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creación y vida

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Diálogo epistolar con Álvaro Mutis

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Producción médicocientífica en Caldas

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El centenario del Centro de Historia de Manizales

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Publicaciones

Paulo Andrés Olarte vanguardia en el tiple colombiano

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ENTREVISTA

ENTREVISTA

Conversación en París, en la primavera de 2009

Diálogo epistolar con

Álvaro Mutis “Lo único que pediría es una comunión con el erotismo delirante, trópico y herejía que deseo flote en el ambiente de la Mansión...”

“Bolívar era un guerrero romántico, un señorito afrancesado” “Encuentro que lo que se está haciendo en Colombia prolonga noblemente lo que se intentara en generaciones anteriores. Seguimos siendo un país de poetas, narradores y prosistas de una calidad consistente y una continuada devoción literaria” (Frases de Álvaro Mutis)

Julio Olaciregui* - Papel Salmón

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n los patios de Barranquilla comenzamos a leer al gaviero Álvaro Mutis al retorno de una furiosa adolescencia, como dice un verso de “Amén”, en los años 70, entrando con pasión en la naturaleza de sus poemas y relatos, en la tierra caliente de sus hospitales de ultramar y sus ambientes fluviales y marítimos.

El escritor y periodista barranquillero Alfonso Fuenmayor se carteaba con Mutis y recibía en el buzón del diario El Heraldo, del cual era subdirector, los paquetes de libros que él le mandaba desde México.

Fuenmayor me prestó en esos días La mansión de Araucaíma, del “viejo” Mutis, como le diríamos después en Bogotá, en veladas con los escritores Roberto Burgos Cantor y Arnulfo Julio Jiménez, para diferenciarlo del otro poeta Mutis, Santiago, su hijo.

Desde entonces quedé deslumbrado, busqué sus otros libros, tuve la

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suerte de acercarme a él, y deseoso de ahondar el placer le envié por correo a México, en donde vive, unas preguntas sobre su vida y su obra.

Eso fue a fines de los años 80, aún vivía Alfonso Fuenmayor.

Esta entrevista, que Álvaro Mutis respondió a máquina en ocho folios, se traspapeló con los viajes. Hace poco la hallé en el fondo de una caja. ¿Qué diferencia hace usted entre prosa y poesía?

Ninguna. Por el contrario, en prosa a menudo avanzo sobre ciertas impresiones, sobre ciertas imágenes que no acaban de dar toda su dimensión en la poesía y viceversa. Hay textos en prosa en mi Summa de Maqroll el Gaviero en donde la imaginación y la materia misma sirven más eficazmente mi poesía que en los poemas que los acompañan... ¿Cómo fue el experimento de esos poemas suyos llamados Lieder?

Los Lieder en que estuve trabajando hasta hace poco fueron un intento de crear una poesía inspirada un tanto en la atmósfera esencialmente lírica de las baladas medievales y provenzales...

Sólo lo logré cabalmente en dos o tres Lieder, después se fue colando en ellos mi habitual, mi cotidiano rebaño de temas, demonios, nostalgias y sueños y se acabó el experimento. Se ve esto muy claramente en los Lieder que publicó hace unos meses ECO, en su número 186, allí aparecen ya textos que nada tienen que ver con mi intención original. Era un experimento al alto vacío que no podía resultar, como era obvio, pero precisamente en virtud de esa libertad que tiene el poeta -el ejercicio de la poesía es el sumo y absoluto ejer-

Luis Buñuel (izquierda) y Álvaro Mutis (derecha). Foto de Jesse Fernández, publicada por Santiago Mutis en Poesía y prosa de Álvaro Mutis, edición de la biblioteca básica de Colcultura que Santiago Mutis dirigió.

Foto/Jesse Fernández/Papel Salmón

cicio de la libertad, lo importante es cómo se use esa libertad y hasta dónde se llegue con ella- me lancé por ese camino para ver a dónde salía. Fracaso.

Siempre regresa uno a su corazón y a sus asuntos, para citar erróneamente a Miguel Hernández.

Simón Bolívar es el personaje de su relato “El último rostro” que luego inspiró a Gabriel García Márquez para escribir El general en su laberinto ¿qué le interesa en Bolívar?

Bolívar me ha interesado siempre.

Hace doce años vengo trabajando en una narración sobre sus últimos días de vida. Primero lo intenté como monólogo y fracasé. No tengo suficiente madera de novelista para entrarle al quite a esa prueba. Luego intenté varias formas en las que fracasé igualmente.

Al fin escogí el truco del diario de un oficial polaco que llega tardíamente a ofrecer sus servicios al Libertador y, conmovido por la soledad y el olvido en que ha caído el héroe resuelve quedarse a su lado hasta cuando este muera.

Un largo fragmento aparecerá en breve en España en el tomo de narraciones mías que lanza Seix Barral. Me interesa el aspecto de señorito afrancesado e insolente de Bolívar, junto con sus capacidades de soñador y su romántica condición de guerrero tantas veces derrotado. Además, nos conocía tan bien Bolívar, pero tan bien, que leer sus car-

tas es siempre una lección de impresionante actualidad. ¿Se siente usted un exiliado allá en México?

