La parte vulnerable

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La part e vuln erab le


Morteo, Carlos La parte vulnerable / Carlos Morteo. - 1a ed. - Miramar : Editorial M.B., 2018. 136 p. ; 21 x 14 cm. ISBN 978-987-42-9787-7

1. Poesía Argentina. I. Título. CDD A861

Copyright. Derecho de Autor. Todos los derechos reservados. Está prohibido reproducir total o parcialmente, de cualquier forma o con cualquier medio electrónico, incluso con el sistema de fotocopiado sin el permiso del autor. Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 de Propiedad Intelectual. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización del autor. Imagen de portada: Carlos Morteo

Maqueta de edición: Mariana Boh editorialmb@gmail.com Se terminó de imprimir en Editorial MB, Miramar, en el mes de septiembre de 2018.


Carlos Morteo

La part e vuln erab le



A la alegrĂ­a

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Mi agradecimiento a Néstor Alonso por su lectura previa y así ayudarme a decidir la publicación del presente libro de poesías. A Dardo Festino Y a Mariana Boh por hacerlo posible.

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Prólogo La poética de Carlos Morteo, lejos de la tradición pero cerca de profundos recursos de oficio, ha encontrado voz propia en estos versos libres que nos llevan a recorrer el mundo y el hombre con una poesía universal de sabor cotidiano. árboles, el vino, vulnerabilidad, olvidos; así, los apartados en que se divide este libro de poemas. árboles El viaje comienza con el lejano “Dragonblood” esta especie majestuosa de las islas de Socotra, luego vamos en busca del gigante “Hyperión” en el Parque nacional Redwood de California, los “Baobabs de Madagascar”, el “Pehuén” de nuestra Patagonia para terminar con el impenetrable “Quebracho” en el norte argentino. Estos, entre otros poemas, conforman la primera parte del libro en la que la poesía decide superar la idea clásica del árbol para trascender a un canto metafísico desprendido de savia y corteza. Este capítulo viene a confirmar que nuestra historia física y espiritual, está enraizada en la convivencia ancestral con los árboles. De estos brazos verdes nace un mundo completo, fruto de esta metabotánica de la poesía, terreno en el que Carlos Morteo, por momentos, nos guiará con su lámpara personal. 9

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el vino “… cuando el corazón desorbitado/ llene las arterias de ilusión y alegría/ saldrán de la oscuridad los tajos/ el vino sin remedio se hará triste/ y el camino gato y vereda/ los ojos aprenden a ver despacio” Así deslizan los últimos versos del primer poema, con la bebida de Dionisio que detiene la realidad frente a los ojos, para que estos aprendan a ver despacio. Tal es la ralentización de la escena que el futuro se transforma en presente en el último verso. En “El vino que tomaba mi abuelo” leemos la crítica al trajín moderno: “Este vino es de conversación/ decía mi abuelo/ qué vino sabio tomaba mi abuelo/ sin ninguna etiqueta/ tan apurado está tu tiempo/ la copa no se deja sin terminar”. Más adelante en “La vereda inclinada” las letras sentencian, “Vos líquido/ una sombra que puede tener mil caras…” Así, el tiempo, será esa sombra de todos los rostros, las horas y el líquido, la garganta del poeta que conversa y se atempera en un transcurrir íntimo, meditativo y a la vez, de espléndida lucidez. Doy fe de que en este capítulo, los ojos del lector, encontrarán la vereda inclinada y arderán de lentitud. vulnerabilidad “cualidad necesaria para poder ser herido” así la define la RAE en este epígrafe al tercer capítulo del libro. No se puede ingresar al terreno del amor sin ser vulnerable. Esta cualidad que a priori parece una debilidad, es en gran medida la última fortaleza del poema y también del 10

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hombre, es lo que permite abandonar el individuo para hacerse nosotros y multiplicar su fuerza. En esta sección de libro, estalla el amor en todas sus formas, desde lo social a lo particular. En el poema “Luz” Carlos comienza su búsqueda y a riesgo de lesiones dice: “Escucho que podés estar aquí/ sabré de tu luz innegable/ se me escapó desearte tanto/ ha de ser fácil verte/ andando entre los hambrientos”. En “Nada paga amor” leemos, “el amor no sabe su boca/ el niño los ojos arrasados/ en su mano el dulce juicioso/ piensa es de vidrio ese dulce/ no hubo brazos/ nada más manjares/ la joven y el niño dicen creen/ el amor habita en el aire/ hay que respirarlo”. Y como siempre, Eros de la mano de Tánatos, las aberturas por donde llega y se va la vida. El poema “Puertas” finaliza en estos versos “muerte vive en la vida/ los muertos quedan acá/ dejan las puertas cerradas/ o abiertas para siempre/ no hay puertas en el cielo/ a secas las que están acá”. El existencialismo de esta parte del libro nos conduce a la esencia. olvidos La latencia del olvido es un corazón inasible, él bombea en este capítulo los versos que nos conectan al legado o a la nada. En el poema “El cuerito tres cuartos” el poeta declara “Jactancia humana/ de hacer sístoles y diástoles… vendrá el plomero/ con su valija pesada y repleta/ a reemplazar el cuerito 3 cuartos/ el cirujano abrirá el pecho abierto/ con el líquido carmesí andando/ y como sea lo que pase/ habremos aprendido otro olvido”. Y en el último tex11

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to del libro “Sendero muerto” la presencia de la despedida se hace profética al leer “con la ciega soledad de la espina/ saber/ para qué andar sobre los pasos/ ya el adiós también los habita”. Llegado a este punto, la última pregunta y su proyección, no se hacen esperar ¿Persistirán los árboles, el vino, la vulnerabilidad o el olvido? Hasta acá, las interpretaciones sobre estos mapas. Ahora solo resta invitar al lector a seguir la brújula de su corazón y adentrarse en esta expedición al paisaje del poeta. Los espero del otro lado, en la intemperie.

Dardo Festino Mar del Plata, agosto de 2018.

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La mar Vas en su orilla, seguís la espuma porque en ella está el mensaje de la mar, el resumen de las olas y todos los misterios de su debajo. Porque has nadado y nadás en sus aguas siempre diferentes, a veces habitadas por peces y algas de plata y esmeralda, de raíces y aletas. Peces que a veces alimentan y otras hieren, algas que a veces ayudan a flotar y otras veces enredan. Habrás surcado esas aguas, las has nadado; las navegaste a bordo de lo que creíste un bajel y siempre eras vos. Te deslizarás empujado en sus olas a veces hasta la orilla, otras golpeado y restregado contra el fondo oscuro y saldrás a respirar asustado; volverás a hacerlo. No hablo de tormentas, para qué. Y ahora caminás la orilla y seguís la espuma que llega como un sendero estrecho. La juntás en las manos y se deshace, se transforma en una ilusión, en lo que siempre fue. La mar te dejará andar en ella, te hará su esclavo. Cada amanecer está ahí, con sus olas, su oscuridad y sus espumas. Para reflejar y darle color al cielo, para mirarla como la alta roca que la enfrenta y no se sabe derrotada. A su tiempo la transformará en arenas donde depositará sus espumas y tus restos. La mar al este, pare un sol desde su debajo de misterios, y vos, criatura marina morirás en cada amanecer. Carlos Morteo 13

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รกrboles

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Dragonblood

Como dedos que hieren a una luna pálida indiferente de brutalidad vieja señalan como índices la sangre esclava arrebatada a la tierra en la savia carmesí que trajeron en barcos de velas negras naves de sudarios perdidos

inexactos

en ningún tiempo se fueron el hombre no se aleja de su gloria sólo se va cuando agacha la cabeza y los dragonblood siempre testigos como brazos signados a la luna

firmes

acarician el paso de la noche que purga la existencia naciendo de la oscuridad donde anidan los pájaros mutiladores insisten sus estirpes

no hacen

prisioneros no esclavizan ni juzgan con su sombra vierten en roja vida el dolor de las penas que los hombres y sus despojos eternizan

