Staff Idea y dirección: Marcela Predieri http://mpredieri.blogspot.com Vicedirección: Gustavo Olaiz Realización: “DELAPALABRA” Grupos de Estudio y Creación Literaria Secretaria de Producción: Alejandro Gómez Diagramación y armado: Gustavo Olaiz Página WEB: www.delapalabra.com.ar Colaboradores permanentes: Luis Benítez Gabriel Cabrejas (sección Cine) Ernesta Campos (sección Plástica) Alejandro Gómez (sección Teatro) Guillermo Blanda (ensayos) Corrección: Daniela Riccioni Diseño de Tapa: Gustavo Fogel Publicidad: Selene Admura René Larrea Guillermina S. Magariños Pablo de la Fuente Colaboraciones a: delapalabra@hotmail.com Pellegrini 3637 - 7600 Mar del Plata La dirección no se hace responsable de los conceptos vertidos por los autores. Permitida su reproducción por cualquier medio (es más se agradece) siempre y cuando se respete el nombre del autor y se cite la fuente. Este pliego no es una edición comercial. Ha sido ideado para compartir con amigos y otros escritores nuestra obra. ISSN en trámite.
Nº 40 Abril 2008 ÍNDICE
Editorial ............................................. pág 2 Entrevista ............................................... pág 3 Claudio Simiz por Luis Benítez Poesía ...................................... pág 10 Trajtemberg / Schuster / Roses / Pellegrino / Pezzati / Relatos y cuentos ................................ pág 14 Batistton / Salvatierra / Echeverría / Lemoine y Bosshardt / Daniel Gómez / Cediel / Notas y ensayos ........................... pág 24 Postales de la caída: Apuntes para una teoría atomizada de la pérdida del sueño (americano) - Guillermo Blanda Día internacional de la Poesía - Charla con los escritores Elio Aprile y Rafael Oteriño Teatro ....................................................... pág 30 Entrevista a Sergio Hernández por Alejandro Gómez Cine y TV ............................................ pág 33 Carta a René Villar ..................................... pág 36 Plástica ............................................... pág 38 Avisos ................................................. pág 42 Música ......................................................... pág 43
Premio Faro de oro VIP 2002 Rubro: Revista Literaria Marplatense
Declarada de interés cultural por la Sub-Secretaría de Cultura del Partido de Gral Pueyrredón
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Editorial “Se ha dicho mucho sobre las causas y los motivos por los cuales un grupo de personas, se unen para un proyecto en común como es la producción de una revista, y más aun si está dedicada a la literatura en particular y a la cultura en general. Se ha hablado sobre cómo y por qué esos grupos se mantienen a través del tiempo, a pesar de las dificultades especialmente económicas, restando horas al descanso y multiplicando esfuerzos, para proponer de manera constante, la pasión que los empuja a no claudicar en su sueño de trasmitir a través de la palabra escrita la utopía de pensar que existe un mundo mejor. Creo que no ha existido cultura o civilización, sin producción y transmisión del arte. Publicar un poema, un relato o una nota sobre estos temas logra parte de ese mundo ideal para nosotros. El arte ha marcado las diferentes épocas y ha plasmado de una manera plena la historia de la humanidad. Por muchas causas los investigadores de diferentes ciencias coinciden en que la producción artística, es inherente al ser humano. Por lo tanto se me ocurre que: ningún ser humano puede llevar una vida íntegra sin un contacto frecuente y consciente con alguna manifestación de esa naturaleza. Pienso que una formación dentro de ese ámbito debería ser incluido dentro de los listados enumerativos de los Derechos del Hombre: Todo ser humano necesita el contacto constante y consciente con el arte para poder llevar una vida íntegra. Sé que poco podemos esperar de ese reclamo, cuando ni siquiera son respetados el derecho a la salud, a la educación, a alimentarse, a una vivienda, a un trabajo, etc.
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Pero respetar los derechos humanos no puede ser una imposición u obligación decretada por una disposición legal. Solo será posible vivir en un medio en donde los derechos de todos sean realidad, en una sociedad que se plantee otros valores, otra condición humana, y esa sociedad no será planeada desde alguna teoría cerrada en una visión económica o religiosa: será en la medida en que la mayor cantidad posible de gente pueda registrarse como creadora, de arte y de vida. Nosotros, los que hacemos La Avispa y los que la leen, trabajamos, quizá de mínima manera en pos de ese ideal, y es importante recordarlo cada tanto, ya que a veces hasta nosotros metidos en nuestra rutina, lo olvidamos. La revista cumple ocho renovados años de existencia y digo renovados, porque año tras año se han ido agrupando diferentes columnistas que le han dado un perfil más amplio de información, sin perder en ningún momento la finalidad para la que fue creada. Nuestras páginas están abiertas a difundir a quienes deseen enviar material para publicar o conozcan de alguna movida artística interesante. Como todos los años renovamos nuestro agradecimiento a patrocinadores y amigos que siguen apoyándonos, comprometiéndonos como siempre a dar el mayor esfuerzo para que nuestros lectores se sientan conformes con el material que editamos.
Alejandro Gómez
<halegomez2003@yahoo.com.ar>
Entrevista “Una visión valorativa de lo que somos”
Reportaje al Lic. Claudio Simiz, sobre la poesía del interior argentino (Exclusivo para LA AVISPA, desde Buenos Aires)
Por LUIS BENITEZ lben20032003@yahoo.com.ar Desde una visión amplia y minuciosa, en este reportaje el licenciado en Letras y profesor Claudio Simiz se explaya respecto de las distintas tendencias, grupos y actividades que conforman buena parte de la poesía que se escribe y se difunde en las provincias argentinas. ¿Cuáles son las características generales de la poesía que se escribe en el interior de la Argentina? Para responder a esto, creo necesarias dos aclaraciones previas. La primera implica una problematización del concepto de “interior” en estos tiempos de globalización e Internet. Sin intrincarnos en polémicas aún no “cerrables” hoy, creo que el planteo centro–periferia ha sufrido fundamentales transformaciones, aunque no ha perdido vigencia. En este sentido, y pensando concretamente en nuestro país, yo prefiero hablar del “eje Buenos Aires–Rosario”, que acaso se extendería en fuerte interacción con el campo literario de Córdoba y Mar del Plata: este planteo ha venido esbozándose en algunos espacios de debate críticos y académicos, y ya hace dos años, en el marco de unas jornadas de literatura regional organizadas por la Universidad de Cuyo, fue el eje de la mesa dedicada a la poesía. Está claro que, como señala el comparatista alemán G. Steiner, la poesía, como la cultura, ha sufrido un proceso (en rigor, son una serie) de mundialización; dicho de otro modo, y sin desconocer las seducciones de la mirada multicultural y la productividad de las “nuevas identidades”, con el paso del tiempo los poetas asentamos nuestras creaciones en un acervo compartido, que
involucra aspectos temáticos, retóricos, etc. Y esto nos deposita frente a la segunda aclaración necesaria: mi respuesta no se centrará en la diacronía; salvo en algunas observaciones que considero fundamentales, me remitiré lo más posible a la contemporaneidad. En el NOA existe, como señala Santiago Sylvester en su antología sobre la región, más allá de la mundialización, un sustrato dado por el habla regional y la potente raíz folklórica (que operan sobre una muy arraigada matriz colonial); acaso pueda rastrearse, también, a partir de la experiencia del exilio (exterior o en la gran ciudad) una veta que remite al extrañamiento y la nostalgia. En lo que hace a lo idiomático, sigue vigente, sobre todo en Santiago, la poesía en lengua quichua. En la Patagonia se registra un interesante fenómeno: a partir de la migración desde otras regiones de los últimos treinta o cuarenta años, se están gestando nuevas identidades locales, que se referencian en el rescate de la cultura mapuche y de otras etnias y en proyectos “de tierra nueva”, ecologismo, etc. Esto sumado a la aparición, vinculada a la dinámica descrita, de importantes núcleos donde se produce poesía (P. ej. El Bolsón), está produciendo el advenimiento de una lírica pujante, polémica, fuertemente inquisidora de nuestra realidad. Han comenzado a proliferar,
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cada vez con más intensidad los poemas en mapuche. La poesía de Cuyo se distingue por el permanente intercambio con Chile y su rica y larga tradición poética. Resulta interesante el escenario variopinto (muy polémico) en que concurren la poesía tradicional costumbrista (aún no extinta), los remanentes de la poesía social de los 60–70 y las propuestas más vinculadas a lo urbano. Hay una interesante articulación (sobre todo en Mendoza y San Luis) entre universidad – grupos de poetas – políticas culturales – editoriales. En el Litoral resulta difícil establecer pautas generales. Hay sí una cierta efervescencia de encuentros y festivales poéticos (acompañados, en algunos casos, de ediciones), en que se va construyendo un nuevo espacio regional correntino – formoseño – chaqueño, donde la influencia del guaraní (hace unos meses se presentó una antología que reúne poetas correntinos y paraguayos, por ejemplo) y la temática reivindicativa son aspectos destacables. Coincido con el cordobés Pablo Anadón (director de Fénix y uno de los especialistas que más se preocupa por el tema) con que en las antologías “nacionales” el porcentaje de poetas del interior es todavía exiguo. En lo que hace a las promociones más jóvenes, parece difícil establecer pautas comunes demasiado concretas, sin embargo un apartamiento voluntario de fórmulas “poéticas” preestablecidas, la búsqueda de un lenguaje propio, más genuino y un sesgo posmoderno, reflejado en heterogeneidad, presencia del mundo de los MCM, y una mirada, crítica y escéptica de un cosmos percibido como fragmentario se percibe en buena parte de las jóvenes voces, según puede constatarse en Los poetas interiores, una antología de poetas jóvenes del interior, editada en España hace dos años por Rodrigo Galarza. ¿Cuáles son los grupos poéticos más activos en las distintas provincias? El tema de los grupos es fundamental para intentar releer nuestra historia y nuestro presente Revista La Avispa Nº40
poético. También es incontestable indicio de las asimetrías entre el “eje” y los “alrededores”. En todas las épocas y latitudes, los poetas (fundamentalmente en su juventud), se han agrupado para hacerse conocer y elaborar e imponer sus idearios, más aun, diría que la primera razón es la decisiva, en la mayoría de los casos. Los grupos porteños de principios del siglo XX se encontraron con un campo intelectual cambiante, por momentos hostil, pero existente. En cambio, la tarea fundamental de los del interior fue crear ese campo (“Calívar” en La Rioja, 1953; “Tarja” en Jujuy, 1955, por sólo citar dos ejemplos muy claros) a la vez que “dialogar con los nuevos tiempos”, y el segundo paso fue hacerse conocer en ámbitos más amplios a través, en algunos casos, de la caja de resonancia de algún centro regional de importancia (P. ej. Tucumán para el NOA). Para muchos, Buenos Aires era la meta a alcanzar y, de hecho, buena cantidad de poetas provincianos, a través de estas experiencias locales, lograron consagrarse accediendo al medio porteño, gran pantalla de resonancia nacional y hasta internacional. Me resulta muy difícil intentar la elaboración de una lista de grupos activos hoy; puedo sí mencionar algunas experiencias muy destacadas de los últimos años. “Koirón”(1981) marcó un hito decisivo en la poesía patagónica como factor aglutinante de una naciente identidad regional, aun en pleno Proceso; la situación política de Neuquén, su mayor densidad poblacional, la presencia de la Universidad del Comahue, parecen haber sido decisivas para generar una “punta de lanza”. Según señalamos, hoy la Patagonia es escenario de importantes experiencias donde lo literario articula con la las dinámicas socioculturales. Si bien disuelto años después, el grupo encontró continuidad en “Poesía en Trámite” y en la trayectoria de algunos de sus integrantes, entre los que se destaca nítidamente Miguel Costa (1958). “Las malas lenguas”, marcó un hito
a partir de la segunda mitad de los ochenta en Mendoza; su propuesta, distante de los poetas “acequieros” (tradicionalistas), toma distancia también de la importante tendencia de poesía social que campeaba en la provincia desde fines de los `60. Patricia Rodón, referente del grupo, caracteriza la propuesta como una poesía urbana, identificada con el rock, una respuesta generacional a los nuevos tiempos democráticos y a la necesidad de salir del estancamiento cultural. La realización de cafés literarios, recitales y la edición de los integrantes en el mismo sello local fueron sus actividades más destacadas; los integrantes han continuado sus actividades, ya disuelto el grupo, y su obra es estudiada y difundida también en el ámbito universitario (de hecho, han sido estudiantes de la UNCU). Una dinámica de sumo interés, ubicable en la encrucijada de la “lejanía” de los grandes centros y los cruces lingüístico–culturales, ha dado como fruto, desde 2001, el Encuentro de Poesía de Oberá, en el cual han confluido distintos autores, pequeños grupos y publicaciones, que en el último lustro vienen convocando a voces del NE, y de todo el país (en las últimas ediciones). Aquí, más que las cuestiones estéticas, la propuesta apuesta a la generación de un nuevo espacio plural, donde la circulación y difusión de los poetas y sus materiales es el “combustible” del encuentro. Córdoba, según lo planteado, es un cosmos riquísimo en su variedad; como experiencia destacable (una entre muchas) puede mencionarse “Poetas del Aire” (1991), que durante una década no sólo aglutinó a los poetas de Río Cuarto, sino que generó una serie de publicaciones poéticas y otras actividades que se extendieron a buena parte del país. Este grupo es de gran interés por las características del proceso que, desde el nucleamiento local y a través de sus distintas “formaciones”, llegó a instalar en el “sistema poético nacional” (juro que no es ironía), la idea de la necesidad de repensar
el país como realidad poética, a partir de un primer paso de conocernos. Más allá de los distintos “balances” de sus ex integrantes, entre los que ha cobrado importante nombradía Marcelo De Marco, este movimiento generó un proyecto que ha sido retomado y reelaborado por distintos nucleamientos en la provincia y fuera de ella. Por último, me parece relevante por su originalidad la propuesta de “Poetas Mateístas”, de Bahía Blanca (1985–1994): “La poesía debe circular de mano en mano, como el mate”; en respuesta a la opresión de los años de la dictadura y ante un medio cultural notablemente conservador, la poesía mural, la toma del espacio común de la calle, fueron los emblemas del grupo. Herederos del gesto surrealista, referenciados en Paco Urondo y Miguel Bustos (muertos, ambos, por los militares), los mateístas, entre los que se destaca Marcelo Díaz, reconocen no tener otra poética común que la emanada de la necesaria brevedad y contundencia del poema mural. Hubo talleres, ediciones, recitales “mateístas” y poetas de otras provincias que se declararon solidarios con el movimiento. ¿Cuáles son las voces del interior? Comencemos por los maestros, ya desaparecidos físicamente; me voy a referir, básicamente a aquellos que desarrollaron una poesía raigalmente vinculada a su medio (y que habitaron en su provincia la mayor parte de sus vidas). Dos nombres ocupan el primer plano en la poesía nacional: “Juanele” Ortiz (Entre Ríos,1896) y Manuel J. Castilla (Salta, 1918). Estos grandes poetas incidieron poderosamente en varias generaciones de poetas de su región (Litoral y NOA, respectivamente). Después de mucho tiempo su obra fue reconocida a nivel nacional y hoy son figuras relevantes en las antologías latinoamericanas y en lengua castellana. También merece destacarse la figura de Luis Franco, de Catamarca, que en su inclaudicable militancia política y poética
