Dirección editorial: Mario Eduardo Ángeles. Asistente de dirección: Jaqueline Estrada.
Textos: Varios autores.
La Testadura, una literatura de paso. www.issuu.com/latestadura www.latestadura.wordpress.com latestaduraliteraria@gmail.com México. Noviembre, 2019. Síguenos por Los derechos de los textos publicados pertenecen a sus autores. La Testadura, una literatura de paso, hecha para olvidarse en los lugares públicos o salas de espera.
ÍNDICE DE PARTICIPANTES Jaqueline Estrada. Prólogo (7) Carta de una amiga (9) Maribel García (10) Marisol Arias Belmares (12) Lucía de los Ángeles López Fraga (13) Paulina Romero Barrientos (14) Mary Paz Mosqueda Cárdenas (16) Jimena (17) Jacob Navarrete Ángeles (18) Emelia González Ordoñez (21) Fernando Ángeles L. (22) Christofer Dominic Ángeles Ugalde (23) Mimí Ángeles Ugalde (25) Fer Ángeles Ugalde (27) Mercedes Ugalde Yarto (28) Fernando Ángeles González (29) Pilar Helguera Ángeles (31) “El pinche Agustín” (32) Maribel Ángeles González (34) Mario Eduardo Ángeles (36)
Hermana, fuiste un cuento breve pero te leeré mil veces Agustín Ángeles González
A Sandra Paloma Ángeles González
PRÓLOGO AMIGA LEAL Y OPORTUNA Por Jaqueline Estrada
La muerte siempre nos acompaña, a veces cerca, a veces lejos, nos han enseñado que es una enemiga, que no hay que ni nombrarla; porque marcamos todo lo natural como antinatural, ¿por qué ir contra corriente con lo que nos disgusta? Somos seres pensantes, emocionales y con un apego que nos han dicho es necesario y funcional, pero entonces ¿qué pasa cuando la muerte toma nuestra vida o la de un ser querido? Es de igual forma necesario desgarrarse por dentro, gritar desde el alma y llorar en seco si es que no fluyen las lágrimas. ¿Por qué nadie nos enseña a vivir para esperar la muerte? ¿No sería más amistoso y menos decepcionante vivir la partida de un ser amado, o seguir el camino de la luz, con la ignorancia de hacia dónde vamos? ¿Si reencarnaremos, si se salvará nuestra alma, si merecemos el infierno, si vagaremos como almas en pena o si simplemente nos desconectamos en un para siempre? Vivir, aunque no lo parezca, es un presente de constante evolución, con pruebas y retos para ser mejores, para captar los mensajes, para generar cambios, para vivir nuevas oportunidades… ¿por qué lamentar entonces cada desgracia y quererla cobrar a la vida, y flagelarnos día a día? ¿Por qué este conocimiento sigue oculto? ¿Por qué tener que pagar con vivir la muerte propia o la ajena? Es necesario y urgente vivir de manera consiente y responsable, tomando cada uno nuestros días como si fuera el último, con reflexión, con convicción, viendo por nuestro bienestar físico, emocional y
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La Testadura, una literatura de paso económico, todo eso que el ser humano ha venido a experimentar para trascender, ya sea por su religión, por su cultura o por esa intuición que no tenemos desarrollada, que ha sido uno de los grandes poderes de la humanidad a lo largo de la historia, trabajada y llevada a cabo por los privilegiados, por los del poder y castigada por los que la carecen o la envidian… ¿hasta dónde como humanos nos vamos destruyendo? ¿Hasta dónde somos coparticipes de la destrucción, la del entorno, la del mundo, la de nuestro propio Ser?, tomar la responsabilidad en vida requiere de un gran esfuerzo y nos han transmitido por generaciones que el esfuerzo es pesar, es cansado, que no siempre funciona, nos vamos y guiamos por lo fácil y ahí también estamos incluidos como seres individuales, pasamos la vida esperando la felicidad, el momento cumbre, pensando que son inalcanzables o que aún le cuelga para que lleguen o se aparezcan, pero no, la felicidad la elegimos nosotros, con nuestra actitud de vida, con la atención a las emociones que están frágiles o fisuradas, con la constante búsqueda de ese equilibrio que se vuelve añorado, con las acciones desinteresadas, con los grupos vulnerables, con los segregados y es ahí cuando el momento de muerte no nos asustará, ni generará impotencia, dolor desmedido, agravio directo a nuestro ego, ese que nos dice que es injusto o que no lo merecemos, ya que sabremos que como se dice, coloquialmente: “Pasará o pasaremos a mejor vida” y sí, si nuestro compromiso con nosotros y el mundo fue suficiente podremos descansar en ese final o en las nuevas oportunidades que tengan que venir. Que la muerte sea nuestro testigo diario para valorar y honrar cada minuto de nuestra vida. ¡Así sea!
