CONSTRUCCIÓN DE LA PROPIA IMAGEN
Rocío Plaza Álvarez Laura María Rodríguez Piña Sara Méndez Herrera
ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN 2. CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS 3. CONSTRUCCIÓN DE LA PROPIA IMAGEN: DOS PUNTOS DE VISTA DIFERENTES 4. CONSECUENCIAS DE LA MALA PERCEPCIÓN DE LA IMAGEN 5. IMAGEN QUE TIENEN LOS PADRES SOBRE LA RELACIÓN ENTRE ALIMENTACIÓN, EJERCICIO Y VIDA SALUDABLE 6. MÉTODOS Y ACTIVIDADES PARA CONSTRUIR UNA PROPIA IMAGEN DE SÍ MISMOS 7. LA IMAGEN CORPORAL, ESTEREOTIPOS Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN 8. LA BOLLERÍA Y COMIDA RÁPIDA EN EL CULTIVO DE LOS HÁBITOS ALIMENTICIOS 9. EJEMPLOS DE CASOS 10.
TEST DE LA AUTOESTIMA
11. CONCLUSIÓN 12. WEBGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN Desde la antigüedad, la imagen corporal fue motivo de preocupación. A lo largo de la historia, las diferentes culturas han expresado preocupación por su imagen corporal. Algunas tribus de África, por ejemplo, se practican hasta hoy, elongaciones de orejas y labios, y también, alargamientos de cuellos. Por otro lado, en Oriente se realizaba el vendaje de pies en mujeres desde la infancia. Todos estos grupos culturales desarrollaron una imagen corporal ideal aceptada por su sociedad, a pesar de que para otros no tenga sentido. Estas prácticas se han modificado en algunas culturas a lo largo de la historia. Actualmente, el entorno sociocultural expone un estereotipo de imagen corporal para hombres y mujeres. Hoy el estereotipo en la mujer persigue un cuerpo de apariencia física delgada, con medidas de 90, 60,90. Este modelo se ha impuesto en la sociedad, y desde la infancia, con juguetes como puede ser el ejemplo de la muñeca Barbie. En la actualidad, la sociedad ha convertido al cuerpo en un negocio, así la preocupación por el cuerpo y la apariencia física es una fuente de consumo. La consecuencia es que la atención de mucha gente está centrada en el aspecto físico, por lo que esta preocupación del cuerpo y la insatisfacción con él mismo pueden ir desde una preocupación normal hasta llegar a ser patológica. Esto lo vemos en el aumento del porcentaje de enfermedades de Trastornos de la Conducta Alimenticia. En las últimas décadas, los Trastornos de la Conducta Alimenticia (TCA), como son la Anorexia Nerviosa y la Bulimia Nerviosa, han generado una importante atención social, debido al aumento del porcentaje. Por ello, se está estudiando la imagen corporal casi exclusivamente como una variable asociada a TCA. Para finalizar podemos decir que la imagen corporal va construyéndose evolutivamente; por ello, desde la infancia, las familias y escuelas deben hacer que los niños creen una imagen lo más adaptada posible a la realidad, sin ser partícipes de la manipulación de la sociedad, ya que a veces, mediante inocentes películas de Disney, encontramos gran relación entre el éxito y la belleza, como puede ser el caso de Blancanieves o Cenicienta, que nos describen el físico de las chicas bellas, vencedoras de las feas y malas.
2. CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS En la década de los años 60 del siglo XX, proponiendo los rasgos psicopatológicos de las pacientes anoréxicas, puso de manifiesto por primera vez la importancia de una alteración de la imagen corporal en dicho trastorno; a partir de ese momento, se adquirió conciencia en el mundo científico de la necesidad de saber qué es la imagen corporal y cuáles podrían ser las técnicas de evaluación para “apresarla”. La imagen corporal es la amplia representación mental de la figura corporal, llevado a cabo a partir de diversas percepciones, creencias, pensamientos o actitudes hacia el cuerpo. Por esto, él o ella misma, involucran las experiencias y sentimientos vividos con el cuerpo, tanto positivo como negativo. La imagen corporal se compone de diversas variables: Aspectos perceptivos: precisión con que se percibe el tamaño, peso y forma del cuerpo, en su totalidad o en sus partes. Las alteraciones en la percepción pueden dar lugar a sobreestimaciones (narcisismo) o subestimaciones (imagen corporal desajustada). Aspectos cognitivo-afectivos: actitudes, sentimientos, pensamientos, valoraciones que despierta el cuerpo y algunas partes de él. Desde el punto de vista emocional, la imagen corporal incorpora experiencias de placer, satisfacción, disgusto, rabia, malestar, impotencia, etc. Aspectos conductuales: se asocia a “cómo percibo yo mi cuerpo y el sentimiento que tengo hacia él”, si modifico mi comportamiento en cuanto a la manera de vestir, peinarme o maquillarme de una forma determinada; al igual que si adopto una postura determinada (me acepto o me rechazo). La imagen corporal que cada individuo tiene es una experiencia fundamentalmente subjetiva, y se manifiestan que no tiene por qué haber un buen correlato con la realidad. Este concepto amplio de imagen corporal, tiene las siguientes características: 1. Es un concepto multifacético. 2. La imagen corporal está interrelacionada por los sentimientos de autoconciencia. “Cómo percibimos y experimentamos nuestros cuerpos significativamente a cómo nos percibimos a nosotros mismos”
se
relaciona
3. La imagen corporal está socialmente determinada. Desde que se nace, existen influencias sociales que matizan la autopercepción del cuerpo. 4. La imagen corporal no es fija o estática, más bien es un constructo dinámico, que varía a lo largo de la vida en función de las propias experiencias, de las influencias sociales, etc. 5. La imagen corporal influye en el procesamiento de la información, la forma de percibir el mundo está influenciada por la forma en que sentimos y pensamos sobre nuestro cuerpo. 6. La imagen corporal influye en el comportamiento, y no sólo la imagen corporal consciente, sino también la preconsciente y la inconsciente.
3. CONSTRUCCIÓN DE LA PROPIA PUNTOS DE VISTA DIFERENTES
IMAGEN:
DOS
La propia imagen comienza a construirse desde la infancia. Los bebés hacia los 4 o 5 meses, empiezan a distinguirse entre ellos, principalmente, distinguen los objetos externos y a las personas que se encuentran a su alrededor. Entre el año y los 3 años, experimentan la relación entre el cuerpo y el ambiente. A partir de los 4-5 años, los niños comienzan a utilizar su cuerpo para describirse a sí mismos, observan que existen diferencias con sus compañeros respecto al físico y comienzan a producirse conflictos relacionados con la apariencia física. En la adolescencia se vive el cuerpo como fuente de identidad. La etapa de la adolescencia es aquella en la que el físico juega el papel más importante, ya que muchos adolescentes se dejan llevar por la sociedad y sus influencias, lo que les hace construirse una imagen errónea de sí mismos. Por otro lado, existe una minoría muy reducida de personas que no se dejan llevar por las modas y la sociedad y por ello son rechazados al ser de esta manera. Construir la propia imagen desde que somos pequeños de una forma correcta resulta complejo. El niño cuando nace, viene capacitado inmediatamente con potentes herramientas que le permiten procesar información del medio y de él mismo, pero tarda un tiempo en poder construir un conocimiento ordenado y con sentido de todo ello. En el caso de la construcción de su propia imagen, de su “yo”, es un trabajo lento que se inicia en el mismo momento del nacimiento y que acaba de culminar en la adolescencia; es cierto, que el primer reconocimiento de uno mismo se da cerca del segundo año de vida, al reconocer el sujeto, su imagen en un espejo.