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supo convocar en su entorno a muchos poetas jóvenes del interior. Francisco Madariaga, bonaerense, desarrolló el grueso de su obra poética en diálogo con la tierra correntina, dentro de un muy personal surrealismo. En esta línea, vanguardista en su momento, se destaca la pampeana Olga Orozco (acaso nuestra mayor voz femenina), aunque bastante alejada de lo telúrico. Figuras muy influyentes fueron el mendocino Armando Tejada Gómez, desde el ámbito de la literatura social y de proyección folklórica y Alfonso Sola González, desde el ámbito académico; ambos, en sus extensos recorridos por nuestra geografía dejaron profunda huella. En la actualidad, varios poetas del interior ejercen desde sus ochenta o más años un sólido y productivo magisterio, aunque con dispar presencia en el “canon”: Alejandro Nicotra (Córdoba), Leónidas Escudero (San Juan), Juan González (Tucumán), Raúl Aráoz Anzoátegui (Salta, sobreviviente de “La Carpa”), Ramón Ayala (Misiones), Néstor Groppa (cordobés en Jujuy), entre otros. Voces reconocidas y en plena producción (pertenecientes a las generaciones del ´60 y `70, en avanzado proceso de consagración) son las de Santiago Sylvester, Teresita “Cuqui” Herrán, y Leopoldo “Teuco” Castilla (hijo de Manuel) en Salta. Con algo menos de “prensa” se destacan Lucía Carmona de La Rioja (su ciudad, Chilecito, es un importante centro poético regional), Carlos Levy , poeta y editor, en Mendoza, Edgar Morisoli en La Pampa, entre otros. Entre las voces jóvenes y con una trayectoria acreditada en publicaciones y premios, podemos destacar al ya mencionado Fernando Costas, de Neuquén; Osvaldo Picardo, de Mar del Plata; Alejandro Schmidt y María Andruetto, de Córdoba; Juan Menneguín, de Entre Ríos; Jorge Accame (porteño “ajujeñado”); Roberto Malatesta, de Santa Fe, por sólo mencionar a algunos. ¿Cuáles son, en su opinión, las revistas más destacadas? Revista La Avispa Nº40
Existe una infinidad de publicaciones, más o menos periódicas; sólo en formato papel (ni qué hablar de las electrónicas). Yo he logrado recolectar en mis viajes más de ochenta. En este punto me voy a referir a algunas que –por nivel y trayectoria– están cumpliendo un papel no sólo de difusión de la lírica del interior y nacional o continental en general, sino que generan insumos de importancia, por su nivel, para el investigador o el interesado, sin llegar a ser elitistas ni mucho menos. También intento a través de esta selección representar a las distintas regiones. Museo Salvaje se edita desde hace una década en La Pampa; se dedica a la literatura en general, pero la poesía ocupa un lugar preponderante. En ella se alternan los trabajos antológicos con las reseñas críticas y los desarrollos teóricos, con predominio de los autores del sur del país. Hay una fuerte participación de estudiosos vinculados a la universidad local. La Pecera (Mar del Plata), de cuyo comité de redacción formé parte hace algunos años, refleja la importancia de esa ciudad como centro cultural y académico. Es una revista–libro que ha superado el lustro de vida, dedicada a cuestiones estéticas en general, pero se privilegia la difusión de la poesía argentina, con marcada presencia del ensayo y textos críticos. Se va posicionando, a través de una persistente campaña de difusión, en ámbitos cada vez más amplios. Desde Córdoba, Fénix, dedicada exclusivamente a la lírica, presenta a los autores locales “en diálogo” con la poesía nacional y mundial, a través de la presentación de muy selectos trabajos críticos y ensayísticos, donde realmente se aportan nuevas y fundamentadas miradas sobre los poetas presentados. Es una revista–libro de circulación predominantemente académica, frecuentemente citada en mesas de debate y congresos sobre el tema. En Villa María, Alejandro Schmidt (que posee la mayor colección particular de poesía argentina), desde la carpeta Alguien Llama, viene publicando
desde hace años a poetas argentinos, en una colección de distribución gratuita. El Duende es una publicación que excedió los cuarenta números (desde 1993), dirigida por el poeta e investigador cultural Alejandro Carrizo. Toda la vida cultural de Jujuy desfiló por sus páginas, y en especial la poesía (poemas, reseñas, crítica). Esta importante tarea fue reconocida por las Naciones Unidas y es hoy un hito insoslayable en la vida cultural de la provincia. Esta labor tiene continuidad en Antología Cultural I, publicada por Carrizo en febrero de este año. Claro está, en nuestro recorte del “interior” no entra Rosario, madre desde hace más de cuatro décadas de algunas de la publicaciones de poesía más influyentes del país: mencionaré, por su fuerte impronta provincial, Suelo santafesino, dedicada a la poesía y el cuento, y que, por depender de un organismo oficial de cultura, tiene amplísima difusión en la provincia. En ella hay un permanente rescate de la tradición literaria local, apoyada por una nutrida propuesta de ediciones de autores locales. Entre las revista generadas en Buenos Aires, pero que han dado espacio a los autores y tendencias del interior, destacamos la casi solitaria tarea de La danza del ratón, en la década del `80; Diario de Poesía, que aunque centrada en otras poéticas, dio alguna cabida a importantes poetas hasta entonces semidesconocidos en “el centro”, y la de mayor vigencia actual, La Guacha, que dedica espacios importantes de manera constante desde hace
una década a estas problemáticas que estamos abordando, y difunde buena cantidad de autores provincianos (aunque, en mi opinión, con una notable disparidad, que campea en toda la publicación) y tiene una sección destinada a las voces provinciales. ¿Puede hacer referencia a la obra de estos autores en Buenos Aires? Allá por 1981, en su Antología esencial de la poesía argentina, Horacio Armani pretendía establecer las voces más importantes de nuestra lírica para el siglo que pasó. De veinticinco autores antologados (de Lugones a Pizarnik), sólo nueve eran nacidos en el interior, y la mayoría había “hecho carrera” en Buenos Aires. En su extenso prólogo–ensayo, prácticamente no hay referencias a los grupos y movimientos de las provincias. En el `89 Antonio Aliberti, en su selección poética, es más generoso tanto en presencias del interior como en las consideraciones a la poesía “no porteña”.Con los años, el panorama ha ido mejorando de a poco, en mi opinión. Los medios nacionales se muestran más abiertos, Hay más información circulando más rápido, y los medios provinciales van sacudiendo cierto localismo chato (en muchos casos, en las páginas literarias de los periódicos “de provincia” abundaban lamentables textos de “señoras gordas” de las aristocracias vernáculas). Globalización e Internet no sólo aportan sufrimiento o superficialidad. En los ciclos de poesía se nota la aparición de autores, en general, jóvenes, del
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interior (esto se ha visto, aunque incipientemente, en las últimas ediciones de la Feria del Libro de Buenos Aires); del mismo modo, el “canon” ha ido incorporando, según comentamos, voces provincianas. De todos modos esto no tiene aún la relevancia que merecería, en mi opinión. Curiosamente el canon escolar incorpora textos descriptivos o costumbristas de poetas provincianos bastante olvidados (Pedroni, Zerpa, Bufano, etc.). Algunos importantes poetas alcanzaron cierta difusión urbana a través de su producción cancionística (J. Dávalos, Ferraro, Petrocelli, entre otros). Sin embargo, pienso que, progreso de por medio, algunas cosas sí han cambiado radicalmente. Para empezar, ya no es “imprescindible” vivir en Buenos Aires para contactarse con círculos artísticos e intelectuales, publicar, etc.: los campos regionales han crecido. Por otra parte, la extensa tradición de encuentros poéticos del interior (verbigracia, Villa Dolores tiene un encuentro nacional de poetas que va por su 47ª edición, y es sólo un ejemplo) se ha acrecentado exponencialmente en la última década; los festivales, recitales, ferias y espacios de lectura se han multiplicado, y no sólo en Buenos Aires (acaso Rosario, más allá de su fastuoso encuentro/festival, sea el mejor ejemplo). El “espaldarazo porteño” ya no es tan importante, aunque un cierto “espíritu de cuerpo”, “amiguismo” o como se lo quiera llamar, hace que los círculos porteños lleven la batuta, por ejemplo, a la hora de conectarse,
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difundirse, etc. en el exterior. Hay una frase repetida hasta el cansancio: “los poetas nos leemos entre nosotros”; esta problemática (que no profundizaré en esta respuesta), genera mezquinos “repartos de torta” (o “tortita”), en cuyo marco vuelve a aflorar la asimetría “centro–periferia”, con sus previsibles postergaciones para los poetas de “afuera del eje”. En mis viajes por el interior (como poeta, pero, sobre todo, como investigador), experimento renovadamente una ambigua sensación de satisfacción y culpa ante la deferencia de los poetas y estudiosos de las provincias para con “este porteño que se interesa por nosotros” (sic). ¿Cuáles son las obra crítico–ensayísticas que se ocupan de los autores y las tendencias del interior poético? En términos generales, la poesía ha merecido, desde los ámbitos académicos, mucha menos atención que la narrativa, acaso al influjo del “boom latinoamericano” y los entusiasmos despertados por el mismo en el “primer mundo”. Cabe destacar la tarea persistente, aunque insuficiente, del Fondo Nacional de las Artes (FNA), con sus premios, becas de creación e investigación y ediciones. Por ejemplo, Santiago Sylvester realizó en 2003 una antología de poesía del NOA del siglo XX, que me parece decisiva, la misma fue anunciada como la inicial de una serie destinada a difundir la poesía del interior desde la perspectiva regional:
casi un lustro después, seguimos esperando la “próxima región”. De todos modos, el FNA es un espacio de difusión y reconocimiento fundamental para autores y proyectos de las zonas más apartadas. Una iniciativa importante es encabezada por el ya mencionado poeta marplatense Osvaldo Picardo, con su Primer mapa de la poesía argentina (1999), donde postula urgentes replanteos de nuestro mapa cultural, centrado en la reconsideración de los aportes de los grupos del interior. Otro aspecto esperanzador es la edición de las obras completas de poetas como “Juanele” Ortiz, el jujeño Raúl Galán (hace dos años) y otros pocos… curiosamente, dos trabajos antológicos que mencioné (el de los poetas interiores y el de paraguayos y correntinos) fueron realizados por autores españoles. Con el inicio del siglo, se profundizó la labor de articulación entre distintos centros de estudio del interior, y existen Jornadas Nacionales de Literatura Regional desde esa época; en el último año se formalizó una red (que yo integro) de investigadores de distintas universidades, centrados en las producciones locales. La Universidad de Cuyo, con su Maestría en literatura Argentina, participa de esta iniciativa, junto a la Universidad de Salta, la de Tucumán, la del Comahue, entre otras de primer nivel, con la coordinación de Amelia Royo, de Salta. Hay que destacar que la mayoría de las provincias–regiones cuentan con importantes especialistas, que han publi-
cado estudios y selecciones de autores locales, por sólo dar algunos nombres, Fritz en la Patagonia, Lagmánovich, Kaliman, Rivas, Gatica, Terrón en el NOA, Veiravé, Castelli, Isaías por el Litoral, Videla, Castellino, Trombino de Cuyo… Existen abundantes trabajos críticos, antológicos, etc., pero es difícil conseguirlos fuera del ámbito local o provincial en que se produjeron. Las universidades porteñas no han mostrado, salvo entusiasmos individuales, demasiado interés. Una vez más, el argentino, siguiendo a Machado cuando hablaba de su dolorosa España “desdeña cuanto ignora”, pero creo (o quiero creer) que algo está cambiando, algún día llegaremos, como quería Homero Manzi, a “Un visión valorativa de lo que somos” (que no es poco, por cierto). QUIEN ES CLAUDIO SIMIZ: Claudio Simiz (1960) es licenciado y profesor en Letras y está cursando su doctorado en UBA. Ha publicado numerosos trabajos sobre literatura argentina, ha sido becario investigador del Fondo Nacional de la Artes y forma parte de un proyecto UBACYT referido a las representaciones en la literatura latinoamericana. Se desempeña como docente en la Educación Superior. Ha publicado siete poemarios y merecido premios por su labor como poeta y cuentista en el país y el exterior. Ha dado charlas y conferencias en varias universidades nacionales sobre poesía argentina.
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Poesía CRISTIA Si el crucificado hubiera sido mujer,
¿dónde estarían los clavos?
Ella desnuda o una túnica le vedaría las partes. Arrodillados, María, su hermana y algún amante rabino del sanedrín Cristia con los pezones apuntando a las culpas los cabellos cáliz de sangre cubriéndolos Pubis incógnito abriendo las piernas abrazando nacidos.
Susana Trajtemberg
(Mar del Plata) sushka1970@hotmail.com
LA MADRE, LA HIJA Y LA SANTA DE ESPÍRITU Puertas de las iglesias Pasillos - vaginas Úteros abiertos Hileras de niños meciendo palomas Púlpitos altares de parición cordones umbilicales no vendidos como rosarios hornacillas con guisos humeantes en los confesionarios un bosque sin ventana el Vaticano Cristo afiebrado delira qué piensan los cristos cuando piensan huir de sus clavos qué dios ideó semejante castigo de diablo.
Susana Trajtemberg (Mar del Plata)
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CONFESIONARIO
CAÍDA
Acercarse al cura con la vaga intención de llegar al cielo desde arriba Confesar los pecados las mentiras los placeres, Buscar el amor de Cristo Rey en el último minuto Entregarle la mejilla y recibir la bofetada o elegir escribir tinta sobre papel vieja Olivetti contar alguna historia, quizás dos pretender redimirla sin cargar cruces e impacientarse ante el perdón de un lector que nunca llega
Ligeramente desnudo recostado sobre un cabello de pez cubierto de barro y de polvo con todos los gestos que descansaron sobre esta poesía
Mariano Schuster
(Buenos Aires)
soñador, deshecho entre mil hojas traficando mapas de otro mundo con siglos de carnaval gitano besados en luna llena feliz, testigo del silencio perdido, entre el cielo y el infierno, muerto, con temor a nacer.
Mariano Schuster
(Buenos Aires)
Mariano Schuster – Buenos Aires, 1985 -fue
miembro del Taller Literario “Desasosiego”. Ha realizado talleres y seminarios de poesía y escritura creativa de forma independiente. En el ámbito específicamente poético ha publicado en revistas nacionales y extranjeras tales como Resonancias, Lakuma Pusaki y Remolinos. Actualmente prepara su primer poemario.
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ROSA NEGRA si estoy loco... lo estoy –por lo menos– por propia intención antes estarlo era un desastre ahora la noche me dice que es otra cosa la esperanza oh si apenas los muertos me besaran la sangre estipularía así que soy un apologista del sueño antecesor al corazón o rosa negra qué sé o –mejor– ya sé demasiado porque quisiera convertir la tiniebla en brillo puro en deserción o en alevosía o en cansancio puro en llanto demolidamente puro en otra manera de invertebrar la muerte
Oswaldo Roses
¡AY DIOS MÍO!
Oswaldo Roses:
Escritor y poeta nacido en 1965 en Cuevas de San Marcos (Málaga). Ha publicado: La muerte más difícil, Ediciones Torre Tavira, Cádiz, 1994; Amada, dulce amada, Ed. Lord Byron, Lima, 2006; Una tierna maldición, Ediciones Índice, Bogotá, 2006; Extensión, Ed. Lord Byron, Lima, 2007 . Ha ganado los premios: ‘Villa de Monesterio’, Monesterio (Badajoz) 2005; ‘Fray Antonio Corredor García’, Montehermoso (Cáceres), 2006; Certamen de Cartasde Amor, Teguise, Lanzarote, 2007; 2º Premio en el Concurso Internacional AYSAND, La Calera, 2007, Córdoba, Argentina; Diploma de Honor en el Concurso Internacional de Poesía “La Porte des Poètes”, París, Francia. Ha sido traducido al catalán, al inglés, al portugués y al italiano. Ha sido incluido en Nueva Poesía Hispanoamericana, Ed. Lord Byron, Lima, 2004.
tengo frío de que no esté muerto frío de que no esté nunca nunca verdaderamente aquí frío de no estar en un aireazul lejano en ciego no saber impreciso frío de no estar en un pozo atado a un pájaro pidiéndose clamorosa fe y alba
Oswaldo Roses
http://oswaldoroses.blogspot.com/ oswaldo_roses@hotmail.com Revista La Avispa Nº40
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I
Con el invierno rozándome las manos escribo. Las primeras llamas del sol fresco toman al cielo loco: me acaban de contar sobre un muerto: dicen que por un amor caído de un ave mala. Que el sonido de mil campanas de hielo, que una mujer oscuramente bella. Qué sombra fría cazó sus alas? qué pan ensangrentado se deshizo en su boca? Una procesión de rosas congeladas cayó desde el abismo hasta su pecho de miel melancólica. La primavera apuntó hacía otras estrellas y el color celeste se borró de sus pupilas. Él, muriéndose. Yo, viendo este crepúsculo...
Yeshua Pellegrino
des-apariciones@hotmail.com
II
Hoy tu deber será cantar. El mío luchar contra los centinelas de los papeles perdidos y quemarme con la dichosa voz de lava que tanto busca poetas. (Será buscarte entre mis manos, aunque estés lejana) Pero tu canta, amor, no dejes de cantar, o caeré...
