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Febrero 2015 ŠEnrique Bazako Goiburu, todos derechos reservados
Esta versión digital gratuita de Que llegue pronto mañana ha sido creada para que nuestros lectores puedan disfrutar de la obra de Enrique Bazako Goiburu y participar en su “Entrevista a mordiscos” del 29 de marzo de 2015 en la que además de regalarnos su obra, nos ofrece la posibilidad única de formularle todas nuestras preguntas.
Desde aquí queremos transmitirle nuestro más sincero agradecimiento.
Esperemos que disfruten de su lectura.
La Poesía no muerde.
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PRÓLOGO
Este prólogo es el pretexto perfecto para poder manifestar cuán inculto soy para la poesía. Prologar creo que es un privilegio; a más, prologar un poemario es un placer inmenso; pero ya si se trata de prologar el primer poemario de un hermano, se convierte en una de las tareas más complejas que voy a poder abordar en la vida. Este prólogo está escrito en el pupitre añejo del Ateneo, unos meses después de aquel día en el que Enrique dio por concluido el poemario durante años destilado, poemario hilvanado con versos que del placer, la pasión, el amor, los suspiros quebrados durante años, ha ido convirtiéndose en esto que ahora tenemos ante nuestra alma. Una de las cosas que hacen grande la literatura y en particular la POESÍA, es que el autor, el dramaturgo, el POETA; rezuma versos como gotas del licor más dulce jamás destilado, queriendo manifestar, transmitir un "algo"; y sin embargo nosotros los lectores, cuando nos embriagamos entre versos y figuras literarias, escogemos el sentimiento que mejor se acompasa con nuestro estadio a la hora de leerlo, rehaciendo el mensaje original, apropiándonos de la poesía, dejándola en uso exclusivo para nosotros, sin que los poemas cambien lo más mínimo el sentido con que fueron paridos. "Que llegue pronto mañana" es muchas cosas, pero ante todo es fidelidad, la fidelidad que el amor le hace al poeta rasgar la carne para que broten los versos de entre los bordes de la herida. Fidelidad al azul, los verdes y amarillos, al mar, a la justicia encarnada en la tierra. Fidelidad al regusto de los sueños hechos realidad, incluso sabiendo que por el mero hecho de soñar, tengamos que ir dejando muertos en los márgenes, los mismos muertos que Silvio ha de tener para ser feliz. "Que llegue pronto mañana" es luz, es lluvia, es el relámpago oscuro de la noche oscura, es pasión, enfrentamiento interno, esperanza en el desamor. "Que llegue pronto mañana" es espuma, sonidos repetidos, suspiros y aullidos desesperados, es mar; no lo digo yo, no, yo no tengo tanta genialidad para decirlo, lo dice Enrique, mi hermano poeta.
Madrid, Febrero de 2015, Jesús Aguilera
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Que llegue pronto ma単ana
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ABRENOITE Caen las horas, como hojas, lentamente este día de primavera en el otoño de la vida. Es temprano pero espero que te asomes, que vengas a saludarme como todas las noches. Como otras tardes mis ojos te buscan en la luz que va escondiéndose, en el rojo intenso del cielo que se cuela entre las nubes. Acudes justo a la hora de siempre, puntual recordándome querido amigo murciélago, que eres el abrenoite. Abres la noche para los sueños.
EL SUEÑO Sé que es difícil decirlo ante el mundo, tal como está. Sé que no es fácil decirlo ante los hombres y ya está. Creéis que no se que no es fácil? Pero tengo que decirlo Soy feliz Ya sé que no es fácil Pero debo compartirlo Lo digo soy feliz y ya está.