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Imperdonables

Tiempos crueles la guerra de conquista los hombres no lloran los poetas no lloran tan a menudo cuando ven un cedro del Líbano deshojándose en ondas expansivas con las ramas al cielo como huesos rotos como huesos rotos de manos que suplican acaso los poetas lloran y los hombres que buenos y malos pero imperdonables cuando ven el cedro del Líbano ceniciento las ramas como ruegos a cualquier dios ruegos rotos por voces que aturden lloran por ellos mismos y no por muertos saben que los gajos al cielo son sus almas en un otoño que no les pertenece cuando los hombres lloran y los poetas eligen escribir y los cedros del Líbano se deshojan sin poder dar sombra cuando la muerte

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Hyperión Te escondés por temor vos un gigante que el cielo pone al alcance de las manos si el viajero cree en habichuelas sin leviatanes en lo alto hacia allá van los sueños tu fronda como ojos implorantes dan una oración al espacio unos pocos humanos te saben unos pocos humanos te cuidan la humanidad pide perdón a través de tus ramas que sufren en la alturas obligadas de un silencio que da voz al viento de una tierra donde las nubes son un templo frío en el limbo y nadie sabe por tu tallo inmemorial baja en forma de hojas muertas y líquen el perdón del planeta mutilado

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Baobabs de Madagascar Son como brazos de la tierra silente lo que los hombres llaman avenida que rodea un camino de desconciertos lavan las almas de los esclavos arrancados por el desprecio y odio de un tiempo terminado pareciera como brazos y sus manos los baobabs aún habitan el planeta te recuerdan se es esclavo y prisionero de los días se elige a dónde quedar encadenado amores amigos riquezas soledades purgan las ramas cortas de los gigantes sus troncos cebados en desgracia como brazos al cielo que descreen barcos como penas al cielo de esos barcos aún así insisten en dar vida sus sombras de agua

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24 del 12 Sin carácter alguno en esa fecha corre el mundo desigual un árbol de luz porque diferente en latitudes ignoradas trata de honrar con un momento la buena voluntad el mundo eligió un árbol solitario como muestra de su pasar fugaz las risas de un coloso en su trineo las estrellas rutilantes los cometas algunos afortunados de la Tierra convocan fe en torno al encendido Árbol que nada promete sólo es sostén de ilusiones en forma de luz y en otros sitios donde no tanto se engalanan pero están vivos otras esperanzas suben por ramas en oraciones de anhelos niños saben que sólo el árbol acudirá a la cita con el futuro de ese pueblo 21

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Árboles peinados por el viento (en la ruta 11) Brillan las estrellas quietos los árboles esperan a su amante necesitan su furia sus ráfagas limpias enloquecido el viento por un amor negado llevará las hojas muertas tal vez carga con él todos los dolores el árbol sabe

nunca lo sigue

ni en su libertad jamás en su carrera

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los libres cuando aman siembran desconfianza el amor se va con otros y él

habita sus rachas

busca desesperado

en más hojas en las castas algo que lo aprisione y sea un día las ramas sus remolinos soñarán que lo atraparon pero los árboles peinados dirán su paso para siempre

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El viento, los perros y el violinista

Con los azotes del viento en las hojas huye el hombre de mirada extraviada bajo árboles que ondulan las ráfagas traje de remiendos y pitucones y una gorra rodeado de perros que lo persiguen lo alcanzan desgarrando botamangas cuando el viento enloquecido arrecia carga contra el follaje que cimbra entonces el viejo desafeitado sucio aparta los sabuesos grises malditos y sólo así extrae del vetusto estuche su pasión comienza el duelo al aire el violín sangra una melodía resistida los perros sólo creen en su manada la música disputa al viento enamorado su espacio y sus creencias el público no ve lo que no conoce no escucha el lamento del viejo no siente la pena de los árboles

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Yo paso por donde está ese árbol y no sé si él es el infierno. Lo que sí sé es que el infierno está acá, en la tierra; y que ese árbol fue paredón y cadalso.

Cadalso inocente De existir el infierno para almas sospechadas puede ser un árbol sin tener cadenas las elevan en sus ramas por su prisión de savia pugnan por un cielo renegado el árbol no sólo es celda es banco, cama, madero es abrigo que renace para las almas cautivas ¿cuál será la redención?

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la vanidad del ebanista las harรก muebles transformarรก la cรกrcel en desconsuelo en llamas habrรก condena van por un atajo el infierno conocido y ese รกrbol solo bueno temible

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Sin fronteras La sombra lenta no fija un andar un árbol sin remedio la derrama aun sin hojas por otoños con sol su sombra es el país que reconoce allí creció y expandió su aura y caen sus desrames y sus frutos brotando semillas en su aguardo donde las arrojó el viento venerado ningún árbol sabe de fronteras no discrimina a quien se acerca en su tarda paciencia inmemorial ni hará quejas cuando sea cadalso de los elegidos que dicen son mejores

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Prisión de las ironías El suelo

los bosques vivos

en el aire de olores rodeando la tierra está ufana la vida en las aguas acariciadoras de los peces y algas las tormentas su lluvia las espumas de tirrias de los vientos lejanos la tierra escondiendo el fuego levantando su razón el cielo se junta con los árboles que cuidaban al bosque sabio de cortezas indefensas hicimos las redes para ver morir de a poco porque todo parecía poco nosotros y la ferocidad artífices de instrumentos

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las palabras y las redes prisiones con movimiento que te dejan ver pasar las manos tocar al del otro lado en ese mar en ese aire para nosotros para otros vivos hicimos las redes y mas acรก donde pisamos las rejas prisiones del movimiento para que veas para que pases las manos y el carcelero satisfecho en su mente prisionera diga

ahora son nada

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Raíces a las aguas Tienen marcas en sus claros tajos suaves de una daga que no desangra únicamente lastima la corteza fue cuñada con el afán de amores escondidos a la sombra de esa fronda paciente donde han disimulado al arroyo de esos tilos dueños en un mundo de diagonales de afecto qué mas han de esconder los hombres las pieles han crecido y velado mensajes no se lee Lorena y Mariano 6/8/77 ni un desesperado corazón con flecha y todo tez madera tatuada de nombres que no se ven la calle de los tilos flota sobre un torrente que moja las raíces de centenarias confesiones y se lleva en sus aguas los secretos de amor que aún rondan los pasos de Mar del Plata raíces a las aguas de una arboleda en fila larga que saca de bajo tierra en montones de cosas despojos de pasiones que ya no se reconocen y los redimen los vientos no sólo se llevan las hojas muertas por ese boulevard oblicuo de la ciudad con esa la fragancia de los árboles penitentes 30

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Árbol de las nueces En su porte con cimbreo calculado guardando a tal altura sus flores pretendidas con pasión la mujer sudamericana igual a esos adornos del Amazonas guarda para los mas fuertes su néctar el árbol de las nueces habita alto algunos temerarios ungidos en naturaleza logran desafiar en altanera conquista su desoladora defensa infeliz separar sus pétalos generosos únicos llegar hasta su tesoro dorado en pólen fecundar las nueces dentro de un fruto redondo caerán al suelo serán alimento serán retoños vagarán la tierra del sur de America con la misma firmeza que sus mujeres con la misma dureza que sus mujeres darán glotonerías bocas abiertas salivas derramadas en toques de labios los árboles de las nueces sus frutos sus hembras 31

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Pehuén Como si quisieran llegar mas cerca del cielo al sur de la cordillera alta el pino de brazos ruega por todos piñonero

la cortina de nieve no lo oculta

hay huellas viejas que no se borran de qué hablan las araucarias con el viento qué dolores tiene el suelo cuando caen piñones y viene de amarillo el otoño a deshojar qué despiertan las nevadas si no los frutos al venir en esas fechas hacia las sombras el hambre se muestra junto a ellos los naturales de aquellas distancias envueltos con olvidos de mantas y ponchos forzados a la pereza de las regencias acompañan la vida con los pehuenes viejos entre cientos de años de tallos imponentes con las mismas soledades que sus indios

