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Baja autoestima, frustraciones personales y espacios en los que jóvenes se sienten atacados y vulnerables son los factores que llevan a pensar en el suicidio. Atención.
Señales de auxilio Tenga en cuenta estas manifestaciones que pueden indicar que alguien está pensando en el suicidio:
Mónica Franco
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LA PATRIA | MANIZALES
res de la tarde. Viviana estaba en su cuarto. Sus manos sudaban y en su mente solo se oía el ensordecedor ruido de las palabras que unas compañeras le habían dicho en la mañana. Pasaron los segundos, suficientes para tomar la determinación de ir al baño por el botiquín que su madre guardaba allí. “En ese entonces tenía 14 años. Llegué del colegio y me sentía muy triste porque unas niñas me molestaban por ser muy flaca. Estando en mi cuarto se me cruzó por la mente que lo mejor que podría pasarme sería morir”. Con el desasosiego de no ser aceptada, cogió todas las pastas que pudo, y sin razonar las ingirió. “Había ibuprofeno, loratadina, amoxicilina, de todo. Me las tomé con poquita agua y me empezó a dar muchísimo sueño. Sentí que el corazón se me aceleró y de pronto se me fueron las luces”.
Habla una experta
La psicóloga Aleida Mejía define el suicidio como una situación más que compleja, que involucra factores físicos, sociales y mentales que interactúan entre sí, dando origen a una conducta ‘suicida impulsiva’, causada por una frustración o una desilusión. “Es una conducta que tiene como desencadenante una depresión profunda y en la que se cree que no vale la pena vivir”. La especialista también asegura que agentes como el amor, las compañías y, sobre todo, la familia, son concluyentes en las conductas de las personas, y de una u otra manera, fijan comportamientos y formas de pensar y ver la vida.
FOTO ESCENIFICACIÓN: MÓNICA FRANCO. LA PATRIA
El entorno familiar y la vida social son factores determinantes para que los jóvenes tomen decisiones acerca del suicidio.
Insultos que duelen
Olga Patricia está convencida de que el espa-
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Alteraciones en el estado de ánimo. Depresión constante ante situaciones particulares. Comer menos de lo usual.
Padecer insomnio. Desesperanza irremediable con respecto al proyecto de vida.
El suicidio
EN EL MUNDO DE LOS JÓVENES
lo confunden con la capacidad de elegir
En el colegio
“La capacidad de elegir es una virtud que se está transformando en una maldición”, afirma la docente Olga Patricia Mejía Gutiérrez, quien en su labor, ha sido testigo de tragedias en adolescentes, que encaminados por el lado incorrecto, han preferido quitarse la vida. La profesora asegura que la labor del docente es una misión muy compleja dada la diversidad de estudiantes en cuanto a sus formas de ser, de pensar y de actuar, pero piensa que más que educadores, ellos deben ser personas y comprender las necesidades, expectativas e intereses para poder intervenir y transformar de manera positiva la vida de aquellos que guían.
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MARTES 6 DE SEPTIEMBRE DE 2011
cio educativo es de los más importantes y determinantes en la vida. También está consciente de que allí se propician espacios en los que se viven burlas, bromas, comentarios de mal gusto, ofensas y humillaciones que provienen de los mismos estudiantes, pero que personas “vulnerables” no están aptas a soportar. “Los hacen sentir mal, ya sea por conside-
rarlos feos o nerds, por la forma de hablar, de vestirse, por su procedencia familiar, por su estrato socioeconómico. Los hacen populares, no por sus habilidades, talentos y capacidades sino por sus falencias. Cualquier pretexto es válido para acentuar con palabras infames la falta de carácter, de personalidad, de amor propio y se aprovechan de su incapacidad para hacerse respetar “, afirma.
De la casa a un hospital
Cuatro de la tarde. “Cuando yo entré al cuarto de la niña la vi en el piso, estaba muy pálida. En el suelo vi varias pastas. Llamé una ambulancia y me la llevé para el hospital”, comenta la
madre de Viviana. “Cuando abrí los ojos lo primero que vi fue a mi mamá, sentada, esperándome. Ese día comprendí que había cometido una locura. Con el apoyo de mi familia salí adelante”, señala la hoy universitaria, que a diferencia de muchos y de manera privilegiada tuvo la oportunidad de contar su historia. La mamá dice que puede dar un consejo después de la experiencia: “hay que estar pendiente de los hijos, comprenderlos, pero sobre todo escucharlos y entablar de verdad una comunicación con ellos. Lo importante es que exista confianza y que uno pueda ayudarlos y ser un amigo para cuando lo necesiten”.
La conclusión
La psicóloga Aleida Mejía concluye que es de vital importancia conocer y reflexionar oportunamente cuáles son las causas que pueden inducir a un adolescente a la autodestrucción, y poder de esta manera prevenirla. “Es muy importante tener presente que la idea del suicidio en los adolescentes es más una llamada de auxilio, un medio por el cual ellos quieren comunicar algo. Estas llamadas van dirigidas a determinadas personas, pueden ser los padres o amigos más cercanos y de los cuales el joven espera o necesita una respuesta en particular”. Así que padres y amigos, a estar pilas para evitar historias como las de Viviana, que quizá no terminan tan bien como la de ella.
La comunicación debe ser una prioridad entre jóvenes, familia y amigos.
Como padre de familia
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Escuche a sus hijos.
Créale lo que le dicen.
Permitirle expresar sus sentimientos (llanto, ira, disgusto).
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Trabaje junto a él o ella para buscar soluciones a lo que desató la crisis. Pídale el permiso para involucrar a otros miembros de la familia, amigos, sicólogos y cuantas personas sean necesarias para apoyarlo (a). Sea directivo, con el suficiente tacto como para no parecerlo.
La depresión es uno de los síntomas del suicidio. Los psicólogos dicen que puede detectarse y tratarse a tiempo.