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ODA AL INSOMNIO I No renuncies a los sueños Sueños que justo alcanzan los pies descalzos Descalzos que se alzan como puños Puños dirigidos a los cielos Cielos en tus ojos encontrados Encontrados con los pies mojados Mojados cierro los ojos Pongo los pies en el suelo Y me mantengo en mi sueño. Sueño así con caracolas Caracolas que me traen el sonido de las olas Olas de mi mar, de mi infancia Infancia no de antes, sino de ahora Ahora me la trae el mar, ola tras ola Ola de nubes blancas y azules, tu mirada Mirada que me devuelve el mar Encerrada, como la infancia en ellas En las caracolas. Sueño con el mismo Norte Las mismas escaleras, el mismo verde Verde que traspasa los cristales Cristales que no hieren Hieren sólo los desamores Desamores que a otros descomponen Descomponen y traspasan las razones Yo sólo tengo amores No pierdo el norte...
ODA AL INSOMNIO II Sueño los mismos sueños húmedos Húmedos de ausencia, de estar solos Solos y ahora acompañados Acompañados de la caricia de sus dedos Dedos que me llevan a los puertos Puertos de barcos llenos Llenos de peces en sus senos Acompañados ahora por mis dedos En los mismos sueños húmedos. Sueño que ya nunca estará sola Sola de narcisos ni camelias Camelias que nacen en su boca Boca que cuando duerme me sueña Sueña con un mundo para todas Todas las flores hermosas Hermosas en sus manos abiertas De tanto amor hambrientas Cuando duerme sola. Sueño con los funiculares Funiculares que suben y bajan de los montes Montes que llaman castillos en esos lugares Lugares azotados por los mismos mares Mares donde encallan las naves Naves de náufragos nacientes Nacientes con sonrisas como soles Traídos por la aurora En su funiculares…
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ODA AL INSOMNIO III Sueño pero no despierto Despierto hago otras cosas, vivo Vivo, como, bebo, entre intensos abrazos Abrazos que endulzan lo que veo Veo tu espalda tendida en el lecho Lecho que añoro más que todo Todo me recuerda que estoy cuerdo Así que sueño Pero despierto. Sueño que me inunda la alegría Alegría de verla desatada Desatada como tormenta en primavera Primavera en el otoño de la vida Vida que se ofrece como una flor abierta Abierta a los dones de la tierra Tierra de donde procede ella Ella que es una tormenta Que me inunda de alegría. Sueño también con caracoles Caracoles de múltiples colores Colores de arco iris en los atardeceres Atardeceres en los que hay que despedirse Despedirse, besarse y sonreírse Sonreírse sin dejar de estremecerse Estremecerse y bendecir la vida al alejarse Alejarse lentamente Como los caracoles…
A DÓNDE VAN LOS SUEÑOS Ha muerto el sueño que amenazaba con ahogarnos Nos aferramos a la idea de lo eterno Y de pronto, así desnudos Nos ha descubierto la mañana Solos, yo y el olor a tu cuerpo de manzana Ya es la hora compañera, no oyes las campanas Avisan de un incendio, de una llamarada De una gran bola de fuego que amenaza Es la hora, nos avisan las campanas con su canto De recoger los frutos del amor recién hecho Vuelve!, vuelve! sueño A dónde vas, te grito Dejando las almas, los cuerpos en barbecho Después del incendio, con esta calentura Ardiendo así, solos, yo y el olor a tu cuerpo de manzana Nos esperan, los oyes, nos llaman, Quién, los gatos, las olas, los pecios nos reclaman Las barandillas huérfanas Los sitios, las calles vacías sin nosotros Piden nuestro amor, nos esperan en la acera los hermanos "La solidaridad es la ternura de los pueblos"