La identidad de uno mismo no es solamente esa información del cuerpo, de lo físico, sino también de lo psicológico. Al reconocerse en el espejo, el niño también se reconoce como alguien con unas características psicológicas determinadas. Lo que queremos tratar es la forma en la que elementos culturalmente inventados influyen en la construcción de la propia imagen, como puede ser el espejo o la fotografía, lo cual permite a las personas formarse una imagen mental de su aspecto físico y reconocerse en ella como sujeto propio diferente a los demás física y psicológicamente. La propia imagen debe construirse trabajando la autoestima en las personas para que puedan tener un conocimiento adecuado de su imagen y no estén influenciados por la sociedad en la que se encuentran. Para trabajar la autoestima en los niños, es importante que sea continuada y potenciadora de las actividades que el niño hace bien y de su propio esfuerzo. Como recursos a utilizar sería adecuado hablar de materiales educativos o trabajar con la creatividad y la imaginación, ya que lo que nos interesa en este caso, es conseguir el objetivo de mejorar. Para conseguir una correcta imagen de sí mismo se llevará a cabo un trabajo que consistirá en dos partes: 1. Definición de sí mismo y potenciación de los aspectos positivos de cada niño; lo que buscamos con esto es que el niño se describa a sí mismo y a sus iguales, que nos hable de las cosas buenas y malas de los demás; además, previamente hemos debido hablar con el niño de que todos somos iguales pero al mismo tiempo diferentes, pero no por ello, somos mejores ni peores. Por otro lado, debemos tener en cuenta que hay cosas que debemos cambiar en los otros niños o en uno mismo para estar más contentos con nosotros mismos. 2. Identificación de sentimientos: a través de este ejercicio queremos que el niño exprese lo que siente mediante algún tipo de sensación o emoción, podemos verlo a través de su rostro o cómo coge el lápiz con el que escribe. Esto puede realizarse de diversas maneras: –
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En primer lugar, podemos enseñar al niño fotografías o dibujos en los que muestren un tipo de sentimiento y nos podrán decir si se muestra de una forma u otra, que nos haga la representación de esa expresión o nos diga qué indica cada una de ellas. Por otro lado, las historias pueden ser un aliado para este tipo de cosas. Podemos hablar al niño de un personaje al que le ocurre cierta anécdota y los niños deberán indicar si lo que le sucede es bueno o malo.
Por otro lado, encontramos factores que pueden crear una imagen errónea de sí mismos. En la formación de una imagen corporal negativa confluyen factores históricos o predisponentes. Los factores predisponentes son los siguientes: a) Sociales y culturales: proponen un ideal estético que se relaciona con la autoestima, el atractivo y la competencia personal (lo bello es bueno y lo feo es malo, la adoración de la delgadez, el rechazo de la gordura). Toro (1988) señala la presión cultural sobre la mujer hace la delgadez, principalmente, las mujeres se dejan llevar por el prototipo de mujer modelo, con las medidas de 90, 60, 90, con lo cual, la persona que no presenta estas características, es rechazada por los demás y se toma como objeto de burla. Por otro lado, en el hombre, el modelo a seguir tiene que ver con la fuerza, asociada a la potencia muscular y masculinidad como factor predisponente; un ejemplo puede ser la influencia de los futbolistas, los chicos de gimnasio, modelos, etc. b) Modelos familiares y amistades: el modelado de figuras importantes como son los padres preocupados excesivamente por el cuerpo y el atractivo, con continuas verbalizaciones negativas sobre el mismo y prestando una excesiva atención, hace que un niño/a aprenda esas actitudes y luego las lleve a cabo en su vida. Por otro lado, ser criticado o sufrir burlas hacia el cuerpo por parte del grupo de iguales hace a una persona más vulnerable puede ser causa de diversos tipos de problemas tanto físicos como psicológicos. c) Características personales: la baja autoestima, la inseguridad, las dificultades en el logro de la autonomía y los sentimientos de ineficacia pueden hacer que una persona se centre en lograr un aspecto físico perfecto para compensar sus sentimientos. d) Desarrollo físico y feedback social: los cambios de la pubertad, el desarrollo precoz o tardío, el índice de masa corporal o el peso y las características del cuerpo pueden ser factores de vulnerabilidad. e) Otros factores: la obesidad infantil, los accidentes traumáticos, las enfermedades, haber sido víctima de abuso sexual, haber fracasado en danza o en deportes, las experiencias dolorosas con el cuerpo, etc. , sensibilizan hacia el aspecto físico y hacen más autoconsciente a una persona sobre su apariencia física.
4. CONSECUENCIAS DE LA MALA PERCEPCIÓN DE LA IMAGEN Como hemos dicho anteriormente, la preocupación con el cuerpo y la insatisfacción con el mismo pueden ir desde una preocupación normal hasta llegar a un Trastorno de la Conducta Alimenticia. Los trastornos alimenticios se caracterizan por una imagen corporal distorsionada en la que el peso y la talla se vuelven la prioridad, el centro de toda la atención de las personas que la padecen. Muchas de las personas que incurren en los trastornos alimenticios tienen otras características como depresión, aislamiento social, baja autoestima y una obsesión por perder peso. En realidad, ¿qué son los Trastornos de Conducta alimenticia? Son enfermedades graves que afectan a un número cada vez mayor de pacientes, preferentemente mujeres jóvenes. En nuestra sociedad, el afán de adelgazar se ha convertido en una auténtica obsesión y pocas veces se ha registrado un índice tan alto de mujeres que se sienten desgraciadas a causa de su físico, y, en especial, de su exceso de peso, sea este real o imaginario. A continuación hablaremos sobre la anorexia, la bulimia y también sobre sus posibles variantes (trastorno del atracón y vigorexia), al igual que de la obesidad. La Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) da la siguiente definición de Anorexia Nerviosa: es un trastorno caracterizado por la presencia de una pérdida intencionada de peso inducida o mantenida por el mismo enfermo. El trastorno aparece con mayor frecuencia en muchachas adolescentes y mujeres jóvenes, aunque en raras ocasiones pueden verse afectados varones. En este trastorno existe una psicopatología específica caracterizada por la persistencia, con carácter de idea obsesiva, de miedo intenso a engordar, de modo que el enfermo se impone a sí mismo el permanecer por debajo de un límite de peso corporal. Generalmente existe desnutrición de grado variable, con cambios endocrinos y metabólicos secundarios que pueden llegar a ser graves. Los síntomas incluyen dietas restrictivas, ejercicio excesivo, vómitos autoprovocados, abuso de laxantes, consumo de reductores de apetito y diuréticos. Otro trastorno es el de Bulimia Nerviosa, la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) da la siguiente definición: es un síndrome caracterizado por episodios repetidos de atracones de comida y una excesiva preocupación por el control del peso, que conduce a comer demasiado y a continuación vomitar y tomar purgantes. Este trastorno comparte muchos rasgos característicos psicológicos con la anorexia nerviosa, que incluye una excesiva preocupación por la silueta y el peso corporal. Los vómitos repetidos provocan trastornos electrolíticos y complicaciones físicas. A menudo, pero no siempre, existen antecedentes de anorexia nerviosa unos meses o unos