Sí, claro que me siento exiliado en México y ya lo dije y expliqué en un poema mío que se titula precisamente “Exilio”. Cada hora, cada día, cada año me siento exiliado. Pero lo triste del caso es que ya he echado allá raíces que me impiden tornar a Colombia en donde, por lo demás, siempre siento un cierto tufillo de exilio cuando permanezco en ella por más de una semana. De lo que estoy también dolorosamente exiliado, y para siempre, es de un lugar del Tolima en donde mis abuelos maternos, y luego mi madre, tuvieron una hacienda de café y caña llamada ‘Coello’. Ese exilio sí es irremediable y terrible pero de él acaba manando siempre la savia de la que se nutre cada palabra que escribo. Tan terrible es este exilio que una crecida de los ríos Coello y Cocora, que confluían al pie de la finca, arrasó con todo... por fortuna.

Tiempo para escribir

¿Cómo es su disposición para escribir?

Escribo principalmente en los hoteles y en los aviones. En ambos lugares gozo de esa neutralidad y de esa disponibilidad gratuitas del tiempo, indispensables para mí cuando quiero

escribir. Recuerdo mucho que trabajando un ‘Lied’ mío, el del tiempo, por más señas, parece que el jet estuvo en una emergencia grave de la cual me enteré más tarde por la sobrecargo que, con un terrible acento de Hamburgo, me preguntó ‘¿A quién le escribía Usted que no se dio cuenta de nada?’

Escribo sin plan alguno, sin constancia alguna y venciendo una pereza abrumadora. Cuando releo, lo que escribo me produce náuseas y tengo que dejarlo reposar para poder pulirlo y darle forma final. Me invade un gran escepticismo, un avieso sentido de la inutilidad y vanidad de toda palabra escrita que se aúnan muy sospechosamente con mi pereza. Cuando logro vencer todos esos factores adversos me lanzo a emborronar cuartillas, primero a mano y, luego, en la corrección final, a máquina. Cuando entro en las librerías y contemplo la abrumadora cuota de literatura de fin de semana y de otros géneros menos confesables, me vuelve la convicción de lo inútil del acto de sentarse ante una cuartilla en blanco para acabar compitiendo con montañas de basura. Y para quienes cultivan la poesía, la vanidad de esta labor adquiere ya proporciones colosales. He dicho ya en varias ocasiones que los poetas debiéramos dedicarnos al ‘samiszdat’, escribir nuestros poemas y enviarlos en multicopias a los pocos amigos y colegas a quienes pueda interesarles nuestra obra. Piensa que hace ya 25 años apareció mi libro Los elementos del desastre, publicado (en 1953) por Losada en Buenos Aires en su colección “Poetas de España y América”, al lado de Nerusa, Alberti, Salinas, Cernuda.

Eran tres mil ejemplares y aún tienen las agencias de Losada en bodega buena parte de la edición.

lograda más peligrosa y difícil, de un gran quehacer, que tienen nuestras letras. Tiene Mejía Vallejo esa rara facultad de la que son dueños sólo los grandes escritores: todo lo que nos cuenta lo creemos con plenitud inapelable. Además lo que escribe está respaldado por una vida plena, ejercida según los dictados de un corazón generoso y aventurero... ya se verá algún día la talla de este escritor formidable que los colombianos no hemos sabido apreciar.

Creo que hay un trabajo importante y perdurable de los jóvenes de mi patria. Elkin Restrepo, Darío Jaramillo Agudelo, Juan Gustavo Cobo Borda, Giovanni Quessep, son poetas que me interesan muchísimo, que leo con creciente placer y a los que me siento secreta y estrechamente vinculado por los más ciertos e infalibles vasos comunicantes de la poesía. En el relato, Óscar Collazos, Umberto Valverde -una reedición de Bomba Camará la encuentro indispensable-, Policarpo Varón, Nico-

lás Suescún y Daniel Samper Pizano son creadores de probado talento. De Daniel Samper Pizano leí hace algún tiempo en ECO dos relatos magistrales: uno narra, en una prosa de eficacia impecable, un malestar gástrico de un Cardenal colombiano y el otro, no menos logrado, las experiencias de unos jóvenes en un cine de Bogotá.

Seguramente se me quedan sin mencionar algunos nombres, es la implacable injusticia de las enumeraciones; pero en resumen, encuentro que lo que se está haciendo en Colombia prolonga noblemente lo que se intentara en generaciones anteriores. Seguimos siendo un país de poetas, narradores y prosistas de una calidad consistente y una continuada devoción literaria. Sin llegar, por fortuna, a lo de Atenas de Suramérica, mote que siempre iba paralelo con el de “Suiza del continente” por nuestro respeto a las leyes y la apacible bondad y corrección de nuestras gentes. Ahora tengo la impresión de que han cambiado un tanto las cosas.

Orígenes de La mansión de Araucaíma

Poetas y narradores

¿Qué escritores colombianos contemporáneos conoce?

Cuando conocí a Manuel Mejía Vallejo hace tres años en Cali me pareció reencontrar alguno de mis numerosos primos de Pácora, Salamina, Sonsón o Manizales. Todo lo que dijo y cómo lo dijo forma parte de una herencia, de una esencia que se confunde con mi vida, con lo más definitorio de mi ser, que me nombra y contiene y en medio de la cual vivo como en un agua nutricia y generosa. Como escritor lo admiro inmensamente. Yo creo que Aire de tango es el libro más audaz, la prueba

Relación con el cine

En la entrevista de 1978 Mutis hablaba de su relación con el cine.

