La revista según Caamaño - Noviembre 2015

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LA CIENCIA ESTÁ LOCA

Por Daniel Castillo (@SoyDacastillo)

Carta semiabierta a

Patricio Hernández Estimado Señor Hernández: He estado siguiendo su trayectoria desde sus inicios. Comenzó en Teleanálisis, luego estuvo muchos años en Canal 13, primero como parte del equipo de Contacto y luego en labores ejecutivas, a cargo de los reportajes. Terminó esa carrera hacia arriba como programador de ese canal, en una de sus épocas más dulces. Luego fundó CNN Chile, creando un canal informativo desde la nada, con equipos afianzados que hasta hoy funcionan como reloj. Luego lo llamaron de vuelta a Canal 13, para apagar el incendio de una crisis enorme, y lo logró. Dejó el canal líder por 2 años, con un cóctel explosivo de programas hechos para toda clase de públicos, algunos de mejor calidad que otros. Eso hasta recibir la oferta de MEGA, donde hasta ahora, junto a su equipo ejecutivo, ha tenido una trayectoria más que exitosa. O al menos los números conocidos por todos dicen eso. Quiero proponerle algo: Detenerse en los comienzos de su carrera y compararlos con la actuyalidad. Cuando usted trabajaba en Teleanálisis, el gran enemigo a vencer era la dictadura militar. Y dicho régimen tenía un fuerte elemento aglutinador y adoctrinador en los medios de comunicación, particularmente en TVN, canal fuertemente influenciado por los hombres pardos que

dirigían el país de manera violenta y torpe. Era el único canal con red nacional, y el único que se veía en el extremo sur. En el resto del país, quedaba relegado a una posición secundaria frente a un Canal 13 que lograba acaparar el 70% del público total en una emisión habitual. ¿Cómo lo lograron? A punta de representar al chileno medio, con sus luces y sombras, aún autocensurándose para evitar quedar en la lista negra de Pinochet, pero diciendo lo que había que decir, aunque fuera en clave. La programación de TVN en esa época distaba mucho de lo que debe ser un canal de servicio público. Constaba de noticieros altamente sesgados, emisiones deportivas en las que lograban mayor público, ficciones que funcionaban a rebufo de lo que hacía el canal católico, programas de entretenimiento exageradamente chabacanos y encabezados por personas afines a los militares, y teleseries (mexicanas principalmente) con guiones añejos con respecto a lo que era del gusto local, pero muy bien realizadas audiovisualmente y con actores y actrices con carisma y atractivo físico. Todas estas producciones terminaban siendo afines a los principios que intentaba perfilar el régimen: El liberalismo económico y el conservadurismo valórico (aunque solo en el discurso, ya entraré más en el tema). He mirado críticamente la pro-

gramación de su canal, y aunque usted no lo crea, no veo nada tan diferente a ese canal cooptado por fuerzas fácturas: Las turcas son las nuevas mexicanas, Kike Morandé es el nuevo Enrique Maluenda, llenar el noticiero de temas “chicos” obviando la política y la economía como si no afectara ni importara al ciudadano común, y no es así, es otra forma de sesgar los informativos, hacer ficciones basadas en los estereotipos y venderlas como “lectura de la sociedad” es una nueva forma a hacer lo mismo que ya ha hecho la competencia hace años, los transformistas son las nuevas vedettes, son usadas para vender modernidad y aceptación, cuando simplemente se les está usando en un sistema enfermo. No le pido que deje su cargo ni que se vaya a vivir a una montaña. Simplemente le pido que haya una reflexión honesta y no autocomplaciente sobre el tipo de televisión que se está haciendo. Que se pregunte si realmente está dejando atrás el MEGA anterior para crear uno nuevo o en realidad está haciendo exactamente lo mismo que otros han hecho y no se han dado cuenta. Fíjese, que al igual que en el pasado, están empezando a perder terreno por culpa de exactamente el mismo canal. Si, el mismo en el que trabajaba antes. Todo a punta del Tio Emilio, “miegda” y “azúcar”.



LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS

El chaqueteo y el sensacionalismo

no ganará esta batalla La grosera campaña del desánimo está actuando contra los que buscan alzar los niveles de calidad en la televisión chilena. Lo cierto es que TVN se está encendiendo, de a poco, pero más que suficiente para apagar el incendio que tiene a nuestra pequeña pantalla en la mayor crisis de su historia Es cierto: TVN está pasando por momentos infelices gracias, en una parte, a malas decisiones tomadas tanto por el presidente del directorio Ricardo Solari, a la directora ejecutiva Carmen Gloria López (hay que decirlo) y a su anterior director de programación Nicolás Acuña, que era un excelente cineasta pero que de televisión y de convergencia de audiencias no sabía absolutamente nada. Y por otra parte, la gente, tomada como boba y muy facil de adoctrinar, que tomó la decisión de no ver TVN porque se convenció gracias a los programas de farándula de que todo lo que daban ahí era malo. Y la neta es que no es así. Cierto que antes habían programas malísimos como “Lip Sync Chile” o la gala de Fuerzas Especiales 2 -que muchos no entendimos que era una parodia a las alfombras rojas, aunque eso fuese pretexto para que la estúpida de Nicole “Luli” Moreno pisara un edificio y un estudio que a mi gusto no debería-, pero lamentablemente pagan justos por pecadores. Y por justos me refiero a excelentes espacios como “Za-

mudio”, “La Poseida”, “Matriarcas”, “Happy Together” y tantos otros que cayeron ante el Huracán Mega. Estas palabras las redacto con la esperanza de que los televidentes enmienden el rumbo, que es tremendamente distinto a imponer gustos. Nunca ha sido la intención de este cuchitril que no tiene otro fin más que conseguir una televisión de primer nivel en Chile. Lo que si hacemos es ajusticiar los buenos espacios cuando el rating no las trata como debería. Nada cambia si los canales no cambian y la gente no cambian. Yo pienso que persona que ve farándula no merece ser tratado como tal sino como nada más que un macaco que, como no tiene vida, está interesado en la vida de otros. La excusa de “la TV es sin llorar” solo ha traido problemas y más problemas ante los ejecutivos indolentes, y directores de programación que creen manipular a los televidentes de mi país para ver cada programa a la hora que a ellos les cante. Había que reinventarse y TVN ha tomado el desafio luego de la asunción de un publicista como Eugenio

García, que además fue creador de la Franja del NO y fundador de la agencia publicitaria BBDO, asi que algo sabe de convergencia, que es lo que tanto pedimos en esta tribuna democrática, libre e independiente. La invitación era “TVN se enciende” y se mostraron reconociendo la crisis y la situación en la que actualmente está la televisora, liderado por Pancho Melo y los lideres de todas las áreas de la cadena pública. Muchos apostaban a que iba a ser un fracaso, sin embargo, los números dicen otra cosa, lo que no significa que no haya que pulir algunos baches que siguen entorpeciendo el camino hacia una televisión de calidad internacional. Pese a que “Matriarcas” sigue en sus inmerecidos 4 puntos, el éxito de “Carrusel” en su horario y entre el público infantil ha hecho que no solo tenga un auspiciador y marcas como Yogu Yogu de Lonco Leche hayan vuelto a poner una pauta publicitaria después de años utilizando la vitrina de esa creación de SBT, sino que además invitaron a un concurso para encontrar a los igualitos a Cirilo, Jaime


Palillo o María Joaquina, además de que vende en su target. La “turcasilera” (gracias Seba Arce por el apodo xD) “José de Egipto” ha sido un guatazo, y la verdad, mi problema no es que sea una teleserie bíblica, liberad de culto y estado laico. El problema es otro y es que la Rede Record, cadena que pertenece a la nefasta Iglesia Universal del Reino de Dios, hace esto con fines adoctrinadores, además que su dueño, el obispo Edir Macedo Bezerra, varias veces ha sido investigado por lavado de dinero y chantaje. Ahi patinó Carmen Gloria López, que mandó a Karen Doggenweiler a entrevistar a los protagonistas de “Moisés, los diez mandamientos”, que la semana pasada al cierre de esta edición emitió la escena en la que se abre el Mar Rojo, la cual fue una riqueza, hay que decirlo. Una de las banderas de lucha del nuevo TVN es su gran cantidad de programación cultural, la cual lucen en una promocional donde destacan que emiten más de 700 horas de esa programación al año, seguido de Canal 13 y más atrás los otros canales. Y es que hacer cultura que además entretenga y se aleje de lo elitista no lo pueden hacer todos, y menos ser coherentes con idea y luego apoyar el farandulismo, y con eso me refiero a Chilevisión. El canal estatal en ese sentido ha sido consecuente, pues ha metido la educación cívica en el “Buenos días a todos”, aunque eso le haya molestado a la UDI y RN; también ha generado debates en El Informante; las preguntas de Andrea Arístegui en Estado Nacional han causado el llanto de Jaime Mañalich -recientemente expulsado del Colegio Médico por faltas a la ética- y de Hernán Larraín; “Melo y Astorga” y la

