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MONTEALTO, SEMILLERO DE SUEÑOS
Por JOSÉ MIGUEL ARRUEGO
La ganadería de Montealto cogió sitio en Madrid hace casi veinte años y, desde entonces, nunca faltó a su cita con Las Ventas. Sus reputados mimbres y la cuidada selección de su creador, Agustín Montes, dan como resultado un animal enclasado y enrazado a la vez, que ha puesto el triunfo en bandeja a gran cantidad de diestros, de ambos escalafones. El último, este mismo año, y por partida doble, García Pulido.
Agustín Montes es un tipo recto. Habla claro y directo. Sin ambages. Y sin pelos en la lengua. Sabe que tiene un currículum para leer despacio, pero no saca pecho, y, propio de un inconformista como él, tampoco deja de trabajar mientras repasa una trayectoria ganadera de más de cuarenta años.
¿Qué recuerdos tiene de sus inicios como ganadero, allá por los años 80?
Pues en principio yo no quería ser ganadero, lo que pasa que como aficionado práctico, porque yo quise ser torero, compré treinta becerras para torearlas con mis amigos y entretenernos, y aprobé las treinta porque todas fueron buenísimas. Aunque no quería ser ganadero, como aquello creció, pues tuve que comprar un semental. Aquello empezó a criarse, me vi con dos o tres novilladas sin caballos y me hice ganadero de la Asociación. Lidié por los pueblos y hablando con amigos me dijeron: “aquí comen igual las buenas que las malas”. Y entonces decidí dar el paso e irme a otros encastes que me gustaban más.
¿Y le picó el gusanillo, se puede decir así?
Hombre, claro que te pica el gusanillo, empiezas a lidiar en plan de hobbie y de sorpresa, porque me encontré con una ganadería sin querer queriendo, y tuve la suerte de que aquello se me dio bien. Empecé a lidiar y de ahí en adelante, hasta hoy.
¿Cuándo se decide ir a por la simiente de Ventorrillo y Algarra que tan buenos resultados le han dado?
Un día hablando con un amigo ganadero y amigos que toreaban conmigo, cogí el libro de la Unión y busqué dos ganaderos: Juan Pedro y Luis Algarra. Como yo conocía a Luis Algarra, que había traído una corrida a San Sebastián de los Reyes, decidí llamarle y llegamos a un acuerdo. Le compré las treinta primeras vacas. Después conocí a Paco Medina, que me lo presentaron en una comida en Toledo, y de la barra al Restaurante ya le había comprado sesenta vacas. Ahí empezamos la aventura.
¿Y ha vuelto a refrescar con algo, o se ha mantenido fiel a esos orígenes?
Lógicamente, claro que he refrescado. Le compré becerras a El Torero y a Virgen María, procedencia Victoriano del Río, y he alquilado sementales, porque hay que ir renovando. He ido sacando siempre lo mejor de lo que tenía, pero he ido renovando siempre sementales con ganaderos importantes.
Siempre conjugando la clase y la transmisión como norma de la casa…
Es que si no hay clase y transmisión no hay emoción. A mi me gusta el toro que transmita, que al espectador le deje algo de sabor. Yo sé que es muy difícil ser ganadero, pero yo voy buscando, y voy encontrando, no siempre lo que yo quiero, porque me gustaría más, pero lógicamente yo he cortado muchas cabezas a vacas y a sementales y todos los años tiento cinco o seis machos. Siempre buscando algo que tenga esa transmisión, y que sean bravos, que humillen y que se desplacen y que tengan esa clase. Pero es muy difícil, si fuera fácil todo el mundo sería ganadero. Cuando dices es que este es de una vaca buena y de un semental del año pasado, pero siendo de la misma vaca o del mismo semental, no te salen nunca igual. Y ahí estamos en esa lucha.
Ahora… ¿tiene la ganadería en el punto donde usted quiere tanto a nivel de bravura como de cabezas?