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NO LO CREYÓ DURANTE EL SUEÑO Se partió, lo sintió no en el momento Cuando fue a agacharse lo notó Ya no llegaba a sus zapatos Sus brazos sin fuerza no llegaban Se partió, quiso mirar de nuevo al cielo Cuando levantaba su mirada lo notó Los párpados no le dejaban ver el sol Sus ojos cerrados lo tapaban Se partió, decía seré como un junco Cuando fue a enderezarse lo notó La fuerza del río lo rompió Las aguas con su fuerza lo anegaban Se partió, no lo creyó durante el sueño Cuando se despertaba lo notó El corazón latía más despacio Los latidos con su fiereza no le ahogaban Se partió, no sintió el rayo ni el trueno Cuando salió a la calle lo notó Una lluvia de tristeza lo empapó Los pies, antes seguros, resbalaban Se partió, fingió que no lo oyó Cuando estuvo solo lo notó Al despedirse lo escuchó En sus oídos las palabras retumbaban
Se partió, no quiso darle crédito Cuando le besó lo notó Lo sintió en sus labios La ternura y el deseo le embriagaban Se partió, de momento no entendió Cuando miró sus manos lo notó Las metió en los bolsillos y sintió Estaban llenos de sueños y quemaban
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SUEÑOS DE ARENA
No voy a dejar que me dejes gaviota de os castelos Aunque tu mirada se esconda debajo de los montes Y tus manos se retuerzan en sus ligaduras Y tus palabras sigan dando mil rodeos
Es mía la mariposa azul posada en tus muslos Y no voy a dejar que se vaya por las nubes Aunque a veces tu rabia quisiera liberarla Y sus alas batan furiosas en tus senos
Yo se tanto como tú de los lobos de tus ojos He recorrido también las mismas soledades He salido con ellos, de noche con la luna nueva Y cazé al vuelo tu mirada, se tanto como ellos
Así que sigue alimentando los sueños Pero no te duermas, gaviota, en los laureles No justifica el pasado, los cambios de las mareas No voy a dejar que me dejes gaviota de os castelos
LO SOÑÉ Creías que dormía, yo soñaba Dormías y creía que soñabas Despiertos los dos Y no sentía tu mirada Pensé que llorabas y reías Los dos despiertos Y ninguno se atrevía Que aroma de amapolas Que vuelo de palomas Despiertos los dos Las manos enlazadas Soñando que soñaban Los dos despiertos Y ninguno se atrevía Tú por estar despierta Yo creyendo que dormías
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YA SUEテ前 QUE CAMINO SOBRE EL AGUA Se abre en la tierra un agujero Se estrecha el sendero Se ha establecido la ley del deseo Se aferra el dolor con su puテアo de acero
Se precipita sin alas mi cuerpo Al abismo Se apartan los pies del suelo Y caigo, como plomo, al cielo
Sueテアo que camino sobre el agua Incorpテウreo, sin peso, el aire arrastra La levedad del alma
Se han abierto las compuertas Sale a borbotones, lo notas? La soledad del alma
LOS SUEÑOS NUEVOS Los árboles, las flores, las campanas El dolor, el placer, la primavera Los carreiros, los senderos, las barandillas
Las camelias, hortensias, los recuerdos Las piedras, el amor, los inviernos Los montes, febrero, los sueños rotos
Octubre, los miedos, las pasiones Los nuevos sueños, junio, sus obsesiones ciudades viejas, añoranzas, los bombones
El azul, el gris perla, el esmeralda El mar, nuestro mar que nos llama La espuma, los cuerpos, la maleza El futuro, la esperanza, la añoranza Dios existe
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A DÓNDE VAN LOS SUEÑOS
A dónde van los sueños cuando duermes Me gusta pensar que se convierten en rocío Que venga a tentar mis pies cuando despierte Así sabré de nuevo a la mañana que estoy vivo
UN SUEÑO TONTO (Tocata y Fuga)
Se que sabes que yo se que llueve Que se que llueve aunque evites mostrar el agua Tanta nubosidad tan cansina que me abruma Tanta bruma que de frío me agarrota
Y sigue cayendo la lluvia gota a gota De esas nubes que bajan de los montes Que tiñen la piel de feos nubarrones Y se canta en la calle que caiga un chaparrón de azúcar y turrones
De acuerdo esperemos a que escampe Y que salga el sol por donde salga Que un poco de calor nos hace falta
Falta nos hace un arco iris de esperanza Que nos devuelva el cielo sus colores Y aleje de estos cuerpos los temblores
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NO PUDE DEJAR DE SOÑAR Soy del mar y para el mar Y decidí salir de él Había, dicen, un edén de leche y miel Y no pude dejar de soñar