vitrina que ofrecen a la BBC Earth ha sido una delicia imperdible e imprescindible. Se los dice alguien que rechaza el discurso Hot N Cold de “menos farándula y más cultura”, entre otras cosas, porque gracias a la farándula, la gente común ni tiene idea del real significado del término “cultura”. Y es más que ver solo monos apareándose o aburridos relatos de filósofos arjonistas. Es más que eso, y precisamente la actuación de Morrissey en el programa de Astorga responde a una declaración de principios que ha estado fijando el canal desde que llegó García: Recuperar mientras se pueda el nivel artístico que llegó a nuestra pequeña pantalla con el retorno de la democracia, lo cual es dificil, pero no imposible, y a la vez absolutamente loable. Por el lado de la información, Amaro Gómez-Pablos fue sacado de prensa para encontrar el éxito (aunque les arda a los buitres de mierda de Intrusos) a través de un programa que, precisamente, identifica a los chilenos, como lo es “¿Y tú qué harías?”. La licencia de Disney adaptada genialmente por la productora de Carola Fuentes “La Ventana Cine” -que también creó espacios como “¿Por qué en mi jardín?”, “¿Qué comes?” y la aclamada película documental “Chicago Boys”- se ha ganado el cariño y el apoyo de la teleaudiencia, y es que pone al chileno común, al ciudadano de pie, al hombre de la calle, en situaciones límite como un eventual caso de un mendigo que llega a comer a un local de restaurante, o cuando una farmacia sube un precio drásticamente al día siguiente, o si a alguien se le queda la guagua adentro del auto con todo lo que eso implica, o yendo más extremamente, diversos casos de bu-

llying o violencia en pareja. Y como dice @Televisivamente, es mejor que aparezcan Amaro y Consuelo Saavedra a que aparezca el Tio Emilio. Y a las 21:00 una verdadera buena noticia, pero que también tiene sus baches: El nuevo 24 Horas Central con la premisa “Noticias para entender tu mundo”, con la pareja de Mónica Pérez y el recién llegado Matías del Rio. La formula es la misma que hizo reconocida a T13, que es el dato duro, el tema del momento explicado en simple con una pizarra, y un formato más lúdico de noticias deportivas que se lo copiaron al “Digan La Verdad en Tele13” -por algo Guarello tiró varias tallas al respecto en el debut de la nueva etapa-. Yo la verdad no entiendo por qué la gente opta por informarse con un noticiero que usa la crónica roja como bandera de su mentira de “periodismo ciudadano” y otro que ignora los grandes temas y los reemplaza por portonazos. Y concuerdo con un comentario que me llegó hace semanas: Es cosa de falta de cultura, y es que las personas ni siquiera tienen idea de qué engloba la cultura ni qué es lo que implica. Conseguir buenos contenidos en televisión no es fácil, pero valdrá la pena años de lucha por parte de este humilde servidor y sus aliados, en pos de mejorar la pobredumbre actual. Es responsabilidad nuestra generar la cultura necesaria como para que los chilenos podamos elegir bien lo que vemos, y no lamentar injusticias como ocurrieron con “La Poseida” y “Zamudio”. Pero recuerden: El muestreo actual solo abarca 600 casas, un poco más y un poco menos, y no incluye todos los métodos de visionado.