años antes. La sintomatología puede ser compartida por ambos trastornos y muchos pacientes son difíciles de clasificar dentro de un grupo concreto. Podemos encontrar otro trastorno variable, este es el trastorno por atracón o también conocido como bulimarexia, es un trastorno alimentario que se caracteriza por atracones recurrentes en ausencia de la conducta compensatoria inapropiada típica de la bulimia nerviosa (p.ej. autoinducción del vómito, abuso de laxantes u otros fármacos, ayuno y ejercicio físico excesivo). Durante estos episodios, la persona afectada ingiere de forma incontrolada grandes cantidades de comida, generalmente en menos de dos horas, pudiéndose llegar a tomar en estos atracones hasta 20.000 calorías. Hay que añadir, sin embargo, que la duración del atracón puede variar enormemente, y a muchos individuos les cuesta diferenciar los verdaderos de episodios menos importantes. En ocasiones la persona puede llevar a cabo estrategias compensatorias (p.ej. abstenerse de comer, recurrir a purgas o practicar el ejercicio físico de forma excesiva) pero, a diferencia con trastornos como la Anorexia Nerviosa o la Bulimia Nerviosa, éstas no se realizan como práctica habitual para contrarrestar los efectos de los atracones, o sea para no engordar. En algunos casos, el Trastorno por Atracón puede ser origen o consecuencia de otros Trastornos de la Alimentación. El peso corporal de aquellos que sufren este trastorno suele ser más elevado que el apropiado y en muchos casos se trata de personas obesas, lo cual constituye un factor de riesgo adicional para su salud. Al igual que en la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, se da bastante más en mujeres que en hombres, aunque la diferencia es mucho más pequeña que en estos dos trastornos ya que se estima que una tercera parte de la población afectada es del sexo masculino. Por último, hablaremos sobre la vigorexia, aunque no es precisamente un trastorno de la alimentación, si guarda con estas muchas relaciones pues sus causas subyacen en los problemas de índole socio-cultural, los afectados presentan falta de aceptación y dismorfia corporal. Las personas que padecen vigorexia tienen tal obsesión por verse musculosas que se miran constantemente en el espejo y nunca se ven satisfechos. Como se ven muy delgados para su gusto, emplean todos los medios disponibles para aumentar su masa muscular. Una de las características de personas que sufren vigorexia es que se aíslan en el gimnasio durante horas para levantar pesas y aunque estén lesionados siguen tratando de sacar más músculos; siguen dietas bajas en grasas y ricas en hidratos de carbono y proteínas para aumentar la masa muscular y abusan de sustancias como hormonas y esteroides anabólicos. Estas últimas producen el aumento de la masa muscular, pero también anomalías hepáticas que con el tiempo pueden degenerar en cáncer de hígado. La enfermedad deriva entonces en un cuadro obsesivo compulsivo que hace que las personas afectadas se sientan fracasadas, abandonen sus actividades y se encierren en
gimnasios día y noche. El ejercicio comienza a tener prioridad sobre cualquier actividad social, e incluso laboral. Son capaces de rechazar buenos trabajos para no sacrificar sus horas de gimnasio, además evitarán situaciones en que tengan que mostrar su cuerpo ya que consideran no es lo suficientemente bueno como para enseñarlo. Para evitar la angustia de mostrarlo, visten desde el cuello a los pies con ropa muy amplia. Por último, hablaremos de la obesidad y del sobrepeso, el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). La definición de la OMS es la siguiente: Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso. Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad. Pero ¿cuál pueden ser sus causas de estos trastornos? La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. En el mundo, se ha producido: un aumento en la ingesta de alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes, y un descenso en la actividad física como resultado de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y de una creciente urbanización. A menudo los cambios en los hábitos de alimentación y actividad física son consecuencia de cambios ambientales y sociales asociados al desarrollo y de la falta de políticas de apoyo en sectores como la salud; agricultura; transporte; planeamiento urbano; medio ambiente; procesamiento, distribución y comercialización de alimentos, y educación. Una vez tratado las causas, veremos sus consecuencias comunes de esto dos trastornos. Un IMC elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como:
las enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatía y accidente cerebrovascular) la diabetes; los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante), y las enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatía y accidente cerebrovascular), , y algunos cánceres (del endometrio, la mama y el colon).
El riesgo de contraer estas enfermedades no transmisibles crece con el aumento del IMC.
La obesidad infantil se asocia con una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta. Pero además de estos mayores riesgos futuros, los niños obesos sufren dificultad respiratoria, mayor riesgo de fracturas e hipertensión, y presentan marcadores tempranos de enfermedad cardiovascular, resistencia a la insulina y efectos psicológicos.
5. IMAGEN QUE TIENEN LOS PADRES SOBRE LA RELACIÓN ENTRE ALIMENTACIÓN, EJERCICIO Y VIDA SALUDABLE. Siempre hemos pensado que el principal factor influyente en la dieta de los niños es la alimentación de los padres y sus hábitos de vida. Sin embargo, mediante estudios producidos comprobados que más que la dieta de sus padres, influye la publicidad y los hábitos de sus padres. La televisión como dicen por ahí “ha hecho mucho daño” a la ingesta de alimentos de los niños, al igual que otros problemas que se muestran en nuestra sociedad respecto a nuestra imagen corporal. Estos nuevos hallazgos pueden deberse a las variaciones en la constitución de la familia, al mayor trabajo de los padres, y el superior tiempo que pasan solos los niños en casa, lo cual implica menos mesas compartidas en familia y más tiempo con amigos o frente a la televisión. Otro problema al que nos enfrentamos es el sedentarismo y la mala alimentación que poco a poco hacen estragos mientras la sociedad apenas pone remedio y muestra como la esperanza de vida de los niños actualmente será menor que la de sus padres. Se afirma que el problema radica en ser niños poco activos y poco incitados al movimiento por sus padres o tutores, lo cual le hace al niño percibir como que es algo positivo pasarse todo el día frente a la televisión. Por eso es esencial estar pendientes de la publicidad televisiva ya que impacta directamente sobre la dieta infantil. Por eso, sería de utilidad promocionar mediante medios de comunicación un estilo de vida más sano y no permitir la libre publicidad de alimentos chatarra o conductas sedentarias. Además, dedicar más tiempo a compartir actividades con los niños y sentarse a la mesa en familia, contribuye grandemente a que los pequeños adopten hábitos más saludables. Incluso, educar a los niños acerca de alimentación variada y equilibrada y familiarizarlos con las frutas, las verduras y los cereales integrales, es una valiosa alternativa para formar una mente crítica al momento de ver televisión y promover una selección de alimentos más saludable a corta edad. Comer bien, hacer deporte, beber agua o ver menos televisión son algunas costumbres que los niños deben aprender desde pequeños para llevar una vida sana. No hay que esperar a que nuestro hijo tenga problemas de salud o sobrepeso para establecer unos buenos hábitos de vida.