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la montaña en su poder de piedra y cóndor hace mas fuertes los árboles con manos así lo que no les llega en los repartos de la nieve de las rocas de los vientos y de algún río con los cuerpos gigantes se harán en piñones para matar el hambre de las soledades se estirarán como siempre hacia el cielo pidiendo por lo que otros deben

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Amazonia

Cómo no escuchar los sordos alaridos talan el bosque sangran sin paz tus piernas vive el hombre al rapto de las maderas y desprotege los viejos suelos en sombras cuando se lleva a los árboles del cielo ese cielo que ves de vez en cuando si caminás bosques de vida la vida no existe sin las arboledas dejás y creás mecánicos monstruos llamados a ser como sociedades simples aserraderos

sepulcros

debiera darse por vencido el hombre no cualquiera el que miente amores y conquistas perdido en el Amazonas no sabe no lo vence

sólo se derrota

cuando obliga a los retoños a ser mas rápido estar tirados en el piso y hablar al planeta a decir

vos hombre 34

el barro foresta C.M.


semillas en el viento muebles papel el humano no existe cuando extingue cuando miente amores por otras vidas a las que deja sin la selva de atrás cuando se acuesta y sueña que vivirá mejor en sus propias inmundicias los ríos no juegan para el equipo humano los ríos son los jueces que queremos ver andar que no pretendemos oir no sólo sus lamentos por los seres que lleva a su final no escuchamos su honor de naturaleza libre ni sus sentencias con las que nos ejecuta

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Árbol de la seda

Custodiada por tremendos jenízaros la puerta del cielo no dio paso a otras semillas de odios o de amores simientes de árboles que daban alguna sombra gris graciosas acacias de Constantinopla hablan de esa hueste como los de la Orden del temple enemigos que decían de un dios que era el mismo credo que uno era mejor que otro la sombra del árbol de la seda fue la misma siempre para todos santa

cuando el sol mostraba

su igualdad unos sentados en bancos 36

los otros C.M.


sobre escudos libros héroes traidores

y sangre como

moneda inútil en las acacias hallaron su corteza curativa hallaron sus bayas como forrajes no encontraron ningún perdón para los que no eran ellos las veredas de hoy

van acompañadas por

estas plantas de sombras no muy tupidas

sombras de

cualquiera con flores que esperan la llegada del verano con memorias heredadas de aquellas bandas de olvidados

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El canto de los árboles Las arboledas con sus ramas a la noche en inacabable esperanza lloran en las lluvias

escapar de la tierra

vomitan el sostén térreo

el ruego de los árboles será la profecía las talas serán las naves de su ausencia las semillas estarán vanas de diluvios el bosque no habrá de quedar adormecido no cree en niños que dejarán la niñez las cunas los muebles son sepulcros lápidas los fuegos sólo muertes pasajeras la floresta ama la noche en la que reina nadie se atreve en la oscuridad con troncos ella suelta la vida para morir en sus espectros de hojarasca mientras reclama que su sombra crezca escapar a la estupidez de los desiertos casi nos parecemos somos fundadores de los páramos donde los aguaceros lavan y arrastran culpas

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sembrando la muerte que nos esta prometida el plan de los árboles es sencillo y largo se dejarán morir en siegas llegará a tiempo la agonía de los hombres con despoblados en el pecho y tierra entonces el viento se entonará a través de sus ramas hará canciones con sus hojas y sus troncos y la caída de los frutos dará ritmo de tambor se menearán sacudirán

en las

ráfagas que antes mudas hablan y cantan en ellos es el canto de los árboles luego el brote mudo de su génesis 39

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Otoño y esperanza

No hay horas amordazadas atadas a las hojas ante el otoño la pretensión de hacerse rama y ser una súplica del aire la vida en su paso por el tiempo los árboles adquieren amarillo y liberan brotes poco percibidos brotes para morir en primavera al regreso de las hojas y una flor el otoño y la esperanza se nutren de la misma quimera depositan la fe en las aguas

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Aunque no los quieras

tantas ramas te hacen árbol ningún pájaro te anida zapatos raíces pisan fuera no los veo el viento ulula tu voz no habla tu paciencia ni de todos los aguardos de qué sirve morir de pie para quién todas esas ramas con brotes aunque no los quieras te hacen árbol en veredas en jardines parques y campos sin pájaros no has de ir sin viento no hablarás y al verano tu sombra para quién

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si lleno de hojas frutos fueron flores inevitables nadie conquista un árbol ni él dará justicia subirán las hormigas sucesivas por las cortezas sin savia adentro árbol

la sangre viaja

por esas ramas que lo innovan donde no ves que paran aves las que el viento limpia lleva sonidos que no son voz sólo promesas y despedidas

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Poetas en otra patria

Yo bebo en algunos árboles en su fronda despajarada en las ramas solitarias del invierno allí el nido está desamparado y las aves vuelan otros vientos como poetas fueron su poesía lejos ellos bebieron vino ácido elegido para el brindis de los de acá bebo en los árboles otra savia trato de volar con sus exilios pero las ramas son tan altas

rectas

cuando lleguen los brotes insistentes espero elegir la decencia otra patria puede ser un cadalso un árbol seco cuya única flor cuelga muerta y no sabe las cosas que forja

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Quebracho

quebracho colorado que duró solo donde pasaron los hombres forestales contra la dureza vegetal y rebeldía de selva ese árbol de madera colorada

la patria habla poco o aprende siguen los días de jungla en la que el mas fuerte acecha cree en un mandato de poder divino lo único que persiste es la vida rodeada a merced de seres desventurados que no comprenden

que todo

compran cuando van a los conciertos cuando visitan la selva con una grúa cuando cambian los gobiernos cuando se dan vuelta 44

C.M.


cuando no saben si su amor durarรก si sus hijos

si sus padres

sus amigos

la desventura de creer en lo que cambia es la autodestrucciรณn el quebracho estรก

La Forestal pasรณ

el Impenetrable no da viviendas los hombres pobres no depredan los hombres que carecen

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reemplazan

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el vino 47

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Vulnerabilidad

Es imprescindible estar de buenas para ser herido el canto del día y la voz nocturna soplan las cadencias y los susurros a través de una copa llena de vino repleta de hacerse tarde y madrugadas

y a veces

vigilada por un gato

una vereda desigual es una invitación a los sueños a volver a pasar por el mismo pasaje quién si no el vino será el artífice de no adjudicarse los mismos yerros una fragua llena de aire desconocido será su pulso

un bombo legüero

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y cuando el corazรณn desorbitado llene las arterias de ilusiรณn y alegria saldrรกn de la oscuridad los tajos el vino sin remedio se harรก triste y el camino

gato y vereda

los ojos aprenden a ver despacio

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Vino sentimental

No hay un país tan lejano detrás de las sillas del bar desde alguna puerta ardido vendrá el mesero traerá aún mas sueños los sueños pecados el bodegón posee estantes igual que todas las casas allí los trofeos de familia exhiben su derrota frente al tiempo así las botellas con algún líquido habitan olvidos encerrados algún jarrón en algún anaquel habla de otros dueños de otras repisas todos tienen vanidades para ver no se habla de verdades o disimulos en esas exposiciones en las casas ni de las botellas postradas del bar que dicen sin ser bebidas la silla vacía se burla de las intimidaciones del vino 51

C.M.


