Encuentro Poético entre Paulina Romero y Lizeth Rodríguez "La Vagabunda"

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PORTADA


Encuentro Poético Paulina Romero Barrientos Y Lizeth Rodríguez Gómez alias “La Vagabunda”


Dirección editorial: Mario Eduardo Ángeles. Asistente de dirección: Jaqueline Estrada. Textos: Paulina Romero Barrientos y Lizeth Rodríguez Gómez “La Vagabunda” Portada: Mario Eduardo Ángeles.

La Testadura, una literatura de paso. www.issuu.com/latestadura www.latestadura.wordpress.com

latestaduraliteraria@gmail.com México. Abril, 2020.


Los derechos de los textos publicados pertenecen a sus autores. “La Testadura, una literatura de paso, hecha para olvidarse en los lugares pĂşblicos o salas de esperaâ€?


CONTENIDO Introducción Paulina Romero Barrientos De toros y otras andanzas • El campo bravo • Respira • Sueño de banderillas • Toro mesopotámico • Dios del toreo • Yo soy la torera • Morante de la Puebla • Curro Romero • Rafael de Paula • “El Juli”


• Vagabunda Lizeth Rodríguez Gómez “La Vagabunda” Instantáneas vagabundas. De paisajes y amores • Barcos • En ti • Encanto altiplánico • Poética o I o II • Me hubiera… • Querer a distancia o I o II o III • Efugio


• Ruinas • Déjà Vu • Vuelo


INTRODUCCIÓN Esta vez les traemos a dos poetisas de gran talla, no solo por su calidad estética, sino con figuras retóricas que te atrapan y no te dejan ir hasta exprimirlas y sacarles todo

el

jugo

que

para

ti

está

destinado, sin conocerte siquiera, amable lector. Este no es un encuentro para medir

su

calidad

poética,

a

sabiendas que en este rubro no hay mejores ni peores, cuando ya se domina este arte, solo diferentes en su quehacer literario; cuando aún


no se domina sí cabe hablar de poemas mal hechos, o de que no consiguieron lograr llevarnos a esos paraísos indómitos a donde un poema bien logrado debe llevarte, pero como ya dijimos, este no es el caso; estas mujeres no solo llevan años en el ejercicio del oficio, sino que tienen suficiente preparación previa que las ha llevado a afinar ese Don con el que cuentan desde su nacimiento,

logrando

maravillas

textuales de mucha profundidad.


PAULINA ROMERO BARRIENTOS

Nació en Querétaro, ha sido correctora de estilo y editora de diversas revistas, plaquettes y periódicos. Tiene dos libros publicados: “Las Noches de Arabia”


(2003) por el Fondo Editorial del Estado de Querétaro y “Mariposas en Formol” (2015) publicado por Editorial El Humo tras haber obtenido una Mención Honorífica en el 1er. Premio Nacional de Poesía El Espantapájaros 2014. Participa en los colectivos “La Testadura Literaria” y Alphalabra.


DE TOROS Y OTRAS ANDANZAS


EL CAMPO BRAVO

Tú eres al que llamo todos los días y las noches clamando por un amor inagotable, rey de portentosa cornamenta, es tu esplendor más grande que los dioses del [Olimpo, hace cuatro años, bien lo sabes, llegaste a mi mundo, y te arropé en el arrullo del cauce de un Mediterráneo que te ha tenido incrustado en sus


[profundidades, de negro zaino vestirá el día que salgas a la plaza, si no regresas lo confundiré con tu manto sagrado, y si vuelves victorioso, recorrerás con tus hembras la quietud de mis senderos, te veré criar y [reinventarte, no habrá ser en la marisma que furtivo en luz de luna, rete al cielo con fiereza, y con verdad de toro [bravo.


RESPIRA

El reloj marca las cuatro de la [tarde.

Un poema de tus ojos negros en el reloj que toca las cuatro.

Al borde de una cornada, en el recital de tus ojos de ébano, cuando suena el reloj a las [dieciséis.

Seguirás mi capote, a punto de vencerme,


en la poesía del abismo de tus [pupilas a las cuatro en punto del reloj.

Bordas caminos eternos pero andaré en tus pasos ante mi desfallecer en los versos de tus ojos de [azabache, a las cuatro después del mediodía.

Ni si quiera yo me lo explico, tú hilvanas un sendero perpetuo decides seguir mis pisadas muy cerca de la muerte


por las estrofas de tus pupilas [oscuras, al dar las cuatro de la tarde.

