Brad Pitt se le mide auna guerra insólita
Andrés Hoyos Vargas Cultura yEntretenimiento
Ciudad de México.*“Nuestra obligación es explicar la experienciadelaguerra”, fue una de las frases célebres del ya fallecido corresponsal de guerra Max Hastings.
El periodista fue la fuente de inspiración para que el actor Brad Pitt, el director David Michôd yelproductor Jeremy Kleiner se unieran para realizar War Machine,unfilme de Netflix que estará disponible desde mañana en esa plataforma de contenidos.

Pitt interpreta aungeneral estadounidense, Glen McMahon, que viaja aAfganistán para tratar de lidiar con un conflicto bélico.

McMahon (su personaje) es un militar chapado ala antigua, un poco torpe pero que tiene buenas intenciones en su tarea de tratar de arreglar las cosas yayudar alas tropas de su país en una tierra hostil.
Pero se enfrentará asituaciones eintrigas de índole político ycivil que impiden (desde su punto de vista) que se vislumbre una solución.

“Quisimos desarrollar una narrativa que se centrara en una mezcla de parodia con lo terrible que significa estar en una guerra”, le comentó aEL TIEMPO el australiano Michôd, quien es recordado por ser el artífice de la cinta nominada al Óscar Animal Kingdom (2010).
Yprecisamente ese matiz de humor negro es lo que acentúa la sensación de un hombre que fue un héroe de guerra yahora no se siente tan cómodo con las dinámicas que rodean el conflicto.
McMahon corre todas
las mañanas, siguiendo una férrea disciplina física ymostrando una profunda empatía por los soldados, a la vez que ofrece un retrato de ciertaingenuidad en su trabajo como interlocutor en un plan de transformación en Afganistán.
En la película, Brad Pitt se ve viejo pero atlético: un contraste con la imagen delgada que ahora ofrece por fuera de las cámaras, como un actor tratando de redireccionar algunos de sus problemas personales.
Su personaje revela también una incomodidad natural en su nuevo trabajo –que tiene visos diplomáticos– yuntotal desconocimiento de ciertos aspectos culturales que se
revelan en la población de la zona de conflicto, lo que lo llevaa vivir un revés en su deseo por hacer bien las cosas.
“Siempre quise hacer una película de guerra, pero que no fuera la trama usual del género (...) Al ser australiano tenía una cierta distancia de la vida de las tropas estadounidenses yeso me dio elementos para afrontar el tema con otra mirada”, agregó David Michôd.
¿CUÁNDO SE PUEDE VER?
Asuvez, alabó el trabajo de Pitt, al considerar que su interpretación también escapaba un poco de los terrenos en los que se está acostumbrado aver al actor. “Él refleja la locura de la guerra pero en otro tono”, recalca.
War Machine (que en español significa Máquina de guerra)noesacerca de ese andamiaje bélico,delas armas olas balas, sino de un sistema en su nivel más alto”, opina el productor Jeremy Kleiner.
Para él, “se trata del juego de los países que mandan sus tropas alaguerra; de los estratos de poder que se mueven en niveles superiores, como el del propio general McMahon; de aque-
llos embajadores, diplomáticos einstituciones civiles que tienen injerencia en ese tema”.
Kleiner, quien trabajó en las ganadoras del Óscar Moonlight, 12 años de esclavitud y La gran apuesta,entre otras, reconoce que su interés por War Machine no se gestó apartir del hecho de ser amigoy compañero de aventurasdeBrad Pitt, con quien fundó la compañía productora Plan BEntertainment.
Para él, esta producción es fruto de una serie de detalles que develaban un aire de rebeldía eirreverencia con un mensaje muy serio en contra de la guerra. “Creo que soy lo que se conoce como un antisistema total; mis películas hablan de lo mal que funciona la economía, las relaciones humanas y, ahora, los conflictos armados”, agrega.
El productor yeldirector están de acuerdo en que tampoco se trata de una cinta en contra de los soldados ysus acciones. “Es una apuesta sobre la humanidad dentro de un situación extrema yalgo insólita, donde hay cosas que se repiten ynada parece tener solución”, finaliza Michôd. (*) Por invitación de Netflix
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PAULA /DRAMA