Por una vez

Me puse frente a él a él tan enfrascado y oscuro amigo

el mundo sabe de él

por una vez yo no sería culpable ni vencido en él ha de caer la pena

luego de ser de la luz en la uva reinos morados con terciopelos ya nacido vino buscó mi oscuridad

boca través

y luego aparecer en la risa las modorras las palabras arrastradas triunfal volver como gemidos en claro liquido lágrimas diciéndome has de pagar por cada gota de mi

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te digo acaso eras mas feliz como uva sin necesitar la oscuridad

de la cama en los toneles de las entrañas y dolores de mi bendigo a quien pisó las uvas y te extrajo y te parió ensueño que sólo el agua es mas robada

pero aún en la risa en las palabras en las lágrimas de las penas en lo que sueltes de mi sos el único vencido el único que necesita volver a nacer

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Botella adentro

La dejaré dentro de la botella botella adentro como no he de llamarla y no verla si apareciera flotando sin papel de dramático mensaje es porque la nota está en el vino su decir de alegrías y angustias de victorias el vino es mi ceremonia misal sus inciensos las velas trajinadas en él

cantos y altares

y podrías aparecer con una botella dejar la carta que traías dentro del vino que querés entusiasmarme y cuando lo tome él me hable de templos de ceremonias en los cuerpos de altares con muestras palabras sólo una copa es el vino en la misa la botella y las notas nuestra ofrenda el mensaje oculto un puñal 54

C.M.


El vino que tomaba mi abuelo

Este vino es de conversación decía mi abuelo qué vino sabio tomaba mi abuelo sin ninguna etiqueta

tan apurado está tu tiempo la copa no se deja sin terminar porque siquiera vale como estribo acaso halle un vino conocedor en la terracota rica del pingüino a veces en el pedazo que queda del día tomo un vino de esperanzas lo compro con los sueños lo pago con hijos amores amigos pero dónde conseguiré el sabio

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La vereda inclinada

Vos líquido una sombra que puede tener mil caras alcanzar el regocijo sin importar la sed de un camino que empezó a carro entre plantas retorcidas que no beben vos

tan líquido

impropio de los cobardes y traidores yo mismo me bebo en tu prisión paga hago de tu hechizo lo que dura la copa pues al estar en mí sólo sos cancerbero vos tan líquido creado porque sí ni por un momento serás refugio al andar la calle luego de tu procesión con la noche inclinada en las veredas tenés la fe de no abandonarme pronto vos líquido sangriento yo sí juro dejarte para siempre y el cuello de la botella es la flauta de un encantador lleno de advertencias de una sombra que sólo lleva una cara. 56

C.M.


El vino y ella

Entonces el vino y el niño no sabe de él pero lo escucha hablar porque el vino habla suena en los labios b labial no dice fvino con v de vaca

quién lo puso ahí a la par de la luna en el camino del sol

él llama

el niño crece

lo inicia a creer en la maldad esparce su aroma al mantel el vino lo engaña lo adormece en alegrías lo hace avatar

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C.M.


entonces el vino habla y ya no calla jamás quién lo puso ahí a la par de la luna en el camino del sol quiso el amor beber sus diálogos ardientes y él agazapado tras la copa tras los labios tras la lengua habla y deja al corazón en las sombras de sangre su roja mirada encandila el sonido de su voz confunde a los amantes el vino habla sin ellos

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quién lo puso ahí la botella a la par de la luna la copa en el camino del sol

quién hizo tu cuerpo de mujer tan perfecto para brindar y darle letra al vino y que el vino al hablar porque engaña diga sí tu cuerpo de mujer es perfecto él lo dice yo digo la mujer es perfecta y al vino quién lo puso ahí lo puso el desasosiego no la sed mejor que hable él de tus virtudes y tus esperas yo apenas puedo con la copa casi no sé cómo irme de aquí 59

C.M.


Vos ahí afuera el conjuro del vino

Saber que afuera andás por ahí con ese ondular de pasos cortos pisadas de alguien que piensa hace bien a las esquinas saber que andás ahí donde la indiferencia absorbe la mas pobre caricia un intercambio buenos días fulamo nada de chau mengano todos vestidos igual de corredores de horarios sin premios y copas hay cafés, cervezas de artesano vinos con conjuro escrito al corcho que garantiza visiones y éxitos algún buhonero 60

C.M.


un mago de ojos pintados el policĂ­a impartiendo sermones pero nada

porque la indiferencia

los hace cables solos y vos andĂĄs por ahĂ­ eso es bueno para las veredas y las calles para salir y capaz cruzarte

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C.M.


PaĂ­s de letras Ella los ojos claros con la herida en el vino hace su roto esfuerzo la misma botella los vasos otros vidrio que pide a gritos otra vereda la del dĂ­a que se vayan al mundo las condenas y gozos que venga todo nuevo que termine el castigo de tener secretos ojos dorados de luz heridos ni siquiera un vaso cargado de abandonos baldĂ­os nuevos neblinas que los soles no levantan 62

C.M.


La imagen quieta

Así de despintado se cargó el momento sin ira en la mano ni en la copa de vino el vino calló dejó hablar en sus silencios hizo que las cosas surjan despacio y ahí está el Pollo que me sorprende porque para mí nunca se volvería viejo nos perdimos de niños nos vimos de niños así de chiquito era el Pollo tan definitivo la última vez que te ves con un camarada tiene la facultad de parar al tiempo qué bronca no volver a verte Pollo crecer la vida que nos toca sin vos ahora te veo y te busco en el vino por si aun está tu imagen detenida

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C.M.


Vino de la distancia Ay vino de la distancia sin camino señalado sólo tiene alguna sombra para dar alivio en el sorbo para una mesa tan grande entonces pedir ay agua de la distancia aunque no muestres atajo que amargues el deseo sin paz del corazón y la copa donde como una fragua la desesperación bombeó amor no existe el agua de la distancia cuando la musa deje la mesa y trastabille la vereda lejana a dónde la habrás llevado vino porque a tantas caricias sólo canta tu canción esa que no se escucha y te avisa cazador por la presa la ausencia cambia de nombre vive en nosotros a veces dormida 64

C.M.


Para el traidor Cuatro monedas metal deslumbrante la posesión en un bolsillo oscuro al que terminarán rompiendo para qué guardarlas hoy las cuatro monedas se harán vino igual da perderlas o beberlas lo diferente es ser tu rey tu propio rey y no es algo que el vino quiera las monedas no quieren quedarse pretenden ser recuerdos el vino sólo quiere ser hechizo hablar de lo que podés pagar con dinero pasajero traidor con el amor en el otro bolsillo no temas a lo que la tierra guarda lo que no hay que ver es sepultado y no importa la hierba o las flores sólo andar un trébol de cuatro hojas sobre la greda celosa y oscura porque sabemos lo que amontona 65

C.M.


asĂ­ vestidos de trĂŠbol brindemos el vino de la memoria que los secretos de ĂŠl y su botella son los que tenemos y no sabemos y debemos descorchar terminar ese vino ser trĂŠbol

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C.M.


La estaca

Una última comida como arena y la charla como una flecha al pecho tan molesta como la arena en la boca tan potente sangrando el corazón han de haber los que beben sangre sin su roja sombra de acusaciones y estarán los que la vierten apagándose una última comida dice el comensal una postrer demostración de apetito jura que no bebe sangre que lo rojo es vino mas el vino no se bebe desangrando así es sólo una astilla de madera roca molida cal no tiene nombre así la saeta quema como el fuego de esa manera quema la estaca al corazón que desgracia su sangre que nadie bebe y luego la fuga un viaje que nada deja 67

C.M.


El filo Ha de caer el vino donde decida cortar el vaso con su filo que asiste un vino es de la copa y aunque de la misma botella otro es el que cae al mantel uno acierta el vaso es el que sirve a seguir o conquista otro para el que en el lienzo lee las gotas desdichadas son del mismo vino uno deja huella en la tela y el otro da mas sed a la garganta y al alma o requisa los olvidos el que se hace mancha se abandona nada sabemos del vino derramado sobre el paĂąo es el mismo asĂ­ erramos las palabras unas paran cerca del corazĂłn otras sĂłlo son escuchadas unas van a la copa al vaso otras quedan en cualquier tela 68

C.M.


El vaso liso

Solo el vaso liso vacío solo para qué discutir con el vino parecer que se habla en solitario si el que habla es el alcohol será que se lo bebe con culpa la sangre de cristo tan popular cómo es eso de beberle la vida al que otros dicen nos perdona ah sí el vino incluye el Perdón como todo por lo que se paga incluye el nombre que sale del cuchillo con el que se apuñala la mesa quieta

69

C.M.