No. Yo creo que los ganaderos nunca estamos a gusto con lo que tenemos. Siempre aspiramos a más porque aparte de que es bonito esa incertidumbre que tienes, yo este año por ejemplo he aprobado un par de sementales, uno extraordinario, y ya estoy loco por ver los productos, pero claro, esto es muy largo. Siempre vas buscando más, lo que pasa es que tú vas confiado en que llevas una cosa buena y por hache o por be las cosas no salen. Y ahí ya te rompen los esquemas, pero tienes que seguir intentándolo y buscando. Pero no estoy a gusto con lo que tengo.
Dónde fueron sus primeros triunfos?
En 2005 lidié una novillada a principio de temporada en Guadalajara. Tengo un recuerdo muy bonito porque hicieron una sociedad el apoderado de Fandiño, un buen amigo y buena persona, el propio Fandiño y el padre del apoderado. No tenían dinero pero llegamos a un acuerdo. Salió un novillo de vuelta al ruedo que se llamó “Cantor”, y no veas lo bien que estuvo
Fandiño. Después fuimos a Illumbe, en el Certamen Internacional de Novilladas. Fue un espectáculo de novillada, fue extraordinaria, pero fíjate, que luego eso me ha servido para no volver. He echado buenas novilladas. En Oviedo he lidiado dos tardes y un día me dieron la vuelta al ruedo a tres novillos, el año de la despedida de Rafa Camino, y luego volví otra vez y también estuvo la cosa muy bien. Tengo muy buenos recuerdos, la verdad. En Guadarrama, por ejemplo, un año le dieron la vuelta al ruedo a cuatro novillos, un día de lluvia que estuvo a punto de suspenderse, que torearon López Simón, Esaú y Ángel Puerta’.
¿Y a partir de ahí?
A partir de ahí me salieron contratos en Francia, y también lidié en Sevilla. Fernando Adrián si le mete la espada a uno le corta las dos orejas y le dan la vuelta al ruedo al novillo, que ahí estaba yo en el tendido y la empresa me hizo bajar al callejón y me dijeron: al año que viene una corrida de toros como ésta, y lidié en la preferia al año siguiente. Una tarde de viento fatal y no se dieron las cosas, pero luego volví en el Corpus a otra corrida. En fin, tengo un currículum pues, para empezar como yo, sin familia ganadera, estoy contento con lo que he conseguido, pero me hubiera gustado muchísimo más.
¿Y Madrid?
En Madrid cogimos antigüedad en 2006, con una novillada en la que triunfó un chaval de Cádiz que se anunciaba Benjamín Gómez, y como la cosa se dio bien enseguida nos pusieron en San Isidro. Hubo una novillada en 2008, a la que Pinar y Tendero cortaron una oreja cada uno, que nos dio mucho. Y a partir de ahí siempre han contado con nosotros. Luego en corridas de toros he echado algunas corridas en Madrid buenas con algunos toros buenos, siendo la mejor y más redonda la del 2 de mayo de 2015, en la que salió en hombros Morenito de Aranda y también cortó las orejas López Simón, que no salió por la Puerta Grande por resultar herido. Bautista le cortó una oreja a otro toro mío un día de lluvia, que podían haber sido dos… estoy contento, pero los ganaderos de segunda fila como yo no podemos dormirnos. Hay que seguir luchando.
¿De segunda fila?
Digo de segunda fila porque no los quieren matar las figuras. El año pasado eché una corrida de toros en Bargas que Espada le cortó tres orejas y fue un corridón de toros, pero mi mercado son las novilladas, que algunas son corridas de toros. Las novilladas de Madrid, las mías, son corriditas de toros y los chavales, sin torear, demasiado hacen. Si a mis novilladas las cogieran figuras del toreo, las figuras al malo te lo hacen bueno y al bueno, fíjate… pero los chavales no tienen esos recursos. Porque están muy nuevos y Madrid se les hace muy cuesta arriba, por la exigencia del público, que les miden como a una figura… Hombre, por favor, si ha debutado antes de ayer… y no ha toreado y ha venido a Madrid a jugársela, a matar una corrida de toros...
¿Qué importancia considera que ha tenido Las Ventas en su trayectoria?
