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Desayuno en Tiffany’s, mon ku Silence radio, un documental sobre Carmen Aristegui
6 Por Carlos Belmonte
Grey
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Una vez más, el formato “a distancia” de los festivales de cine nos permite encontrar películas de ficción o documentales de largo, mediano y cortometraje, que de otra manera sería muy complicado de ver, o simplemente solo veríamos anunciados en algún catálogo promocional del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE). Ahora fue el Doclisboa (Festival Internacional de Cine Documental de Lisboa) que ha cargado en su plataforma más de 110 documentales de diferentes formatos.
Ahí nos encontramos con Silence radio, de
Juliana Fanjul, un documental de 79 minutos. Radio asilenciado es el seguimiento de la vida profesional de la periodista Carmen
Aristegui durante poco más de cuatro años. Fanjul consiguió que Aristegui le permitiera seguirla desde el momento en que la cadena MVS -en 2015- le censuró su pro-
6 Por Irma Valerio
Emilio Carrasco fue un señor de estatura entre mediana y bajita, a quien conocí hace 29 años, justo en los inicios del establecimiento de la Galería, momento en el que comencé a contactar a los pintores zacatecanos. Adquirí entonces una obra de su autoría que fui pagando poco a poco, instrumento de negociación que de buena manera Emilio aceptó. Desde entonces esta pieza ocupa un lugar especial en mi hogar.
Esta relación inicial adquirió continuidad a través de proyectos de exposiciones, visitas suyas a la galería y mías a su taller, donde disfruté de su talento, experiencias y extensa cultura. “Soy un pintor de sangre azul”, solía decir. Emilio era dueño de ese juego propio de algunos intelectuales y creadores como él, que manejan lo mismo la palabra y la circunstancia. Así, repetía:
“Soy un pintor de sangre azul, porque si uno mismo no crea sus mitos acerca de su vida, los demás te los inventan”. Yo no sé de qué color era su sangre... pero puedo imaginar que la pintaba como su obra, del color que le venía en gana.
Lo que sí sé es de su enorme y noble corazón con el que conquistó el amor de
Lina, su mujer, y el inmenso cariño que prodigó a sus hijos, a los que fue preparando y mostrando sus caminos. Lina, Emilio y Andrés lo acompañaron a sus viajes a
Oriente y diversos países de Europa, donde su obra y su persona fueron altamente valorados. Emilio promovió con pasión su grama de radio y la despidiera injustificadamente. Ahí se dio cuenta del poder de censura del presidente Enrique Peña Nieto.
El documental no es un manifiesto de lucha ni un reclamo de justicia -aunque roce ambos- sino más bien un testimonio de reconocimiento a la labor de los periodistas mexicanos y una declaración de admiración y respeto al trabajo de Carmen Aristegui, “incorruptible periodista” quien, a pesar de todo, continúa una lucha contra la desinformación, dice el descriptivo de Radio asilenciado.
Aquí, el cine recupera su rol de herramienta pedagógica política a favor de la lucha por la resistencia de la democracia y su salud en un país corrompido.
La primera secuencia lo ilustra: una manifestación de periodistas reclamando justicia ante el asesinato de uno de ellos. Aristegui es la oradora admirada y su discurso clama por la resistencia y legitimidad de su oficio.
A partir de ahí la voz en off arropa las obra y su país. Sus receptores descubrieron en él al gran artista y ser humano que fue; de esta manera cultivó también incontables amigos.
En uno de sus viajes a China (realizó 11), al arribar a Dalián, fue sorprendido con grandes espectaculares donde desde el aeropuerto a la ciudad y en la ciu-
imágenes sobre la periodista: sus trayectos en la Ciudad de México; su juicio y el apoyo de las ONG’s que le ayudaron a ganar contra la censura; los constantes juicios en contra por daños morales que se dad misma. Me decía: ‘’Maestra, parecía yo Luis Miguel... y como ya tenía que pensar en chino, mis palabras eran: Aí toy’’, y soltaba su risa sonora.
Mención especial merece su gestión y participación de Ex Libris a nivel mundial; llevó miles de grabados y regresó con otros tantos de excelente factura; su colección abarca más de 10 mil. Por ahora está penle imputan; las reuniones de trabajo para detallar los perfiles de sus reportajes e investigaciones que muchas veces señalaron la corrupción de Peña Nieto -como el de La Casa Blanca, por ejemplo-; el acoso y amenazas de muerte cotidianas que reciben ella y sus cercanos colaboradores al punto de tener que esconder a su hijo por seguridad; el impacto mediático casi inmediato que tienen sus trabajos y la han llevado a ser considerada mundialmente como una periodista de alto y público perfil; y a pesar de todo, insistir en su oficio, hasta mostrar los supuestos vínculos con el narco del candidato a gobernador del Estado de Jalisco, Enrique Alfaro, durante la campaña electoral del 2018.
El documental nos lleva a reflexionar sobre todo en una cuestión: ¿qué alienta a alguien a mantener un proyecto sabiendo que le puede costar la muerte por asesinato? Ojalá y este trabajo pueda ser visto públicamente en México o al menos tenga
“Soy un pintor de sangre azul”: El pequeño Gran Hombre
/// Emilio Carrasco durante el montaje de su exposición con Irma Valerio, en octubre de 2020.
aparecía su rostro por todo el boulevard,
una circulación en universidades. diente su última convocatoria de Ex Libris en homenaje a Manuel Felguérez, gestada por nuestro artista y la galería para su exhibición en diciembre. Su proyecto de Mail Art es igualmente importante.
Agradezco la misión de manejar su obra que me queda en encomienda. No tengo duda que esta última producción será un evento memorable para la galería y para la comunidad pues, proyectada por el propio Emilio, ante su inesperada ausencia personal, deviene en justo y merecido homenaje. Debo expresar mi gratitud a Lina Carrasco, su hija, por la fotografía de portada de la invitación. Una composición con una obra de fondo, la chamarra que da fe de su trabajo cotidiano y el emblemático bastón que no solamente sostuvo sus pasos, sino también un corazón noble, una mente creativa y un espíritu humano y sensible.
Tal vez los zacatecanos estemos en deuda con Emilio... tal vez porque no lo conocimos a profundidad... tal vez por eso en vida no lo valoramos tanto... Mis palabras vibran en la sintonía de la amistad, del cariño y del lado humano de Emilio. El análisis de su obra les toca a los críticos de arte. ¡Salve, Emilio!