creación y vida
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Piropos a la sumisión
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La amistad y el tiempo
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Poemas inéditos
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Historia de un poema
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Amor al Arte
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ENSAYO LOS LATINOS SON PROPICIOS A OBEDECER
Piropos a la sumisión ¿No será que la obediencia podría ser la receta definitiva para la paz? ¿Es posible que la obediencia pura pueda ser la última utopía de los colombianos? ¿Qué sucedería si una de las semillas de cambio resbalara del cambiante hacia las manos de un sumiso? ¿Manipulación?
cias: hace unos años, al recibir su ciudadanía canadiense, un pariente mío recibió del alcalde el simple consejo de que sólo cumpliera con las leyes de ese país para que se evitara problemas. Casi se diría que allí se gobierna por excepción (by default), pues si una persona se sube al metro y ocasionalmente es requerida por un fiscalizador del Gobierno para presentar su billete, el hecho de no tenerlo consigo hace que de inmediato esa persona sea arrestada y expatriada sin compasión ninguna.
La sumisión ¿un rol moderno?
Jaime Lopera* - Papel Salmón
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n una revista de San Juan de Puerto Rico leímos algo singular: los norteamericanos admiran de una manera especial la obediencia de los latinos. Les parece explicable: dado que por muchos años los latinoamericanos vienen de creer y votar por gobiernos autoritarios, y descienden de familias donde la fuente de autoridad es la paterna, los latinos obviamente son muy propicios a obedecer. Este comportamiento latino, en una economía rica pero con diferentes valores sociales como es la norteamericana, induce desde luego algunas inequidades sociales, tales como el aprovechamiento de los patronos para burlar la seguridad social invocando la indocumentación de los recién llegados; o para asustarlos con la llegada de los inspectores de la migra en busca de candidatos para deportar. Pero la actitud de subordinación nos provoca algunas reflexiones paradójicas en torno a la resistencia y el cambio.
La obediencia, ¿una utopía?
Mirémoslo así: imaginemos una sociedad como la colombiana donde la obediencia total fuera el comportamiento acostumbrado de todos sus habitantes. ¿No será que la obediencia podría ser la receta definitiva para la paz (sin necesidad de despejes, ni intermediarios) en cuanto a que sólo con obedecer las leyes, todas, aún las más desiguales, se haría posible nuestra felicidad y bienestar? Cuánta legislación nueva e inútil, redundante y burocrática, podría evitarse con una simple recomendación de practicar la Ley. Pienso en Canadá, donde se dan otras circunstan-
¿Es posible entonces que la obediencia pura pueda ser la última utopía de los colombianos? Es más: asumamos que la sumisión sea una forma de vida, una manera de ser, una idiosincrasia que tienen aquí unas regiones más que otras. Por lo general entretenemos el sentido común diciendo que los sumisos son unos pobres diablos. Nos acostumbramos a verlos resistentes, uncidos al carruaje de la rutina, cómplices invisibles de la conformidad. A veces hasta les tenemos pesar. Pero, ¿no será más bien al revés? ¿Acaso no estaremos equivocados en su catalogación de toda la vida? Desde otra perspectiva, en realidad los sumisos podrían percibirse como los auténticos padres del status quo, las más valerosas trincheras contra el cambio y los gladiadores del inmovilismo. ¿No será que, después de todo, el sumiso es un rol moderno, una expresión genuina de estos tiempos tan orientados a la manipulación?
Vientos de cambio
Los vientos de la tecnología mundial, y toda la creatividad de los científicos, traen semillas de cambio que suelen elegir su aposento más propicio para crecer: por lo general, se alojan en el corazón de los cambiantes para que desde allí puedan florecer más productivamente. ¿Qué sucedería si una de esas semillas resbalara del cambiante hacia las manos de un sumiso? Se correría el peligro de que se esterilizaran y que, por lo mismo, se dejaran las cosas en iguales condiciones, sin ninguna queja, ni un lamento, tal como estaban originalmente. Por fortuna las civilizaciones son inteligentes: de cuando en cuando, en ciertos y largos trechos de la historia, una plaga desconocida va exterminando a los su-
El pintor belga René Magritte dotó al surrealismo de una carga conceptual basada en el juego de imágenes ambiguas y su significado denotado a través de palabras poniendo en cuestión la relación entre un objeto pintado y el real. Foto/Tomada de Internet/Papel Salmón
misos y a sus seguidores, al punto que van cayendo en gavilla por las calles sin que reciban un mínimo de piedad. En ese momento aparecen en lontananza las hordas de los heterodoxos, o los justicieros que se lanzan a transformar -a veces de un solo golpe como en octubre de 1917, ó como en Woodstock- a todos los vestigios y memorias de un pueblo, o de una generación. Un artista sumiso, y bastante ortodoxo, se tropezó con el joven René Magritte en 1949, y adivinó que este colega -que con frecuencia también compraba el pan en una misma tienda de Bruselas-, sería su perdición. Fue a su casa, extrajo un arma de un baúl antiguo y regresó aprisa, desenfrenado, a culminar su tarea. El atentado nunca se llevó a cabo, por razones que no son del caso recordar, pero de este modo el surrealismo pudo sobrevivir al asalto de los mansos y ofrecer toda su satisfacción universal al arte y al mundo. Otro sumiso persiguió a Colón por los muelles, por los caminos, los conventos, los talleres, las bodegas y posadas… pero esta ya es otra historia PS *Escritor. Presidente de la Academia de Historia del Quindío.
enero 18 de 2009
La última novela de Carlos Fuentes. Es un intento por abarcar la realidad mexicana, social y política, en su totalidad. La novela quiere abarcar los dos mundos de la política y la economía. El tema central es el tiempo. Reflexión.