Oración para Dionisio de un hombre que toma vino te hace libre el dios del vino de la locura ritual veedor del éxtasis cómo haría sin vino para liberar del ser normal y cotidiano el dios del vino es excusa y culpa tengan su Tíaso y sus Ménades reclama al humano creado de culpas de dioses todos los dioses de todos los tiempos dicen el hombre es culpable y prisionero porque parido en culpas dicen nació de las cenizas de Titanes que devoraron al niño-dios Dionisio qué puede nacer de un gris polvo muerto cuánto puede vivir un Fénix con su hoguera latente a cuestas qué sabe un dios de tomar vino sólo es el hombre ensayando excusas

70

C.M.


siempre un corazón el señor vuelve al vino a ligar los vivos y los muertos con el culto de las almas a cuestas con la sangre de las uvas pisoteadas el vino es la parte humana de los dioses los dioses la quimera de los hombres cuando se adueña de ellos el vino elijan abandonarse al delirio al éxtasis al ritual de las botellas donde sean elijan irse en paz y que les libere el alma del cuerpo que ha de corromperse y las botellas donde se encuentren ambos del alma cárcel y tumba

71

C.M.


72

C.M.


vulnerabilidad cualidad necesaria para poder ser herido

73

C.M.


74

C.M.


Envidia de amor

Tanto la ama que se metió en mí tanto me dice de ella hermosa deseo que él y ella se amen no la quiero en mi mente pero la necesito en él desesperado cuando no soporta que no esté ni pienso que se pueda ser libre lo veo dentro de su ausencia y quiero que ella venga de no sé que no nos deje pensando a él enamorado y a mi cómplice de su vacío y sus dolores puso en mi mente a su amor le dio forma de espíritu del agua que a él lo ahoga en su pasión a mi en gotas de envidia de perderlos

75

C.M.


Casi eterna

Serรก casi eterna de bordes y fronteras conocidas los cuerpos las calles el cielo los lagos de aguas cristalinas el aspecto de la lluvia y la piedra la persistencia de la lluvia para tallar la piedra imposible dar nombres nuevos si todo vuelve a nacer

a ser

lo nuevo es diferente su alimento nunca subimos el mismo tren volver a ser todo el tiempo el mar se muestra en la ola una onda que enfrenta la playa una tras otra la misma una tras otra otra

76

C.M.


vamos vamos a tomarle a la botella el vino el mismo vidrio igual el mismo vino igual las viejas sensaciones nuevas distintas los cueros se van secando y siguen siendo dicen los mismos cueros de todos los recipientes que hay elijo el que te porta y no las palabras que siempre estรกn naciendo las mismas tus visceras y tus huesos y el cabello serรกn vencidos lo elijo por tus pasos

77

C.M.


Luz

Escucho que podés estar aquí sabré de tu luz innegable se me escapó desearte tanto ha de ser fácil verte andando entre los hambrientos los que tu libro promete cuidar para saber de mi sólo miro tus ojos quiero cada molécula de tu piel en pie de guerra cada bello erizado no podría besarte de otra manera mirar tus ojos implacables y saber de tu deseo

78

C.M.


Lo que hacer

No todos hacen los mismo si algo reclama socorro algunos creen en la autoridad muchos agachan las posaderas y embisten contra molestias otros dicen que no es ético mientras corren hacia el bosque varios se enamoran se casan en son de protesta pero mis amigos cantan te abrazan toman vino y se quedan como si un árbol como si penitentes que fabrican con la culpa un bastión de proposiciones y

aseguran que habrá un tiempo

donde no tendrán paz los traidores 79

C.M.


Saqueados

Sin playa ni mar para encallar soledades veo a las personas cotidianas cruzar charcos y salpicarse y creer que han sido derrotados las veo atravesar las plazas en silencio sin cantar ni silbar y creen que los parques verdes son de suspiros y esclavos a la moda las estatuas arrogantes y solas son un conflicto de sus egos algunos tienen que cuidarlas veo las fuentes del desperdicio donde aves mojan plumajes y otros insectos son disipados por los que juntan las monedas

80

C.M.


cruzan la calle mil soledades sin esperanzas de llegar al sol tampoco a las lluvias torrenciales veo a las personas mirar arriba quieren ser pรกjaro y alguna nube llegar a sus moradas y ser algo mas que un despojo

81

C.M.


Nada paga amor

Joven de piel tan lisa en su timidez de sueño el joven que la mira y una promesa por un beso lo que le daría aún sin saber del beso el niño que le dan un dulce que no llore y haga culpas sus tristezas sin upas y caricias no las arregla un caramelo no compone la ausencia la joven de piel tan nueva mira después del beso ve alejarse el querido lleva el roce mas blando el amor no sabe su boca

82

C.M.


el niĂąo los ojos arrasados en su mano el dulce juicioso piensa es de vidrio ese dulce no hubo brazos nada mas manjares la joven y el niĂąo dicen creen el amor habita en el aire hay que respirarlo

83

C.M.


Mi casa es dura El que manda no dice que mi casa es dura que los dĂ­as no escapan a otro paĂ­s descompuesto donde hay otras casas duras mi pueblo es duro y no es sabio porque la panza aplanada es un rey inmisericorde y ĂŠl autoridad

lo sabe

cala de pan viejo al pueblo y llena la gente de olvidos no ha de arrinconar el hambre porque la panza aplanada como un rey insoportable entonces las casas se hacen duras dicen que mi casa es dura no es cierto

84

C.M.


mi pueblo es duro con pocas casas y suficientes preguntas porque la panza aplanada es un rey presente y ansioso el que gobierna

lo sabe

sin recordar que vivĂ­a en casas duras de ombligo contra los huesos y patios solos y patios solos

85

C.M.


Puertas No hay puertas en el cielo sólo un firmamento de estrellas y galaxias dioses dónde están si sólo los cuidan con frases no pueden estar en todos lados no tienen puertas ni cielo cuando no conocen hablan dicen de ese lugar intocable habitado por frases y fantasmas donde sólo hay nubes y mas lejos polvo de estrellas las puertas están en vos la vas a dejar abiertas o cerradas para siempre la muerte vive en la vida los muertos quedan acá dejan las puertas cerradas o abiertas para siempre no hay puertas en el cielo a secas las que están acá 86

C.M.


Vos y yo

Vos y yo no y tu y yo bailo vuelo piso de madera como en un barco surca mi alma por un mar secreto empapado en ĂŠl adherido a sus aguas rumbo al naufragio en las playas que rodeabas nunca mentiste apenas era tu amor mas corto

87

C.M.


El Yo Yo Tenía un yo yo cuando niño del color de la luna el piolín que corría era los sueños el columpio pasear el perro el triágulo la estrella era difícil hasta para soñarla del color y forma de la luna era un juguete aunque no lo sabía pensaba que era un imposible que el hilo se cortaba se enredaba si no soñaba que los adultos y su hartazgo hacían trampa para no creer parte de ese cuento que era la vida 88

C.M.


como el piolín enroscado del yo yo

casi una luna

que hoy siento es la vida va para un lado hacia el otro creés que está atado al dedo sólo es para que lo lleves y hacer lo que quiere y el yo-yo en la punta forma figuras si el hilo quiere la piola es la parca sólo vive lo necesario atada al dedo es tambien la vida el índice señala allá o cualquier lado el hilo hacia abajo

89

C.M.


Zapatos Así esperan las soledades algunas registradas en el tiempo personas almas igual que zapatos y zapatillas no hay dos que se parezcan almas atadas con cordones de algodón que tiran de ellas llevan nudos indesatables y llanos con esos moños que todos se saben con nudo doble si el cordón alcanza no hay pares de zapatos ni zapatillas que repitan ningún lugar ni almas iguales pero hay nudos de los cordones con moños que todos se saben cortos o largos de algodón o de tela para zapatos y zapatillas tal cual las almas llevan anudados el pesar que resguardan 90

C.M.


se deben usar las manos para anudar a las almas todas distintas que enseĂąan los zapatos no hagas nudos dobles aunque uses mocasines alpargatas alguno reclamarĂĄ la suela

91

C.M.