La prevención es, sin duda, la mejor apuesta de futuro. El juego y el deporte son, junto a una alimentación equilibrada, los pilares de una vida saludable. Hemos encontrado unos consejos que pueden ayudarnos a la participación de una alimentación saludable, no sólo para el niño sino para todos: 1-. Equilibrio: una buena alimentación, ejercicio físico y un modo de vida saludable, previenen enfermedades y aseguran la calidad de vida. 2-. Educación: la educación nutricional y el fomento del deporte debe iniciarse desde la infancia, esto debe ser una prioridad para nuestra sociedad. 2-. Ejemplo: los adultos deben dar buen ejemplo con hábitos alimentarios saludables a los niños y adolescentes. 4-. Pautas saludables: es responsabilidad de los educadores y padres establecer hábitos de vida saludables sobre nutrición, fomentando a la vez la práctica deportiva y limitando las actividades ligadas al ocio sedentario (televisión, ordenador o videojuegos). 5-. Comer de todo es comer sano: los alimentos no son “buenos” o “malos”, lo que importa es el equilibrio y la proporción. 6-. El ejercicio físico es más que salud: la situación nutricional de niños y jóvenes puede mejorarse diseñando una estrategia que incida sobre el conocimiento, la actitud y la conducta. La práctica deportiva es conveniente, más de sus beneficios físicos, por su contribución a la formación integral de la personal y desarrollo psíquico necesario para alcanzar la madurez. 7-. Más líquidos: generalmente los jóvenes cada vez toman menos cantidad de líquido recomendado, debería ser entre un 2-2’5 litros al día de agua, zumos o bebidas. 8-. Compromiso de la administración: los poderes públicos deciden los programas de educación en los colegios y los institutos y universidades planifican el entorno urbanístico. 9-. El urbanismo debe contribuir: desde el punto de vista urbanístico, las ciudades deben recuperar y desarrollar espacios que permitan la práctica de estos hábitos de vida saludable. 10-. Equilibrio para el bienestar: una alimentación variada y equilibrada, junto con un aumento de la actividad física, tienen una repercusión positiva en salud y bienestar. ¿Cómo crear nuevos hábitos?
Pongamos metas realistas. ¿Cómo vamos a organizar ahora las comidas? ¿Qué días haremos actividades al aire libre? Nuestras buenas intenciones pueden venirse abajo ante una organización demasiado exigente. No es aconsejable, alterar nuestras rutinas de la noche a la mañana. Es preferible poner en marcha dos o tres pequeños cambios, y esperar a que estén integrados para pasar a los siguientes.
Hagámoslo todos juntos. Un niño aprende lo que ve, no lo que escucha. Pasear será divertido si vamos todos. De la misma forma, si compartimos la comida, aprenderá qué alimentos le sientan bien; y si comemos de forma sana, nuestro hijo sabrá que no le estamos castigando, ya que todos lo hacemos. Potenciemos la parte positiva. Frases como "No comas galletas", "no picotees" o "te vas a poner muy gordo" producen frustración y ansiedad en los niños. En cambio, otras como "¡vámonos de paseo!", "estas manzanas están deliciosas", o "te veo muy guapo hoy" reforzarán los hábitos que queremos crear.
6. MÉTODOS Y ACTIVIDADES PARA CONSTRUIR UNA PROPIA IMAGEN DE SÍ MISMOS EN EL AULA Para trabajar la autoestima en los niños, es muy importante que sea continuada y potenciadora de las actividades que el niño hace bien y de su propio esfuerzo. Como recursos a utilizar sería adecuado hablar de materiales educativos o trabajar con la creatividad y la imaginación, ya que lo que nos interesa en este caso es conseguir el objetivo de mejorar. En el ámbito escolar, son variadas las propuestas educativas que tienen como fin el trabajo para la construcción de la imagen corporal en el niño. Las actividades que se proponen a continuación, están orientadas a conseguir los siguientes objetivos: –
Conocer las dimensiones de su cuerpo y de sus partes, mediante comparaciones o visualizaciones.
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Conocer las formas del cuerpo y de las partes del mismo.
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Conocer diferentes características de las partes del cuerpo.
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Localizar partes del cuerpo.
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Nombrar partes del cuerpo.
Las partes del cuerpo a conocer pueden ser variadas, aunque es recomendable comenzar con las más funcionales y visibles. Un posible orden podría ser el siguiente: Cabeza, cara, brazos, manos, piernas, pies, culo, sexo, dedos, cuello, barriga, nariz, boca, orejas, dientes, ojos, mejillas, pelo, uñas, labios, barbilla, rodilla, codo, lengua, etc. Hacia los 5-6 años, el niño debe ser capaz de reconocer entre 30 y 40 partes del cuerpo. Hay que trabajar también las características diferenciales de las partes del cuerpo, como pueden ser: la altura, el grosor, la forma, el color, etc. En cuanto a las formas de las partes del cuerpo, es recomendable trabajar:
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Las partes duras y blandas. Móviles e inmóviles. Redondeadas y puntiagudas. Pareadas y únicas. Etc.
Una vez explicadas las anteriores orientaciones de trabajo, pasamos a proponer algunas actividades que se pueden llevar a cabo en el aula, para trabajar con los niños. Hay que tener en cuenta que todas las actividades propuestas van acompañadas de un componente lúdico para asegurar la motivación de los pequeños. ACTIVIDADES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA IMAGEN CORPORAL EN EDUCACIÓN INFANTIL ACTIVIDAD Nº 1: DIBUJO DE UNO MISMO (5 AÑOS) Para llevarla a cabo se necesita papel de embalar y lápices. Previamente estirado el papel sobre el suelo, los niños se van estirando por turnos uno al lado de otro, y un compañero va siguiendo y dibujando su contorno. De esta manera van dibujándose todos los niños en el mismo papel. Una vez acabados todos los contornos, han de escribir el nombre en la parte inferior y colgar el papel en una pared del aula para que puedan observarse durante un tiempo. ACTIVIDAD Nº 2: ¡TENEMOS MANOS Y PIES! (2 A 6 AÑOS) El material que se empleará para realizar esta actividad será papel de embalar y pinturas de colores. En el papel de embalar, los niños han de marcar las diferentes huellas de pies y manos, que previamente se habrán embadurnado de pinturas de diferentes colores. A continuación escriben su nombre al lado de las huellas, para identificarlas. ACTIVIDAD Nº3: ¡QUÉ ALTO SOY! (3 A 6 AÑOS) Se debe reservar una zona en la clase (siempre que sea posible) para marcar, a principio de curso, la altura de cada alumno. Se vuelven a realizar varias mediciones durante el segundo y tercer trimestre, y al final de curso también. De esta manera ellos pueden observar directamente su progresivo crecimiento y la variación de la talla que han tenido durante el cuso escolar. ACTIVIDAD Nº4: CORRIENTE A LA VISTA (4 A 6 AÑOS) Los alumnos se sientan en el suelo formando dos círculos. Una vez colocados, se elige un alumno que será el que inicie la actividad. Entonces, el profesor dice en voz alta una parte del cuerpo. El niño elegido toca al compañero de al lado en la parte del cuerpo que nombra el profesor, y va pasando de uno a otro hasta que vuelve a llegar al primero. El hecho de usar dos grupos, es para motivar la velocidad de ejecución de tocar la parte determinada. También puede hacerse con un solo grupo.