“El cine es un arte secundario, me decía hace unos días entre en broma y en serio Gabito con su aire pontifical e insolente. Pues si vieras que no le hace falta razón. No conozco La obra de arte del cine. Lo que más se acerca es, para caer en la lista de marras, El acorazado Potiemkin, lo mejor de Kurosawa y el Citizen Kane de Orson Welles. Pero es que hay artes de segunda con las que se goza mucho y que sirven para removerte y fertilizarte el subsuelo de la imaginación y de la capacidad de crear.

Gozo mucho los Westerns. Todos. Los thrillers hechos en USA a menudo llegan, por otro lado, a la perfección absoluta. Sigo siendo un cinéfilo inveterado; admiro ahora muchísimo a los húngaros, a los polacos, al joven cine alemán ¿Viste ya Szymbad, la película húngara? ¿O la Salomé de Schroeter? ¿El Aguirre de Herzog? Muy bello esto, muy perdurable y hondo, muy inquietante... la poesía se puede desplazar, puede rebasar los meros límites de la palabra para teñir con su aura lugares e imágenes, momentos de la vida y citas al azar.”

Álvaro Mutis (izquierda), Fernando Botero (centro) y Gabriel García Márquez (derecha).

Foto/Tomada de http:// www.ciudadviva. gov.co/noviembre07/ magazine/1/Papel Salmón

El impacto gozoso que me produjo la lectura de La mansión de Araucaíma jamás desapareció y ahora lo asocio con películas que vi en esa época, El Satiricón de Fellini, Belle de jour, de Buñuel o La naranja mecánica de Stanley Kubrick.

Diez años después, hallándome en París, donde jugaba el papel de aprendiz de escritor colombiano en un “cuarto de sirvienta”, aferrado al estudio de la literatura -como el náufrago a esa roca salvadora evocada por Kafka en su diario-- resurgió La mansión y su estimulante subtítulo: Relato gótico de tierra caliente. ¿Qué era eso?

Le había dado el libro al cineasta inglés Philip Priestley quien, entusiasmado, deseoso de adaptarlo, me incitó a escribirle al poeta pidiéndole autorización para filmarla, algo que logró realizar el caleño Carlos Mayolo en 1986 PS *Periodista. Director del área de español de la agencia de noticias France Presse -AFP-. iolum6@hotmail.com

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Una mayor afinación es lo que se busca con los cambios a un tiple tradicional. Los avances de la tecnología de la guitarra folk pueden ser una influencia para el tiple. Necesitaba un sonido más redondo, más definido. Proceso.

Gloria Luz Ángel – Papel Salmón

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esde los siete años, Paulo Andrés Olarte se inició como tiplista. Cuando estaba en la escuela, el maestro Guillermo Ceballos, a quien le tiene un inmenso cariño, lo integró a él y a sus hermanos Alexander y Álvaro (q.e.p.d.) a la Fundación Rafael Pombo. Ceballos les enseñó tiple y bandola y su padre continuó esa enseñanza. “Fue por el maestro Ceballos que conocimos y aprendimos la música andina colombiana. Mi papá, Orlando Olarte es músico y en ese momento era director de la Estudiantina Fósforos El Rey, pero él nunca se imaginó que nos interesáramos por la música y el tiple. Un día, él le colocó las cuerdas a la bandola que había en mi casa y empezamos a tocar, entonces nos preguntó dónde estábamos aprendiendo, y le respondimos que con el maestro Ceballos. A partir de ahí mi papá nos siguió puliendo, pero nuestros inicios fueron en la Rafael Pombo. El tiple siempre estuvo ahí; pero fue cuando nos unimos en Palosanto mi hermano Alexander, Raúl Fernando Madrid y yo, que decidí ser tiplista”, dijo Paulo Andrés Olarte.

Papel Salmón habló con él sobre el tiple y los cambios que le ha realizado a este instrumento para hacerlo más versátil.

El tiple tradicional

¿Cuál es el origen del tiple? Éste tiene origen en un instrumento antiguo que se llama el timple canario, de las Islas Canarias. Timple, en términos técnicos, significa agudo o tiple que es lo mismo. También viene como herencia de una guitarra antigua que era de diez cuerdas, si no estoy mal. Es un instrumento que ha evolucionado a través de los años. Las primeras formas de tiple que se encontraron en Colombia entraron por Santander, con la gente de la burguesía que lo implementó, y fue adaptándolo hasta llegar al tiple colombiano. Básicamente era un híbrido entre la guitarra y un instrumento que era de cuerdas dobles pero afinado octavas arriba (octava son las ocho notas de la escala musical).

El tiple normalmente tiene cuatro hileras y a cada una de ellas se les llama orden que tiene a su vez tres cuerdas. Esas tres cuerdas viene una en el centro, denominada bordón y suena más grueso, y las otras dos son las de los extremos llamadas requintillas, que están afinadas una octava hacia arriba de ese bordón; el primer orden está compuesto por tres requintillas (sin bordón).

(Nota: En adelante, nos referiremos a los órdenes como cuerdas).

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MÚSICA Un instrumento que evoluciona mirando a la guitarra FolK

tradicional se me confundían todos los sonidos porque no podía controlar el bajo. Con éste, el bajo se oye muy claro y la melodía va aparte.

Con este tiple creo que logré mucho como instrumentista porque aproveché la técnica del instrumento a favor del arreglo.