Voy a llenar mi espacio de mí sangrarme entre las piernas ser líquido a los pies lágrimas de las manos sudor de mí olor de mí sangre de mí. Es un día triste mañana amanecer festivo, voy a parirme a mi misma y ser dos otra vez
María Beatriz Pezzati
(Mar Del Plata) mariabety2005@hotmail.com
Yeshua Pellegrino
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Relatos y cuentos Dúo
El tipo me habla apenas respirando entre frase y frase. Por momentos su cara adquiere un color rojizo. Las manos se mueven frente a él, como si tuvieran vida propia; se mueven al ritmo de las palabras, sonidos y pausas que coinciden en una música privada, una danza que solo sus manos logran descifrar. Permanezco de pie. La espalda apoyada contra la pared, aquella que está frente a la ventana de vidrios repartidos. Cuando el tipo camina hacia la derecha, puedo ver la calle a través de la ventana. El tipo habla cada vez más alto; creo que en cualquier momento va a ponerse a gritar. Y sigo sin comprender. Empieza a hablar sobre una mujer y la confianza; se supone que ambos la conocemos, digo supongo porque él no la nombra, da por hecho que la conozco. Me rasco la frente. Paso una mano por el cuello y la nuca. Tironeo el lóbulo de mi oreja izquierda tres o cuatro veces. El tipo habla. El tipo camina por el cuarto. Parece seguir el trazo de un sendero que solo él conoce. El tipo sigue hablando y mueve los brazos. Creo que le molesta que no le responda, pero no me da la posibilidad de hablarle; no entiendo qué me dice. La voz se expande por el cuarto, repta por mis piernas, me ahoga cuando llega a mi pecho, a mi cuello, sus manos.
Daniel Battiston - danielbattiston@gmail.com - http://unextrano.wordpress.com
La mujer gorda
Vive encerrada en una habitación roja. Alfombra roja, paredes rojas, cortinajes rojos; ella viste de rojo y roja es su cara como tarta de manzana. Ella dormita en la cama sostenida por almohadones rojos, rojos como sus manos. Los pliegues de la cara se sacuden cuando intenta hablarme. No comprendo sus palabras. Nacen en los labios (rojos) y se esparcen por el cuarto. Rebotan contra las paredes y la alfombra; por las cortinas que ciegan la ventana abierta al parque y el cuerpo de la mujer gorda. Con cada frase el cuerpo se sacude, se retuerce en ondas como olas en la tormenta. Enciendo un cigarrillo. Aspiro con fuerza, retengo el humo azul en mí, y lo lanzo hacia el techo formando anillos. Los anillos escapan, se diluyen, suben, y desaparecen antes de llegar al cielorraso. La mujer gorda parece molesta; me muestra su boca abierta, la señala con el índice, nerviosa. Abre más la boca, y pienso en lo peor. Me echo hacia atrás, pero mi silla choca contra la pared. Estira un brazo hacia mí. Me señala. No escucho las palabras; son tan breves y agudas como los ojos en el fondo de la cara redonda y blanda. Son ojos como metal pulido. Y sus palabras rechinan contra las paredes del cuarto. Junto a la cama descubro un montón de huesos pequeños. Blancos. Sin rastros de carne. Decido irme.
Daniel Battiston
Revista La Avispa Nº40
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(Mar del Plata)
ENCANTAMIENTOS Me encontraba leyendo a Artaud en la cola de un banco. Recordé cuando días atrás lo había soñado. En medio de un gran valle, a metros de una antigua casa serrana… lo pude ver. El cielo estaba cubierto, aunque algún rayo solar se colaba por entre medio de esas nubes. Hablaba solo, como dando una bendición hacia la totalidad de la sierra. Cuando me vio, siguió repitiendo esas extrañas palabras… que empecé a entender de manera algo más clara. “El nuevo hombre que está por venir… será la mujer!!!… El futuro ser humano… será extraterrestre!!! ”. El haber entendido, no supone haber comprendido lo que decía. No me resultó muy agradable lo que escuchaba. Me desperté pensando. Y en esto mismo seguía pensando mientras lo leía, en especial cuando refería a la decadencia de la civilización y la corrupción de lo divino por el mismo hombre. En eso, a mis espaldas, siento que alguien hablaba por un teléfono celular con otra persona. No lo hacía en mi idioma (parecía hacerlo en francés). Cuando terminó, lo observé. Joven, cabello muy corto, rubio, ojos claros, mirada apacible, campera y pantalón vaquero. Me dio por preguntarle de dónde venía. “De Québec, conocés?”. Le respondí que no, pero que tenía un amigo viviendo allí. Me contó que se sienten distintos del resto de los canadienses y los norteamericanos, que hace tiempo vienen planteando su independencia y varias cosas más. Yo quería seguir leyendo, pero este simpático muchacho continuaba hablándome sin cesar en su francés españolado, pero que no dejaba de ser francés (el idioma de Artaud). Por educación lo escuchaba, sin entender todo lo que me decía, aunque creía comprender el concepto central al que aludía. Me habló del cine canadiense, del francés y de lo que le gustaban las mujeres argentinas. “Son muchas más mujeres que allá…”. Le pregunté porque decía eso. “En casi todo el mundo las mujeres se están olvidando de ser mujeres, están ocupando el lugar del hombre… quieren estar en todo y no puede ser, así no son las cosas… y las cosas están reaccionando, se están vengando… la naturaleza está reaccionando, porque se está alterando el orden natural”. Sonreímos ante el gesto paralelo de desaprobación. Me dio por decirle a este misterioso muchacho que acá en Argentina está pasando lo mismo. “Pero muchísimo menos que allá…”. La cola seguía avanzando, el joven de Québec recibió un nuevo llamado. Me dijo que tenía que irse. Nos dimos la mano. “Estaba leyendo a alguien que hablaba tu mismo idioma…”, le dije casi al mismo tiempo. La despedida fue con una nueva sonrisa cómplice. Seguí en la cola para cobrar la jubilación de mi madre, retomando así mi diálogo con Antonin Artaud. La frase que antecede a la que dejé de leer cuando escuché que detrás de mí alguien hablaba en francés decía: “Todas nuestras ideas sobre la vida deben reformarse en una época donde nadie adhiere ya a la vida. Y de esta penosa escisión nace la venganza de las cosas; la poesía que no se encuentra ya en nosotros, y que no logramos descubrir otra vez en las cosas resurge, de improviso, por el lado malo de las cosas…” Levanté mi cabeza algo perplejo. Me topé con una foto de Cristina Kirchner que parecía reír de todos nosotros desde la tapa del periódico de uno de los jubilados que esperaban a cobrar. Dado que en lugares como un banco lo que menos podemos ver es el cielo, ni siquiera pude pedirle ayuda imaginaria a ningún ser de otro mundo. Acá estamos los condenados a la Tierra… jamás viajaremos por el espacio, y nadie, absolutamente nadie, nos va a salvar. Mientras tanto, estará donde estará, Antonin replicaba: “Y está bien que de tanto en tanto se produzcan cataclismos que nos inciten a volver a la naturaleza, es decir reencontrar la vida. El viejo totemismo de los Grupo delapalabra 15
animales, de las piedras, de los objetos cargados de electricidad, de los ropajes impregnados de esencias bestiales”. Parecía una burla. En ese preciso instante, ingresó al banco un hombre, con un saco largo, una profusa barba blanca, y lentes oscuros. Tenía un olor que volteaba. Miré a la nada. La puta madre que lo parió a Artaud… ¿Con quien podré llegar a compartir estas tan raras cosas que a veces pasan a mi lado? Me reí solo (una vez más). Y seguí esperando a que llegara mi turno, sin querer saber más nada de seguir leyendo… a ese tipo que me persigue hasta en los sueños.
Roly Salvatierra
Martín Echeverría
(Mar del Plata) rolysalvo@hotmail.com
La Calesita Me dirán que “La Patota de los Sueños” parece el nombre de una especie de “dreams team” del subdesarrollo. Y tendrán razón. Pero mi amigo Orlando Rule insiste en llamarla así. Y yo, la verdad, no encuentro una forma mejor de describir al grupo de personajes que cada noche nos esperan, cuesta arriba, en el Callejón de los Sueños. Infaliblemente están allí cada vez. Impacientes esperando en la niebla. Te miran con ese típico aire familiar. Manejan tus códigos. Conocen tus más filosas fobias. Y es lógico. Como que han crecido alimentándose de nuestras más secretas fantasías y recuerdos. Parecen cambiar, pero son siempre los mismos. Igual que en esos elencos teatrales de pueblos perdidos donde los mismos actores interpretan distintos personajes. Siempre para el mismo impávido público. Una noche puedes verlo en la piel del Viejo de la Bolsa que pasea sobre las tablas su saco lleno de sombras y alaridos. Y a la próxima aparecerá enfundado en las ropas de un piadoso pastorcillo. Fumando espera en la puerta del zaguán de la antigua casona de la esquina, la mujer gorda de taco aguja. Han estallado sus ojos en un delta de rimel río abajo de sus penas. Me mira masticando no se qué broncas. La dejo atrás. Sigo remontando el callejón y la violenta carcajada del petiso, payaso, regordete, desquiciado; aniquila la niebla. Sus harapos chillones de gironeados colores parecen sacados de aquellos bailes de carnaval de los clubes de barrio. Esta noche luce orgulloso y burlón una banda presidencial. Hace ampulosos gestos con los brazos. Revista La Avispa Nº40
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Y en un frenético conteo con los dedos va descerrajando, una a una, sus medidas de gobierno. Vuelve a reír desencajado y saluda a la multitud inexistentes desde el balcón de un prostíbulo. Salgo lo más rápido que puedo de allí. Mientras avanzo van apareciendo, en creciente bullicio, malabaristas. Gitanos. Tragafuegos. Limpiavidrios. Gatopardos y una montonera de enanos, fascistas, economistas, equilibristas, imperialistas, oficialistas y periodistas. Que hacen de la escena un desaguisado absoluto. Cae el telón de niebla azul y celebro haber atravesado una noche más la patota de los sueños. En la hondura del cielo, duermo. Escuchando el rumor de la luna sigo por el callejón. Ha llovido, parece. Y aunque huele a Valparaíso y adivino los colores del barrio de La Boca, siento que estoy en algún lugar de Las Heras de tiempos sin memoria. Será por las veredas movedizas. Será por los vertebrados conventillos. Será por los chocos que a lo lejos le ladran a la luna. Alguien abre en el corazón de la bruma una cajita de música. Voy hacia esa melodía que proviene desde la más lejanísima infancia. Apuro el tranco y al rato, al llegar a la bocacalle, boquiabierto la veo: una calesita. Pero ¡ojo! Ésta no es una de esas calesitas rascas, de los circos arrastrados que llegan arrastrados por los vientos de septiembre. No señor. Esta es una flor de calesita. Con aire a nuevo y olor a guita. A boca de jarro el señor calesitero anuncia que aborden los de abordo. ¡A ver todos muestren sus boletos! y a girar el mundo a puesto. A codazos cada cual va ocupando su lugar. Y yo también. Jirafas. Locomotoras sonrientes. Diligencias y elefantes con turbantes. Todo sirve para agarrarse mejor. El aire en mi rostro va marcando el aumento de la velocidad. Desde el estribo nos seduce la danza del objeto reluciente. Sabemos de sobra que la sortija es para uno solo. Pero igual varios se matan literalmente por alcanzarla. Todos la desean. Y yo también. La sortija baila con ritmo de colibrí de clavos un baile que hipnotiza. Tal vez eso nos ha impedido caer en la cuenta de la absurda velocidad a la que vamos girando ahora. La imagen de los que estaban parados en el margen va mutando en una vertiginosa mancha de colores. Sólo puedo distinguir y ser identificados por los que están arriba de la calesita. Imperceptiblemente a esto ha quedado reducido nuestro “neomundo sin paisajes”. Y aquí vamos, en esta impenetrable cofradía del vértigo. En la que el mayor esfuerzo parece estar puesto en aferrarse con alma y vida para no caer. Nos hermana el horror a perder el lugar. Y el sabor agrio de la culpa por las miradas que se filtran fugazmente a nuestro círculo. Algunos son arrojados por la fuerza que expulsa. Pero no vemos a dónde van a caer. Simplemente se sueltan y salen por el aire y se estrellan contra las paredes que separan realidad de ilusión... Entonces, todos se aferran con más y más temor aún. Y yo también. Esto parece no tener fin. ¿Y si realmente no lo tuviera? ¿Y si después de todo resulta, que no puedo encontrar el valor para soltarme? Igual todos parecen desear que el ritmo no pare. Y yo también. Sospecho que a estas alturas, si lográsemos parar esta ruleta rusa, ya nadie podría diferenciar, en medio del mareo y los vómitos, cuál era aquel callejón de los sueños y cuál el que nos conducía de vuelta a la realidad... y yo tampoco. Martín Echeverría - (Mendoza) echeverriamg@yahoo.com.ar 17
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YO NO LOS HABÍA VISTO NUNCA
Yo no los había visto nunca, se me acercaron afables, ahora comprendo y digo afables, con un gesto que significaba eso, luego supe que era un gesto. (Ahora ya hace tiempo que he aprendido a saber qué significan.) Nunca me pregunté mi propio significado. Entonces me tocaron, se atarearon con sus manos sobre mi piel repitiendo mecánicamente gestos iguales. Yo no sabía sentir, pero después del primero empecé a reconocer que había sido el primero y me hice amigo de los signos; fue mi primera idea del orden y supe que cuando las cosas son empiezan por ser primeras. Y estuvimos siglos asumiéndonos empujados por tanta soledad. Entonces solíamos durante larguísimos inviernos dedicarnos a ser con la manera de uno solo de tantos gestos que después aprendimos o inventamos. Generalmente coincidíamos en la sensación interna y hacíamos muecas parecidas para remedar alguna cosa. Entonces ya fue la memoria y mecánicamente anudamos un signo a otro y nos empezamos a volver torpes y a esconder entre dos algún signo que no queríamos dejar ver. Ahora lo comprendo: ellos habrían dicho somos los amigos. Y también aprendieron el tiempo porque yo o cualquier cosa les pusimos antes el antes y después el después, y aprendimos cuándo. Aunque yo digo un siglo de espera y en verdad dejé pasar creo muchos años o muchos días en que no sabía pensar después y no sabía contar. Entonces ya teníamos un signo cada uno como identificados, asimilados a nuestro propio significado. Ahora comprendo, por eso dije eso de las cosas, y pienso que es necesario lo primero de algo opuesto para saber que algo termina y a veces como las otras veces (las que siguen) dan idea de la primera es menester que algo deje de ser o pasar para que uno sepa que pasaba. (Entonces todavía pensaba que ser era pasar, aunque no sabía que lo que era podría llegar a pasar.) Comprendí que tantas aprensiones habían sido el temor de lo otro y cuando aprendí a durar y contar, aunque un siglo podía ser más o menos que un día, empecé a tener el miedo de cuanto temía todavía y la ansiedad de cuanto faltaba. Ahora comprendo, ellos habían dicho somos los amigos, y antes de ellos yo no sabía que yo solo, y ahora después de ellos ya sabía que yo solo, por eso de las veces de las cosas, y ahora sí me sentía solo, y no le puse signo a eso porque no tenía a quién hacerle la mueca. Si ellos miraban desde afuera, tal vez yo no sabría nunca cuándo porque cada vez que quería sorprenderlos tal vez se escondían. Porque a lo mejor ellos no son ni visibles ni audibles y son otras cosas, y tal vez me están induciendo sus lenguajes en sentidos que ellos ignoran que yo no tengo, porque creen que simplemente no les entiendo. Entonces me di cuenta que había sido antes y después de la segunda tuve la idea del primero, alguien que sabía afuera mío me estaba tocando, enseñándome la piel que había sido mi duda, ese temor de tantas cosas, como un lejano, remoto pero inicial hábito de que yo me acomodara de alguna manera a cada toque distinto. Ahora pienso y tengo miedo de que no hubiera sido así, como si pudiera estar equivocado o debiera empezar de nuevo y ya no fuera tanta la suerte de reconocer una cosa en la otra. Porque en verdad yo no tenía más que los signos que me hacía en la piel (ahora sé y digo la piel), pero no sabía a qué se parecía, no sabía (ahora sé qué es eso Revista La Avispa Nº40
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de comparar) con qué debía compararlo, porque soy... y todavía no lo entiendo del todo a eso de que soy ciego. Siempre les pregunto cómo son ellos que no son ciegos, pero no entiendo lo que me dicen porque me vuelve a faltar el punto de comparación. En realidad no sé si alguna vez podré entender eso de que soy ciego.