LIBROS LA VOLUNTAD Y LA FORTUNA
La amistad y el tiempo
Daniel Noemi Voionmaa* - Papel Salmón
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n medio de la turbamulta desatada por los ochenta años de Carlos Fuentes -fiesta que incluyó discursos, encuentros, presencias y ausencias de grandes y famosos amigos, agradecimientos múltiples y hasta el estreno de una ópera con su libreto-, en medio de un despliegue mediático y publicitario realmente impresionante, la publicación de su más reciente novela, La voluntad y la fortuna (Alfaguara 2008) constituyó solo un adorno más, una vela más del octogesimal pastel. Sin duda que hay algo que se pierde o que pierde su sentido en esta confusión. Pero no quisiera caer en el mismo error y entrar a discutir las razones posibles tras todo este aparatoso aparataje. Baste con mencionarlo. Prefiero, en su lugar, celebrar este cumpleaños comentando dicha novela. Quizás leer a los escritores, después de todo, siga siendo lo mejor que se puede hacer con ellos. Carlos Fuentes es, antes y después del lugar común, uno de los escritores latinoamericanos más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Uno de los miembros del famoso boom y ganador de prácticamente todos los premios posibles con excepción de uno, el que sí ganó su amigo -presente en varios de los festejos- Gabriel García Márquez. Aún hoy recuerdo el auténtico deslumbramiento que me produjo la lectura de La muerte de Artemio Cruz, la extrañeza y el placer de las páginas de La región más transparente, el misterio de Aura, o la perfección estructural de esa bellísima novela de formación que es Las buenas conciencias. Recuerdo, en breve, al Fuentes de los sesenta: un narrador formidable, innovador, adelantado, a ratos genial.
Un retrato de la política mexicana
Cincuenta años después de La región aparece esta novela de más de quinientas páginas: es un intento por abarcar la realidad mexicana, social y política, en su totalidad. Es un relato que se pretende mítico y realista a la vez. La historia de dos hermanos de bíblicos nombres, Josué y Jericó, que no saben que lo son, su amistad, su aprendizaje que no se detiene, como la de Jaime Ceballos de Las buenas conciencias, en el fin de la niñez, sino que se prolonga en el de la sociedad y del tejemaneje político mexicano. Abogados, grandes empresarios, criminales (los anteriores y otros), arribistas, curas spinozianos que nos recuerdan a Tho-
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El escritor mexicano Carlos Fuentes lanzó su última novela, La voluntad y la fortuna, en octubre pasado. Foto/Tomada de Internet/Papel Salmón
mas Mann, mujeres fatales, aviadoras y de las otras, en fin, un mundo heteróclito como la misma ciudad que recorre la novela. Todo esto, no olvidemos, enmarcado por un peculiar hecho: el narrador es Josué, quien nos cuenta su historia, perdón, su cabeza nos cuenta la historia desde un indeterminado más allá. Sí, desde un principio sabemos que él ha sido decapitado a temprana edad y que vamos a escuchar sus cuitas, su life story. Y ahí vamos, desde su mera infancia hasta el momento final que conocemos, ¡zas!, caput kaput. Esta perspectiva vuelo de pájaro, supongo, le permite un grado de conocimiento al narrador literalmente más allá de este mundo (mal que mal no todos podemos hablar con espíritus), lo sitúa fuera del tiempo humano (¿divino?) y quizás sea esto lo que le otorga una cierta extrañeza a la novela que no termina por convencer ni convencernos.
Dos poderes, dos mundos
La “voluntad” y la “fortuna”, que juegan “libremente para formar el destino” (485), forjadora del millonario Max Monroy (¿Carlos Slim?), cuya “simbiosis perfecta” está encarnada en el alter ego de Josué, su hermano Jericó, resultan una conveniente, aunque engañosa, guía para la novela. Sí, podemos hacer una interpretación sencilla: la política es una mezcla de ella; la vida un resultado donde una termina por primar más que la otra. Y no muy metafóricamente podemos pensar que la voluntad y la fortuna son aquello que rige los destinos del país pero en otro sentido: son los dos poderes, el político y el económico. Bueno, no necesitamos mucha imaginación: en caso de que no nos hayamos dado cuenta, el narrador se encarga de aclarárnoslo: “Le pedí que me analizara a uno y a otro, al presidente y al magnate, al cabo los dos polos del poder en México (y en Iberoamérica)” (455). La novela quiere abarcar, precisamente, esos dos
mundos, en su compleja totalidad, y en su búsqueda -en la búsqueda por el universo- parece olvidar que, como decía alguien, es mejor dibujar la aldea. Las descripciones de la ciudad son notables, mas se abusa de la explicación sociológica o antropológica urbana de la (supuesta) sociedad actual. Así, la lograda estructura y el mismo suspenso de la trama pierden su fuerza y su potencialidad reveladora. Pero, dicho esto, la extrañeza referida emerge, creo yo, de un aspecto un tanto más difícil de definir.