Paulo Andrés Olarte

¿Entonces este tiple ya no es sólo para acompañar?

Lo que hemos intentado lograr con el tiple es ponerlo en otro plano, no que sea siempre el instrumento armónico, sino que también tenga un papel protagónico.

El tiple en sus inicios era un instrumento de fiesta, era utilizado para lo que comúnmente se llamaba la ‘zurrungueada’, era el instrumento de la alegría. Después, el maestro Gonzalo Hernández, de los Hermanos Hernández de Aguadas, fue quien empezó con los solos de tiple y lo siguió Pacho Benavides.

vanguardia en el tiple colombiano Tras un instrumento con mejor sonoridad

¿Qué lo llevó a querer hacerle cambios?

Dentro de la investigación que he hecho con el tiple para darle una nueva sonoridad, un concepto más internacional, empecé a buscar primero que fuera afinado, que por lo menos en la zona de los agudos, que es tan delicada en los instrumentos de cuerda, obtuviera un sonido más limpio por los arreglos que teníamos con el trío Palosanto. Cuando fui a Ginebra (Valle del Cauca) a trabajar, me encontré con un luthier, el maestro Tobías Bastidas de Sevilla (Valle del Cauca), pero está radicado en Armenia (Quindío). Le dije que quería encontrar la forma de afinar el tiple y que tenía más o menos la idea de lo que quería, pero que necesitaba que él como constructor y luthier me dijera si se podía o no. ¿Cuál fue la transformación?

El sistema anterior consistía en el mismo apoyo para todas las cuerdas sobre el hueso (pequeña lámina de hueso ó pasta con ranuras sobre las que se encarrilan las

cuerdas y que está ubicada en la pontezuela o puente). Lo que hicimos fue compensar la diferencia de equilibrios. Empezamos a buscar y encontramos que la cuerda más gruesa tenía que estar más atrás y la siguiente más adelante. En los otros diseños que hicimos le pusimos huesos independientes y retrasos independientes a cada cuerda, entonces por fin logramos tener un tiple afinado.

La física del tiple no permite tener una afinación temperada (afinación exacta) porque en cada orden están mezcladas cuerdas de diferentes calibres. Lo que se busca con la afinación es que las octavas suenen afinadas.

El primero que desarrollamos con Tobías, quedó con un sonido muy sordo, muy medioso (o sea resaltando más los registros medios), y continuaba con problemas de construcción.

Cuando una persona piensa en un tiple se imagina que es una guitarra chiquita, pero yo pienso que su construcción está basada en los modelos de la guitarra folk norteamericana tradicional que es de cuerdas de acero como las del tiple. El tradicional tiene un soni-

Un instrumento folk con sonoridad de tiple, pero tiple al fin.

Fotos/Freddy Arango/Papel Salmón

do nasal por ser un instrumento pequeño, con diseño basado en la guitarra española que es de cuerdas de nilon, pero no habíamos contemplado la posibilidad de que los avances de la tecnología de la guitarra folk pudieran ser una influencia para el tiple. Le planteé a Tobías que el diseño del mío fuera como el de la guitarra folk, teniendo en cuenta unos detalles de construcción diferentes. Empezamos a hacer experimentos, pero realmente Tobías se dedicaba más en ese momento a otros instrumentos de cuerda. A esos tiples los llamamos los Frankestein porque eran experimentos de laboratorio. Los primeros Frankestein que hicimos basados en la guitarra folk se torcieron porque el diseño de la tapa no era bueno y por eso llegamos hasta ahí en la investigación con él. ¿Cómo se logró el tiple que tiene ahora?

Hace un poco más de un año me encontré en el Festival Mono Núñez de Ginebra, con el maestro Diego Valencia, un luthier muy joven de Dosquebradas (Risaralda), quien había trabajado con guitarras y bajos eléctricos y tenía muy buena fama por ellos. El primer instrumento que me mostró fue un bajo que tenía problemas de horma, pero muy bien hecho. Luego, cuando había perfeccionado su técnica de construcción, le dije que quería que me hiciera un tiple, él aceptó y me lo regaló porque quería que yo lo probara. Le dije que lo primero que quería es que fuera un tiple con la construcción folk y me mostró el catálogo de las guitarras folk para que escogiera la que me gustara. Me dio muchas opciones de construcción. Me mostró los planos, las fotos del tiple y cuando vi la maqueta me pareció maravilloso.

Un día, cuando empecé a tocar un tiple normal al que le faltaban dos cuerdas pensé que la solución para la afinación del tiple era quitarle una cuerda a cada orden, porque entre menos cuerdas se tienen, más posibilidades hay de afinar. Entonces, le dije que me lo fabricara de ocho cuerdas y que hiciéramos la compensación de los huesos de las cuerdas que tenían entorchadas, es decir la segunda, tercera y cuarta y que la primera se dejara libre. Todavía está en la etapa experimental, pero hace parte del proceso de evolución del mismo. La sonoridad cambió totalmente, con solo construirlo como la guitarra folk y es grande en comparación con los otros porque tiene un sistema de barras cruzadas que es diferente a la guitarra española, que es en abanico. Su soporte es mucho más firme, más fuerte.

¿Se pueden interpretar otros géneros con el tiple?

He intentado ir un poco más allá. En general sí se ha marcado el tiple solo como un instrumento de música andina colombiana, pero varios tiplistas hemos intentado que sea un instrumento más internacional y hemos abordado repertorios de tango, jazz, música clásica, de música barroca.

