La Otra Mérida, Venezuela Bolivariana. Agosto - Octibre de 2013
¡consuMISMO ES TIL O!
el LápiZ RebeLde
Editorial Cuentan que el jinete vino con su Sancho de nuevo a los
MÁS QUE UNA NOTA, MÁS QUE UNA ESQUELA Y QUE UN RECUERDO, UNA INSPIRACIÓN, UN COMPROMISO Y UNA ACCIÓN. TU ERES EL COMANDANTE GUERRILLERO, EL QUE CONOCIÓ LA SIERRA CUBANA. TU COMPRENDISTE QUE REVOLUCIÓN ERA MÁS. QUE ERA EMPEZAR DE NUEVO. TU RENUNCIASTE A UNA HISTORIA EN LÍNEA RECTA... TU DECIDISTE VOLVER AL COMIENZO PORQUE VISTE QUE EL COMIENZO NO HABÍA CONCLUIDO. TU ERES EL COMANDANTE GUERRILLERO. AMÉRICA GUARDA TU CUERPO Y RESPIRA TU ALIENTO. TU ESTARÁS PRESENTE MAS QUE NUNCA EN CADA VIDA, EN CADA ACCIÓN, TU ERES DESDE AHORA TODO ESFUERZO SINCERO, EL SÍNTOMA DE LIBERTAD VERDADERA. AMÉRICA VIVE TU VIDA DESDE HOY Y CADA VEZ ES NUESTRO COMPROMISO, COMANDANTE GUERRILLERO. 8 de Octubre, Día del Guerrillero Heroico
aposentos del ventero, que hoy se parece a un abasto de chinos, Rocinante era su bestia, tan destartalado como su sueldo. Hace unos meses apenas alcanzaba para algunas pocas cosas más, pero hoy los sueldos y el rebusque no alcanzan. La supuesta historia del tal Cervantes dice que «el ventero preguntó a Sancho qué mal traía el jinete, a lo que Sancho le respondió que no era nada, sino que se había dado una caída de una peña abajo, y que venía algo brumadas las costillas». No era para menos, el doble y un poco más tenían los precios de las más indispensables cosas que necesitaba, mientras otras no existían en los anaqueles de aquella venta, que ya no era solo posada. Pero reparó el caballero, que también quiere decir «hombre a caballo» que las mayorías de las gentes llevaban bolsas repletas de artifundios plásticos y señalando un extraño objeto que uno de sus parientes llevaba preguntó: «¿Para qué sirve esto Sancho?», «Para cepillarse los dientes sin mover las manos», respondió su noble escudero. «¿Y esta cola Sancho?, ¿son estos pobres hombres y mujeres esclavos de qué reino?». Ya veía el gallardo caballero otro entuerto que enderezar. «No son esclavos – respondió Sancho – son compradores, van a pagar sus cuentas, son consumistas». No entendiendo el noble caballero sobre tal asunto, pues pensó que eran esclavos de algún malvado reino aquellas pobres almas, decidió afrontar una nueva aventura. - ¿Cómo se llama este caballero? - preguntó una muchacha, como en aquella oportunidad preguntara la austuriana Maritornes.
- Don Quijote de la Mancha – respondió Sancho Panza – es caballero aventurero, y de los mejores y más fuertes que de luengos tiempos acá se han visto en el mundo.
DIRECTORIO: Fundación Editorial El Lápiz Rebelde CBTR José Leonardo Chirino La Otra Mérida, Venezuela Bolivariana, Ago-Oct. 2013 Depósito Legal: pp2002IME534 ISSN: 1960-155X www.lapizrebelde.blogspot.com Correo-e: lapizrebelde.cam@gmail.com ¡EN EL CAMINO DE LAS COMUNIDADES!
