EN EN SIETE SIETE DÍAS DÍAS
Francisco Llera Blanca Zarza Edith Ruz de Colombo Marcela Predieri Enrique Marastoni Lydia Antonow Olga Bertinetti
IlustraciĂłn de tapa: MarĂa Silvana Sandoval Publicado en diciembre de 1998
Francisco Llera
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LUNES Te inició como día Dios al decir: Haya luz un lunes nació Jesús principio de redención sos el primer eslabón de una larga cadena unir, es nuestra condena uno más cada mañana sos de sonora campana sacrificado badajo sos símbolo de trabajo y mártir de la semana. Sos timbre despertador sos el llamado a la vida de una industria dormida eres el mascullo tenso es un muy lento comienzo de la vida cotidiana es levantar la persiana es blancura colegial es relincho en el corral comentario futbolero nervios de colectivero enojo del haragán madres que al mercado van domingo del panadero.
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SEIS DE ENERO Se acurrucó en un rincón entre paredes de cinc donde pintó con hollín la acuarela de un brasero vio en su media un agujero donde curiosea el pulgar va descalza a caminar pues sus rotas zapatillas junto a la pobre casilla los reyes van a esperar. Nació tal vez por error este ser inofensivo fue gestado sin motivo mas bien como distracción porque fue su concepción en una noche cualquiera después de una borrachera volcaron su frustración sin cariño ni razón y sin pensarlo siquiera. Mañana del seis de enero hay alegría desbordante 7
corren niños anhelantes a recibir su regalo tiene un misterioso halo los reyes con su presencia frases de tierna inocencia “¡Comió el pastito el camello!” Otros ríen entre ellos con picardía y suficiencia. Un rayito juguetón (el sol madruga en enero) entró por un agujero y su rostro acarició al despertar recordó dejó d e un salto su lecho sintió el latir de su pecho en tanto la puerta abría mas se esfumó su alegría el llanto en sus ojos brota al verlas viejas y rotas sus zapatillas vacías.
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EL PESCADOR Símbolo de mi ciudad cual moderno domador quemado por mar y sol jinete de olas bravías demuestra su valentía el curtido pescador Cuando la dulce alborada viene empujando el lucero parte del embarcadero sin ver que en cualquier salida ese mar, su compañero quizá le robe la vida. Entre salto coletazos de merluzas y abadejos entre sogas y aparejos ña redada se derrama el sol se mira al espejo sobre plateadas escamas. Y sobre el líquido abismo el mar acunar parece cariñosamente mece quizás el ejemplo cuadre es como el hijo que a veces se lo devora la madre. El sol lo pinta con bronce 9
y escapa en el cielo abierto sobre ondulante desierto la gaviota parlotea la proa cambia y otea buscando el seguro puerto. Mas si de pronto se encrespa el mar, pierde su bonanza como corcel se abalanza la nave cruje al garete es del huracán juguete él pone en Dios su esperanza. La lluvia, la espuma , el viento dificultan la visión no siente sobre el timón agarrotados los dedos mas su bravo corazón no deja lugar al miedo. Y allá lejos de su hogar contemplando con dolor la tempestad, al Señor ruegan ante el crucifijo de quien es el pescador, padre, esposo, novio o hijo.
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VIEJO CIRUELO No encuentro cómo decirlo mi viejo y noble ciruelo, pero necesito el suelo en el que te hallas parado alzó al cielo resignado sus ramas y hubo un rumor que sonó como clamor de mi culpable conciencia no hallé una sola presencia de gente a mi alrededor Eras un palo y dos hojas busqué un punto en el terreno en donde el sol da de lleno te planté junto a un tutor creciste vino la flor y tras ella humilde fruto rojas ciruelas producto que nos diste generoso las saboreamos golosos siendo aún diminuto. Crecieron tu fronda y tronco nos regalaste tu sombra el piso era una alfombra de dulces ciruelas rojas y en las ramas entre hojas mi hija las recogía 11
la misma que hoy me pedía un lugar para vivir me fue duro el elegir pensé que comprenderías. En esa tarde de otoño un verdugo sin capucha armado de su hacha lucha por derribar al titán ojos húmedos están el patíbulo mirando en los oídos sonando una voz como secreto ahora vendrán los nietos y seguirás disfrutando. Hiere el acero su tronco un hilo de sangre verde entre la tierra se pierde saltan de madera cachas y en cada golpe de hacha en mi corazón golpea cuando al fin se tambalea como un gigante que herido no se siente aún vencido pero sin armas pelea.