Satisfacción

El secreto del equilibrio tímbrico está en la construcción de la caja armónica que es más grande que en el tiple tradicional.

Diego construye instrumentos eléctricos y sabe que como está construido el tiple tradicional, no funciona, porque es pensado como la guitarra española que también tiene un solo hueso. ¿La madera con que está hecho influye en su sonoridad?

Cada tipo de madera da una sonoridad diferente por los poros de la misma, cuando son más porosas dan un color y cuando son más rígidas, dan otro. Para un tiple se usa palosanto, que es diferente al que se quema.

La madera de este tiple es ciprés, con la que se construyen las guitarras españolas. En investigación en maderas, la guitarra española ha avanzado mucho, los españoles son expertos en eso. Diego tenía ésta en el inventario de sus maderas. Pero también lleva palosanto, cedro y pino abeto.

Mayores posibilidades

¿Es difícil puntear un tiple tradicional?

Creo que cada instrumento tiene su dificultad y sus facilidades. En el caso del tiple tradicional es muy fácil rasguear y suena lleno, este suena más vacío. Lo que he intentado con éste es quitarle tanto sonido que hacía que se confundiera con la guitarra y la bandola. Siempre peleaba con el sonido del tiple, no era lo que quería y eso me llevó a buscar uno nuevo, porque necesitaba un sonido más redondo, más definido. Por ejemplo, hay un tema de Astor Piazzola, una milonga que se llama Libertango, cuando intentaba interpretarla con el tiple

¿Quedó contento con el resultado?

Romper un paradigma es muy difícil y decirle a la gente que éste es un tiple, responden que es otra cosa.

Yo les digo que suena como un tiple, se toca como un tiple, entonces es un tiple de ocho cuerdas que es mi gusto personal. Si los tiplistas quieren buscar un instrumento que se acerque a la vanguardia de los instrumentos tienen que buscar el camino de la guitarra folk y no de la española. Que lleve doce u ocho cuerdas no es tan importante como el diseño que debe ser diferente.

Por su parte, Diego se siente feliz porque ve que el instrumento está evolucionando. Además, él cambió la forma de hacer los instrumentos porque el sistema de construcción de la tapa es de guitarra folk, o sea que ya no utiliza los abanicos, sino las transversales o sea el sistema cruzado. Ahora todas las tapas armónicas de los tiples que Diego hace son así y suenan super bien. Creo que lo único que le falta a él es que el tiro de los tiples que hace sea un poquito más largo para que queden con más tensión. Lo que pasa es que no es lo mismo tener ocho cuerdas a doce, por eso lo primero que le dije es que si íbamos a tener ocho cuerdas había que aumentar la tensión para compensar la falta de las otras. *** Paulo Andrés Olarte hoy no solo hace parte del trío Palosanto sino también está con Ensamble Cruzao, grupo en el que lleva pocos meses trabajando, donde toca música colombiana y venezolana con su nuevo tiple que le permite interpretar pasillos, bambucos o merengues venezolanos, sin que el sonido de las notas que le arranca se confundan con los demás instrumentos, además de darle rienda suelta a su creatividad y exigencia como el gran músico que es PS

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REVISTAS Y MEDICINA

HISTORIA

Una revisión a la literatura médica publicada en la década de 1930 en Caldas. Una importante revista que llenó espacios académicos y asistenciales. Un preámbulo a la Facultad de Medicina de la Universidad de Caldas. Tradición escrita. Historia.

En sus principios, el Centro empezó a consolidar el alma caldense y a recoger el acervo cultural del nuevo departamento. Su obra se condensó en la revista Archivo Historial. Hoy es una entidad trashumante. Pasado y presente.

Jorge Raad Aljure** - Papel Salmón

Alfredo Cardona Tobón* - Papel Salmón

Revista Médica

Producción médico- científica en Caldas* M

anizales a diferencia de Bogotá, Medellín y Barranquilla para no mencionar sino tres ciudades importantes, no ha tenido publicaciones médicas constantes. En la capital de la República la Academia Nacional de Medicina; en la capital de Antioquia, la revista de la Universidad de Antioquia y la publicación de la Academia de Medicina de Medellín y en la capital del Atlántico, el Heraldo Médico, han continuado con sus órganos de difusión científica. Han surgido nuevos títulos para llevar la información académica a los profesionales de la región, del país y del exterior.

En la capital de Caldas, han surgido publicaciones médicas de aparición fugaz si se compara con el tiempo que han persistido otros medios de difusión de aspectos médicos y de salud en general.

A principios del siglo XX, circulaba Revista Médica a cargo de la Sociedad de Medicina de Manizales. Se recuerda que en 1929 circulaba la revista Glosario Médico dirigida por los médicos Santiago Londoño y Jorge Luis Vargas H., como un órgano de difusión de la Clínica Santa Inés. Posteriormente apareció la Revista Médica, en su segunda etapa, que se distribuía en 1935 bajo la dirección de los médicos Néstor Villegas Duque, fundador del Hospital Infantil, y Jaime Robledo Uribe, como instrumento científico de la renovada Sociedad de Medicina de Manizales. Luego, la Facultad de Medicina de la Universidad de Caldas, editó su revista Caldas Médico bajo la responsabilidad de los decanos de turno.