He echado novillos en Madrid que ojo, porque conozco mi ganadería, y sé lo que hubieran dado de sí. Sé lo que tengo y sé dónde voy, y los ganaderos tenemos que ir a Madrid. A mi nunca me ha gustado esconderme. Y si me llamaran más veces a Madrid, más veces iría, porque es muy bonito lidiar en los pueblos pero ahí no se ven las cosas, donde se ven es en las plazas de importancia.
Ahora mismo se le puede considerar uno de los referentes ganaderos de la Comunidad de Madrid…
Tuve una oportunidad de comprar otras fincas, pero mi obligación con mi empresa no me permite irme lejos, entonces compramos esta finca, que es pequeña, porque en la sierra no hay fincas grandes, y reúno cuatrocientas y pico hectáreas. Tengo los machos en una finca y las hembras en otra. Nos apaña- mos así hasta que Dios quiera. Está a media hora de la Puerta del Sol y eso es importante. Es una finca bonita, está bien adaptada y la de las hembras también; creo que es una de las mejores fincas de la Comunidad de Madrid.
¿Cómo compagina su empresa con la faceta de ganadero? Una actividad en teoría de ocio, pero que en realidad se come mucho de su tiempo libre…
De ocio no tiene nada, porque aquí hay que estar constantemente. Tardo media hora desde mi empresa y subo casi todos los días y tengo allí dos personas responsables. Otras veces no subo pero en esto hay que estar porque hay que hablar con la gente y decidir muchas cosas, y yo soy el creador y por muy buenos profesionales que tengas tienes que intercambiar opiniones con ellos, porque tengo muy buena gente pero el responsable soy yo. Todos los domingos a las 10.30 h. estoy en la finca, porque hay que echar de comer al ganado, y aunque cada vez subo menos porque tengo muchos años, todos los domingos estoy allí. Además, a mi me gusta controlar las vacas. Y voy y estoy muy pendiente. Dicen que la hacienda tu amo te venda o que la atienda, y yo soy de esos. Es que además no sé estar sin estar en mi finca, porque he luchado mucho, me he llevado muchos sufrimientos y disgustos con mi mujer que en paz descanse. “Otra vez a la finca”, me decía… es un veneno.
Ya han salido dos novillos de nota en Madrid este año, en mayo y en junio, con los que ha triunfado además, en ambos casos, García Pulido. ¿Qué le queda por lidiar?
Esto es muy difícil, y en el momento que un día sales contento de un sitio y te crees Dios, al día siguiente te parten la cara, porque las cosas no salen bien. Por ejemplo en la Copa Chenel he lidiado toros extraordinarios y el otro día he echado el borrón en Colmenar por circunstancias, pero la culpa no fue toda mía. Pero ahí estamos. Lo que queda de temporada vamos a Hagetmau, Dax, Albacete, Arganda, Villaseca, y San Agustín de Guadalix… Espero que rompa más de un novillo en lo que queda.
¿Y para el año próximo?
Ya me han pedido novilladas para cuatro plazas de primera, que no voy a tener, y es buena señal, pero ya me las están pidiendo. Estoy contento aunque está todo muy difícil, porque los piensos están muy caros, pero eso lo tenemos que asumir los ganaderos y si no, pensar en dedicarnos a otra cosa.
¿Para cuando demandarán sus toros las figuras?
Vamos a intentarlo, es muy difícil porque usted sabe que esto es un círculo muy cerrado, tanto para los toreros como para los ganaderos. Aquí se reparten el chocolate entre cuatro y es una triste pena. No dejo corridas de toros porque cuando los tienes, no siendo Madrid, que te los llevan de sobreros o te llevan una corrida de toros, como no eres un ganadero de los de arriba pues vienen los empresarios y te putean con el precio de los toros, en una palabra. El año pasado la corrida de toros que lidié en Bargas vinieron a verla tres o cuatro empresarios de cuatro ayuntamientos, y a todos les gustó, pero amigo, a la hora del precio de los toros quieren abusar de ti. Entonces yo dije… ¿Voy a criar toros para venderlos más baratos que las novilladas? ¡Venga hombre!… No, es que no tenemos ese dinero, pues no venga usted…. Te desaniman del todo.