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The Queen’s Gambit, de Scott Frank: la vida en el ajedrez
Series de TV
The Queen’s Gambit, de Scott Frank: la vida en el ajedrez
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6 Por Adolfo Nuñez J.
Uno de los aspectos más llamativos de las miniseries de televisión es su capacidad de narrar una historia con mayor detalle del que cabría dentro de una película. Más allá de las obviedades sobre el largo de su duración, existen series cortas que, en algunos capítulos, logran desarrollar subtramas y personajes, casi con la misma profundidad que la de una novela, y que no tienen cabida dentro de los parámetros convencionales de un filme de dos horas. The Queen’s Gambit (2020) narra, en un largo de 7 episodios, la historia de Beth
Harmon (Anya Taylor-Joy), una joven que, después de perder a su madre en un accidente automovilístico, desarrolla desde temprana edad una profunda fascinación por dos cosas: el ajedrez y las pastillas 6 Por José Alberto
Capaverde [el Seis]
Llueven mujeres aladas con ramos de cerezas azules en sus labios carmesí vestidas con velos transparentes vuelan sobre la ciudad verde de mi cuerpo en llamas. Se muestran con gemidos orgiásticos parecen parvadas de ebrios pájaros púrpura todas... Como si de algún árbol cósmico fuesen las flores que deben caer en otoño Hierve mi cuerpo sudores dorados con destellos amarillos fosforescentes. tranquilizantes.
Tomando lugar durante las décadas de los 50 y 60, la serie nos muestra el crecimiento y madurez emocional de Beth al correr de los años, así como su enorme talento en el ajedrez dentro de sus torneos más importantes, en donde la mayoría de los participantes es hombre. También retrata la dependencia de Beth a los fármacos y al alcohol, esto como consecuencia de una personalidad un tanto complicada que en más de una ocasión le impide alcanzar el triunfo más grande en las competencias de ajedrez.
Entre los muchos logros que se pueden encontrar en esta miniserie producida por Netflix, hay dos que destacan por encima del resto: su lenguaje visual (vibrante y cinematográfico) y su trepidante narración. Escrita y dirigida por Scott Frank, la serie, lejos de desarrollar varias situaciones de Dispuesto a inundarme entre el océano de sus cuerpos perfectos lúbricos preparo mi nave pervertida y así volar... El granizo de sus deseos me llena me cubre me acaricia mientras el cielo se pinta de rosa. Helena la más bella cabalga sobre un corcel brioso de nubes pardas parece que lleva el control erótico de esas mujeres pájaros que desean “destrozar” mis carnes plateadas. Me cuelgo del talle perfecto de mi secuestradora y dando piruetas varias nos internamos dentro del ombligo de la luna. impacto rápido, se toma su tiempo dentro de cada episodio y se enfoca por completo en la evolución de un solo personaje.
Esta narrativa lineal, que en ocasiones se siente unipersonal, logra funcionar gracias a la magnífica interpretación de Anya Taylor-Joy. Siendo Beth una protagonista de naturaleza compleja, la actriz logra encarnar con enorme habilidad sus conflictos y rivalidades, así como sus cambiantes e inestables emociones y estados de ánimo.
En medio de todo, el guion de la serie otorga especial atención a los roles de género de la época, y ofrece una nueva perspectiva en el arco narrativo de Beth, al ser una mujer que se abre paso, por sus propios medios, en una sociedad y en un entorno deportivo enteramente masculinos. Asimismo, y tomando como referente el contexto histórico en el que se desarrolla la serie, esta rescata de manera orgánica e 6 Por Pilar Alba de la rosa de los vientos confluyeron en el centro y poco a poco se fueron tomando de las manos.
Lo lógico sería decir que cantaron himnos que enaltecieran su poder o cánticos que describieran los años y años de tristeza; declarar para los anales de la historia que una vez que unieron sus manos danzaron con movimientos rítmicos y frenéticos haciendo con ello que los ojos voltearan, que las conciencias se transformaran y que las reglas cayeran. Pero no, no inteligente cuestiones políticas entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
También destaca el dinamismo con que son filmadas las competencias de ajedrez. El ser el ajedrez un juego de mecánica lenta y un tanto anticlimática, dentro de la serie cada partida se vuelve, gracias a una estupenda edición y montaje, una intensa batalla donde la espera de un vencedor es de una tensión palpitante propia de un thriller de suspenso.
The Queen’s Gambit es una propuesta original, entretenida y muy emocionante, que logra evitar lugares comunes gracias al ingenio con que está construida. También tiene en Beth Harmon a uno de los personajes más complejos y mejor construidos de la televisión actual, haciendo de la serie un viaje profundo a los momentos significativos de su vida y a los rincones más
Río de Palabras
Llueven mujeres aladas
fascinantes de su mente.
/// Anya TaylorJoy como Beth Harmon en The Queen’s Gambit,
Vinieron
Vinieron de muchas partes, del norte, del sur, de todos los puntos cardinales; los pétalos de Scott Frank. lo hicieron. Tampoco hicieron oraciones, ni guardaron silencio. Una vez que el círculo se hizo grande, que la cantidad fue suficiente se empezó escuchar un murmullo, como un enjambre de abejas. Un sonido que poco a poco se fue elevando. Entonces empezó todo: los gritos, los clamores, las consignas, los lamentos acallados se les salieron desde adentro. Fue entonces que se levantó el polvo, el bullicio, los golpes, reinó la violencia. Fue aquí donde por fin los otros voltearon la mirada, escucharon horrorizados y corrieron tratando de tapar sus oídos, escapar del estruendo. Nunca las revoluciones han sido producto del silencio.