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Cinco Núñez del Cuvillo llegan hasta el Coso del Arrabal en el segundo encierro de San antolín

La Voz

Poco más de las 09.00 horas marcaba el reloj cuando los portones de los corrales ubicados en «El Chucho» abrían sus puertas para dar paso a la manada. Un total de diez mansos y seis novillos de la ganadería de Núñez del Cuvillo, cuyo propósito era llegar íntegro al Coso del Arrabal. Labores que se han cumplido casi a la perfección, pues de los seis tan solo uno ha tenido que ser anestesiado, al romper el camino colectivo y dirigirse hacia la Carpa Golf, instalación muy próxima al Balneario de las Salinas. El único susto importante se ha vivido en la llegada de las reses al Coso del Arrabal, donde un mozo ha tropezado justo al instante en el que accedían al recinto las reses; al mismo tiempo, otros dos jóvenes han dado un traspiés. El primero de ellos ha sufrido contusiones leves en las piernas y una pequeña brecha en la cabeza.

A pesar de las advertencias de la Policía Local, que se le ha visto en la zona en los instantes previos al inicio del festejo de este 4 de septiembre, la población ha seguido colocándose en «El Embudo». Y es que apenas habían transcurrido veinte minutos cuando el primero de los novillos, de capa negra, hacía acto de presencia en este último tramo de campo en dirección al descansadero ubicado en la calle

Ciudad Real. Y mientras el cauce de este primer morlaco estaba controlado, otro Cuvillo acometía su carrera hacía el Balneario de las Salinas, más concretamente a la Carpa Golf. Al darle por perdido teniendo en cuenta las distancias de este enclave del recorrido tradicional del encierro, la unidad de anestesia ha procedido a dormir al animal rápidamente. Con un novillo dormido y otro en el descansadero, otro de los hermanos a emprendido su dirección hacia la carretera de Campillo, con el consiguiente intento de los caballistas de reconducirlo hacía El Embudo.

Mientras se producían esas labores, dos astados y los cinco mansos restantes se hallaban en las proximidades de la urbanización Traselhombre. Arropados por multitud de caballistas y a las órdenes de los encerradores -

Pedro Caminero y Pepe Mayoral-, las reses han cruzado el túnel del AVE hasta llegar al Embudo, donde un arreón ha incentivado la llegada al completo de estos siete animales hasta el descansadero. Renqueando y con lentitud llegaba un cuarto novillo hacia el descansadero. El buen hacer ha permitido reconducir al último novillo pendiente en las tierras en dirección a Campillo -atravesando para ello los majuelos de Belloso-. Junto a los otros cinco bueyes, este último bravo ha accedido al descansadero, dándose por concluido el primer tramo del encierro y, en los relojes, marcándose aproximadamente las diez de la mañana.

Hacía las 10.20 horas de este miércoles, el segundo tramo del segundo encierro tradicional al estilo de la villa ha dado inicio desde el descansadero ubicado en la calle Ciudad Real. Carreras rápidas que han llego hasta un Coso del Arrabal donde se ha producido un importante susto pues, en ese acceso al albero, un mozo ha tropezado y otros dos también han sufrido un traspiés tras él. Tal y como ha podido conocer este medio, ese primer joven habría sufrido una brecha y contusiones leves en las piernas. Una vez cerradas las puertas de entrada al coso, se ha iniciado la popular capea siendo los protagonistas tres reses de la ganadería de Torres Gallego -que encabezarán el encierro del quinto y último encierro tradicional el día 8 de septiembre-.

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