El tiempo es el centro
El tema central de La voluntad y la fortuna es el tiempo. El tiempo de su escritura, el del aprendizaje de los hermanos, el tiempo en y de la historia de México y también el tiempo del propio autor, de Carlos Fuentes, el de su vejez. Es una novela post-2001, México, como el mundo ha cambiado, la tecnología ha cambiado, ahora hay iPods (288), computadores más rápidos y toda la consabida parafernalia. La novela trata de estar al día con ello, trata desde su construcción clásica y con un impresionante recurso a La Literatura (partiendo con el libro de los libros, claro está), insertarse y dar cuenta de este nuevo mundo, de una nueva realidad. Sin embargo, y aquí la inefabilidad, hay un desfase, incluso un sentimiento de falsedad en todo ello. No estoy pidiendo una adecuación entre la forma y el contenido. ¡Para nada! Pero lo explícito del intento hace que este sea superfluo, innecesario, vano…
Una reflexión sobre la amistad
Por eso, en lugar de pretender describir el universo, nos conviene volver a la novela, a una de sus otras posibilidades, donde volví a encontrar al Fuentes que me había deslumbrado. Esta novela, con todos sus problemas -y solo he mencionado unos pocos- es, en sus mejores pasajes, una reflexión profunda y simple a la vez, hermosa y terrible, sobre la amistad (y sobre su falta y ausencia en el mundo de hoy). La historia de los hermanos-amigos, Josué y Jericó -Cástor y Pólux que son también Caín y Abel-, es un enfrentamiento, así, con nuestros temores y con nuestro tiempo y su paso. El resto de la voluntad y parte de la fortuna, están de más PS *Ph. D. University M.A. Y M. Phil. Yale University. Profesor de literatura y cultua latinoamericana en el Departamento de Lenguas Romances de la Universidad de Michigan (USA). Crítico y ensayista.
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POESÍA SELECCIÓN ESPECIAL PARA PAPEL SALMÓN
Poemas inéditos Antonio María Flórez – Papel Salmón
FUMABA Fumaba descuidadamente en un banco cualquiera de la estación de autobuses; miraba sin convicción a ninguna parte, pensaba en la tragedia de sus equívocos pasos, dudaba de los diversos caminos insinuados en el viejo mapa de carreteras que consultaba perezosamente y se rascaba detrás de la oreja izquierda (con saña y adjetivamente). A nadie esperaba. En nadie pensaba. Y dudaba si recoger la ceniza sobre la palma de su mano para luego tirarla al cubo de la basura o simplemente dejarla caer sobre las baldosas brillantes recién fregadas. ¿A quién le importaría este hecho banal o su propio incierto destino? No lo sabía, ni le importaba, y por eso dejaba pasar las horas y miraba partir todos los autobuses, inclusive el suyo, que no lo ha esperado y acaba de salir hacia un destino que no se corresponde con su vaga idea de la felicidad. Lo inquietante y efímero es un billete roto caído en cenizas sobre las baldosas recién fregadas de la estación de los sueños.
Antonio María Flórez (centro) con los españoles Santiago Tobón, de la editorial Sexto Piso (izquierda), y Julián Rodríguez, de Periférica (derecha). Foto/Archivo personal/Papel Salmón
EL PASADO ES UN SUEÑO El pasado es un sueño. Vivir es lo que nos hace daño. Por las calles vacías de la ciudad el silencio es hostil y justiciero. ¿Fuimos alguna cosa? ¿Seremos alguna otra? Como un náufrago después de la tormenta, deambulo a la deriva por los recuerdos. Digamos, para que no nos olviden. Este país era muy triste antes. ¿No crees? Era como un paraíso. No. No. Siempre ha sido así, triste. El recuerdo es como un sueño, pero la infiel memoria destruye todo lo que es duda y fenece. Vivir es lo que hace daño. Hablemos, gritemos bien alto, para que nunca nos olviden, ni olvidemos.