Hechizo colectivo

No todo puede ser un poema el pueblo sabe de las no absoluciones del manual de las culpas forjado en las desventuras y ocasos reforzado en el poco honor de las palomas que se amontonan se adueñan de los ojos la gente el cuello hacia arriba y ellas mirada abajo abajo está el pueblo cagado esperando que llegue la muerte la culpa de los distintos

de los rompemoldes

y nadie pide la expulsión de las palomas un embrujo oculto de panfletos pagados recrea la tolerancia hacia esas aves ellas que manchan con sus heces las veredas sólo encolerizan los dueños de los autos pues al pueblo le gustan las plazas que juegan los niños con sus juegos hermoso salir y poblarlas de justicias algunos dan alimento a las palomas 92

C.M.


y ellas como voladoras bombarderas cagan las cabezas y los juegos y ropas no es su culpa la guadaña sin filo que arrastra el trabajo del apostado placero el pueblo cuida a las grises palomas que esperan las muertes de alienados a qué culparlas si desborda el mundo de disconformes

de habladores

ellos han de morir por lo que dicen aunque primero que se quemen una mano la sociedad ejecuta a los suicidas les pone las palabras en la cien les graba fotos suyas en los ojos las palomas llenan con plumas sus bocas y vuelan se posan casi ríen con sus trajes grises con su ulular retórico cagan un hechizo colectivo el inadaptado que osa no morir se quita una oreja o la niña les grita Mierdas y se ofenden el disparo horroriza perdona y levantan vuelo 93

C.M.


la sociedad con sus apóstatas del bulling ejecutando las sentencias y vuelan las palomas ordenando su comida y marcha el pueblo a tomar las plazas la sangre es demasiado roja para perdonar demasiado nueva para haberla suicidado no se levantarán las culpas ni habrá absoluciones el pueblo se irá acabando en sus muertos los suicidas dejarán de ser los ángeles del perdón con alas y rostros piadosos serán diablos de nuevo otro rey ha muerto la culpa volverá a oprimir al tomar el cafecito al ir al cine al mirar al niño pobre las palomas del congreso de plumas húmedas enfundadas de esos grises para siempre no quieren volar lo que el pueblo no precede con sus silencios necesarios y cómplices los pechos repletos de patria ajena y alpiste esperando la muerte absolutoria del suicida 94

C.M.


vertiendo luego sólo un tiempo corto luto y después alguna estatua algún discurso nota cuento cuadro canción poema calle un buen disparo un mar velador un así millones de perdonados y veredictos las palomas imaginan ser dueñas de las plazas balcones edificios árboles fábricas cagar veredas o los caminos del pueblo que suicida sus sueños individuales y desea una calle con el nombre de alguno de sus perdones

95

C.M.


La niña que canta para mi Tuve en la escuela una novia que cantaba en su voz soprana los misterios de la tiza la campana en el patio el poliladron la rayuela era cosas de otro lugar la niña cantaba para mi las maestras herían qué bien que canta no quiero volver no quiero pensar en cartucheras cárcel de lápices cortados mordidos la goma de borrar arrojadiza saludando alguna cabeza ella cantaba para mi las tizas escapando siempre al fondo escondidas en corazones de pared donde el único sabio era el pizarrón que siempre se puede borrar 96

C.M.


Ángeles Si el vuelo se frena antes del cielo y del aire qué decír de los besos sin alas ni labios dónde podrán desear ¿habrá un ángel malo o uno que olvida? el cuerpo tambien seca las ansias en la espera no puede vivir aparte de la sed de la mente ¿habrá un ángel bueno o uno que suicida? el amanecer no ha de morir casi no acompaña al sol ni emociona a la luna ¿habrá un ángel día o uno de la oscuridad?

97

C.M.


San Juan 82

Fue la cuna su infantil prisión peor que la celda misma marchó a ser pastor sin escuela para Miguel tan alto fue su tronco San Juan 82 su padre cabrero para el niño que será alto para el infante que creció que del campo a la biblioteca luego para él las humedades el peor calabozo pesares

creer que lo mejor

es lo que viene escapar al pueblo para ser dos y tres y una muerte y cuatro pero de a tres y una nana de harina y cebollas sin canciones de celda ni cuna la sola música del poema una sociedad es el verdugo sin canciones aún 98

C.M.


no llamen con su nombre ni calles ni mausoleos para Miguel que fue tan alto cabrero de San Juan 82 en Orihuela su pueblo y el otro pueblo que lo mató en España y lo dejó en Alicante

99

C.M.


Cuando no escribo Poemas a reivindicación ocultos en una caja vieja tan parecida a mi guardando cosas que no uso escribir es una promesa tan falsa como casi todas en esa caja aparecen en hojas de otro tiempo siempre de soledades los borradores de esos días tinta y papel a los gritos aquí estamos tu poeta vive no ha de morir ningún bardo las cajas viejas tendrán que liberar poesías prisioneras

100

C.M.


XXXX Por qué ha de tener peso si no me ve al mirarla crea un juramento no sabrán en qué ando que camino y me alejo de mí

de lo que soy

quién podrá adivinar los suspiros sin puente que dejo en sus costados cómo dormirán los dolores cuando llegue el día si camino y me alejo volver a las calles a su desapego de grises y la respiración del árbol boqueando smog y furia hasta que llegue la noche en breve muerte dormida

101

C.M.


pero no diré su nombre no hablaré para el día ni he de justificar su sombra acá la dejo en estos versos inmóviles que no son adiós

102

ni dicen

C.M.


La cruz El poema cae la hoja corta renglones forma una cruz otra cruz sin palos llenos de clavos que sangran baja en los versos rotos del condenado bajan las líneas las palabras de perdón que ruegan su canto agraz crucificado quedan cosas en esta cruz tiene corazón huesos viejos vientre frágil lleva génesis como árboles en sus piernas corren voces llegan sus pies ligeros y polvo ni ellos ni manos dejan la tierra no creen en la cruz 103

C.M.


No saben perder Del odio mas bruto el día se hizo trizas si lo vimos al parir lanzamos los brindis éramos invencibles porque vino la vida tan nueva tan bella hoy miramos el mar su espejo de melancolía nos vomita la suerte su profundidad oscura su avaricioso oleaje la muerte y sus tretas ni ella ni la vida saben perder sólo nosotros dolemos y nos vamos deshaciendo en la oscuridad del agua éramos invencibles luego el tiempo se hizo odio y en su brutalidad hizo trizas al día

104

C.M.


Que nos miren Camino el boulevard costero detengo el andar y el mar me mira parece que todo fuera igual

gris

pero sĂŠ que me miran los peces que el fondo barroso me llama cada ola es un ojo pasajero que viene que me tira un poco de arena un mensaje de las rocas la ciudad me mira al caminar sus calles veredas y mendigos tambiĂŠn observo sus caprichos pero ahora frente al mar cuando el me mira infinito y fuerte con su adentro oscuro y fresco casi olvido que la vida es asĂ­ pararse enfrente para que nos miren

105

C.M.


Comienzo Celebro que no me olvides habrá muchas razones andares doblar esquinas nuevas de caminos

calles de otro ayer

arena de playa mojada oscura que borra todas las pisadas así es mirar hacia delante luego de tantos diluvios como del azar aparece el olvido impaciente inoportuno sabe a qué viene

por quién

y por qué no al comienzo no le des nombres él sabe de fechas y tiempos no conoce los nombres para qué pero los escribí los subrayé en papeles

en piedras

los grité a los que no miraron no transites en recuerdos engalaná cuando nacen los brotes 106

C.M.


cortejĂĄ aplaudĂ­ al principio de las cosas no tenĂŠs excusas el olvido habita en el final en el muerto tiempo transcurrido no peregrines en recuerdos solamente en nombres lo que importa de la obra es que empieza no me olvides

107

C.M.