EL CONCIERTO DEL AÑO

¡Thank you Katy! En alrededor de una hora y 45 minutos, la diosa californiana puso fin a 8 años de espera desde el inicio de su carrera, coronando al “Prismatic World Tour” como el más lucrativo y a la chica como la artista que más plata ganó en el año que está a punto de irse. “Era octubre, desperté era un día ideal, pero a la vuelta descubri el arcoiris de mis colores, los mil amores, y tres olores que nunca conocí... Entonces grité ¡Aconteció! ¡Aconteció!” Este fragmento del himno de la cadena portuguesa SIC (que paradoja o no, también nació un 6 de octubre) podría reflejar lo que vivimos ese mismo día de 2015 en la Pista Atlética del Estadio Nacional, al ver nuestros sueños hechos realidad. A eso de las 21:15, en el legendario Mario Recordón, Katy Perry se asomaba con su energía y talento, y por supuesto, su espléndida belleza, en el escenario del Prismatic World Tour, una gira aclamada y, si ponemos en comparación con Rihanna, gustó más que el de la morenaza de Barbados en lo que es la crítica. Por lo mismo, y entendiendo el resfrio que pescó en Buenos Aires, que no se haya quedado más tiempo en Chile importa menos que la vida actual de la Vale Roth.

ñado de @Die_Young. Ahi pudimos constatar la alegría y entusiasmo que caracteriza a los KatyCats, que es el nombre con el que nos denominamos los fans de esta exquisita artista norteamericana. Vimos harto Cosplay de las vestimentas típicas de Katy en sus videos y shows, juegos con globos y condones a los que incluso participaron los carabineros y personal de seguridad de DG Medios, y por sobre todo, mucha gente menor de edad. Y claro, la artista tiene mucho arrastre entre los niños, niñas y adolescentes, y deberá ser porque las identifica y sus canciones son divertidas, alegres y llenas de chispa. Pasadas las 5 de la tarde, no me acuerdo bien en la actualidad, se abrieron las puertas, y ahi viene un error de la productora: Dejar entrar al público en grupos de a 10. Quizá fue para no aglutinar la entrada ni generar una estampida similar a la de Rihanna, pero la manera en que se hizo este método (esperas de hasta 20 o 30 minutos entre grupo y grupo, algo que recién se redujo pasadas las 17 horas) no fue la correcta. Pero bueno, una de las tantas cosas que quedan en el anecdotario, como cuando el personal de seguridad decía “No corran, no corran” y las pendejas corrían igual. Afortunadamente nosotros fuimos mucho más conscientes, más que nada porque el Seba estaba mal de una pata.

LA PREVIA Este servidor se juntó con Sebastián Arce (aka @DonSebaArce en Twitter por si lo quieren seguir, tranquilos todos, es un buen chico) en la boletería del Metro Irarrázaval, y luego de tomar un bus del Transantiago, hizo la fila de rigor acompa- LAS TELONERAS

Pasadas las 6 y media de la tarde, se presentó la telonera nacional Consuelo Schuster, que digamoslo, canta bien pero no prendió lo suficiente entre los que esperaban pacientemente a la Perry. Solo cuando subió a cantar su hermano Augusto Schuster generó un griterío que hizo que se generara una bola de nieve en lo que quedaba de El Colorado (?). Al menos me la gocé cuando cantó la canción de mi teleserie favorita de este año, aunque faltó la Denise Rosenthal. Seguido vino la polémica y nóvel Tinashe, que llegaba sindicada como “la copia de Rihanna”, y la verdad es que las críticas solo las centraría en que en algunas canciones hizo un playback descarado. Canta bien, baila bonito, pero que una artista doble una canción solo se lo acepto a Britney Spears y Enrique Iglesias. Finalizó su show diciendo “Y no olviden que mis canciones las pueden encontrar en iTunes y Spotify”. ¿Se acuerda cuando en los matinales tiraban el número de contacto de los artistas cuando estos se presentaban? Eso fue igual de ordinario. Es que no podis. LOS DESPERFECTOS DE LA PRODUCCIÓN No podría dejar pasar por alto los errores de DG Medios, como por ejemplo, dejar pasar a menores de edad con todo lo que eso implicó. La consecuencia fue que los que alcanzaron a tocar la primera