SE ABREN PUERTAS Se abren puertas. Afuera la luz amarilla en el azul de la mañana. Aquí, la tibieza de las sombras, sentado a la espera de nada, bebiendo lentamente los últimos sorbos de un sueño que se acaba. Cimarrón del despertar. Puertas que se abren ante tus ojos cansados de tanto insomnio, puertas que te muestran caminos conocidos, que te llevan a lugares ya habitados, a aquellos que recorrieras con el paso inseguro de la niñez y el asombro de las cosas nuevas. Ves, a pesar de tanta luz, los rostros marcados por los años de los seres que amaras, los corazones rotos de tanta espera y sus sueños rajados de tanto viento adverso como les ha soplado en la vida. Ves, el polvo de tu pueblo esparcido por el suelo y las estatuas inmóviles como si el tiempo hubiera castigado para siempre su voluntad de grito y movimiento, su capacidad de orden y concierto. Ves, las calles y las casas familiares respirando a otro ritmo. Ves, todo aquello ahora con tanta claridad, sin embargo, nada es igual, ya todo es diferente. ¿Adónde voy? ¿En qué lugar estoy? Y bebo, cimarrón del despertar. Y todo es amargo hoy y cada sorbo un desafío a los sueños desparramados en el tiempo. Se abren puertas. Sé que todo ha cambiado y yo también. La luz brilla ahí afuera eternamente igual pero totalmente distinta esta mañana. ¿Para siempre? Para siempre. Ya todo es diferente.
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enero 18 de 2009
HISTORIA BAUDILIO MONTOYA
Historia de un Baudilio le cantó al amor, a la gleba, a un perro guardián, a un árbol y a la muerte. Era una especie de institución en el pueblo. No era extraño que interpretara los anhelos de un corazón enamorado. Recuerdos. Alfredo Cardona Tobón* - Papel Salmón
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l bardo quindiano le bastaba un rincón del “Café Granada” y un amigo con una botella de aguardiente para negociar la eternidad, cantarle al amor, coquetearle a la muerte y remontarse, en alas de su imaginación, a las regiones de la poesía y de los sueños. Baudilio nació en Rionegro, Antioquia, el 26 de mayo de 1903; vivió en Calarcá toda su vida, y de allí voló a la inmortalidad el 27 de septiembre de 1965. De su pluma brotaron los versos como arroyos cristalinos que se despeñan arrastrando el aroma de las flores, reflejando los destellos filtrados entre el celaje de los bosques quindianos. Empezó a versificar a los siete años de edad y, como dice Jaime Mejía Duque, Baudilio pulsó todas las cuerdas del alma popular y se identificó tanto con su sentimiento, que a sus poemas sólo les falta la música para convertirse en canciones. Baudilio le cantó al amor, a la gleba, a un perro guardián, a un árbol y… a la muerte, con la resignación de quien apurado ya el cáliz de amargura, le dice a Dios: “y pues nada me resta, y todo ha sido, por esta sed de venturoso olvido, apágame Señor, cuando Tú quieras”. El último de nuestros rapsodas es la voz de la entraña de un pueblo que lo coronó poeta del Quindío el 6 de diciembre de 1951. Fue un maestro de primeras letras, sin pretensiones, alejado de las
poema
zalemas y de los patricios “cuyabros”. Cuenta una leyenda quindiana que quien beba el agua fresca del río Santo Domingo será dueño de una inspiración tal que podría escribir los más bellos poemas. Seguramente Baudilio apuró la linfa pura de su torrente para plasmar con su pluma el esplendor de su tierra. Tuve la fortuna de conocer al poeta en las vacaciones de 1961, cuando visitaba a mi amigo Eladio en los “pagos” calarqueños. Como en la Villa del Cacique de ese entonces, todos se “distinguían”, muy pronto me acerqué a Baudilio Montoya, que era una especie de institución en el pueblo, a quien era forzoso conocer si se presumía de cierto bagaje cultural. Una noche decembrina varios jóvenes, que estudiábamos en Medellín, nos reunimos con el poeta en el Café Granada. Entre trago y trago hablamos de la Pontificia Universidad Bolivariana, de Manrique y de Lovaina. Pasaron las horas y con el correr del aguardiente, entre tangos y milongas, le abrí mi corazón a Baudilio para hacerlo cómplice de un amor lejano. Al anverso de un papel arrugado, lleno de cuentas canceladas, que nos dio el cantinero, Baudilio empezó a desgranar poesía en la facilidad, con la naturalidad con que trina el turpial o perfuma la rosa. A medida que mi amigo poeta escribía los versos, mi imaginación atravesó la puna peruana, cruzó por encima de los salitrales bolivianos, remontó la provincia de San Juan y los fue recitando a mi novia mendocina: Te cuento que aquí en Colombia que es una tierra de alondras con paisajes musicales cercada de aguas sonoras, tú tienes un corazón que a todas horas te nombra por la bondad que tú tienes y tu pureza de aurora y tus ojos nazarenos tan llenos ellos de sombra
Baudilio Montoya, el poeta del Quindío.
