DOMINGO 27 DE DICIEMBRE DE 2009
w w w . l a p a t r i a . c o m
1
b
Su investigación trata sobre el control biológico en la broca del café. Descubrió dos nuevos enemigos naturales para esta plaga. Esta caldense creció entre cafetales, se especializó en Alemania y ahora trabaja en Kenia (África). Dedicación. Mauricio Díaz redactor/La Patria Manizales
Faltó un tinto. Luego de escuchar hablar a Juliana Jaramillo Salazar sobre su investigación por la que fue galardonada en los Premios Alejandro Ángel Escobar, me di cuenta de que hizo falta una taza de café, producido en estas tierras, para acompañar su relato. Me hubiera gustado verla cómo probaba y disfrutaba lentamente esa bebida negra que resulta de procesar aquellos frutos que tanto conoce y que tanto le apasionan. Y por los que tanto lucha, porque desde que llegó a Kenia en mayo de 2005, tuvo su mirada fija en estudiar y conocer a uno de los mayores enemigos del cultivo del café: la diminuta broca. El pasado miércoles, antes de viajar a Bogotá a recoger su reconocimiento acompañada de su familia, habló con LA PATRIA sobre este logro. Después del saludo pertinente y de una breve explicación del porqué de la entrevista, soltó un “listo, a trabajar”, dejando ver un poco del estricto sentido del trabajo que tal vez perfeccionó durante su estancia de cuatro años en Alemania, donde realizó una maestría y un doctorado en entomología y control biológico en la Universidad de Hannover. - ¿Por qué estudió agronomía? Siempre fui de finca cafetera. Mi papá es climatólogo de Cenicafé y siempre me apasionaron los insectos desde que era muy pequeña, entonces decidí estudiar agronomía con el fin de estudiar entomología. Juliana, de pelo rubio y ojos verdes, recuerda que su papá le mostraba varios insectos en una pared blanca de su finca y le iba diciendo cómo se llamaban. Ella creció encantada con estos animales que a otras personas tanto les desagradan, y luego empezó a descubrir ese mundo tan complejo. “Además el café es mi pasión. Yo digo que mi investigación sobre la broca no es un problema científico sino que es un problema casi personal. El café es como parte mía. Para mí, trabajar en esto no es trabajar, es mi pasión”, agregó. Esta joven de 31 años hizo la tesis de pregrado en Cenicafé y cuando buscaba trabajo o estudio, le resultó una beca con el gobierno alemán.
Quería volver a África y volvió
- ¿Cómo surgió la posibilidad de ir a África? Tuve unos puntajes muy buenos en los posgrados (Suma Cum Laude) y eso me permitió terminar en donde estoy ahora, en Kenia, porque toda mi investigación es sobre el café y esa es su zona de origen y de la broca. Como la única posibilidad de controlar esa plaga es conociéndola, entonces había que ir donde la plaga existe desde hace millones de años. La idea era ir y mirar por qué la plaga no es un problema allá y aquí sí. - ¿Es decir que en África la broca no provoca las pérdidas que se producen acá? Digamos que no las producía. Ahora con el cambio climático, el crecimiento poblacional y la expansión de las ciudades se va perdiendo diversidad de plantas y eso hace que la plaga tome ventaja. Es decir, una plaga no es una plaga porque sí, nosotros la volvemos una plaga. - Dentro de la investigación, usted descubrió nuevos enemigos naturales de la broca que no se conocían Nosotros en la investigación (Volver a África: biología, ecología y control biológico de la broca del café en su área de origen) encontramos dos insectos que son dos registros nuevos para la ciencia. Uno es un hiperparasitoide que es como un enemigo natural, de un enemigo natural de la plaga, y es muy interesante porque nos falta mirar si aquí hay ese tipo de insectos o asociaciones. Y el segundo, que es incluso mas importante, es un predador de la broca en África (ver recuadro), en su área de origen. Había muchos reportes en la literatura y especulación de que existía, pero nadie había encontrado nada. - ¿Cuánto tiempo duró la investigación? Continúa. Ahora tenemos otra fase de unos tres a cinco años en donde vamos a hacer una búsqueda mucho más extensa en más países