Sin tu afecto no vivo sigo la vereda interminable que tiñen tus pezuñas en mi último respiro por las rimas de tus ojos de [penumbra, al sonar las cuatro en punto.

¿Cómo olvidarte?, me cuestiono y estoy muerta entre tus astas, en el pasaje infinito que dibujas


con tus propias huellas que me han enmudecido en el poemario del iris que me mira cuando han dado las cuatro.


SUEÑO DE BANDERILLAS

Son ellas, ahí, formadas una a una, en espera de la embestida de [“Soñador”, el toro negro que inspira grandes emociones e insaciable peligro. Ellas siguen ahí, pendientes de un hilo donde todo puede pasar y se disuelven los minutos entre [notas de un pasodoble que no logra esclarecer sus sentimientos. Sí, ellas sienten, sueñan, aguardan su turno en el que como águilas


[reales se asomarán del balcón más alto, y al caer, quedarán prendidas del nocturno abrigo de su amado y se fundirán en el mismo sueño.


TORO MESOPOTÁMICO

Amor, a cada instante, te quiero ver de la mano con la noche y viajar al cielo entre tus astas, en luna llena saciarte de [madrugada y andar a paso veloz el campo [bravo. Te sé decir, que cuando te sé mío busco detenerte en mis pupilas y ser parte de lo más sincero de tu mirada, de tu andar tan viejo como la propia naturaleza humana. Dios de bravura inquebrantable, que sobrepasas las civilizaciones, quiero regar tus verdes prados,


ser tu bendición y en tu pelo negro dejar las gotas del matinal rocío, Presa de tu fiero caminar, del brío que guardas en el alma y también de tu bendita suerte, por la que has de jugarte los [huesos, la cordura y la vida misma. Soy simplemente tu marisma, la que has llevado a tus misterios, a lo más perfecto de tu ser, ente divino por mí no te detengas, sal a la plaza a pelear como un [guerrero.


DIOS DEL TOREO

A José Tomás.

Dios del toreo, rostro de ángel vístete de gloria y estremécete en la sangre que derrame tu enemigo. Regala tus mejores tardes y recibe tantos amaneceres como las luces que se funden en tu traje.

Dios del toreo,


alma de [hombre, que los ruedos pintas de grana y [oro, y claveles en tus manos florecen, en tus faenas memorables. Empurpura una tarde de domingo y a suprema suerte arriĂŠsgalo todo.


YO SOY LA TORERA

Yo, en la ausencia infinita de tu nombre santo, y el hilo que dista entre la vida y la muerte.

Tú, un paso, después de mis delirios, a mil años luz de la huella que trazan mis pases.

Yo,


dispuesta a dejarlo todo, a respetar tu espacio, a darte la distancia que tu juego imponga.

TĂş, eres como un tigre, de bravĂ­o infalible, saldrĂĄs a devorar la brevedad que nos separa.

Yo, soy una paloma, que revolotea cual lance de capote


y se para firme con muleta.

TĂş, Verdadero Dios, no tengo nada que objetar, morirĂĄs matando y matarĂŠ muriendo.


MORANTE DE LA PUEBLA

Moreno, gitano de aceituna, con lances de terciopelo, displicentes, aromas de toreo eterno, luz de torería que es fuego, quejío milagroso en la giralda, tus misterios escondidos en tu terno tabaco y oro, explican lo inexplicable.

En cada pase, lees y relees a Lorca, juego y teoría del duende, tus pinceles alojan líneas abstractas y tu capote figurativas, tu muleta


descifra las metáforas del granadino. Paquiro resucita en tus patillas, trazos arabescos en tu pecho, a la espera de una corrida goyesca.

Poeta de las arenas, puedo leerte, como tú versificas tu propia esencia, ajeno a las tentaciones, a las [tendencias, al profesionalismo impuesto por los [otros, recitas renglones torcidos en tus [lances, dimensión única en versos perfectos, arte calé en un mundo tan pequeño


en el que puedes indagarte a ti [mismo.