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A Sandra Paloma Ángeles González
CARTA DE UNA AMIGA Hola: Espero y te encuentres bien, en este y en todo momento. Pensé en hacerte esta carta a ti ya que eres una niña muy encantadora, sociable, agradable y súper sencilla; en la que se puede confiar en cualquier momento y circunstancia. Por otra parte, me agrada tu forma de ser ya que en cualquier momento estás alegre y siempre con una sonrisa; por muy triste que sea el momento, tú siempre estás optimista. ¿Y sabes por qué me agrada tu forma de ser? Porque eso te hace ver diferente de todos y sobresalir de cualquier problema que se te presente. Me siento muy orgullosa de tener una amiga como tú que siempre te apoya y escucha y te da consejos y te da ánimos, ojalá y todos fueran así, pero así está bien, porque eres única entre muchos. Por último, solo te pido que nunca cambies, por nada ni por nadie, sé tú misma siempre, y muchas gracias por tu GRAN AMISTAD… (Agosto/97)
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La Testadura, una literatura de paso
EL ÚLTIMO ENCUENTRO Por Maribel García
Paloma te has ido tan inesperadamente de esta vida que ni siquiera tuve tiempo de despedirme, no pude decirte lo mucho que agradecía todo el tiempo que me regalaste, cada aprendizaje a tu lado, esa compañía que lo era todo, lo mucho que aprecio y extraño cada palabra de aliento y esos impulsos que me dabas para cada emprendimiento que compartía contigo para llevar a cabo y en el que siempre estabas incluida. Dejaste tan pronto esta vida, y esos planes no eran los nuestros, pero quienes somos nosotros lo sé, ahora incrédula por todo lo vivido en tus últimos días de convalecencia y más por tu partida tan inesperada la cual jamás consideré que sucediera, aún contra todo pronóstico evidente, llámese negación o egoísmo no lo sé, pero no estaba preparada para sobrellevarlo, ahora me doy cuenta que la vida o Dios ya tenían esos planes, esos de los que nunca hablamos. No hay día que no te piense y hasta cuestiono el por qué no estás aquí, creo que si de merecer la vida se tratara tu partida se prolongaría tanto tiempo, el que no sabría determinar tan siquiera. Dicen que ya no debo llorarte más, que tú ya estás en un lugar mejor, pero yo lo necesito, aunque también siento que así me comunico contigo, es un poco de locura pero dime Tú ¿qué momento de nuestro tiempo juntas no lo fue?; me dejaste muchas alegrías y mis lágrimas son una forma de recordarte, creo, y también de agradecerte por ello. Creaste un espacio en mi vida con muy poco
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A Sandra Paloma Ángeles González tiempo y mucho amor, casi sabiendo que no lo tenías y que debías apurar esa bella obra para entregarla terminada o al menos con demasiado avance, pues déjame decirte que ese espacio lo siento tan lleno de ti y tus sonrisas desinhibidas por el gusto siempre de vivir y estar feliz como el gran ser de luz que eras sin importar las circunstancias que tuvieras, con ese amor y buena cara llena de una admirable actitud que siempre conocí y sobre todo aprendí de ti. Se que te fuiste tranquila por haberlo dado todo y a todos, que nada te faltó entregar que siempre estuviste para los demás antes que para ti misma. Te aseguro que voy a seguir haciendo de tu recuerdo una historia viva para quienes empiecen a olvidarte, que llevaré siempre en mi corazón esa hermosa historia de gran amistad, pero sobre todo ese gran cariño que sólo se le otorga y lo merece una hermana. Pero de todos los recuerdos estará este último encuentro días antes de tu partida, ese hermoso, tan emotivo y bien disfrutado paseo familiar que disfrutábamos hacer como cada vez que coincidíamos, pero sobre todo ese abrazo de la despedida y la promesa de siempre volver a vernos pronto y que, ¡¡ya no fue posible!! ¡Hasta el cielo Amiga de mi corazón, va un gran abrazo, y la esperanza de volver verte y disfrutar de tu compañía! ¡Tu amiga del alma que tanto hiciste feliz solo con existir!