La aplicación en Colombia
Según su autora, esta investigación tiene resultados que se pueden aplicar en el país. A corto plazo: El 98% de los enemigos naturales de la broca están en los frutos caídos en el suelo y no en el árbol. Entonces identificar y tratar de aprovechar esos enemigos naturales,para controlar la plaga. A mediano plazo: Introducción del nuevo predador y mirar cómo se puede conservar para que sea un factor más de mortalidad de la plaga. A largo plazo: En los estudios de tolerancia térmica del insecto, hizo unas predicciones sobre qué pasaría si aumenta la temperatura en las zonas de cultivo de café. Si se eleva de 1 a 2 grados, se aumenta el número de generaciones de la plaga por año, el insecto se desarrolla más rápido y por consiguiente resultarán más árboles afectados. Si el aumento es de 5 grados, la predicción es que va a haber una expansión altitudinal y latitudinal de la plaga, ya que el café se va a poder cultivar en más zonas y hasta allá va a llegar la broca. Para reducir este posible efecto, se podría pensar en empezar a cultivar el café como se hace en Etiopía, donde se originó esta planta, donde el grano se cultiva bajo bosques que le dan cierta sombra, lo que reduciría la temperatura en las plantaciones para aumentar la duración del ciclo de la broca.
La científica manizaleña con un un grupo maasai en Kenia.
Un corazón
La manizaLeña JuLiana JaramiLLo SaLazar ganó en LoS PremioS aLeJandro ÁngeL eScobar 2009 Premios Alejandro Ángel Escobar
formado de granos de café ACTUALIDAD
Juliana Jaramillo afirmó que en los últimos meses se ha estado planeando el trabajo a realizar durante los próximos 3 años. “La búsqueda de nuevos enemigos naturales de la broca del café se ha expandido a otros países como Uganda, Etiopía y Tanzania, en áreas remotas donde hay parientes silvestres de Coffea arabica. Esto en colaboración con Kew Gardens y del departamento de agricultura de los Estados Unidos”. Respecto a las expectativas para 2010 dijo: “Se planea continuar con los estudios de efectos de un posible incremento en la temperatura sobre la ecología y comportamiento de la broca, y el diseño de estrategias de adaptación a estos cambios. En colaboración con el instituto Max Planck en Alemania y con apoyo económico del gobierno alemán, estudiaremos la base neuroetológica de la relación entre la broca y la planta de café, con la esperanza de poder desarrollar métodos de control del insecto mas sostenibles y duraderos”. La científica manizaleña, agregó que el sueño es poder aumentar el grupo de trabajo con estudiantes africanos o colombianos de bajos recursos, que puedan hacer su maestría o doctorado en el marco del proyecto.
Este trabajo fue ganador del premio de Periodismo Ciudad de Manizales 2009.
Fueron creados por voluntad de Alejandro Ángel Escobar, amante de las ciencias y ex ministro de Agricultura entre 1950 y 1951, quien al morir en 1953, dispuso que su fortuna se utilizara para el apoyo a la ciencia. Su esposa María Restrepo de Ángel fue la encargada de consolidar esta fundación y sus premios.