esta historia de principios del siglo XX, Paula Becker está decidida a convertirse en artista de vanguardia. Tiene 24 años y el talento para plasmar en sus pinturas un nuevo estilo, el que la convirtió en representante del expresionismo alemán.
Através de la historia de un alcalde, su asistente yun nuevo cementerio en un pueblo, el productor Dago García plasma, entre chistes, los problemas de corrupción del país. Dirigida por Jaime Escallón.
La vida de un buen pintor puede constituir una historia interesante para llevar al cine. Sin embargo, pocas cosas son tan difíciles de trasladar ala pantalla como las vivencias de un artista.
Además de los problemas inherentes al género biográfico, como el sempiterno reto de encontrarle un arco dramático alavida, muchas veces existen divergencias entre la cotidianidad de un creador y su obra. Estas dificultades están más que patentes en la película alemana Paula
La Paula del título se apellida Becker yfue una de las representantes del expresionismo alemán en los albores del siglo XX, cuando no era fácil que una mujer sobresaliera en la pintura.
Mientras muchas de sus compañeras de clase solo pensaban en seguir las instrucciones del maestro, ella buscaba su propio lenguaje con una decisión que habría de
acompañarla hasta un universo de avezados artistas,donde no era bien visto que triunfara una mujer.
La sutileza no es una de las características distintivas de Paula.Nohaacabado uno de acomodarse en la sillacuando el profesor de arte le dice alaprotagonista que jamás será una buenapintora, yella responde que sí lo será.
Con esa sofisticación narrativa transcurre toda la proyección, con el agravante de que el arte de Becker, uno de los ganchos de la cinta es un telón tan irrelevante como podrían ser unas cortinas desteñidas.
Como si eso fuera poco, a Paula le pasa lo peor que le puede pasar auna película sobre un artista: en ningún momento el espectador puede creer que el personaje que está viendo haya podido pintar los cuadros que aparecen en la pantalla.
Formas de plasmar el paisaje en el cuerpo
Laura Guzmán Díaz Cultura yEntretenimientoEl fotógrafo bogotano SebastiánJaramillo recuerda que en sus primeras clases de maestría en Artes Plásticas, en la Universidad Nacional, le decían que el paisaje se encontraba en el cuerpo.
Con esta idea yalejándose un poco de su trabajo tradicional como fotógrafo, decidió ponerse delante del lente
yhacer una serie de autorretratos, en los cuales el protagonista es el paisaje que él mismo creó en su cuerpo.
La muestra ‘Geografía de mí’, la cual estará abierta hasta el 10 de agosto en Ja-
¿DÓNDE YCUÁNDO?
cob Karpio Galería, explora la relación que tiene Jaramillo con la naturaleza, específicamente con la montaña, la tierra ylacantera, elementos que forman parte de su cotidianidad ydel paisaje que lo rodea en Tabio, Cundinamarca, donde vive.
“Lo que se ve en las fotografías es mi piel yesa tierra en la que habito. Al ponerla sobre mí, entra un factor que es el tiempo.Eselartista de-
lante de la cámara, esperando que la tierra se seque yse cree esa geografía”, explica Jaramillo.
En el proceso de producción, Jaramillo puso barro sobre su cuerpo, esperó a que se secara yseagrietara. Luego, inmóvil, tomó las fotografías con ayuda.
“La tierra es mi sustancia ymegusta trabajar con ella, de la misma forma como el artista Joseph Beuys trabajaba con la grasa”, añade.

Jaramillo, quien hace 15 años trabaja de manera independiente, resalta que no se trata solo de hablar de esa geografía odeélmismo.
“Intervienen los dos elementos. Se trata también de habitar un paisaje que me cambia yque de igual forma transformo al estar en contacto”.
Parte de su intención es que sus fotografías no muestren aprimera vista un cuerpo, sino esa naturaleza de la que habla, que está rodeada de tierra ymontañas.
“Algunas personas me preguntaron si las fotografías eran de la Luna, ycreo que ese contraste se logró al ser macrofotografía en blanco ynegro”, cuenta el artista

Para Jaramillo, la fotografía se debe pensar también como un medio para el arte plástico.
“La idea no es solo ir ydisparar un paisaje ypasarlo por Photoshop, sino que haya un proceso de creación”, concluye.