Es el habano que humeas en tu [boca, un juego entre la vida y la muerte. Tus más íntimos misterios en los que sostienes tu toreo, tu gallardía, tu [magia, la técnica sin ello es aburrimiento [puro. Tu verdad sobrepasa cualquier [miedo, si tu inspiración divina no se


[palpara, no tendrĂ­a motivos para ir a la plaza,


CURRO ROMERO

Suenan los clarines, la Real Maestranza le sonríe, es el “Faraón de Camas”, olor a libertad es su capote y la más clara pureza su muleta, viene a verle la Giralda y el Guadalquivir le canta un pasodoble, y encierra tal faena como su natal Sevilla presa de puente a puente, es su arte tan sublime que la Virgen baja a verlo,


símbolo de majestad y de duende muletero que con naturalidad insigne ya divide los tendidos como Moisés el mar rojo, ha tenido tarde épica, tarde de luz y sombra, abre la Puerta del Príncipe en un cartel de polendas, y aunque no les guste a muchos, es una ilusión permanente lo que llaman el currismo, gran señor de incondicional esperanza,


sin ĂŠl no se entiende la vida, si no existe Curro Romero.


RAFAEL DE PAULA

Armonía prodigiosa, gitano, inquilino del mundo que no entiende tu arte, Santa Sara sueña contigo, con la magia que tú concibes, el quejío sublime de tu capa, el trazo perfecto de tu muleta, faena bendita en luna llena.

Sedoso vuelo se encarna en tus muñecas sutiles, fuego en la arena, irrupción histórica


en una tarde de toros, compases de feria, torero de pellizco, de culto, siempre tan tú, como Dios.

Niño del barrio de Santiago, gitano por los cuatro costaos, más calé que los flamencos, sin palmas sin cante ni baile, la música callada del toreo, sentimiento insustituible, el Espíritu Santo no sale en la televisión, escribe.


“EL JULI”

Soneto a Julián López “El Juli”

En lopecina, heredas al viento [grande poema y al compás de un paso doble, [esculpe tu capa un monumento histórico, vestigio y [mapa, cuya luz divina da a tu palabra un [gramema.

Canto de soñadora voz en tarde [gloriosa


en el viento se deshila, cual escobina [emerge en honor a tu santa madre, luego [converge en versos que seguidos derrumban [una prosa.

Escribes jugĂĄndote la vida, y te [arrimas a ese toro, dueĂąo de tus versos y tus [poemas, con estilo magistral de premio nobel, [rima

de tu terno de oro con cada uno de


[tus lances. Y con puerta grande se consume este [soneto, indulta cada estrofa de este sacro [romance.


VAGABUNDA

A Lizeth Rodríguez Gómez, una de mis ídolas eternas.

Quizá no sabes qué haces en un [poemario taurino, es a mí a quien corresponde [encontrarte ese motivo, por esas palabras que nunca [supiste descifrar y quisiste decir en un murmullo, por los miles [de viajes que tantas veces arrancaste del camino a la [tinta, pasos que traducías a un trozo de papel a la espera de


[vagar otro mundo. Aunque no toreas con un capote, [enfrentas la hoja en blanco con arrojo, valiente, fiel a [tus andanzas, la libertad de expresiรณn es un [decidido toro negro, tus manuscritos como una plaza [llena y el lector un juez severo; por cargar la verdad [cuando partes a otro sitio y hacer de tus viajes [unas frases muy gitanas. Por tantas tardes y lunas de las que [penden hilos del trayecto y conjuras versos que [dejaste en el tintero;


por los pases de tanteo con que [abres la sangría y el forzado de pecho es como punto [y seguido; por la suerte suprema que pone [punto final; por escuchar avisos, dividir las [opiniones, no sé. Yo siempre he amado tu poesía, tu [locura, la tanta torería con la que escribes [y no lo sabes, despedirte en silencio, recibir [palmas y ovaciones, saludar en los tercios, o mejor [dicho, en un museo, en esa Testadura que leo de Versos [Vagabundos,


ecos férreos, filantrópicos y de [saudade, y releo. Nadie te lo ha dicho, pero tú sabes [cortar las orejas a la gramática y el rabo a la sintaxis, me queda claro. Das vuelta al ruedo al pesado [diccionario de la RAE, indultas la narrativa y sacas a [hombros tu poesía; yo palpo la urbanidad expresa, el [páramo, el desierto, toreo los carros en el [embotellamiento concomitante.


LIZETH RODRÍGUEZ GÓMEZ “LA VAGABUNDA”


Nacida en la ciudad de San Luis Potosí. Encantada por las tierras de sus antepasados, a las que en algunos de sus textos les ha rendido homenaje. Entre locomotoras, vagones abandonados, nopales y cactáceas; bancas de jardines, trasportes y en guaridas distintas ha dado vida a sus poemas. Tiene por talento discurrir entre callejuelas y plazuelas de ciudades cualquiera, para en cada correría y momento preciso entretejer versos. Viajera siempre lista para las travesías, de las que colecciona puñitos de urbanidad y recuerdos memorables de la estancia. Vaga con el oficio de Ser y hacer vida en poema. Lleva varios años dedicada religiosamente a sus labores docentes en el nivel medio superior.