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Blanca Zarza
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MARTES Tan insustanciales en mi vida Sรณlo fechas Como tan solo cuerpo es mi cuerpo por la levedad de mi existencia
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CENIZAS DE SUR SOBRE CENIZAS La cordillera expele bocanadas de humo Un aire volcánico gris pasa por la ciudad Alamos esqueléticos de otoño sobre la chatura de los pueblos se alza Y en el otrora verde patagónico suelo una masa de lana vidriados puntos en soledad de grises queda
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OFRENDA
Su grito estéril se perdió en la boca sin retorno de la noche Hubo una razón que no importó Como no importó su vida párvula para la inferencia
de la gente
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EL SILENCIO DE ADENTRO
Es un tiempo de sonidos propios La nada anterior al comienzo La pausa musical El gris que espera la pincelada mรกgica El equilibrio del desgarbado mundo interno No es un silencio muerto El silencio de adentro
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CONSECUENCIA DE NUESTRA IDIOSINCRACIA Tierra de la tierra Amalgama de mística materia Horizonte, pariendo el sol cada mañana Trémula unión del cuerpo y alma Arena sedienta Arcilla Mar Ocaso bebiendo el día Cosmos Salitre Desierto Parte de cada parte Somos
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CUANDO EL ARTE ANIDA
Oscila como luz en blanco y negro Ronda Sucumbe Se desborda Duerme Si la indiferencia nos invade lastima lento como el agua a la piedra Cuando la libertad nos enaltece brota Entonces es el arte como un volcĂĄn saliendo de las entraĂąas de la tierra
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QUIERO LA VIDA AQUÍ Difícil es el camino que transito Pero amo de la vida lo elemental lo simple la tibieza de la piel el misterio de la noche la sonrisa del niño el día las adversidades confrontadas con los hechos No quiero ser la sombra de mi sombra Quiero caminar sobre la sombra de mi cuerpo
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FINAL
Rebota en las paredes la luz la mĂşsica la gente Largas figuras juegan La turbulencia aumenta De esa soledad de estar solo sin estarlo sale una embriaguez de placeres recĂłnditos Lo envuelve El filo de la noche corta un grito y se pierde en el centro de la tierra
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ENFRENTAR EL MAÑANA Si mañana no importa ¿Por qué al dormir guardamos algo de hoy y al despertar ávidos ojos buscan sol de ayer? ¿No será acaso porque mañana importa mucho que a veces pensamos en morir?
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DERIVA Al no encontrar muelle donde amarrar su fé se astilla el frágil barco de la vida sobre la insensible piedra de la muerte Estrépito de caída barren el piso sus hojas no habrá más ciruelas rojas no habrá sombra para el mate el viento sus ramas bate escucho como quien sueña cuando en mi el dolor se adueña sin palabras balbucear que en el invierno en tu hogar te evite el frío mi leña.
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AUSENCIA El gaucho medita mirando al poniente con sorbos muy cortos y suspiros largos nunca el noble mate supo tan amargo vuelca por sus ojos el agua caliente. Se pierde su vista por el infinito verdor cantarino del campo tendido añora por dentro el amor perdido y envidia la dicha de los horneritos. Ese rancho suyo, ese rancho viejo que escuchara siempre su alegre silbido y viera el ardiente amor encendido que trajo en el anca su pingo azulejo. Hoy mudo sombrío comparte su pena sabe, como ella ya no habrá ninguna lágrimas de palta llorará la luna al no ver su cara alegre y serena. Cuando alumbre el campo con su blanca luz verá en esa loma de verde vestida un fresco cuadrado de tierra movida y en su cabecera de palo un cruz.
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HEROICA TRAVESÍA Mirando el líquido abismo que halla límite impensado en el azul desmayado y hasta el infinito sube, orlado de blancas nubes y de estrellas escondidas que al irse el sol enseguida salen a mirar las sombras es una invertida alfombra sobre la noche dormida. Un taciturno marino convence a la soberana que es redonda , que no es plana, avezado navegante, dice ,que en marcha constante lo sostiene por su vida, no es una empresa suicida con rumbo siempre al poniente llegará, si dios consiente, hasta el rumbo de partida.
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Parte el noble genovés capitán de carabela sobre el mar cruzadas velas son aletas de un escualo, se pierde de vista Palos rebasan verdes Canarias esmeralda solitaria que abrocha manto sin fin, hay presagio de motín en caras patibularias. Cuatro veces hace el sol rutinaria travesía. Se derrama la sangría que al horizonte engalana, grita Rodrigo de Triana, el piso firme esperado. Colón la arena ha besado, flamea altivo león. Al bronce de la región indios llama equivocado.
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EL CANILLA La noche mira el reloj el gallo anuncia la aurora se destaca en esa hora montado en su bicicleta del canilla la silueta inicia el itinerario sobresalta al vecindario cuando lanza si pregón Atlántico, La Nación, Capital y Clarín diarios... En noches de cruda helada cuando el frío más lastima sobre el canasto se inclina (pedaleando se calienta) la marcha se hace lenta por el peso de la carga un farol su sombra alarga las estrellas agonizan y así sin pausa y sin prisa su mercadería descarga.