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Por Marisol Arias Belmares
Es tanto lo que podría decir de Paloma porque nos conocimos a una edad donde despiertas a la vida como adolescente y te pasan mil cosas divertidas, tristes, incomodas, pero lo hago con mucho cariño. Es el año de 1996, hay una niña muy carismática de ojos color miel, es muy guapa y todos quieren hablar con ella, se llama Paloma, no recuerdo como entablamos plática pero después de eso nos volvimos buenas amigas, era una etapa difícil y es que, con 16 años, no sabes que harás aun con tu vida; compartimos sueños, ilusiones, confidencias, cómplices de travesuras; de ella aprendí que no se necesita ser un viejito para tener gusto por la lectura, que basta una sonrisa para abrirte puertas, que la familia unida es lo más importante en la vida, que los verdaderos amigos te regañan cuando estás haciendo algo mal; pasaron los años y tomamos rumbos distintos, sin embargo, estuviste presente en mis momentos importantes, y en mis tristezas me consolaste. Me quedo con esos días en que reíamos hasta que nos dolía el estómago, siempre vivirás en mi corazón, Enana Pulguienta.
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A Sandra Paloma Ángeles González
PARA TI, HERMOSA PALOMA Un poema con mucho cariño dedicado a ti, Paloma Por Lucia de los Ángeles López Fraga.
Soy un ave hermosa Soy de color blanca como la paz Soy pequeña como la mano de Dios Soy sincera y pura Soy como la luz del sol Soy como la estrella brillante Soy un ángel de Dios Soy el espíritu Soy Amor Soy una hermosa Paloma para ti. Se te extraña Sandra Paloma Ángeles González. Con mucho cariño y reciban un fuerte abrazo a toda la familia. Para mis amigos Maribel y Agustín los quiero.
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PALOMA BRAVÍA (Columba Livia) A Paloma Ángeles González, in memoriam. Por Paulina Romero Barrientos.
Horas desangradas bajo tu aleteo impasible, canto de arrullo arropado en el viento de otoño, tus alas escriben la tanta poesía que debió anidarse en el mundo y decidiste llevártela dentro, en un pacto secreto, en el silencio, en la transparente silueta que nos dejó tu sonrisa, en ese libro que es sólo tuyo, ahora.
Mario dijo que no eras escritora, es un título que al menos a mí, me queda muy grande, tú no lo necesitabas, fuiste en ti misma un poema al vuelo, un canto a la brevedad de tu vida en la tierra,
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A Sandra Paloma Ángeles González un relato que se anidó en los escombros de nosotros los que nos quedamos, en la herida que surca los árboles. Paloma vuela libre, transparente al viento, versos se despliegan al agitar tus alas y yo no tengo palabras para tu madre, no quiero imaginar la pérdida de un hijo, ¡por Dios, que no, no quiero, no puedo hacerlo! Benévola lluvia de agosto, relato que volverá a leerse una y otra vez, paloma bravía, para qué un adiós si nos veremos al rato.
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SIN TÍTULO Para Sandra Paloma Ángeles González Por Mary Paz Mosqueda Cárdenas
No es el color de arena en la mirada la espina que se hermana con la sangre por haberte arrebatado en lontananza antes de tiempo es por vacío por la tormenta en torrente por no creer la sensatez mi recompensa es dejarte partir en sacrificio de oro y hielo es el implacable aullido del destino el que corroe a la humanidad a sangre viva lo hizo ayer y es a traición.
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A Sandra Paloma ร ngeles Gonzรกlez
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A Sandra Paloma Ángeles González
Por Jimena
Ella fue feliz toda su vida, trabajaba para sus hijos, y a ella ahora le toca descansar; Diosito está con ella. Tú la querías, ella (a ti) también; tantos años, días y meses que estuvieron juntas. No llores, ella ahora es feliz.