el LápiZ RebeLde
El imperio del consumo La
explosión del consumo en el mundo actual mete más ruido que todas las guerras y arma más alboroto que todos los carnavales. Como dice un viejo proverbio turco, quien bebe a cuenta, se emborracha el doble. La parranda aturde y nubla la mirada; esta gran borrachera universal parece no tener límites en el tiempo ni en el espacio. Pero la cultura de consumo suena mucho, como el tambor, porque está vacía; y a la hora de la verdad, cuando el estrépito cesa y se acaba la fiesta, el borracho despierta, solo, acompañado por su sombra y por los platos rotos que debe pagar. La expansión de la demanda choca con las fronteras que le impone el mismo sistema que la genera. El sistema necesita mercados cada vez más abiertos y más amplios, como los pulmones necesitan el aire, y a la vez necesita que anden por los suelos, como andan, los precios de las materias primas y de la fuerza humana de trabajo. El sistema habla en nombre de todos, a todos dirige sus imperiosas órdenes de consumo, entre todos difunde la fiebre compradora; pero ni modo: para casi todos esta aventura comienza y termina en la pantalla del televisor. La mayoría, que se endeuda para tener cosas, termina teniendo nada más que deudas para pagar deudas que generan nuevas deudas, y acaba consumiendo fantasías que a veces materializa delinquiendo. El derecho al derroche, privilegio de pocos, dice ser la libertad de todos. Dime cuánto consumes y te diré cuánto vales. Esta civilización no deja dormir a las flores, ni a las gallinas, ni a la gente. En los invernaderos, las flores están sometidas a luz continua, para que crezcan más rápido. En la fábricas de huevos, las gallinas también tienen prohibida la noche. Y la gente está condenada al insomnio, por la ansiedad de comprar y la angustia de pagar. Este modo de vida no es muy bueno para la gente, pero es muy bueno para la industria farmacéutica.
Por: Eduardo Galeano
EEUU consume la mitad de los sedantes, ansiolíticos y demás drogas químicas que se venden legalmente en el mundo, y más de la mitad de las drogas prohibidas que se venden ilegalmente, lo que no es moco de pavo si se tiene en cuenta que EEUU apenas suma el cinco por ciento de la población mundial. «Gente infeliz, la que vive comparándose», lamenta una mujer en el barrio del Buceo, en Montevideo. El dolor de ya no ser, que otrora cantara el tango, ha dejado paso a la vergüenza de no tener. Un hombre pobre es un pobre hombre. «Cuando no tenés nada, pensás que no valés nada», dice un muchacho en el barrio Villa Fiorito, de Buenos Aires. Y otro comprueba, en la ciudad dominicana de San Francisco de Macorís: «Mis hermanos trabajan para las marcas. Viven comprando etiquetas, y viven sudando la gota gorda para pagar las cuotas». Invisible violencia del mercado: la diversidad es enemiga de la rentabilidad, y la uniformidad manda. La producción en serie, en escala gigantesca, impone en todas partes sus obligatorias pautas de consumo. Esta dictadura de la uniformización obligatoria es más devastadora que cualquier dictadura del partido único: impone, en el mundo entero, un modo de vida que reproduce a los seres humanos como fotocopias del consumidor ejemplar. El consumidor ejemplar es el hombre quieto. Esta civilización, que confunde la cantidad con la calidad, confunde la gordura con la buena alimentación. Según la revista científica The Lancet, en la última década la «obesidad severa» ha crecido casi un 30 %
Rebeldes, soñadores, inconformes, tercos, icómodos... Seguimos escribiendo...
entre la población joven de los países más desarrollados. Entre los niños norteamericanos, la obesidad aumentó en un 40% en los últimos dieciséis años, según la investigación reciente del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado. El país que inventó las comidas y bebidas light, los diet food y los alimentos fat free, tiene la mayor cantidad de gordos del mundo. El consumidor ejemplar sólo se baja del automóvil para trabajar y para mirar televisión. Sentado ante la pantalla chica, pasa cuatro horas diarias devorando comida de plástico. Triunfa la basura disfrazada de comida: esta industria está conquistando los paladares del mundo y está haciendo trizas las tradiciones de la cocina local. Las costumbres del buen comer, que vienen de lejos, tienen, en algunos países, miles de años de refinamiento y diversidad, y son un ... Continúa en la página 5
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Quino, Gente en su sitio.
el LรกpiZ RebeLde: Opiniรณn gRรกficA
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patrimonio colectivo que de alguna manera está en los fogones de todos y no sólo en la mesa de los ricos. Esas tradiciones, esas señas de identidad cultural, esas fiestas de la vida, están siendo apabulladas, de manera fulminante, por la imposición del saber químico y único: la globalización de la hamburguesa, la dictadura de la fast food. La plastificación de la comida en escala mundial, obra de McDonald’s, Burger King y otras fábricas, viola exitosamente el derecho a la autodeterminación de la cocina: sagrado derecho, porque en la boca tiene el alma una de sus puertas.
