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Miércoles 1 de noviembre de 2017
Cultura CN70: arte sonoro en el MamBo
La pieza, protagonizada por Alfonso Barón y Luciano Rosso, se estrenó en el 2009 y se ha presentado en varios países. CORTESÍA CASA E
Duelo de seducción en un vestuario La obra argentina ‘Un poyo rojo’ forma parte del Festival Danza en la Ciudad, que empieza hoy. CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
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El ambiente candente de un vestuario después de un entrenamiento o una rutina deportiva. Ese sitio que emana testosterona, que supura energía, es el escenario en el que los dos protagonistas de la obra Un poyo rojo, Alfonso Barón y Luciano Rosso, despliegan toda su fuerza interpretativa. La obra argentina, dirigida por Hermes Gaído y que durante ocho años ha recorrido varios países, se presentará el viernes y el sábado en Casa E como parte del Festival Danza en la Ciudad, que empieza hoy en Bogotá. Gaído cuenta que la pieza se mueve gracias a una especie de dramaturgia del azar, y, de hecho, no nació en este ambiente del vestuario, sino por la petición de Rosso y de Nicolás Poggi de construir un espectáculo.
Danza por toda la ciudad La edición X del Festival Danza en la Ciudad se inaugura hoy con una ceremonia especial en el teatro Jorge Eliécer Gaitán. El festival tendrá más de 70 funciones en 30 escenarios, haciendo un énfasis especial en las localidades, ya que se presentarán 13 obras en seis zonas. Informes: www.danzaenlaciudad.gov.co
DÓNDE Y CUÁNDO 3 y 4 de noviembre, 8 p. m. Sala Arlequín de Casa E. Carrera 24 n.° 41-69, Bogotá. 45.000 pesos.
“Es una obra que tiene mucho que ver con lo que los actores iban sugiriendo y con el espacio que ellos corporalmente necesitaban... Ellos eran pareja, querían hacer una obra de danza contemporánea, y durante un tiempo empezó a aparecer en sus cuerpos todo eso, así que empezamos a pensar en una historia que tenga que ver con un acercamiento romántico entre dos hombres”, dice Gaído. Ese azar también se ve en la curiosa grafía del nombre de la obra, el cual está inspirado en los apellidos de sus intérpretes originales Poggi y Rosso (rojo, en italiano). De ahí también se desprendieron algunas secuencias de movimientos. “A partir de definir el nombre nos encontramos la mecánica de la pelea de gallos, y tam-
bién se trabajan en la obra todas esas cosas del pavoneo, del desafiar, de la caminata”, cuenta el director. Hace seis años, Barón reemplazó a Poggi, y, según el director, la obra empezó a crecer en otros sentidos, por ejemplo actoralmente. Y es que, además de la técnica coreográfica, la pieza también hace mucho énfasis en el humor, adoptando técnicas propias del clown. Incluso hay espacio para la improvisación, ya que los bailarines trabajan con una radio en vivo. “Parte del desarrollo de esta historia va a estar contada con las palabras de las personas y con la música que se pasa en la radio local... Hay bastante de improvisación, pero también hay un mapa de lo que hay que buscar”, finaliza Gaído.
Un muro serpenteante divide el sótano del Museo de Arte Moderno de Bogotá, en dos partes contrastadas entre la luz y el sonido. El ambiente que recorre el espectador se encuentra totalmente oscuro y se ve interferido por la luz, el color blanco y el sonido que vibra detrás del muro. Se trata de la instalación CN70, del artista Luis Fernando Ramírez –nominado al Premio Luis Caballero IX–, quien hace referencia a un proyecto ficticio entre la compositora Jacqueline Nova y Lucio Celis (personaje creado por Ramírez), el cual planteaba un espacio sonoro en el MamBo. La obra, que supuestamente no se pudo llevar a cabo, surgió de una pregunta que Ramírez se planteó: “¿Qué hubiera pasado si Lucio Celis y Jacqueline Nova se hubieran encontrado en 1970?” “La respuesta es CN70, un proyecto que se desarrolla en la actualidad a partir del encuentro ficticio entre Celis y Nova en 1970 en torno a lo que sería la futura arquitectura del museo”, comenta el artista. Ramírez explica que la pieza no fue realizada debido en parte a la prematura muerte de Nova en 1975. Sin su presencia para continuar el proyecto y ante las presiones por cambiar la sonoridad de la pieza, Celis prefirió retirar la obra antes que comprometer las intenciones originales de la compositora. Del proyecto quedan solo los vestigios: las tres salas del sótano del museo actual. El artista describe la muestra como un límite entre la luz y la penumbra, entre adentro y afuera, entre lo público y lo privado. “Traza patios circulares, como los que más adelante desarrollaría Rogelio Salmona, planteando una relación artificial con el entorno, de manera análoga a como las máquinas en la composición electroacústica filtran las grabaciones de sonidos del entorno natural”, explica.
DÓNDE Y CUÁNDO Hasta el 19 de noviembre. MamBo. Calle 24 n.° 6-00, Bogotá. Tel.: 286-0466. Entrada gratuita.