ACTIVIDAD Nº5: JUEGO DEL DORMIDO (5 AÑOS) Se realiza por parejas. Uno de los dos componentes se hace el dormido, totalmente relajado. El otro lo manipula un rato libremente, siguiendo las consignas del profesor (toca los huesos que puedas, que forma tiene cada parte, ¿se puede mover la parte que tocas?, etc.). El niño irá diciendo las partes del cuerpo que va tocando. Cuando acaba, se cambian los roles, y vuelta a empezar. ACTIVIDAD Nº5: ¡SOY UN MAGO! (3 A 6 AÑOS) Se realiza por parejas. En este caso, uno de los niños hará de mago, para lo cual deberá tenderse en el suelo, y tapar sus ojos. El otro compañero le tapa con un pañuelo, una parte del cuerpo “haciendo que desaparezca”. El que está estirado ha de decir “Mago, devuélveme mi… (Y nombrar la parte que se tapa). En el caso de que la adivine, los papeles se invierten. ACTIVIDAD Nº6: TOCAR LA MANCHA Y PARAR (4 A 6 AÑOS) El grupo de alumnos está disperso en un lugar donde haya espacio para correr. Sólo uno de ellos para, los demás corren libremente por el espacio. El profesor dice alto y claro: Toca la mancha en (la cabeza). Todos corren y el que para, intenta tocar a alguno de los compañeros en la zona donde el profesor ha dicho que está en la mancha (cabeza), ya que es la única parte del cuerpo en la que son vulnerables de ser cogidos. Cuando el que para, toca a alguien en la zona (cabeza), el primero queda salvado y el tocado “para” con la mano en la cabeza. Entonces el profesor dice otra zona (brazo) donde estará esta vez la mancha. Y así sucesivamente! ACTIVIDAD Nº 7: LOS AUTOCHOQUES (5 Y 6 AÑOS) En este juego cada niño se imagina que va dentro de un auto de choque. El profesor pone música, y, mientras esta suena, los niños van de aquí para allá libremente por el aula. Mientras se mueven todos van esquivando a los demás, desplazándose por el espacio, hasta que el profesor nombra una parte del cuerpo, y la música se para. En este momento todos han de intentar chocar con los demás en esa zona del cuerpo. A continuación, la música vuelve y ellos vuelven a seguir esquivándose. Esta es una pequeña muestra de las actividades infantiles que se pueden llevar a cabo para trabajar de manera adecuada una construcción positiva de la propia imagen corporal. Además no hemos de olvidar el uso de canciones con danzas que impliquen conocimiento corporal.
7. LA IMAGEN CORPORAL, LOS ETEREOTIPOS Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ¿Quién podría negar, en las últimas décadas, el incesante incremento en los medios de comunicación de mensajes relacionados con la imagen corporal?, al igual que es imposible negar el constante “bombardeo” mediático sobre la delgadez como ideal de vida y un camino para la obtención del éxito tanto personal como emocional, familiar, social y laboral. En revistas, televisión, radio, etc. inundan la conciencia social con propagandas de dietas, productos adelgazantes, clínicas de adelgazamiento y rejuvenecimiento, etc.: películas de cine y televisión, videos, revistas de moda y demás imágenes mediáticas nos muestran sujetos delgados, o al menos con cuerpos muy deseables y envidiables, como evidencia de que el éxito se asocia, en gran medida, a la imagen corporal que uno posea. Ahora bien, ¿cuál es el efecto de esta información sobre la población general y, particularmente, sobre la población adolescente y adulta joven?, ¿en qué medida se pueden considerar los medios de comunicación un factor patogénico, de relativa reciente aparición, en el desarrollo o precipitación de trastornos de la conducta alimentaria (TCA)? Muchos autores afirman que los medios de comunicación desempeñan un importante papel en la incidencia y prevalencia tanto de la anorexia como de la bulimia nerviosa. Estos autores han estudiado el tiempo que pasan los adolescentes viendo la televisión, la influencia de ésta en las elecciones de compra de productos, la influencia sobre la imagen corporal ideal y las distintas elecciones de programas televisivos, encontrando que los pacientes con TCA presentan una “dependencia” psicológica de la televisión, pasan más horas al día viéndola y sus compras están influidas por los anuncios comerciales. A continuación os hablaremos sobre los estereotipos y la influencia de los medios de comunicación en estos. Primero definiremos qué es un estereotipo, es un conjunto de ideas que un grupo o una sociedad obtiene a partir de las normas o patrones culturales previamente establecidos. Los estereotipos también tienden a identificarse con los prejuicios sociales que nacen de una falsa generalización de algún hecho en particular, y que derivan, más que de una conclusión intelectual, de una profunda participación afectiva que rechaza las indicaciones que señala la experiencia (prejuicios). En la actualidad existen muchos estereotipos que pueden deberse a diferentes características como clase social, edad, religión, etnia, sexo, etc. Los medios de comunicación son uno de los principales culpables ya que a través de muchas
estrategias comerciales logran establecer modelos de conducta o apariencia que la mayoría de las personas tratará de adquirir. La comunicación y los estereotipos Los estereotipos se transmiten y promueven por diversas vías, tales como la educación formal y la educación informal, principalmente en el núcleo familiar y a través de los medios de comunicación. Cuando encendemos la televisión, la radio o abrimos una revista, encontramos una serie de ideas y de imágenes que reflejan la realidad, nos informan y nos entretienen, pero también por otro lado presentan una visión tendenciosa de cómo vivir, como pensar, como vestir, en definitiva como ser. Todas las personas, casi por instinto, tratamos en algún momento de nuestras vidas de encajar en alguna clase social o grupo y para ello cumplimos con los requisitos necesarios para llegar encajar en él. Los anuncios comerciales utilizan estrategias de marketing para llegar al consumidor, a veces incluso hasta el punto de dominarle. Las personas al ver una y otra vez el anuncio aumentan las ganas de cumplir con el estereotipo que se establece en el anuncio. Los anuncios están repletos de estereotipos que van desde qué comer hasta la marca de detergente que se debe comprar. En el fondo la comunicación es el medio por el cual nos llega la información y que nosotros inconscientemente, la estereotipamos. Los estereotipos de género: Estereotipos de la mujer En nuestros tiempos la televisión juega un papel importantísimo en el establecimiento de estereotipos, especialmente de género, ya que tiene el potencial de crear valores sociales y ejercer influencia en las personas. Dentro de los múltiples estereotipos que nos ofrece está el de la mujer ideal que, a través de los anuncios comerciales, muestra a una mujer feliz, espontánea, inteligente, respetable, socialmente aceptable, deseable e influyente. No contradicen lo que se les dice, es complaciente, servicial, atenta, etc. Físicamente es delgada, con el cuerpo perfecto y guapa. Las mujeres adultas aparecen en los anuncios como ama de casa, madre, trabajadora, sabia (con respecto a los asuntos del hogar), paciente, guapa, etc esto lo podemos ver en muchos de los anuncios relacionados con asuntos del hogar, a pesar de que estamos mejorando en la actualidad respecto al ver igual al hombre y la mujer, todavía vemos muchos de los anuncios sobre asuntos del hogar relacionados con una mujer.