El inmenso ejército de McDonald’s dispara hamburguesas a las bocas de los niños y de los adultos en el planeta entero. El doble arco de esa M sirvió de estandarte, durante la reciente conquista de los países del Este de Europa. Las colas ante el McDonald’s de Moscú, inaugurado en 1990 con bombos y platillos, simbolizaron la victoria de Occidente con tanta elocuencia como el desmoronamiento del Muro de Berlín. Un signo de los tiempos: esta empresa, que encarna las virtudes del mundo libre, niega a sus empleados la libertad de afiliarse a ningún sindicato. McDonald’s viola, así, un derecho legalmente consagrado en los muchos países donde opera. En 1997, algunos trabajadores, miembros de eso que
la empresa llama la Macfamilia, intentaron sindicalizarse en un restorán de Montreal en Canadá: el restorán cerró. Pero en el 98, otros empleados e McDonald’s, en una pequeña ciudad cercana a Vancouver, lograron esa conquista, digna de la Guía Guinness.
salvan del anonimato multitudinario. La publicidad no informa sobre el producto que vende, o rara vez lo hace. Eso es lo de menos. Su función primordial consiste en compensar frustraciones y alimentar fantasías: ¿En quién quiere usted convertirse comprando esta loción de afeitar?
Las masas consumidoras reciben órdenes en un idioma universal: la publicidad ha logrado lo que el esperanto quiso y no pudo. Cualquiera entiende, en cualquier lugar, los mensajes que el televisor transmite. En el último cuarto de siglo, los gastos de publicidad se han duplicado en el mundo. Gracias a ellos, los niños pobres toman cada vez más Coca-Cola y cada vez menos leche, y el tiempo de ocio se va haciendo tiempo de consumo obligatorio.
El criminólogo Anthony Platt ha observado que los delitos de la calle no son solamente fruto de la pobreza extrema. También son fruto de la ética individualista. La obsesión social del éxito, dice Platt, incide decisivamente sobre la apropiación ilegal de las cosas. Yo siempre he escuchado decir que el dinero no produce la felicidad; pero cualquier televidente pobre tiene motivos de sobra para creer que el dinero produce algo tan parecido, que la diferencia es asunto de especialistas.
Tiempo libre, tiempo prisionero: las casas muy pobres no tienen cama, pero tienen televisor, y el televisor tiene la palabra. Comprado a plazos, ese animalito prueba la vocación democrática del progreso: a nadie escucha,pero habla para todos. Pobres y ricos conocen, así, las virtudes de los automóviles último modelo, y pobres y ricos se enteran de las ventajosas tasas de interés que tal o cual banco ofrece. Los expertos saben convertir a las mercancías en mágicos conjuntos contra la soledad. Las cosas tienen atributos humanos: acarician, acompañan, comprenden, ayudan, el perfume te besa y el auto es el amigo que nunca falla. La cultura del consumo ha hecho de la soledad el más lucrativo de los mercados. Los agujeros del pecho se llenan atiborrándolos de cosas, o soñando con hacerlo. Y las cosas no solamente pueden abrazar: ellas también pueden ser símbolos de ascenso social, salvoconductos para atravesar las aduanas de la sociedad de clases, llaves que abren las puertas prohibidas. Cuanto más exclusivas, mejor: las cosas te eligen y te
Según el historiador Eric Hobsbawm, el siglo XX puso fin a siete mil años de vida humana centrada en la agricultura desde que aparecieron los primeros cultivos, a fines del paleolítico. La población mundial se urbaniza, los campesinos se hacen ciudadanos. En América Latina tenemos campos sin nadie y enormes hormigueros urbanos: las mayores ciudades del mundo, y las más injustas. Expulsados por la agricultura moderna de exportación, y por la erosión de sus tierras, los campesinos invaden los suburbios. Ellos creen que Dios está en todas partes, pero por experiencia saben que atiene den las grandes urbes. Las ciudades prometen trabajo, prosperidad, un porvenir para los hijos. En los campos, los esperadores miran pasar la vida, y mueren bostezando; en las ciudades, la vida ocurre, y llama. Hacinados en tugurios, lo primero que descubren los recién llegados es que el trabajo falta y los brazos sobran, que nada es gratis y que los más caros artículos de lujo son el aire y el silencio. Mientras nacía el siglo XIV, fray Giordano da Rivalto pronunció en Florencia un elogio de las ciudades. Dijo que las ciudades crecían «porque la gente tiene el gusto de juntarse». Juntarse, encontrarse. Ahora, ¿quién se encuentra con quién? ¿Se encuentra la esperanza con la realidad? El deseo, ¿se encuentra con el mundo? Y la gente, ¿se ... Continúa en la sig. página
