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Incremento de la productividad de las familias beneficiarias
Cultivando Desarrollo Rural sin Trabajo Infantil Peligroso
De acuerdo con el Sistema de monitoreo de Semilla, se observó que: Al comparar la cifra de productividad del café encontrada en la línea de base del proyecto y la que apareció luego de un año de intervención, se puede observar que esta, medida en quintales por hectárea, ha subido de 5,7 a 9,35. Sin embargo, en la zona selva, la roya afectó al 93% de las hectáreas de cultivo que a la fecha se han registrado. Esta plaga ha cubierto, en promedio, el 58% de la extensión de terreno de cultivo y es en las cifras de la siguiente campaña donde aparecerán las pérdidas en productividad por este tipo de padecimiento del cultivo. Esta situación, sin duda, presiona sobre la economía familiar y, por lo tanto, sobre la mano de obra infantil. En sierra, las heladas y el mal clima han afectado tanto el cultivo de papa como el de cebada, pues la productividad de papa se ha mantenido estancada en 10 quintales por hectárea, aunque el cultivo de cebada ha tenido una caída en la productividad: de 11 quintales por hectárea a 8,5, de acuerdo con los registros de Semilla.
Productividad en cultivo de café 10 9 8 7 6 5 4
5.7
9.35
2011
2012
Fuente: Sistema de Monitoreo del Proyecto Semilla
Año 2014 Número2
Instituciones participantes
El financiamiento para este material proviene del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos. Este material no necesariamente refleja el punto de vista o las políticas del Departamento deTrabajo de los Estados Unidos, así como la mención de nombres de marcas, productos comerciales u organizaciones, tampoco implican el respaldo del Gobierno de los Estados Unidos
Semilla inició su tercer año de intervención. Si bien el proceso hacia la erradicación del trabajo infantil es un camino largo que implica transformación de percepciones, cambios en el desempeño educativo, consolidación de oportunidades de educación, mejoras en la economía de las familias, efectiva implementación de políticas, etc., es posible reflexionar sobre avances en la generación de condiciones para esos cambios.
Editorial
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Ministerio de Educación, Ministerio de Agricultura, Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables - Programa Yachay, Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social- Programa Qali Warma, Gobiernos Regionales de Junín, Pasco y Huancavelica, Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, FONCODES, Policia Nacional del Perú. Pasco: Sub Región de Oxapampa, Direcciones Regionales de Educación, Salud, Trabajo y Promoción del Empleo, Agricultura, Municipalidades Provinciales de Pasco y Oxapampa, Municipalidades Distritales de Yanacancha, Villa Rica y Palcazu, Defensoría del Pueblo - Pasco, Sociedad de Beneficencia Pública de Pasco, Fiscalía Civil y Familia, Aldea Infantil San Nicolás, Institución Educativa María Parado de Bellido – Yanacancha, Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión, Hospital Regional Daniel Alcides Carrión, Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, Iglesia Evangélica Peruana, FONCODES, Policía Nacional del Perú, UGEL de Oxapampa, Asociación APAS de Palcazu. Junin: Direcciones Regionales de Educación, Agricultura y Trabajo y Promoción del Empleo, UGELs de Chupaca, Jauja, Defensoría del Pueblo, Municipalidades Provinciales de Chupaca, Jauja, Huancayo, Municipalidades Distritales de Sincos, San Juan de Jarpa, Yanacancha, El Tambo, DEMUNA Huancayo, Municipalidad Provincial de Chanchamayo, Municipalidades Distritales de Perené y Pichanaki, UGEL de Chanchamayo y Pichanaki, Gobernador de la Provincia de Chanchamayo, Defensoría del Pueblo de Chanchamayo, Cooperativa CAECOS – Pichanaki. Huancavelica: Gobernación Regional Huancavelica, Direcciones Regionales de Educación y de Trabajo y Promoción del Empleo Huancavelica, UGELs Huancavelica, Huaytará, Acobamba, MIDIS Oficina Territorial, Municipalidades Provinciales de Acobamba y Huaytará, Municipalidades Distritales de Huando y Paucará, Agencia Agraria Huaytara.
A lo largo de este reporte, presentaremos alguna información para el análisis, pero antes, queremos recordar el punto del que partimos. Según datos de la encuesta realizada a una muestra representativa de 1453 familias beneficiarias de Semilla, se encontró que el 76% tiene entre 1 y 3 necesidades básicas insatisfechas, lo que quiere decir que, o viven en hacinamiento o no tienen los servicios básicos fundamentales o sus viviendas son precarias. El 63,7% de los hogares con los que trabaja Semilla, tiene al menos un niño, niña o adolescente trabajando* y 4 de cada 10 hogares tienen al menos un niño, niña o adolescente realizando alguna actividad peligrosa. La mayor parte de estos (98%), reporta que trabaja más de cuatro horas diarias y además realiza alguna actividad peligrosa. Solo el 2% es considerado trabajador por realizar solamente alguna actividad peligrosa y el 50% es trabajador porque trabaja más de 4 horas diarias. Las horas de trabajo se concentran fundamentalmente en los fines de semana. La situación, en todos los casos, es más crítica entre los adolescentes: mientras 5 de cada 10 niños menores de 13 años trabaja, entre los adolescentes el 57,1% trabaja. Mientras un tercio de los niños y niñas menores refiere trabajos peligrosos, el 55,6% de los adolescentes se enfrentan a esta situación. Los trabajos peligrosos se concentran fundamentalmente en la agricultura familiar, donde el transporte de cargas pesadas, el uso de pesticidas y herramientas cortantes, son los riesgos más frecuentes. Especial atención requiere el trabajo doméstico familiar no remunerado que es realizado principalmente por niñas y que no siempre es considerado como trabajo infantil. De los 4411 niños, niñas y adolescentes que no son calificados como trabajadores porque su actividad es en el propio hogar, el 63% realiza labores domésticas por más de 4 horas. De ese grupo, el 61% son mujeres. Si bien la mayor parte de los niños y niñas logra asistir a la escuela (94,9%) y trabajar, su rendimiento es inferior al de los niños que solamente estudian. Por ello, es necesario asegurar que tengan tiempo para complementar sus estudios fuera de la escuela y ocuparnos al mismo tiempo de la calidad de la escuela a la que asisten. Finalmente, en cuanto a las percepciones con respecto al trabajo infantil, se observa una aceptación generalizada de los padres, maestros y autoridades. Pese a que en general las familias consideran que el trabajo infantil afecta la escolarización y puede ocasionar problemas de salud, cuando las preguntas se formulan valorando aspectos positivos del trabajo, las familias que tienen niños y niñas trabajando, se contradicen afirmando que el trabajo peligroso los prepara para el futuro o que el trabajo es mejor que la educación. Este es el escenario sobre el que Semilla busca generar cambios que por ahora no resultan evidentes, pero que son significativos como se observará a lo largo del reporte.
Cultivando Desarrollo Rural sin Trabajo Infantil Peligroso
* Recuérdese que trabajo infantil, de acuerdo con la normativa nacional, se refiere a aquellos niños menores de 12 años que trabajan al menos una hora al día o realizan actividad peligrosa y a aquellos adolescentes mayores de 14 años que realizan actividades peligrosas o trabajan más de 36 horas a la semana. Para el caso rural, Semilla propone considerar como trabajo infantil a todas aquellas labores que impliquen peligros o que sean realizadas por más de 4 horas diarias, tanto en el caso de los niños y niñas como en los adolescentes.