Su vocación de profesora y su pasión por la escritura son su mayor fortaleza. Atrapada por el paisaje, las tradiciones y la relatoría popular ha pasado la mayor parte del tiempo. Romántica a flor de piel con amoríos fugaces. Aventuras infinitas llenan sus anecdotarios. Es colaboradora asidua en “La Testadura. Una Literatura de paso”.


INSTANTÁNEAS VAGABUNDAS: DE PAISAJES Y AMORES


BARCOS Crepúsculo juvenil que con utopías y seducciones se [hizo a la mar acarreando un par de maletas [repletas de evocaciones. En muelle distante, distraído el gentío con [alucinaciones inasequibles deambulan a paso lerdo sobre [tierras inquietas, sin patria solo agua con su corriente entre [vista en el vaivén alborozado. Ancla ideal para embarcaciones más esta barca busca otros entre [olas que cual alas les encauzan.


Naos tornan como los ayeres, esos que matizan diferente el [pasado NavĂ­os que zarpan y se alejan disolviendo la mirada en el [horizonte. Veleros que naufragan y hundĂ­os [doblan sus maderas desfallecidas sobre las rocas del [profundo mar. Buques de vapor, yates motorizados prestos a albergar tripulaciones [sedientas de olvido, hambrientas de peripecias y


[promesas… Este barco asido con vehemencia a buscar tesoros e inmersiones no encuentra más que travesaños [de agua, lejanías e islas capturadas en el [tiempo; pedacitos de tierra calada lento caminar. Noches estrelladas con quimeras a [pensarse. Barco navegante que alejado de la [orilla siempre contempla crepúsculos [juveniles y maduros partir mientras flota para intentar cazar aventura.


EN TI En tu boca ansiosa de besos me perdía bebiendo la miel de tus labios hasta que me embriagó la fragancia de tu piel me ató cautiva a ti por completo quedé, te recorrí paso a paso; fundir mi pecho al tuyo mis [sentidos extravió volamos cuales palomas mensajeras hasta la dimensión indescifrable en un solo viaje nuestra estrofa [construimos cuando el limbo nos arrastraba al [olvido inevitable.


ENCANTO ALTIPLÁNICO Brillante beldad en este pueblo, ese de atardeceres de arrebol con azulado horizonte difuminado que atavea aquella [serranía de tierra caliente. Suelo que germinas xoconoxtle y [cabuche. Altiplano aguamielero… Tierra de banda y percusión, movimientos de cadencia que agitan [el corazón. Pleitesía vuestra a tal desierto [altiplánico te exalto con versos andarines, fluyentes líneas algarábicas


que de mi pecho a borbotones acompaĂąan las melodĂ­as [complacientes.


POÉTICA I Ecos banales en medio de las dunas [nocturnas, lejos, muy lejos en el cielo estrellado se oye el cantar cadencioso de una melodía triste irradiada de una de las luces del [creador. Vagabunda escucha, medita e [intenta escribir. II Entre sonidos rotos, voces entrecortadas, cielo gris, tierra húmeda, la soñadora viajera


escribe las bonanzas y desventuras [del estepario desierto. En esa mano cubierta de [esperanzas, sueĂąos y virtudes, se hallan como tatuajes, letras [danzarinas, que encuentran espacio y voz en las [hojas emanadas de la corteza de [[los ĂĄrboles.


ME HUBIERA… Me hubiera gustado decir que más cercano a mi te contemplo escrutando en el horizonte del [ocaso las sombras profundas de tu ser que tus ojos espejean brillo; eres indispensables para sobrevivir. Pero no… No, porque es mentira en realidad sobran deseos rotos [para quererte tal vez te quise quizá solo te soñé.


QUERER A DISTANCIA I La esperanza me acerco a ti para [calmar la tormenta dentro del [[alma. La fe te hizo la sanación ideal para [mitigar el dolor de la espina [[clavada en el [[[corazón. Más allá de mi ceguera, este loco [sentimiento se aferra y va [[engendrándose en las [[[entrañas. Mi Dios te puso en el camino para [anhelarte; vagabunda tan necia y reacia a [querer y ofrecer una tierna caricia que arrebate un suspiro que


[estremezca los labios.