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encuentra con la gente? Si las relaciones humanas han sido reducidas a relaciones entre cosas, ¿cuánta gente se encuentra con las cosas? El mundo entero tiende a convertirse en una gran pantalla de televisión, donde las cosas se miran pero no se tocan. Las mercancías en oferta invaden y privatizan los espacios públicos. Las estaciones de autobuses y de trenes, que hasta hace poco eran espacios de encuentro entre personas, se están convirtiendo ahora en espacios de exhibición comercial. El shopping center, o shopping mall, vidriera de todas las vidrieras, impone su presencia avasallante. Las multitudes acuden, en peregrinación, a este templo mayor de las misas del consumo. La mayoría de los devotos contempla, en éxtasis, las cosas que sus bolsillos no pueden pagar, mientras la minoría compradora se somete al bombardeo de la oferta incesante y extenuante. El gentío, que sube y baja por las escaleras mecánicas, viaja por el mundo: los maniquíes visten como en Milán o París y las máquinas suenan como en Chicago, y para ver y oír no es preciso pagar pasaje. Los turistas venidos de los pueblos del interior, o de las ciudades que aún no han merecido estas bendiciones de la felicidad moderna, posan para la foto, al pie de las marcas internacionales más famosas, como antes posaban al pie de la estatua del prócer en la plaza. Beatriz Solano ha observado que los habitantes de los barrios suburbanos acuden al center, al shopping center, como antes acudían al centro. El tradicional paseo del fin de semana al centro de la ciudad, tiende a ser sustituido por la excursión a estos centros urbanos. Lavados y planchados y peinados, vestidos con sus mejores galas, los visitantes vienen a una fiesta donde no son convidados, pero pueden ser mirones. Familias enteras emprenden el viaje en la cápsula espacial que recorre el universo del consumo, donde
la estética del mercado ha diseñado un paisaje alucinante de modelos, marcas y etiquetas. La cultura del consumo, cultura de lo efímero, condena todo al desuso mediático. Todo cambia al ritmo vertiginoso de la moda, puesta al servicio de la necesidad de vender. Las cosas envejecen en un parpadeo, para ser reemplazadas por otras cosas de vida fugaz. Hoy que lo único que permanece es la inseguridad, las mercancías, fabricadas para no durar, resultan tan volátiles como el capital que las financia y el trabajo que las genera. El dinero vuela a la velocidad de la luz: ayer estaba allá, hoy está aquí, mañana quién sabe, y todo trabajador es un desempleado en potencia. Paradójicamente, los shoppings centers, reinos de la fugacidad, ofrecen la más exitosa ilusión de seguridad. Ellos resisten fuera del tiempo, sin edad y sin raíz, sin noche y sin día y sin memoria, y existen fuera del espacio, más allá de las turbulencias de la peligrosa realidad del mundo. Los dueños del mundo usan al mundo como si fuera descartable: una mercancía de vida efímera, que se agota como se agotan, a poco de nacer, las imágenes que dispara la ametralladora de la televisión y las modas y los ídolos que la publicidad lanza, sin tregua, al mercado. Pero, ¿a qué otro mundo vamos a mudarnos? ¿Estamos todos obligados a creernos el cuento de que Dios ha vendido el planeta unas cuantas empresas, porque estando de mal humor decidió privatizar el universo? La sociedad de consumo es una trampa cazabobos. Los que tienen la manija simulan ignorarlo, pero cualquiera que tenga ojos en la cara puede ver que la gran mayoría de la gente consume poco, poquito y nada necesariamente, para garantizar la existencia de la poca naturaleza que nos queda. La injusticia social no es un error a corregir, ni un defecto a superar: es una necesidad esencial. No hay naturaleza capaz de alimentar a un shopping center del tamaño del planeta.
