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Bomba de tiempo: Escasea la información vital en español durante las emergencias
Diego Barahona A.
La pandemia del COVID-19 y un devastador incendio en una planta de fertilizantes en Carolina del Norte expusieron una problemática altamente peligrosa: las autoridades no están haciendo lo suficiente para transmitir información vital en español a cientos de miles de familias latinas en el estado. ¿Se está relegando a los hispanohablantes cuando ocurre una emergencia?
Pandemia sin recursos en español
Cuando estalló la emergencia sanitaria por el COVID-19 en marzo del 2020, no había información vital disponible para personas con dominio limitado del inglés en Carolina del Norte, ni por parte del estado o peor de los condados y ciudades.
Pese a que muchos inmigrantes formaban parte del grupo de los llamados “trabajadores esenciales”, información sobre las órdenes para permanecer en casa, programas de ayuda, acceso a bancos de comida, incluso datos sobre la enfermedad o sus derechos como trabajadores, no estuvieron disponibles en español al inicio de la pandemia.
¿El resultado? Ansiedad, enfermedad y muerte. Algunas ciudades usaron traductores automáticos para dar a conocer información vital durante la emergencia sanitaria, pero la complejidad del idioma y las consideraciones culturales no son siempre tomadas en cuenta por estos servicios automáticos de traducción y difundieron información confusa.
En estos tres años de pandemia, los latinos estuvieron sobrerepresentados en el número de casos de COVID-19 y más de 1,320 latinos murieron con el nuevo coronavirus, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte (NCDHHS).
Ante la presión, las autoridades estatales comenzaron a producir información en español, especialmente con la llegada de las vacunas. ¿Qué pasa cuando se invierte en esta comunidad? Los latinos fueron el gtupo proporcionalmente más vacunada contra el COVID-19 del estado.
Cientos de familias en peligro por ignorar a los hispanohablantes
A finales de enero del 2022 un incendio afectó la planta de fertilizantes Weaver en Winston-Salem. En ese momento las autoridades ordenaron evacuar las viviendas cercanas ante la amenaza de una explosión, pero la información no llegó a las familias que hablan español en el área, quienes permanecieron en sus hogares sin saber que corrían peligro.
Gracias a Dios no ocurrió una explosión, pues una de cada cuatro (25.6 %) personas que viven alrededor del área del incendio son latinas, según el Censo del 2020.
Un año después de este incidente, recién se están dando los primeros pasos para mejorar la comunicación de las autoridades con las familias que hablan español en la ciudad.
Sin planes de emergencia en español
Generalmente, cuando las catástrofes son atendidas por agencias federales, se cuenta con información en español, pero a nivel de condados y ciudades las cosas son distintas.
Winston-Salem todavía no tiene un plan de emergencia para personas con dominio limitado del inglés, en caso de que ocurra otra calamidad como el incendio de la planta de fertilizantes. Tristemente, esta no es la excepción, sino la regla.
A nivel nacional, menos de la mitad (44 %) de los condados cuentan con planes de operaciones de emergencia (EOP) que contemplan accesibilidad a idiomas distintos al inglés, según una investigación del Centro de Manejo de Emergencias y Seguridad Nacional de la Universidad del Estado de Arizona.
La falta de accesibilidad a información vital en idiomas como el español es una bomba de tiempo, pero aún estamos a tiempo de prevenir una tragedia, esto depende principalmente de la capacidad y el compromiso de las autoridades locales para la comunidad a la que sirven.