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Por Jacob Navarrete Ángeles
A veces me pregunto el porqué de tu partida madre. Estoy muy arrepentido de no haber compartido más momentos valiosos contigo que se quedaran firmes en mi mente, pero bueno madre... a veces la vida nos da limones agrios y me ha tocado el más fuerte. Pero sabes madre... Gracias por estar conmigo cuando tenía momentos difíciles, momentos tristes, momentos de enfermedad, momentos de felicidad… que ya no podré vivir contigo aquí en la tierra. No sabes lo que me hubiera gustado pasar a despedirme de ti en tu última noche, esa última noche en la que me dejarían entrar a la última visita contigo, me hubiera gustado decirte que no te preocuparas por nosotros porque nosotros íbamos a estar bien si tú estabas bien y al igual íbamos a salir juntos a delante, y aunque salieras con dificultades de salud que yo cuidaría de ti, que yo te iba a cuidar con mucho cariño porque te amo, y te seguiré amando. Que, aunque nos distanciamos por dos mundos diferentes, ese amor que te sigo teniendo, será más fuerte. Quisiera regresar el tiempo para ver tu sonrisa, para verte feliz. No sabes lo mucho que me perdí al no admirar a la persona más carismática que tenía aquí en la tierra, que con sólo ver tu sonrisa me alegraba mi día. No sé cómo sean mis días aquí en la tierra sin ese cachito de corazón que se me fue al cielo. Tendré en mi cabeza el recuerdo más horrible, al haber escuchado esos llantos que salían de tu boca junto con la voz que pedía a gritos una ambulancia. Al ver que cada minuto que pasaba ibas perdiendo tu color... Estabas cambian-
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A Sandra Paloma Ángeles González do de tono al blanco más triste. En esos momentos en los que me hubiera gustado haberme convertido en un superhéroe para poder salvar a mi madre que a cada momento que pasaba se iba alejando más de mí, que me estabas dejando más indefenso. Y así me dejaste madre, indefenso. Me dejaste como un recién nacido, en un nuevo mundo. En un mundo en el que ya no tendré a la cosa más preciada para mi vida. Pero madre, yo sé que siempre habías pedido lo mejor para nosotros, y ahora no seré egoísta y quiero lo mejor para ti. Te deseo el lugar más bonito para la persona más bonita que tuve aquí en la tierra. Algún día nos veremos otra vez, algún día nos veras a todos reunidos otra vez. Algún día tendrás que llevarme a recorrer el lugar tan precioso en el que estás y por fin apreciaré a la persona más preciosa para toda la eternidad. Apenas llevo unos cuantos días sin ti y no sabes lo largos que se me han hecho por tu ausencia. Sé me ha ido mi compañera más hermosa. Se esfumará de mi mente el pensamiento de envejecer contigo aquí en la tierra, pero me has dejado el recuerdo de tu belleza, esa belleza que jamás se olvidará de mi cabeza, esa belleza que algún día veré en el cielo. No sabes lo arrepentido de no haberte dicho lo mucho que fuiste bella conmigo; que, aunque te tocaban los trabajos más fuertes, salías a delante para poderme sacar a mí adelante. De ti me ha quedado el mejor aprendizaje, de ti me ha quedado mi forma de ser. Gracias mamá, te amo y te seguiré amando. No te preocupes por mis hermanos, trataré de darles el ejemplo de la gran persona que fuiste, algún día esperaré ser igual que tú mamá. No valoré lo bello que se escucha decir mamá. Espero valorar la vida que me dejas, espero valorar a las personas que se quedan conmigo. Te confío a mi regalo más preciado Señor, gracias
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La Testadura, una literatura de paso por el amor que me transmitiste a travĂŠs de ella. Quiero lo mejor para ella. TE AMO MAMĂ
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A Sandra Paloma Ángeles González
HOLA PALOMITA Por tu mamá, Emelia González Ordoñez
Llenaste de alegría mi vida con tus ojos grises hermosos. Llegaste a mi vida como un capullo que se convirtió en rosa y como hermosa rosa te fuiste. Tu llegada llenó de alegría mi vida y tu partida destrozó mi corazón. Un dolor tan grande e insoportable pero tú te quedas en mí y jamás te marcharás, te amo. Jamás te marcharás, Dios me mandó un ángel que como hija me dio todo, no me faltó nada. Me dejas un hermoso legado, a tus Palomitos, que yo defenderé con uñas y dientes. Te digo que te llevaste mi vida, y que mis lágrimas regarían el mundo y llenarían el mar, pero por más que lloro no regresarás, viniste como un ángel de amor, con tu risa y tu alegría sembraste mucho, todos te recuerdan con amor por tu risa musical y tu alegría. Decías que íbamos a cuidar de Mario para que se recuperara y todo lo malo lo dejara atrás como mal recuerdo e hiciera una vida normal. Me decías no llores Jefa, no te apachurres, tú puedes, vamos a poner un negocio y que Mario nos ayude; Paloma, no sé hasta donde pueda, hasta donde tenga fuerzas, pero lo voy a intentar. Espero ver a mis niños grandes, tus hijos. A tus clientas les dolió mucho tu partida. El Señor se llevó un ángel que era de Él, no me quitó nada, eras de Él, Él es tu pastor, nada te falta. Adiós vida mía, sé feliz en el cielo hasta que nos reunamos otra vez. Te amo
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HOMENAJE PÓSTUMO Por Fernando Ángeles L.