CÓMO SE COME LA HISTORIA Domingo 10am. por la 106.3 FM y 1040 AM
Sin tanto perendengue Lunes a Viernes 2pm. por la 106.3 FM y 1040 AM
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AD VER TENCIA minado qque ue el cont enido de es er nativ ADVER VERTENCIA TENCIA:: Se ha de detter erminado contenido estta publicación alt alter ernativ nativaa puede ser nociv os y medianos funcionarios del gobier no. Los mismos solo pueden leer nocivaa par paraa la salud de alt altos gobierno. ebelde su cont enido bajo es trict Noo pre prettende es estta edición de El Lápiz R Rebelde contenido estrict trictaa vigilancia médica. N jus tif icar la crisis económica en los bolsillos del vvenez enez olano de a pie con el ttema ema del justif tificar enezolano «consumismo», por el contr ario es una crítica direct ue sigue pre contrario directaa a un sis sisttema qque prevvaleciendo, en gr an par acias a las políticas económicas del gobier no nacional, donde predomina la gran partte, gr gracias gobierno incoherencia y la ffalt alt prendemos ccómo ómo altaa de acciones concre concrettas par paraa cambiar la situación. N Noo com comprendemos oblema de rraíz aíz sino qque ue por el contr ario se desde el gobier no «re problema contrario gobierno «revvolucionario» NO se at ataca aca al pr vienen es os y alianzas (de maner elada la ma esttableciendo pact pactos maneraa pública algunas, de maner maneraa vvelada mayyoría) con em presas, nue jas, nacionales y tr ansnacionales . empresas, nuevvas y vie viejas, transnacionales
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Cuenta la leyenda que hubo una época en que los hombres, respetuosos de los otros, asumían eso que llaman la cosa pública para conducir los destinos de su pueblo hacia la buena venturanza... vibraban de alegría las moradas de los hombres, plenas e irreductibles... verdes los campos con flores y siembras, fiestas por doquier; satisfechos los dioses al ver tan perfecto escenario, creyendo así haber finalizado su labor en la tierra, decidieron tomar un merecido descanso... Los años fueron pasando y los demonios que habían permanecido silentes, ahora sigilosos, dedicaron sus esfuerzos a penetrar los espíritus de los hombres. Sin más ni más, en un abrir y cerrar de ojos, la avaricia y las ansias de poder minaron los corazones y dividieron aquellos espíritus libres en una interminable competencia hacia la más terrible destrucción. Miseria, desigualdad, hambre y muerte. Sin embargo, no todo estaba perdido; a lo lejos, allá donde nadie mira, escucha o siente, uno que otro fuego de rebeldía encendía poco a poco, a su paso, los corazones apagados, hediondos a ceniza mojada... con esperanza y algarabía... Las batallas no se hicieron esperar... El triunfo inminente permeaba ahora la posibilidad de transformar aquel mundo. Curioso era ver entre quienes dieron la vida por la vida, uno que otro bufón disfrazado de libre, que tras las «faldas» de los héroes, se escondían para sacar provecho de las nuevas circunstancias. Encerrados en palacios y papeles, vivían en una realidad paralela de alcurnia y bocadillos exquisitos.
Por: Yara
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Cuentan los que allí lograron entrar, que los únicos requisitos para fingir con algún viso de credibilidad aquella estética libertaria, eran no más que saberse de arriba pa’ abajo unos cuantos libretos que practicaban a diario a la hora del baño, llevar a todos lados, símbolos de aquellas gloriosas batallas, saberse todos los cantos de lucha y entonarlos cada cuanto que un libertador pasara cerca; dejarse, de vez en cuando, crecer un poco la barba y combinarla con el sombrerito característico de los libertadores. De modo tal que descubierto el secreto de la estética «libertaria», no tardaron en aparecer por todos lados, miles y miles de disfrazados, cada cual más «libertario» que el otro... era ya imposible saber quién era quién... Tan popular era esta moda, que absorbía todo el tiempo disponible para trabajar... sin que pasara mucho tiempo, las bondades de la lucha comenzaron a desdibujarse y aquellos fuegos comenzaron a enfrentarse a tiempos de aguacero... Hasta hoy no sabemos qué fue de aquel pueblo batallador... ¿el aguacero apagaría por completo los fuegos? ¿Los fuegos evaporarían el aguacero?... No sé por qué esta historia me es tan familiar...