Foto/Cortesía de Alfredo Cardona/Papel Salmón
Baudilio apuró otra copa y “El cazador de cocuyos” -como lo llamó Antonio Arango, continuó estampando luceros, absorto, lejos del mundanal ruido, como si su genio y su inspiración se hubieran fundido con mi mente: En estos versos de amor y que siempre se prolongan en los dominios del alma que tiene distancias hondas, soy yo, mi amor, quien te ha dicho, una vez y tantas otras que yo te recuerdo siempre, que te canto y que te nombro, desde la tierra que quiero porque tiene mis memorias; que te sueño dulcemente bajo el cielo de Colombia que es una tierra de cantos y de versos y de alondras. Solamente alguien como Baudilio Montoya podía interpretar mis sentimientos. No era extraño que el rapsoda campesino de la luminosa vereda de “La Bella” interpretara los anhelos de un corazón enamorado: al fin de cuentas el poeta conocía las sendas del amor y las duras espinas de la ausencia. Eladio, “Pomada” y otros dos de la
“gallada” vimos sonreír a Baudilio, que tomó el lapicero, lo levantó un poco, como el matador con su espada, y dio remate a los versos: Hasta tu patria argentina vuelan las breves estrofas de quien te adora y te quiere desde esta tierra sonora, donde las garzas son versos y son canciones las rosas. En la madrugada me despedí de Baudilio para siempre. Seguramente al otro día me borró de sus recuerdos al igual que el canto de amor, escrito en esa noche de bohemia, que terminó de conquistar a la mendocina que, desde entonces, y por cuenta del poeta, empezó a añorar un país con pueblos encaramados en las montañas, que años más tarde sería su segunda patria. Ha pasado medio siglo. Al revisar viejos papeles encontré el poema sin nombre de Baudilio. Esta improvisación, sin tachones ni enmendaduras o correcciones no es la mejor obra del poeta calarqueño, pero un canto de Baudilio no merece perderse en el olvido PS *alcartob@gmail.com
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PUBLICACIONES recomendado
Psymorfosis
Una nueva voz en la poesía caldense Juan Carlos Acevedo Ramos* - Papel Salmón
El nombre de Diana Patricia Toro Ángel esta ligado a las humanidades. Ella, sicóloga egresada de la Universidad de Manizales, ha vivido rodeada por el arte y la cultura a través de su familia. Desde muy joven ha participado en talleres de poesía que orientaron escritores caldenses en su natal Filadelfia, además integró varios colectivos culturales en el mismo municipio y en la Universidad. A la par con su profesión, Diana Patricia ha desarrollado un silencioso y serio trabajo literario que la ha llevado a profundizar en la poesía y en la narrativa. Ahora ese trabajo -que inició en su adolescencia- está reflejado en Psymorfosis su primer libro de poemas. Un libro con un título cercano a su carrera, la cual está ligada a su obra a través de las líneas de sus poemas donde se hace visible y cercana al lector. Psymorfosis contiene no menos de ochenta textos entre verso y prosa, está dividido en once capítulos (si me permiten llamarlos así) los cuales nos llevan por diferentes procesos de maduración de la escritura de Toro Ángel. El primero de ellos es “Decadencia del pasado”. En los poemas que abarca este capítulo podemos advertir un regreso a los primeros años, y más que a esos primeros años regresamos, a través de la poética de Diana Patricia, a los pequeños sucesos que llenaron nuestra infancia. Aparece luego “Poemas de nadie”, un breve capítulo que nos lleva por el camino más difícil de transitar en nuestras vidas: la adolescencia, un tiempo de ensayo-error lleno de preguntas y de pocas respuestas. Así llegamos a “Diario” un capítulo donde los poemas dan sentido a Psymorfosis, cada uno de los poemas que incluye este capítulo es un dialogo entre la crisálida y el universo, es de soledades y de ausencias, de miedos y de certezas al final. “Umbrales” da continuidad al libro abriéndonos un lenguaje poético que raya con lo
convocatoria
Becas para escritores latinoamericanos
El Departamento de Creación Literaria de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) abrió las inscripciones para las becas de literatos que escriban en español o inglés y quieran realizar una Maestría bilingüe en los Estados Unidos. Las inscripciones están abiertas hasta el próximo primero de febrero.
epistolar, aquí la mujer y lo femenino hacen una fuerte presencia. “Para otros” es el capítulo donde la autora vuelve la mirada atrás y se entera que en su largo caminar la familia, los amigos, los amores y su pequeña ciudad son huellas que la marcarán siempre. Tenemos ahora “Las cosas simples” un capítulo donde uno piensa encontrar los pequeños objetos que llenan nuestra soledad, pero en vez de eso Diana Patricia llena las páginas de sucesos, de nuevas preguntas, de recuerdos y de cierta melancolía por el tiempo que ya no recuperará. En “Quinta Esencia” el lector se encuentra con un pequeño cuento. La narrativa de Diana Toro es clara y precisa, el relato breve de este capítulo es fantástico y lleno de otras búsquedas literarias ajenas a lo poético que da corpus al libro. Un tema recurrente de la poesía es el amor y éste hace parte del capítulo que Diana Toro titula “Lo eterno”; el amor esquivo y doloroso, ese que nos impulsa y nos hace saltar al vacío si hace falta. “Desde el cielo infinito” es un cortísimo capítulo de cuatro poemas donde la mariposa, alter ego de la autora, viene a ser lei motiv de una reflexión sobre el tiempo y la vida. Llegando al final encontramos “Libro último”, una serie de poemas que quieren perpetuar a través de la magia poética los recuerdos familiares, amatorios o amigables que pueblan nuestra memoria. A la autora le preocupa lo eterno, y en la suma de contrarios la fragilidad de una mariposa y su destello efímero en nuestra existencia se contrapone a los deseos de hacer de un segundo una eternidad, o de hallar en el aleteo silencio de la mariposa la sonoridad de la naturaleza. Psymorfosis este primer libro es rico en búsquedas, en preguntas, en ausencias que irán madurando la escritora que es Diana Patricia Toro y que esperamos se consolide con los años TORO ÁNGEL, Diana Patricia. Psymorfosis, verso y prosa. Editorial Manigraf. Manizales 2008. Pp. 212.