A continuación, compartimos un video que muestra el estereotipo de la mujer hace años, es una mujer complaciente y sobre todo ama de casa. http://www.youtube.com/watch?v=5T5VPAN9rLs&feature=related El hombre y los estereotipos El estereotipo del hombre es el hombre fuerte, valiente, adinerado, independiente, cabeza de familia, con iniciativa, activo, trabajador, emprendedor, expresivo, no sentimental, protector, y siempre joven. Los estereotipos del hombre, en general, lo definen por su situación profesional, es decir, al hombre se lo valora por su trabajo, estatus en alguna institución, etc; un hombre siempre será más o menos importante dependiendo de su desempeño profesional; en cambio la mujer se valora por su situación personal (apariencia, forma de ser, etc). Los niños y los estereotipos Estos estereotipos empiezan desde que nacemos, esto lo vemos cuando los padres al saber si es niño o niña, decoran todo su entorno dependiendo de este dato, si es niña tendrá toda la ropa rosa y su habitación estará llena de muñecas, si es niño se le vestirá del color azul y sus juguetes serán desde ese momento coches de juguete. La televisión es un medio masivo y es un instrumento socializador: lo que presenta y como lo presenta va a ir dándole forma a muchos valores y actitudes en nuestra sociedad. La gran mayoría de los niños de nuestra sociedad van creciendo y educándose con la televisión y es lamentable el hecho de que las agencias de publicidad no están lo suficientemente conscientes de los prejuicios que sus campañas publicitarias les causan a los niños. En la actualidad, las niñas anhelan ser tan delgadas como sus muñecas y los niños tan fuertes como sus estructurales muñecos; pero, esto modelos aceptados por la sociedad y promovidos en los medios de comunicación mediante recursos mercadológicos, muchas veces causan padecimientos como la anorexia y la bulimia. Respecto a los anuncios de publicidad en los juguetes de los niños, vemos claramente estereotipos, en las niñas aparecen anuncios de muñecas, en estos anuncios las niñas cuidan de los muñecos, hacen sus comidas, los visten…mientras que para los niños anuncian juguetes relacionados con coches, armas o situaciones de acción. Estos estereotipos se muestran aún en nuestra sociedad. A continuación os dejamos un video que muestra anuncios publicitarios dónde aparecen estos estereotipos: http://www.youtube.com/watch?v=f8ExCWdrycs http://www.youtube.com/watch?v=_tzXo3QtixU
8. LA BOLLERÍA Y COMIDA RÁPIDA EN EL CULTIVO DE LOS HÁBITOS ALIMENTICIOS El consumo de bollería industrial y comida rápida es algo que poco a poco se ha ido incluyendo en nuestra sociedad y cada vez toma más importancia frente a una alimentación saludable. Si desde la infancia se acostumbra a una persona al sedentarismo, donde su ocio muchas veces se reduciría a la televisión, videojuegos, etc… y al consumo de comida basura, se crearía un mal hábito alimenticio para la persona, lo que conduciría a una futura obesidad, lo cual es, la consecuencia más importante del consumo de este tipo de alimentos. Según unos estudios realizados en las Palmas de Gran Canaria y la Universidad de Navarra, el consumo de “comida basura” puede asociarse con el diagnóstico médico de depresión, en un incremento del riesgo de desarrollarlo del 51%. Pese a que el estudio muestra una relación directa entre la comida basura y la depresión, aún no se conoce por qué se produce este vínculo, que podría tener que ver con el modo de vida asociado al consumo de este tipo de alimentación que con la comida misma. Lo que si se conoce tras estos estudios es que las personas con mayor ingesta de hamburguesas, pizzas, salchichas, donuts…son más propensas a ser menos activos y tener un patrón dietético peor, con un menor consumo de alimentos saludables como pueden ser fruta, frutos secos, pescado, verduras y aceite de oliva. La comida rápida produce una gratificación inmediata y sensación de saciedad. Es como los dulces, donuts o magdalenas, que también son alimentos más adictivos y que van a atraer a personas con un tipo de temperamento. Si una persona con predisposición a depresión tiene unos hábitos de alimentación que se basan en tomar hamburguesas, en definitiva, en comer en cinco minutos, esto significa que está desestabilizando su equilibrio emocional. Los hábitos alimentarios varían enormemente de unos individuos o culturas a otros. Esta variabilidad no radica solo en los alimentos, sino también en las diferencias en cuanto a la frecuencia e importancia social de las comidas, ya que para muchas personas poder comer en familia es un logro excepcional mientras que para otras no interesa. La bollería y comida rápida gozan de mala fama desde un punto de vista nutricional por su alto contenido en azúcares y grasas saturadas, que la relaciona con el incremento del colesterol en sangre.
9. EJEMPLOS DE CASOS A continuación vamos a exponer algunos casos en los que se muestran que la imagen corporal para muchas personas es más importante que cualquier otra cosa, es especial la salud. En primer lugar, vamos a exponer una carta en la que la persona enseña cómo hay actuar para que nadie pueda ayudarte en el Trastorno; en segundo lugar, se muestra el caso de una niña, la cual, está influenciada por las personas de su alrededor, lo que le hace de enfermar.