Su vida floreció en el continente africano
Juliana vive en Kenia con su esposo, que es alemán, y Flora, su hija de dos años. Flora nació en África y al momento de preguntarle por ella, casi que se le encharcan los ojos y no encuentra la palabra adecuada para expresar lo que siente. “Es… todo, es mi locura, ¡ah! Es el amor... ¡Ah! Con Flora y Josephine (su niñera) he aprendido a querer el lugar donde vivo, a entenderlo. Flora me muestra a África a través de sus ojos. - A uno le mencionan África y se le viene a la mente selva, peligros, guerra... ¿Su estancia allá ha sido tranquila? Es una aventura completa, es la incertidumbre total. En mi investigación hay espacios entre diciembre de 2007 y febrero de 2008, porque no se pudieron colectar datos en el campo por culpa de la violencia política, ya que se empezaron a matar unas tribus con otras como resultado de la elección del presidente de la tribu kikuyu. - ¿Y su familia qué dice de que esté por allá? ¿Les da miedo? Podría vivir en Medellín y estar más distante de mi gente. Hablamos por el Skype y siempre estamos en contacto. Si les gusta, no sé, yo creo que les parece interesante. Y a mí me parece una experiencia increíble, la oportunidad de conocer una cantidad de culturas, de unos aprendizajes diarios no solo en lo científico sino en lo personal. - Es totalmente diferente al mundo occidental... Claro, allá no existe el futuro. En un momento trabajar con ellos fue difícil porque no existen las horas y más después de trabajar en Alemania, donde se tienen que cumplir los horarios y los objetivos ¡ya! y punto. Dos minutos es un retraso horrible (en este momento recuerdo que llegué cinco minutos tarde para la entrevista con ella), es muy difícil hallar un balance porque el tiempo es un recurso ilimitado en África.
Fotos/Cortesía de JuLiana JaramiLLo/La Patria
Juliana en un cafetal en etiopía, centro de origen del café arábigo
de África porque el café tiene dos variedades: el canefora robusta y el arábigo, entonces hay distintas asociaciones de la broca dependiendo de la planta hospedera. - ¿Quiénes conforman su grupo de trabajo? Yo y un asistente de laboratorio. Pero hay algo que a mí me ha dejado una enseñanza muy grande es que cuando uno quiere hacer ciencia, uno debe amar profundamente lo que está haciendo y tener muchos amigos. Por ejemplo, mi proyecto tiene muy poca financiación y si yo no tuviera una cantidad de gente que es apasionada por esto y que me ayuda, yo no hubiera logrado lo que he logrado. A Charles, mi asistente, un muchacho keniano que en seis meses aprendió absolutamente todas las técnicas, también le debo mucho, porque tuvimos que comenzar desde cero. Solo la metodología para hacer los experimentos se tardó un año y medio.
- ¿Como era la labor de campo? Nosotros tenemos sitios con toma diaria de datos. También tratamos de hacer una labor social con este cuento, porque en Kenia les pagan 20 shillingss por un kilo de café (un dólar son 74 shillingss). Eso es nada, entonces les pagamos 10 veces el valor del kilo de café, así hay muchos nativos que nos ayudan. Esta colaboración con la gente fue la que nos salvó en el peor momento de violencia política.
*** Hace 8 meses que Juliana no venía a Manizales, pero afirma que cada vez que regresa, ve la ciudad más bonita y cambiada. Y sobretodo, la emociona estar en medio de tanto verde y con tanta agua. La entrevista termina y se despide amablemente pues debe ir a alistar su maleta para recibir el premio en Bogotá. Al verla partir no lo pensé, pero ahora que escribo estas líneas, solo lamento una cosa: no haberle preguntado cómo le gusta tomar su café.
El predador de la broca
Los estudios previos hechos sobre broca (Hypothenemus hampei) en África se dedicaban a recoger muestras e irse del continente. Pero la planta del café es un sistema muy complejo que necesita de estudio diario para entenderlo. Juliana Jaramillo Salazar explica cómo fue el proceso de hallar al depredador de la broca. “El Karnyothrips flavipes es un insecto carnívoro muy pequeño que vive dentro de las cerezas del
café. Yo estaba analizando otro enemigo natural de la plaga cuando empecé a ver una cantidad de estos insectos dentro de los granos y me pregunté que hacían ahí. En pruebas de laboratorio les puse huevos de broca y se los empezaron a comer, entonces seguimos con más experimentos y lo mandamos a identificar a EE.UU. y resultó que es un predador nativo de África pero que tiene distribución cosmopolita”.