Te fuiste como llegaste siempre de prisa, sin tiempo para enojarte; tus pocas lágrimas las convertiste en abundantes sonrisas. Si de contar se tratara el total de totales en la ecuación de tu vida daría por resultado TODOS; sí, todos fueron tus amigos no dejaste ni uno solo para enemigo. Nos enseñaste que sí se puede ganar el cariño de todos los que te rodean. Lo que me duele es que te hayas llevado tu alegría, y nos hayas dejado tu silencio, tu ausencia; un vacío imposible de llenar.
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A Sandra Paloma Ángeles González
MEMORIAL DE PALOMA Por Christofer Dominic Ángeles Ugalde
Paloma gracias por siempre habernos apoyado en lo que necesitáramos En el momento que me dijeron que te fuiste fue un momento muy doloroso pero con el tiempo me he dado cuenta de que era lo mejor porque así dejaste de sufrir. Quisiera que ese momento nunca hubiera llegado, nunca pensé tener que despedirme de ti tan temprano, eras la más sana, alegre, simpática y siempre nos hacías reír, como esa vez con el training, ese día me hiciste reír mucho y ahora que te perdí me doy cuenta de que te necesitamos a nuestro lado; gracias a ti nuestra familia es más unida, tú en vez de actuar para mal siempre lograste cosas buenas, yo sé que hiciste todo lo que pudiste para resistir; pero algo que nunca olvidaré serán esos momentos que vivimos juntos, todas esas veces que no hiciste reír. y alegrarnos esos días de tristeza. Quiero que sepas que todas las lágrimas derramadas por ti son lágrimas sinceras. Gracias por lo que nos enseñaste, simplemente gracias por todo, porque eres la mejor y siempre te extrañaremos; no pienses que esto es un adiós, es un hasta siempre porque siempre estarás en nuestro corazón. Te prometo que nunca serás olvidada. Gracias porque cada vez que yo estaba triste simplemente con estar contigo me sentía mejor, esas veces que me abrazabas me calmaba, hacías que me relajara y que todos mis problemas se me olvidarán al
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La Testadura, una literatura de paso estar contigo. Paloma gracias por haber estado, en vida me habrĂa gustado estar mĂĄs tiempo contigo pero este fue el tiempo que nos dio Dios. Descansa en paz palomita. Te extraĂąaremos.
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A Sandra Paloma Ángeles González
Por Mimí Ángeles Ugalde (con cariño)
Un persona con más alegría que incluso muchos de nosotros, cada día que la veía era un chiste nuevo, una anécdota nueva, algo de que reírse, íbamos a festejar los cumpleaños de julio cuando nos juntamos todos en el segundo piso de su casa, pero hacía mucho calor, entonces su primera solución fue poner mini ventiladores, no hacían nada de aire, pero el intento ahí estaba, todos burlándose y riéndose de sus ventiladores hasta que ya trajo uno grande, solo así comenzó a hacer más aire, pero la risa de antes estuvo buena. Como olvidar los cumpleaños, las comidas, las fiestas en las que estuviste con nosotros, siempre tan contenta y llena de vida, siempre ahí, eras la niña chiquita que en vez de cuidar a tus hijos ellos te cuidaban a ti. Es difícil ir a una comida familiar y no verte, al inicio pienso en que no pudiste ir, pero después regreso a la realidad y me doy cuenta que nunca más volveré a verte, sin embargo todos te sentimos aquí, cerca de nosotros, tu esencia no desaparece, y por más que pase el tiempo, aquí seguirás, día a día te tengo presente, guardo tus regalos y todos esos recuerdos alegres de ti, la imagen de tu sonrisa, tu risa y gestos tan peculiares que tenías. Fue difícil decirte adiós, aún no lo hago totalmente, agradezco ese comentario que una vez me hiciste al graduarme de paramédico, “tu primer logro de muchos más”, dijiste. En ese momento tuvo mucho valor para mí y ahora con mayor razón lo tiene, gracias por creer en mí y esperar más logros que, por supuesto, los alcanzaré. Sin más palabras y con un enorme nudo en la gar-