Así salí, como soy, de la espuma Ay! marinero de agua dulce Saliendo del fondo verde A la arena fría de la playa
Me encaramé a los atolones Dejé mis huellas en la orilla Me ofrecía con su canto una sirena La promesa del penúltimo café
A dónde vas iluso Ulises Me susurraban líquenes y anénomas Iluso de ilusiones a recoger mi caracola Donde la mar brama en su oleaje
LO SOÑADO POR SUS MANOS
En el principio todo era bosque Maleza en llamas No conocían de ellos nada más Que lo soñado por sus propias manos La sequía de sus labios
Aprendieron a saborear las raíces Los nombres de las flores El contorno de las piedras
Supieron que los besos estaban hechos de mar Eligieron una estrella Es nuestra dijeron Y les marcó a fuego sus noches
Reían y lloraban Y retozaban nuevos en la nieve La lluvia los mojaba y no importaba
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Adoraban a sus dioses y a la luna Se moldearon con las olas Dejaban sus huellas en la arena y reían Se acercaba el crepúsculo y rieron La vida es eterna se dijeron
Miraban al cielo leían las nubes Pronosticaban las tormentas Se calaban los huesos Y encendían de nuevo en sus ojos Las hogueras
TU SUEÑO
Una noche pasaré a buscarte Seré un relámpago en tu sueño Una noche, sin que lo sepan robaré tu cuerpo Será en tu sueño Será en tu sueño, donde se que me esperas Delante de todos me agarraré a tu mano Y me llevaré el alma que te habita Y que es mía para siempre Será un anoche En un sueño Dónde se que me esperas
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SOÑÉ QUE ERA EL RÍO
Esa noche el río era un mar de lágrimas Esa noche se le oía llorar desde todas las ventanas No podía contener tanto llanto la bahía Esa noche la tormenta creció en el mismo cauce De abajo arriba
Anegando las orillas Esa noche las olas doblaron Sus rodillas de espuma
Se hizo justicia en la tierra Y las aguas ahogaron Tus lamentos y la luna
LA NUBE Y EL SUEÑO ( Y YO, Y TÚ)
Agarrado a ese rabo de nube, de una mano Pienso: tengo un sueño, he amado y amo Me he ganado el saludo y el respeto He tirado la moneda al aire, ha salido cara y he ganado
La otra mano la dejo así, colgada Esa mano que no tembló en el amor, ni en la barricada Una mano así de la nube agarrada Esta otra, la izquierda, colgada hacia la tierra
Con las dos manos acaricio tu cintura Tu cintura de nube blanca Sobre un fondo azul de sueño
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ENSOร ACIONES Cuรกntas veces amor Bajo esa bรณveda azul En lechos de verdes y amarillos
Junto al rumor del agua Escuchando el canto De los pรกjaros
Nuestras almas como llamas Han ascendido al cielo Encendiendo el aire
CUÁNDO ES MAÑANA Acerco el oído a la caracola, escucho la vida en ella Todas las vidas, me las trae la mar En su interior se abren todos los sueños Los sueños vividos y soñados, gigantes, diminutos Todo comienza en un punto de luz Un centelleo mínimo, un instante, unos ojos que se ven Se inicia una espiral de vida arrolladora, de dentro afuera Que se replica a sí misma, en anillos de arenas y de estrellas La oigo, la oyes?, una ola, otra ola, otra ola, otra ola Una dice tu nombre, otra dice el mío bajo la espuma Rebotan, se mezclan nuestros cuerpos en este estrecho esqueleto Que la marea ha dejado en la orilla abandonado Yo se desde entonces que amanece cuando me nombra La nacida de la espuma me llama con nombres repetidos, nunca iguales Todas las mañanas, después del amor bajo la luna Desde la nada al todo y me pregunta cuándo es mañana Cuándo es mañana
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ŠEnrique Bazako Goiburu, todos derechos reservados
CARTA
Hoy amanece lloviendo en Cádiz, se oye el viento silbar entre las rendijas que dejan las calles y plazuelas en la ciudad cuando se tiende al mar, el mar que hoy se ve bravío y enojado. La lluvia tamborilea en los cristales poniendo ritmo a la luz clara que comienza a vencer a la luz oscura que ha sujetado a la ciudad durante toda la noche en sus cimientos.