CARTA DE ANA Y MÍA PARA TODOS: Querida amiga: Déjame presentarme. Mi nombre, o como me llaman los que se dicen "doctores" es Anorexia. Anorexia Nerviosa es mi nombre completo, pero tú me puedes llamar Ana. Con un poco de suerte nos podemos volver grandes socias. En los próximos meses, invertiré mucho tiempo en ti, y esperaré que tú hagas lo mismo por mí. En el pasado ya has escuchado a todos tus profesores y padres hablando sobre ti. Eres "tan madura", tienes "tanto potencial" "45 en cuerpo de "inteligencia". ¿A dónde te ha llevado todo eso, si se puede saber? ¡¡A ningún lado!! ¡No eres perfecta, y no estás tratando lo suficiente, en vez de eso pasas tu tiempo pensando y hablando con tus amigos! Esos actos de indulgencia no serán permitidos en el futuro. Tus amigos no te entienden. No dicen la verdad, son mentirosos. En el pasado, cuando Inseguridad había ganado silenciosamente tu mente, preguntabas "¿Me veo....gorda?" Y ellos te respondían "no, claro que no" ¡y tú sabías que mentían! Sólo yo digo la verdad. ¡Tus padres, mejor ni empecemos! Tú sabes que te aman, y que se preocupan por ti, pero parte de eso es porque son tus padres y están obligados a hacerlo. Te voy a contar un secretito: en el fondo, están decepcionados de ti. Su hija, la misma que tenía tanto potencial, se ha vuelto una vaca gorda y floja. Pero yo voy a cambiar todo eso. Voy a esperar mucho de ti. No se te permitirá comer mucho. Empezará suave y lentamente: disminuyendo la cantidad de grasa, leyendo la información nutricional, deshaciéndote de la comida chatarra. Por un tiempo, el ejercicio será simple: Correr un poco, unos abdominales, unas ranitas. Nada muy fuerte. Tal vez perder unos kilitos, deshacerte de ese rollito en la barriga. Pero no pasará mucho tiempo hasta que no te empiece a decir que eso no es suficiente. Te exigiré que bajes tu ingesta de calorías y subas el ejercicio. Te llevaré al límite. ¡Tú lo harás porque no me puedes desafiar! Estoy comenzando a unirme a ti. Dentro de pronto, estaré siempre contigo. Estoy ahí cuando te levantas en la mañana y corres a pesarte. Los números se vuelven amigos y enemigos, y tus pensamientos rogando que
sean más bajos que ayer, que anoche, etc. Mirarás al espejo con ganas de desmayarte. Te darán ganas de vomitar cuando veas grasa, y sonreirás cuando veas hueso. Estoy ahí cuando calculas el plan del día: 400 calorías, 2 horas de ejercicio. Yo soy la que está calculando todo eso, porque ahora tus pensamientos y los míos se están volviendo uno solo. Yo te sigo durante el día en el colegio, cuando tu mente se pasea por ahí yo te doy algo en que pensar. Recuenta las calorías que has comido. Son demasiadas. Yo lleno tu mente con comida, calorías, peso, IMC, y cosas que son buenas. Porque ahora ya estoy dentro de ti. Estoy en tu cabeza, en tu corazón y en tu alma. Los rugidos de tu estómago que pretendes no escuchar en realidad son mis sonidos, adentro tuyo Muy pronto te estaré diciendo no sólo que hacer con la comida, si no que hacer todo el tiempo. Sonríe Preséntate bien. ¡Mete la barriga! Puedo hacer que un plato de lechuga se vea como un festín digno de un rey. Ningún pedazo de nada....si comes, todo el control se romperá, ¿quieres eso? ¿Volver a ser la horrible vaca que eras? Te obligo a mirar a las modelos de las revistas, tan hermosas, tan perfectas, y te hago comprender que nunca podrás ser una de ellas. Siempre serás gorda. Cuando te mires al espejo, distorsionaré la imagen. Te mostraré un luchador de sumo cuando en realidad hay una niña hambrienta. Pero tú no debes enterarte, porque si sabes la verdad, comenzarás a comer otra vez y nuestra relación se caerá. A veces te rebelarás. Con suerte no lo suficientemente seguido. Reconocerás la fibra rebelde en tu cuerpo y te atreverás a bajar a la oscura cocina. La despensa se abrirá lentamente, rechinando. Tus ojos irán a la comida que yo he mantenida a una distancia segura. La comerás, mecánicamente, sin disfrutarlas realmente, simplemente acomodándote en el hecho de que estás yendo en mi contra. Irás por una caja de galletas, después otra. Tu barriga se hinchará y se verá grotesca, pero no te detendrás. Y todo ese tiempo yo te estará gritando para que pares, vaca gorda, no tienes auto control, te vas a poner gorda. Cuando acabes, volverás corriendo hacia mí, pidiéndome consejo porque de verdad no quieres volver a estar gorda. Rompiste una regla cardinal y comiste, y ahora quieres que vuelva. Yo te obligaré a ir al baño, te pondré de rodillas. Tus dedos se insertarán en tu garganta, y no sin dolor, tu atracón saldrá. Esto se repetirá y se repetirá, hasta que botes sangre y agua y sepas que todo se ha ido. Cuando te pares, te sentirás mareada. No te desmayes Párate ahora mismo. Vaca gorda, ¡mereces el dolor! Tal vez la forma en la que elimines el sentimiento de culpa será diferente. Tal vez elija hacerte tomar laxantes, haciéndote sentar en el baño hasta las altas horas de la madrugada, sintiendo tus entrañas llorar. O tal vez se me ocurra que te tienes que hacer daño. Cortarte es efectivo. Quiero que veas tu sangre, verla correr por tu brazo, y entenderás que mereces cualquier dolor que yo te dé. Estás deprimida, obsesionada, adolorida, buscando ayuda pero no la encontrarás. ¿A quién le importa? Tú te lo mereces, ti misma hiciste esto. OH, ¿es esto duro? ¿No quieres que te ocurra? ¿Soy injusta? Yo te ayudo. Yo hago posible que tú dejes de pensar cosas que te estresan. Pensamientos de rabia, tristeza, desesperación, y soledad cesan porque yo me los levo y lleno tu cabeza con la metódica cuenta de calorías. Yo me llevo tu lucha por encajar con los chicos de tu edad, tu lucha
por complacer a tus padres, tu lucha por complacer a los demás. Porque ahora, yo soy tu amiga, y soy la única a la que debes complacer. Tengo un punto débil. Pero no debemos decírselo a nadie. Si tú decides luchar, contarle a alguien cómo te hago vivir, el infierno se liberará. Nadie debe enterarse, nadie debe romper esta máscara tas la cual te he escondido. Yo te he creado, esta niña perfecta, delgada, cumplidora. Tu eres mía y sólo mía. Sin mí, no eres nada. Así que no luches. Cuando otros hagan comentarios, ignóralos. Olvídate de ellos, olvídate de cualquiera que trate de llevarme. Yo soy tu más grande logro, y pretendo dejarlo así.
YO TUVE ANOREXIA Y BULIMIA Siempre fui gordita, pero no obesa, y no hubiera sido traumático si los niños no fueran tan crueles. Aunque no eran solo ellos, porque los adultos también a veces se equivocan diciéndote lo gordita que estás en comparación con tu hermana, que está más delgada. Pero no solo tus compañeros de clase, tu familia y las amigas de tu madre, sino también tu propio doctor, en mi caso la neumóloga. Mi neumóloga, una mujer bastante menuda, me decía todo el tiempo que tenía que hacer dieta, cuando sólo tenía 5 años. Creo que no se que odiaba más de ella, si su brusquedad para poner inyecciones o que me dijera que estaba gorda, muy gorda. Con el tiempo mi complejo creció y la palabra “gorda” dejó se ser un insulto para convertirse en una palabra cargada de odio, miedo, rabia y culpa, principalmente culpa. A esto se le sumó la enfermedad terminal de mi padre, por lo que, terminé asumiendo más responsabilidades de las que me tocaba, sólo siendo una niña. Crecí un poco más y a los 13 años estaba bastante acomplejada con mi cuerpo. Era como una carga que no se puede quitar y todo lo que uno quiere es hacerse más pequeño. Comía de todo, más de lo normal. Comencé a bajar peso haciendo ejercicio y comiendo de todo, pero en menor cantidad. De ser una chica sedentaria pasé a ser una superdeportista y empecé a restringir algunos alimentos y a mirar las calorías. Me fui volviendo estricta, al punto de hacer ejercicio a las 4 de la mañana y tomar 16 botellas de agua diarias. Mi madre comenzó a verme delgada y me llevó a un nutricionista que terminó diciéndonos que había adelgazado 10 kilos. Seguí con el ritmo fuerte de ejercicio hasta que tuve una lesión severa en la rodilla durante un entrenamiento de atletismo, precisamente por estar muy delgada y débil. La gente al principio no se da cuenta, ni siquiera uno mismo, de que hay algo que no está bien. Al principio yo lo negaba, pero después me di cuenta de que sí estaba enferma, sin embargo, me gustaba estarlo, y pensé que podría vivir ese ritmo toda la vida.
