www.eltiempo.com - LUNES 12 DE JUNIO DE 2017 - EL TIEMPO
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cultura y entretenimiento
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Las raíces representan la fragilidad humana La exposición ‘Naturaleza oculta’, de Beatriz Eugenia Díaz, se exhibirá hasta el 14 de julio, en la galería Casas Riegner, en Bogotá.
Mirada íntima a Luis Caballero
Laura Guzmán Díaz Cultura y Entretenimiento
Generalmente, las raíces crecen hacia el interior del suelo, fijan el árbol, acumulan los nutrientes y se encargan de absorber y conducir el agua, junto con los minerales y los nutrientes. Ese proceso de crecimiento no tiene límite. En el caso de las plantas de vivero, se dará de forma circular, como una bola de estambre. Las raíces son vitales en la exposición ‘Naturaleza oculta’ (abierta hasta el 14 de julio, en la galería Casas Riegner) de la artista colombiana Beatriz Eugenia Díaz, y constituyen la instalación central, Oráculo, compuesta por 16 de ellas. En algún momento, la artista supo que las raíces aparte de tener memoria genética, tienen memoria de formación. Es decir, aunque se trasplanten, la raíz ‘piensa’ que sigue allí y continúa creciendo de la misma forma. “Cuando lo supe, fui en busca de ellas. Eso me hizo pensar, sobre todo al sacarlas, en una cabeza humana”, explica Díaz. Pero esta metáfora va más allá, pues también tiene que ver con los pensamientos que nos invaden. “Los seres humanos se han inventado torturas, como enrollar la cabeza. Nuestros pensamientos repetitivos se parecen a una tortu-
La instalación ‘Oráculo’, pieza principal, está compuesta por 16 raíces. Fotos: Sergio Ramírez / cortesía Casas Riegner
ra y nos enredamos con ellos”, reflexiona la artista. Las raíces de los árboles que Díaz extrajo ya estaban muertas: se ahogaron al crecer circularmente. Además, la raíz separada del cuerpo evocó en la artista el temor a perderse. “Todos, de alguna manera, conocemos a alguien que ha perdido la cabeza, y, seguramente, en las familias siempre hubo alguien a quien le sucedió”, dice Díaz. Como protección, las raíces tienen una cobertura cónica llamada caliptra, nombre que también reciben las cofias y los velos que usaban las mujeres griegas para cubrirse la cabeza.
Lo que hay para ver
EL V SALÓN BAT DE ARTE POPULAR LLEGA A PEREIRA
Se exhibirán 58 obras de artistas empíricos de todo el país, resultado de una convocatoria nacional en la que se presentaron 1.667 artistas. Hasta el 4 de julio. Museo de Arte de Pereira. Avenida Las Américas n.° 19-88. Tel.: (6) 317-2828.
Reúne más de 50 obras de 18 artistas en técnicas como fotografía, pintura, dibujo y escultura. Entre ellos, Antonio Caro y Martha Rivero. Hasta el 30 de julio. Poliedro Arts Galería. Tabio, Cundinamarca. Informes: info@poliedroarts.com.
‘UMBRALES’, DE LA ARTISTA LYDIA AZOUT Hasta el 30 de junio estará abierta la muestra más reciente de la artista colombiana, en Alonso Garcés Galería. De lunes a viernes, de 10 a. m. a 1 p. m. y de 2 a 6 p. m. Sábados, de 10 a. m. a 2 p. m. Cra. 5.ª n.° 26-92. Bogotá. Entrada libre.
Dibujos de la serie ‘La caída es un ascenso’ (1-14), 2017.
¿DÓNDE Y CUÁNDO? Hasta el 14 de julio. Casas Riegner. Calle 70A n.° 7-41, Bogotá. De lunes a viernes, de 10 a. m a 1 p. m. y de 3 a 7 p. m. Sábado, de 11 a. m. a 4 p. m.
EXPOSICIÓN PARA RECORDAR A ‘CHAPETE’
SAÚL SÁNCHEZ Y MATEO COHEN, EN NUEVEOCHENTA
Hasta el 3 de julio se podrán ver las muestras ‘Un hombre no puede mover una roca con sus propias manos’, de Saúl Sánchez, y ‘Pasaje’, de Mateo Cohen. Diagonal 68 n.° 12-42, Bogotá. Gratis.
Mediante dos instalaciones sonoras, Caliptra (aire) y Caliptra (agua), la artista hace un llamado a Caliptra, diosa que, según ella, debería existir para proteger la cabeza, que es frágil. “Son dos cantos. Uno es como un último aliento, tiene que ver con la muerte. El otro es muy cercano al nacimiento, pues el agua es vida”. Los dibujos de la muestra se refieren a las raíces que se desprendían cuando Díaz trabajaba. “Como si hubiera adentro algo puro, al caer hay una escritura que nos dice algo, que no se percibe aquí, por eso las dibujé”, añade Díaz.