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Madrugada de domingo la noche tiende sus brazos pero él a nada hace caso muerde su rabia pensando los demás están bailando estará el boliche lleno levanta el polietileno arroja el diario enojado queda en el balcón clavado sin tocar siquiera el freno. Con tristezas y alegrías grita, pedalea y observa tira un piropo a una sierva que sale para el mandado respetuoso y educado cuando es su clienta fina muestra picardía argentina rindiendo culto a su modo a lo que admiramos todos la belleza femenina. Llega al kiosco y la ciudad parece que bostezara él las revistas prepara los diarios arma y apila muy monótona y tranquila es la vida del canilla 29
mientras chupa la bombilla el diario ojea displicente aparece el primer cliente cuando ya el solcito brilla. Este le da el buenos días baja un rayito y lo besa camina un poco, bosteza las clientas y sus ruleros un somnoliento tachero y con sus canas revueltas llega el sereno de vuelta se va muy pulcro el banquero y con taconear ligero pasa una melena suelta. Psicólogo a su manera sabe que aquel durmió mal que ese rostro angelical no es de creer y no fía con cariño y alegría atiende niños, se apena al ver a esa madre buena pasar con rostro abatido sabiendo que su marido durmió anoche en cama ajena.
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Almanaque sin feriados madruga de enero a enero transcurre para el diariero igual invierno y verano siempre alegre y campechano con el sol su marcha inicia repartiendo las primicias hasta que un día por lógica su nombre irá a necrológicas y pasará a ser noticia.
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EN LA ARDIENTE OSCURIDAD Vine a este mundo sin luz desde el vientre de mi madre tal vez el eterno Padre me de ojos en el cielo mira golpeando el suelo lazarillo bastón blanco, oyendo el tuyo a mi flanco tu hablar dulce femenino como arrullo cristalino de arroyuelo en el barranco. En ese hermoso lugar donde todo fue risueño donde hay jardines de ensueño algarabía y colores percibo aroma de flores gorjeos y arrullo siento adivino un firmamento el sol que no vi en mi vida su luz, para mi escondida alumbra crucial momento
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En mĂ un mundo sin colores donde sobran los espejos de retina sin reflejo de una claridad ficticia me electriza la caricia de otro ser que es no vidente y de sexo diferente cual Braille sin escritura va formando mi figura que el tacto envĂa a su mente. En mi eterna noche oscura tu aroma huelo hechizado siento moverte a mi lado ni respirar me permito te quiero y te necesito pero no pido ni ruego quizĂĄ me arrepienta luego cuando quede en soledad en la cruel oscuridad debajo de un sol de fuego.
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De tu voz oigo el arpegio aprieto fuerte el bastón burbujea el corazón excita el breve contacto dices: Hicimos un pacto por el cual yo decidía palpé tu frente que ardía tu pecho no tiene calma vi con los ojos del alma lo mucho que te quería.
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Edith Ruz de Colombo
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MIERCOLES Eres el anodino de la semana
Punto crucial del antes y el despuĂŠs
Las miradas convergen en tu nombre
Indiferentes, no con interĂŠs.
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FELICIDAD
Relámpagos brillantes en toda la jornada Que danzan en un cielo oscuro como el mar. Refulgen las estrellas por momentos veladas Con guedejas de nubes en ruta celestial
Felicidad que pasas por nuestra humana vida Eres sólo destellos, no duras mucho más. Recién cuando te apagas comprendemos con pena ¡Qué breves son los tiempos que dura el titilar!
No hay lazos que retengan tu fugitiva marcha Creemos poseerlos pero es vana ilusión; Como hilachas endebles se desprenden volando Y dejan en el alma una gran frustración.
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BÚSQUEDA
Buscaste a Dios. Los ojos en el cielo Con desesperación. Caías en un pozo cada día Sin ver la luz del sol.
El Cielo se alejaba lentamente En tu raudo caer; Cuando llegaste al fondo, sonriente, Lo viste a Él.
Comprendiste recién cuán vanamente Miraste, mas sin ver. El Señor te esperaba en las honduras Mullendo tu caer.
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ALFONSINA ¿Nadie escuchó tu paso? ¿Nadie observó tu sombra Cuando con gran sigilo Saliste de la alcoba? Eras grito en un suspiro Eras canto gris del viento Y entre los brazos del mar Soñaste tu último sueño. Tu cuerpo poseyó el mar Y tu espíritu doliente Encontró en él el reposo ¿Fuiste cobarde o valiente? Sólo Dios puede juzgarte Con su bondad infinita. Creo que tú ya pagaste Con las lágrimas escritas. ¿Te requerían pura? ¿Te requerían casta? Cubierta en blanca espuma Volviste a ser de nácar.
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TAL COMO ESTABA ESCRITO
Tal como estaba escrito Dios bendijo mi vientre y tuve dos hijos. Tal como estaba escrito Y planté más de un árbol con regocijo. Tal como estaba escrito Y al final de mi vida escribí un libro Cerrando así mi ciclo. Tal como estaba escrito.