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La Testadura, una literatura de paso ganta puedo decir que te extraño mucho, y lo haré siempre, pero sé que estás bien y quiero decirte que nosotros aquí también los estamos, no te preocupes por nosotros, estamos bien. Paloma, mi tía, mi madrina, tu hora de volar llegó muy pronto, pero te recordamos con esa alegría que siempre tenías. Descansa en paz. Te quiero mucho
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A Sandra Paloma Ángeles González
PARA PALOMA: Por Fer Ángeles Ugalde
Querida tía Paloma, mi chaparra, las palabras se quedan cortas para expresar el gran vacío que nos dejas, el reunirnos con toda la familia y no verte a ti, no escuchar tus risas, tus chistes, así como ese día en la fiesta de Carmelo con tu training, todo lo que te caracterizaba, duele muchísimo, aunque sé qué estás mejor allá en el cielo con Dios, en lugar de estar aquí con nosotros sufriendo dolores y muchas más cosas que pudieron haber quedado de haber salido adelante, Dios decidió tener otro ángel el día 14 de agosto y qué ángel se llevó, la verdad, sé qué nos cuidas desde allá arriba, tanto a nosotros como a tus chiquillos y a tu esposo, pero quiero comentarte que dejaste a tus hijos en las mejores manos, en las manos de mi primo Jacob quién en realidad cuidaba más el de ti que tú de él y de mi tío Luis, más aparte que sabes que cualquier cosa nosotros estaremos para apoyarlos, tanto yo como mi papás, mis abuelos y mis tíos, quiero que sepas que fuiste una gran persona y una gran tía, una luz en la vida, te queremos demasiado y sabes que siempre vas a estar en nuestros pensamientos y corazones, te vamos a extrañar como no tienes idea, bueno, mejor dicho, te voy a extrañar. Pero quiero dejar en claro una cosa Palomita, esto no es un adiós, simplemente es un hasta luego; ya que nos volvamos a encontrar te diré qué fue de mi vida, gracias por siempre apoyarme en todo y enseñarme lo de los envases, te extrañaré mucho y quiero que sepas que te quiero mucho.
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La Testadura, una literatura de paso
Por Mercedes Ugalde Yarto
En una ocasión, estando Paloma con Fernando y conmigo comiendo, le invitamos unos tequilas, muy alegre como fue siempre ella, riéndonos de todo y de nada al mismo tiempo, se atragantó y nos escupió, esto todavía nos causó más risa, no parábamos de reír, estábamos felices de convivir con ella, en eso no supimos cómo fue que comenzó a decirnos que ella nos prestaba dinero, situación muy, pero muy rara, ya que era complicado que lográramos que lo prestara y a partir de esa ocasión, siempre que estaba cerca de ella y le ofrecía algo de tomar nos hacíamos burla respecto a que yo quería que me prestara dinero, pero siempre esta forma de decirnos entre las dos eso era con cariño, y riendo como era ella. Un día fuimos de día de campo, habíamos quedado en llevar cada quien algún guiso, carne, alitas, etc. Para comer, Paloma llegó con su salsa BBQ para alitas, pero cuando la íbamos a utilizar nos dimos cuenta que ya tenía como dos años vencida, le dijimos Paloma no manches y ella con simple singularidad comenzó a reír, pero con una risa que nos contagió a todos. Así era ella, sencilla, todo lo tomaba a la ligera, nunca la vi enojada, triste, siempre llena de felicidad, de risas, contenta, un ejemplo a seguir para la familia, ya que disfrutaba la vida, te extraño Paloma y cuesta trabajo saber que ya no estás.
