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4 • Una nueva reforma migratoria…

Evitar que los inmigrantes que piden asilo “desaparezcan”

La llamada “Ley Dignidad” propone, además, la apertura de instalaciones, a las que llaman “campus humanitarios”, donde permanecerán las personas que busquen acceder al asilo mientras se determina su caso por parte de un funcionario migratorio. Los migrantes permanecerían retenidos en estos centros hasta 60 días, con acceso a servicios alimenticios y de salud, según se anunció.

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Con esto, según las congresistas, se busca evitar que los inmigrantes “desaparezcan” en el sistema como indocumentados, porque no se presenten ante una corte migratoria cuando son puestos en libertad condicional.

La legisladora Verónica Escobar aseguró que esta reforma al sistema de asilo también busca “liberar” a las comunidades de cargas que “deben ser federales”, como el apoyo humanitario y el ofrecimiento de asistencia legal.

“Si hay alguien que tiene mejores ideas, queremos trabajar con ellos… la única forma en que nuestro país enfrentará adecuadamente los desafíos que se nos presentan es de esta manera, de manera bipartidista…porque esperar una idea de cada lado de lo que es perfecto, es exactamente lo que nos ha metido en la situación que enfrentamos hoy”, dijo Escobar, la congresista demócrata co-autora de la medida.

Seguridad en la frontera

Con respecto a la situación en la frontera sur, la propuesta de ley propone la creación de unos “campus humanitarios” para retener a quienes buscan pedir asilo en EE.UU. y donde deberán esperar hasta que un oficial de asilo resuel- va su caso en un periodo de 60 días.

A su vez, contempla destinar más fondos para la seguridad fronteriza, incluyendo unos $10 mil millones de dólares para expandir y mejorar los puertos de entrada.

Este proyecto de ley llega dos semanas después de que la administración de Biden levantara la normativa sanitaria, llamada Título 42, que permitía las expulsiones de inmigrantes indocumenta- dos en la frontera y fuera reemplazada por norma migratorias que han impuesto mayores restricciones al derecho del asilo para los inmigrantes que llegan desde México por la frontera.

“Damos la bienvenida y apreciamos cualquier esfuerzo serio para forjar una solución bipartidista en inmigración y reemplazar los miopes intentos de corto plazo con una modernización integral de nuestro sistema migratorio disfuncional”, dijo

Por Samuel González

La última recesión, aquella provocada por la pandemia de Covid, es un buen parámetro para encontrar cómo la comunidad latina será uno de los sectores poblacionales más afectados en los EE.UU.

Hace unos días, la Reserva Federal (Fed) aceptó que Estados Unidos se acerca a una recesión. Los mercados y la sociedad reaccionaron de inmediato. Si bien este fenómeno económico afecta a cualquier persona, por sus características, la comunidad latina enfrentaría los mayores desafíos.

Las personas de origen latino representan el 18% de la población total de los Estados Unidos, eso es alrededor de 62.1 millones de hispanos, según datos del Censo del 2020. Es el segundo grupo racial o étnico más grande del país después de los blancos no hispanos.

Tras meses de negación, la Fed aceptó que las posibilidades de que ocurra una recesión en Estados Unidos son cada vez más cercanas. El banco central aclaró que sus efectos no serían tan profundos en el corto plazo, por lo que estimaron que podría durar alrededor de dos años.

Una recesión es una desaceleración de la economía de un país y el signo más evidente de que está pasando es el desempleo. Desde inicios de año, grandes compañías han anunciado olas de despedido. Y vamos a decir algo que muchos sabemos, pero no todos nos atrevemos a decir de manera abierta: la discriminación en EE.UU. provoca que los grupos minoritarios, especialmente los afroamericanos y lati- nos, sean los más propensos a quedarse sin trabajo.

Según el Pew Research Center, el 76% de los latinos dice haber sufrido discriminación o haber sido tratado injustamente por su origen étnico o racial. Esto se manifiesta en actos de racismo, xenofobia, violencia policial, deportaciones y restricciones migratorias que afectan sus derechos civiles y humanos.

Entre 2010 y 2020, el PIB de los latinos en Estados Unidos fue el tercero de crecimiento más rápido entre los diez mayores del mundo, y tendrían la quinta economía más grande del mundo si tuvieran su propio país, de acuerdo con el Informe del PIB latino de EE.UU. LDC de 2022 del Latino Donor Collaborative. EE.UU. generó una producción interna de $20.9 billones de dólares, de los cuales $2.8 billones de dólares fueron generados por trabajadores hispanos.

A pesar de todo lo que contribuye la comunidad latina, en septiembre del año pasado, especialistas de Wells Fargo indicaron que, en el caso de que ocurriera una recesión modesta en 2023, los trabajadores hispanos en EE.UU. estarían entre los grupos más afectados por el desempleo.

“Si nuestro pronóstico acerca de una recesión modesta en el año 2023 se hace realidad, los trabajadores hispanos serían afectados desproporcionadamente”, indica el reporte de Wells Fargo.

Los analistas de esta institución financiera indicaron que el desempleo hispano crece de manera exorbitada durante los períodos de bajo desempeño económico en EE.UU. Para muestra, los datos del año 2010 marcaron el desempleo hispano en un aumento de 8% a casi 13%, mientras que el desempleo de las comunidades que no eran hispanas sólo incrementó un 5%.

Cómo afectará una recesión a la comunidad latina en los Estados Unidos

Con base en datos actuales, la comunidad latina sería uno de los sectores poblacionales más afectados por una recesión en Estados Unidos. Pero son muchas formas en la que este fenómeno podría incrementar el rezago financiero de estas personas en el país:

1. Mayor desempleo

Según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), la tasa de desempleo de los latinos pasó del 4.8% en febrero de 2020 al 18.9% en abril del mismo año, siendo el grupo étnico más afectado por la pérdida de trabajo por la recesión causada por la pandemia. Aunque la tasa se ha reducido al 7.9% en octubre de 2022, sigue siendo superior a la media nacional del 6.9%.

2. Inasequibilidad de la vivienda

Según la oficina del Censo de EE.UU., el 47% de los latinos vive en alquiler, lo que los hace más vulnerables a desalojos o aumentos de renta. Además, el 21% de los latinos vive en condiciones de hacinamiento o pobreza extrema, lo que afecta su calidad de vida y su salud mental.

3. Pobreza

El 18% de los latinos vive por debajo del umbral de pobreza, de acuerdo con el Censo de EE.UU., lo que significa que no tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. Además, el 12% de los latinos vive en situación de inseguridad alimentaria, lo que implica que no tienen acceso a alimentos suficientes o nutritivos. Con una recesión, estas cifras podrían aumentar considerablemente, aun cuando dure dos años, como lo señaló la Fed.

4. Más expuestos a problemas de salud

La pandemia es una muestra de ello. De acuerdo con Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los latinos tienen una mayor probabilidad de sufrir enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y obesidad, que aumentan el riesgo de complicaciones por el COVID-19. Además, el 19% de los latinos no tiene seguro médico, lo que dificulta su acceso a servicios de salud preventivos y curativos. Y tal como un efecto dominó, la falta de acceso a la salud, provocaría mayores deudas médicas.

5. Rezago educativo

Según el Pew Research Center, el 59% de los latinos mayores de 25 años no tiene un título universitario, lo que limita sus oportunidades laborales y salariales. Además, el 25% de los latinos entre 18 y 24 años no está inscrito ni trabaja en ninguna institución educativa o laboral. La brecha educativa se potenciaría.

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