fila de cancha comenzaron a ahogarse y la producción tuvo que trasladarlas a Cancha VIP. ¿Y qué me dice de los que tenían la posibilidad de tener sillas y las ocuparon para pararse encima de ellas, debilitando la visual de la gente de atrás? Eso no lo normalizó la gente de seguridad, al menos lo que yo vi. Y dígame del concurso de Cencosud con las tarjetas al cielo, que solo favoreció a la gente de las tribunas y no a los de Cancha. Al menos al final del show no hubo nada más que lamentar, salvo que ibamos apretados cuando nos retirabamos de la Pista Atlética. Y EL PLATO DE FONDO Solo se hizo esperar 10 minutos, contrario a la cerca de una hora que tuvieron que aguardar los Navys a la espera de la barbadense. Lo cierto es que apenas se apagaron las luces del Mario Recordón, la algaravía se apoderó del recinto. Asomaron los “caballeros” del primer acto del show, pero apenas emergió Katy desde el suelo del escenario, ahi comenzó a desatarse la emoción que provocaba tener a tu ídola en frente. Todos a coro cantamos “Roar” con lo que podíamos de voz, y hasta le hacíamos los mismos pasos de ella. Posteriormente siguieron otras canciones como “Part of Me” y “Wide Awake”, donde demostró toda su energía en el escenario, y demostró además por qué es una de las divas poperas más influyentes y rentables del mundo musical. Luego prosiguió el cuadro egipcio con “Dark Horse”, un temonazo que hasta hoy sigue generando varios logros como el billón de reproducciones en YouTube

y VEVO -algo que los Grammy jamás dimensionaron-. Montada en un caballo, la llamada “Katy Patra” encantó como ella sabía hacerlo. Posteriormente prosiguieron otros clásicos del repertorio de la californiana como “E.T.” (con el holograma de Kanye West, que no pudo asistir porque su ego lo tenía guardado en el edificio de Capitol Records (?)), “Legendary Lovers” y “I Kissed a Girl”, esta última en un tono más rockero. Luego siguió el cuadro “gatuno” con una versión más elegante y estilo “Broadway” de “Hot N Cold”, donde cual gatúbela, derrochó sensualidad y ternura. Seguidamente hizo lo suyo con “International Smile”, siempre cambiandole la letra por la ciudad donde está, en este caso “From Tokio... To México... To Santiago!”. Incluso se las dio de modelo al son de un remix de “Vogue” de Madonna. Luego llegó el momento más esperado y a la vez más divertido, que es el espacio en el que se pone a dialogar con su público. Aquí es el momento en el que a Katy se le notan sus raices evangélicas, porque hablaba pero no lateaba. Mis oidos detectaron que dijo algunas expresiones bien chilenas como “Galla” o “Cachai” antes de sacar a la afortunada que iba a subir al escenario: La polémica Michelle Garrido, a la cual, y perdónenme, claramente le faltó Open English, porque se notó que, quizá por los nervios de cumplir tu sueño de estar con tu artista favorito, no captó el juego de “enseñarle español” a la artista, algo que ella se tomó con muy buen humor. Más aún con la selfie de rigor, al día siguiente en un par de noticieros reveló que había tomado prestado el celular de otra perso-

na para inmortalizar el momento debido a que su novio le dejó el suyo con seguridad, y hasta el cierre de esta edición no sabemos el paradero de ese momento invaluable. Uno de los momentos más imborrables fue la sesión de baladas, en la que todos los asistentes sacaron sus celulares con flash y le dieron una postal más impresionante que gustó a la propia Katy. Ya entrabamos en la sesión dance con “Walking on Air” y una mezcla entre “This is How We Do” y “Last Friday Night”, porque al fin y al cabo eso es la música de Katy Perry: Alegre y divertida, como ella misma. Ya entrando en la parte final del show, y luego de decir un claro “I Love The Empanadas”, llegó el cuadro donde, luciendo un generoso y rico escote, interpretó “Teenage Dream” y “California Gurls”, con un tono más hollywoodense -como a nosotros nos gusta- y mostrando una mezcla en la pantalla de todos sus videoclips. Ya en el final, “Firework” le puso el broche de oro a una noche mágica, entretenida y por sobre todo, donde se puso fin a cerca de 8 años de espera, y donde el público que salía del escenario quedó más que contento. Ya a la salida compré dos recuerdos, aparte del boleto que lo atesoraré como uno de los momentos que más me marcaron en este glorioso 2015 que ya está a pocos meses de finalizar. Ya terminado el dia, recorrí junto a mi mamá y mi tio Moncho medio Santiago en bicicleta, en un periplo que duró dos horas casi exactas, para llegar al lugar donde me alojé e ir a dormir después de un día tremendo, y finalmente, soñar con una sonrisa de oreja a oreja, porque fue el mejor día de nuestras vidas.