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VOCES
Voces que cabalgan por tierras lejanas Mezcladas con polvo de los campos yertos Me traen perfumes de almendros y [albahaca Y las aguas claras de algún río viejo. Voces que nacieron en tierras hispanas Envueltas en sueños y azahar de naranjos, Mudaron perfumes de soles y suelo Para regalarnos la cruz y su canto. Viajando en las grupas sutiles del viento Sembraron sus voces a través de mares. Romancero hispano que viajó en el viento. Cobijado en lunas y en otros cielos, Tu canto resuena en otros paisajes Que mantiene vivo tu lenguaje viejo.
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LLANTO ESPAÑOL
La luna cuajó en los charcos Su resplandor y su brillo. Los azahares se cerraron La noche lloró rocío. El redoble de campanas Tocó a muerto y en el río Los peces quedaron quietos El aire quedó vacío. Ha muerto el gran Federico El poeta de Granada Y desde el Generalife Hasta el centro de la Alhambra Lloran no sólo gitanos ¡Llora también toda España!
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LA ESPERANZA
Monta en un rayo de luna Y cabalga junto al viento Delante estรก la Esperanza Veloz corre, haz el intento. En jirones se deshace La espuma de su cabello Se disuelve entre tus manos Imposible es retenerlos. Casi la puedes tomar, Estรก cerca de tu anhelo Si la logras alcanzar Es porque llegaste al Cielo.
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CUADRO
El cuadro reflejaba un rictus doloroso Con cuencas desvaídas conteniendo los ojos. Tal expresión de pena contagiaba al mirarlo Mejillas contraídas y los labios colgando. A mitad del camino, lágrimas detenidas Esperando que otras ayuden su caída La mirada perdida en quién sabe qué llanto Mirando sí, aunque sin ver, por haber visto tanto Ojos que me miráis, tan iguales a los míos Os contemplo azorada pero no me resigno. Cuadro que contemplé temblando, mas no de frío Eras espejo. Al irme, el dolor fue conmigo.
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TIEMPO
El tiempo pasa. ¿Es cierta esa sentencia? ¿O es que estamos vivos pasando por él? Uno y otro día transcurren iguales. ¡Inmóvil! Estamos siempre a su merced. Nos mira inmutable y no lo desgastan Los años y siglos que surcan su piel. Permanece quieto, nosotros pasamos; No es que pasa el tiempo, pasamos por él.
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GUERRA Metralla con humo, con olor a sangre Los gritos de guerra entre los maizales Carne hecha jirones, espigas al viento Y el manto del cielo crujiendo implacable. Ideales opuestos galopan ¿triunfantes? Jóvenes estoicos piensan en sus madres Mientras los obuses deshojan sus miembros Que un mudo mensaje pincelan los valles Silencio y reposo luto en los hogares. Banderas con costras, hedor a cadáver. Tendidos exangües, troncos mutilados Empapan la tierra, espantando al aire. Se encorvó la noche, lloraron las aves Lágrimas silentes cual llanto de madre. Bajo dos banderas, como gran sudario Quedaron los cuerpos vacíos de sangre. Vivieron el mismo infierno. Los recibió el mismo Padre.
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DOÑA JIMENA
¡Quién pudiera saber lo que ha sentido En su pecho, Jimena candorosa Cuando cerrando sus ojos al llanto Se exhibía como dama majestuosa! ¿Qué fue de tanto llanto reprimido? ¿Qué fue de sus sollozos recoletos? ¿Quién pudo consolarla en sus angustias Al marcharse su amor con fin incierto? Casta de hembras hechas de granito Fueron ejemplo de todas las razas. Su llanto lo fundieron con acero Que usaron como trágica coraza.
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NONATO
Pequeño que te desplazas Por tétricas cunas frías No te dejaron ser hombre Y te prohibieron la vida. Tu defensa ante el ataque Fue inútil y en tu agonía Desoyeron el reclamo Que por tu vida pedía. No llegaste a ver el cielo Ni a apelar a la justicia Y quedaste siendo un feto Entre inmundas cañerías.
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Gime que gime la noche Igual que un pájaro herido Debajo de unos portales Se encuentra un viejo dormido. Porfiados son los recuerdos Y luchan contra el olvido Con alcohol quiere espantarlos Mas no puede conseguirlo Las sombras se corporizan Envolviendo los sentidos Manotazos en el aire Tratan de llevar alivio. El alcohol se hace más denso, el aire mucho más frío. Se entremezclan los recuerdos Del viejo que está dormido.