Los requisitos básicos son: título de grado o licenciatura, certificados de estudios, tres cartas de recomendación y una muestra de escritura ya sean 20 páginas de ficción, dramaturgia, guión, crónica, ensayo o de ocho a 10 poemas. Informes en la página web: http://elazarcultural.blogspot.com/2008/09/literatura-convocatoria-de-la.html
P R E C I S I Ó N C
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Luis E. García* - Papel Salmón
Erotismo
A propósito del “escándalo” que armaron en torno a la frustrada Expoerótica, volveré sobre algunas precisiones, porque los conceptos erotismo, pornografía y obscenidad no deben intercambiarse. Nadie negará, primero, que la actividad sexual es tan natural como todas las demás de la biología, y gracias a ella existimos, desde el más santo hasta el más pecador y, segundo, que en nuestras culturas actuales el influjo de las religiones cristiana e islámica la han llenado de tabúes, tapujos y erotofobia, al punto que no es aventurado afirmar que “en cuestiones de su vida sexual personal, casi todo el mundo es hipócrita”, pues a la naturaleza humana no la cambian ni prohibiciones ni alcaldadas (“Expoerótica tendría que ser ¡cero erótica! para autorizarla”). Algo bien distinto pudo ser la misma calidad del evento, porque el anterior (2007), a mi juicio, fue pobre, ordinario, y simplemente sacó provecho del escándalo asociado. La naturaleza nos dio a todos sin excepción varios apetitos -entre ellos el sexual- y deben ser guiados por la razón para evitar consecuencias graves; que algunas personas lo sublimen, otras lo repriman y quien más lo disimule, es otro asunto. Sin él, la especie humana “habría desaparecido antes de existir”. Así las cosas, el erotismo es fundamental porque erótico es algo exterior que excita el apetito sexual, como puede ser el propio cónyuge, un objeto, una canción, un verso, u otras personas. La pornografía surgió con el propósito de estimular el erotismo de manera gráfica, sonora, escrita, directa o figurativa, y será duro o suave según “qué tanto muestren” de lo que hacen los humanos en su intimidad sexual. Lo obsceno es aún más subjetivo: material pornográfico que afecta el pudor o la sensibilidad de alguien. Una escultura griega, por ejemplo, será artística, erótica, pornográfica u obscena según el espectador, la época o el sitio. ¿Para qué tanto alboroto cuando nuestra TV local proporcionó porno hasta el cansancio? (¿bajo cuál administración?). ¿Y qué hay de malo en ellos? Que todos los programas repiten el mismo argumento con pésimos artistas, pero con una ventaja diferencial sobre todos los demás canales de TV, incluso los infantiles, noticiosos, históricos y naturales: ¡no matan a nadie y todo el mundo aparece contento! Es grandioso que Manizales sea la ciudad de las puertas abiertas, pero no la de las mentes cerradas. precision_conceptual@yahoo.com Director: Nicolás Restrepo Escobar Editora: Gloria Luz Ángel Echeverri Coordinadora: Victoria Eugenia Salazar Velásquez Diseño: Virgilio López Arce Circula con LA PATRIA todos los domingos Cra 20 No.46-35. Tel 878 1700 Impresión: Editorial LA PATRIA S.A E-mail: salmon@lapatria.com Portada: Teatro Pedro de Heredia, Cartagena Foto/Sala de prensa Festival de Música de Cartagena/Papel Salmón
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MÚSICA
Santiago López Rodríguez* - Papel Salmón
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l calendario cultural en Colombia se abrió nuevamente con el Festival de Música de Cartagena. Este monumental esfuerzo de la Fundación Salvi y sus asociados permitió al público colombiano acceder a las grandes figuras de la música culta del momento. Realizado entre el 10 y el 17 de enero de 2009 el Festival reunió a artistas, estudiantes y público en general en torno a la música clásica, una de las expresiones artísticas más hermosas de la humanidad. El impacto social de este Festival debe medirse no sólo en función de su labor artística, también debe calcularse en función de su impacto mediático. Los canales privados con sus cubrimientos especiales (que entre otras cosas no son tan especiales como deberían), Señal Colombia y otros canales públicos, con sus transmisiones de los conciertos, y las 35 emisoras que se unieron a este esfuerzo demostraron al pueblo colombiano que la música clásica es también una opción de entretenimiento, una opción de primera categoría. Los invito a conocer un poco más del festival musical de mayor impacto en la actualidad de la nación.