Jorge Lemoine y Bosshardt
molinzuar@hotmail.com Mar del Plata
PESCANDO INCENDIOS EN EL MAR Cuando sueño, salgo a pescar incendios en el mar; como las manos que jamás se embarcaron. Perdí la primavera resolviendo acertijos; los tonos ocres saturaron con paradojas mis huellas, como si nos prepararan para amortajarnos en una hoguera. Nada peor para un romanticismo sensual, que el tener que llevar una vida sórdida a cuestas, férrea como el mundo que cargó Atlas por siglos, ese inmenso bacalao del expectorante Scott por un marinero del mar del norte, o una de esas relaciones absurdas que nos apresan con compromisos paradójicos y desatinados. La vida me enseñó a ensoñar crepúsculos en colores; a pensar como una criatura invisible que se escapó de los laberintos del infierno, soñando que tenía alas y autopistas para recorrer indefinidamente. Soy un solitario perro vagabundo, un huérfano del desamor; un estepario hijo de los hielos y los espejos árticos; un enamorado de los sentimientos impuros y del aroma de las palabras, que nos levantan con su mano cuando caemos más abajo del suelo. Soy un modesto versificador que resucita releyendo recuerdos y me levanto con una bandera de pájaros ondeando en el pecho. Sé que la memoria me falla y ya no recuerdo algunos detalles de tu cuerpo, de su aroma, si soy hijo o hermano del infierno. Cuando miro hacia el pasado, a veces alcanzo a ver a mi sombra esfumándose, tras unas cortinas de alcanfor y pesada niebla. 19
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No es fácil sobrevivir cautivado por los cabellos de una mujer que enloqueció al fuego y me puso a escribir cartas azules, verdes, rojas, blancas y negras, con el corazón desnudo y con heridas irreparables. Gracias a ella aprendí, que el papel posee toda la magia de un lienzo en blanco, como la piel, los besos o nuestras alucinaciones. He descubierto que los versos son la metáfora de inmensos silencios; son las alas que nos permiten escapar de los caprichosos laberintos, donde el sol no pasa más allá, de un par de pasos por miedo. Vivimos creando ilógicas cárceles o imaginando el epitafio ideal para nuestra lápida, como si nunca más fuéramos a regresar de la muerte. El color cada día está más ausente en mis poemas; todas las palabras son sombras y reflejos de los versos que se consumen en la chimenea como leños innecesarios; Una chimenea no es más que un horno crematorio de recuerdos, una pira que se devora una vez más, la memoria de mis pasos, de las imágenes, de los versos y de los nombres que me acompañaron, durante parte del paradójico trayecto. Amo las cenizas. Amo las cenizas de mis amadas. Amo las cenizas que me fustigan con su imaginación; a las que me puedo aferrar en los naufragios; las que me abandonan desnudo sobre una playa a conquistar, después de vencer al terror una vez más; los polvillos de las pavesas que me enceguecen o le arrancan la grasa de una amante obesa, rechazada por el control de calidad de la sociedad, a mis manos. Ahora las pesadillas espantaron mis sueños. Despierto con una inmensa roca sobre el pecho y una rosa en la mano. Perdí la fe en los talismanes y en las oraciones. Me aterran las espadas que empuña el hombre.; me aterra la metamorfosis de mis semejantes. Solo proponemos utopías que captamos de los espejismos; nunca dudamos de la veracidad de nuestras propuestas; porque vemos con el corazón, nos llaman los iluminados. ¿Moriré enceguecido por una luz interna? ¿Pasaré de incógnito con las manos en los bolsillos, cabizbajo y con un periódico bajo el brazo, hacia el azul o el rojo profundo? ¿Volverá mi pecho a temblar, al escuchar tu nombre? Nunca podré olvidar a las mujeres que me enseñaron a volar, escribiendo versos sobre mi piel. La piel es y será el poemario más hermoso. ¿Y el sexo? El sexo muta en leños para sobrevivir al infierno; luego vendrá la primavera, el verano, el otoño y la nevera de nuevo. El renacer y la muerte, persiguiéndose en círculos; la historia se repite y se repetirá siempre una vez más, hasta que nos devore el olvido. No encuentro mayor distingo entre errar, caminar a la deriva, soñar arrastrado por el viento o sobreviviendo como los vagabundos, con las sobras de las canecas. La vida es dulce y cruel con los corazones sensibles; con los sueños que recaptura la oscuridad. Me alucino saboreando palabras; degustando su sabor agrio o dulce. Creo en los milagros que hacen las rosas cantoras; creo en el peligro de dejar crecer telarañas o maleza en el corazón. A veces pienso que lo peor es regresar a la realidad; que no somos más que títeres de un absurdo titiritero; marionetas manipuladas por manos fantasmas. Dudo de las tempestades que azotan a los delirantes borrachines y pienso que el virtuosismo nace de la ebriedad; siempre un ilustre desconocido terminará por encender una lámpara y saltaremos del maravilloso ensueño, a las pesadillas de la realidad. Dejemos que broten estrellas de nuestros corazones y de nuestras manos; ya llegará el día en los que nuestra respiración será un fatigado lamento, y perderemos hasta el control de nuestros esfínteres. La vejez es un absurdo sopor de tachaduras, enmendando recuerdos, rumiando huellas sin sentido de fantasmas, rememorando canciones y noches de colores. Olvidamos los días cuando brotaban pájaros de nuestros pechos y fuego azul de Revista La Avispa Nº40
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nuestros corazones. Todos tenemos razones absurdas para vivir; la mía es, una hermosa fuente donde brotan las palabras formando cascadas de imágenes; luego se transforman en bandadas de pájaros que se remontan como perros locos, después de olfatear a la sangre en celo en las espiraciones de la brisa, como estrellas merlinescas. ¡Los suspiros de otoño!, ¡esas inspiraciones que se atragantan, como erizos de arena! Solo las palabras poseen el poder para convertir a la oscuridad en aurora. Solo un buen verso nos regresa a la realidad y nos rescata del infierno. Ellos tallan con sus manos a los inmortales epitafios. Solo nosotros podemos apagar las llamas de nuestros infiernos, con la música de nuestros versos. No importa si hay otra vida, más abajo o más arriba. Para todos la noche esta llena de estrellas, pero nadie ha logrado bajar siquiera una pequeña. ¿Serán las estrellas otro espejismo de nuestros sueños? ¿Será el amor el antídoto, para soportar a la tediosa vida? ¿Será el sexo, un grito de liberación del alma? Todos añoramos una fuente de amores inolvidables, corazones dorados, espíritus de bronce, asombrosos destellos de luces; pero terminamos arrodillados a ilusiones negras que van y regresan, como los chispazos que vislumbran las centelleantes lámparas de las tempestades; como el tiempo que se aleja dando pasos lentos; gotea como esperma de los labios del último desencanto. Ya no me importa que el tiempo o la vida me ignoren. El tiempo del monzón trae destrucciones y esperanzas. Se secaron una a una las expectativas, tratando de englobar lo inabarcable; con su luz las utopías podrían germinar al silencio profundo de nuestra alma, después de arrancarnos la vida con los garfios de los amorosos besos. Despreciamos la belleza emplumada de las metáforas que vuelan, como pétalos de margaritas, hasta que la soledad atraca en nuestro corazón, para nunca más volver al mar de las tempestades. Vivimos fundiendo nombres con pasión a la cera perdida, pero el fuego jamás engendra dos veces igual al milagro; todas poseerán características invisibles muy particulares y las amantes, o las mujeres que han amado, saben muy bien a qué me refiero. El fuego impío en el pensamiento es incesante, como la lucidez ciega que se necesita, para hundirnos sin prevenciones en los brazos del mar. Ese mar que es fruto de tenebrosos ríos y construido sobre los recuerdos de los muertos. Aprendemos a sobrevivir dentro de hermosas ciudades invisibles, lejos del fulgor de los espejismos y de las palabras envidiosas de los necios. No inventemos sueños sobre las decadencias de los tiempos que eran de oro; no fantaseemos incendios, para no tener que imaginar la belleza sobre las ruinas. Adiós, adiós, adiós, deliciosa dátil; hechicera de los deliciosos silencios que matan. Abre la puerta de la jaula para robarle un beso a esa picaresca sonrisa de niña que esconde con ingenuidad sus pecados. He aprendido y canto, escuchando los monólogos de las tempestades invisibles que embestimos. ¿Por qué olvidamos las enseñanzas de los escombros y de las cenizas? Te amo. Huye porque para mí, la belleza son las doce de la noche. Tu perro vagabundo.
Héctor Cediel
(COLOMBIA) hcediel@yahoo.com
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Muerte en una página El hombre sonreía. Yo me preguntaba quién demonios era y qué escribía todos los días, allí en la biblioteca. Parecía tenerme predilección. Me preguntaba cosas. Yo le comenté lo mal que me sentía ante el hecho de que, en esa limitada biblioteca pública, no hubiera algún libro de William Faulkner. Podría resultar un hecho trivial: pero lo cierto es que un día, estando harto de las limitaciones de la biblioteca aunque más bien por el mero hecho de quejarme y despedir malhumores, fui a preguntar al mostrador por El ruido y la furia. –Acá, señor –me dijo sin embargo la bibliotecaria– siempre tuvimos El ruido y la furia. Y cuando volví, sumamente sorprendido y apoyando el libro en la mesa, el hombre que escribía me sonreía, por encima de su carpeta llena de tinta azul. Parecía decir: lo he hecho. –A vos –me dijo entonces, junto a mí– te gustaría escribir. Pero no es cosa fácil. El gran poder no es cosa fácil de administrar. Oh, páginas y páginas, viejas y amarillas páginas como corazones de tinta impresa y papel. Parecían respirar. Parecían vivir. Oh, misterioso poder, el de los libros y la escritura, murmuraba yo a veces. El hombre me miró, intensamente, como tomando una decisión. Un día efectivamente me dijo: –Sí, sí, escribir es como dominar el mundo. Es un poder –decía– difícil de administrar. Pero todos merecemos nuestra oportunidad. Continuó escribiendo, sin decir otra cosa; en ese momento sentí un poder inmenso, un poder inexplicable. Nunca voy a saber del todo, creo, porque entonces abrí mi cuaderno. Sintiendo como una electricidad en la mano, escribí: Llueve. Tras las ventanas vi caer, con no poca sorpresa, poco a poco una lenta, una apabullante, una increíble lluvia sobre Buenos Aires. Por encima de su carpeta, el hombre me sonreía… como el general que acabara de dar la venia a su coronel. Me dije: soy el más dichoso de los mortales, tengo todas las posibilidades. Puedo obtener lo que quiera… Pero entonces, igual de soberbio que ineficaz, escribí: Soy el hombre más rico del mundo. En ese momento el hombre se acercó. Me dijo: –No, no, eso no –explicó–. Ya veo que no merecés el poder…, como tantos otros. Y a una señal suya lo seguí, por las mesas de la biblioteca, hasta llegar a ver en su cuaderno abierto la explicación de mis poderes, la explicación de quién soy –palabras– al leer precisamente, bajo mi nombre escrito, las siguientes palabras: El soberbio morirá; pero diez minutos más le serán concedidos, para escribir esta historia. Estoy a punto de morir, voy a morir. Acaso piensen que esta historia no es más que palabras, únicamente palabras. Pero un nombre no es otra cosa que una palabra. Y yo sé, al borde de la muerte, que una persona no es otra cosa que palabras. El hombre sonríe; pero acaso, luego del punto final, me aguarde otra página en blanco. La gran, la eterna página en blanco. Daniel Gómez - (ESPAÑA) - arboces@yahoo.com.ar Revista La Avispa Nº40 22
Brecha generacional
y yo le dije a mi vieja: vieja, voy a ser creativo en una agencia de publicidad. Y mi vieja, mientras picaba tres dientes de ajo para las milanesas me miró de reojo y me contestó: yo no sé a quién saliste así, ¿por qué no te buscás un trabajo común? Y para no explicarle que un trabajo común depende de un sistema productivo que funcione, y para que un sistema productivo funcione necesita un buen soporte publicitario, me ahorré ese laburo y le comenté: mirá, es fácil, ponele que un día vas al almacén y encontrás un afiche pegado en la vidriera que tiene impreso un billete de diez mangos gigante, pero no son diez mangos porque en vez de la cara de Belgrano tiene la de don Vicente, el de los fideos viste? Ella, que ya estaba batiendo los huevos, mantuvo su posición de incredulidad con un: ¿y? Entonces yo seguí: y claro vieja, arriba del billete dice: “Para hacer un país grande hace falta pasta”, y abajo: “De la gran familia Fagnani, a todos los que tienen vocación de argentino”, y vos por ahí sin darte cuenta salís contenta del almacén, porque entre tanta gente que se va, tanto corte de ruta y afanos, alguien está reconociendo el esfuerzo que hacés todos los días para estirar la plata y llegar a un almuerzo más, y la próxima vez que vayas a comprar fideos vas a ver la carucha de don Vicente en un paquete, te vas a acordar del afiche y vas a escuchar al viejo que te dice: lléveme doña que soy su amigo, o algo así. Mi vieja, que ya había metido los bifecitos en el mejunje, por fin pareció entender y con una sonrisa enorme me contestó: ¡Ay hijo! ¿vas a trabajar en una fábrica de fideos?, andate bien arreglado y deciles que sabés inglés, parece que no pero todo ayuda.
Gustavo Ortiz
elorni65@hotmail.com
INTERVENCION
Sólo puede pensar en su dolor. No hay otra cosa que ocupe su mente. Los músculos se le contraen una y otra vez a ritmos irregulares. Tan irregulares como las pérdidas que tuvo que enfrentar en su vida. Garúa. Se relaja en la cama tratando de minimizar la sensación encorsetada y cuando los puñales desaparecen recuerda. Él dijo que la dejaba por otra. Y ella fue extrayendo ese filo de a poco hasta que quedó un hueco sin nombre. Las hojas caen buscando descanso en la vereda. La revancha duró lo que un suspiro. Al día siguiente rodó por una escalera. Y se vio caída en la puerta de su casa, con ese dolor infame y profundo que mató a su madre en instantes. Ahora resiste. Aprendió a resistir sin llorar. Las nubes negras encapotan la atmósfera, como estos músculos rebeldes que se le agarrotan sin razón aparente. La tormenta amenaza con desatarse pero los nudos son fuertes. No hay razón para que la gente se muera, piensa. Y sin embargo, aunque aprendió a no llorar, duele. El viento rompe ramas, arranca chapas y esconde pájaros. Él no la engañará nunca más. Ella está en una cama de hospital. Pronostican que para el resto de sus días. Su hermana le dice que es mejor estar aquí que en la cárcel. Tal vez. Pero creía que él la amaba. ¿Qué dios colocó ese cuchillo sobre la mesa?
