Érase una vez un hombre que secuestraba niĂąos y los metĂa en un gran saco, se llamaba el Hombre del Saco.
El temible Hombre del Saco vivía con su mujer la Señora Saco de Patatas. Ella se encargaba de cocinar los cordones de los zapatos de los niños secuestrados, y se los servía a su marido con un poco de tomate y queso.
Como cada noche, el Hombre del Saco sali贸 a secuestrar a un ni帽o.
Al llegar a casa, volc贸 su saco y lanz贸 al ni帽o al trastero con el resto.