II Aspiro desearte aquí, ahora, cuando llueve, cuando [salga el sol, cuando aparezca la [[luna. Pretenderte como se quiere en el [amor nocturno. Amarte en secrecía, en [clandestinidad. Cariño lejano, pero tan cercano a [mí. Esperando el momento apropiado [para robarte ternura. Anhelar un mensaje...


III Mi mayor ensueño son tus besos [por entregas, esos que quitan el sueño, que son [la gran fascinación causada en mi [[cuerpo. Debrayando el tiempo que sin más disipas cada uno de los [recónditos pensamientos. Diáfana magia que anega las [quimeras distantes; dispersión de los encuentros y la [falta de mirar esas amieladas [[perlas visoras... De apoco se torna en una sed [incesante de ti. Sentimiento contradictorio de amar [y no querer a distancia.


EFUGIO En medio del caos, donde ululaban dudas emergiste… De sueños y viajes voy [construyendo la memoria… Espiando recodos de la senda, diviso el oasis de suaves olores, [remanso de verdes sauces, ahí entre el follaje oculto mana el trino tibio del cenzontle. Canta, canta, canta devolviendo con tal gorjeo la calma [a mi cabeza. Más de pronto juguetonas y burlonas golondrinas


[azoran aquel sosiego aludiéndote; consignándote al inaguantable [hastío a donde mis prolijas ansias elucubran furtivos y mustios [encuentros. Me evado te rehúyo este cuerpo se evapora entre smog, zancadas esquivantes… pero escabullirme me arrastra a ti ¡perspicaz adherencia! Inerme, avasallada por esa forma de mirar, ciñes mis caderas con pericia, tanteas cada rincón de mí.


Flaquean mis ganas de marcharme titubeo… No, no inútil resistir, pensamientos difuminados. Cedo, sin fuerza de voluntad. Dando lo último que tengo: Besos de ron añejado como este corazón.


RUINAS A un pueblo olvidado Pusilánime y cercado de urbanidad el viejo pueblo perece. Por las callejuelas hechas ríos el olor a derrumbe latente está. Se dinamitaron cada minuto las memorias que enorgullecían a la [región; el paisaje calló y las minas [explotadas fueron mientras el silbido del viento va [pregonando agonía. Se ha tornado ese lugar en ruinas… Sólo ruinas que rodando el tiempo


no serรกn nada, como nada se ha hecho para [detener la muerte.


DÉJÀ VU En esta banqueta donde me [esperanzo y se me van las tardes escuchando [el silbato del tren; chiflido que ahuyenta memorias [amargas. Donde a veces gota a gota se reaviva [el diluvio sentimental y el gemido del viento ferroviario [sosiega el espíritu. De improviso… Mientras el sol sede el paso a la [luna, a distancia ululan perros.


Como esa primera vez, cruzamos [palabras: - “El olvido no es distancia, es [aprisionarse a las fantasías del [[corazón”. -dijiste. Es que nunca supiste cuántas [reminiscencias van sobre estos pies hambrientos [de sendas; transitando por intuición cual ave. Mismo lugar… Sentimiento empecinado y anhelo de sueños llenan mis ojos [infaustos. Ven, ven…


Tomas mi mano, me lleva a tu [pecho. Yo me resisto y al momento [encadenas estos labios con besos hechiceros emanados de [esa boca agridulce que me enseñó a besar. Endeble, una vez más, caigo en la mentira. ¡Crédula! Sabes que mi languidez eres tú. Sutil arma a tu favor. Algo al interior me susurra: -estrella fugitiva del loco deseo. –


La razón entiende que esto es una [falacia. busca destellarme una salida. - ¡Huye! - me grita. Mas yo sigo ahí, mero juguete, un algo que nunca te ha dolido. Cruel déjà vu, suplicio a la cordura. Quimera pasajera, me dejaste a merced del vacío quedando en el mar urbano. En la cruda de tal embriaguez de a poco comprendo que la soledad


[estรก hecha de recuerdos hirientes estrujantes en el alma.


VUELO Mi espíritu vagabundo discurre por los aires, cual águila libre. Con júbilo, las tierras del norte me abrazan, gozosa la gente aguarda a esta poeta viajera. Mis versos nacientes de las tierrucas céntricas del órgano y el nopal alcanzan su eco fronterizo entre mar y tierra norteña.

*Vuelo León – Tijuana*



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