Lidia B. Castro Hernando
castrohernando@gmail.com
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Notas y ensayos Postales de la caída:
Apuntes para una teoría atomizada de la pérdida del sueño (americano). In the days we sweat it out in the streets of a runaway American dream… (B. Springsteen)
por Guillermo A. Blanda . guillopercal@hotmail.com (Rosario)
Postal #1: En los suburbios Neddy Merryl nadando por treinta piletas de agua verdosa, verde de Gin con Martini, verde de invierno súbito. Johnny Hake robándole dinero a sus vecinos y amigos; furtivo, absurdo, ridículo. El adolescente de Powder Hill gritando: “Malditos sean todos (...) Malditas las luces bajo las cuales nadie lee, maldita la música constante que nadie escucha, malditos los pianos que nadie sabe tocar, malditas las casas hipotecadas hasta los caños de desagüe, malditos por saquear de peces el océano para alimentar los visones cuyas pieles se echan encima, malditas sus estanterías donde hay un solo libro: una guía de teléfonos encuadernada en brocado rosa. Maldita su hipocresía, malditos sus eufemismos, malditas sus tarjetas de crédito, malditas sus rebajas constantes del indómito espíritu humano, maldita su pulcritud, maldita su lascivia. Y malditos sobre todo por haber diluido la potencia, el hedor, el color y el ardor que dan sentido a la vida. Aullemos, aullemos, aullemos.” Los personajes de John Cheever, no sólo los tres que acabo de citar, funcionan como forzados antihéroes de la clase acomodada en decadencia que habita los suburbios que circundan a las grandes ciudades, jóvenes ejecutivos que a mediados de los sesenta van desmoronándose junto a la economía del país y que comienzan a terminar de perder el sueño. Postal #2: En el borde Los antihéroes moldeados desde la brevedad y contundencia casi de haiku por Raymond Carver se sitúan, a diferencia de los Cheever, en el borde mismo de la experiencia sensible, refutando categóricamente el carácter de no transferible de la misma. Nos encontramos aquí con personajes para los que el american way of life no es más que un anhelo imposible, un concepto inalcanzable: se plantea una lucha por el acceso a algo que ya les fue negado a priori. Los personajes carveanos están siempre al límite, al borde de un colapso irreversible: los matrimonios siempre están por destruirse, los empleos siempre por perderse, los ex alcohólicos en rehabilitación siempre por desempolvar la redentora botella de Jack Daniel´s. El sueño americano se deconstruye antes de ser siquiera pensado en tensas vigilias. Profesor en Letras (U.N.R.). El nadador (1964). El ladrón de Shady Hill (1956). Bullet Park (1968). Revista La Avispa Nº40
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Postal #3: En la marginalidad Y para cerrar esta tríada, está el antihéroe bukowskiano. Los personajes de Charles Bukowski están inhabilitados para soñar; no porque carezcan de imaginación, sino porque no puede soñar aquel que no tiene donde dormir. Estos son parias que han perdido la pulsión para todo menos una cosa: la revancha, la venganza de los malditos: para ellos el sueño americano es esa señora gorda y arrogante que pasea durante horas por los malls californianos indiferente a lo que sucede en el mundo exterior; donde soñar es un lujo, un exceso, un crimen obsceno. Postal #4: En Nueva York Hay un nuevo American Dream: ganar la guerra contra el terrorismo. Ya el confort no lo dan más los electrodomésticos, los coches, los jardines delanteros; ahora lo único que da confort es la seguridad, y el único deseo de los americanos es recuperar ese halo de invulnerabilidad del que gozaban antes del atentado a The Twin Towers. Y este nuevo sueño tiene un nuevo emblema, un nuevo héroe: Jack Bauer, héroe ambiguo si los hay: el irrompible agente antiterrorista es tan aclamado por los demócratas (no cree en guerras injustificadas ni tolera daños colaterales) como por los republicanos (es capaz de torturar y matar, sin inmutarse, por el bien de su país y responde al prototipo requerido por el imaginario del heroísmo anglosajón tradicional, desde William Wallace hasta John Rambo). Por esas cosas extrañas que tiene la ficción, en este caso antes que el héroe existió su némesis: Benjamín Sachs , el inolvidable personaje de Paul Auster cuyo mayor deseo era volar la estatua de la libertad. Postal #5: En Minsk En su magistral novela Libra, Don DeLillo nos ofrece una tan verosímil como inquietante reconstrucción semificcional del asesinato de Kennedy y de la atmósfera general de aquellos años en que la inexorable Caída del Gran Sueño Americano dio paso al secretismo gubernamental. Pero lo que más llama la atención del libro es la versión que el autor ítaloamericano nos ofrece del inefable Lee Harvey Oswald. Lee, desencantado con el american way of life y sus circunstancias, decide abandonar la marina de su país y exiliarse a la URSS, donde pretende cumplir su alocado soviet dream, del que al poco tiempo también se desencantará para volver a EEUU y ser la cabeza visible de la famosa conspiración para matar a Lancer. Postal #6: En el Dirty Blvd.. Los inmigrantes no tienen derecho al sueño americano. En el sucio bulevard, canta Lou Reed, un hispano que tiene nueve hermanos mira por la ventana sin vidrio. Allí nadie sueña con ser abogado o médico o nada por el estilo, allí todos sueñan con poder traficar en el sucio boulevard para, un día, desaparecer, volar de allí. And fly fly away. Postal #7: En Jungleland Muy pocos artistas han tenido la capacidad de narrar la Caída del Sueño americano con la fuerza y la economía descriptiva con que lo ha hecho Bruce Springsteen. Acá van dos fragmentos de dos de sus más reconocidas canciones para ratificarlo:
Leviatán (1992).
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Algún día, nena, no sé cuando Llegaremos a ese lugar al que queremos ir Y pasearemos al sol pero hasta entonces Vagabundos como nosotros, nena Nacimos para correr. (Born to run, 1975). Trabajo en la construcción Para la Johnstown Company Pero últimamente no hay mucho trabajo Por culpa de la economía Ahora todas las cosas que parecían tan importantes Señor, se han desvanecido en el aire Yo hago como si no me acordara Mary hace como si no le importara Pero recuerdo cuando íbamos en el auto de mi hermano Su cuerpo bronceado y húmedo junto al pantano (...) Ahora esos recuerdos han vuelto para acosarme Me persiguen como una maldición ¿Es un sueño una mentira si no se hace realidad...? (The River, 1980). Postal #8: En Hollywood Cuando la noche se hace tema, los colores primarios flamean cansados. Entonces el sueño, desde las entrañas del Pacífico, se condensa hasta alegorizarse en la bella camarera de Ferrara , que pregunta con voz ahogada a cada estadounidense con insomnio: Did you miss me, darling?
The Blackout (1997).
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DIA INTERNACIONAL DE LA POESÍA CHARLA CON LOS ESCRITORES: ELIO APRILE Y RAFAEL OTERIÑO
realizada en la sede de SADE seccional Atlántica 21 DE MARZO DE 2008
El Día Internacional de la Poesía fue proclamado por la Conferencia General de la UNESCO y se festejó por primera vez un 21 de Marzo del año 2000. Su finalidad fue fomentar el apoyo de los poetas jóvenes y unir la Poesía con las Artes mediante la expresión cultural. El poeta es el responsable de dejar escrito las vivencias de la sociedad mediante los temas de actualidad y es una herramienta que permite a la sociedad reencontrar y afianzar su identidad. Como dice el director general de la UNESCO, la poesía nos ayuda a convivir.
POESÍA: ¿PALABRA MÁGICA?
años, fue mi experiencia inaugural y nunca la abandoné hasta recién. Solía escuchar demandas; no era extraño que mi mamá enterada de que su hijo escribía poemas, me pidiera que recitara frente a mis tíos. Pocas cosas me han torturado que recitar un poema para el tío o la tía... Andando los años, ya como profesor, veía a los chicos, algunos que andaban con su manojo de poemas, como a hurtadillas, pisando en puntas de pie, como quien lleva un pecado o una vergüenza. Así, en la reflexión colectiva les hacía entender: ¿Quién debe avergonzarse? ¿Aquél que tiene espíritu, alma, magia, que se sorprende de la belleza y escribe poemas? ¿O los otros, los que se burlan del poeta? A tal extremo hemos tergiversado la percepción de lo valioso que escondemos lo que escribimos. Y cuando lo hacemos público, normalmente entre los adolescentes –que suelen ser tan crueles–, lo degradamos, lo escarneamos, lo sometemos a humillación. Entonces, cerrando esta parábola ¿uno dice por qué escribimos? No tengo ninguna duda: escribimos para no morirnos de soledad. Escribimos porque es irremediable. Escribimos como respiramos. Escribimos por que necesitamos que la palabra se convierta en un puente que nos haga sentir que el OTRO puede ser parte del NOSotros. Toda poesía, una palabra poética es una invocación. Un intento de liberar los monstruos que se agitan dentro de cada uno de nosotros.
Responde Elio Aprile: En realidad el Arte es magia. Las palabras no son más que pretextos para que ejercitemos esa magia. La palabra poesía, riquísima palabra que entre los griegos no sólo significaba la poesía como hoy la entendemos, esto de palabra escrita entre fantasmas y duendes vestida de belleza, sino aludía en general a lo bello como lo contrario de la praxis, es decir la diferencia que había entre la sobrevida, la lucha por no desaparecer, la lucha por la existencia y la vida trascendente, la vida humana aquella que no se conforma sólo con su condición zoológica, como un medio de durar sino aquella que aspira a ese plus ultra que está posibilitado en toda condición humana. Aunque lamentablemente no todo lo humano en la poesía se da, ya no como escritor sino como lector de la poesía que otros puedan escribir o recitar. Me parece que estamos viviendo un tiempo de desprecio, un tiempo peligrosamente utilitario, utilitarista, economicista, un tiempo que ciertamente cada vez reduce más los espacios donde el arte en general y la poesía en particular tengan un rincón. Salvo que ése arte pueda ser comercializado, entonces en primer lugar se convierte en objeto comercial y luego, acaso evaluada como obra de arte. Cuando era chiquito empecé a escribir los primeros poemas, exactamente a los ocho 27
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la poesía están un poco confundidas, están un poco cortadas y que realmente no hay un encuentro fraterno entre el poeta y el lector no iniciado. Con esto estoy diciendo que de alguna manera, los que practicamos, los que leemos poesía también estamos en el círculo vicioso de ser escritores, pero maravilloso círculo vicioso, por cierto. Las crónicas de nuestro tiempo muestran que cada vez son más las legiones de personas que viven en contacto con la poesía. Este es un tema que la poesía misma debe plantearse. ¿Y por qué ocurrió esto? Seguramente porque no sólo es el decir de un sujeto que afirma y que sabe lo que quiere decir, sino que también la poesía es un decir de alguien que se encuentra en plena incertidumbre. El poeta que se encuentra en plena incertidumbre, que no tiene los contenidos tan precisos, tan claros, sino que escribe para esclarecer zonas. Y tal vez, en el mejor de los casos, puede dar por concluido el poema, o el poema expía en él, cuando una pequeña zona ha sido esclarecida. En ese sentido –como decía Elio al principio y estoy de acuerdo con él– la poesía tiene una magia. Una magia ciertamente en el sentido de que “es algo que proviene de otro lado”, se precipita sobre uno. Y también hay una magia técnica, que es la confección del poema. El hacer un poema. Ahí hay una habilidad, una artesanía, una artisticidad, algo que se puede saber de antemano pero que normalmente se aprende con el uso de la escritura por eso la magia está próxima a la poesía. Inclusive me animaría a decir que también en el sentido más laxo, más llano, más elemental de la magia, porque los poetas son los que hacen “nacer peras al olmo” o sea crean una realidad donde no preexistía algo. Y eso es un tema que se las trae, porque esto de “dar peras el olmo”, crear una realidad que no preexistía, es una de las funciones de la poesía: ensanchar la realidad.
A los que vestimos bellamente, los pintamos de belleza y los largamos al mundo para que nos duelan menos. O si lo prefieren, para compartir dolores. Para eso escribimos. Esto es la poesía. Sustancialmente es un gesto de supervivencia. Sustancialmente es un pedido de auxilio. Es un hombre puesto a navegar hacia lo más íntimo de su territorio, es un hombre que se atreve a lo que no todos se atreven. A darle un abrazo, un fuerte abrazo al forastero que usualmente habita dentro de nosotros. Las sociedades alienadas, masificadas, sometidas a los titiriteros que concentran el poder, son sociedades donde sus individuos pierden la calidad de persona. Y respiran, viven, y gozan, sufren y mueren sin haberse dado cuenta, acaso, alguna vez de que dentro de ellos hay una CRIATURA para la que son absolutamente desconocidos. La poesía en todo caso es un camino, sinuoso, arduo, árido muchas veces, que nos permite encontrar, cara a cara, de frente a esa criatura que vive acurrucada en un rincón de nuestro interior. Todo lo demás es fiesta, todo lo demás es belleza, es música. Entonces la poesía puede alcanzar cumbres, conmociones, elogios, aplausos, páginas escritas, pero originariamente, en la intimidad de su nacimiento, la poesía es un alma desgarrada que trata de zurcir sus propias heridas a fuerza de enfrentar la tristeza. Responde Rafael Oteriño: La poesía si algo tiene es una conducta de humildad, La humildad en lo que hace a la espera de eso que se quiere escribir, de eso que está en el horizonte de la escritura y que tanto nos cuesta darle forma. Y humildad también frente a la espera de un lector que muchas veces no llega o que tal vez llega tarde y cuando llega, a veces deja el poema de lado. ¿Por qué? Porque nuestro tiempo ha mostrado que las claves de Revista La Avispa Nº40
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Una realidad oscura, indescifrable, escasa, enigmática, falta. Ésa que podemos sentir todos como personas, que desde ya no es todo lo convencional, lo desconocido, no es lo que está frente a los ojos. Hay algo más. Bueno, ahí la poesía trabaja sobre esas zonas. La zona de lo tangencial, de lo oscuro, lo crítico y trata de darle un sentido. A veces la poesía llega a lo oscuro, produce el poema, trabaja sobre el tema y el poema sigue siendo oscuro. El sentido a veces es luz y a veces es oscuridad, ¿pero qué hace? Convoca a un lector para que entre los dos produzcan el sentido. También en ése aspecto Elio decía que la poesía está unida a la Vida. Y acercándonos al remoto sentir de los mediterráneos, a los griegos, la poesía significa CONSTRUCCIÓN, es decir es TRABAJO. La poesía es un atributo de todo lo existente. La poesía no está sólo en los poemas, lo poético está en nuestra imprecisión como hombres. Pero cuando hablamos del poema hablamos de un trabajo del poeta. Eso supone alguna magia técnica, alguna habilidad para hacer que ese fenómeno de la poesía se produzca a través del lenguaje o sea la PALABRA. Y el poeta no trata las palabras de un modo convencional. El poeta produce el ensanchamiento de las palabras. Las palabras le son insuficientes en el sentido más ortodoxo, al poeta no le bastan de esa manera, las utiliza en un sentido figurado, para encontrar algo que la palabra originariamente contenía, pero que el uso convencional lo había cifrado a una connotación muy precisa, muy chica. Entonces los poetas lo que hacen de alguna manera, es trabajar sobre la palabra originaria, la palabra como nació, cuando recién salía de los labios y quería expresar una queja, un dolor, un amor. Por eso es que a veces los poetas utilizan un lenguaje un poco ininteligible. ¿Pero para quién es ininteligible? Lo es para el sentido convencional, no es el mismo sentido que se utiliza para un expediente tribunalicio,
una ordenanza municipal, para una comunicación de entendimiento. No. El poeta le da otro sentido, el primer sentido seguramente no es el que lo lleva a escribir, el poeta no quiere más de lo mismo. Quiere otra cosa. El gran confeccionador de imágenes como fue Platón, sin embargo cuando quiso formar su República Ideal, en Siracusa, en la Magna Grecia, al sur de Italia. Ahí, de la mano de Dionisio, se preguntaba ¿qué es esta cosa rara? Él que había sido el que mejor había creado alegorías, imágenes absolutamente poéticas. Sin embargo en su República, echa a los poetas. Los poetas no pueden participar porque confunden la realidad. Porque los poetas dicen que “el árbol es padre”, o que “el agua es madre”. ¿Cómo puede ser esto? Esto no es bueno para La República. Porque la República tiene que tener fines muy prácticos, convivencia social y proyectos para todo. Platón los expulsa parta defender la finalidad de la República porque los poetas tienden a decir otra cosa, a completar y satisfacer esa necesidad de ALGO MÁS que está en nuestra condición humana. Por eso me parece que la primera advertencia cuando nos encontramos con el poema NO ES ENCONTRAR LO OBVIO. Sino participar imaginativamente como lectores, qué está tratando de decir el poeta en sus versos. Por eso la poesía es un lugar de encuentro, está esperando al lector que venga a participar y a completar el sentido del poema, de esta manera se ensancha la realidad, se hace más rica y esas cositas que tenemos en el corazón empiezan a tener la temperatura de lo humano y esa es la función de la poesía. * Gentileza de Francisco Nortman. ** Silvia: un millón de gracias.
