Coordinación editorial: Mario Eduardo Ángeles. Jefe editorial: Erich Tang. Fotografías: “La Inmaculada Colección”. Corrector (a) de estilo: Lizeth Briseño y Jesús Reyes. Consejo Editorial: Manuel Bañuelos, Miguel Escamilla, Salvador Huerta, Pedro M. Serrot, Erich Tang, Mo. Eduardo Ángeles, Jesús Reyes. Contacto: latestaduraliteraria@gmail.com latestadurliteraria@hotmail.com México, 2012. Los derechos de los textos publicados pertenecen a sus autores. Cuida el planeta, no desperdicies papel.
Le debes todos los sueños a mis preciosos ojos cerrados y tú un insomnio endemoniado, y tú me debes la ocasión de ser yo ...y escupirte en el rostro... Tú me debes un lolly pop que me arrebataste cruelmente cambiándolo por un vino, y tú me debes la estatura que nunca alcancé y tú, tú me debes tu sotana. ... sin mí no son nada.
PRÓLOGO La Inmaculada Colección es una aventura estética complicada y delicada, cuya producción resultó sumamente laboriosa. Con cerca de 28 locaciones, 35 artistas invitados, 5 fotógrafos, y un escritor que diera el alma literaria a este proyecto en 2011, José Espinosa fungió como el poeta narrador que guía a Dante por el Infierno el paraíso y el purgatorio. Sería él quien inspirado en la Divina Comedia reinterpretara una serie de fotografías y les diera un sentido literario. La Testadura
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José Espinosa o Pepe como lo conocían sus amigos manifestó devoción por este proyecto, siendo La inmaculada su último trabajo como escritor.
CANTO PRIMERO. -El cristo de la Inmaculada sigue intocable, a pesar de la falsificación que han hecho de su carne en la edición; los amantes siguen intocables y asisten a los homenajes en los aniversarios. Pisa con sandalias cuarteadas las calles de la ciudad, ronda por las noches los bares donde venden un tequila barato a granel, los hoteles de paso, los cuerpos de con los que folla....¿la muerte pide aventón en jeans y chaqueta de cuero recargado en un poste? ¿cuanto cobra por un servicio completo? La Testadura
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¿Qué importancia tiene haber vivido por tantos años tan cerca del espíritu aquél, de su rasgo más puro, de su ilusión genética? Los desterrados buscan algo que los aterre de por vida -o al menos que algo les entierren entre las carnes porque no habrá quien los sepulte, porque no tienen nada, ni siquiera el recuerdo de la nada, ni la promesa de la nada que fue, y es, para otros algo que pueden definir como propio.
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CANTO SEGUNDO Mi amigo era el hijo supuesto o real, traía los poemas en el bolsillo de su chaqueta de cuero. Siempre fue un muchacho poco común al que no pude amar porque tal vez lo amé. La madre (su madre) fue su amante (mental?) y es a lo que más le temen. Su rostro sin vergüenza y sin nada, vacío, ruinas -avecindamiento pendenciero, orgullo, amor gastado por el uso y el abuso, besos que lo pudrían todo aún cuando ya estaba podrido, dones que rompen lo roto... Un simple clic del disparador, y los granos de plata germinan (su inmorLa Testadura
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talidad). Anuncian que la foto también ha sido atacada por la luz, que la foto también morirá por la humedad, la duración, el contacto, la devoción, la obsesión fatal de repetir tantas veces que seríamos como él. Que importancia tiene si alguna vez se conocieron en un plano más real. Podrás fotografiar rostros, conocer sus letras pero nunca tendrás la certeza, no sabes si algo pueda volver a ser real. ... En fin, por el miedo a la resurrección porque a la resurrección toca también la muerte. Lo que se ve en la imagen es tan seguro como lo que se toca (aprieta el clic del disparador, garabatea una frase bonita. Lo que se ve no es flashazo, sino el miLa Testadura
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núsculo relámpago de una foto que In ma c u la a lo s p e r so n aje s) -Algo en la cuenca del ojo, cierta irritación; algo en el silencio y en la voluntad nos vuelve parecidos. ¿Por haber sido hechos para ser como él; en la muerte real de un pasado imaginario? -En la muerte imaginaria de un pasado real donde no existe ésta fábula ni la importancia o la impotencia de esta fábula, sin el derecho a develarla. -Un simple clic del disparador y la historia regresa como una protesta de amor -mi séptima costilla, mi verso definido.... y mis ojos caramelo¡tanta sal que ha rodado por mis mejillas! La utopía de una bóveda inLa Testadura
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mensa sujeta a mi cabeza ha caído. -Sólo me resta saber que se fue, que se es un amante imaginario de un hombre imaginario (laberíntico) con el deseo insuficiente del ojo que captó su muerte literal, fotografiando personas para inmacularlas (ahuyentarlas) después; al encontrarse allí, en lo real en el pasado imaginar io, en lo que ha sido. -Ha sido atrapada por la luz (la historia, la verdad) los que fueron o quisieron ser como él, los mil hombres que lo han follado (crucificado) la amistad del que no será jamás su hijo, la mujer que lo amó desde su casa abierta como abre las piernas (el corazón), anónima.... todos debajo de la sombra del clic del disparador La Testadura
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abierto muchas veces en los ojos insistentes del muchacho cuya almendra oscurecida ya de tanto volverse cenizas aprendió a mirar.... y a callar.... como elegido... (y TÚ me exiges todavía alguna fe) Tus hijos los apóstoles (los inmaculados) lo van a divulgar!!!!