Carmesí Sola bailás así irresistible rodeada acaso para amarte se necesitan dos corazones no es de amor el momento es de acecho y conquista son tus ojos que buscan y los míos a cada rato sospechando la multitud no tengo dos corazones ni aún si los pensara si fuera que en los ojos habita el otro que hace falta porque cuando danzás carmesí en tu imagen no podés no ser irresistible lejos de tu distancia no intento en las apariencias queda como una incertidumbre el ansia de haberte deseado

108

C.M.


Tu bastón peregrino Tal vez estés conmigo en tu edad tan pronta si pudiera anidar tu cabeza como un radiación definitiva un escudo a las ideas de camino a la congoja acaso me dirías erraste soy feliz los años me hablan dicen recordá las lluvias como eras cuando el frío porque nadie te dijo dicen los años fue sólo pasar pero imaginate es tan difícil te lo cuento sufrí lo vuelvo a pasar ahora tributás un camino conocido que no marchaste 109

C.M.


ruego ser tu bastรณn de peregrina llevame en vos

alerta

hoy que se ha roto el puente

110

C.M.


Lo que se esconde Descolgar el viejo cuadro el daño ya está hecho un agujero en el lado izquierdo y marcada la pared como por un rayo con forma de retrato o mis sienes algo grises que peino con las lágrimas para disimular y valerlas cuando la angustia cotidiana marca en las paredes un hueco con el verdadero matiz el daño ya está hecho las arrugas del pantalón detrás de la rodilla la espera la traición la mentira dejan la piel de otro color debajo de la piel

111

C.M.


A dónde

Has de saber que los cuerpos habitan en las vulnerabilidades

nunca me prometiste suerte la felicidad y sus momentos a dónde fue tu luz si estaba dentro mío cómo escapó de mi cuerpo sellado por una piel acostumbrada no se fue solamente mi cuerpo absorbió tu luz y la piel quedó renunciada ardiendo

112

C.M.


Una gota de grasa Caminos negros paralelos inseparables largos iguales flacos condenados al infierno y humedades habitan olvidada forja de ladrillos chimenea para escapar al cielo fieros negros esperan su trabajo de verdugos de herreros difuntos y fraguas han de torturar la carne muerta martirizar blanco piso de grasa que resonará por el suplicio en gotas bonzas sobre el fuego será su sonido de chispa quemada el que proponga el hambre quién despierte las avaricias y deseos y éstos que llamen al vino y en ese pantanal de impresiones trazar una inicial en una servilleta porque aún estas cosas tienen nombre igual desesperan el hambre y el amor trazar una inicial en la gota de grasa en el resumen de esa jornada en el silencio gris y final de las cenizas

113

C.M.


Monstruos

Me dan miedo esas cosas que andan la oscuridad será porque son yo el que no quiero ser qué cerca me siguen en la negrura qué poco quiero ser ese aunque sea sombra de esos pasillos largos con monstruos que me siguen miro sobre el hombro camino rápido hacia el refugio de cualquier claridad hacen todo lo que soy

114

C.M.


El sol en el patio

El patio ya estĂĄ despierto tiene un laberinto de caminos perdidos de soles apilados lluvias que no lavaron nada a soĂąar a imaginar deseos con el alma y tibiezas quedan en la invisible memoria rastros de pies descalzos manos juegos suspiros unas estaciones encerradas en las resolanas y las nubes algunos eligen irse antes el patio ahora estĂĄ desierto pero sus caminos no duermen en las baldosas templadas el tiempo dice la verdad las hormigas ignoran lo inevitable y el sol arde con su consecuencia

115

C.M.


Al alba

La noche tan oscura y seria y sin poemas para que leas vos no tenĂŠs permiso para venir sabĂŠs de todos mis versos aunque no los diga al alba como siempre hemos de morir los versos que no escribo y yo

116

C.M.


Actor a cuerdas Una maldición lleva la marioneta la gente sólo ve los hilos siniestros el público supone la voz del artista esa marioneta que bebe alcohol creada con la madera de un árbol y el pelo acaso de su creador ese ser sin ritmo sin fluidez lleva la condena de la floresta donde viven diablos y ángeles está maldito así fascina al teatro porta en una mano el vino que intenta salir de su botella y en el truco mas sublime del licor todos creen que el frasco nada goza en él viven los ángeles caídos que lo dejaron maldito el público conjetura estar a salvo de esa mente colectiva del actor marioneta de los hilos y el vino y la madera 117

C.M.


Tierra desde el cielo a Fernando García

Fue aquel día nublado ausente que los huesos se hicieron aire la vida de esos pasos como danza manos sin ningún ritmo parejo de un bailador que se metió en la fe en ese momento no hubo lluvia no llegó agua cuando las nubes solamente un denso polvo secreto una fina cortina de humus volador que planeaba hacia abajo diluvio de tierra que todo sepulta y esconde así me fui con vos casi cenizas un aguacero que cubre las cosas las palabras nos conocimos como rivales honor que es ir de frente obramos contra todos los moldes al trote ajusticiamos timbres sabíamos de todas las canillas 118

C.M.


para sellar con agua nuestro afán el brindis más eterno dos amigos que toman agua que hablan de todos los amores algún día podrá detenerse esta terrada será casi descomunal y tarde cuando vuelva a llover agua y sigas bailando porque te lo pido sin ritmo en las manos cúal pedazo de cielo guardaría Dios a vos y a mi si ambos sólo existen para algunos otros creerán en nubes que se moran que el aire va llena de espíritus flotarán en esos vendavales pero es mas simple voy a estar cerca al caminar van a pisar mi mansión y van a amar por fin a tu tierra 119

C.M.


La fuga La inestabilidad de la musa incapacidad de permanecer llega al poeta y se aparea lo abandona los versos nacen de la soledad de su ausencia al mostrarlos aun si estuvieran las presencias anheladas el poeta está solo ante el público no importa por qué las ausencias solamente no están la musa que lo ha servido roza la incertidumbre prepara su próximo adiós

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C.M.


El tiempo no sueña Que es una tristeza irritable ser el insomne cuando la luna al paso en el espacio el universo muestra la noche nos tiene a su merced malcarado que el tiempo sea como una criatura sutil y libre la memoria lleva el sueño despierto ¿por quién se rinde homenaje al dejar las flores al pie del granito? la vida incumplida y amarga del ensueño trastocado a ilusión la espera de la desconciencia del tiempo de letargo poco se recuerda lo que fue en el sueño no será en el día de los hombres hay deseos inevitables que no florecerán porque no fueron transitan rendidos un designo tener que darles adiós 121

C.M.


No te hagas el gallo

Y quĂŠ locura es esta de creerle al gallo porque la luna se apogea de brillo en medio de la junta de estrellas que a veces es mala junta o junta brava animal descarado ese ave vigilante con ese chillido que taladra la maĂąana sin otro devenir que enamorar gallinas que algunos echados supliquen minutos de tan pendenciero ni siquiera vuela hace que otros piensen en un zorro de cola colorada un TĂ­o Juan astuto vil tan que el gallo infeliz se hace bueno que las horas tempranas son de los que duermen

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C.M.


Tormenta de arena un arenal desamparado a la lluvia no digo que hace frío ni se hace presente el viento apenas una brisa chirria las cadenas livianas solas en sus estructuras oxidadas de vigas pródigas vacías alguna gaviota parada al ángulo con el sonido del mar y sus olas parecen cadalsos bajo la lluvia esos aparejos y sus armazones en la desolación de los barriales hasta que llega el sol se escuchan gritos y risas ahora es el lugar de la alegría el mismo lugar júbilo y desconsuelo llega la tibieza de las travesuras Qué le pasó a las hamacas grita una niña todo cambia después de la tormenta y las cadenas seguirán malditas

123

C.M.