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Marcela Predieri
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JUEVES Ya no hay palabras
en el hueco de mi mano
que grita cepos
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SIN NOMBRE Los años de tortura me han tomado de las palmas Soy herrumbre de labios linaje de cadenas Mi talento ronco: esclavo de esta trama El río vomita sus muertos No queremos asombrarnos La historia sólo trenza las hebras de la sombra Hoy la playa se desnudará desierta
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PRE/SUPUESTO Hay un guiño como aguja enclavando pactos Un reguero pólvora café creó un cisma sobre cuatro patas de madera De ideales subversivos la corbata senil exorciza al obrero versa hambre es un sub-verso (otra literatura de género menor)
como el feto aprisionado en el arqueo de su vientre
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UN MIMO
El peregrino fabula fábulas de arena Más allá del pétreo corazón del hambre
De andares harapientos Es enhiesta aguja su garganta
Un bostezo se traga los ecos de la risa Telones y rigor de simulacros Sembrando ocasos su cuerpo se destiñe
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DE UNA MANO TENDIDA “Contemplaron los caseríos como una afrenta al paraíso”
La cárcel de mi grito me hunde en un clamor de murmullos náufragos Extiendo de los límites las ansias de mi lengua Pero en llaga de hipocresía se evapora Somos hebras descartadas del tapiz de la Historia Anónimos. Mediocres antifaces Batallamos nuestros muchos rostros en las calles ciegas Y los espejos no devuelven más que cicatrices como placas de la herida Nos cubrimos y sudamos penitencia Somos el ojo embudo de un cruento huracán descontrolado El purgatorio nos traspasa las costillas Pregones tan nobles de nuestra inocencia hechos emblema De nuestra imprudente osadía de denuncia De lastimosos quejidos 57
lastimándonos los tímpanos De trozos de almas abiertas a los altares
De piedad recién nacida ante la vista de un feto De brazos enarbolados De pies ligeros Mástiles púberes desamparados a los vientos Como tierna gramilla al bravío tropel Oh inocencia náufraga en la lucha Con banderas teñidas de sangre en el negocio de la muerte Muerte de carne y de ideales Nuestra agonía pena aún en la fosforescencia de las tumbas Encostradas raíces que lame el alud Desenterremos las viejas cimientes y lloremos savia Un niño gime su plegaria de estampitas en el viejo andén Tapia sus oídos la urbe Se apretujan los pasos Se lacran bolsillos El niño marrón de ojos color prado regó con lluvia mis mejillas Y fui condenada eternamente 58
Tapia sus oídos la urbe Empareda sus ojos y encallece sus tactos Es redención el yugo del grito Y contemplar nuestra garganta deshecha Sumarse al bisbiseo agónico de la última confesión “Venid a mí los que estéis cansados o afligidos que yo los aliviaré” El niño y su plegaria de estampitas en el viejo andén La urbe se detiene con sólo mis pies por andar Nos tomamos de las manos Y anduvimos Andar de redención. Cruz de amor Una cruz que lapidó mi vejez y mi sordera como una presa desbordada Bocanada de ahogo. Ultimo estertor y último llamado El viaje se inicia pero las huellas del regreso son de bruma ¿Adónde están las otras manos de este puente sin orillas? ¿Y si no cortara aún mi lazo con la ciénaga? ¿Y si no hubiera Dios o acaso alma? 59
Manos sin par Compriman las gargantas hasta que brote acre el sabor de la miseria El hambre de Damocles pende sobre nuestras cabezas Saboreemos el hambre Sabe a hiel la lengua de un mendigo Vistamos de jirones de esperas de mendrugos La borrachera es aguja en la boca del desierto Bebamos de la sed y de la sal Ardamos de fiebre y de delirios Y esperemos del maná que brota de los dedos del ocaso Transfiguración y asombro Tal el espanto de trucar los escenarios Y germinar otra vez en un vientre tibio Encapullados de áurea y de rocío Con el ardor de pezones recién estrenados Entregarnos y tal vez no germinar Y ser par sin manos Como muñones de una caridad embalsamada Asquearnos de los estómagos hinchados de la hambruna 60
Sin temblar sin lacerarnos sin crucifixión He ahí la cárcel del grito y los murmullos He ahí la espina y el anónimo antifaz El purgatorio nos traspasa Hénos ahí Nada más ajeno que el límite de nuestros cuerpos Donde el calor es barrido por sarcásticas ventiscas Ese filo de hielo que nos deja tiritando Desnudos de corazas y pudores Los ojos del horror nos agigantan Y yo minúscula voz sin voz ahora Soy otro extraño Mano abierta y súplica
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EPÍLOGO DE UN SILENCIO INMEMORIAL
Nada más será papeles y escombros
Los equívocos son los mejores aliados de mi subsistencia
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Enrique Marastoni
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VIERNES
¿Por qué elegí este día? ¿De qué recóndito lugar de mi memoria surgió? Finalmente mi inconsciente lo revela. El fiel aborigen a quien Robinsoe Crusoe bautizara con ese nombre. Viernes... Antesala de días festivos, en la niñez: potrero, bolitas, hoyo pelota en la adolescencia: baile, romance ilusiones, barra de la esquina, futbol, heridas del corazón que cicatrizaban rápidamente, época dorada, ilusiones, amor, esperanzas. Quiero morir en viernes para llevarme a la tumba los recuerdos atesorados sin que otro fin de semana pueda amargar la felicidad de los días vividos.
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SOMBRAS
Sombras que se proyectan gigantescas sobre la vida. Sombras que se alejan y desaparecen. ¿Qué será de esta vida monótona, sin matices cuando ya no tenga sombra?
