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Juventud: Un tesoro no tan “divino”
from 13-08-2023
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Fue el destacado poeta, escritor, periodista y diplomático nicaragüense Rubén Darío, quien -sin imaginar que su frase: “¡Juventud, divino tesoro!” se haría famosa internacionalmente- escribiera el poema “Canción de otoño en primavera” que contiene esas palabras, miles de veces repetidas. Lamentablemente, la juventud es un segmento de la existencia humana que pareciera transcurrir más rápido que los otros ciclos, como la infancia, la adolescencia, la madurez y la ancianidad.
Y Darío escribió ese nostálgico poema en 1905, cuando era ya casi cuarentón y el “divino tesoro” se había esfumado. Este preámbulo da pie para relacionarlo con la conmemoración del Día Internacional de la Juventud, que debió celebrarse ayer sábado 12 de agosto.
Según las más recientes estadísticas, en la actualidad, hay más de 1.200 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años, que representan el 16% de la población mundial y para el 2030 -fecha límite para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)- se estima que la cantidad de jóvenes habrá aumentado en un
7%, llegando a superar los 1.300 millones. Por cierto, no todos los jóvenes piensan y sienten del mismo modo en todos los países; hay obvias diferencias según sea el grado de desarrollo social, cultural, político y económico y eso hace que los aportes que los jóvenes hagan en sus respectivas naciones, sean muy distintos y hasta cuestionables. Es penoso reconocer que hay una gran masa de jóvenes y adolescentes que son víctimas de la drogadicción, a la que son arrastrados por mafias de narcotraficantes y Chile no está ajeno a esta dolorosa realidad. En todo caso, la celebración de ayer del Día Internacional de la Juventud estuvo centrada o dedicada a las competencias ecológicas y la ONU hace notar que el planeta se encuentra inmerso en una transición ecológica y el cambio hacia un mundo ambientalmente sostenible y respetuoso con el clima es fundamental, no solo para responder a la crisis climática mundial, sino también para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el futuro de la humanidad depende de la energía, las ideas y las aportaciones inagotables que puede hacer la juventud.
Pobreza y migración
La lentitud de las listas de espera en el área de la salud es una lamentable realidad en Chile. En el caso de la oftalmología, si bien en patologías graves la atención de pacientes fluye de manera adecuada, en lo que respecta a aquellas no consideradas como de gravedad inmediata, los tiempos de resolución son muy largos, lo cual es preocupante porque dichas dolencias podrían complejizarse, generando riesgos a quienes las padecen.
La oftalmología, esta es la consulta más demandada en personas entre 15 y 64 años. En las patologías consideradas graves, como el desprendimiento de retina y los traumas oculares, las atenciones se dan en general de manera oportuna, pues los hospitales realizan una gestión adecuada para resolver, directamente o a través de un segundo prestador, esta patología que puede ocasionar ceguera. Sin embargo, no se observa lo mismo con aquellas prestaciones que no se consideran de gravedad inmediata, como la catarata o el glaucoma. Es importante que en el país existan más profesionales especializados en oftalmología y disponer de recursos adecuados, que permitan contratar más oftalmólogos y personal médico, así como adquirir equipos y tecnología. También es recomendable mejorar aún más la gestión de pacientes, fortalecer la prevención y detección temprana de problemas visuales, aumentar la infraestructura oftalmológica a lo largo de Chile y fortalecer la colaboración públicoprivada.
El impacto de Internet en nuestras vidas es enorme y se extiende en muchos ámbitos, incluyendo la educación, los negocios, la política, la ciencia, la cultura y la sociedad en general. En Chile hay un significativo aumento en la conectividad y la digitalización, con más del 90% de la población nacional utilizando Internet . En definitiva, esta tecnología llegó para quedarse y es imprescindible que las sociedades cuenten con buenos servicios de Internet, ya que la conectividad de la red está ligada al desarrollo económico y social de las naciones.
Es importante tener en cuenta que, a pesar del alto nivel de penetración en Chile, todavía existen brechas digitales y desigualdades por las cuales hay que trabajar.
En particular, los desafíos están en las zonas rurales y remotas donde se suele tener menos acceso a la tecnología y la conectividad, pudiendo afectar la capacidad de las personas e industria en dichos lugares para participar plenamente en la sociedad digital.
Pero en el ámbito urbano también existen nuevos obstáculos que es necesario enfrentar. El robo de cables y el vandalismo han hecho de la conectividad vía fibra una red feble y vulnerable. Por ende, es necesario avanzar en nuevos métodos de conexión, y gran parte de la solución está “en el aire”.
Hoy existen tecnologías que permiten crear enlaces inalámbricos y dedicados de nivel empresarial, más seguros que el cable, facilitando la conectividad total y allanando la “Súper Carretera” que necesitamos en Chile, para continuar avanzando hacia los desafíos del mañana.
La Encuesta Casen muestra resultados positivos respecto a la baja histórica de la pobreza para la población chilena, pero las cifras relativas a las personas migrantes en el país preocupan. Los migrantes en situación de pobreza han aumentado, y duplican a los chilenos, reflejando las dificultades que han tenido para insertarse. Esta diferencia obedece tanto a políticas migratorias restrictivas que promueven un acceso desigual a una vivienda digna y al mercado laboral, y que se agravan por el trato desigual y discriminatorio que enfrentan de la población local. Además, cuentan con menos apoyo y redes sociales que los chilenos. Así como quienes migran a Chile lo hacen por necesidad, producto de crisis económicas y/o po - líticas, también son claves para el crecimiento del país, considerando el creciente envejecimiento poblacional, las menores tasas de natalidad y la necesidad de mantener a la población laboralmente inactiva. Pero más allá de su contribución, son personas a las que el Estado debe garantizar sus derechos humanos, al igual que a los chilenos. Mi investigación ha revelado que la precariedad habitacional que muchos enfrentan ha dificultado una convivencia amistosa con los chilenos. Resulta urgente entonces impulsar políticas públicas que aseguren el acceso de las y los migrantes a una vida digna, e impedir que se siga profundizando la pobreza y exclusión que viven. Solo así podemos avanzar en lograr una mayor cohesión y justicia social.