón de nuevas cosas que no permiten que podamos cerrar el libro por completo. Algunas veces parece que ya me estoy acostumbrado, que podré seguir así por siempre, pero luego recuerdo que la eternidad es un deseo al que nunca he aspirado; así que decido cortar por completo con la ruina y buscar nuevos modos de transformar esto, esta rutina, esta vida que parece que termina, pero no se acaba.