«... y digo que el que se presta para ser peón del veneno, es doble tonto y no quiero ser bailarín de su fiesta» Silvo Rodríguez 7
El consumo como medio para llevar a cabo un proyecto vital
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La sangr e de t us compra s ... El profesor Alfonso Rebollo, en el inicio de su libro Estructura sobre el consumo en España, (Rebollo, 2001), plantea que, para los individuos, el consumo llega a ser lo que da sentido final a su actividad, pues de él depende la posibilidad de cumplir el proyecto de vida que tienen. En efecto, el individuo no puede realizar su proyecto en este mundo si no adquiere una serie de bienes y servicios que le ofrece una sociedad en la que se ha generalizado el consumo masivo, la «cultura del consumo» que coloca esta función como la principal en la vida de los individuos y que, como el propio economista Galbraith opina, es lo que defina a la sociedad. Según este autor «una sociedad, en tanto es, es de consumo». El consumo es, sin duda, uno de los más importantes motores de la Economía. Consumir, comprar bienes y servicios, es una función esencial de los agentes económicos y una variable fundamental en el desarrollo de los países y de las economías y en la creación de riqueza. No en vano se conoce con el nombre de Sociedad de Consumo o Economía de Mercado a aquella que se basa en el libre intercambio de bienes y servicios a cambio de un dinero y de la obtención de valor por parte de todos los agentes implicados. En el mundo contemporáneo estas leyes no sólo se cumplen desde el punto de vista estrictamente económico sino que existe una cierta invasión del consumo en cada vez más ámbitos de la existencia de las personas, configurando toda una cultura del consumo que trata de regir y dar sentido a la vida y comportamiento de las mismas. En plena crisis de ideales en la que parece haber entrado nuestra sociedad, el consumo se presenta para muchas personas como una manera (si no la única) de obtener la felicidad. El consumo es así una variable fundamental en el desarrollo de los países y de las economías y en la creación de riqueza. «El reinado del dinero y el individualismo posesivo son los rasgos que mejor caracterizan a esta civilización» escribe Rafael Díaz-Salazar. Somos ciudadanos en tanto que consumidores, perdiendo cada vez más otras características que nos definen y nos explican. Existimos en tanto en cuanto consumimos y somos consumidos.
« Los constructores de marcas son los nuevos productores primarios de la así llamada economía del conocimiento. Esta novedosa idea no sólo ha originado campañas publicitarias de última moda, supertiendas cuasi religiosas y universidades corporativas utópicas. También está modificando el panorama del trabajo mundial. Después de decidir cuál es el «alma» de las empresas, las supermarcas se han desprendido de sus incómodos cuerpos, y nada resulta más molesto, más desagradablemente material, que las fábricas que manufacturan sus artículos. La razón del cambio es sencilla: construir una supermarca es un proyecto extraordinariamente caro, que necesita una gestión, una atención y una alimentación constantes [...] Según esta lógica, las empresas no deben emplear sus limitados recursos en fábricas que exijan mantenimiento físico, ni en máquinas que se estropeen, ni en empleados que con seguridad han de envejecer y morir, sino que deben concentrar los recursos en los ladrillos y el cemento virtuales que se emplean para construir las marcas; esto es, en el patrocinio, en los envases, en la expansión y en la publicidad [...] Hallándose tan devaluado el proceso actual de producción, no sorprende que las personas que realizan el trabajo productivo sean tratadas como basura, como sobrantes.» NO LOGO, Naomi Klein. Ed. Paidós. 2001
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consumismo... con su mismo esquema de vida La tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, no siempre necesarios, o consumismo no es más que la manifestación material de un proceso de enajenación ético, histórico y espiritual de las personas sobre su percepción de la realidad, respondiendo, generalmente, a un esquema ajeno a su propio entorno. Este proceso de enajenación es producido por la imposición de un modelo con pretensiones hegemónicas que hace uso de una serie de instancias, como la estructura del Estado, la educación, el trabajo, el ordenamiento jurídicoadministrativo, la tecnología y la comunicación social de masas, como instrumentos para lograrlo. Este último -entendido como medios de difusión + TIC’s- ha cobrado enorme importancia en la consecución de los objetivos hegemónicos, los cuales se han convertido, posiblemente, en las armas más efectivas que ha desarrollado los países con vocaciones imperialistas para la dominación hegemónica del mundo. La imposición del «american life dream» o «sueño de vida americano», a través de estos instrumentos, han logrado posicionar en el imaginario colectivo de importantes sectores sociales del mundo, a este modo de vida, no sólo como único, sino como el más deseado. Los niveles de penetración y transculturación que estos instrumentos han logrado en el mundo, no