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Teatro SERGIO HERNÁNDEZ – ACTOR
Estrella de Mar Mejor Actor Marplatense 2008 por “Tartufo X Moliere” Riguroso consigo mismo, no es raro verlo entrenar en su bicicleta por el paseo costanero en busca de su “estado ideal” para subir a un escenario. En tanto, repite sus textos y los de sus compañeros como si estuviera en plena función. Profesional del arte de actuar sabe que también lo físico y lo psíquico suma al momento de estar parado sobre las tablas. Verlo encarnar a un hipócrita santurrón como “Tartufo”, un personaje oscuro, torpe, aventurero, lleno de argucias en afán de lucrar con su influencia sobre “Orgon”, mientras trata de casarse con su hija, en tanto seduce a “Elmira” la segunda esposa de éste, es un espectáculo digno de ver y como en todos sus personajes también “Tartufo” cobra una vida intensa en un Hernández inolvidable que no deja dudas que nació para actuar. Ha ganado en estos largos años el respeto y el cariño de sus pares. Su responsabilidad al momento de encarar una obra es conocida y es convocado permanente a formar parte de diferentes elencos. Ha transitado a través del tiempo en diversos escenarios de la ciudad y del país, en los cuales se ha destacado por su sensibilidad para emocionar o hacer reír con la solvencia y respeto de aquel que ama lo que hace. Luego de cada temporada teatral es invitado de diversos talleres para dictar actuación a lo que siempre se niega – Soy actor y si volviese a nacer solo sería actor, es mi vida y lo único que quiero para esa vida es ser feliz, dice. Es obvio que en el teatro lo logra con creces y recorre las diferentes tramas del género con generosidad. Revista La Avispa Nº40
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Nacido en Guaminí y marplatense por adopción, creció actoralmente bajo la tutela de maestros como Gandolfo, Carlos Rivas, Roberto Duran y Eugenio Barba entre otros, ha recorrido un largo camino interpretando más de cuarenta obras en donde se pueden ver títulos como “Los maridos engañan de 7 á 9” de Sixto Pondal Ríos, “Mateo” de Armando Discépolo. “La sartén por el mango” de Javier Portales. ”Cumbia, morena cumbia” de Mauricio Kartun, “A propósito de la duda” de Patricia Zangaro y otras bajo la dirección de profesionales destacados tal el caso de Roberto Moss. Montanaro. Luis Demare. Antonio Mònaco y otros tantos con quien compartió escenarios. También ha realizado numerosas intervenciones para el
cercana a la virtual, el teatro: ¿ha perdido el sentido de existir? La presencia física del actor no será reemplazada por nada. El intercambio de energía que se produce entre actor y espectador no puede ser suplido por un montaje. Estás solo con tu escena y el público. El Teatro tendrá sentido mientras exista la vida. Se juega con la idea que el teatro no comercial o independiente siempre lleva adherido a su espalda un tinte político ¿Por qué se piensa eso? Si es “teatro” es siempre político. Concíbase
cine y la televisión. Organizador y coordinador del encuentro de El teatro y la Mujer, desarrollado en los teatros Pairó y Provincial. Jurado Estrella de Mar años: 1993 - 1994. Organizador y coordinador de los encuentros de Teatro Marplatense N° 1 – 2 – 3 – 4 – 6 – 7 – 8. Organizador y coordinador del Primer Concurso de Dramaturgia Marplatense. Premio Mejor Actor Bonaerense por “El Partener” otorgado por La Comedia de la Provincia de Buenos Aires (1995). Premio Estrella de Mar - Mejor Actor Marplatense por “El Partener” otorgado por el Ente Municipal de Cultura (1996). Premio Mejor Actor Marplatense en “Teatro de Operaciones” Encuentro Regional de Teatro, otorgado por La Comedia de La Provincia de Buenos Aires (2001). Premio Estrella de Mar Mejor Actor Marplatense por Tartufo X Moliere (2008) entre otras distinciones hablan de una manera diferente de honrar la vida y muestran su lealtad puesta al servicio de un género del arte tan importante como es el teatro. ¿Cómo llega usted al teatro? El teatro llego a mí. Había hecho títeres en la escuela primaria y me convocaron al comenzar la secundaria. Desde ese momento transcurrieron 40 años de teatro. ¿Cómo inserta en lo cotidiano su labor teatral? En general lo cotidiano de mi vida tiene mucho del mundo teatral. . ¿Cuál es su límite ante una escena o un texto? No se me ha planteado como actor sentir que tengo un límite ante una escena. Busco temáticas trascendentes y en consecuencia las escenas son de cierta profundidad. ¿Qué temas no abordaría? Ninguno si está bien planteado. El planteo definirá si como actor lo encaro o no. ¿Actuar o dirigir? Actuar siempre. En el mundo actual, con una estética más
como político a las relaciones entre personas en todos los planos posibles y no al simple panfleto partidista. ¿Se piensa en el espectador cuando actúa sobre un escenario? Mi eje en la actuación es lo que pasa en la escena. Lo demás es secundario. Sé que la interacción con mis compañeros y el publico crea ese hecho vivo e irrepetible. ¿Qué tipo de teatro le provoca admiración? Cuando asistí a “Copenhague” con Tasisto, Gené y Segado salí admirado porque vi arte teatral de calidad; texto, actuación, puesta en 31
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PREGUNTAS BREVES
escena. Me sentí respetado como espectador y pensé que ese sería mi espejo y actitud frente al hecho teatral. La celebración de una escena es el ritual de una falacia en lo cual lo vital es la emanación de la verdad ¿Trabajan en la puesta en esa segunda lectura? Como actor intento mostrar la verdad de la escena. Esa ficción o falacia de la verdad como llama Ud. debe vivirse desde la actuación como la “verdad”. ¿Qué es lo que provoca que un ser humano se haga cargo del sentir de un personaje y a jugarse por él sin límites? En su pregunta está la respuesta. Tal vez los “sin límites” de los personajes serán los que como persona no nos animamos a llegar. Es grato vivirlos en “escena”. ¿Qué aconseja a aquellos que recién comienzan en esta actividad? No sé dar consejos. En mi caso armé mi camino. Cada uno debe armar el propio. ¿Qué nos puede decir como reflexión final? Si volviese a nacer seria actor.
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¿Una obra? “Las suplicantes” de Euripides. ¿Un autor? Moliere. ¿Un docente? Roberto Durán. ¿Un escritor/ra marplatense? Marcelo Marán. ¿Un actor o actriz marplatense? Favio Posca. ¿Un libro? “Cien años de soledad”. ¿Un amigo? Por suerte varios. ¿Un color? Verde. ¿Una fecha? 4 de julio 1974. ¿Un sueño? La creación de la Comedia Municipal Marplatense. Y para soñar sin límites. Con un edificio teatro propio.
Alejandro Gómez (Mar del Plata)
halegomez2003@yahoo.com.ar
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Cine y TV Oscar, 80° entrega La novela de Hollywood Este año le tocó a la novelística norteamericana: Petróleo sangriento, Expiación y Sin lugar para los débiles se basan en textos de autores prestigiosos, con mayor o menor fidelidad de adaptación. Se ratifica la tendencia a la autocrítica, a tono con el estado anímico de una población entrante en la recesión económica, lógico augur de la mirada hacia dentro. Casi faltaron a la cita los guionistas, que levantaron la huelga horas antes, pero no se sintió en la gris ceremonia de este viejo mito, viejo rito del cine mundial. A la hora de recibir la estatuilla, esta vez los actores yanquis se quedaron afuera: ninguno se llevó una a su chimenea, dado que tanto Daniel Day Lewis (Petróleo), Marion Cotillard (La vie en rose), Javier Bardem (Sin lugar) y Tilda Swinton (Michael Clayton) no nacieron en los 50 estados. Dos inclinaciones primaron entre los seis mil votantes de la Academia: premiar al cine indie, repitiendo el fenómeno de Fargo de los hermanos Coen hace una década, y prestar atención a los laterales sórdidos del Sistema, en vez de celebrar las rotundas autoafirmaciones del american dream. No es que esté cambiando nada: simplemente soplan otros vientos sociales, en virtud de un año que los analistas financieros ven bastante sombrío para las víctimas. Eso sí: ninguna obra nos rompió la cabeza, y se acentúa el recurso de hacerlas laaargas, muy largas. El amor interruptus y la Historia del Siglo. El director inglés Joe Wright pinta como sucesor de James Ivory, por su propensión a la sociocrítica sofisticada –Deseo y decepción, sobre Jane Austen, 2005–, o sea, el cuestionamiento a los prejuicios de la estructura de clases observados en dimensión histórico-reconstructiva; como a su noble antecesor, le gusta elegir un novelista a fin de sostener una trama sólida, y ahora seleccionó a Ian Mc Ewan, y llamó a su film Atonement, expiación o reparación, que aquí se estrenó doblada en sobreabundancia, Expiación, deseo y pecado. Lo que hace interesante a la película es su maniera narrativa, que supera a la trillada caterva del
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melodrama en base al amor contrariado niña ricasirviente pobre. Su punto de vista es el de la púber aprendiz de dramaturga Brony (Saoirse Ronan a los 13, Romola Garai a los 18 y finalmente Vanessa Redgrave, la escritora ya anciana), celosa de su hermana mayor Cecilia (Keira Knightley) y de su pasión hacia el plebeyo Robbie (James McAvoy). Una muy inteligente labor de montaje trunco cada vez que parece afirmarse una realidad, le da al relato un tempo ambiguo, que se habrá de desdecirse, y por lo tanto releerse en forma retrospectiva, cuando la Brony adulta, ya famosa como autora, y paciente terminal, confiese la verdad. Entonces un amor lleno de esperanza, que aborta un crimen falso y la segunda guerra, se convierte en otra imposibilidad de clase, otra carcajada del destino dispuesto a subrayar la voladura de los puentes, en este caso usando a una adolescente malvada, la cual, enferma de culpa, reescribirá luego como novelista los episodios forzando un final de ficción feliz para redimirse. Ian McEwan, igual que su transcriptor a largometraje, se enraiza aquí en la temática de un coterráneo, Graham Greene, la saga moral del pecado, la culpa y su purgación liberadora. Pero McEwan, con discreción bien británica y sin background católico, acerca el lente a su sociedad, antes que a la política, tan afín a Greene, e inserta la literatura, y por ende el cine, como conjuro reparador del mal, la justicia poética que suple la ausencia de la Gracia divina. Wright, claro, no pasará al diccionario de los grandes cineastas, y sin embargo tiene algunas preseas, Grupo delapalabra
como un extenso plano secuencia sin costuras alrededor del desembarco en Dunquerque, con todo la tragicomedia de una guerra. Buenos laderos en los renglones estéticos se ganaron su nominación, la música a cargo de Darío Marianelli (que ganó en su rubro), el diseño de Sarah Greenwood y Katie Spencer, la fotografía por Seamus McGarvey. Afortunadamente alejado de las cámaras, el guión lo firmó Christopher Hampton, capaz de buenos productos en rol directriz (Carrington) y también bodriazos (Imaging Argentine), Expiación no mojó en los Oscar fundamentales. Tenía demasiado rival enfrente.
les, sabe dirigir actores-paradigma de Hollywood en situaciones de riesgo (Marc Wahlberg, el mismísimo Tom Cruise, Sandler, Lewis) y los mira crecer fluctuantes entre el ego triunfador y la derrota psicológica. La muy larga Petróleo sigue esas huellas. Nombré a Welles y sin duda le cabría grande de sisa, como a cualquiera. Sí le encaja en cuanto a la biografía de un codicioso acaparador, de tierras empetroladas aquí, y sus oscuros designios de poder infinito, que corroe las vidas a su torno para quedarse solo en su castillo sin límites, onda Charles Foster Kane. Al principio lo vemos sacrificado, prototipo del héroe americano en busca de su lugar en la prosperidad, y después hincado en el uso-abuso de sus semejantes, transándole a los devotos pastores tierra improductiva por centavos a sabiendas de que bajo sus pies burbujea el líquido tesoro. Igual que el feroz racista de Pandillas de Nueva York (Scorsese, 2002), Day Lewis es un perverso dueño de vidas y haberes a las que desprecia y manipula, pero aquél era de una pieza, sin matices, mientras Plainview evoluciona en brutalidad a medida que envejece y acrecienta su fortuna, de complexión más intimista y con sus alternancias de silencio y estallido, como sabe modular Anderson. El antagonista ahora es un beato lampiño al que adivinamos no menos capcioso y dobleintencionado (brillante compañero de fórmula Paul Dano), quien no simboliza precisamente el Bien frente al Mal. El resto consiste en paladear la gigantista interpretación de Daniel, ese final teatral en su salón de bowling, el gesto torcido de maquieta en su cara, antológico y válido por todo el film, una caricatura trágica. Se lo ha comparado con el self-made man de Coppola (Tucker, 88) y de nuevo de Scorsese (Howard Hughes El aviador, 04): no obstante carece de reivindicación y de lucha antisistema, él mismo entraña el sistema en sí, cruel y abandónico hasta el crimen y obsesionado por alejar de su vida a la gente y a los sentimientos elementales. El Sueño Americano visto como pesadilla social y personal.
Ciudadano Plainview- Upton Sinclair fue un narrador prolífico si los hay: casi cien libros en la década del 20 y una militancia denuncialista de izquierda absolutamente inusual en su medio. Oil!, soberbio bodoque de 800 páginas, parecía presagiar la bancarrota inminente de Wall Street, resultado de la especulación y la fiebre de riqueza desquiciada del capitalismo, y hoy merece una lectura de tangible videncia, cuando al oro negro se le adjudican varias guerras de intervención por su monopolio y se le ha vuelto carísimo y cada vez más escaso a Occidente. Petróleo sangriento, que en su versión original tiene prístino acento bíblico –There will be blood, o sea Allí habrá sangre, revisa el proceso de apropiación despiadada de los acres bajo cuya bucólica paz agraria se oculta el disputado bien, a través de la aventura personal de su modelo humano, este Daniel Plainview –nombre bien parlante– que Daniel Day-Lewis edifica a su equipaje épico, shakespirianamente sobreactuado. Del cineasta, Paul Thomas Anderson, existe tela para cortar. Tenía 26 años, como Orson Welles, al momento de sorprender con Boogie nights (su segundo largo, 1997), borrascoso buceo al submundo de la pornografía; Magnolia (1999) volvía a quebrar moldes previsibles mixturando personajes al estilo de Altman con toques surrealistas –la famosa lluvia de sapos--, y Embriagado de amor (2002) dislocaba la comedia amorosa de caracteres poniendo al ciclotímico Adam Sandler componiendo menos a un bufón como a un ser conflictuado en busca de realización. En pocas palabras, si identificamos una línea de conducta, a PTA le gusta enfocarse en los desarrollos individuaRevista La Avispa Nº40
Lugar para el arenero negro. La tercera novela pertenece a Cormac McCarthy y se llama No country for old men, léase No hay país para los viejos, traducido caprichosamente como Sin lugar para los débiles. Por primera vez los hermanos Joel
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a su trabajo”, comenta el ranger Jones. Detalles entre irónicos y perversos que ponen al receptor como una ballesta: el asesino imperturbable deja un envoltorio de caramelo sobre un mostrador y éste se despereza como una oruga amenazante; el hiperbólico silenciador que arrastra y hace temer su acción antes de su efecto; los disparos que llueven pero matan sin ruido; un charco de sangre que Bardem/Chigurh esquiva sentado mientras habla por teléfono. Epifanías del lenguaje cinematográfico que los Hermanos prestidigitan casi al pasar. Quizás, no obstante, su mejor logro juntos haya sido Barton Fink (1991), el más meditado y original al menos; andando los años todavía se ven superiores la surreal Educando a Arizona (1987), la cínica antibiografía El gran Lebowski (98) o la comedia de parodia homérica ¿Dónde estás, hermano? (2000), aunque no tuviesen tanto eco en su momento. Según dijimos, el final abrupto desorientará, o decepcionará. Hubo una decisión deliberada que, aceptémoslo, tiene un sentido –el trayecto de crimen nunca cierra. Estos Oscar habrá que verlos a la distancia. Cuesta pensar que representan lo mejor de USA en el 2007. ¿Fatiga creativa, apuesta a lo seguro, predilección por releer viejas historias? La respuesta, el año entrante.
y Ethan Coen adoptan un discurso ajeno en tren de filmar y se toman sus licencias. A pesar de los elogios y los premios, debemos admitir, y advertir, que al público común le quedará la sensación de incompletud. Destaquemos la precisión del clima, tenso y existencial, en cuya puesta los Coen son verdaderos maestros. Vuelven a prosternar su plot ante el desierto del mid west y a partir de su perfil de western y road-movie, barbota un reguero de persecución con un suspenso de cable estirado, sonido ambiente apenas y medias palabras, lacónico, austero y al mismo tiempo sin límites como las arenas de Texas. Sin el humor macabro de Fargo (1997) ni los guiños cinéfilos de Simplemente sangre (1984) y De paseo a la muerte (1990), los Hermanos retoman el sendero que algunas concesiones fallidas (El amor cuesta caro, 2003; El quinteto de la muerte, 2004) parecían dejar vacante. Puro y duro thriller hard boiled, variante in crescendo de sus anteriores policiales, género que tanto supieron reescribir, el argumento también repite un topos: el perejil que encuentra una valija llena de dólares en medio de cadáveres fusilados (Josh Brolin) y cree que podrá huir indemne. Un ejecutor frío y sanguinario como una navaja (Javier Bardem en otra puntillosa composición), un cazafortunas sin suerte (Woody Harrelson) y el sheriff que narra el episodio, inocuo y melancólico (Tommy Lee Jones) jalonan de afluentes su escapada, patética en su candidez pero sin lugar para la empatía del espectador: leales a su dial, los Coen nunca juegan la carta emotiva y condenan a todos, despiadados en su universo ético, a tono con la codicia, o el simple puesto funcional, de sus criaturas. “Murieron de causas naturales...