Por otra parte, las personas que se encontraban a mi alrededor pensaban que mi enfermedad era sólo un capricho generado por la belleza femenina, pero no; la enfermedad no es cuestión de belleza, porque como todos sabemos, a los hombres les gustan las curvas y no los huesos. Tras comprender que estaba enferma, seguí queriendo estar delgada, pero con el tiempo me dejó de importar si me veía bien o no, porque yo sabía que estaba horrible. Cada vez se me notaban más las costillas y los omóplatos y mi piel era de color blanco traslúcido. Todo esto era lo que la gente veía, pero uno mismo se ve de manera diferente. Lo más grave de todo fue que estando delgada fue realmente feliz por primera vez, y se lo atribuí a ese estado físico. No descansé hasta que bajé nuevamente de peso a los 17 años. Restringí casi toda la comida de mi dieta. Sólo comía ensaladas y helado una vez al día, por la tarde hacía tres o cuatro horas seguidas de ejercicio y me acostaba sin comer pensando en el helado que me iba a comer el otro día. A los 18 años pesaba 35 kilos y había dejado de ser feliz. Me volví introvertida, bastante amargada. Tuve que ir a hablar con psicólogos pero hasta que uno no se convence de que quiere mejorar, es caso perdido. Al comenzar la Universidad quise subir de peso y poco a poco lo fui consiguiendo. Poco a poco me fui descuidando y empecé a comer mucho más; después comencé a bajar de peso de forma muy rápida y antes de darme cuenta ya tenía otra vez el mismo miedo y el mismo deseo por adelgazar. En este momento comencé con la bulimia: comía mucho y luego lo devolvía. De 51 kilos pasé a pesar 38. Todo el mundo se dio cuenta, pero esta vez acudí a la médica la cual me planteó la posibilidad de entrar en un tratamiento. Decidí empezar el tratamiento y a través de la ayuda de la médica, mi familia y sobre todo mi fuerza de voluntad conseguí superarlo.
10.
TEST DEL AUTOESTIMA
El método más común para medir la autoestima tanto del adulto como del niño es la utilización de cuestionarios. Generalmente, estos instrumentos presentan una lista de preguntas preparadas para forzar sus evaluaciones sobre sí mismos en una variedad de situaciones y contextos. Las respuestas a estas cuestiones pueden combinarse y analizarse para producir una puntuación global que representa el nivel de autoestima de esa persona. A continuación mostramos un cuestionario para medir la autoestima, no es un cuestionario médico, es decir, su resultado no es definitivo. Pero sí de manera general, nos mostrará nuestro nivel de autoestima.
Este cuestionario consiste en 40 preguntas, con 4 criterios: el número 1 corresponde con la respuesta nunca, el número 2 con algunas veces, el número 3 con casi siempre y por último, el 4 con la respuesta siempre. Se pondrá una cruz en la columna del número con la pregunta correspondiente. A continuación mostramos el cuestionario:
4 3 1. Me siento alegre. 2. Me siento incómodo con la gente que no conozco. 3. Me siento dependiente de otros. 4. Los retos representan una amenaza a mi persona. 5. Me siento triste. 6. Me siento cómodo con la gente que no conozco. 7. Cuando las cosas salen mal es mi culpa. 8. Siento que soy agradable a los demás. 9. Es bueno cometer errores. 10. Si las cosas salen bien se deben a mis esfuerzos. 11. Resulto desagradable a los demás. 12. Es de sabios rectificar. 13. Me siento el ser menos importante del mundo. 14. Hacer lo que los demás quieran es necesario para sentirme aceptado. 15. Me siento el ser más importante del mundo. 16. Todo me sale mal. 17. Siento que el mundo entero se ríe de mí. 18. Acepto de buen grado la crítica constructiva. 19. Yo me río del mundo entero. 20. A mí todo me resbala.
2 1
21. Me siento contento(a) con mi estatura. 22. Todo me sale bien. 23. Puedo hablar abiertamente de mis sentimientos. 24. Siento que mi estatura no es la correcta. 25. Sólo acepto las alabanzas que me hagan. 26. Me divierte reírme de mis errores. 27. Mis sentimientos me los reservo exclusivamente para mí. 28. Yo soy perfecto(a). 29. Me alegro cuando otros fracasan en sus intentos. 30. Me gustaría cambiar mi apariencia física. 31. Evito nuevas experiencias. 32. Realmente soy tímido(a). 33. Acepto los retos sin pensarlo.
34. Encuentro excusas para no aceptar los cambios. 35. Siento que los demás dependen de mí. 36. Los demás cometen muchos más errores que yo. 37. Me considero sumamente agresivo(a). 38. Me aterran los cambios. 39. Me encanta la aventura.
40. Me alegro cuando otros alcanzan el éxito en sus intentos.
En cuanto a la interpretación, en cada columna sumamos las marcas señaladas y multiplicaremos por el número que aparece en la parte superior de esa columna. Por ejemplo, diez marcas en la primera fila se multiplican por 4 y equivalen a 40. Anotamos esa cantidad, luego sumamos los totales de las cuatro columnas, y anotamos ese total. Este será la interpretación de los resultados:
11.
160-104
Autoestima alta (negativa)
103-84
Autoestima alta (positiva)
83-74
Autoestima baja (positiva)
73-40
Autoestima baja (negativa)
CONCLUSIÓN
La influencia de la sociedad en cuanto a la imagen corporal es algo inevitable, pero por ello los adultos de alrededor de los niños y jóvenes debemos de potenciar una imagen positiva de ellos mismos y no dejarse llevar por lo que piensen los demás. Muchas veces con una simple mirada juzgamos a una persona sin conocerla, sólo por su aspecto físico. La sociedad puede llegar a ser muy cruel, sobre todo con las personas que más se dejan influenciar o más débiles con este tema por ejemplo los niños o en su mayoría los adolescentes, sobre todo el sexo femenino. Uno de los culpables de esta imagen distorsionada es la información de los medios de comunicación, por ejemplo en el caso de la publicidad. No encontramos actrices o actores que se salgan de esos ideales de belleza que en ocasiones pueden costar la vida. Un dato crítico sería la contemplación de las figuras modélicas de las pasarelas, caracterizadas por aquellos que la supervisan como perfectas a pesar de que para la mayoría de la población sean definidas como “cuerpos cadavéricos”.
Antes de no encontrar una salida a este problema y observar el gran aumento del porcentaje de los trastornos alimenticios en la actualidad y una visión inadecuada desde la edad temprana, lucharemos por combatir estas barreras que en la mayoría de las ocasiones no nos hacen felices.
12.
BILBIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
http://www.who.int/es/ http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/osasunaz/08/08171183.pdf
Añaños, Elena/ 2009; “Psicología y comunicación publicitaria”. Editorial: Universidad autónoma de Barcelona. García Velázquez, Llull Peñalba, Alfonso y Josué/ 2009; “El juego y su metodología”. Editorial: Editex Gimero Sacristán, José/ 2001; “Educar y convivir en la cultura global”. Editorial: Morata.