Amanece hoy Cádiz de esta guisa. En la cama del hotel, por unos instantes, como si fuese a perder la vida se me han aparecido imágenes de estos dos últimos días, y entre las sábanas que han perfumado el amor, se han colado esos recuerdos con el empuje de unos versos asomándose a saludarme con las dichas y desdichas del amor. El primer impulso ha sido leer "abrenoite", porque sin darme cuenta durante estos dos últimos días he estado navegando entre los versos que este libro nos regala, de la mano de la mujer que adoro.
Anteayer, en la sobremesa de una cazuela de "menudo", en una de las placitas que visten la ciudad, en una callejuela con la que la vieja Gades nos encierra entre sus encantos, la conversación giró acerca del amor del poeta; amor, que los humanos no sabemos discernir pues nos transciende, nos supera y nos hace predecibles; el Amor cuando el poeta lo manifiesta en versos, se hace el verbo que ningún dios sabe escribir, solo él, el poeta cuando asciende de lo humano es capaz de regalarnos tanto llanto como para poder seguir amando. Y anteayer, ante la luz atlántica de esta pequeña joya, la poesía se superó a si misma rememorando los versos de un hermano durante el insomnio que nos produce saber que pronto partiremos del mar y tan solo nos quedaran las caracolas.
Ahora, cuando la tormenta me ha incitado a leer de nuevo estos versos, he encontrado el sentido verdadero a las horas que estuve ayer sentado en el atardecer frente al Océano, en los Caños de Meca, frente a las aguas que hace más de dos siglos fueron escenario de la más terrorífica de las batallas navales, sentado a la izquierda del faro del Cabo de Trafalgar, imaginé el fondo marino plagado de pecios que aún contienen el aliento de muchos hombres que antes de vivir la muerte en el naufragio tuvieron un recuerdo al amor sin poder escribir un simple verso.
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Ayer a la tarde, de nuevo la poesía encontró el camino mientras sentado al borde del mar fui contemplando cómo el firmamento se pintaba de colores para recortar la figura del pescador sobre las olas. Inspiré y tuve que dejar de leer ya que estuve a punto de creerme muerto, pues solo el poeta es capaz de mezclar en un mismo verso el azul turquesa de las aguas del mar, mientras el firmamento se tiñe del color de las mandarinas; así como el olor a berberecho, hace que la raspa de un pez fresco se mude en mucho más que un esqueleto.
Solamente el poeta escucha los cantos de sirena y únicamente ayer yo pude contemplar uno de los mayores espectáculos de la naturaleza de la mano de mi amor. Ayer durante horas vi cómo se tejía una colcha de ganchillo con la espuma que corona las olas que se prestan a romper contra las rocas, una colcha que envolverá con mimo el rumor de la caracola, cuando ya no esté aquí sentado. Porque ayer por la tarde sufrí la pérdida de la puesta de sol sobre el Atlántico mientras recogía la colcha que tejió para mí el mar, antes de teñir de colores el firmamento, antes de ser consciente de haber acabado la lectura de estos versos y estar seguro que pronto llegaran nuevos "mañana" y ojalá tenga el honor de estar cerca y poder volver a leer los versos que destilen tu mano diestra.
Cádiz, Noviembre de 2014; Ernesto Durruti.
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