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NIEBLA Cubriendo mi ciudad. Opacando sus luces. Formando figuras espectrales sobre la copa de los ĂĄrboles, queriendo penetrar a travĂŠs de las ventanas. Contemplo el gris espectĂĄculo de sus movimientos sinuosos, intangibles. Corporizo figuras deseadas, quiero asirme a ellas poseerlas. Abro la ventana. Las abrazo, y en silencioso vuelo me trasladan al infinito e irracional mundo de mis fantasmas.
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TE AMÉ TE AMO susurraron tus labios nuestros cuerpos fundidos. NADA DIJE - Varón complacido de ser amado Pasó el frenesí con sus goces y pesares. La pasión se aquietó como el mar después de la tormenta. Pasaron los tiempos y hoy quiero gritarte TE AMO y que el eco lo repita por el infinito Ya no estás sólo recuerdos el dolor de no comprenderte y no haber sabido amar.
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DOLOR
Camino descalzo por la playa. Las olas mojan mis pies en una caricia de frío y sal. Recuerdo otras, ardientes, que abrasaron mi cuerpo. amargura y dolor. Las olas borran mis huellas en la arena, ¿borrarán también los recuerdos?
Las olas borran mis huellas en la arena
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SOLO
Soy un punto perdido en el infinito. Solo, totalmente solo. ÂżencontrarĂŠ en alguna perdida galaxia la esencia de mi vida? ÂżAlmas que comprendan la angustia de vivir en este mundo? Tenues sombras, ciegas y silenciosas me rodean, se disipan. Me encuentro solo. Completamente solo.
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SUEÑOS Despierto acongojado. El sol me empuja a la calle, a la rutina diaria, yo sólo espero la noche. Sueño que estás conmigo. Te veo a mi lado, tu cuerpo junto al mío, fundidos en una nube etérea. Sueño que te sueño y no quiero despertar jamás. Ser esa nube que vaga errante entre estrellas, soles y lunas. Sueño contigo, mi amor, y de amor muero.
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FINAL Soledad, infinito. El mar ruge su furia. Estoy perdido en la noche de los tiempos. Sólo recuerdos. ¿Por qué revivir frustraciones? Miro el mar pienso en su bravura en su calma. ¿Cuáles serán sus recuerdos? ¿Me lo dirá la muerte? Avanzo. Me pierdo en su inmensidad.
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SOY O SERÍA
Querría ser lo que quería si no fuera lo que soy. ¿Qué sería...? ¿Sería mejor o peor? Sólo sé que, finalmente, no soy lo que quería ni lo que fui. Qué tristeza no ser lo que sería y ser sólo lo que soy.
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SOLEDAD
Ausencia de recuerdos Sol extraño, fuego que no arde. Luna lejana. Tristeza sin luz. Nubes que deambulan sin destino gritos que no se oyen nada vive ya. Sólo tú y mi sombra proyectándose al infinito.
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MIEDO Sombras proyectรกndose en fragmentos de luz y color. Miedo de ser. Miedo de no ser. Miedo a que esas sombras no se reflejen mรกs en el fluctuante mar de nuestras dudas.
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FIN
Tu sola mención aterroriza a los que se aferran a sus vidas como un náufrago a un leño en el mar embravecido. Pobres mortales que luchan por un trozo de poder, dinero y tal vez felicidad. Ignoran o fingen ignorar que al final de su tumultuoso camino la única recompensa serás tú ¡OH MUERTE!
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Lydia Antonow
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SÁBADO Luna llena. Dos ojos taladran mi espalda. Miro hacia atrás y no veo nada. Una hoja en blanco me pide palabras. Inconscientemente, deslizo unas cuantas Bailan frente a mi...No logro alcanzarlas. Todas tienen alas Ascienden. Planean. Descienden en picada. Eligen lugares. Se posan, como hadas. ¿Dónde está el secreto? Es Semana Santa...
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PESADILLA
Manos que pintan el agua Pies que bailan en silencio Garganta que teje el aire Cuerpo en locos desvaríos.
Boca vacía de dientes Vida y muerte se confunden Abrazando una muñeca Hoy pide no haber nacido.
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ESE Ese que me dio la vida Ese que mira sin ver Ese abrazarme la mano a quién más aprieta Ese soñar con trabajo Ese querer ir al mar Ese charlar con mamá - siente que lo está llamando Ese nombrar sus hermanos Ese mascullar palabras Ese ir a misa y cantar Ese decir ¡Buen muchacho! a quien le dedica un día Ese oír llover aunque el sol esté brillando Ese ¡No quiero la radio! ¡Ni bebida! ¡Ni comida! Ese recordar sus plantas su banco de carpintero su árbol de Navidad... Ese preguntar por todos los que están y los que no Ese Por qué se hace tan larga la vida? Ese soñar con ovejas Ese cuya voz se hace susurro y poco a poco se apaga... 83
RECUERDO Gateando por el patio con aullido imperceptible pide socorro. Grita. Llora. Intento aferrarla. Se escapa. La alcanzo: No me reconoce. ¡Quiero caminar! - explota La levanto. Cambiaron los roles. Es un bebé. Soy su madre. Relámpagos. Truenos. Llueve. Viernes Santo: Decido crucificarla. Lo hago con cruz de lana. Llega la calma. Duerme. Vuelve a gritar: ¡Tengo miedo! Le contesto: ¡También yo! Y se me congela el alma
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GROTESCO I Me estaba haciendo la corte Gran fiesta en un gran salón Tan alto estaba el parlante que escapamos al balcón.