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A Sandra Paloma Ángeles González
SANDRA PALOMA Por Fernando Ángeles González
Todavía me parece como si fuera ayer, cuando estando en casa de mis abuelitos, esperábamos con ansia que llegaran mis papas con nuestra hermanita, era un día de mucha alegría al grado que se fue la luz eléctrica y nos iluminó tu presencia. Tocaron el timbre y corrimos a verte en brazos de mi madre, una niña hermosa, con unos ojitos chiquitos y todavía medio cerrados que imaginábamos de mil colores, verdes, azules, grises, nos volvimos locos con tu llegada, es como si saliera el arcoíris en nuestras vidas. Yo creo que te mareamos de tanto grito, pues todos te hablábamos, al mismo tiempo, platicándote y presentándote el mundo que compartiríamos, juntos, por fin los cinco hermanitos, Palomita, tu Chino consentido, el Chavo, Mary y Nandito. Así te hicimos cómplice de nuestras travesuras, y unidos de la mano iniciamos nuestra mayor aventura llamada vida. En esta travesía vi crecer una bebé increíble, coqueta desde chiquita, muy consentida por todos, cuantas veces no te preparé tu mamila, te cuidé y hasta cambiar pañales me tocó, me empezaste a entrenar como papá y mis hijos te lo agradecen hoy. Todavía te escucho reír y emocionarte cuando la madrugada de los seis de enero corrías a buscar tus juguetes, y pocos días después te hacíamos tu pastel de cumpleaños, mi niña. Mi acompañante cuando íbamos a trabajar
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La Testadura, una literatura de paso llevando sonrisas a las fiestas, maquillados y enfundados en vistosos trajes que iluminaban los rostros de miles de niños que nos conocieron, y como de plano algunas veces nos divertíamos más nosotros, por causa de tu espontaneidad, y tu risa contagiosa, y como nos hacías quedarnos al pastel, por tu gusto y antojo, y además esperabas tu bolsa de dulces, mi niña. Un día te vi crecer y te volviste toda una mujer, decidida, trabajadora con objetivos muy claros, mi orgullo. Mi niña. Te acuerdas que recorrimos la sierra gorda, conocimos la cascada del Chuveje, la puerta del cielo, los Misiones, el cruce del agua de rio y la corriente fría de montaña, como le hice no sé, pero recorrí contigo y mis papas todo esto, y eso que tenía problemas de ácido úrico que después estuve un año tratándolo, pero de momento lo soporté con tal de pasear juntos. Cuantos bellos momentos, cuantas alegrías, cuantos recuerdos, cuantos paseos, solo hay imágenes hermosas al pensar en ti, y las atesoro como nada en mi corazón, gracias mi niña por compartir la vida y ser mi hermanita. Descansa y duerme arrullada por el canto de los ángeles. Mi niña….
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A Sandra Paloma Ángeles González
Por Pilar Helguera Ángeles
Aun te siento entre nosotros Que difícil ha sido, tratar de entender tu partida, durante días cerraba los ojos y te veía con tu hermosa sonrisa, tus conversaciones siempre divertidas, tu manera de afrontar la vida. El vacío es grande, porque es visible tu ausencia, pero al mismo tiempo, aún se siente tu presencia; por eso creo que debemos de seguir tu gran ejemplo, de apreciar lo bello que dejaste en cada uno de nosotros. En alusión a tu nombre, volaste como una preciosa Paloma, extendiendo tus bellas alas, para llegar a la gloria. Hoy eres nuestro ángel, nuestra hermosa compañía, siempre seguirás en nuestra memoria, hasta el último de mi vida, cuando como tú, pueda gozar de eso que llaman la vida eterna, donde logremos por fin ese anhelado reencuentro. Hasta siempre piojita, hasta siempre Palomita !!!
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CUANDO DIOS TE REGALO TUS ALAS DE ORO, PARA QUE DEJARAS DE SER PALOMA Y TE CONVIRTIERAS EN UN ANGEL. Por "EL PINCHE AGUSTÍN"
A lo lejos se escuchan esos gritos de apúrate "Morro" "ya llegué jefa" "Qué milagro pinche Agustín" "qué pedo contigo", cuando llegabas a la casa de nuestra "JEFA" (como solías decirle a nuestra madre), con ese resplandor que emanaba de tu bello rostro y con una sonrisa contagiosa que hacías un momento agradable. A veces creemos que la vida no es justa y en algunas ocasiones cruel, más con alguien como tú que eras como un ave que en el momento que querías emprendías tu vuelo y con esa libertad de escoger tus destinos. A cualquier lugar que arribabas eras recibida con grata emoción y alegría, durante todos tus vuelos fuiste sembrando amistades y cosechaste toneladas de amigos. Pero estoy seguro que Dios te escogió para ser uno de sus Ángeles predilectos, porque llegó el momento (13 de agosto 2019) en que te tenías que desprenderte de tus alas de ave, para que te colocaran unas alas de brillante oro. Porque ahora tendrás que volar más alto y recorrerás infinitas distancias cumpliendo con tu nueva misión que te ha encomendado nuestro Señor. Dejas un enorme socavón en esta vida terrenal, que nunca podremos cubrirlo. Pero en el cielo con tu presencia espiritual iluminas todos nuestros amanece-