Al final de la década de los años sesenta un grupo de estudiantes sacó temporalmente Informe Médico. El Colegio Médico de Caldas en unión de la Academia de Medicina de Caldas, la Facultad de Medicina de la Universidad de Caldas y

el Servicio de Salud de Caldas dieron a la luz Medicina de Caldas, desaparecida injustamente por culpa administrativa y de varios médicos.

Ahora sólo tiene circulación regular la revista Archivos de Medicina que fundaron en la Facultad de Medicina de la Universidad de Manizales y que representa a la Facultad de Ciencias para la Salud.

Artículos de 1935

Hurgando recientemente en la biblioteca del recordado Maestro Félix Henao Toro, 1902-1980, aparecieron cinco números continuos y originales de Revista Médica, publicados hace 76 años.

Los temas y los autores del número uno, como en todos, no dejan de asombrar: Ictericia Hemolítica por el médico Julio Zuloaga G., fundador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Caldas, 1951; Síndrome de Jersild escrito por el médico Roberto Restrepo; Tuberculosis de la conjuntiva por el doctor Julio Ángel; una caricatura de Ricardo Jaramillo Arango, y Bubón Tropical por el doctor L. E. González O., de Pereira.

Funestas consecuencias ha causado y está causando el cultivo del café por el médico Juan Antonio Toro U., un trabajo que llamaba la atención sobre la anemia tropical causada por los pa-

rásitos Ancylostoma duodenale,1838, y Necator americanus,1902, relacionados estrechamente con la mala disposición de excretas, las características geográficas y climáticas de las plantaciones de café y la ausencia de zapatos en quienes frecuentaban estas tierras. Ahora es un parásito casi erradicado. A propósito del bismuto por el médico Abelardo Arango y Arango.

Algunas consideraciones sobre nuestra epidemia de rabia por el Maestro Enrique Mejía Ruíz, quien describe los casos de rabia canina en Antioquia en 1932. Posteriormente, un caso presuntamente en Pácora, Caldas, y luego en Manizales. Es admirable como siguió en sus procesos de investigación un método científico, usado todavía hoy en términos generales para investigar la presencia del virus rábico en animales aunque el manejo epidemiológico haya cambiado.

El doctor Mejía ocupó un sitio de liderazgo en la Universidad de Caldas, al ser cofundador y decano de la Facultad de Medicina de esta universidad y luego su rector.

En el número cuatro se encuentra ¿La sal de Zipaquirá causa degeneración de nuestra raza? por el doctor Ricardo Jaramillo Arango, donde es interesante como denunciaba la falta de yodo de la

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conocida sal de mina y su importancia en la génesis del bocio. Posteriormente, el gobierno yodó artificialmente la sal y se les dio a los colombianos un suplemento necesario en su dieta. Otro artículo: Síndrome coleriforme ascaridiano por el doctor Néstor Villegas, y Los tumores de la vejiga y la cistoscopia por el doctor Andrés Patiño G. En el quinto: Epilepsia y heredo -alcoholismo. Un caso de medicina forense por el médico Jaime Robledo Uribe, y una caricatura del doctor Rafael Henao Toro.

Como se puede apreciar esta era la medicina que se ejercía en Caldas y la temática sobre la cual escribían importantes médicos que tenían un lugar preeminente entre la sociedad caldense. Casi todos estuvieron vinculados desde 1952 a la Facultad de Medicina de la Universidad de Caldas.

Hoy estos temas pueden ser actualizados desde cualquier parte del planeta mediante la utilización de los sistemas electrónicos de difusión masiva, con contenidos abiertos sin costo alguno al público, otros mediante pagos definidos y otros restringidos a grupos especiales. *** Lamentablemente durante muchas décadas la tradición oral, que se ha perdido en el tiempo, primó sobre la documentación escrita, pero los ejemplos mencionados son la demostración que podían existir alternativas a la comunicación que los médicos tienen la obligación moral de hacer el bien de la sociedad, al menos, en donde ejercen PS *Textos de: Historia de la Medicina de Caldas, del mismo autor. **Profesor Titular de la Universidad de Caldas. Miembro de Número de la Academia de Medina de Caldas.

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Una magna recordación

El centenario del

Centro de Historia de Manizales

os ingenieros trabajamos con la causa raíz para identificar el origen de la inseguridad, de los defectos, los sobrecostos y las fallas.

Para esto utilizamos registros, datos, cuadros e información que nos permiten visualizar las tendencias y dirigir las acciones futuras mediante análisis, probabilidades y ejercicios simulados que nos muestran las situaciones posibles.

Todo lo anterior lo hace la historia moderna acompañada de una visión del medio y de la gente que no tienen los ingenieros. El desconocimiento de lo que pueden hacer los historiadores ha llevado a creer que son una especie anacrónica, atiborrada de fechas y de intimidades de viejas chismosas.

Cien años después

La Historia en nuestro medio

Recién creado Caldas con pedazos de cuatro departamentos, los dirigentes manizaleños, que en ese entonces constituían una clase superior al pueblo raso, vieron que era fundamental crear una identidad que no existía y dar una visión que congregara a la gente y la concitara para el trabajo por Caldas.

Fue entonces cuando José María Restrepo Maya, Tomás Henao Jaramillo, Emilio Robledo, Jesús María Guingue, Juan Bautista López, Aquilino Villegas y otros notables conformaron el Centro de Estudios Históricos de Manizales que empezó a consolidar el alma caldense y a recoger el acervo cultural del nuevo departamento.

