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Situación sanitaria se complica
from 16-06-2023
A pocos días de que –cronológicamente– se inicie la temporada invernal en nuestro país, la situación sanitaria se ha venido haciendo cada día más grave, amenazando muy especialmente a la población infantil y creando una comprensible alarma, prácticamente en todas las regiones del territorio nacional.
Al crecer el número de menores afectados por el virus sincicial, hay numerosos padres y apoderados que no están enviando a sus hijos a clases, especialmente a los de los colegios de enseñanza pre básica y básica.
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Esto ha llevado a una reacción del Colegio de Profesores y su actual presidente, Carlos Díaz Marchant, llegó hasta el Ministerio de Educación con el fin de solicitarle al Gobierno, que adelante y extienda las vacaciones de invierno debido a esta crisis de virus respiratorios.
Díaz Marchant llegó acompañado del presidente de la Asociación de Municipalidades de Chile, Gustavo Alessandri Bascuñán y del presidente de la Comisión de Educación de la Asociación Chilena de Municipalidades, Bernardo Vásquez.
Recuerdos De Hace 60 O M S A Os
Juego de grandes; gusto de chicos también
JOSÉ MANUEL LÓPEZ MORENO
El nacimiento de este juego a recordar se remonta a la mitología; Homero en su Ilíada, describe que los pretendientes de Penélope, que esperaba sin pausa a su amado Ulises, ocuparon ese largo tiempo jugándolo ( lo llamaban Procos). En España apareció alrededor del año 1400 y desde entonces ha sido bautizado con 8 nombres según las regiones de la península. Miguel de Cervantes ya lo describe en una de sus obras y Francisco Pizarro fundó Lima incluyendo una cancha de bolos, el boliche. Nosotros lo llamamos Palitroque, pero hoy, más de medio siglo después, le llaman “Bowling”. Para tal deporte disponíamos en Curicó de dos canchas reglamentarias: la del Club de la Unión y la del Centro Español. Especialmente en esta última, se llevaban a efecto campeonatos adultos con muy buenos jugadores y competidores de otras ciudades. El diseño de la cancha consistía en un pasadizo de madera firme, lisa y lustrosa flanqueado por sendas canaletas de desvío que se llevaban los malos tiros; y al fondo, al casi término de la cancha, se erguían los 10 palitroques de madera, ordenados en hileras equidistantes conformando un triángulo equilátero. Medían 40 cm, de alto y 6 cm, de diá- metro, de forma cónica. Tras el término de la cancha, en posición central, existía el refugio del encargado de levantar los palitroques para el siguiente jugador. Este refugio yo lo vivenciaba como el burladero de la plaza de toros, listo a esperar la embestida de este animal esférico sin cuernos (la bola).
Un punto aparte era la selección de las bolas, de más o menos 15 cm. de diámetro; las elegíamos dependiendo del peso, de lo liso y sin rasguños de su cubierta, y, muy importante, del tamaño y disposición de los agujeros que permitieran calzar cómodamente los tres dedos mayores de la mano y así evitar la disyunción de alguno de ellos si al tirar la bola no se liberaban sin dificultad. De hecho, cada jugador reconocía y buscaba la bola de su preferencia en cada partida en que interviniera. El lanzamiento propiamente tal requería de una técnica que no era factible desconocer, so pena de quedarse sin puntos. Consistía en avanzar rápido unos pasos con la bola levantada por el brazo que la sostenía y en posición posterior al cuerpo. Llegado al límite de tiro, señalado en el suelo, el brazo se desplazaba hacia delante y el cuerpo se detenía y curvaba. La bola debía ser sol- tada en un ángulo que la hiciera entrar a la pista como un avión aterriza en su pista, tratando que el curso de rodaje fuera por el centro de la cancha; al botar el palo central, este arrastraría a otros y sumaría más puntaje. Una pizarra lateral daba cuenta del puntaje de cada tiro y jugador. Era motivo de vergüenza callada si aparecía un 0 en la línea de tu nombre. Las causales de este desaguisado podía ser varias: desvío a la canaleta, muy poca fuerza en el tiro en que la bola caía con estruendo sobre la pista, o pasar por entre medio de dos palos (conocida como “viroca” y abucheada como mal tiro). Como era juego de adultos, la época soñada para nosotros era el tiempo mañanero de vacaciones de invierno, porque los adultos trabajaban y no aparecían en las canchas. El peaje para jugar, que los mismos jugadores debíamos pagar por turnos, era ir al burladero y reponer la fila de palitroques para el próximo jugador. Todos soñábamos, y algunas veces lo hacíamos, el poder tumbar todos los palos al primer tiro. Se llamaba doble, transfería el orgullo del honor, y disminuía o borraba si antes había habido un tiro de vergüenza. Este juego de grandes nos ayudaba a ser menos niños.
En parte de su petitorio, el líder del gremio docente expresa: “Le pedimos al Ministro que se adelante el proceso de vacaciones de invierno, es decir, extenderlas, pues nos parece grave la situación de la insuficiencia de camas UCI pediátricas, tal como lo ha confirmado el propio Ministerio de Salud. Además, son graves las cifras de ausentismo escolar en los establecimientos escolares. Yo vengo del sur de Chile; pasé por cuatro regiones donde el ausentismo de los estudiantes es sobre un 70 u 80 por ciento, por tanto nos parece inoficioso que los ministerios de Salud y Educación no tomen cartas en este asunto que es gravísimo”, enfatizó Díaz Marchant.
Asimismo, y ante la renuncia del subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos, el presidente del Colegio de Profesores llama al Gobierno a tomar medidas para enfrentar la crisis de salud que se vive y, especialmente, le plantea al nuevo Subsecretario, Osvaldo Salgado, que asuma su cargo implementando la medida que esperan las comunidades educativas de todo Chile: la extensión de las vacaciones de invierno, para contener los contagios que se suceden en las escuelas y liceos de todo el país.