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CANTO TERCERO -Cariño, se está rompiendo algo entre nosotros, la noche es implacable con los insomnes y borra los sueños al amanecer. Tú y yo andamos en la noche pero ve que el sueño nuestro se deshace. Mira que amanece. Mira que la luna ya no trae su fulgor sobre nosotros. Y una estrella soñándote se apaga. Nuestro sueño puede equilibrarse con una mano tuya y otra mía y el mundo tornaría a su marcha, pero estás sordo y como ciego. De todos modos ya va a amanecer. La ruta que trazamos entre clic y clic del disLa Testadura
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parador de la cámara se disuelve en la noche. Las voces se van quedando quietas. Vuelvo tras bambalinas sin hacer ruido. -Mi sueño se disuelve en la noche. La luz ataca implacablemente a la fotografía: También morirá por la luz. Vámonos. Antes que amanezca.
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CANTO IV -¿Recuerdas... el fondo de la tarde? ¿Recuerdas... la mirada de agosto? -La primera vez que te conocí no te reconocí. -Sí, me reconociste. -No te conocí, pero la segunda vez me entraron ganas de reir. -Tú querías que YO te dijera el secreto de la vida eterna. -Y yo soy para el secreto como los olivos, árbol cuyas ramas retorcidas señalan mil caminos. -¿Se acerca el ungido a la casualidad? Si estabas tratando de decirme La Testadura
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algo, no supe descifrarlo. Creo recordar esa voz que decía: "La luz, brother, la luz y no otra cosa". El sol rabioso no se calmará. Maneras de morir. -Lolita, Lolita, sigues siendo tan ingenua. -El beso que me sostuvo era parecido al que una vez me hirió rezumando miseria. Parecido o el mismo. Tú y yo nos tocamos buscando tierra firme. Nos tocamos y tocamos silencio. Debí haberlo descifrado. José no se acerca a la casualidad. La vida intenta decirle cosas a ese pobre carpintero infeliz y otro pobre infeliz estruja lo que no sabe qué es. Y ése es mi corazón... eso murmuro... ese es mi corazón: Be careful, it´s my heart, Lolita. La Testadura
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CANTO V A la sombra de un mar se me tiño la cara y la piel. Y fue hasta la corriente de un beso interminable donde las olas abrieron el asombro cómplice de mi alma. Un olor a inciensos voló mi antigüedad y se juntaron ciénegas en mi enojo: nobleza cerrada, tentación para el tacto que tan pronto llega se me escapa entre os poros de la piel. Ahora solo queda el salitre bajo mis pies, la revancha del tiempo, lo fugaz que redobla como un gotear en la conciencia. La Testadura
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Un pincel tiñe de azul mi locura, delirio para colmar la vida. Un tercer ojo (La Verdad) no tiene máscara de miedo. No valen las promesas del encanto, en el encanto se prometen milagros; Dios dispone tan solo de la suerte, ¡lástima de mi! Yo no puedo romper el espejismo. ¡Lástima de Dios! no podrá besar el centro de mi ojo. La Inmaculada retrata imposibles como si el grano de plata que germina a la luz fuera a morir en el vacío de lo eterno. De frente a tí, pienso, mudo: cuando nadie presienta los milagros para enlutar el canto de los locos.
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CANTO VI -Teseo, has vuelto a los pisos húmedos de la casa lejana de donde, en verdad, nunca has partido. Los colibríes picoteaban tu café de las seis en el patio de mosaicos. Era la sonrisa de tu hermana lo que iluminaba las fotos, los silencios de tu madre, la ausencia de José. Todo iba contigo por el mundo. Todas las osas simples donde aprendiste a descifrar tu nombre. Todo iba contigo en ese viaje. Vuelves a pisar estos pisos.
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-Todo lo que he visto en este tiempo era extraño: el gozo de imaginar tus pechos en el rumor de la misa, mis ojos de toro mirándote mientras tu rosario llovía con ese traje de profunda seda, tu culo de Ceres en retórica de mármol de Cardar, el gozo de tocar las nubes y vivir la paz del cielo. -Todo se oculta frente a la claridad de éste instante. Vuelves a estar en el tono dorado de los cuadros de familia, y ya sabes lo que significa partir. -¡Lolita, Lolita! en tus pechos púberes se mueren de amor tantos encajes. Toma el anillo de bodas que llevaron los abuelos cien metros bajo tierra (ya no lo echarán de menos). La Testadura
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-Yo, el símbolo del anillo no lo quiero. Yo quiero sentir en mis manos un inmenso ramo de dedos. -Ja!! las señoritas de abanico y volantes buscan marido ¿Las señoritas van por los verdes? Ay!! su anillito de plomo. Ay!! sus anillitos plomados. -¡Dios te salve!!! Rezaremos a Nuestra Señora del agua por el que te besó entre olivos de ramas retorcidas. ¿Quién te compraría a ti ese cintillo que ordena tus rizos? ¿Quién te compraría a ti esa tristeza de hilo blanco para bordar pañuelos? -Entre tantas sedas y encajes las vírgenes juegan con sus risas. Hay besos que lo pudren todo aún cuando estaba ya podrido pero no culpo al mundo por eso: sin el placer y el La Testadura
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dolor que en mis manos pusieron estos largos años nada hubiese sido claramente mío, nunca hubiese podido decir: por encima de todas la cosas. Todo se me oculta frente a la claridad de este instante. -Aún así, vuelves a estar de espaldas a la puerta. Vuelves a decirnos adiós en los pisos húmedos. Vuelves a buscar en nuevos viajes esta casa lejana de donde, en verdad, nunca has partido.
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de mano en mano de pantalla en pantalla
¡¡¡Que la voz corra!!! La Testadura. Literatura de paso hecha para olvidarse en lugares públicos y/o salas de espera
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