La obra del Centro de Historia se condensó en su revista Archivo Historial que orientó durante varios años el historiador santandereano Enrique Otero D’Acosta, cuyo paso por Manizales dejó profundas e imborrables huellas.

Aunque el Centro de Historia de Manizales estuvo ligado con todo Caldas quizá su nombre debió ser el de Centro de Historia de Caldas para que sirviera de enlace con los pereiranos y con los intelectuales de Armenia y del resto de un departamento dislocado cultural y geográficamente.

Los avatares del Centro de Historia de Manizales

Hasta fines del siglo XX fue un recinto cerrado y

toria, que con la dirección primera del Doctor Tulio Gómez Estrada y el concurso posterior de Juan Bautista Jaramillo, el Pbro. Gonzalo Sánchez y Doña Mercedes Berrío funcionó unos pocos años y se marchitó como el primer Centro de Historia.

En 1985 la Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales y el periódico LA PATRIA convocaron a viejos socios y a otros personajes interesados en la historia y empezó la tercera etapa de la institución, con el Doctor Hernando Alzate López en la presidencia y el historiador Albeiro Llano como vicepresidente.

Ya van 26 años de labores. La lucha del Doctor Alzate fue un pugilato contra el desinterés de los gobernantes, la ausencia de las universidades que hablan de compromiso con la región y la falta crónica de recursos de funcionamiento. Pese a todo se reanudó la publicación del Archivo Historial, se democratizó el Centro y de nuevo está retomando el liderazgo cultural que tuvo en sus primeros tiempos.

Archivo Historial, No. 57, de abril de 1998, revista del Centro de Historia de Manizales.

Foto/Cortesía Alfredo Cardona/Papel Salmón

exclusivo, un Olimpo adonde solamente llegaba la flor y nata de los intelectuales locales y cerrado a quienes por familia o situación social no ocupaban las encumbradas posiciones académicas o burocráticas. Ello anquilosó al centro que feneció tras una corta vida de dos décadas.

En 1963 el director del Centro Colombo Americano, Señor John F. Drake, resucitó al Centro de His-

Desde el año de 2007 está al frente del Centro de Historia de Manizales el Señor Vicente Arango Estrada, como vicepresidente el historiador Albeiro Valencia Llano y desempeña la secretaría con lujo de competencia el ingeniero Germán Hoyos Salazar.

Los objetivos siguen siendo los mismos de los fundadores y su concurso es aún más apremiante que a principios del siglo XX, en 1911, pues la identidad caldense falta por consolidarse y ahora tenemos un Manizales fragmentado, ya que al raizal se le suma el vasto sector de recién llegados que no conoce la ciudad, no la siente suya y aún no está comprometida con ella.

Infortunadamente en esta nueva época el Centro de Historia, como ya se dijo, carece del apoyo oficial y universitario. Jericó, Sonsón, Buga… para no citar ciudades más grandes, miman a sus Centros de Historia que irradian pertenencia y viejas glorias; no más aquí cerca, en Pereira, las autoridades municipales le han cedido a la Academia Pereirana de Historia una vasta área en el edificio cultural de Ciudad Victoria, con oficina, biblioteca y salón de conferencias con modernos equipos.

En cambio, en Manizales, por donde algún día pasó el meridiano cultural de Colombia, el Centro de Historia es una entidad trashumante que acaba de ser desplazada de un modesto salón de la Universidad de Caldas y funciona arrimada en el edificio de la Sociedad de Mejoras.

Hay dinero para ferias y festivales, para damnificados y para orden público, pero no lo hay para el Centro de Historia de Manizales. Esperamos que el próximo alcalde de esta ciudad tenga algún compromiso y sensibilidad cultural para que entienda que no solo se vive de pan y de circo y que solo enderezamos el futuro con las bases que consolidemos en el presente al indagar el pasado PS *http://www.historiayregio.blogspot.com

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PUBLICACIONES en estantería Todo el amor buscando mi corazón

Las Ediciones COMOARTES (Madrid / México DF) y la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica (CIINOE) publicaron de manera virtual el libro de Maruja Vieira, Todo el amor buscando mi corazón. Antología poética 1947-2010. Es una selección de los escritores Francisco Garzón Céspedes y José Víctor Martínez Gil, en su Colección “Los Libros de las Gaviotas”. “El concepto del amor de Maruja Vieira, como permanencia, engrandece la condición humana, y la belleza de sus versos y ritmos emocionan y perduran adentro.”

VIEIRA, Maruja. Todo el amor buscando mi corazón. Antología poética 1947-2010. Ediciones COMOARTES y CIINOE. Edición virtual. Madrid.

2011.

99 lugares para hablar con Dios

Desde la desembocadura del Amazonas hasta los jardines de la Alhambra, desde los cenáculos de los templarios hasta la basílica de San Pedro, este libro recorre un itinerario por los santuarios más venerados y enigmáticos del planeta. Juan Tafur sigue esta vez los pasos de los profetas, los santos y los iluminados de todos los credos a través de la historia y la geografía. Concebido como un libro de viajes, este pequeño tesoro de saber es una invitación a hablar con Dios, y con los dioses, y a desentrañar la larga aventura espiritual que ha escrito nuestro peregrinar sobre la Tierra.