Pocas veces los amantes del arte tienen la oportunidad de conocer el proceso tras bambalinas de una obra. En esto, los artistas suelen ser muy celosos y muchas veces sus bocetos y estudios solo se conocen en la vejez o tras su muerte. Por esa razón, la reunión de cerca de 80 estudios inéditos del pintor bogotano Luis Caballero (1943-1995), que se exponen en la galería capitalina El Museo, resultan una novedad tanto para estudiosos del arte como para coleccionistas. Su hermana Beatriz, a quien Luis heredó toda su obra, guardó durante años estas ‘joyas’, que ahora salen a la luz. “Luis se la pasaba dibujando todo el día. Esa era su pasión. Yo estuve primero organizando y clasificando toda su obra con Juan Camilo Sierra y me pareció interesante sacar estas obras que a la gente le pueden interesar”, dice Beatriz Caballero. Las obras de pequeño formato ofrecen una mirada singular de rostros y cuerpos de jóvenes en diferentes posturas y todo un conjunto del estudio del cuerpo humano, a la manera clásica del arte, que fue una ob-
sesión para el artista. Para el galerista Luis Fernando Pradilla, se trata de un conjunto de dibujos que Caballero trabajó entre los años 70 y 90 que permiten ver la evolución del artista en su aproximación a la figura y reflejan “la maestría de su dibujo”. “Estos estudios son dibujados por Luis con el modelo enfrente; se nota la maestría de la línea, el conocimiento de la anatomía, su interés por las diferentes posturas del cuerpo humano y la fuerza de este”, comenta Pradilla. Agrega que Caballero conservó estos dibujos para su trabajo privado, sobre los cuales construyó sus pinturas y dibujos en mayor formato. “Todas sus obras parten de estudios con diferentes modelos. En esta colección vemos igualmente estudios de rostros y retratos de diferentes modelos que Luis utilizó en distintas épocas”, anota el galerista. Caballero se formó en artes plásticas en la Universidad de los Andes, que luego perfeccionó en la academia de pintura de la Grande Chaumière, en París. Desde ese momento, esa ciudad se convirtió en su hogar.
La historia contada por Cartier-Bresson Columna sin título
A propósito de los 20 años del fallecimiento del caricaturista Hernando Turriago Riaño, conocido como ‘Chapete’, el Museo Nacional presenta una exposición sobre su trabajo. Cra. 7.ª n.° 28-66, Bogotá. Informes: 381-6470.
MUESTRA ‘NO FIGURATIVO’, EN POLIEDRO ARTS
El conjunto de obras son una completa clase de arte sobre el estudio del cuerpo humano. Claudia Rubio / EL TIEMPO
Nelly Peñaranda Crítica de arte
En 1932, el francés Henri Cartier-Bresson compró su primera cámara fotográfica. Sin duda fue un momento crucial para la historia de la fotografía y también para la construcción de testimonios sobre la vida de muchas naciones en diferentes momentos decisivos del agitado siglo pasado. Para la década del 50, ya había sido fotógrafo del ejército francés, documentalista en la liberación de los campos de prisioneros en Alemania y de la guerra civil española. También estuvo en la caída del antiguo régimen chino. Entrevistó a Gandhi el
mismo día en que murió y cubrió su funeral, y fue el primer fotógrafo occidental en visitar la Unión Soviética luego de la muerte de Stalin. Además, en 1947 fundó, junto con Robert Capa, David Syzimin y George Rodgers, la agencia Magnum Photo. Nacido en 1908, CartierBresson recopiló en sus imágenes, hasta su muerte en el 2004, buena parte de las narraciones que, para muchos, nos mostraron el mundo, ya que vivió el siglo XX. Ese mundo de los momentos decisivos de guerras y conflictos, así como los de la cotidianidad y el trascurrir de la vida de la gente del común, por los cuales también se le conoce como el padre de la fotografía de calle. Episodios de sus viajes por México, Birmania, Italia, España, Grecia o India, entre otros, forman
parte de las 133 fotografías suyas que se pueden ver en el Museo de Arte Miguel Urrutia, del Banco de la República, en Bogotá, hasta el próximo 28 de agosto. Una gran oportunidad para visitar una exhibición que, más allá de ser un recorrido por diferentes momentos de su producción, evidencia la rigurosidad con que asumió su profesión. Cada una de las fotografías expuestas, sus procesos de revelado y copiado, así como la selección de las piezas fue hecha por el mismo Cartier-Bresson. En ellas se puede ver el respeto por la organización rigurosa de cada ele-
mento a la hora de componer la imagen y, por si fuera poco, no hay edición, pues como él mismo afirma en el texto que acompaña la muestra, “fotografiar es retener la respiración cuando todas las facultades concurren para captar la realidad fugitiva”.
Nacido en 1908, hasta su muerte en 2004, recopiló en sus imágenes el mundo, pues vivió el siglo XX.