Fue peor...Se vino abajo ¡Al fin lo pude abrazar! Y en flamante nosocomio quedó un remedio: ¡Rezar!
Me condena la ceguera ante tanto desafío Mis neuronas se agotaron ¿Seré suya? ¿Será mío?
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GROTESCO II Precioso prendedor encuentro en mi prenda preferida Apostaba desprenderlo con cautela y con porfía.
De repente, sin pensarlo se desprendió el prendedor. Partió en cuatro pedazos que el aire desparramó.
Solo el recuerdo me queda del precioso prendedor.
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GROTESCO III Una morena, otra blanca. Dos mujeres elegantes: Ojos claros, pelo negro, Sin aretes y con guantes. Olfatearon el incienso Mientras al museo entraban. Observaron uno a uno Los cuadros que allí colgaban: Un ángel desfigurado Una cruz arrodillada Un torso muy retorcido Una mujer enlutada Una golondrina, un ojo Un hombre con su muleta. Una niña sollozando: Quería su bicicleta. Agitando cascabeles Un anciano en su rincón A su mujer le mostraba Cómo volaba un halcón. Un petiso bigotudo Acomodando arlequines, Sacó un maniquí desnudo Y le puso calcetines. 87
Un chancho con su consorte Cenando en un restaurante. Seis chanchitos pequeñitos Los rociaban con champagne. Un serpentario vacío Un delfín que va nadando Un canguro con su hijito Y un hombre vociferando. Varias prostitutas gordas Con muchos años de oficio Cada semana entregando Sus ingresos al caficio. Un humano se hace mono: Máscara horripilante. Mirando por la ventana Un ratón y un elefante. Semimareadas salieron. Cerrar ventanas y rejas. Romper lámparas, espejos. Destrozar las fotos viejas. Frente a un piano enmudecido No dejaron de tocar. Las encerraron por locas. Hoy no paran de cantar.
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NO SIEMPRE SUCEDE Amor
Todo
Nada
Para quien lo tiene ese nada es todo Nada importa mucho: si calor si frío si viento si lluvia si granizo o nieve si campo, montaña si desierto o mar. Todo te da igual... Sientes que te nacen alas. Te ríes de todo y lloras por nada. Ese nada es todo lo que pretendías. ¡Repicad campanas! Pase lo que pase, sabes que te aman.
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GANARLE A LA MUERTE Gritos. Llanto. Desesperación. Infierno en la tierra. Destrucción. Todo es irracional. ¿Seres humanos o bestias? Se conmueven los cimientos de nuestra sociedad. Un mañana muy oscuro: Lo llamamos porvenir. Eso tendrán nuestros hijos. ¿Vale la pena vivir? Si la realidad golpea mejor no abrirle la puerta. Pero dejarla entreabierta por lo que pueda pasar. Todo es tremendo. Pero ganarle a la muerte ¿alguna vez se podrá?
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VERANO
Silenciosa inquietud de hamaca.
Velero recostado en esmeralda.
Piedra sobre piedra inmรณvil,
abrazada por espuma blanca.
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ACACIA PARA UNA CRUZ La selva inspira temor El paisaje se hace hombre Todo es posible en la Puna Todo es probable en el monte. Llega agosto al altiplano Enfermedades. Sahumerios Penurias y privaciones Nubes monstruos dibujando Truenos, rayos zigzagueantes Todo se hace remolinos Presagio de terremoto Talismanes. Pergaminos. Frío abrazo de la Parca Decidiendo algún destino Viuda, caballo y perro Siguen el mismo camino. Hay tres fosas esperando Murmura el agua oraciones Susurra el viento entre cactus Curanderos, hechiceros, predicciones. Vestidos negros por duelo Nueve días. Nueve rezos Un alma que se hace estrella Muros de piedra deshechos. 92
Pachamama cumple años Banquete ceremonial Hacer vinchas, brazaletes Mascar coca y musicar. Vuelve en litera el cacique. Los árboles retorcidos Los relámpagos lo guían Con serpientes y felinos Humahuaca: Río Sagrado Ya setiembre comenzó Cada año, otro banquete Solo hay rezos, no temor Bajan del cerro con niebla Nuevamente la rutina Telar, cerámica y cestos Al llegar el sol ya brilla Una estrella parpadea el alma quiere bailar Con pincuyos, cascabeles Nadie deja de cantar No sabemos si es verdad Si lo fuese musiquemos.