Artistas
Podría escribir una lista interminable de artistas locales y extranjeros que participaron en el Festival, pero esto sería un tanto pobre, considero mejor opción acercarlos un tanto a algunos pocos artistas de talla mundial que hicieron parte de él. - Charles Wadsworth: nacido en Newnan, Georgia, al sur de los Estados Unidos. Su labor como pianista de primer orden se ha visto acompañada de su éxito como promotor de eventos culturales. Ha sido honrado con varios reconocimientos tales como Caballero en la Orden de las Artes y las Letras (Francia), Caballero Oficial en la Orden del Mérito (Italia), Medallón Handel (New York) y varios títulos Honoris Causa (la Universidad de Carolina del Sur, el Converse College y el Connecticut College). En 1977 inició las temporadas de conciertos de música de cámara
del Festival Spoleto USA, las cuales aún dirige. En 2006 se convierte en Director Artístico del Festival de Música de Cartagena. - Stephen Prutsman: nació en Los Ángeles, California en 1960. Este versátil y carismático personaje inició su carrera musical como tecladista en varios grupos de rock y de jazz en su ciudad natal. A comienzos de la década de los 90 ganó una medalla en las competencias de piano de Tchaikovsky y Queen Elizabeth y obtuvo una Beca de Carrera de Avery Fischer, la cual estableció su profesión como pianista de concierto. Al igual que Wadsworth combina su labor pianística con la promoción de eventos culturales. Ha creado festivales de música en lugares como El Paso y la Isla de Guam. En la actualidad se desempeña como Director Artístico Asociado del Festival de Música de Cartagena. - Diego Vega: compositor colombiano que ha realizado obras para algunas de las más importantes agrupaciones de Europa y Estados Unidos. Es egresado de la Universidad Javeriana, posteriormente obtuvo su maestría en la Universidad de Cincinnati y luego su doctorado en Artes Musicales en la Universidad de Cornell, ubicada en el estado de New York. Su labor como compositor ha sido galardonada con varios reconocimientos, tales como el Premio Nacional de Música del Ministerio de Cultura de Colombia en 2004, ganador del concurso anual de composición organizado por el Ensemble X en 2004, el Premio del vigésimo aniversario de Alea III en 2002, además recibió prestigiosas becas como la Fulbright y la Sage Fellowship en Cornell University. Su obra Divertimento para violín, piano, violoncello y clarinete, fue estrenada en el teatro Heredia el 16 de enero del presente año en el marco del Festival de Música de Cartagena. - Scott Yoo: norteamericano de origen asiático, inició sus estudios musicales a los tres años de edad e interpretó el Concierto para Violín de Mendelssohn con la Sinfónica de Boston a la edad de 12 años. Este Licenciado en Física de la Universidad de Harvard es considerado uno de los mejores directores de la nueva generación, y es cofundador de la orquesta de cámara Metamorphosen. Su actuación como director de la City of London Sinfonia se realizó el miércoles 14 de enero en el Teatro Heredia, y fue acompañada por la violinista Anne Akiko Meyers, la pianista Erika Nickrenz, el arpista Emmanuel Ceysson y el cuarteto de cuerdas St. Lawrence. - Anne Akiko Meyers: nacio en San Diego, California. Estudió con Shirley Helmick y Josef Gingold en academias musicales de reconoci-
Fotos/Sala de prensa Festival de Música de Cartagena/Papel Salmón
Es la tercera versión. Su impacto debe medirse no sólo por la labor artística sino por el impacto social y mediático. Importantes artistas nacionales y extranjeros fueron invitados. Martín Renato Marulanda fue en representación de Caldas. La música es vocación.
Charles Wadsworth, Director Artístico del Festival de Música de Cartagena.
miento internacional como la Juiliard School y la Colburn School. A través de su corta carrera ha interpretado varias obras del repertorio universal con orquestas tan importantes como la Orquesta Filarmónica de Moscú, la Sinfónica de Toronto, la Orquesta Sinfónica de Tokio entre otras. Ha grabado obras de Debussy, Maurice Ravel y Oliver Messiaen. Esta hermosa mujer fue sin duda una de las invitadas especiales del Festival.
Escenarios
Cartagena es sin duda una de las ciudades más hermosas del planeta, al menos en lo que a su zona turística respecta. Debido a esta característica los escenarios escogidos para este Festival destacan por su belleza. - El Teatro Pedro de Heredia: fue inaugurado el 11 de Noviembre de 1911 en conmemoración del primer centenario de la independencia de la ciudad. Edificado sobre las ruinas de una iglesia de 1625, su construcción se realizó bajo la dirección del arquitecto aficionado don Luis Felipe Jaspe. Desafortunadamente su nombre se debe a uno de aquellos invasores llegados del antiguo continente: Pedro de Heredia, quien trajo con su espada la triste historia de opresión que esta hermosa ciudad supo combatir heroicamente. Merece más consideraciones el segundo nombre que ostenta este teatro, pues hace homenaje a uno de los grandes compositores colombianos del siglo pasado, uno de los pocos músicos que supo fundir exitosamente la tradición clásica con el legado de nuestras culturas populares, hablo del maestro Adolfo Mejía. En 1998 el Teatro Heredia fue reconstruido con todas las normas de un teatro moderno y se destaca en la actualidad como una joya arquitectónica poseedora de una de las mejores
Diego Vega, compositor colombiano quien estrenó su obra Divertimento en el pasado Festival de Música de Cartagena.