TAFUR, Juan. 99 lugares para hablar con Dios. Planeta. Martínez Roca. Bogotá.

2011. Pp. 247. $ 39.000.

Nuestro amigo común

Nuestro amigo común es la última novela de Dickens, publicada por entregas entre 1864 y 1865. Es una de sus obras más sofisticadas y complejas, capaz de combinar una gran profundidad psicológica con un rico análisis social centrado en la avidez por el enriquecimiento imperante en la sociedad victoriana.

Un joven se encamina a Londres para aceptar una herencia paterna. Poco antes, aparece flotando en el Támesis un cadáver que la policía identifica con el joven heredero. En este libro, Dickens demostró todo el vigor de su prosa y de su imaginación en un deslumbrante ejercicio de virtuosismo literario.

DICKENS, Charles. Nuestro amigo común. Random House Mondadori. DeBolsillo. Barcelona.

2011. Pp. 1.081. $35.000.

¿Cuánto vale una vaca?

En Colombia, donde no está generalizado el hábito de ahorrar, se hace necesario educar a los más pequeños en el arte de manejar el dinero. Robert Marcuse, puso toda su experiencia en el sector financiero y Aída, su habilidad para llegar a los niños a través de sus cuentos. El resultado fue este libro que muestra, desde otro punto de vista, un tema considerado de interés solo para adultos.

En él, los autores explican de manera divertida, con ejemplos sencillos y cotidianos, algunos principios como el crédito, la inflación, el ahorro, la oferta, la demanda o cuál es la función de los bancos, entre otros.

MARCUSE, Robert y Aída. ¿Cuánto vale una vaca? Panamericana. Bogotá. 2011. Pp. 104. $ 21.000.

convocatoria Cortometraje El 52 Festival Internacional de Cine de Cartagena convoca a la competencia de Cortometrajes – Iberoamericana. Se aceptan Cortometrajes Iberoamericanos de Ficción, Documental y Animación, que deben contar con copia en 35mm.

Para dar trámite al proceso de inscripción debe

diligenciar el formulario de inscripción en internet y enviar 2 copias en DVD en sistema NTSC de la película (preferiblemente con subtítulos en inglés). La convocatoria se cierra el viernes 21 de octubre de 2011. Informes en la página web www.ficcifestival.com

IMPRE(CI)SIONES Camilo Gómez Gaviria* - Papel Salmón

Diccionarios, lectura y escritura ¿Cuál es el rol que tienen los diccionarios en la lectura y la escritura? Tal fue la pregunta que animó el quinto coloquio de la serie ‘3000 voces por Rufino’, de la serie organizada por el Ministerio de Cultura para conmemorar al filólogo en el centenario de su muerte. Se llevó a cabo el pasado 21 de septiembre en la Biblioteca Los Fundadores del Colegio Gimnasio Moderno en Bogotá. En él participaron Margarita Valencia (conocida por su trabajo en la edición de libros infantiles) y Jorge Orlando Melo, (quien fue director de la Biblioteca Luis Ángel Arango durante 10 años). Estas son algunas de las ideas que fueron expuestas en el coloquio, al cual siguió un conversatorio en el que participaron animadamente los asistentes al evento.

De acuerdo con Valencia, existen dos tipos de lectura: la primera es la que está relacionada con el placer que procura esta actividad.

La otra, es la lectura para el aprendizaje y la enseñanza, que puede ser una lectura odiosa o reveladora según el caso. Es reveladora cuando la enseñan los buenos maestros, o en otras ocasiones, cuando proviene de la recomendación de un amigo, o a la lectura de un libro que nos ha remitido en cadena a otro y otro más. Valencia hace una comparación entre la lectura y los videojuegos y dice que es en los niveles superiores donde se encuentra el mayor placer. El diccionario puede ser una herramienta que nos ayude a alcanzar esos niveles para “estar más cerca del beso de la princesa” (en una continuación de esta analogía).

Por otro lado, Melo recalcó que el diccionario es una herramienta y que resulta más importante la palabra viva. De ahí proviene su interés por los diccionarios curiosos, temáticos, y de regionalismos, y recalca la modernidad en la visión de Cuervo al mezclar lenguaje culto y vivo en sus investigaciones. Opina también que hoy en día los diccionarios deberían volcarse cada vez más hacia internet para poder ser consultados en medios electrónicos. Sin embargo, concluyó diciendo que lo que más sirve para adquirir vocabulario y un buen uso del mismo es “leer y hablar” siendo el diccionario simplemente una herramienta muy útil en el proceso.

Como en toda buena tertulia, se abrió entonces un debate en el que el público pudo hacer preguntas a los conferencistas así como contribuir con sus propias observaciones. Más que un coloquio sobre diccionarios, se trató entonces de una ocasión para que personas interesadas en el tema se reunieran a aprender y a discutir sobre el mismo. ¿Qué mejor homenaje para un autodidacta como lo fue Cuervo? *camezmigolo@hotmail.com

Director: Nicolás Restrepo Escobar Editora: Gloria Luz Ángel Echeverri Diseño: Virgilio López Arce Circula con LA PATRIA todos los domingos Cra 20 No.46-35. Tel 878 1700 Impresión: Editorial LA PATRIA S.A Portada:Paulo Andrés Olarte, integrante del trío Palosanto.

Foto/Freddy Arango/Papel Salmón