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Olga Bertinetti
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DOMINGO
A la hora en que el sol agota su mirada surge el vaho premonitor y los ojos pecan de impericia Brota en cada jardĂn de mi atardecida calma colores que se duermen Se escapa una paloma por sobre el alero de tu frente Su vuelo me roba un precario suspiro Es el temblor que precede al Ăşltimo taĂąido de las seis de la tarde
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VARIACIONES SOBRE UN MISMO TEMA
EL ABSURDO
Un verso alocado avanza como un hijo del silencio verso largo amarrado al renglรณn de la discordia detenido en la absurda ambiciรณn del desarraigo su sonido es anulado por el coro de una rima y entre tantas mustias voces otro verso se repliega contra el margen fusilado por la pluma del verdugo
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VARIACIONES SOBRE UN MISMO TEMA
UNO
Uno supone corazones sorprendidos donde hay oídos muertos Uno cree que hay poesía en las palabras y es el eco de las voces que no dicen nada Uno entiende el pensamiento de una flor pero la turba aplasta y ella, no existe Uno amanece con la simpleza de un beso y termina ahorcando la frase más bella Uno al fin, no quiere rendirse a la estupidez y resuelve no escribir la vida pero uno vive en la medida de la vida misma y mide cada minuto para escribirlo todo en un día.
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VARIACIONES SOBRE UN MISMO TEMA
SINRAZON
A veces escribo y me asalta el color de una cabriola dejo la virtud de estar ausente medito y me edito en una suerte de sueño inconfeso capaz de hacer hojas crujientes olvido la parte trasera de un cuento caliento las fibras con savia humectante me rasco la idea de ver entre signos silvestres palomas caminando afuera. A veces silencio y me canso las letras aunque pienso flores mojadas, me duele volar en la nave detrás de la luna soplo lo que queda guardo lo que aguardo siguiendo el trazado dejado en el aula aderezo el mundo musitando un grito nadie lo pondera A veces me escucho cantando en un palco vacío de voces cubierto de llantos.
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VARIACIONES SOBRE UN TEMA
EN TIEMPOS DE SEQUÍA Escribo con el cuerpo con los poros, las tintas, los silencios en una frontera acústica. Escarbo hasta encontrar la carne viva de mi animal descansando en el vacío. Muchas veces este cuerpo rozando abismos se me cansa. Yo quisiera reconocer mi pelea intermitente refugiarme en los estratos de algún cielo a menudo mezclarme con la muerte; pero luego mi mano se prolonga camina en la oquedad haciéndose poema.
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VARIACIONES SOBRE UN MISMO TEMA
LOS ESPÍAS DEL SUPREMO
Estoy a la sombra de mi propia nada y compruebo que ya estuve mojando intentos en el agua de alguna obsesión todo se reduce a la mínima expresión del silencio Propongo elevar la voz blandiendo el escudo de lo poco y las ideas se estrellan en la tinta de la palabra Antes del suicidio se presenta ante mí el olvidado Ese que a menudo espío desde la noche Un simple loco que durmió al niño cuyos versos canta.
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VARIACIONES SOBRE UN MISMO TEMA
POEMA INDIGENTE
Poetas claman atrincherando farsalias. ¡Corre madre! Niño no toques el canto de los pájaros. Desparraman soles pléyades inmóviles altura acústica el seno orgasmia incolora casi dolosa. ¡Corre madre, corre ! Niño deja tus ojos quietos. Espolón endurecido sangran las paredes argumento esclerosado un beso omnímodo y mordaz. 103
¡Aquí estoy, madre ! Niño silencia tu oído con la navaja [apócrifa. El cráneo cúbico aceleró recuerdos estentóreo en la razón un eco. Suplica tabúes misiles pasados la aurora. ¡Madre, te pedí que corrieras ! Niño no grites, confundes tu lengua. Placenta fue noche (no placentera) donde se durmió el poeta.
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Ă?ndice Francisco Llera............................................................... 3 Edith Ruz ....................................................................... 35 de Colombo.................................................................... 35 Marcela Predieri............................................................. 51 Enrique Marastoni.......................................................... 63 Lydia Antonow................................................................ 79 Olga Bertinetti................................................................. 95
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Junio de 1998. Estamos a las puertas del tercer milenio y un grupo de escritores se propone editar un libro de poemas. Si tenemos en cuenta la influencia que ejercen los medios audiovisuales y lo poco que se practica el hábito de la lectura en nuestro tiempo, sobre todo la lectura de poesía, determinaremos que aquél es un hecho digno de destacar; pero lo es más aún si consideramos la absoluta independencia con la que se realiza dicho proyecto. En Siete Días nos propone un recorrido a través de una semana cualquiera, un recorrido que toca, “día por día”, la temática más diversa. Lo grotesco, lo cotidiano, la denuncia social, la soledad, la vida y la muerte son abordados con pluralidad de estilos y entrelazados por un mismo hilo conductor: la pasión por la palabra. Aquellos que quieran salir de su invernadero mediático, tienen aquí una oportunidad para superar el aletargamiento de sus sentidos, una oportunidad que no pueden dejar pasar. Víctor Conenna