sólo producen la disociación de las personas, sino que significan la transición del «Homo y FeminaeSapiens» al «homo y feminae-consumus». No es casualidad el involucramiento de estos instrumentos en los procesos educativos -como certificador de conocimientos- para reforzar y garantizar el status quo en los procesos administrativos y jurídicos de las sociedades. Hoy día, no son necesarios Hombres y Mujeres sabios, sino hombres y mujeres adiestrados para
Por: Jesús Ignacio Ochoa Arias
el uso de ciertos instrumentos y estándares. Hombres y mujeres adiestrados con un mismo esquema de vida, ajenos a su entorno y a su realidad social, cultural e histórica. Hombres y mujeres adiestrados a consumir sin criterios. Inconscientes, no de su esclavitud - el esclavo es consciente de su condición- sino de su domesticación, se convierten en centro del mundo, no por su condición humana, sino por su capacidad de consumo y de allí, el estatus y jerarquía que ocupan en la nueva sociedad de consumo. Cabe preguntarse, ¿qué sentido tienen estos instrumentos en un proceso revolucionario? ¿De qué manera, se están utilizando para crear conciencia y transformación liberadora? ¿Hasta qué punto, la revolución no está siendo víctima de una serie de gazapos en esta materia? No pretendo tener las respuestas a estas preguntas, pero sí, estimular a la reflexión, a la conciencia y a la acción transformadora que permita comprender nuestro tiempo y compromiso histórico, y con ello, la independencia para el buen vivir del ser humano, aquel que se destaca por sus principios y valores de igualdad, justicia, solidaridad, humanismo, responsabilidad individual y social, es decir, el nuevo ciudadano bolivariano de la Patria. De lo contrario, corremos el riesgo de seguir siendo un país, inconscientemente colonizado, con un exacerbado consumismo y, con su mismo - el de ellos- esquema de vida.
que, enfrentaa «Así qque, ue, cuando cuando el el rebelde rebelde se se enfrent enfrenta «Así a la opción de elegir entre varios varios caminos, mir jos y mir eces: miraa más le lejos miraa dos vveces: miraa qque que ue esas esas rut rutas llevvan an al al mismo mismo lugar lugar,, as lle mir mira rutas llev lugar, quiere miraa qque que ue al al lugar lugar donde donde qquiere uiere ir ir yy mir mira no ha hayy camino. camino. no hay Entonces el rebelde, Entonces en lugar de angus tiar se por encues angustiar tiarse encuesttas que ue un un camino camino es es me me jor qque qque ue ootr ootr tr ue dicen dicen qque que mejor tro qque jor ue tr oo mejor tro por ue ttant ttant ant por cient cient no puede puede eq eq uiv ocar se, porq anto ciento equiv uivocar ocarse, qque ant oo por oo no ocar se, porq anto ciento equiv uivocar ocarse,
em pieza a construir construir empieza un camino camino nue nuevvo». o». un nuev
Subcomandante Marcos 9
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Venir a aguantarme mala cara y grito venir a estropear el verde jardín la morena flor que ayer me preguntó el nombre venir a cambiar un instante de tus ojos por la ulcera proclive
At work
venir a hacer de pendejo ocho horas diarias venir a caminar entre la mierda con otras tantas almas a punto de ser insertas dentro del mundo del chip del botón a distancia, la bomba teledirigida comienza aquí la muerte de los niños comienza aquí el hambre comienza aquí la riqueza de los opulentos comienza aquí ya cada paso se hace cada vez más pesado nadie puede moverse solo algunos aún suspiran cuando la ven a ella un rastro de esperanza como principio una sonrisa escueta que no es la disimulada señora venir a tanto blanco en las paredes un cuadro es un delito y un verso una ofensa un piropo una ofensa que nadie hable que nadie escuche venir aquí con los disimulados, los disimuladores máquinas conectadas a sus máquinas, queda poco tiempo venir a esperar la hora de salida, la cual no existe ya nada existe y poco queda entre la hipocresía y el silencio venir a ver a los que se persignan cada mañana mientras llega el periódico donde se irá la mierda del perro de la casa que ya no muerde, venir a confundirme entre los que tienen carro para ir al centro comercial en el entretiempo venir a ser perfecto venir al mundo a ignorar al árbol a matar abejas a escupir la flor. Luis Perales 10
el LápiZ RebeLde