Gabriel Cabrejas
(Mar del Plata) gabcab2003@yahoo.com.ar
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Carta a René Villar La criatura de la inmortalidad ataca por la espalda Quien ame demasiado a la Poesía es capaz de tomar por asalto los infiernos más ocultos, arrancarle los ojos al demonio para comérselos luego como uvas maduras, vender a la luna como esclava y reducir el mundo a polvo. Quien ame demasiado a la Poesía no tendrá el rostro ártico, el invierno en las manos el féretro en el alma. Quien ame demasiado – René Villar Sábado 5 de abril de 2008
Querido René Villar: Hermano, amigo, te saludo. “Saludo en vano / el origen del recuerdo / Aerostático / … / Casi desnuda / el olor y la flecha / baba / amplia / se fueron tiñendo al alcance de los poetas / las paredes / masturbábase / … / He hablado con Adán. El viento levanta polvo y cubre a los dioses. Adán es infinito.” René encarna hoy el siempre. “Silencio del silencio la Poesía.” Revista La Avispa Nº40
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Discutido, anárquico, ebrio, resistido, único. Poeta dadaísta, surrealista, maldito, conocedor de lo griego. Haciéndolo suyo en su voz poética. Poeta que siempre esquivó el libro. Adalid de la oralidad, lo artesanal, meticuloso, letrista, músico, pintor. Un rayo fulgurante: 40 y pico como Ricardo Güiraldes, Jack London, Horacio Quiroga, se fue joven. En 40 años ese hombre que es mi amigo, huésped de mi casa, alma mater y anfitrión. Ecce uomo. Hijo de madre, hermana muerta, padre ausente. No soportó tanta muerte se hizo uno con ella. Tarde los amigos nos dimos cuenta. Él, ese celta, abril 2007 me hospedó en su casa, presencié la construcción de estructuras célticas. Un fogón de pesadas piedras, quizá su último esfuerzo físico por transformar la desolación. Tan flaco, tan Quijote, Gandhi, él en su huelga de hambre por/para siempre hasta la inmortalidad. ¡Oh hermano!, pude insultarte en vida, mientras observaba los dos tubos, suero y transfusión. Confusión. Te alzaste en la cama con tu último aliento y me amenazaste. Fuiste un instante ese René que en las maratones gritaba: ¡¡Silencio, se está leyendo poesía!! Te di un abrazo, supe, el último. René Villar quien durante 15 años organizó maratones, encuentros, congresos. Aquel al que le costaba delegar. Supo tener un par de amigos incondicionales. A las 5 de la tarde, en el auditorio de Luz y Fuerza en 1997: 24 horas de poesía y arte que se extendieron un par de horas más. Hizo de la poesía su trabajo, vida, primera y última causa, con el estoicismo de un espartano y el disfrute de un ateniense. Tomador de postas, atleta de la poesía. Maratones en baires. Desembarcos y peleas con Maldita Ginebra. Conductor creador de la Fundación de Poetas de Mar del Plata que terminó siendo de toda América. La Fundación casi una novela de Isaac Asimov, una entelequia abstracta, dadá, griega, surreal. ¡Oh hermano René!, cuánta falta nos hacés con tus anémonas videntes, tus encuentros, congresos, tus incontables direcciones de mails, tu capacidad de trabajo, nos dejaste guachos pero vivos, debemos sacudirnos el luto, seguir adelante. La criatura de la inmortalidad ataca por la espalda, tú eres ahora esa criatura inmortal.
Ricardo Giménez
N de la R: Conocí a René aproximadamente en 1993, me lo presentó mi amiga Marcela, me dijo: un poeta de verdad. A partir de ese momento comenzaron reuniones, cafés literarios y el nacimiento de la Fundación con otras personas que fueron pasando. René siempre estuvo. Secretario General de la Fundación. Nervio motor Incansable casi rondando la locura. Poeta en estado puro. Ahora físicamente nos dejó. Su porte delgado de poeta amigo está caminando un camino y sólo nos resta tomar su bandera. 37
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Plástica MATISSE Y EL FAUVISMO Generalmente las manifestaciones del arte se relacionan entre si, quien hace música, poesía, arquitectura, pintura, dramaturgia se ve inmerso en un mismo movimiento y la obra se ordena en la misma dirección en las distintas áreas. Esta afinidad no la ofrece la pintura de la mitad del siglo XX. Se considera que el artista pintor busca constantemente nuevos recursos ideando expresiones exclusivas que se alejan de toda semejanza de la naturaleza, del arte mismo, sin acercarse a los maestros antiguos y tampoco a sus contemporáneos. Para algunos, en el arte del pintar después de ese período hacia acá, existe desorden y rechazo a toda aproximación a ideas avaladas por la crítica del arte. La crítica enriquece la historia del arte, forma parte de la creación artística y debe ser vanguardista al revelar nuevos valores. (1) Según Baudelaire “…la crítica debe ser par-
cial, apasionada, política, o sea, hecha desde el punto de vista exclusivo pero desde el cual abra los máximos horizontes.”: y Zola “Cuando la multitud deja de comprender, se ríe. Es necesaria toda una educación para aceptar el genio.” La fuerte personalidad de un artista hace que no sufra tanto la influencia de su tiempo y sí que pueda ejercer la suya sobre él. Revista La Avispa Nº40
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Henri MATISSE (1869-1954 francés) es un ejemplo de ello, la evolución de su obra permite apreciar su desprendimiento de todas las reglas de su época para alcanzar la libertad de la legítima expresión. Si tuviéramos oportunidad de hacer un reportaje posiblemente nos respondería de la siguiente manera según sus propias reflexiones: ¿Cómo se inició en la pintura? Nací en Cateau (Cambresis) en la casa de mi abuelo.Buen estudiante, me recibí de abogado. En oportunidad de caer enfermo, leí un tratado de pintura y me interesé por las técnicas. Visité el museo de Saint–Quentín. Los domingos me entretenía esbozando paisajes. A medida que progresaba entré en contacto con los maestros. Me dirigí a París, los medios de mi familia me lo permitían. Me presenté en la academia Julián, allí había nacido un movimiento de vanguardia capitaneado por Gauguin (Paul-1848-1903 francés), el de los nabíes. Allí encontré a un amigo de toda la vida Albert Marquet (1875-1947 francés). Pasé a la escuela Nacional de Bellas Ares y en ella, un buen maestro Gustave MOREAU (1826-1898 francés) que no sólo enseñaba métodos sino fomentaba el desarrollo de la personalidad. De él siempre conservé una idea “En arte cuanto más elementales son los medios, más evidente es la sensibilidad”. ¿Sigue Ud. Bajo la misma influencia? Mientras trabajábamos observé que WÉRY lograba mayor luminosidad con sus colores primarios de lo que me era dable obtener con mi paleta, que era la de los grandes pintores de la antigüedad. Esta fue la primera etapa de mi evolución que me permitió volver a París liberado de la influencia del Louvre. Ya me dirigía hacia el color.
Su acercamiento al color ¿es inmediato? No llegué a la búsqueda del color a través del estudio de otros cuadros sino del ambiente exterior, es decir de la revelación de la luz en la naturaleza Conocí a Paul SIGNAC (18631935 francés) y a Henri Edmond CROSS (1856-1910 francés) teóricos del Divisionismo. Producían el mismo efecto; un poco de rosa, un poco de azul, un poco de verde: una paleta muy limitada con la cual no me sentía muy cómodo. Cross me dijo que yo no me apoyaría por mucho tiempo en esa teoría. Lo comprendí poco después. ¿En que disentía?
tan insuficiente como la de los pintores del Louvre, pues nosotros queríamos ir directamente a nuestras necesidades de expresión. El artista cargado con todas las técnicas del pasado y del presente se preguntaba: ¿Qué es lo que quiero? Esa fue la ansiedad dominante del Fauvismo. A partir de sí mismo, de su interior, luego de colocar simplemente tres manchas de color, el artista comienza a liberarse de sus ataduras. ¿Siguió dominado por esa influencia? Este período duró un tiempo, algunos años. Una vez llegado al punto en que uno toma conciencia de la calidad de los propios deseos, uno comienza a considerar el tema que está elaborando. Hay que modificar entonces los métodos de manera de hacerse inteligible a los demás y, al mismo tiempo, organizar las propias posibilidades. El hombre que ha meditado sobre sí mismo durante un tiempo, vuelve luego a la vida con un mayor sentido del lugar que puede ocupar. Esto le ha de permitir actuar con mayor eficacia. ¿Cómo se bautizó al movimiento? El epíteto Fauve jamás fue aceptado por los pintores fauves, lo hemos considerado siempre como una etiqueta impuesta por los críticos y nada más que eso. Con este mismo espíritu trabajaba un grupo: Vlaminck, Derain, Dufy, Friesz, Braque. Después cada uno desechó, de acuerdo con su personalidad, la parte del Fauvismo que encontraba excesiva, lo que equivalía, en parte, a buscar su propio camino. ¿Qué opina del cubismo? El cubismo sale de CEZÁNNE, quien sostenía que todo es cilíndrico o cúbico. Era una época en que no nos sentíamos presos en un uniforme y lo que se podía descubrir de audacia y novedad en el cuadro de un amigo nos pertenecía a todos. La investigación del plano hecha por los cubistas se apoyaba en la realidad. La que haga un pintor lírico acude a la imaginación. Es la imaginación la que da al cuadro espacio y profundidad. Los cubistas imponían por la fuerza a la imagi-
Mis colores dominantes, sin estar sostenidos ni destacados por los contrastes eran, en realidad, devorados por esos contrastes, a los que yo confería tanta importancia como a los dominantes. Esto me llevó a pintar colores lisos: eso fue el Fauvismo. ¿Cómo surge el Fauvismo? El Fauvismo fue, en primer lugar un breve momento en el que pensamos que era necesario exaltar todos los colores juntos, sin sacrificar ninguno. Después volvimos a los matices que nos dieron elementos más flexibles que los tonos lisos y uniformes. La estética de los impresionistas nos parecía 39
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nación de espectador un espacio rigurosamente definido entre cada objeto. Desde un punto de vista, el Cubismo es una clase de realismo descriptivo.
comenzar a nutrir su sentimiento con estudios que tengan cierta analogía con el cuadro; es entonces cuando podemos encarar la elección de los elementos. Son esos estudios los que permiten al pintor liberar el inconsciente. El acuerdo de todos los elementos del cuadro que participan de la unidad del sentimiento ocasionados por el trabajo impone al espíritu una traducción espontánea del sentimiento, que no viene de una cosa simple sino de algo complejo y que se ha simplificado mediante la depuración del tema y del espíritu de quien los trabaja. No podemos poner orden en nosotros mismos liberándonos de lo que no tenemos, porque con esto sólo crearíamos el vacío y el vacío no es el orden ni la pureza. ¿De qué se nutre el lenguaje de la pintura? Hay que volver a los principios esenciales que formaron el lenguaje humano. Ahí es cuando los principios “crecen” se revitalizan y nos dan la vida. Los cuadros que son refinamientos, degradaciones sutiles, esfumaciones sin energía, llaman a hermosos azules, hermosos rojos, hermosos amarillos, a materias que conmuevan el fondo sensual de los hombres. Es el punto de partida de Fauvismo: el coraje de volver a encontrar la pureza de los medios. …Las artes tienen un desarrollo que no viene solo de un individuo, sino de toda una fuerza adquirida. La civilización que nos precede. No se puede hacer cualquier cosa. Un artista dotado no puede hacer lo que fuere. Si no empleara nada más que sus dones, no existiría. No somos dueños de nuestra producción; la producción nos es impuesta. En mis últimos cuadros están las conquistas de los últimos veinte años, que se hallan en mi fondo esencial, que son mi esencia misma. La reacción de una etapa es tan importante como el tema, ya que esta reacción parte de mí y no del tema. Es a partir de mi interpretación que yo reacciono continuamente hasta que mi trabajo está de acuerdo conmigo. Como quien pule una frase, retrabaja, redescubre.
¿Cómo debe apreciarse una obra de arte? Una obra de arte tiene una significación distinta de acuerdo con la época en que se la examine… Evidentemente una parte del placer de su existencia presente y de su acción moderna se pierde si se examina la obra de arte desde el punto de vista de su nacimiento. En cada época una obra de arte aporta al hombre un placer que proviene de la comunión entre la obra y quién la contemple ¿Cuál es el papel de la fotografía? Estamos cargados con los sentimientos de los artistas que nos precedieron. La fotografía puede liberarnos de imaginaciones anteriores. La fotografía ha determinado muy claramente cuál es la pintura-traducción de sentimientos y cuál es la pintura-descriptiva. Esta última es ya algo inútil. ¿Qué influye en el orden interno de un cuadro? Preparar un cuadro no es trabajar compartimentos aislados. Preparar su ejecución es Revista La Avispa Nº40
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continuación, la expresión por el dibujo, el contorno, las líneas y su dirección. En suma, la tradición ha sido prolongada por nuevos métodos de expresión y enriquecida en toda dirección tanto como fue posible. Sería un error pensar que se ha producido una fractura en la continuidad del desenvolvimiento de la pintura desde los comienzos hasta los pintores de hoy. Si abandonara la tradición, el artista no conocería sino un éxito efímero y su nombre sería pronto olvidado. Siempre he considerado que gran parte de la belleza de un cuadro proviene del combate en que el artista esta empeñado con su limitado medio de expresión. Quien realmente tiene cosas que decir está empujado por una emoción que lo lleva a hacer su obra, la que estará en relación con sus propias cualidades. Renoir tenía razón al decir: “El que no sepa encontrar lo que falta en una tela, después de haberla dejado tres meses contra una pared, no tiene por qué pintar”.
¿Qué opina frente a un cuadro posimpresionista? En un cuadro posimpresionista el tema está tratado por una serie de planos contrastantes que permanecen en segundo término. Para mí el tema de un cuadro y el fondo de ese cuadro tienen el mismo valor, o para decirlo más claramente, ningún punto es más importante que otro: sólo cuenta la composición, el planteamiento general. El cuadro está hecho de la combinación de superficies diferentemente coloreadas combinación que, como resultado, crea una expresión… Un cuadro es la coordinación de ritmos controlados. Es así como se puede transformar una superficie que aparecía roja-verde-azul-negra en otra blancaazul-roja-verde: el mismo cuadro, la misma sensación presentada de manera diferente, pero los ritmos han cambiado. La diferencia entre las dos telas es la de dos aspectos de un tablero de ajedrez en el transcurso de una partida. La fisonomía del tablero cambia continuamente en el curso del juego pero las intenciones de los jugadores que mueven las piezas permanecen constantes. ¿Qué considera una verdadera conquista? Una gran conquista moderna es la de haber encontrado el secreto de la expresión mediante el color, a lo que se agregó, con lo que se llama Fauvismo y los movimientos que vinieron a
Con conceptos extraídos de Reflexiones sobre el arte - Henri Matisse, creo haberme acercado respetuosamente a su imagen interior y mostrado el desarrollo, que según sus propias reflexiones, tuvo la evolución de la pintura de este gran maestro. Bibliografía: (1) Historia General de la Pintura. Los grandes maestros de la Pintura Moderna. Georges Charensol. Introducción por Gilbert Sigaux (2) Reflexiones sobre el arte. Henri Matisse. Textos y notas realizadas por Dominique Fourcade. Traducción
por Susana Soba Rojo Emecé Editoriales.
Ernesta Campos (Mar del Plata) 41
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Avisos NOTI LITERARIO 2º CONGRESO DE POESÍA Y NARRATIVA FUNDACIÓN DE POETAS RENÉ VILLAR FILIAL MAR DE AJÓ - DICIEMBRE 2007 INTEGRANTES: Liliana E. Agüero (Balcarce, Pcia. de Bs.As.), Hernán Beltramo (Pta. Alta, Pcia. de Bs.As.) Hiracio Alonso (Mar de Ajó), Nelly Antokoletz (Cba), Rita Galiasso (Cba), Delia Ivanoff Kertcheff (Cba), Narciso Funes (Cba), Lara Ribero (Cba), Elida Vallejo (San Luís), Marta Pimentel (E. Ríos), Víctor Clementi (Mar del Plata), Rita Galiasso (Cba), José Granato (Cba), Nelly Antokoletz (Cba), Horacio Gómez (Mar de Ajó), Josefina Veiga (S.A. de Padua), Mabel Murolo (S.A. de Padua), Coordinación: Marcela Predieri (Mar del Plata) ”LA PUBLICACIÓN Y LAS EDICIONES DE AUTOR” ”ENTIDADES Y GRUPOS LITERARIOS” “EL ÁMBITO EN LA CREACIÓN POÉTICA” ¿Se puede escribir en cualquier ámbito? Sí, pero el ámbito interior tiene mayor influencia que el exterior. Cuando se escribe (sobre todo con poetas ya iniciados), los personajes absorben al autor que puede desentenderse de influencias externas. Cuando se escribe no se piensa en el otro; sí en el momento de re-escribir o corrección, que es cuando se tiene en cuenta al lector. Para eso es un buen ámbito motivador el Taller Literario donde los trabajos, además, se decantan y perfeccionan con el fin de diferenciar la “artesanía” o catarsis personal de la verdadera obra literaria. El estilo muchas veces está determinado por la época y la elección de un ámbito donde desarrollar la poética de cada autor. Ese ámbito se crea a partir de las lecturas, la elección de un género y el lenguaje capaz de transformar lo meramente subjetivo en literario. Es a partir de esa elección cuando aparece el escritor: aquel que ha reconocido a la palabra como instrumento que se realiza, se basta a sí misma en el acto creativo. Basándonos en una frase de Octavio Paz de “El arco y la lira”: “los grandes libros (los necesarios) son aquellos que logran responder a las preguntas que oscuramente y sin formularlas del todo, se hace el resto de los hombres” concluimos que en una primera etapa (cuando recién se comienza a escribir) el ámbito elegido es el de la soledad Revista La Avispa Nº40
–que brinda enorme placer al escritor– ; en una segunda etapa se abre ese ámbito para comunicar y ser con el otro. La etapa más alta es aquella en la que sin perder el espacio de placer, se sigue comunicando pero ahora para gestar una obra que termina teniendo vida propia e independiente de su creador. En dos palabras: cuando el poema alcanza un sentido universal. PROPUESTAS: * Gestionar micros de poesía en T.V. y radio. * Visitar escuelas con propuestas divertidas y creativas. * Comenzar gestión para pensión y/o jubilación para el escritor, desde cada entidad, ciudad, provincia, etc. *Analizar la necesidad de hacer “marketing” lograr que las comunas se interesen por la cultura. * Extender el “Día de la Poesía” a otras ciudades según el ej. de E. Ríos; ley al mérito; fondo editorial de Cba., “ley Fray Mocho” (Marta Pimentel acercará los números de estas leyes provinciales para citar como antecedente); ley de Mecenazgo (Pdo. de La Costa) * Necesidad de hacer por ciudad un relevamiento de escritores. * Visitar centros vecinales.