UNA SERIE QUE PUEDE MÁS

A la TV le falta ¡Azúcar! Quiero creer que la llegada de “Celia” al prime de Canal 13 es solamente para afinar los detalles para el proyecto de ficción de su nuevo líder Ignacio Arnold. Por ahora, producciones como esta sirven como una brújula de lo que podría ser nuestra tele si se lo propone. No hay que llorar, que la vida es un carnaval, y es que para hacer buena televisión se necesita algo más que apelar al morbo, y mucho más si se trata de una ficción. Canal 13, hay que decirlo, ha tenido pocos aciertos en lo que a ficción extranjera se refiere, todo mientras calientan motores para la nueva etapa de sus propios proyectos de esa índole ahora en manos de Ignacio Arnold, o al menos quiero creer eso. No puede ser que un canal que históricamente tuvo excelentes apuestas dramátcias esté dando un paso al costado porque solo una televisora concentra toda la atención por el momento, y es precisamente, la que menos ha trabajado por innovar en teleseries: La misma historia de ricos y pobres, la misma pareja de Volpato y Rudolphy, la misma comedia liviana y complaciente que es vendida por Quena Rencoret como una “lectura de la sociedad”, y no es así, solo se les está estereotipando en un sistema enfermo y en estado vegetal. Pero volviendo a Canal 13, resulta llamativo que “Celia”, la gran apuesta que retrata la vida, obra y muerte de “la guarachera del mundo”, tenga más sintonía que la sobrevalorada “El Sultán”, lo que obviamente provocó el enojo de la “comunidad

otomana” ante el ardor de ojete que provoca que tu novela favorita se quede relegada a la segunda franja. También es malo que el prime los 4 o 5 días de la semana esté compuesto de solo novelas extranjeras, ninguneando todo intento de hacer algo más acabado, jóven y producido para lo que necesita la TV de hoy, pero eso es otro tema. Lo cierto es que “Celia” ha conquistado el corazón de los chilenos, y cómo no si la cantante original aún suena en las radios tropicales de nuestro país y se le recuerda con cariño, por ejemplo, cuando ganó el cetro de reina del Festival no con un cuerpo bonito sino que con la simpatía que siempre la caracterizó. Y es que Celia ha tenido que cumplir su sueño en una tierra que vivia el inicio de una cruel dictadura, y con una familia muy conservadora que no veía con buenos ojos el futuro de la salsa. Además que muchos la discriminaban en las audiciones por no tener una apariencia fisica agraciada, y eso siempre me cargó: El sexismo. Creer que porque una tipa es linda puede vender más en la industria musical, y muchas veces se puede equilibrar con una buena voz, y otras veces una cosa se pone más en la balanza que otra, principalmente

la belleza por sobre la potencia vocal. Sin embargo, Celia Cruz echó por tierra toda discriminación y repudio de sus pares para cumplir su sueño: Llevar alegría a millones de personas en el mundo a través de sus canciones. Jeimy Osorio la interpreta magistralmente en una producción conjunta entre Fox Telecolombia (si, los mismos que crearon ese insulto a la humanidad llamado “Cumbia Ninja”), RCN Televisión (hogar de otros clásicos de la teledramaturgia cafetera como “La potra Zaina”, “Café con aroma de mujer”, “Las Juanas” y “Yo soy Betty, la fea”) y Telemundo (si, la misma que actualmente se está reinventando y no está haciendo tanta novela detestable como “Tierra de reyes” o narcoproducciones como “La reina del sur”, sino que está virando más a la entretención con “¡Qué noche!” y el programa que preparan Erika de la Vega y Eduardo Videgaray). Varias veces “Celia” ha puesto a temblar a las novelas turcas, las mismas que, tras el guatazo en rating de “Karadayi” -y que los seguidores de Mega le culpan a la goleada de Uruguay a Chile, y que además denota la desesperación de Mega-, le queda poco tiempo de vida útil por el factor desgaste.