U na vvez ez cuent an qque ue iba en mo cuentan motto en una de sus andanzas, así como nues tr riendo su comar ca, nuestr troo Che, recoer recoerriendo comarca, alla, choc an ttor or dió la bat chocóó contr contraa un gr gran oroo per peroo no per perdió batalla, dicen qque ue murió el ttor or oroo y la mo motto des desttar arttalada, per ollo siguió anadando como ahor a, como siem pre, peroo El P Pollo ahora, siempre, con su es píritu mar xis er bo int eligent e... espíritu marxis xistta, con su vver erbo inteligent eligente... Allá vvaa el submarinis pañado de su gent e, gente, submarinistta acom acompañado con los pobres de su tier r a, los qque ue dicen con su cant o: tierr canto: oria Siem pre!. ¡Has ict Siempre!. ¡Hastta la V Vict ictoria
En tu siembra, Pollo, tú que fuiste uno de esos hombres que no deberían tener derecho a morir. Por: Roland Denis
Nuestro amigo y hermano Rubén Atalido «El Pollo»
Ya te fuiste como tantos que hemos visto partir, posiblemente sin lograr los grandes cometidos, pero dejando una huella que la sonrisa que tú mismo cadáver conservó. Te fuiste desesperado por el encuentro súbito con la muerte, pero ¡ah grandísimo carajo! partiste sonriente porque la tarea fue cumplida y el amor está logrado, razón suficiente para una despedida más que feliz. Tu lugar fue tu lugar y de allí no te desviaste ni un milímetro, es la verdadera conciencia de pueblo que nunca se pierde entre los desvíos literarios y dogmáticos que tanto aborreciste, ni en el rondar sin centro con una pretendida verdad pidiendo alguna alma humilde pero estúpida que lo escuche, sino el quehacer puntual desde lo propio que primero se hace conciencia y ética personal y luego una larga sistematización de saberes infinitos que tú en cada encuentro nos recordabas a través de anécdotas, jodederas, experiencias vividas, nuevas relaciones humanas encontradas, millonadas de detalles que la vida real y la lucha auténtica nos enseña. Eso hace a un verdadero combatiente libertario, y gracias hermano en nombre de muchísimos porque usted lo fue. Cuánta tierra arrebatada por el rico ayudaste a que el pueblo pobre hoy tenga en sus manos, cuántas relaciones de igualdad y libertad trataste sin descanso de fomentar, cuántos nudos de articulación de lucha se hicieron con tus manos, cuántos saberes dejaste sembrados por las tierras que recogieron tus pasos, cuántas acciones abiertas y cerradas se hicieron bajo tu coordinación, cuántos hijos de esta lucha terminaste de parir, imposible de cuantificarlo, pero allí están como testimonio de la vida dejada y bien vivida, ¡coño!, como corresponde a un desobediente como usted. Fuiste un discípulo de la mejor de las guerrillas que se organizó en nuestro país, y que lo digan los montes de tu pueblo y los guerrilleros
que aún son su memoria y que tú un día me presentaste aquella vez que subimos a lo alto de la montaña y de repente me hiciste conocer a uno de estos tantos guerreros que le tomó doce horas de camino por esos montes hasta llegar a donde nos encontrábamos. Era nada menos que el segundo al mando de la columna que se formó junto a los cubanos que llegaron con sus armas y acompañar aquel ejército del pueblo de esos años, hoy sembrador de café en lo último de aquellas cordilleras. Ese tipo de gestos tan propios de ti no sólo te los agradezco de por vida, era también el modo particular de tu ofrenda siempre relacionada al restablecimiento de una memoria aún viva que como cometido de vida insististe en que no se pierda. Allí es donde la historia empieza a ser una pasión rica y no un libro muerto y mentiroso, ahora te tocará a ti y la memoria que dejas entrar dentro de esa pasión que los cuentos de tu pueblo y nosotros sabremos contar. Muere Rubén Atalido «El Pollo» y con él se va uno de los más consecuentes de los dirigentes del movimiento campesino de nuestro país, de la fragua de la más bellas de las corrientes históricas y libertarias cuya ronda mucho le falta por hacer y lo hará. Rabia que te vayas precisamente cuando hombres como tú tanta falta hacen ahora que la peor de la carroña quiere imponerse por todos lados para dirigir o más bien finiquitar una revolución que no les pertenece en absoluto, y todo lo que de ella sobrevive se ha hecho por el contrario con el ejemplo de hombres como tú y tu clase inaudita e increíble. Pero bueno, no importa hermano, cuenta con nosotros que sabremos aprender de ti y de tu altura, porque tú nos recuerdas lo que supone no rendirse y lo que significa realmente ser alguien leal a su pueblo y vivir desde ese reto gigantesco. Nos despedimos hermano sin lágrimas. Gracias por tu inmenso amor y soberbia rebeldía. Gracias por tu ejemplo y alegría. Un abrazo a los tuyos y a tu tierra. Volvemos por todos los caminos. Hasta la victoria siempre. 11