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Presidente: HORACIO GÓMEZ (hablabarton@yahoo.com.ar)
Música ASI ERA HERMINIA: “Así es el tango” Por “Tuqui” Rodríguez* que había quedado en su memoria, de verla cuando era chica, en muchas de sus películas que tenían al tango como protagonista. El cine supo mostrarla como una mujer hermosa, sensual, llamativa pero también malvada, desafiante y rencorosa, la antítesis de lo que era en la vida real. Algunas de las películas relacionadas con el tango son: AMALIA, fue su primer película y la dirigió Luis sé Moglia Barth se encarga de reflejar en Amalia, a una mujer auténtica capaz de luchar por amor. El tema se desarrolle en la época de Rosas y en sus diálogos esta presente un tema muy tratado en el “tango” como es el amor trunco, el amor imposible.
Morocha, piel muy blanca, ojos negros, porte y estirpe porteña, impulsiva y pasional, así se presentó en distintas películas Herminia Franco, actriz y cancionista de voz muy personal. Nació en Buenos Aires el 7 de Agosto de 1915. Hija del actor José Joaquín Franco y de Juana Ernesta Morandi. Sus dos hermanas fueron actrices, Eva Franco, una de las más destacadas actrices del teatro argentino y Nelly Franco, muy buena actriz aunque de corta trayectoria. Eva en sus memorias comenta que la carrera de Herminia comienza cuando con solo tres años, subió al escenario de la compañía Franco y se puso a bailar sacando de ritmo a todas las coristas
Por su parte “El Negro” Agustín Ferreyra, director de cine, descubre en Herminia su esencia porteña y su perfil de cancionista, haciéndola protagonista de dos de sus películas: SOL DE PRIMAVERA en la que canta el tema principal de la película que lleva el mismo título y en MUCHACHOS DE LA CIUDAD, en la que canta “Así es el tango” acompañada por la orquesta de Elvino Vardaro, en la que actuaba Aníbal Troilo. La película tiene la carga emotiva necesaria, para representar a una mujer que canta en un cabaret de Buenos Aires.
Desde pequeña se dedicó al teatro. Los Franco eran una familia de artistas. Herminia cubría papeles de damita joven y según algunos artículos periodísticos de la época, era muy solicitada por distintos elencos teatrales. Herminia desarrolló una muy buena carrera cinematográfica, Podemos mencionar entre sus películas: EL AMOR NUNCA MUERE, LA TELARAÑA, LA ORQUÍDEA, HAY QUE BAÑAR AL NENE, ROMANCE EN TRES NOCHES, EL MISTERIO DEL CUARTO AMARILLO, MOSQUITA MUERTA, YO HABLO, SU NOMBRE ES MUJER Y LO QUE LE PASO A REYNOSO. He conversado con mucha gente sobre Herminia y rescato el testimonio de Sara Garfinkel que le dio el apodo de “LA VAMPIRESA DEL TANGO”, ya que esta era la imagen
En LA LEY QUE OLVIDARON se presenta como Belena Alurralde, una “niña bien” y si bien en la película no canta los tangos, es quien desencadena los que canta en ella Libertad Lamarque: “Canción de cuna” y “Solo mía”. En BARTOLO TENIA UNA FLAUTA 43
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interpreta a la temperamental Mecha Toledo, una millonaria, burlada por Bartolo Carlomagno, un simple músico de orquesta que se hará famoso por su autoría del vals “Amor que mata”. En CUATRO CORAZONES Herminia tuvo la posibilidad de trabajar con grandes del tango: Enrique Santos Discépolo, Tania, Gloria Guzmán e Irma Córdoba. Allí interpreto el papel de Julia. Discepolín la dirigió en LA FIERECILLA DOMADA en el Teatro Cervantes, obra estrenada el 18 de Noviembre de 1950, interpretando el personaje de Josefa. En MADAME SANS GENE representa a La Reina de Nápoles actuando con Niní MarshallEn DESHONRA, del director Daniel Tinayre, corporiza a una callada bibliotecaria. En esta película trabaja junto a otras actrices que fueron cancionistas como Tita Merello, Fanny Navarro y Aída Luz. En ADIOS PAMPA MIA interpreta a Nelly. Trabajó junto a Alberto Castillo., Perla Mux, María Esther Gamas y Alberto Vila. Esta película fue dirigida por Manuel Romero. EL CANTOR DEL PUEBLO dirigida por Antonio Ber Ciani, nos presenta la historia de tres muchachos de barrio que quieren triunfar como músicos y cantantes de tangos y con ella actuaron Tito Lusiardo, Roberto Quiroga,
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Perla Mux, María Esther Buzchiazzo y Mario Fortuna. Aparecen en ella grandes orquestas como la de Roberto Firpo interpretando “El amanecer”, la de Alfredo De Angelis junto a los cantores Carlos Dante y Julio Martel interpretando a dúo “Pregonera” y la de Juan D´Arienzo tocando el tango “Don Alfonso”. Domingo Federico fue el responsable de la dirección musical de la película. Ella hace propias ciertas frases como: “Yo también soy artista y jamás el amor perjudicó mi arte” y “Las mujeres como yo dejamos huella” Su última película fue DESTINO DE UN CAPRICHO donde Eva su hermana, hace de su madre. Herminia tiene una breve intervención como la mamá del cantante Sandro. Herminia tenía una característica típica de algunos cantores y cancionistas de tango, como Sofía Bozán o Carlitos Gardel: ser bromistas. Tanto familiares como personas que la conocieron, rescatan que ella era muy alegre y que le gustaba hacer bromas. El tango siempre estuvo presente en su vida. No olvidemos que su padre, José Franco, fue el primero que incorporó y corporizó al cabaret en los sainetes y eligió al tango como figura principal de sus obras teatrales, buscando cumplir una función educativa. El cabaret aparecía como tema principal de distintos tangos que eran escuchados por la gente, pero no tenían posibilidades de conocerlo ya que esto era algo destinado a las clases altas De niña tuvo la posibilidad de escuchar cantar tangos a su hermana Eva, a María Luisa Notar y a Azucena Maizani quién fue elegida por José para que cantara en distintas obras teatrales y revistas. El tango y el cabaret produjeron en Herminia, cierta sugestión de la que no pudo despegarse. Conoció la esencia del tango, eso le permitió transmitir emoción y sentimiento a través de su voz, logrando cierta fascinación, en quien la escucha. Trabajó en la radio, en 1939. Lo hizo en Radio 44
Prieto, junto a Floren Delbene. Algunos títulos de los diarios de la época documentaban: “Herminia y Floren en radio Prieto” o “Artistas de cine inauguran la temporada de radio Prieto”. Participó con éxito en el sorteo de Yerba Asunción en Noviembre de 1940 como documenta el libro”1880-1980 tango: un siglo de historia”, en este se presentaron los artistas de Radio Belgrano Laurenz, Firpo, Carlos Roldán, Domingo Remoli, Chola Luna, Carlos de Palma, Lidia Scuri, además de los directivos de yerba “Asunción”, señores Sanguinetti y Troppi y di Lello de radio “Belgrano”. En el mismo libro, en la sección CAJA DE RESONANCIA, LA IMAGEN DEL RECUERDO, podemos apreciar una foto en la que aparece Herminia rodeada por muchos hombres de tango tomada por Bruno Cespi en un homenaje a “GRAN PENSION EL CAMPEONATO” Ella hizo el papel de Miss Campeonato, hija de doña Asociación. Todos los años era una mujer diferente la que hacía ese papel. Fueron Miss Campeonato entre otras actrices María Esther Gamas, Carmen Vallejos, Elda Desel, Cheché March e Hilda Viñas. Herminia estuvo casada con el tenor español Juan de Casenave y formó pareja con el actor Floren Delbene con quien trabajó en muchas películas y en la radio. El diario Crónica comentaba “A muchos llamó la atención cuando la querida Herminia Franco decidió tomar el camino artístico del canto, dejando una pausa en su actividad como actriz teatral y cinematográfica.” Comenzó a cantar en el “Casino Rousses” y muchos años lo hizo en la “Maison Doree”, un piano bar de la calle Viamonte. Cantó en el cabaret Karim, donde también lo hicieron con éxito, otras cancionistas, como Ruth Durante. “Karim” era un cabaret, muy concurrido ubicado en Cerrito entre Charcas y Paraguay que luego se trasladó a Carlos Pellegrini entre
Córdoba y Paraguay. Mario Bosco (Coco del Abasto), nos da una descripción detallada del lugar: “Karim”: Su trompa era Don Ríos. Con la 9 de Julio abierta se convirtió en un lugar de gran concurrencia. Siempre repleto con varias filas de escabiadores en los barcitos que para llegar al “ñoba” costaba un triunfo pues las niñas eran todas querendonas. Actuaba como vedette principal Lilian del Río; “Papaito” manejaba el ballet “artístico” y los folcloristas que revoleaban las boleadoras hasta que una vez se piantó una y rompió un espejo. Cantaba tango Herminia Franco quien tenía una whiskería con su esposo en Flores”. Mario tuvo la suerte de verla cantar tangos y así supo definirla: “Herminia era una cantante en relación a su rostro; toda letra en sus labios encerraban sensualidad, entonación y buen gusto sin abusar de gestualidad, la que manejaba con ductilidad, como grande actriz que fue.” Cuando le pregunto en que año se produjo esto, me contesta: “Estamos hablando de más de 40 años cuando la Señora era figura de cierre del Show”. Con respecto a su carrera como cancionista, el libro EL TANGO DESPUÉS DE GARDEL, de Humberto Barrella, documenta: “Entre tantos nombres que protagonizan los sucesos tangueros de 1956, una figura de teatro y cine, Herminia Franco, agrega el suyo en carácter de cancionista. Herminia graba para Pampa “Fumando Espero” y “Loca”, en su única experiencia fonográfica. El marco musical está a cargo 45
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de la orquesta de Edgardo Donato, una de las de mayor actividad en el elenco del sello Pampa”. “Fumando espero” con letra de Félix Garzo y J. Viladomat y música de Juan V. Masañas, fue una de las creaciones de Herminia, que en el tema realiza distintos juegos vocales. Me comentó Rodolfo Graziano, director de teatro, que Herminia salía con un cigarrillo en” Fumando espero” y realizaba todo un espectáculo con la mímica de esto. Roberto Quirno considera que “Fumando espero” era su “caballito de batalla”, y dice que lo cantó en TROPICANA CLUB del canal 7 y en la película “Hay que bañar al nene”. Pude escuchar el tema “Fumando espero”, gracias a un grupo de coleccionistas que se encargan de recuperar tangos de valor histórico, tanto de cancionistas como cantores llamado TANGO RECORD. Existen varias versiones de este tango interpretadas por cantores y cancionistas, pero creo que la de Herminia es una versión tan personal como la que hace Rosita Quiroga. Rescato esto que supo decir Rosita Quiroga: “¿Mi voz? ¡Qué importa! Yo nunca tuve una gran voz. Para cantar el tango es lo menos necesario. La soprano, el tenor alguna vez dejan de cantar. El cantor y la cancionista cantan siempre” Herminia tenía buena voz pero no mucho caudal. Lo de ella, pasaba por otro lado, por su interpretación, el uso de tonos y su forma de actuar y sentir el tango. Eva, comentaba de ella: “Tenia una hermosa voz y cantaba con emoción”... “Loca” con letra de Antonio Martinez Viergol y música de Manuel Jovés fue otra de sus creaciones. Rodolfo Graziano me comentó que cuando vio cantar a Herminia en un Festival en el Teatro Cervantes le impactó su forma de cantar y su actitud física e inventó el personaje de una artista famosa que llega al conventillo a la hora de la fiesta para la obra EL CONVENRevista La Avispa Nº40
TILLO DE LA PALOMA. Herminia trabajaba en el cabaret Karim en ese momento y paso a formar parte del elenco como cancionista en el Teatro Cervantes. En la obra interpretó los tangos “Fumando espero” y “El choclo”. Rodolfo afirma que era muy seductora y muy sociable. Le gustaba hacer bromas, andaba en los camarines charlando y tenía muy buena relación con sus compañeros. “Fue un ser hermoso”. De acuerdo a datos entregados por el Teatro Cervantes la primera función de EL CONVENTILLO DE LA PALOMA fue el 25 de Julio de 1980 y la segunda temporada la primera
función se estrenó el 5 de Febrero de 1981 Trabajó junto a grandes actores y actrices como María Rosa Gallo, Raúl Lavie, Carlos Estrada, María Concepción Cesar, Perla Santalla, Santiago Gómez Cou, Carmen Vallejos y El Trío Centenario formado por Emilio Branca en Bandoneón, Eugenio Napoli en violín y Eduardo Ángel Valle en guitarra. Rodolfo Graziano la dirigió posteriormente en la obra EL ENFERMO IMAGINARIO de Moliere ,el 23 de Octubre de 1981 interpretando a Andrómeda en el Teatro Cervantes Es interesante rescatar el recuerdo de sus hermanas: Eva comenta: “Cuando la recuerdo, no la evoco enferma, ni en su ultima etapa, sino que 46
la veo en todo su esplendor con sus bromas, sus ojazos despiertos y vivaces”. “De esta manera perdí a uno de mis seres más queridos, a quien no solo me unió el amor de hermana, sino una carrera que, en gran parte, recorrimos juntas”. Afectada por una esclerosis irreversible que fue avanzando progresivamente, falleció en Buenos Aires el 11 de Agosto de 1984. Herminia fue una mujer especial, ya que pudiendo conformarse con una carrera de actriz cinematográfica y teatral exitosa, arriesgó todo para jugarse por su sueño de ser cancionista, un hecho que merece ser destacado. Algo que la mayoría de la gente con la que he hablado destaca, son sus ojos, para muchos, reflejaban el tango. Su mirada tenia actitud, era expresiva y espontánea.
Agradezco el aporte de información a Nelly Franco, al director de teatro, Rodolfo Graziano, La Biblioteca Teatral Alberto Mediza de La Plata, Marcelo Lorenzo del Archivo de Teatro Cervantes, Sara Garfinkel y a Coco del Abasto. Se solicitó autorización al Museo de Cine y al Archivo del Teatro Cervantes para publicar las fotos que ilustran el artículo. (*) El autor, Ubaldo (Tuqui) Rodríguez, nació el 6 de Abril de 1965. Es bibliotecario-documentalista recibido en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Investiga sobre cancionistas que se han perdido en el tiempo, especialmente sobre “La Negra Bozán” (Sofía Bozán). Colabora en revistas virtuales como Tango y Cultura Popular, Tango Litoral y Tango Reporter. Reside en Mar del Plata con su mujer y sus dos hijos. Gusta mucho de escuchar tangos, especialmente si son cómicos, reos y arrabaleros.
Ella supo manejar hábilmente esa dualidad que tiene el tango, la del amor-odio, la de la alegría-tristeza, la de la claridad - confusión. Siempre decimos que para el porteño el tango es puro sentimiento y ella, porteña de alma, sentía que los versos de “ASÍ ES EL TANGO”, resumían esa verdad. Tuqui Rodríguez *
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