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Sabiduría en lenguas latinas
from 10-08-2023
JUAN ANTONIO MASSONE
Saber significa experimentar una cercanía de conocimiento directo de lo vivo. Las generaciones alcanzan el “sabor” de la experiencia y la comunican mediante vívidas observaciones. Los hechos originados por la conducta son cogidos al vuelo. En pocas palabras, existe una lección de tener en cuenta. No hay persona a quien no le ciña algún vestido o sombrero. Los refranes y dichos parecen conocer nuestra medida.
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En las lenguas romances, aquellas hijas del latín, abunda la presencia de refranes en el cotidiano transcurrir social.
Los idiomas italiano, portugués, francés, rumano y español hacen gala de vivacidad en este examen de agudeza. En tales acervos, comprobamos coincidencias y similitudes en unos respecto de otros. Al fin, los seres humanos caminamos sobre dos pies, practicamos usos y costumbres y emprendemos ciertos actos habituales e irrenunciables, los que muestran la especie a la que pertenecemos.
De los italianos, escogemos: Como el queso en los macarrones/ Todo loco quiere dar consejos. Siamo tutti figli d´Adamo (Somos todos hijos de Adán); Il troppo stroppia (El exceso daña); Detto fatto (Dicho y hecho); Tutti le strade conducono a Roma (Todos los caminos conducen a Roma); Chi va piano va sano e va lontano (Quien va lento va sano y llega lejos); Mangia, mangia che ti fa bene (Come, come, que te hace bien).
No menos interesante, el refranero de los portugueses: Barriga llena, corazón contento, Dios tiene más para dar que el diablo para quitar, vemos caras, pero no vemos corazones, Quien agarra mucho, con poco se queda, El perezoso trabaja doble, Los que tienen prisa comen crudo, Si tu mujer quiere tirarte de un tejado, procura que sea uno bajo.
Las aplicaciones reconocen, con facilidad, aquellas circunstancias en las que engarzan lo manifiesto y la asignación que le sigue. Quedan unidas, con natural sonrisa o alerta de atención, la síntesis y la fisonomía de lo humano. A buen entendedor, pocas palabras.
Dichos y refranes alcanzan un carácter inapelable. Así comprobamos en algunos ejemplos franceses: Otros tiempos, otros modos, Appeler un chat un chat (Llamar gato al gato), Buscar el mediodía a las catorce horas, Avoir una faim de loup (Tener un hambre de lobo), El agua va siempre al río, Tirar el dinero por la ventana, Quien no dice palabra, consiente. haber dejado las leyes sin ejecución”, aseguraron. Recordemos que se dio a conocer que la directora de la Dirección de Presupuestos, Javiera Martínez, habría “flexibilizado” las glosas para permitir mayor facilidad en las transferencias, y luego se conoció que el Consejo de Auditoría -que depende de la Segpres en momentos en que Jackson era ministro- acotó los criterios respecto de los reportes de transferencias. Pero la gota que rebasó el vaso, dicen en republicanos, fue que el ministro reconociera este martes la existencia de irregularidades en traspasos desde su ministerio, en las regiones de Antofagasta y Atacama.
Los hispanos de Europa y de América compartimos la riqueza de adagios, proverbios, refranes y locuciones que, en esta oportunidad, no es necesario resaltar especialmente. De ello poseemos comprobación cotidiana.
Interesante y profundo el sentido de los refranes rumanos: ¡Qué sabe el asno del canto del ruiseñor?, El agua fluye, las piedras permanecen, Quien se quemó con la sopa sopla hasta en el yogur, Se puede juzgar a un hombre por su nación, pero no a una nación por un hombre, Allí donde la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana, No hay humo sin fuego, Cuando un loco tira una piedra al agua, diez sabios no la pueden sacar, Por donde salen las palabras, sale el alma también.
Es deseable que no “nos pasen gatos por liebre”.
Puntualmente en el Maule, se suma una querella presentada por el diputado Jorge Guzmán (Evópoli), para “garantizar la investigación del Caso Convenios en el Gobierno Regional del Maule”.
Sin duda, las semanas que vienen serán complejas en el país, pues la atención estará puesta en todo este escándalo y no en el trabajo que nuestras autoridades deben hacer para mejorar la vida de personas.