Julia Salvi, presidenta de la Junta Directiva de la Fundación Salvi, que organiza el Festival de Música de Cartagena.
Stephen Prutsman, Director Artístico Asociado del Festival de Música de Cartagena.
Amor al Arte FESTIVAL DE MÚSICA DE CARTAGENA
acústicas de Latinoamérica, iluminación computarizada, consola de sonido con 99 canales, circuito cerrado de televisión con siete cámaras y todas las condiciones propias de un teatro de primera categoría.
- La plaza San Pedro Claver: conoció varios nombres antes de ser bautizada con el nombre del “esclavo de los esclavos”, como se conoce al santo español. Esta plaza, según la tradición, fue el escenario de la evangelización de la comunidad negra proveniente del África que no sólo perdió su libertad y su tierra, si no su religión y cultura milenarias. La plaza es actualmente un centro turístico importante en la ciudad y en este Festival se transformó en un centro de cultura y entretenimiento.
Realizadores
Ahora que hemos hablado de la realización del Festival nace una pregunta, ¿quiénes son los responsables de la creación de este hervidero de cultura?
Referiré algunos de los promotores de este Festival de Música, único en nuestro país.
nales pueden realizar funciones administrativas, y así promover su arte desde distintos ámbitos.
- La Fundación Salvi: nace en 2005 con el fin de “Brindar esperanza a la juventud colombiana por medio de la música”, con el apoyo de sus socios realiza el Festival de Música de Cartagena desde el año 2007. En la actualidad representa el modelo de empresa cultural, conformada por una Junta Directiva, un Consejo Directivo, un Comité Artístico y una Planta Administrativa. En cabeza de Julia Salvi realiza proyectos de gran envergadura, incluyendo en su labor a las juventudes colombianas, que siendo poseedoras de un gran talento ven truncadas sus opciones de sobresalir gracias a un estado incompetente y sin políticas sociales serias.
Otros aspectos del Festival
- Sandra Meluk: es una de los rostros de este Festival. Desde la dirección ejecutiva de la Fundación Salvi se ha empleado a fondo para regalarle al país un evento cultural de talla internacional. Es otro ejemplo de cómo los músicos profesio-
El Festival de Música de Cartagena no ofreció tan sólo conciertos, pues amplió su campo de acción con varias conferencias y muestras artísticas como “Espíritu y Materia”, una exhibición de objetos artesanales. Por su parte el Museo de Arte Moderno de Cartagena acogió la exhibición “Retrospectiva” del Maestro Juan Cárdenas, artista invitado a crear el afiche del Cartagena Festival 2009, además se llevó a cabo una exhibición de instrumentos organizada por la Asociación Colombiana de Lutería y el Ministerio de Cultura. Otro aspecto fundamental de este Festival, dentro de esa lucha por llevar la cultura al pueblo, es la realización de conciertos en distintos barrios de la ciudad de Cartagena. Es así como artistas y socios del Festival se han esforzado en crear espacios para la cultura. Los lugares escogidos para estos eventos fueron el Centro
Scott Yoo, estadounidense de origen asiático, dirigió la Orquesta Sinfónica de Londres en el III Festival de Música de Cartagena.
Cultural Las Palmeras, la Institución Educativa “14 de febrero” y la iglesia María Auxiliadora, en los barrios Olaya, El Pozón y María Auxiliadora respectivamente. En estos sitios se dieron cita artistas como la violinista Angélica Gámez, Andrés Díaz, Hsin-Yun Huang, Christopher Costanza, José Franch-Ballester y Stephen Prutsman.
Representación caldense
Para terminar deseo hacer mención de la representación caldense en este Festival. Después de la realización de un concurso de instrumentistas convocado por la Fundación Salvi y el programa de Licenciatura en Música de la Universidad de Caldas se proclamó vencedor a Martín Renato Marulanda. Este brillante instrumentista, amigo personal de quien esto escribe, representó a la escuela de percusión sinfónica y ganó en franca lid un lugar en el Festival de este año. Viajó en compañía del maestro Víctor Hugo López y ambos fueron testigos de primera mano de este magno evento. Este hecho representa un orgullo para todos los caldenses y para toda la escuela de Bellas Artes y demuestra además que el estudio de las grandes obras es también obligación de los estudiantes de Música de la ciudad, quienes en su mayoría dedican sus esfuerzos a las expresiones musicales de menor envergadura y se pavonean orgullosos por cuanto tablado y fiesta popular se presenta. Desde esta tribuna un llamado a todos ellos: la música es algo más que dinero y diversión, es una vocación y una forma de vida que debe alimentar el espíritu de todos aquellos que nos escuchan PS *Estudiante de Licenciatura y Música de la Universidad de Caldas. Presidente de la Asociación para el Fomento de la Calidad Artística