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A Sandra Paloma Ángeles González res y nos cobijas con tus alas de oro por las noches. Hermana palomita, nunca te dejaremos de extrañar y siempre vivirás en nuestros corazones, y aunque nos duele tu partida, tu cumple con tu nueva misión que Dios ha puesto en ti, que tu familia siempre velará por los tuyos y que también son nuestros. Lloraremos ríos de lágrimas que estoy seguro nunca se secaran y esculpiremos tu imagen en cada corazón y haremos de tu vida nuestra película favorita. Además, todas esas páginas de ejemplos y enseñanzas serán doctrina para nosotros. Gracias por regalarnos y permitirnos ser parte de tu vida. TE AMO HERMANITA, HASTA SIEMPRE"
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A PALOMITA Por Maribel Ángeles González Gracias por ser mi hermana por todos estos años, por ser mi confidente, mi amiga, por sacarme de mis casillas; por acordarte diario de mí, menos los domingos porque ese día no contestabas; por ser mi asesora de imagen aunque a mi no me gustara el estilo que querías, por seguirme la corriente en algunas cosas, por ser tan insistente, por hacer locuras juntas; me acuerdo de las escapadas que nos dábamos para ir al Walmart a ver ofertas y le dejábamos los niños a Ulises, no le hacía mucha gracia pero se aguantaba; y cuando le celebrábamos su cumpleaños a los niños en mi casa y les hacíamos su pastel, a veces no nos quedaba pero aun así nos lo comíamos. También me acuerdo cuando bailábamos todos, en la casa, con la chiquillas; nomás nos la pasábamos riendo; y cuando ibas a venir a la casa y no le decía a Ulises para que fuera sorpresa y así no pudiera decir que no, al igual que se la hacíamos a Luis, y no les quedaba de otra que aguantarnos; me acuerdo cuando nos salíamos con los chiquillos y las chiquillas y siempre nos tocaba pagar de a michas, aunque luego tú me hacías mensa y terminaba pagando yo más porque las cuentas no nos salían; o cuando recogíamos a la Totis y siempre te gustaba comprar los churritos o las papas, lo que vendían en la escuela; y cuando llevábamos a la Beba a enfermería te gustaban los tacos que vendía ahí la señora, yo creo que le comprabas porque te decía guapa, aunque tú decías que era porque estaban buenos.
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A Sandra Paloma Ángeles González También te gustaba hacer ejercicio como cuando fue la semana de la salud en enfermería y que tú y yo nos colamos a la clase de zumba, aunque tú me decías que yo si le hallaba a la clase y nada más te reías conmigo, también nos metimos porque el instructor estaba guapo, pero sí aguantamos la clase. Pero qué tal de insistente eras al querer llevarme al Tepe, pero nada más era para que fuéramos a comer y a buscar ropa qué, por cierto, esas eran tus dos pasiones, comer y buscar ropa, ah y también las ofertas…
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RECUERDOS QUE NO APURAN Por Mario Eduardo Ángeles
Antes tenía la esperanza de que llegarías cualquier día abrirías esa puerta y le gritarías al morro, tu hijo, el mayor, que le apurara, que le apurara para todo, para traer, para comprar, para subir, para bajar… pero esos gritos nunca eran en serio, eran parte de una dinámica sobre ensayada, tú hacías como que lo apurabas y él se tardaba más a propósito, era su manera diaria de decirse te quiero; o cuando a la hora de la comida te ponías a castigar y a esconder teléfonos, luego el morro los andábamos buscando por toda la casa, entonces me pedía que le marcara y poníamos atención al timbrazo, hasta que se convencía de que eras más lista que él y que los habías apagado; o cuando llegabas temprano buscando a mamá y le cantabas el “mamá” en diferentes tonos, luego veías que yo te estaba observando y te apenabas un poco, pero nunca lo dejaste de hacer, lo hacías desde la entrada de la cochera, hasta las escaleras de la habitación;
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A Sandra Paloma Ángeles González o cuando regañabas a los más chicos porque se metían a mi habitación y me ponían a ver películas infantiles con ellos, les decías que no molestaran al tío, aunque para mí nunca fue ninguna molestia. Ya no va a haber más de eso, nunca más, eso me pone muy triste, siento que al pasar de los días más te voy a extrañar. Me hablan de fortaleza para superar tu muerte, claro que la tengo, de eso me he preciado yo toda mi vida, de superar obstáculos, de superar muertes; pero eso no quita que extrañe esos momentos que jamás han de volver. Te extraño mucho.
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Sandra Paloma Ángeles González
Hermana, fuiste un cuento breve pero te leeré mil veces Agustín Ángeles González