UNA MIEGDA

¡A luchar por la cocina!

Sin farandulismo, ni travas que se ponen a pelear en vez de a demostrar su talento, ni polémicas armadas estilo Videos de Discoteque Fausto, “MasterChef Chile 2” hace lo que mejor sabe hacer: Entretener con clase El éxito de un programa no se mide por el rating sino que más bien por la cantidad de avisadores que tenga. En el caso de “MasterChef Chile 2”, le he podido contar 9 auspicios, entre los que se cuentan un supermercado, marcas de cocina, de tecnología y hasta productos que nunca jamás habían anunciado en la tele como Ursus Trotter. Y ojo que es una marca bien pituca. Y en lo que respecta a avisaje, no por nada Minuto Verde, que hace tiempo que no metía comercial, ocupa la vitrina del programa de Diana Bolocco para promocionarse. ¿Y qué me dice de los productos de Apple? Solo he visto anuncios de los iPhones en determinadas ocasiones como los partidos de Chile en la Copa América y obviamente en este excepcional reality de cocina. Todo, a diferencia de los solo 4 avisadores permanentes que tenía “Amor a prueba” y el solitario auspicio con el que “SQP” se mantiene a medio morir saltando y con un ventilador mecánico cuya vida útil expira como el tiempo que le queda a nuestra alicaida farándula criolla. La manera en que se hacen los realities estaba de capa caída: Los de encie-

rro se pusieron cansinos y de un tiempo a esta parte nadie, salvo una que otra personita en el área digital de Mega, se acuerda de quienes estuvieron en el “nido” de Pirque aparte de Luli, Adriana Guarrientos y el flaite de Junior Playboy. En cambio todos nos acordamos de Daniela, de la naná -que hoy trabaja en el Bienvenidos-, Ignacio, la soa Karla, Paula, Francisco y Leonora, esta última que trabaja en “Mucho Gusto” de Mega. ¿No resulta llamativo que en el canal de Bethia hayan preferido contratar a ella en vez de algunos de los caeza e’ músculo del reality de Corvalán? Eso demuestra que ni ellos los quieren. Con todos estos argumentos irrefutables, se hizo la segunda temporada de “MasterChef ”, que junto con la llegada del próximo verano dará pie a su versión “junior”, la misma que ya se hizo en Argentina y España. Este “show de cocina más importante del mundo” no solo se hace con las más altas exigencias de EndemolShine Chile, sino que también con el estandar de calidad de Canal 13, los mismos que habian sido pasados por el traste mientras Patricio Hernández Pérez era director de

programación entre el 2010 y el 2013 antes de ir a dirigir Mega con su propuesta simplista, facilista pero complaciente hasta con él mismo. Vemos personajes como el Leche, vocalista de la banda de trashmetal “Sudordeano” y que tiene una canción que solo dice “Ahueonao” -y después los mismos critican la redundancia de los cantantes de pop, no tienen moral-, también vemos a la Soa Nancy y su espiritualidad que la caracteriza -a tal punto que muchos dicen que es la nueva Abuelita Eliana-, tuvimos a una Monjita que fue eliminada en el segundo capítulo -acá podemos hacer miles de chistes pero vamos a esquivar la obviedad-, a la bella Camila Sepúlveda, a la tierna Francisca Márquez y al recientemente eliminado magallánico Andrés Bravo, con su peculiar boina de la tierra del calafate. Todo adornado por las ocurrencias de Ennio Carota, la exigencia de Yann Yvin y la clase de Chris Carpentier. El éxito del programa, con cifras sobre los 15 puntos -promedio necesario para que un programa sea rentable por lo caro que resulta, al menos auspicios tienen-, dicen que habrá “miegda” para rato. Y eso nos gusta.


LLUVIA DE MEMES



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