Blues de la arboleda un día decís no está tan nublado y aceptás venir conmigo por esa calle larga con una arboleda que camina su sombra junto a un muro largo así suele ser todo una calle para irse o un paredón guarda una vía que se lleva las cosas junto a quién las atesora saltando el cerco de piedra puedo ver en sombras cómo pasa la vida la soledad se llena de visitas del otro lado del paredón mientras otras soledades sólo andan la calle larga con una arboleda que camina su sombra 124

C.M.


Cutty Sark quién es la bruja danzarina cómo es que surca las aguas refractarias al viento con alas contrahechas a quién le importa si el pelo vuela y la vista se ausenta al horizonte alterada detrás de ella me convocan los ambarinos reposados ¿el hechizo dorado será el sol danzante? ¿ la bruja danzarina del poema de Burns la sangre que escapa del amor? la bruja Cutty Sark bailarina con otras brujas persiguió a Tam O’Shanter hasta que la hicieron velero él quedó tal nosotros colgado sin destino y siguió navegando las mismas corrientes no dejó de ser nauta por no tener timón y entonces pequeña camisola vuela su alma se introduce dorada y líquida para ser mi bruja porque bebo en su hechizo hasta que la veo danzar en mí perseguirme con las otras brujas más licor que barco más amor que mares despoblados

125

C.M.


126

C.M.


olvidos 127

C.M.


128

C.M.


La fortaleza baja nada sentimos por las cosas que creamos para que nos protejan

Al borde del mundo de los pasos en el confín del asfalto y la vereda desafina el cordón como una roca una almena al piso que separa la vida de los leviatanes a motor contra él rebotan los excesos en la arbitrariedad de los mas fuertes me dijeron que perdió sus manos que un picapedrero se quedó con ellas le tocó ser piedra con su gran cicatriz cómo amar lo que se cree muerto condenado a vivir sin amor la gente lo pisa sin cuidado de él sólo el que lo talló lo hizo exacto y así lo maldijo fuerte y solitario son muchos porque son necesarios

129

C.M.


como numerosas cosas inevitables creemos que no han de sentir la vida son guardas de lo que amamos son el límite de mundos distintos creados para ser infelices

inmóviles

por su obligado presente irremediable los cargo conmigo en la única comarca que no arrastro los llevo en mi corazón

130

C.M.


El calzador

Siempre hay quien debe ayudar para eso ha de estar la espera leer ese libro tan viejo tan viejo si te ayudรกs te ayudarรกn el calzador sรณlo muere de un lado el otro el curvo es el que se humilla se ha dejar usar

apretar

ayudarรก a deslizar lo que no entra luego ha de retirarse a su soledad al absurdo de servir por nada

131

C.M.


Captores con cuatro puntas

Cuatro hermanos trabajan solos los cuatro intimidan en su avance apuñalan al llegar las maldiciones en los bares y sus mesas solitarias sobreviven saben que los usan sin afecto conocen que no infligen los dolores sabrá el o la que los clava la alegría de uso es sola de él o ella si no lastiman los cambian van a un cajón lleno de olvidos donde el tiempo no los tiene en cuenta fueron creados sin el perdón los cuatro flacos siempre cuatro pegados a un objeto mayor atraviesan sin desear desgracias a veces ni siquiera como un tenedor

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C.M.


El cuerito tres cuartos Jactancia humana de hacer sístoles y diástoles con el agua la nariguda canilla tricúspide o mitral cueritos del corazón solitarios impensados y fundamentales andan a veces agobiados por las grasas o por amores si ellos sufren padecemos si el grifo no bombea la sed si el cuerito no cierra se va el agua y la vida si las aurículas y ventrículos se desconectan por una rebelión de la tricúspide y mitral el agua venida en sangre no ha de correr vendrá el plomero con su valija pesada y repleta a reemplazar el cuerito 3 cuartos el cirujano abrirá el pecho abierto con el líquido carmesí andando y como sea lo que pase habremos aprendido otro olvido 133

C.M.


El Clavo

Le piden al clavo que dé vuelta su cabeza ha sido herido está clavado a madera persistente que gire su remache y que suelte le dicen cuál es la pena por esas manos pegadas ese hombre izado en las agonías de otros porque al pasar por cualquier cruz colgada das vuelta la cabeza para que ella no te mire pues seguirán coronando hombres al suplicio con clavos que duelen y pesan que no piden ser clavo para sangrar preguntar por la verdad o dar vuelta la cabeza creer incorrecto al clavo y olvidarlo

134

C.M.


Sendero muerto lo que sorprende es la extraordinaria paz de ese infierno entrar a ese silencio que escucha cada gesto con la ingenua perseverancia de la hojarasca bajo el árbol lo que hay para olvidar ya está exánime volver a caminar entender se debe ir por una huella en ese recorrido bella esa luz tan alta y luminosa que alumbra y brilla inaccesible siempre en el mismo lugar idéntica con la ciega soledad de la espina

135

C.M.


saber para qué andar sobre los pasos ya el adiós también los habita ya se imaginan muertos un viejo sendero de hormigas un camino hacia una cueva donde cientos de túneles harán las delicias del olvido

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C.M.


Índice

Prólogo...................................................................................9 La mar.....................................................................................13 árboles....................................................................................15 Dragonblood.................................................................17 Imperdonables..............................................................18 Hyperión........................................................................19 Baobabs de Madagascar..............................................20 24 del 12.........................................................................21 Árboles peinados por el viento (en la ruta 11).........22 El viento, los perros y el violinista.............................24 Cadalso inocente...........................................................25 Sin fronteras..................................................................27 Prisión de las ironías....................................................28 Raíces a las aguas..........................................................30 Árbol de las nueces......................................................31 Pehuén ...........................................................................32 Amazonia.......................................................................34 Árbol de la seda............................................................36 El canto de los árboles.................................................38 Otoño y esperanza.......................................................40 137

C.M.


Aunque no los quieras.................................................41 Poetas en otra patria.....................................................43 Quebracho.....................................................................44 el vino....................................................................... 47 Vulnerabilidad...............................................................49 Vino sentimental...........................................................51 Por una vez....................................................................52 Botella adentro..............................................................54 El vino que tomaba mi abuelo...................................55 La vereda inclinada.......................................................56 El vino y ella..................................................................57 Vos ahí afuera................................................................60 País de letras .................................................................62 La imagen quieta...........................................................63 Vino de la distancia......................................................64 Para el traidor................................................................65 La estaca.........................................................................67 El filo ........................................................................68 El vaso liso.....................................................................69 Oración para Dionisio de un hombre que toma vino ....................................70 vulnerabilidad........................................................................73 Envidia de amor...........................................................75 Casi eterna.....................................................................76 Luz..................................................................................78 Lo que hacer .................................................................79 138

C.M.


Saqueados......................................................................80 Nada paga amor............................................................82 Mi casa es dura..............................................................84 Puertas............................................................................86 Vos y yo..........................................................................87 El Yo Yo........................................................................88 Zapatos..........................................................................90 Hechizo colectivo.........................................................92 La niña que canta para mi...........................................96 Ángeles...........................................................................97 San Juan 82....................................................................98 Cuando no escribo.......................................................100 XXXX............................................................................101 La cruz...........................................................................103 No saben perder...........................................................104 Que nos miren..............................................................105 Comienzo.......................................................................106 Carmesí..........................................................................108 Tu bastón peregrino.....................................................109 Lo que se esconde........................................................111 A dónde.........................................................................112 Una gota de grasa.........................................................113 Monstruos.....................................................................114 El sol en el patio...........................................................115 Al alba............................................................................116 Actor a cuerdas.............................................................117 Tierra desde el cielo.....................................................118 La fuga............................................................................120 139

C.M.


El tiempo no sueĂąa......................................................121 No te hagas el gallo .....................................................122 Tormenta de arena.......................................................123 Blues de la arboleda......................................................124 Cutty Sark......................................................................125 Olvidos..................................................................... 127 La fortaleza baja............................................................129 El calzador.....................................................................131 Captores con cuatro puntas........................................132 El cuerito tres cuartos..................................................133 El Clavo..........................................................................134 Sendero muerto............................................................135

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C.M.



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